Capitulo 4

Las Preliminares

Una apacible tarde de abril en donde todo parecía tranquilo y normal, con el clima fresco y soleado y la gente paseando despreocupadamente a causa del feriado, un avión descendió suavemente en el suelo japonés.

No obstante, no era un avión más en la sucesiva tanda que entraba y partía del país todos los días, éste traía consigo una persona que era capaz de cambiar el rumbo de muchas vidas…

Y que iba a hacerlo…

Una vez más…

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-Señores pasajeros, Les informamos que a partir de este momento pueden desabrocharse los cinturones de seguridad y tomar su equipaje, para así descender ordenadamente del avión cuando las compuertas se abran en unos minutos más.

La mujer se estiró perezosamente, mientras desconectaba los auriculares que la habían mantenido ajena a todo lo que sucedía en el aeroplano mientras se desarrollaba la travesía, repleta de poderosas turbulencias.

Al parecer Dereck no era el único que ponía objeciones a su viaje a Japón.

-al fin-expresó en un suave murmullo, mientras se ponía de pie para abrir el compartimiento que contenía su equipaje de mano- Lo peor del caso, era que doce horas de viaje no la habían desalentado ni un poco en su propósito, lo cual demostraba su extrema testarudez, cosa que le podía ocasionar graves problemas el día de mañana. Seguramente ellos se ocuparían de corregir esa irrevocable rama de su personalidad.

Sorteando el equipaje de su compañera de viaje, tomó su cartera, y salió del avión.

Salir del aeropuerto siempre ocasionaba problemas, y esa vez no fue la excepción, los turistas la volvían loca, siempre mirando todo con la boca abierta, sacando fotos hasta dentro del aeropuerto…. Quemaría esas benditas cámaras digitales, así tendrían que depender de los rollos fotográficos una vez más… a ver si de así sacan tantas fotos- pensaba la joven, mientras evitaba matar a dos personas para recuperar su maleta.

Y ni hablar de lo que fue conseguir un taxi.

Dos horas y media más tarde, logró llegar al hotel Tomoeda. Firmó su reservación y subió a su habitación donde recién ahí pudo tomar un prolongado respiro, aunque de prolongado tuviera sólo el nombre, ya que no había hecho semejante viaje por vacaciones; y menos en esa época, la cual era la temporada más alta de trabajo.

Apenas tuvo tiempo de cambiarse de ropa y de peinarse antes de volver a salir.

Cuando salió de vuelta del hotel, el reloj daba las tres de la tarde.

Justo la hora en que Sakura salía del colegio.

De modo que se dirigió directamente hacia allí, ya que era el único lugar en donde la encontraría un miércoles a la tarde.

Lamentablemente no tenía tiempo para perder con sus ex.-alumnos, así se quedó parada a cierta distancia..., No obstante, pasaban los minutos y Sakura no salía, y tampoco lo hacía su amiga Daidouji. Pero lo peor era que ya habían salido todos los alumnos.

No quedaba nadie dentro.

-Probablemente hayan faltado-susurró para ella misma

Estaba por marcharse cuando algo le llamó la atención

La última chica en salir del colegio...Una vaga sensación de reconocimiento vino hacia ella cuando sus ojos se posaron en la frágil figura que descendía las escaleras frontales de la preparatoria. No podía expresarlo de manera razonable, pero ella la conocía, no sabía muy bien de dónde, pero la conocía, de eso estaba segura.

Se quedó cerca de la entrada del colegio, mientras la veía acercarse.

-Disculpa-dijo tomándola suavemente del brazo, en el momento en que ella salía distraídamente por el umbral que separaba la vereda del campo escolar -te conozco?-le dijo lo más suavemente que pudo para no asustarla, no obstante, parecía que ella ya había notado su presencia en el lugar, puesto que apenas tuvo ocasión de estirar su brazo para acercarla, cuando la joven en cuestión realizó una reverencia.

Realmente algo extraño, especialmente porque ella tenía la capacidad de esconder su aura para que nadie pudiera percibirla, y en el momento del encuentro, lo estaba haciendo…

-No, lo siento, debe de estar equivocada-contestó la chica, extrañamente, sin miedo.

La recién llegada al país la observó con mayor atención, sin duda alguna era musulmana, a juzgar por el característico velo que protegía " la belleza exterior de la mujer para el marido" .

-Puedo preguntarte cuál es tu nombre?-dijo amablemente quitándose los anteojos negros que llevaba puestos desde que había dado el primer paso fuera del hotel.

-Rajid Kadidja-expresó cordialmente- mire no sé de que se trate todo esto, pero no la conozco y debo llegar a casa a horario-expresó sin descuidar su tono cordial, expresado en un perfecto japonés, aunque algo afectado con un suave acento, que le recordaba vagamente al que tenía Eriol…

-SI, por supuesto-dijo concediéndole la libertad que la adolescente le requería- No obstante, antes de que te vayas, esta es mi tarjeta,-Expresó concediéndole un papel rectangular que había sacado de su cartera Dios supiera en qué momento-voy a estar en el Hotel Tomoeda por un tiempo, cualquier cosa que necesites, allí me encontrarás.

-Kaho... Mizuki-Leyó pausadamente la jovencita.

-Así es, cualquier cosa que requieras, esa tarjeta te comunicará conmigo en cualquier momento.

Se marchó antes de que la joven pudiera preguntarle por qué había hecho eso, puesto que ni ella comprendía el origen de dicha acción.

Pero es que esa sensación de conocer a alguien, cuando no era así , era realmente inquietante, y no le sucedía hacía mucho, desde que tenía 13 años y estaba de viaje en Francia cuando se cruzó con un hombre de unos 25 años, solamente que en aquél caso, el desconocido había sentido lo mismo, y ambos se habían quedado mirándose un buen rato, mientras cada uno evaluaba el poder del otro...

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-Hikari, y ahora qué te propones?-exclamó Enika, una vez más corriendo detrás de su mejor amiga.

Eran pasadas las siete de la tarde y el cielo ya estaba negro, dado que el invierno se hallaba próximo.

-Qué haces?-volvió a repetir

-Shhh, guarda silencio ya casi llegamos-respondió Hikari en un susurro

-Ya casi llegamos a dónde?…

No obstante, su pregunta fue respondida únicamente con silencio…

-Listo, aquí es-dijo Hikari un tiempo después, satisfecha; mientras cesaba su rápida y sigilosa caminata.

-Aquí es qué?-decía su amiga, perpleja, sin entender nada.

-Esta es la casa del sensei Tsukishiro-le dijo en un susurro, mientras le señalaba la casa en donde había estado poco tiempo atrás.

-Muy bien, ahora se puede saber qué es lo que hacemos aquí, no pensarás tocar el timbre, no es así?

-Ettooo…. Tienes una capacidad suprema para leerme el pensamiento;-dijo con una tierna sonrisa- mi idea era tocarle el timbre, salir corriendo y, cuando él salga empezar a caminar, y encontrármelo por "casualidad"

-Con esto puedo confirmarlo, estas loca, vámonos a casa además a mi me van a matar, tendría que haber regresado hace media hora-dijo mirando su reloj pulsera.

-Esta bien vámonos-dijo Hikari con falsa resignación, bajando los hombros en señal compungida.

Empezaron a caminar hacia la parada del autobús, el cual llegó cuando ellas se encontraban a media cuadra de la parada, por tal motivo, ambas adolescentes, comenzaron a correr para alcanzarlo.

No obstante, en cuanto Enika subió, Hikari dio media vuelta y retrocedió unos pasos, mientras el autobús avanzaba a considerable velocidad; sin embargo, como Hikari era consiente de que Enika era completamente capaz de bajarse en la próxima parada y arrastrarla del cabello si era necesario. Salió corriendo, y si bien sabia que no debía hacer lo que estaba haciendo, cerró su mente ante las constantes quejas de su conciencia, mientras pensaba que si su amiga no la ayudaba, debería arreglar las cosas por sí misma.

Una vez que se halló lo suficientemente lejos del punto de separación, empezó a caminar, pero repentinamente, notó que no tenía la menor idea de dónde estaba.

-Tranquila, no debes dejar que el pánico se apodere de ti-pensaba, frenética mientras caminaba, y cómo suele pasar cuando uno está muy nervioso, comenzó a repetir palabras para sí misma, en voz alta; pero como no había nadie por esos parajes, nadie pudo apreciar que el hecho de que estaba hablando sola.

Durante mucho tiempo, lo único que hizo fue caminar y caminar, hacía tiempo que había dejado de buscar la casa de su adorado profesor, en aquél momento, lo que quería era hallar un modo de regresar a su casa. O por lo menos cualquier punto de referencia que la ayudara a saber donde estaba, pero era inútil, no tenia ni idea de donde estaba y ni siquiera contaba con la presencia del sol como para ubicar dónde estaba el este ni donde el oeste.

Junto sus pasos avanzaban, también lo hacía la noche, hasta que en un momento, se detuvo en su incesante caminata, y notó que lo que había sido un ocaso hacía tan sólo quince minutos, en ese momento era noche cerrada.

De repente le vino a la memoria, el comentario que su padre le repetía incansablemente de niña "Nunca debes salir sola a la noche, al menos no sin estar preparada para lo que ella podría depararte", nunca había entendido muy bien qué significaba esa frase, hasta que en ese preciso momento, fue consciente del mensaje que su padre le había dado todos esos años, y que no obstante, ella había preferido evitar.

Ese pensamiento, le sobrevino con un repentino mareo.

Súbitamente, notó que las calles no estaban tan estáticas como solían estarlo, sino que comenzaron a darle vuelta, sin embargo una parte de su cerebro que aún estaba consciente, podría apreciar que su cuerpo aún permanecía estático.

De improviso, sintió cómo la desesperación se apoderaba rápidamente y con todo ímpetu de ella, sin notarlo y totalmente desorientada, reemprendió su marcha a pesar de que el terrible mareo no le permitía avanzar dos pasos en la misma dirección, por lo cual, debido a este hecho, trastabilló y pudo apreciar cómo su inanimada cara golpeó el duro pavimento de la vereda.

Quiso levantarse, pero sabía que estaba demasiado débil para siquiera intentarlo, y aunque no tenia intenciones de seguir el inconsciente impulso de su agotado cuerpo de pernotar, sus ojos se cerraron sin pedirle permiso.

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Cómo era posible que un músculo tan frágil como era el corazón, latiera tan a prisa y no explotara?… era algo que no terminaba de comprender…

Aunque una parte de si mismo siempre había esperado ese reencuentro con ella, era completamente consciente de que no podía permitir que la reunión que él ansiaba desde hacía tanto tiempo se llevara a acabo de esa manera tan frívola…

Eso, si ella no lo había reconocido la noche anterior y había pensado que él la ignoró con toda predisposición.

No...no podía reencontrarse con ella, y menos de esa forma ...

Al menos le quedaba el consuelo de que ella todavía no lo habíha visto, por lo cual aún tenía tiempo para salir corriendo, y poder planear adecuadamente ese reencuentro tan ansiado por su parte. Eso en el caso de que se animara a confesarse a sí mismo que haría cualquier cosa con tal de que la situación entre ellos cambiara.

Mientras pensaba en todo esto, notó que el cuerpo de Sakura iba cambiando ligeramente de posición, para tratar de divisar la calle.

Sin siquiera pensarlo dos veces, se dio media vuelta, y salió prácticamente corriendo. Lo único que le importaba era alejarse lo más pronto posible de esa zona, perder de vista aquél local cuanto antes. En ese momento había dejado de ser el chico tan orgulloso e imponente, para convertirse en un adolescente más.

Pensando en nueve mil cosas a la vez, iba tan preocupado en sus asuntos, que apenas prestó atención en dónde ponía sus pies, de modo que antes de que pudiera notarlo, sintió la presencia de alguien que lo hizo frenarse totalmente sorprendido.

-A dónde se supone que vas primito?

La melodiosa voz de Mei-Ling irrumpió en su sobrecargado sistema nervioso. De modo que apenas notó que ésta lo había tomado del brazo.

-Es que...-se disponía a decirle que estaba apurado, porque tenía cosas que hacer, cuando fijó su atención en el rostro de su prima; a su juzgar, si hubiera contenido la risa cinco minutos más, su cara explotaría – Espera un momento, no irás a decirme..., no, no quiero ni pensarlo .

-Qué cosa, de qué estás hablando, Xiao-Lang realmente estás muy extraño, estás seguro de que te encuentras bien?…-observó la joven china, frunciendo el ceño de forma graciosa.

-No me digas que tú sabías que Sakura está aquí dando vuelta la esquina?-preguntó a punto de perder su tan preciado control, y de por lo consiguiente matar a su prima.

-Qué Sakura?-dijo haciéndose la desentendida, como si conocieran a millones de Sakuras.

-Ni siquiera lo intentes, te conozco demasiado bien como para saber cuando te haces la tonta y cuando dices la verdad-Exclamó furioso, tratando de contenerse.

-Esta bien, tienes razón, ya lo sabía-dijo tranquilamente, como si estuviera admitiendo que el cielo era celeste.

-Cómo pudiste engañarme deliberadamente Mei-ling, Acaso no sabes el mal que me estás haciendo?-exclamó tratando de no parecer extremadamente dolido.

-Precisamente porque quiero ayudarte y pretendo hacer lo mejor para ti es que lo hago.

-Lo mejor, y qué sabes tu lo qué es mejor para mí?.

- Yo creo que lo sé mejor que tú, si no puedes ver que tu felicidad está al lado de Sakura, y viceversa, así que no voy a permitir que dos personas sufran, solo por terquedad.

-Tu no tienes ningún derecho a decirme qué es lo que tengo que hacer.

-Tengo todo el derecho que me otorga el ser tu prima, y tu futura prometida si no cumples con los designios de la familia. Y déjame decirte que no tengo el menor deseo de ser la esposa de un ser tan terco como tú, así que de una buena vez por todas, ve en busca de tu destino.-Dijo mientras trataba de arrastrar a Xiao-Lang

Cosa bastante difícil de hacer, ya que su primo la sobrepasaba por veinte centímetros y tenía la doblaba en fuerza...

-Podrías colaborar por favor?-Dijo exasperada la joven, mientras se detenía para mirarlos con los brazos en las caderas.

-Sólo porque la alternativa es tener que convivir contigo- dijo burlonamente, mientras reemprendía la marcha.

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-Es cierto eso que me acabas de decir?-Exclamó desilusionada la mujer de cabello fueguino, mirando al joven que tenía en frente.

-De buen grado lo negaría, pero es así, Sakura se fue con su amiga Tomoyo a hacer no sé qué a Hong Kong, y todo sin siquiera comunicármelo puedes creerlo?-Exclamó un disgustado Touya.

-Tienes idea de cuando vuelven?-dijo ignorando intencionadamente la queja de su ex pareja, realmente entendía a Sakura, no debería ser fácil hablar con su hermano acerca de determinados temas, menos si entre ellos se ubicaba el nombre "Xiao-Lang"

-Según mi padre, aparentemente mañana por la mañana o cerca del mediodía, ya sabes el sábado es la fiesta de cumpleaños, entonces no puede demorar demasiado.

-Es cierto tienes razón se me había olvidado lo de la fiesta...bueno eso era todo, la verdad fue de gran ayuda encontrarte aquí de "causalidad"-Dijo intencionalmente mirando el enorme edificio en dónde se juntaban todos los abogados a tomar un café luego de su jornada laboral.

Touya levantó las cejas y puso cara de escepticismo ante la frase pronunciada por Kaho.

-Esta bien, admito que no fue por "casualidad", pero entiende mi posición, atravieso la mitad del mundo para hablar con tu hermana y me entero que está de viaje, quiero hablar contigo y no te encuentro en ningún sitio, tuve que recurrir a mis otras "fuentes" para contactarte.

-bien, pero esta visita sorpresa no te va a resultar gratis.

-qué necesitas?-dijo sonriendo lentamente, mientras volvía a colgarse la cartera al hombro.

-sólo quiero saber que esta ocurriendo y por qué buscas tan desesperadamente a mi hermana

-no se a qué te refieres con "lo que esta ocurriendo"-dijo Kaho ingenuamente

-no te hagas la tonta, sabes perfectamente lo que quiero decir, lo que pasó la otra noche no fue normal.

Kaho suspiró

-no puedo decirte lo que no se

-qué quieres decir?-preguntó Touya confundido

-mira, en realidad lo único que puedo decirte, es que las cosas cambian, y el momento ha llegado, al decirte esto te aconsejo es que protejas a todos los que realmente te importan.

-explícate-ordenó

-mira, estoy cansada y no voy a hablar más del asunto, no por lo menos hasta que hable con tu hermana primero-exclamó levantándose

-Mi hermana no sabe muchas cosas y tu lo sabes… es más seguro que hables conmigo antes que con ella.

-lo siento, ahora debo irme, sabrás todo cuando sea el momento adecuado

Antes de que Touya pudiera alcanzarla, ya estaba cruzando la calle.

Intentó seguirla, pero cuando estaba a mitad de calle un ómnibus se le cruzó por delante y sacó de su visión a Kaho por tan solo unos segundos.

Cuando miró hacia el lugar donde ella estaba, no había ni rastro de ella...

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-Sakura, qué te sucede?-preguntó Tomoyo tratando de no sonreír

-ehh, nada por un momento pensé...-dijo más hablando consigo misma que con la joven de ojos azules.

-qué cosa?

-Qué?-Inquirió la morena, mirando fijamente a su amiga

-Qué fue lo que pensaste…?

-Nada..., nada importante-"Debo estar volviéndome loca"-

-Bueno, listo ya está-exclamó Madam Lanet, poniéndose de pie, colocando el último alfiler- Ya puedes cambiarte

-Esta bien, muchas gracias-dijo dirigiéndose hacia el vestidor, tratando de no arrastrar la preciosa tela del vestido, y al mismo tiempo de no clavarse ningún alfiler.

En el preciso instante en que la puerta del vestidor se cerraba, la puerta de entrada se abría, dando paso a una joven de cabello negro azabache y a un joven muy serio de ojos y cabellos pardos.

-Mei-ling! Que bueno es verte aquí!-exclamó Tomoyo en susurros, pero sin dejar de transmitir su inmensa alegría y entusiasmo.

-Se me puso un poco difícil, pero aquí estamos-exclamó con alegría, mientras se ponía las manos en la cintura, y miraba con reproche a su primo, quien trataba de no mirar a ninguna de las mujeres, que obviamente habían estado de acuerdo en todo

-Pero que dem...-empezó a decir Xiao-lang, mientras tomaba conciencia de lo que acababa de admitir su mente.

Todas las miradas se dirigieron a él.

-No...Esperen, no quiero ni pensarlo, no me digan que esto es una conspiración.-exclamó con una cara de ingenuidad que sólo podía corresponderle a él, no obstante no necesitó que nadie se lo aclarara, pues se notaba a la legua que así era.

-Habla bajo, no va a ser que Sakura te escuche-Dijo Mei-ling

-Pero..-Dijo Xiao-Lang consternado, si los restantes dirigentes del concilio lo vieran en esa situación, nunca volvería a recuperar el control suficiente para dirigirlo.

-SHHH!

-Ahora trajiste el CD?-inquirió Tomoyo, mirando a Eriol.

-Aquí esta-dijo sacando une estuche plástico de su bolsillo.

Xiao-Lang, permanecía en un rincón demasiado pasmado como para emitir un juicio coherente, nunca en su vida nadie lo habían tratado con tanta falta de respeto, claro que tratándose de Mei-ling nada podía extrañarle. Si no se hubiera encontrado en esa situación tan poco común, donde los hechos se encontraban fuera de su control, jamás hubiera permitido ese trato para con su persona.

Miró a Eriol, y notó que este lo observaba prácticamente con lástima, como si supiera lo que estaba sucediendo… Eso era insólito… que a ÉL, futuro jefe del Clan Li le tuvieran conmiseración era suficiente degradante como para no poder volver a mirar fijamente a los ojos a nadie ( que exagerado, ejej)

-De acuerdo, ya está listo, vamos todos-Exclamó Tomoyo que se había metido detrás del mostrador, para hacer Dios supiera qué cosa.

Todos, sin excepción alguna salieron del lugar; no obstante, cuando él quiso seguir los pasos del resto, Mei-ling le cerró le puerta la cara, impidiendo su salida.

Prácticamente al instante, una música lenta y romántica inundó el lugar. ( en realidad el tema original es mucho más movido que esto, pero la letra va para una canción lenta , ejej)

-Chicos… Dónde están?…-la suave e intrigada voz de Sakura inundó sus oídos como una melodía celestial que llevaba mucho tiempo sin escuchar… ella miraba intrigada hacia un lado y otro, confundida, creyendo que sus amigos la habían dejado sola, hasta… que logró distinguirlo entre toda la bruma de su confusión; él pudo apreciar cómo los leves signos del reconocimiento iban haciendo mella en ella, al parecer, tampoco lo había reconocido la noche anterior, pero ahora, a la luz del día podía apreciar todos sus rasgos, y descubrir su identidad..

The first time, I saw your smile…La primera, vi tu sonrisa

like you were an angel that came from the sky… como si fueras un ángel venido del cielo

You took away all my long depressions… echaste lejos todas mis depresiones

You were kind, my shining star,…fuiste generoso, mi estrella brillante

my full moon that has been my guiding light…mi luna llena que me ha estado guiando mi luz

But why did you make my heart sadden? … pero por qué hiciste que mi corazón sangrara?

Sintió cómo cada músculo de su cuerpo se tensaba… no… no podía ser él… y sin embargo, ahora descubría que el chico que se había cruzado la noche anterior, y que creía que era el único que podría hacerla olvidar a Shaoran, debido a las sensaciones que le sobrevinieron cuando pudo observar sus ojos, aún en la penumbra reinante en el lugar en que se hallaban, era precisamente él…

No podía decirse que no hubiera cambiado… su cabello estaba bastante más largo y oscuro que la última vez que se habían visto, había llegado a adquirir una tonalidad caoba, pero seguía manteniendo sus leves reflejos dorados; había crecido al menos veinticinco centímetros, por lo cual ahora ella apenas le llegaba al cuello… (tengan en cuenta que ella también creció, che!)

No obstante, a pesar de que podía afirmar fehacientemente cada uno de los cambios que su fisonomía había experimentado, no podía así, afirmar con exactitud qué era lo que ella sentía… era imposible describirlo con palabras, sufría una mezcla de sentimientos gracias a los cuales su corazón y mente le pasarían factura esa noche. Por momentos sentía deseos de exigirle que le explicara por qué motivo la había abandonado sin decir palabra, y por otros simplemente quería correr a sus brazos y sentir nuevamente la firmeza de sus músculos alrededor de su cintura.

Sin embargo, había un motivo en especial que la estaba matando, y eso era que a pesar de haber estado separados durante tantos años, a ella sólo le había bastado una mirada a esos hermosos ojos color roble para reconocerlo…

Pero eso no significa que aún lo ame…, no es cierto?- se preguntaba una y otra vez a sí misma- De hecho tal vez nunca lo he amado en realidad.

O tal vez continúas amándolo con la misma intensidad- le sugirió una siniestra voz, proveniente de algún lugar en su cabeza.

You made me hurt, covered me in tears… ME lastimaste, me cubriste en lágrimas

left me in the dark, with no way out …Me dejaste en la oscuridad, sin modo de salir de ella

But I loved you more, so very much more…Pero yo te amé más, mucho más

And now you are out of my arms… y ahora, tú estas fuera de mis brazos

I still love you, And I miss you… Todavía te amo, y todavía te extraño

So please keep me in your heart forever… así que por favor. Guárdame en tu corazón por siempre

You'll be in my heart, I will never forget you… tu estarás en el mío, nunca te olvidaré

Él no podía terminar de comprender qué era lo que pasaba por su mente, así que ya se había resignado a tratar de entender que era lo que le sucedía a su corazón; había esperado ese reencuentro tanto tiempo, que ahora no sabía qué decirle o cómo actuar; a pesar de todo esto no podía dejar de apreciar los cambios ocurridos en ella.

Su cabello estaba mucho más largo que como solía usarlo años antes, ahora le rozaba la cintura, y gracias a ello se podía apreciar unas sutiles ondas que le otorgaban movimiento y volumen, unos mechones un tanto más cortos le enmarcaban el rostro, resaltando la forma suavemente angular que éste tenía…(no se olviden que el vive rodeado de mujeres sabe apreciar un buen corte de cabello cuando lo ve! jejeje)

Al igual que él, había crecido unos cuantos centímetros, lo suficiente para ser bastante más alta que la media, pero no como para ser basquetbolista (que comparaciones que se me ocurren!), no obstante, era lo suficiente delgada y esbelta como para desfilar en cualquier pasarela mundial. Al parecer, había heredado la belleza y el porte de su madre.

Sin embargo, el rasgo que más llamativo le resultaba, era el mismo de siempre…

sus ojos…

de un color verde esmeralda… significaban para él, más que todo el oro del mundo.

Lentamente, sus miradas se encontraron, y allí pudieron apreciar cosas por las cuales esperaban hacía siglos…

I'll never meet someone like you… nunca conoceré a alguien como tú

You were an angel that walked on this world… Tu fuiste un ángel que caminó en este mundo

Do you think I will live with out you beside me?… piensas que viviré contigo detrás mío?

Can you see me, from where you are?… Puedes verme, desde donde estas?

Do you think I'm happy, without you right here?… piensas que estoy feliz, aquí sin ti ?

Time has gone by and my heart hurts more… El tiempo ha pasado, y mi corazón me duele más

and I cry every moonless nights… y lloro todas las noches sin luna.

Juntos, unidos sólo por el vínculo de sus miradas, recorrieron nuevamente su historia; desde el principio cuando eran tan sólo unos torpes niños que no entendían bien el significado de lo que realmente era sentir amor, odio, rivalidad y amistad; esos sentimientos estaban tan poco definidos para ellos que llegaban a confundirlos y por tal motivo, sentir lo equivocado por la persona errónea… Aún podía recordar con exactitud le expresión reflejada en el rostro de ella cuando, apenas cinco años atrás, él se animo a confesarle sus sentimientos… su primera partida

The sun is dark, without you here,… El sol es oscuro sin ti aquí

the stars are dull, without your smile… las estrellas están apagadas sin tu sonrisa

But I love you, with all of my broken heart…. Pero te amo, con todo mi roto corazón

Su regreso al poco tiempo, y luego todos esos meses que habían compartido juntos… sin trabas ni impedimentos de cualquier tipo… cuando su amor era tan grande que creían que nada podía detenerlos ni separarlos…

All I can do for you, is to give you my love… Todo lo que puedo hacer por ti, es darte mi amor

and to hope that you are still smiling with your joys… y esperar que tu todavía estes sonriendo con tu alegría

even though I'm here in tears … Incluso reflexionando que yo estoy aquí cubierta en lágrimas

Los momentos inmemorables, las peleas y discusiones que tuvieron a lo largo de su relación, y las dulces reconciliaciones

Please forgive me for being this way… Por favor perdóname por seguir este camino

I know you don't want me to be sad for you…. Yo sé que tu no quieres que este triste por ti

But I still love you, and I'll thank you for all you did… Pero aún te amo, y te agradeceré por todo lo que hiciste

I'll be waiting, if you want to come back , to me… Yo estaré esperando, si tu quieres volver, a mí

hey, hey yeah heh

Los acordes finales de la canción anunciaron que el desenlace había llegado y al mismo tiempo que el último sonido del piano, el hermoso encanto que se había cernido en torno a ellos se rompió…

Como si hubieran estado coordinados, los dos desviaron sus miradas al mismo tiempo.

Sakura comprendió que a pesar de que le doliera en extremo reconocerlo, Shaoran no había tenido ningún problema en irse, y ni siquiera había tenido la delicadeza de avisarle que iba a desaparecer. De modo que, muy a su pesar no podían retomar las cosas donde las habían dejado, y era hora que uno de los dos lo reconociera y además lo demostrara.

Actuaría como si no le hubiera importado, como si el hecho de no tener noticias suyas, y el llegar a pensar que cabía la posibilidad de queestuviera muerto, no la hubiera lastimado en extremo, como si su corazón no se hubiera destrozado a cada segundo que pasaba sin él...

-Hola Shaoran-dijo simplemente pero con seguridad, en su voz se traslucía poco afecto; estaba decidida a tratarlo como si fuera un compañero que no veía hace mucho tiempo. De hecho a un compañero al que no veía hacía tiempo lo hubiera recibido mejor.

-Sakura-dijo sencillamente, mientras inclinaba la cabeza en un signo de saludo-Cómo estas?-dijo finalmente, al notar que el silencio entre ambos crecía con mayor rapidez y facilidad.

-Muy bien...y tú?-dudó un poco al preguntarle, ya que no sabía si era bueno involucrarse, tal vez lo que debería hacer era salir de aquél endemoniado lugar, y buscar a sus amigos…

-Igual… qué haces por aquí?-dijo como si todos los días se encontrara a algún antiguo compañero proveniente de Japón.

Estaba por contestar, cuando un ruido un tanto precipitado, les hizo girar las cabezas con sorpresa y observar que la prole que se había marchado tan dispuesta, entraba como si el demonio estuviera parado en el medio de la calle, amenazándolos con su rastrillo…(ven? Mis comparaciones son un tanto… extremistas en algunos casos)

-Qué...qué sucede?-preguntó extrañada Sakura al observar los rostros de desilusión de Tomoyo, Eriol, Madame Lanet y Mei-ling -a dónde fueron?

-Lo que pasa es que pasó un carrito festivo y no queríamos perdérnoslo-dijo Tomoyo, tratando de no mostrar su decepción, al ver que a sus amigos los separaban dos metros de distancia…

-Sakura! Cómo estas, tanto tiempo?-exclamó Mei-ling corriendo a abrazarla

Inmediatamente, su rostro dejó de reflejar la extrema confusión que sentía y abrazó a una de sus mejores amigas de la infancia; estaba realmente feliz de volver a verla, junto con Shaoran ella era una de las cosas que más había extrañado en el transcurso de los últimos años.

-Bien y tú?-contestó esbozando una suave sonrisa

-Muy bien, tenemos tanto de qué hablar,-comentó con aire soñador- por empezar qué hacen en Hong Kong?

-Cómo si no lo supieras de sobra- observó divertida Sakura

Mei-Ling la miró sorprendida, -vaya, al parecer… si qué ha cambiando bastante, al menos ya no es taaan despistada como antes, aunque es indudable que ese rasgo de su personalidad sigue vigente- pensaba la joven china

-Vinimos a traerles la invitación para el cumpleaños de Sakura-irrumpió Tomoyo, antes de que su amiga tuviera tiempo de comenzar a cuestionarles determinados asuntos… se acercó a ellos y les entregó una participación a Meiling y Shaoran (recuerden que a Eriol lo ven con frecuencia y ya se la habrán entregado antes)-Debido a todos los preparativos no pudimos venir antes, y es por eso que la fiesta es el viernes, sé que es con muy poca anticipación, pero...

-El tiempo no importa-exclamó emocionada Meiling- tenemos que ir a reservar los pasajes cuando viajan ustedes?

-hoy a las 20:00-contestó Tomoyo, de reojo vio que el aura de Sakura estaba cambiando de un color transparente a uno fuertemente rojo (como puede verlo?… cosas de la vida, jejej), creo que tenemos problemas… Sakura está entrando en cólera…

-Perfecto, por qué no nos encontramos a las 19:30 hs en el aeropuerto; ya que siendo la temporada que es, de seguro que hay pasajes de sobra- además nosotros ya tenemos los pasajes reservados desde hace dos semanas- Se recordó mentalmente

-De acuerdo, entonces nos vemos hoy por la noche-dijo Tomoyo sonriendo

-Pero… ustedes no están en época de clase?-observó Sakura, a esas alturas poco le importaba que resultara demasiado obvio que trataba de evitar con todas sus fuerzas y de cualquier forma, el hecho de que los jóvenes chinos asistieran a su fiesta.

Mei-Ling la miró y lanzó una risita.

-Desde que Xiao-Lang fue declarado como el futuro jefe del Clan, no vamos más al colegio.. Tenemos otros asuntos que estudiar que no enseñan en el colegio precisamente, pero de todas formas estudiamos con un viejo mequetrefe que se hace llamar nuestro tutor y que a fin de año nos otorga un certificado; de esa forma, cuando llegue el momento, podremos ingresar en la universidad sin ningún tipo de problema.

-Oh- la exclamación brotó de sus labios sin que ella lo notara siquiera.

-De modo que nos vemos hoy por la noche-dijo Meiling, dándole un suave golpe a su primo en el brazo, para que se despabilara y saliera con ella.

Él la miró durante un segundo, cómo preguntándole qué quería exactamente, pero poco después se dio cuenta de dónde estaban y se vio inmensamente aliviado de poder salir de allí.

-Yo también debo irme, nos vemos esta noche-dijo Eriol, mirando distraídamente su reloj.

Y de esa forma Tomoyo, Madame Lanet y Sakura quedaron solas y sumidas en el más completo de los silencios.

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-Qué quieres decir con algo extraño está sucediendo?-preguntó extrañado un joven de ojos plateados

-No lo sé exactamente, sino no tildaría la situación de "extraña". Pero seguramente tú también pudiste percibir lo que sucedió la otra noche, y para agregarle algo a eso, está el hecho de la sorpresiva visita de Kaho-exclamó la exasperada voz del mayor de los hermanos Kinomoto al otro lado del teléfono

-Pero es que acaso… la profesora Mizuki ha regresado?

-exactamente, y como para empeorar la situación, quería hablar con mi hermana, pero no me explicó los fundamentos que tenía para hacerlo, de hecho no me dijo más que lo que me insinuó mi madre la otra noche.

-Seguramente tendrá sus motivos… de todas formas… es extraño, Yue no me ha hecho ningún comentario acerca de esa subleva frase que todo el mundo parece mencionar últimamente " nuevos tiempos se están acercando…"

-Y que debíamos proteger a los que más queremos,-concluyó el moreno por él- Qué quisiste decir con "todo el mundo" yo sólo te mencioné a mi madre y a Kaho, es que tú conoces a alguien que ya lo haya mencionado y no me lo has dicho?- inquirió el moreno

-Fue sólo una forma de decir, nada más… pero sabes qué? Mañana mismo me pondré a investigar en la biblioteca de la escuela, después de todo, hasta hay libros de magia antigua en la sección restringida.

-Y cómo harás para leerlos si están prohibidos?-observó sarcásticamente Touya.

-Soy profesor, tengo alcance a todas las áreas del colegio, por si se te ha olvidado-le recordó simpáticamente el joven de anteojos.

-Perfecto, hablamos mañana por la noche entonces

-De acuerdo, te veo mañana entonces.

Yukito colgó el teléfono mientras sentía cómo el sentimiento de culpa que crecía dentro suyo; no obstante no había forma alguna en que pudiera revelar lo poco que sabía. Y había dos motivos por los cuales no era capaz de hacerlo.

Muy buenos motivos.

El primero era que estaba bajo los efectos de un hechizo que le impedía dar ningún tipo de información hasta que fuera el momento adecuado, y el segundo, y tal vez el más importante pero a la vez el más riesgoso, era porque debía dejar que las cosas se desarrollaran con naturalidad, no se debía alterar el curso natural del mundo, aunque ello significara el fin de este o muchas muertes... Tal vez más de las que él se animaba a cargar sobre su conciencia…

Suspiró cansinamente mientras se movía de al lado del receptor, y la idea de dar una vuelta para despejarse, surgió en su mente imprevistamente.

Sin embargo, como era natural en él, no se cuestionaba sus impulsos, sólo los seguía, hacía tiempo que había aprendido que, en el universo todo sucedía por algún motivo, y los humanos no eran quiénes para querer interferir y tomar decisiones que no les correspondían…

Pocas veces, y pocas personas se habían atrevido a cambiar el curso de la historia. Y en esas contadas ocasiones, el resultado siempre había sido el mismo: una destrucción masiva de almas y cuerpos… la mayoría inocentes… por supuesto.

Todavía demasiado aturdido como para poder pensar en otra cosa, abrió la puerta de su hogar, y la brisa cálida que corría en esa fresca noche, lo recibió en el rostro.

Esa noche no estaba apurado por ningún motivo en especial, por lo cual se permitió tomarse el tiempo necesario para disfrutar del paisaje nocturno.

Decididamente la luna había cambiado desde su desaparición la noche anterior… ahora brillaba con un mayor esplendor, como si en ese segundo que había dejado de cumplir su función hubiera recargado energías y estuviera repuesta como para enfrentarse a cualquier reto. Pero él sabía que no era así, que de hecho estaba más débil, más expuesta...

Volvió a suspirar y abrió la verja del jardín...

Todo para encontrarse con un paisaje más fresco pero no por eso menos hermoso...

Tirado en el suelo...

OoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoO

Silencio…

Eso era lo único que había obtenido de su primo desde que emprendieron el viaje de regreso a la mansión…

Absoluto y total silencio…

Una vez que llegaron a la puerta de entrada, ella se dispuso a alejarse lo más posible del hijo de su tía, no quería estar presente cuando Xiao-Lang expresara toda la furia que guardaba en su interior…

No obstante, en cuando dio medio paso en la dirección contraria a la que él pensaba seguir, la mirada amarronada de su primo le taladró la nuca.

De acuerdo a su experiencia, ése era un claro mensaje de que si no lo seguía hasta donde fuera que él quisiera ir, bien podría terminar asándose en el infierno que él se encargaría de atizar el fuego… De modo, que se dispuso a seguirlo.

El lugar al que su joven e iracundo primo se dirigía, resultó ser una de las cinco salas de estar que tenía la mansión… por supuesto, la más privada y alejada de todas… De esa forma, era muy poco probable que la única persona que era capaz de rescatarla en una situación de tamaña magnitud apareciera en escena…

Dado que su abuela rara vez se dirigía a esa zona de la casa.

Una vez que le hubo indicado por medio de señas que tomara asiento en uno de los blancos sillones de cuero, y él se estableció justo enfrente a ella, se dignó a hablar.

La furia del temible heredero al Clan recién comenzaba a manifestarse …

-Ahora… mi querida y leal prima, me podrías explicar, qué clase conspiración es esta?

-Conspiración?-repitió Meiling confusa- No entiendo a lo que te refieres…- exclamó con una expresión de total ingenuidad en el rostro.

-Pues, de qué forma denominarías al hecho de haberte puesto de acuerdo con Daidouji y Hiragizawa sólo para hacerme pasar el momento más bochornoso de mi vida?

-En serio? Yo creía que el momento más vergonzoso de tu vida fue la ocasión en que estabas tan cansado y deprimido por haber fallado en tu décimo intento de haber roto el hechizo, que te quedaste dormido en una reunión del concilio!.

El hijo de Ieran Li, dirigió una expresión de completa frialdad hacia la joven que tenía sentada frente a sí… lo cual, todo el mundo sabía que era mucho peor que el hecho de que estuviera gritando, puesto que si el Gran Xiao-Lang Li no expresaba su furia de una forma tan convencional, eso significaba que estaba pensando en la forma más conveniente de vengarse más tarde…

Y la venganzas premeditadas del joven heredero, solían ser un terrible martirio… puesto que podían tardar meses en presentarse… pero una vez que se dignaban a hacer su triunfal aparición, eran terriblemente crueles y planificadas, de modo que nada podía salir mal… su primo nunca dejaba nada destinado al azar.

-Bueno esta bien, admito que estuvo mal el hecho de haberte ocultado todo esto, pero Sakura tampoco estaba enterada de nada, de modo que no estabas en desventaja… además, tienes que admitir que de haber sido por ti, bien podrían haber pasado siglos antes de que te dignaras a dedicarle siquiera una palabra… es decir… si es que vencías ese estúpido sentido común que no te permite hacer nada.

-Sabes? Hay mucha gente que esta orgullosa y hasta feliz de que el heredero del Clan Li tenga sentido común de sobra, eso implica que nunca cometerá ningún acto impulsivo.

La batalla verbal había comenzado… y como tantas otras anteriores, los dos contrincantes se oponían terriblemente a ver el punto de vista de su adversario.

-Pues yo creo que no, porque eso quiere decir que nunca tomarás un riesgo, aún si este tiene más ventajas que desventajas… puesto que si no te atreves a tomar uno para ti mismo, dudo mucho que alguna vez oses poner en riego el destino de las personas a las que se supone que estas "protegiendo".

Su todo poderoso primo se puso de pie, dando por zanjada la discusión.

MeiLing se sintió sorprendida al ver que había ganado con tanta facilidad, sin embargo, como era de esperas; su primo no le permitió quedarse con la última palabra.

Antes de traspasar el umbral que lo comunicaba hacia un pasillo que le daba acceso a otras áreas de la mansión, la observó por encima de su rostro y le dijo:

-El único motivo por el cual no se cumplirá tu predicción, es porque cuando no es mi vida sentimental la que esta en juego, puedo observar todo bajo un tinte más objetivo.

Y sin más salió de la habitación.

No obstante, en el semblante de la joven china se dibujó una sonrisa… ella ya había cumplido con su parte del plan, sólo faltaba que Eriol hiciera la suya.

OoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoO

Xiao-Lang suspiró tratando de descargar en parte, la frustración que experimentaba, porque sabía que su prima tenía razón en un sin número de acotaciones, y sin embargo, él no podía ni estaba en condiciones de admitirlo…

Caminaba rápidamente y sin fijarse por dónde lo hacía, ni que se llevaba a su paso; cuando un duro bulto lo chocó por delante.

Un bulto de más o menos su estatura y contextura física…

Tal vez este hecho, lo llevó a estudiar atentamente qué era con lo que había colisionado, cuando descubrió un par de ojos índigos que lo miraban con la diversión y la burla reflejados.

Tardó un segundo en notar que era Eriol a quien tenía delante suyo.

-Qué quieres ahora Hiragizawa?-preguntó fríamente, mientras se dirigia a otro de los livings que había en esa enorme mansión, y le señalaba cortésmente que se sentara, mientras él permanecía de pie.

-En realidad, esperaba encontrarme con tu prima, pero ya que tuve la oportunidad de cruzarme contigo primero, creo que podría hacerte un par de comentarios que no pude hacerte hoy por la tarde, dadas las circunstancias.

El joven chino no profirió ni una sola palabra más, pero a juzgar por su expresión, el inglés contaba con su total atención.

-Esto no tiene que ver especialmente con tu encuentro con nuestra joven japonesa- Eriol pudo notar que a su joven amigo no le gustaba ni un poco que se refiriera a Sakura con el pronombre "nuestra",lo cual lo hizo reprimir una pequeña sonrisa-Sino más bien con los extraños suceso que han tenido cabida estos últimos días…

-A qué te refieres con exactitud?- inquirió Xiao-Lang, sin renunciar del todo a su tono frío y adoptando uno enteramente profesional.

-Pues, naturalmente me refiero a esas extrañas y poderosas que andan rodeando.

El ceño del joven oriental se frunció levemente.

-A decir verdad, no puedo decirte mucho de lo que esta sucediendo, sólo sé que en gran medida está relacionado con el Clan Li.

-Lamentablemente, en eso te equivocas, por silo olvidas Fujitaka es una parte de la reencarnación de Clow, por lo tanto los lazos mágicos también nos llevan hasta la familia de ella.

-Eso no es posible-expresó negándose a ver lo que estaba delante de sus ojos-eso no tiene sentido, ella no tiene nada que ver con el Clan

-Lo se, no obstante es cierto, al parecer los únicos que se han dado cuenta son Kero y Yue y Touya, Sakura sigue sin notarlo, pero como es de esperar es sólo cuestión de tiempo ya que sus poderes han evolucionado muchísimo. De hecho creo que debemos darle las gracias a todas las presiones que tiene por su cumpleaños, puesto que gracias a ello es que aún no ha percibido nada de lo que se avecina.

La preocupación del joven apenas pudo traslucirse en su mirada, a pesar de que Sakura era un excelente hechicera, de hecho era probable que lograra superarlo ampliamente en cuanto a capacidades mágicas, ella no era consiente de su propio poder, lo que la dejaba más indefensa que si no fuera lo suficientemente poderosa, ya que si en el momento dado, no podía controlar su poder… los resultados podrían llegar a ser catastróficos...

-antes que nada, déjame decirte que Kerberos ha previsto toda esta situación y por lo tanto, la esta entrenando para que no suceda ninguna desgracia…-expresó Eriol antes de que Xiao-Lang profiriera lo que tenía en la mente.

-Ahora, si quieres podemos arreglar nuestras cosas para ir juntos al aeropuerto.

-Si, por supuesto estoy segura de que mi prima se pondrá feliz de tener alguien con quien hablar.

-Y de paso podremos hablar de cómo harás para recuperar a Sakura-intervino el inglés, pasando por alto la acotación que Xiao-Lang había hecho segundos antes.

-Y cómo sabes tú que yo tengo algún tipo de intención de recuperar a Sakura.

Eriol lo miró sorprendido, como si no hubiera sido tan obvio que lo único que quería hacer su amigo era estrechar a la joven japonesa entre sus brazos…

-Pues, era pura suposición… pero, además creía que estabas en pleno conocimiento que si no te apuras, muy pronto ya no tendrás ninguna oportunidad con ella- al notar que la mirada del primo de Mei-Ling, se ensombrecía acotó-Por si no lo sabías, Sakura es una joven muy popular, y es solo cuestión de tiempo para que se decida a prestarle atención a uno de los tantos jóvenes que le ofrecen su atención…

Sabía que acababa de plantar la semilla de la inseguridad en Xiao-Lang, y que probablemente esta brotaría hasta dar como frutos unos celos atroces… pero si eso no lo motivaba, dudaba seriamente que algo lo hiciera.

OOOOOOOOOOOOOOO

Cómo era posible que una persona a la que había visto por primera vez en esa vida, le resultara tan conocida como si hubiera crecido junto a ella?…

Sabía que había algo totalmente incoherente en lo que pensaba y sentía… pero no lograba entender de qué parte de ello se trataba…

Peor aún… recapacitando en sus pensamientos anteriores, notó que en una parte de la frase había dicho "en esa vida"…

Eso no tenía sentido alguno, ella no creía en vidas pasadas y sabía a la perfección que era la primera vez que se cruzaba con esa mujer en la vida… No obstante… los sentimientos de reminiscencia que le acaecían al recordar ese rostro eran increíbles…

Suspiró e introdujo la llave en la cerradura para ingresar a su casa. Sin embargo… a pesar de que en su hogar el silencio era totalmente normal, debido que las mujeres educadas no debían hablar demasiado; esa total falta de sonido no era ocasionada por la ausencia de conversación...sino por la de personas.

Con el asombro reflejado en su juvenil y freso rostro, fue recorriendo cada una de las habitaciones de la casa que pertenecían al ala femenina. El hecho de que hubiera o no hombres en la casa, carecía de total importancia para ella… por lo menos desde un punto de vista educacional, puesto que ella se moría de ganas por saber si se encontraba sola en la casa…

Extenuada de tanto buscar y no ver recompensada su búsqueda con la mínima señal humana, se detuvo a descansar sobre el mueble destinado a guardar los zapatos, que se encontraba en el amplio pasillo donde recibían a las visitas indignas de entrar en la estancia…

Observando distraídamente la superficie barnizada del enser, descubrió un pequeño y delicado sobre de papel reciclado con su nombre en la parte frontal; antes de abrirlo, pudo notar que allí dentro se encontraba un mensaje personal para ella, escrito por la prolija caligrafía árabe de su tía

Kadidja:

Sentimos tener que irnos y dejarte sola sin avisarte, pero nos avisaron que a unas horas de viaje hay una mezquita (un estilo de iglesia musulmana, donde los hombres rezan) y cómo tú no puedes venir hemos decidido conocerla.

Volveremos aproximadamente a las 19:00 hs

Kadidja se sorprendió al comprender que sus tíos le tenían tanta confianza como para dejarla en casa sola por una tarde entera…

Era extraño, sin embargo se alegraba de poder estar sola por un tiempo más prolongado que la media hora habitual…

Por fin podría hacer lo que ella quisiera…

Al menos por un tiempo…

OoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoO

El inmenso ventanal que le otorgaba una vista panorámica de las sierras cercanas, le indicó que el día iba acercándose lentamente a su fin

Su última tarde en ese país maravilloso…

Y sin embargo, no podía disfrutarlo a plenitud, no podía relajarse y pensar que pronto sería la protagonista de una fiesta que todas las jóvenes de su edad envidiarían…

Tenía miles de motivos para distenderse y pensar en un millar de cosas agradables que le estaban sucediendo o que le sucederían en poco tiempo… y no obstante, su mente volaba por los lugares y épocas de su vida menos indicados…

No se había alejado demasiado del presente, puesto que no podía sacarse del cerebro su reencuentro con Shaoran… y lo peor era que las imágenes pasaban tan lenta y espaciosamente, que podía observar la distintas expresiones que surcaban por su rostro, cuando ella creía que no había demostrado ni un ápice lo que sentía realmente en su interior…

Empero, a pesar de desear con toda su alma que lo único que realmente quisiera hacer era odiarlo por desaparecer y creerse con el derecho de irrumpir en su vida como si entrara en un centro comercial, todo lo que podía pensar era en que ella había soñado algo totalmente distinto cuando se volvieran a encontrar-ya que muy a su pesar, una parte de ella nunca dejó de esperar que él volviera a su vida- y no que sería mediante una situación incómoda y planeada por Tomoyo y el resto de sus amigos…

En contra de lo que ella quería, siempre creyó que cuando volviera a ver esos intensos ojos marrones en la realidad, estos se llenarían de amor y esperanza al verla, y luego tal vez se abrazarían; pero algo era seguro, no volverían a separarse.

Ese devague suyo era tan distinto a lo que en realidad habñia sucedido, que el pecho se le oprimía en una sensación de desasosiego que ella nunca se sintió capaz de esperimentar…-

-Sakura, lamento molestarte, pero ya son las 17:30, por qué no comienzas a empacar?-La suave voz de su amiga interrumpió sus funebres pensamientos.

-De todas formas, es mejor así- se dijo a símismas mientras volvía a undirse en sus propios pensamientos- Es preferible no pensar en nada, antes de que se me ocurra ponerme a analizar qué fue lo que sentí cuando vi nuevamente a Shaoran, antes de que recuerde la sensación que me invadió de pies a cabeza al ver al hombre, en quién siempre supe que terminaría convirtiéndose, antes de que recuerde el tamaño ideal y perfecto que tiene su espalda, lo suficientemente ancha para sostenerme sobre su cuerpo y hacerme sentir protegida por el resto de mi vida, de cualquier mal o peligro que se atreviera a acecharme.

Pero en qué estoy pensando-Se reprendió mentalmente, mientras de un salto se levantaba de la cama para sacar su ropa del armario y comenzar a guardarla prolijamente doblada en su maleta, tal vez esa acción la ayudara a despejar un poco sus turbulentos pensamientos…

Aún así, no podía quitarse de la mente, la incertidumbre que le producía el no saber cómo tratarlo después de tanto tiempo; pero la dificultad mayor, radicaba en que ni siquiera ella sabía cómo quería tratarlo… por momentos, lo único que quería era arrojarse a sus brazos y olvidarse de todo lo demás, y en otros, en cambio; quería matarlo a golpes por todo lo qu ehabía sufrido a causa de él...

Sin embargo, a pesar de toda su confusión, entendía a la perfección, que no podía hacer ninguna de las dos cosas… seguramente, la mejor decisión era tratarlo como si nada, como si fuera la primera vez que se veían, y que nada importante había pasado entre ellos…

Podría haber seguido meditando así toda la tarde de no haber sido porque Tomoyo, al observar la inquietud que surcaba por el rostro de su amiga, comenzó a mostrarle millones de folletos para que así decidiera que zapatos usaría.

Sakura suspiró y se quedó mirando catálogos y hablando de cosas sin importancia toda la tarde hasta que se hizo la hora de ir al aeropuerto. Lamentablemente si quería que todo volviera a la normalidad, iba a tener que volver a enfrentarse a Shaoran, una y muchas veces más, al menos en el cercano lapso de tiempo.

Pero no importa-pensó-si con eso vuelvo a mi vida habitual

-Estas segura de que eso es lo que quieres?-le preguntó una vocecita en su cabeza

-Por supuesto que es lo que quiero, por qué no querría volver a mi vida normal, tranquila y apacible?

-Tal vez porque en vez de ser normal, tranquila y apacible, es aburrida, vacía y monótona?

-Eso no es cierto! Bueno, si puede ser que últimamente se haya vuelto un poco repetitiva, pero no siempre ha sido así.

-OH! no claro que no siempre fue así, solo desde cuatro años atrás, desde que él dejó tu vida, desde que dejaste de levantarte pensando que ese día sería mágico, como todos los anteriores, desde que dejaste de sentir esas cosquillas en la panza que te agarraban y no te dejaban comer, cuando pensabas en él y todo por qué... por qué tu vida se volvió tan aburrida, tan monótona, tan...gris? Pues la respuesta es que todo lo que le daba color y vida te abandonó el día en que asumiste que jamás volvería.

Sakura silenció a la voz que le hablaba y se dedicó a mirar cómo variaba el paisaje desde el taxi al que se había subido apenas quince minutos atrás, ya ni siquiera recordaba cómo había llegado hasta ahí pero eso no importaba, el último comentario de esa voz que salía de su cabeza, de no se sabía dónde, la hizo pensar, Por supuesto que ella tenía cosas que llenaban su vida, estaba su hermano, su padre, sus amigas y amigos...

-Pero te falta esa persona especial, tu otra parte, ésa sin la cual no eres más que la mitad de una persona esperando fusionarte con su otra parte, no sirve de nada que lo niegues Sakura.

Estaba por contestarle a esa voz, que a pesar de no haberse enamorado nuevamente, sí había salido con varios chicos, y en algunos casos había llegado a disfrutar verdaderamente su compañía, cuando la voz de Tomoyo la interrumpió

-Sakura...ya llegamos

La voz de su amiga resonó a lo lejos en la mente de Sakura, pero lo suficientemente fuerte como para aislarla de todos los pensamientos que hasta el momento la embargaban.

Sacudió la cabeza y salió del auto siguiendo a Tomoyo hasta la puerta del aeropuerto, donde ya estaban esperando Eriol y Shaoran.

-XIAO-LANG! ERIOL! PUEDEN APURARSE DE UNA BUENA VEZ!-gritó una exasperada Mei-Ling desde la puerta.

Casi al instante, los aludidos hicieron su triunfal aparición en el amplio umbral de la puerta de entrada, seguidos de una serie de "mayordomos", que se encargaban de transportar sus maletas.

Ya prácticamente habían bajado las escaleras frontales, y estaban por traspasar la inmensa reja de color blanco, cuando una vz a sus espaladas los detuvo en su tranquilo andar.

-Meiling, Xiao-Lang, aguarden un instante-pronunció la suave y pausada voz de su Abuela, sin moverse ni un milímetro desde la puerta de entrada, con elpie apoyado en el primer escalón.

Recién cuando sus dos nietos se hubieron acercado lo suficiente como para hablar sin tener necesidad de gritar, fue que dio a conocer el motivo por el cual los había demorado.

-He estado evaluando ciertas cosas, y a raíz de eso es que he decidido que es mejor para todos que Fung los acompañe-Dijo como si nada.

La rojizas pupilas de Meiling se dilataron al ver en el hueco de la puerta, al joven que respondía al nombre de Fung parado como si nada, con una maleta en su mano.

Xiao-Lang vio la inquietud dibujada en el rostro de su prima, y a pesar de que disfrutaba enormemente el hecho de que ella tuviera que atravesar una situación similar a la que había tenido que afrontar él mismo esa tarde, recapacitó que no tenía ningún tipo de intenciones de andar teniendo que ser sometido a la presión que era estar entre su prima y su amigo, de modo que intervino, tratando de modificar en algo la situación.

-Sin embargo, Abuela, yo considero que no será necesario que Fung nos acompañe, no sé cuáles abrán sido los motivos por los cuales hayas considerado que sería mejor que viniera con nosotros, pero Fung es uno de los miembros del Clan en quien más confío y estaría mucho más tranquilo sabiendo que él permanece aquí, y que puedo confiar en que mantendrá todos mis asuntos en orden.

-Xiao-Lang, eso es una tontería y lo sabes, más conmigo aquí sabiendo que puedes confiar plenamente en mí- la anciana siguió hablando al ver que su joven nieto planeaba interrumpirla una vez más- Además, mi querido niño, aunque seas el heredero principal del Clan, eso no te da derecho a contradecir una orden mía, cuando seas el jefe, lo veremos; mientras tanto, Fung viaja con ustedes.

Xiaol-Lang ocultó su desagrado, tras un gesto de aceptación con la cabeza, e inidcó a los sirvientes que esperaban pacientemente detrás del trío, qe llevaran las pertenencias del joven al auto…

-Adiós, y suerte-dijo Abuela guiñándole un ojo, primero a Fung y luego a Shaoran.

Al traspasar la reja y pisar la vereda, se encontraron con una amplia limusina esprándolos con las puertas abiertas de par en par.

Xiao-Lang se sentó al lado de su prima y frente a Eriol, de modo que Mei-Ling y Fung quedaron enfrentados…

Ese viaje iba a ser una verdadera pesadilla…

OoOoOoOoOoOOoOoO

Xiao-Lang miraba distraídamente el paisaje que pasaba rápidamente por la ventana, mientras recapacitaba en la conversción quehabía tenido más temprano es tarde, con el joven inglés…

Él sabía a la perfección que Eriol tenía razon en un montón de cosas que había dicho, sin embargo no podía darse el lujo de entrar en la vida de Sakura como si no hubieran pasado tantos años y tantas cosas; y a pesar de que tenía un muy buen motivo para haberlo hecho, tampoco era una cosa tan sencilla de explicar y aún menos de creer…

Ya que a pesar de que Sakura se manejaba en el mismo mundo que él en un montón de puntos, ella no sabía lo que era convivir con magos permanentemente, y tampoco sabía que muchas veces en ese mundo la gente era víctima de los hechizos más extraños…

Es decir, qué posibilidades tenía de que ella creyera realmente que lo habían embrujado para que no pudiera mantener ningún tipo de contacto con ella, ni siquiera a través de otras personas… sonaba realmente extraño, y él lo sabía…

Sin embargo, estaba seguro de que no quería perderla por segunda vez, y era completamente consciente de que tendría que hacer algo para revertir la situación…

Quince minutos después llegaron al aeropuerto, y mientras una muy colorada Mei Ling y un impasible Fung iban a solicitar sus pasajes, Shaoran y Eriol aguardaban en la puerta a Sakura y Tomoyo.

A pesar de que su semblante no demostraba la mínima expresión, Xiao-Lang se estaba muriendo por dentro; sabía que Sakura había tenido el tiempo suficiente como para pensar qué hacer con él de ahora en adelante, y estaba prácticamente seguro de que la joven lo ignoraría por completo… sin embargo, él tenía que encontrar la forma de que ella volviera a él… ahora eran más grandes, pero carecían por completo de la sabiduría que tienen los niños con respecto a temas afectivos…

Estaba pensando en la mejor estrategia para poder recuperarla, cuando ella y Tomoyo llegaron, seguidos de dos jóvenes desconocidos que cargaban con sus maletas.

En cuanto estuvieron frente a ellos, los jóvenes, que aparentemente eran orientales, dejaron sus maletas, e hicieron una respetuosa reverencia.

-Adiós Sakura- comentó el más alto, que en ciertos puntos era muy similar a Touya- Ha sido un placer conocerte, espero que tengamos la oportunidad de encontrarnos en Japón.

-Adiós Akire- exclamó la castaña con una sonrisa en los labios.

Por algún extraño motivo, esa muestra de familiaridad entre dos personas desconocidas inquietó bastante a Xiao-Lang… Más tarde, se enteraría que ese joven, era una grave amenaza para sus intentos de recuperar a Sakura.

OOOOOO

El joven profesor no podía creer lo que veían sus ojos, ni siquiera podía creer que eso estuviera realmente sucediendo…

No obstante, su inconsciente había sido más rápido que él, y ni siquiera se había percatado de que había entrado en la casa nuevamente, hasta que vio que sus brazos depositaban a la inconsente joven sobre el amplio sofá que se hallaba en el living.

Yukito no salí de su asombro, mientras depositaba a Hikari en el sofá de su sala de estar, no tenía ni la más mínima idea de que hacía allí, ni que era lo que le había sucedido para que se hallara en ese estado.

Se dirigió hacia el teléfono para avisarle a su familia que la fueran a buscar, pero antes de que llegara siquiera a levantar el tubo sucedió un pequeño temblor, cosa bastante común en Tokio pero no en ese lugar.

Ya antes de levantar el teléfono, sabía que lo encontraría mudo

Se encogió de hombros y fue al baño para buscar alcohol y así reanimar a Hikari, cuando se dio cuenta de que ésta se revolvía en el sillón y murmuraba algo.

-Entonces no está desmayada, sólo dormida- pensó aliviado Yukito.

Cenó tranquilamente, esperando que despertara, y extrañado porque Yue no hacía ningún tipo de comentario acerca de su presencia en la casa, como generalmente hacía cuando alguno de sus amigos iba a visitarlo.

Cuando llegaron las diez de la noche y vio que no se despertaba decidió intentar una vez más con el teléfono, pero no había caso, ni la línea local, ni su celular funcionaban.

Suspiró y decidió acostarse, pero no podía dejar a Hikari durmiendo en el sofá toda la noche, así que empezó a levantarla, a lo cual ella reaccionó enseguida y le pasó los brazos por su cuello y se acurrucó en su pecho.

De esa forma se dirigió al cuarto de huéspedes, donde la acostó.

Salió de la habitación y fue a la suya a acostarse.

Lo que no se imaginó jamás es que a mitad de la noche iba a ser invadido...

OOOOOO

-Ey, Kinomoto, excelente triunfo, esperado como todos los demás!-exclamó un joven delgado, vestido de traje

El hombre simplemente hizo un movimiento con la cabeza, en una especie de saludo huraño y siguió caminando por el enorme corredor de tribunales.

La gente que venía dispuesto a saludarlo, se daba media vuelta y caminaba en otra dirección, o bien entraba en la primera puerta que encontraba a su paso

Touya Kinomoto estaba furioso.

Y por experiencia propia, todos, sus colegas y hasta sus adversarios, sabían que era mejor perderlo que encontrarlo cuando ése hombre cedía a sus instintos animales, que era lo que sucedía cada vez que su caracter iracundo salía a la superficie.

El imponente moreno, siguió caminando sin notar la actitud de la gente que lo rodeaba... sólo tenía una cosa en mente, y hasta que no lo resolviera, no podría pensar en otra cosa.

Esa maldita socia nueva, quién se creía que era para llegar y empezar a dar órdenes como si fuera su casa. él era uno de los socios más importantes de ese buffet, aún a pesar de que hacía tan sólo cinco años que se había integrado a él, y ahora esta ... mujer... llegaba tratando de manejarle la vida como si fuera un titere, pues eso no le iba a resultar para nada fácil, de eso podía estar segura.

Entró sin llamar al despacho, y enseguida exclamó a los gritos:

-Quiero ver a la nueva socia!

-Pero Kinomoto, qué son esas maneras? Después de todos estos años y aún no has podido controlar tu mal humor?-exclamó la suave y a la vez irónica voz de una mujer de la misma edad que el mayor de los Kinomoto, ataviada al igual que él, con la mayor corrección y rectitud que requería su trabajo.

Al joven le resultó un tanto difícil ubicar la voz que le hablaba y relacionarlo con la persona a la que pertenecía

-KATSUMI?-exclamó Touya, con su mal humor esfumándose poco a poco.

-Así es, y ahora dime, cómo se siente ser mandado por tu vieja compañera de juegos?-preguntó la joven con una sonrisa en la cara.- Si yo mal no recuerdo, el que siempre daba las órdenes en nuestra "relación" eras tú, pero al parecer nuestros roles se inviertieron.

Pasándo por alto el comentario extremadamente provocativo que la joven había expresado, Touya se concentró en un punto de la diatriba dicha que le había llamado la atención.

-Qué es lo que quieres decir con "compañera de juegos" Sabes a la perfección que fuiste mucho más que eso-exclamó al tiempo que rodeaba el escritorio y sometía a la hermosa joven a un fuerte abrazo

-Ah, no? y qué es lo que fui? tu primer amor... eso definitivamente no, porque ya había existido esa mujer, Kaho, y el amor de tu vida, mucho menos-dijo desde los brazos de Touya

-Fuiste una persona muy especial en mi vida, y aún lo sigues siendo-dijo apartándose y mirándola a los ojos.

-Ahh, bueno, supongo que con tendré que conformarme con eso-dijo separándose de él a una distancia de teinta centímetros-Al final caíste en mi trampa como el mejor-esbozó una sonrisa traviesa-En serio te creíste eso de que te iban a trasladar a un sucursal en China?

-No, pero venía a golpear al imbécil que se le ocurrió gastarme esa broma

-Que suerte que tengo de que no le pegues a las mujeres, de todas formas; te advierto por si cambiaste tu política, que en estos años he tenido tiempo de estudiar artes marciales, asi que no te enfrentarás con una víctima pasiva- dijo adoptando una cómica posición "marcial", lo cual le daba un aspecto un tanto rídiculo, puesto que el traje de tres piezas que tenía puesto, le permitía muy poca movilidad- Y ahora dime, tu hermana?cómo se encuentra la pequeña Sakura?

-Digamos que mejor de lo que se podría esperar, en este momento está de viaje en Hong Kong.

-Oh, supongo que visitando a su novio, ese pobre niño al que solías llamar "mocoso", no?

-Por empezar no tiene nada de "pobre" y en lo sucesivo, evita nombrarlo delante de mi persona; en lo que respecta a tu pregunta, gracias a Dios los motivos que la llevaron a ese país, no tienen absolutamente nada que ver con ese condenado chiquillo, hace cuatro años que no se ven y espero que siga siendo así.

-Mmm, es una pena para contigo... pero a decir verdad, en este preciso instante están juntos

-Qué quieres implicar con eso?

-Que los estoy viendo abordar juntos el avión que los traerás hasta aquí.

El moreno tardó un segundo en tomar cabal conciencia de qué era lo que le quería transmitir su joven amiga.

-Desde cuando tienes ese estilo de poderes?- dijo con el asombro marcado en las masculinas facciones.

-Desde siempre, sólo que recién tuve la oportunidad de desarrollarlos hace poco; cómo crees que te encontré aquí, no vine porque me hayan nombrado socia, yo soy dueña de mi propio buffet en Estados Unidos, vine para hablarte de algo mucho más importante.

Touya sonrió, al fin encontraría un par de respuestas

OOOOOO

OOOO

El viaje fue más pacífico de lo que se esperaba, luego de las presentaciones correspondientes (recuerden que ni Sakura ni Tomoyo conocen a Fung) se dirigieron a hacer todos los trámites correspondientes antes de abordar.

Una vez arriba del avión, las tres jóvenes se sentaron juntas, y los tres muchachos en el asiento de atrás.

Ninguno de nuestros habló mucho durante el viaje, Sakura y Xiao-Lang, permanecieron en silencio mientras escuchaban a sus amigos mantener una amigable conversación.

Cuando hubieron llegado a tierra Japonesa, se despidieron cordialmente antes de llegar a la salida del aeropuerto, para así Eriol, Xiao-Lang y Fung se dirigieran al hotel, Tomoyo, Sakura y Mei-Ling a sus respectivas casas, ya que como en una anterior oportunidad, Mei-Ling iba a quedarse con Tomoyo.

Sin embargo… al llegar a la puerta de salida….

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La luz del amanecer iluminó con su fuerte esplendor el rostro del joven que dormitaba en la habitación, produciendo de esa forma que sus parpados, hasta el momento suavemente cerrados, se estremecieran y en lo sucesivo se abrieran con desgano.

La nublada vista se esparció por toda la habitación, y como todas las mañanas se giró hacia la derecha para tomar sus anteojos de la mesita de luz y poder aclarar un tanto su precaria visión.

Trató de percibir si su "compañero" estaba despierto, y notó con extrañeza que eél no le respondía a sus llamados, de modo que decidió sentarse en la cama para poder comenzar el día de una buena vez. No obstante, su pie se tropezó con algo. No podía entenderlo, hacía años que dormía solo, de hecho que no compartía su vida personal con nadie...

Sorprendido, volteó sus ojos hacia el lado izquiero de la cama, y allí se encontró, estupefacto, con la joven que la noche anterior había caído en su puerta, presa de una especie de desmayo...

No lograba terminar de comprender qué era lo que hacía allí, cuando una voz fría y seca le habló en su mente.

-Para tu información, esta... joven, se trasladó a tu cama alrededor de las 3 am

-Qué extraño, me pregunto por qué habrá echo eso...

-No te preocupes, a diferencia de las veces anteriores, esta muchacha siemplemente deambulaba sonambula, y se acostó en la primera cama que encontró.

-No sé que es lo que quieres decir con "las veces anteriores" pero bueno... si, me imaginé que algo asi habría pasado...

Estaba mirándola atentamente, viendo lo apacible y delicada que parecía mientras dormía, cuando Hikari abrió lentamente los ojos. ésos durante un segundo imperceptible, sus ojos denotaron ternura, pero luego se convirtió en una expresión de absoluta incredulidad.

-Pro... pro... profesor... tsu... tsu... kishiro-pudo terminar de decir al cabo de unos intentos, luego miró el camisón de satén que Yukito había dejado en su cama, en caso de que ella se despertara y que en ese momento vestía, ya que se lo había puesto a media noche sin siquiera percatarse del hecho

En seguida se sonrojó, dado que ése se ceñía perfectamente a su cuerpo, dejando los hombros y una gran parte de su pecho al descubierto, y aunque no mostraba nada, daba a entender perfectamente la forma de sus curvas.

-Discúlpame Hikari, pero no tengo idea de cómo llegamos a esta situación, lo único que recuerdo es que ayer a la noche salí a la puerta te encontré desmayada, luego me fui a dormir y cómo aún no te habías despertado te llevé a la habitación de huéspedes y recién hace unos minutos te encontré a mi lado.

-Oh, ya sé lo que debe de haber sucedido, lo que pasa es que todas las mañanas mi madre se va a trabajar, y me pasó a su cama con mi hermanita, ya es un acto reflejo, es probable que me halla despertado, y pensando que era mi casa, vine hacia aquí, sin darme cuenta.

Yukito asinti

No pudo hacer más que eso, ya que tampoco pudo despegar los ojos de los suyos, sólo conocía a una persona que tuviera la inocencia reflejada en los ojos, y estaba realmente asombrado de que existiera más de una.

Ella se sonrojó aún más al notar su mirada, y su cara tomó un tono punzó, casi irreal cuando observó su vestimenta,... o valdría decir, su falta de ella.

El profesor llevaba puesto tan sólo unos pantalones cortos que le llegaban veinte centímetros arriba de las rodillas y no vestía ninguna prenda que cubriera su ancho pecho, dejando éste al descubierto.

Al notarlo Yukito, se levantó y tomó una bata para cubrirse, luego le tendió a ella otra.

-Gra... Gracias

-Bueno, ahora vamos a desayunar-dijo recuperando su humor habitual, como si no hubiera pasado nasa.

Hikari asintió, y luego de ponerse l abata se levantó.

Aunque le gustara su profesor, aunque estuviera enamorada de hecho, se había puesto verdaderamente incómoda e inquieta, con la situación anterior, ya que su experiencia con los chicos era casi nula, siempre creyó que los chicos de su edad o eran muy tontos e inmaduros, o exigían cosas que ella no estaba dispuesta a dar.

Lo siguió en silencio hasta el comedor.

-Siéntate, prepararé el desayuno en dos segundos, y luego remos a tu casa a explicar lo sucedido , deben estar muy preocupados, ya que al no funcionar ni a línea telefónica ni mi celular, no pude hablar con ellos.

-De acuerdo, pero le pido un favor

-Si?

-Podría preparar yo el desayuno?

-Me estas diciendo en serio, la mayoría de las chicas de tu edad prefiere morir antes que acercarse a una cocina

-Lo sé, pero una de mis pasiones es la cocina, prometo que no lo intoxicaré-dijo con una sonrisa

-Esta bien, de acuerdo, será un placer probar las delicias que prepares-dijo sentándose-la cocina es tuya.

Hikari se puso de pie rápidamente, y enseguida empezó a buscar en alacenas y cajones los elementos que necesitaba.

Mientras tanto, Yukito la miraba asombrado, hacía muchísimo tiempo que nadie cocinaba para él.

De repente una sensación de bienestar lo recorrió, se sentía completo, y en ese momento se dio cuenta de cuanto le hacía falta una presencia femenina en esa casa., en su vida.

-Oh, por favor, lo último que nos hace falta aquí es una mujer que ande merodeando por todos los rincones, cantando sin afinar ni una nota, tratando de cocinar y que se le queme, que planche y te arruine la ropa.

-Así que ya estas despierto, buenos días

-Por favor, me desperté al mismo tiempo que tú, y en ese instante pude apreciar que a mi cuerpo algo le estorbaba.

-Te recuerdo que no es tu cuerpo, sino el mío, al menos cuando guardo esta identidad-Dijo Yukito en tono jocoso, le encantaba hablar con Yue por medio de una clase de telepatía, además siempre lograba ponerlo nervioso.

-Puede ser, lo que no me había dado cuenta es que te habías vuelto un pervertido.

Yukito frunció el ceño

-Qué quieres decir?

-Pervertido, acosador de menores, etc, cuántos años tiene esa chica, si llega a los 20 es un milagro, tengo que recordarte que tienes 23, casi 24, y eso que en mi época la gente se casaba guardando gran diferencia de edad.

-Para tu información, tiene 16, y no me he vuelto ninguna de esas dos cosas

-16, es muy chica para ti

-No te preocupes, no tengo ninguna intención personal para con ella.

-No parecía lo mismo esta mañana, cuando le besabas el cuello y la abrazabas, te grité para que te terminarás de despertar y me bloquearas antes de que tuviera que ver algo totalmente desagradable para mis ojos.

La anterior afirmación, fue como un golpe en el estómago para Yukito.

-Qué quieres decir, que estuve a punto de que?

-Y a eres grande para que te lo explique, y aunque fueras un niño no te lo explicaría.

-Y ella? qué sucedió con ella

-Ella? creo que ni se dio cuenta, al menos siguió respirando normalmente.

Yukito suspiró mentalmente y se relajó.

-Bueno, el desayuno está servido-exclamó Hikari presentando sus platos como si fueran obras de arte.

Yukito se situó en la situación actual y empezó a comer.

-Esto está delicioso-dijo sonriéndole

-Muchas gracias!

Siguieron comiendo, mientras charlaban de cosas sin importancia y cuando terminaron se fueron a cambiar para comenzar el día, aunque ya era media mañana, aún podían llegar a las clases de la tarde.

Él retomaba sus clases apenas el lunes entrante, y por eso no había puesto el despertador, por lo consiguiente se había levantado a las ocho, dos horas más tarde de lo que siempre lo hacía, y lo suficientemente tarde para que Hikari llegara a tiempo.

Un cuarto de hora más tarde se encontraron en el piso de abajo.

La apariencia de Hikari era muy tierna, y arrancó una sonrisa a nuestro querido profesor, como había dormido la mitad de la noche con el uniforme puesto, su camisa blanca estaba arrugada y las tablas de su pollera no se marcaban tanto.

Subieron a su auto, que era un convertible azul metalizado, y disfrutaron de la brisa primaveral.

Llegaron en quince minutos y enseguida se dieron de lo que la ausencia prolongada y sin aviso de Hikari, había ocasionado.

Un patrullero y tres policías estaban tomando declaración a la angustiada madre.

-MAMÁ!

Por un instante su madre dejó de exigir que le dijeran dónde estaba su hija y corrió a abrazarla, al observar que estaba bien, su mirada se endureció.

-Dónde estuviste?-preguntó sin gritar, pero en un tono que era aún peor.

Antes de que Hikari pudiera decir "A", Yukito se acercó sonriendo.

-Si me deja explicarle señora...

-ESTUVISTE CON ÉL TODA LA NOCHE?.Explotó-con este hombre que te lleva por lo menos ocho años?.

-Mamá es mi profesor de matemáticas-dijo despacio, sabía que cuando su madre se salía de sus casillas no había quien la parase, juró para sí misma, que si le ocurría algo similar, se rompería un brazo a propósito, por lo menos de esa forma tendrá una excusa "razonable".

-JA, no le da vergüenza, un hombre de su edad, acosando a una niña de 16 años, mejor que no le haya pasado nada a mi hija, porque sino usted va a ser el responsable.

-Pero señora...-empezó a decir Yukito claramente consternado, esperaba cualquier cosa, pero cualquier cosa, menos aquello.

-Pero nada, váyase de mi propiedad antes de que me arrepienta y lo mande arrestar por abuso de menores!-Hizo una seña con la mano a los policías que se encontraban a distancia prudente de el incidente.

Yukito se negaba a irse, no si antes haber aclarado las cosa.

-Profesor, será mejor que se vaya, yo hablaré con ella cuando se tranquilice, no serviría de nada hacerlo ahora, no escuchará a nadie

Yukito iba a decir que no, cuando se giró y miró a Hikari; tenía los ojos llorosos y las mejillas coloradas, seguramente sería por la vergüenza.

Yukito maldijo mentalmente, odiaba ver a las mujeres llorar, pero ver a Hikari en ese estado lo llenaba de indignación.

-Estarás bien?-Preguntó poniéndole una mano en la mejilla, a pesar de la cara de odio de su madre.

Cuando ella asintió, él se inclinó y le dio un beso, donde sus manos habían estado antes, este acto hizo que la chica se sonrojara.

Luego se dio vuelta y empezó a caminar hacia su auto.

-Bueno, ahí tienes, por querer hacerte el héroe de jovencitas, por no decir niñas, estamos metidos en problemas, te recuerdo que desde la cárcel no puedo proteger a Sakura-replicó la voz fría y dura de Yue, debía ser la única "persona" que podía estar enojado y frío al mismo tiempo.

-Yo no hice nada, y lo sabes, si demostraras un octavo del carácter que tienes cuando estas en mi cabeza, nos caerías mejor a todos Yue, además en el supuesto caso de que llegara a estar preso en algún momento crítico, no me cabe la menor duda de que romperías las rejas, el techo o lo que haga falta para salir en busca de Sakura.

Yue no respondió, sólo volvió a hablar, cuando se dio cuanta de que no iban ni a su casa, ni al colegio.

-Se puede saber a dónde vamos?

-A la casa de Touya

Touya estaba sentado en una silla, en lo que pronto sería su living, rodeado de cajas, algunas sin tocar siquiera.

Esperaba con ansia el regreso de Tomoyo, porque con eso se quedaba tranquilo al saber que Sakura había regresado a su casa, sino porque una vez por todas le pondría orden a su casa.

Bah, si es que eso se podría llamar casa-recapacitó.

Extendió su brazo y tomó una copa de champaña, hacía mucho que no tomaba, y generalmente no lo hacía por cualquier motivo, pero desempacando cosas, había encontrado un pequeña "bodega" furtiva que guardaba en su casa y no pudo resistir la tentación de abrir ese champaña tan perfectamente empaquetado.

El timbre lo sorprendió de tal manera que casi vuelca media copa de Champaña.

Maldijo por lo bajo y empezó a caminar hacia la escalera, se encontraba en el primer piso, de los dos que tenía la casa y el contestador del timbre estaba en la cocina en planta baja; ésa era, sin lugar a dudas una casa que requería servicio doméstico, alguien que atendiera el timbre y abriera la puerta, un jardinero, una "doncella" que limpiara la casa para mantenerla presentable.

Pero bueh, uno no se puede dar todos los gustos en su vida.

Llego a planta baja y cuanto terminó de atravesar el amplio recibidor y llegó a la cocina, el timbre volvió a sonar, sobresaltándolo por segunda vez en menos de cinco minutos, eso no era normal, no para nada, debería tranquilizarse, y como le decía su hermana cada vez que discutían: Bajar el nivel de histeria.

Encendió el visor del timbre y se asombró al ver que era Yukito el que llamaba, eso era muy extraño, porque a esa hora debía estar trabajando, y conociendo lo adicto que se había vuelto al trabajo, era asombroso que no estuviera inmerso en él.

Primero las vacaciones que se había tomado en plena temporada laboral y ahora esto.

Además que parecía inquieto y nervioso, algo que nunca había observado antes en su amigo.

Tal vez había descubierto algo nuevo de la extraña situación que los rodeaba.

Inmediatamente apretó el botón que habría la inmensa reja de la entrada al enorme jardín que bordeaba la mansión.

Cinco minutos más tarde Yukito entraba por la puerta principal de su "casa".

-yuki! Viejo amigo! Que te trae por aquí a estas horas?

Yukito se asombró del buen humor de su amigo, últimamente había estado de muy mal humor.

-Pues-dijo llevándose una mano hacia la nuca, gesto que indicaba claramente el índice de nerviosismo que sentía.

-Mira, en este momento sólo te puedo ofrecer que vayamos a una cafetería o a caminar, a menos que estés cómodo sentado entre cajas.

-Con una silla me arreglo

-De acuerdo, como quieras-hizo una seña para que lo siguiera -Ten cuidado con las copas y las cosas tiradas.

-Vaya! Nunca me imaginé que tuvieras tantas cosas !

-La verdad es que yo tampoco, pero entre las que tenía en mi cuarto, en el de mi papá, y en el desván, se juntaron como veinte cajas.

Guardaron silencio hasta que llegaron al "living" de planta baja.

Touya fue a la otra habitación para buscar una de las seis sillas que había comprado hace poco.

-Dime, es que averiguaste algo de lo que está sucediendo?

-No, no es eso

-Entonces cuál es el problema?

Yukito suspiró, y lentamente fue contándole todo lo sucedido, desde que colgó el teléfono cuando terminó de hablar con él, hasta diez minutos atrás.

Touya se pasó una mano por el cabello, gesto que hacía sólo cuando se hallaba en situaciones desagradables o incómodas.

-Mira, para que mentirte? estás en serios problemas

-Pero...

Touya levantó una mano para impedirle seguir hablando.

-Ya sé que no tuviste nada que ver , pero la situación te compromete, además los jueces son muy susceptibles en estos casos, más que nada por la cantidad de profesores que abusan de sus alumnos, en ese caso el tema es complicado, imagínate en el tuyo en que la chica en cuestión es menor de edad, eso no sólo se llama abuso de poder, sino también abuso de de menores, te pueden condenar a varios años di presentan cargos

-No creo que lo hagan, además está el testimonio de Hikari

-En este caso no es muy importante, ya que se puede apelar, diciendo que tiene miedo de desaprobar el año, y otras tonterías.

-Entonces que me recomiendas hacer?

-Hay dos posibilidades, una es que te mantengas alejado de ella, para siempre, es decir que renuncies a tu trabajo, que te mudes, etc.

-Esa no, amo mi trabajo donde esa, y me costo mucho llegar a donde estoy.

-Bueno-dijo incomodo-la segunda es un poco mas arriesgada.

-De que se trata?

-La otra posibilidad, es que te hagas pasar por su...-se interrumpió, era una situación un tanto delicada, incluso para el que estaba acostumbrado a presenciar casos peores, mucho peores.

-Por su que?

-Por su pareja

-Pero si ese es precisamente lo que nos trajo a esta situación.

-Si, pero no estoy hablando de un noviecito cualquiera, lo que yo quiero decir es que seas "el novio", tienes que demostrar que estas verdaderamente interesado en ella, hasta el punto de casarte si es necesario.

-Pero!-exclamo poniéndose de pie-yo no pienso casarme.

-Siéntate, y déjame terminar de hablar.

Yukito se sentó y asintió

-Por supuesto primero tienes que hablar con ella, para que pasado un tiempo sea ella la que decida terminar la relación, demostrando así que no tiene ningún tipo de herida emocional.

-Estas seguro?-dijo poniéndose de pie nuevamente.

Touya asintió

-Bueno entonces, gracias por haberme ayudado, tiene sus ventajas esto de tener un amigo abogado.

-A donde vas?

-A la biblioteca del colegio, a ver si averiguo algo de lo que hablamos ayer a la noche, Sakura vuelve hoy a la noche, no es cierto?

-Si

-Bueno entonces te veré en el aeropuerto.

Salio de la habitación, para luego salir de la casa.

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En la puerta de entrada del aeropuerto, se encontraron con todo el habitual recibimiento que esperaba a la familia Kinomoto y sus allegados...

-Cómo estas monstruo? te comiste a alguien allá en Hong Kong?-la recibió Touya, después del cariñoso beso de su padre

Por toda respuesta, obtuvo un golpe en el brazo.

Luego abrazó a Yukito e intercambió con él un par de palabras.

Se dio vuelta y observó que había corrido tan rápido que sus amigos recién llegaban donde ella estaba.

Todos fueron recibidos con alegría y sorpresa por lo que el paso de los años había cambiado en ellos.

Meiling, Shaoran y Eriol estaban más altos, y habían perfeccionado sus cuerpos para tener de su edad. Aunque Eriol era el más grande, ya que andaría por los veinte (recordemos que este personaje podía manejar su edad como quisiera, esto no lo dice en el anime, sino en el manga, y aunque este fic está basado en el anime, tomé este dato del manga, porque era necesario, dada la vida que está acostumbrada a llevar) su cuerpo era toda una maravilla.

El que no fue recibido con igual alegría y festividad fue Shaoran; aunque Fujitaka y Yukito no lo demostraron, sabían claramente que él fue el culpable de que Sakura sufriera tanto.

El que no se guardó sus palabras ni pensamientos, fue obviamente Touya.

-Así que el mocoso se dignó a aparecer? eh?-dijo sarcásticamente, mientras se lo devoraba con los ojos.

-qué tal Touya, cómo te va?-dijo aparentemente cortés, pero sin un gramo de simpatía en la mirada.

-OH, muy bien, y dime, Tú has estado muy ocupado estos últimos cuatro años?

Shaoran no respondió, aunque no lo soportara, sabía que tenía razón y no tenía sentido seguir discutiendo.

Tomoyo al notarla situación, intercedió.

-Ah! si, me olvidaba, éste es Fung, viene con Li y Meiling para ayudarlos en lo que necesiten-dijo señalando al serio muchacho que permanecía imperturbable, pero sin perderse detalle de la situación.

-Mucho gusto-dijo haciendo una inclinación que los tres respondieron.

Pero como siempre, Touya no pudo evitar burlarse.

-Qué, ahora necesitan escolta? o sería más apropiado decir niñera?

Shaoran lo taladró con la mirada, y creo que lo hubiera matado, de no ser porque Tomoyo tomó del brazo al hermano de Sakura y empezó a hablar con él.

-No me saludaste Touya, así recibes a tu decoradora de interiores?-dijo burlonamente

-Lo siento, es que ese mocoso me irrita

Tomoyo sonrió-Lo sé pero tal vez debas acostumbrarte a su presencia-dijo soltándose de su brazo y tomando su maleta.

-Qué quieres decir?

-OH, nada que me parece que esta vez vino para quedarse-dijo mientras desaparecía, luego de saludar a todo el mundo, en la limusina que la llevaría a su casa.

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Eriol suspiró mientras ingresaba a su cuarto en tinieblas, hacía bastante que no estaba en él y a decir verdad, lo extrañaba.

No al cuarto en particular; no, aquél era sólo un lugar de los tantos en los que varaba en sus incesantes viajes.

Encendió la luz y se dirigió hacia el mueble en donde había dejado el diario de la mujer que había encontrado tiempo atrás.

Se tumbó en la cama y lo abrió, como siempre un aroma a flor y antiguedad lo invadió, y de hecho, era más que eso, era el aroma a recuerdos, tan encerrados en su alma que no lograba tener acceso.

Abrió el libro, buscó la pagina en que se había quedado y comenzó a leer.

Estamos a un mes exacto del otoño y ya no aguanto más porque llegue ese día.

En realidad, muero porque llegue el invierno, este calor sofocante, propio del verano, me tiene exhausta.

Hablando de algo más importante han llegado dos hechiceros bastante poderosos, parece que pronto Hong Kong será denominada "la capital de la magia" por la cantidad de hechiceros que se concentran aquí.

He tenido oportunidad de hablar una de ellas y me ha resultado muy agradable, su nombre es Ylang Ylang, aunque por lo que sé es sólo un apodo que le pusieron desde chica, sólo hablé con ella media hora así que me dijo que más adelante me contará que significa. La verdad es que me muero de intriga, aunque supongo que no me queda más remedio que esperar.

Cambiando de tema, aún no he podido cruzar palabra con Clow, espero que pronto tenga oportunidad de hacerlo, además la gente ya ha empezado a decir que es extraño que no nos hayamos conocido todavía.

En fin, mi "clientela" sigue aumentando, y mucha gente dice que si me dedicara a otro estilo de magia hasta podrá superar al mismo Clow, tal vez empiece a probar algo de su estilo, pero el problema es que para eso es necesario entrenar los poderes mentales y para que eso se realice, necesito a alguien que me ayude a canalizar mi energía.

Resumiendo, a excepción de haber conocido a Ylang Ylang, no hubo nada nuevo en este día.

Querido diario:

Hoy he conocido a una nueva hechicera, Otto Marroquí (es un apodo que le pusieron, debido a que además de la magia, se especializa en esencias), junto con Ylang Ylang, nos hemos hecho muy amigas, a diferencia mía, ellas conocen a Clow y dicen que es un mago excepcional y muy gentil, además de ser joven ya que cuenta con 25 años, en fin, es un excelente partido para una chica rica y con interés en casarse (cosa en la que yo no estoy interesada)

Bueno, pero a qué viene todo esto? a que dado que soy una de las hechiceras más poderosas, es inconcebible que no conozca al famosísimo y aclamado mago Clow, así que mis dos nuevas amigas decidieron presentármelo mañana. Estoy muy emocionada! Y ni que decir nerviosa.

Pero ahora, cambiando de tema a uno no tan agradable, se ha descubierto otra terrible profecía, no sé exactamente lo que dice, pero sí que habla de que en un futuro un poco alejado tal vez(habla entre 500 y 800 años más adelante) y dice que en esa época, pequeños grupos conspiraran para destruir la tierra , pero que de entre ellos se destacará uno que, guiado por rencores pasados y presentes, tratará de acabar con todo. Y quedará en los elegidos poder detenerlo y sobreponerse a sus trampas…

Como toda profecía es bastante vaga, pero…

Eriol cerró el diario de repente y se sentó en la cama, sacando cuentas, habían pasado 520 años desde que se escribió ese diario,

y por lo tanto… desde que se redactó la profecía.

Notas de la Autora:

Bueno, ante todo mil disculpas por la demora! Pero bueno, mas vale tarde que nunca, no? Espero que disfruten del capitulo.. porq he tenido que apelar a mis musas suplentes para poder terminarlo, ya que una personita se adueño de la principal (así como también de mi cerebro, y demás cosas importantes en mi… no se si se entiende)… bueno… ahora en la segunda quincena de febrero, me voy de vacas… así que espero poder actualizar antes de irme… de lo contrario, me comprare un cuaderno y escribiré a orillas del mar!...

Bueno, hoy estoy medio falta de inspiración! Pero ante todo, muchas gracias por sus reviews!

Nos vemos en la proxima!