XoXoX POV de Draco XoXoX
Draco se dirigió en silencio al despacho de su padre para escribir una carta a Bob. Caminaba lentamente, sintiéndose como si tuviera que concentrarse con esfuerzo para hacer mover sus pies. Era como si no quisieran caminar, como si pudieran derrumbarse en cualquier momento. Cuando llegó por fin al despacho, Draco se sentó en un enorme sillón de cuero y buscó un trozo de pergamino, una pluma y un tintero. Mordisqueando la punta de la pluma, algo que hacía inconscientemente mientras reflexionaba, se preguntó qué debería escribir exactamente a Bob. Por fin optó por la brevedad y garabateó unas cuantas palabras sobre el papel. Luego lo enrolló y se fue hacia la lechucería.
Arriba en la lechucería buscó a Ambrosius Benedict II y pasó su mano sobre el plumaje oscuro del búho. Era una lechuza muy especial, una Lechuza Sooty Australiana. Draco la consiguió al cumplir los once años y según el dependiente era muy rara. Además era muy hermosa. Con sus plumas color negro hollín y penetrantes ojos negros, era la única lechuza que Draco había apreciado alguna vez. Había varias lechuzas más, marrones, rojas, blancas, pero ninguna de ellas rebosaba personalidad como Ambrosius. Draco recordó haber pensado en la tienda que su lechuza no sería una mascota, sería una amiga. Y había tenido razón. Ambrosius era una amiga, no obstante era crítica y franca. Aclaraba sus sentimientos y cuando no estaba de acuerdo en algo con Draco le miraba ferozmente y mordía los dedos de Draco con bastante energía en vez de los suaves picotazos que distribuía normalmente.
Acariciando las plumas con cariño, Draco fue recompensado con un ulular de contento y un picotazo en su dedo. Sonrió con tristeza a la lechuza y siguió acariciándola – Ambrosius, ¿estoy loco? – Reflexionó en voz alta, mirando a los ojos negros. Aquellos brillaban a la luz del sol vespertino, y por la forma en que Ambrosius inclinaba de lado su cabeza, Draco tuvo la marcada sensación de que la lechuza se estaba riendo de él. Esto le ofendió un poco, pero siguió hablando – Quiero decir, es correcto dar en adopción a Medea, ¿cierto? Estará mucho mejor con esos tipos. Pueden cuidarla mucho mejor de lo que podría hacer yo, ¿cierto? – Miró en aquellos ojos otra vez, pero esta vez parecían serios. Serios y un poco reflexivos. Como si Ambrosius estuviera pensando sobre lo que había dicho. Draco estaba un poco ofendido por el hecho de que su búho aún necesitara pensar sobre la respuesta, pero Ambrosius sólo continuó observándole. Mirando hacia abajo, Draco se sentía un poco inseguro de sí mismo pero sacudió su cabeza con vigor – Claro que es correcto – Dijo en voz alta, más para convencerse a sí mismo que a la lechuza – Claro que es correcto – Murmuró otra vez, suspirando profundamente – Pero entonces, ¿por qué me siento fatal?
XoXoX POV de Harry XoXoX
Harry estaba sentado en el alféizar de la habitación de Draco, mirando el magnifíco jardín Malfoy y meciendo a Medea. Sabía que tenía que entregarla pronto, así que había decidido pasar cada momento consciente junto con ella hasta entonces. Acariciando su pequeña cabeza rubia, sonrió. Era una pequeña sonrisa triste, pero aún así llena de amor y ternura. Exactamente como se sentía Harry ahora mismo.
Antes de que Draco hubiera aparecido en su vida, llevando a su pequeño bebé, Harry nunca había sabido que fuera posible amar tanto a una criatura, con tanta rapidez. Sólo había estado a su alrededor seis días pero aún así se sentía como si la conociera desde siempre. Y era lo mismo con Draco.
Harry siempre había sabido que había algo tal como estar enamorado, pero nunca pensó que fuera tan maravilloso como todos daban a entender. Seguro, las parejas que conocía parecían bastante felices, pero no todo era Shakespeare y rosas. Sabía de hecho que Dean y Lavender se peleaban más ahora que estaban juntos que alguna vez antes, y Neville y Luna no podían estar juntos en la misma habitación sin ruborizarse y tartamudear. Se habían habituado a ser tan buenos amigos, y ahora el tan llamado 'amor' les había dejado completamente incapaces de hablar el uno con el otro. Cosas como éstas aseguraban a Harry que el amor no era todo tan grandioso, su propia experiencia con Ginny le había afianzado más en sus creencias.
Pero entonces se presentó Draco, y le dio la vuelta completamente al mundo de Harry, de arriba abajo. Siempre había sabido que ahí había atracción, pero nunca pensó que evolucionaría hacia algo más. Pero ahora sí, y eso dejaba completamente confuso a Harry. De repente comprendió por qué la gente estaba tan dispuesta a enamorarse, porque la manera en que se sentía alrededor de Draco no era tan malo. Sólo mirarle le hacía feliz, y cuando hablaba Harry tenía todas esas pequeñas mariposas en su estómago, y cuando le tocaba le enviaba estremecimientos por su columna. Draco tenía un poder sobre él que atemorizaba a Harry. Draco también podía convertirle en un charco de babas con una palabra y enviarle a las profundidades de la desesperación con otra. No, él no amaba a Draco, estaba seguro de ello, pero también estaba muy seguro del hecho de que Draco era alguien a quien podría amar, si le daba suficiente tiempo. Y eso asustaba a Harry más que cualquier cosa.
Cerrando sus ojos, Harry siguió pasando su mano inconscientemente por la cabeza de Medea. Arrimándola más cerca era tranquilizador, y Harry sentía como iba calmándose. No podía permitirse el perderse tanto en pensamientos; no era el momento para eso. Draco iba a volver pronto, y entonces sabría cuánto tiempo tenían con Medea. Pasaría tanto de ese tiempo como pudiera con ella, y después de eso... después de eso no lo sabía. Una vez más se había permitido encariñarse demasiado, y ahora su corazón estaba siendo desgarrado en trozos. Ya había pasado antes. Cedric, Sirius, Ginny. Les había permitido a todos ellos que pasaran a través de sus barreras, y luego ellos le dejaron. Cada uno de forma diferente, pero tenía el mismo efecto en su corazón. Había creído que se había acorazado bastante bien esta vez, así nadie podría traspasar sus barreras excepto aquellos que ya estaban allí. Pero ahora ambos, Draco y Medea, se habían arrastrado por la cuidadosamente guardada entrada a su corazón, y ahora por lo menos uno de ellos le estaba abandonando ¿Y qué pasaba con Draco? Medea era la que les juntó, ¿cómo podrían arreglárselas los dos cuando ella ya no estuviera allí?
Respirando hondo, Harry pensó detenidamente sobre el problema a mano. Tal como lo veía, tenía dos opciones. Una, quedarse con Draco después de que se hubiera ido Medea y correr el riesgo de enamorarse del muchacho y quizá salir herido. O dos, irse cuando se fuera Medea y mantener su corazón seguro del amor y dolor. Desde donde estaba sentado Harry, la elección no era muy difícil.
N/T: Siento mucho el retraso, pero a veces la vida real es así de inoportuna y no hay más remedio.
Ya sé que es pronto pero ya me queda poquito, sólo dos capítulos, para acabar con esta estupenda historia y ya estoy pensando en qué haré después ;P yo soy asín, me pueden recomendar alguna historia HP/DM ó HP/SS bien guapa? No me importa la extensión de la historia ;) ¡Sí que estoy mal yo! Hala, que disfruten de este capítulo.
