Capítulo 2


No pueden decirme que no actualicé rápido esta vez...XD...acá otro cap, espero que les guste...

shadir...gracias por tu post amiga espero que te siga gustando la historia

yoko-kurama-shaka...si tiene continuación...XD acá ta!espero que te guste!

luna-wood...si, universo alterno nomás...y habrá acción entre shaka y mu pero no todavía...falta para eso...jajaaja me encantó el chiste aunque medio morboso pero graciosoXD...la cuestión es que entre ellos probablemente vaya a haber alguna relación pero bastante tortuosa...bueno después vas a ver...muajajaa

gracias por sus posty por leer chicas!espero que les guste lo que sigue!


No solía irritarse con frecuencia y menos desde que había adoptado esa actitud tan indiferente hacia la vida en general...pero ahora lo estaba y el no encontrar el atado de cigarrillos que había comprado esa mañana lo ponía aún más furioso. Buscó una vez más en sus cajones mientras echaba un ojo de a ratos a su amigo sentado cerca de su escritorio, cuando por fin halló el paquete, lo tomó con urgencia y sacó un pitillo que fue a parar directo a su boca. Suspiró conforme al sentir que ya tenía la situación bajo control, dejando escapar en una honda calada la necesidad que tenía de ahogar en el sabor del tabaco sus agitados nervios...cuando liberó el humo ya estaba seguro de que podría afrontar al temeroso compañero que aguardaba sus palabras.

Y bien- acercándose con el cigarrillo en la mano- qué es lo que te ha pasado ahora Mu?

El susodicho escondía su cara entre brazos acurrucados sobre su vientre, sus cabellos lilas lo protegían de intrusos dispuestos a molestar lo que su cara ocultaba. Levantó su cabeza decidido a hacerle frente a su compañero y aunque le pareció extraño la inusual expresión de su cara lo encaró sin más rodeos.

por qué te importa saberlo?...pensás que me podés ayudar?...alguien como vos que tiene una vida tan tranquila no puede entender lo que me pasa!

El rubio lo observó detenidamente por un instante, tratando de tragar con la parsimonia debida las palabras del pelimorado...cuántas veces había lo había escuchado decir lo mismo con la misma facilidad que se cortaba los brazos cada vez que su impotencia lo hacía necesario?...lo peor era sentir un dolor desgarrador que no podía liberar porque Mu lo hería sin darse cuenta...sin saber que a fin de cuentas su vida había sido y seguía siendo igual que la suya...una completa e insoportable basura... Meditó sus palabras, conteniendo aquello que en realidad quería decirle pero no podía porque no hacer eso era mostrarse como en realidad era...caló hondo el cigarrillo y prosiguió con las explicaciones que le eran requeridas.

Porque...sos mi amigo?hay alguna otra razón que valga la pena mencionar?...tal vez no entienda del todo tu situación...pero no creas que me voy a quedar sin hacer nada por ayudarte!...

No quiero escuchar sermones de una persona que no puede entenderme...es muy fácil encontrar soluciones en donde no hay problemas...vos no estás en los míos y por eso no podes verlos!

Al diablo con eso Mu!estoy cansado de que repitas siempre lo mismo!qué va a pasar cuando no este para socorrerte?vas a acabar con todo de una vez por todas?o sólo estás probando qué tan cerca de la muerte podés llegar?...bueno pensalo bien antes de seguir con esto porque el día que te canses te vas a dar cuenta de que ya no lo vas a poder jugar más porque vas a estar muerto!

Callate!

Había odio en su mirada...o mucho más de lo que a penas dos esferas brillantes podían contener y manifestar...miedo, furia y sobre todo impotencia...ese sentimiento que siempre lo arrastraba a desquitarse con su cuerpo utilizando una navaja de por medio o cualquier objeto que cuando menos pudiera cortar algo...ese sentimiento que tan bien entendía el rubio porque a pesar de lo lejos que parecía estar de aquel mundo de turbaciones incontrolables había estado tan cerca como nadie quiere estar del fuego sin poder evitar quemarse... y Shaka se había quemado en varias ocasiones...

El pelimorado tapaba sus oídos como si las palabras realmente estuvieran causándoles daño, apretaba con fuerza los cartílagos a sus costados y al mismo tiempo cerraba los ojos como si ambas acciones fueran mantenidas por una sola fuerza. El rubio se sentó sobre el escritorio frente al sillón en donde se encontraba su compañero y luego de exhalar el reciente humo que acabara de ingerir enterró el cigarrillo en un cenicero cercano...ya no servía de nada aquello...cada vez hacía menos efecto el tabaco en sus venas así que daba igual continuar fumando o no por el momento. Bajó del escritorio y se acercó posicionándose en cuclillas junto al pelimorado y no pudo más que abrazarlo y contener un llanto que ya estaba próximo...como siempre...

Maldito...sos un maldito...

Pataletas y algún que otro golpe sin esfuerzo para luego dejarse caer en el hombro del rubio y sollozar entre agitadas exhalaciones del aire que se le escapaba por el esfuerzo al que era expuesto su cuerpo cada vez que lloraba desconsoladamente...así era siempre y así lo sería hasta que alguno de los dos se atreviera a detenerlo...pero ninguno parecía interesado hasta entonces...o por lo menos no llegaban a entender la diferencia entre costumbre y destino y por eso anclaban sus propias cadenas a un infierno del que todavía no se animaban a salir.

Lo siento Mu...no quise decir eso...perdóname...

Está bien...

Sonrió por lo bajo...a fin de cuentas y por más que quisiera contradecirlo...tenía toda la razón y no sólo eso sino que si por algo tenía la oportunidad de arrepentirse del daño que se auntoinflingía era por él...porque él lo cuidaba... Alzó la mirada por primera vez desde que estuviera en la oficina de su compañero y sin darse cuenta se topó con los ojos turquesa de aquel, que lo observaban con cierta intriga...

yo...

El teléfono sonó transformando esos rostros curiosos en expresiones vergonzosas y enrojecidas. Shaka se puso de pie y fue hasta el celular, en donde había permanecido por sus distracciones, cerca de la puerta esa mañana. Supuso de inmediato quién podía ser y se maldijo internamente por la inconveniencia de Mu...ojalá nada hiciera que algo de su fallida relación amorosa y de su vida más que imperfecta saliera a flote...ya era suficiente con que él se diera cuenta de la miseria que llevaba a cuestas como para que otros lo supieran y se lo recordaran...

diga?

Mu intentó apartar la mirada y disimular que nada de eso le interesaba, pero aunque sus ojos se perdieran en el paisaje que mostraba la ciudad con sus altos edificios, su constancia permanecía atrapada en la figura ejecutiva de su compañero...su conversación...el inusual tono de voz con que profería frases inconclusas a sus oídos...indirectas que era incapaz de descifrar...a veces tenía la sensación que su mundo no era más que un disfraz que ocultaba algo que no deseaba que fuera visto...porque para eso servían los disfraces no?para hacer de la realidad una fantasía escondida tras un manojo de objetos artificiales...uno logra a través de ellos convertirse en lo que quiere ser en realidad, dando un aparente de perfección que se limita a alimentar un escudo superficial e inútil...mientras el interior del ser, olvidado y apartado por su incompetencia, se pudre...

no es el mejor momento para hablar...por favor te llamo después sí?...gracias adiós, yo también te quiero...adiós...

El rubio suspiró con una mano en la frente indicando el punto de su dolor...esas jaquecas no podía ser producto de otra cosa más que del estrés...echó un vistazo al reloj y contuvo su queja con una mueca más que elocuente...el descanso se había terminado hacía varios minutos...

Mu es mejor que te vayas...si te descubren por acá fuera de horario...

Es verdad, mejor me retiro...gracias por todo Shaka...voy a tratar de seguir tu consejo...

Está bien amigo...recuerda por favor que si te lo digo es para tu bien...

Se dieron un último abrazo y se separaron, uno pies fuera del cuarto, el otro pies adentro... Shaka se recostó sobre la silla y recordando que no había podido comer nada sacó otro cigarrillo de la caja...


Apretó el dedo entre sus dientes, retirándolo al instante que sentía que un poco más de presión haría correr nuevamente la sangre por su cuerpo...no quería eso...no si se lo había prometido a Shaka... Abrió con dificultad la puerta de su casa, errando por mementos la cerradura presa de los nervios vibrantes en su mano. Afuera la lluvia azotaba las calles con sus afiladas gotas, que caían primero como flechas de fino y trasparente color, para luego hacerse una con el agua que tocaban o cambiar su forma a la de meros círculos traslúcidos sobre la superficie en la que descansaban. Muy a su pesar, estaba de vuelta...de regreso al lugar que detestaba...un tártaro bajo techo...dentro de sus propias paredes...

Ya volví...

Aguardó la contestación antes de poder avanzar un paso más de la alfombra de la entrada y si bien no lo admitiera nunca...deseó como cada vez con más frecuencia lo hacía, que nunca llegara esa respuesta...pero eso no sería ese día ni el siguiente...ni el siguiente...no hasta que él encontrara la forma de acallarla...ya fuera huyendo de ella o destruyendo la fuente que le daba vida...

No...creas...que me agrada verte...no sé por qué...te empeñas en...sonar tan a gusto...

Esa no era otra que Asako...su esposa...

Por qué tardaste tanto en venir?siempre te preocupás sólo por vos! Sos un desconsiderado! Yo acá sufriendo como una condenada y vos divirtiéndote por ahí!Andá a preparar de una vez la comida!

Nunca llegaba con retraso y esa vez no había sido la excepción, pero Mu era consciente de que por alguna razón a su mujer le gustaba recordarle su incompetencia desde que pisaba el suelo de su casa...lo más patético era que muchas veces terminaba creyendo todo aquello que le decía y no veía entonces otra solución que la que la adrenalina que le provocaba liberar un hilo de sangre de sus venas...y así y todo no le guardaba rencores porque no podía...porque no sólo el hábito habían hecho de él una presa fácil a sus blasfemias sino la compasión de saber que lo único que levantaba el ánimo de aquella pobre criatura condenada a un muerte segura por la enfermedad que la afligía, era sentir que era superior y al decir lo que decía podía equilibrar esa parte que le hacía falta...la vida...

Ya voy...lo siento...