Capítulo 3. Recordando el ayer.
¿Desde cuándo no tiene noticias de su esposa?.- preguntó Vicky Kamiya, agente de la INTERPOL.
Genzo estaba sentado en el sillón grande de la enorme sala, con el rostro apoyado entre ambas manos y mirando fijamente al frente. Agentes de la INTERPOL y policías de la zona entraban y salían. Aun no se llevaban el cuerpo, todavía estaban buscando pistas.
Sé que éste no es un buen momento pero necesito que me diga desde cuándo está desaparecida su esposa.- repitió la agente Kamiya, en un tono que tenía bastante de fastidioso.
La última vez que alguien la vio fue hoy por la tarde al concluir su turno en el hospital donde trabaja.- respondió Genzo, fastidiado.
¿Pero cuándo fue la última vez que usted la vio?.- volvió a preguntar la agente Kamiya.
Hoy por la mañana.- la voz de Genzo se hizo un susurro.- Cuando ella se despidió de mí para marcharse al trabajo…
A la mente de Genzo vinieron los recuerdos de Yuri dándole un beso rápido en los labios, para después abrazar a su hija y salir con su bolso en una mano y su inseparable celular y las llaves en el otro. Él la vio subir al auto y lanzarle otro beso a ambos antes de arrancar…
¿Su esposa acostumbra a hacer esto con frecuencia? Es decir, desaparecer.- continuó la agente Kamiya con su interrogatorio.
Claro que no.- gruñó Genzo.- Ella nunca había hecho eso…
¿En qué trabaja su esposa?
Es médico pediatra en el Hospital General de Munich.
¿En verdad? Sabe, estuvimos investigando y me reportaron que su esposa es cardióloga…
Es cardióloga pediatra.- gruñó Genzo, cada vez más harto.- ¿Por qué en vez de atosigarme con estas estúpidas preguntas no hace algo para decirme exactamente qué rayos está ocurriendo aquí?
Mire, solo trato de hacer mi trabajo.- replicó la agente Kamiya, molesta.- Aquí hubo un asesinato y su esposa está desaparecida, así que tengo que descubrir qué pasó aquí.
Ahora que lo pienso.- interrumpió Genzo.- ¿Qué hace una agente de la INTERPOL investigando un homicidio que bien podría resolver la policía?
Ahí está lo interesante, señor Wakabayashi.- la agente Kamiya esbozó una sonrisa.- Por tres meses le he estado siguiendo la pista a este sujeto. Se trata de Paolo Ganoza, uno de los principales cabecillas de una conocida familia de mafiosos italianos que…
Agente Kamiya.- llamó otro de los agentes.- Necesitamos que venga a ver esto.
¿Qué ocurre?.- la agente Kamiya caminó hasta el sitio en donde estaba el otro agente, en la cocina. Genzo se levantó y fue tras ella.
En la cocina había siempre un pequeño aparato de televisor que Mine encendía todas las mañanas para no aburrirse mientras realizaba el quehacer de la casa. Y al parecer, el agente había hecho lo mismo. En la televisión se mostraban imágenes de una mujer aun joven, rubia, excepcionalmente hermosa y con unos ojos azul hielo de mirada impresionantemente fría, rodeada de varios hombres vestidos de negro, todos ellos saliendo de una prisión italiana de alta seguridad.
Después de cinco años de investigaciones y juicios, Gianella Matute, hija del famoso mafioso italiano Giovanni Matute, fue liberada tras haber sido encontrada inocente por los cargos de secuestro e intento de asesinato de la Dra. Rosalba Toledo… .- anunciaba el locutor.- El jurado encontró a la hija de Matute como otra víctima más de las fechorías de su padre…
Ya me lo imaginaba.- murmuró la agente Kamiya.- Lo que no entiendo es qué rayos estaba haciendo Paolo Ganoza en Alemania, cuando debería estarle preparando el terreno a su abeja reina…
¿Perdón?.- preguntó Genzo, ansioso por saber aunque ya se imaginaba la respuesta.
Paolo Ganoza era uno de los hombres de confianza de Giovanni y Gianella Matute.- respondió la agente Kamiya.- Como ya le había explicado, andaba siguiéndole los pasos a ese sujeto porque teníamos informes de que los allegados a los Matute planeaban algo, aunque no entiendo por qué rayos vino a parar Ganoza a Alemania…
Genzo comenzó a atar cabos. Él sabía que Gianella Matute había sido la mujer que había secuestrado a Yuri y a la doctora Rosalba Toledo cinco años atrás… El que ella hubiese sido encontrada inocente de los cargos y que hubiese salido de la cárcel justificaba casi todo… Y evidentemente, si uno de sus principales cabecillas apareció muerto en la mansión Wakabayashi y al mismo tiempo Yuri desaparecía, solo significaba una cosa…
Habían descubierto que Lily Del Valle no había muerto y que se estaba ocultando bajo la identidad de Yuri Shiozaki. E iban tras ella…
Pero, ¿qué motivo tendrían para ir en busca de Yuri? ¿Venganza? Podría ser. Después de todo, por culpa de Yuri, el hermano menor de Gianella había muerto. Aunque en todo caso, si hubiesen querido venganza habrían podido matar a Yuri en cualquier instante y de una manera que se notara que habría sido obra de la mafia: un auto-bomba, una explosión en la mansión, un tiroteo… O en todo caso, la que estaría muerta en la habitación (no, por favor) sería Yuri y no Paolo Ganoza…
Hay muchas cosas que no encajan, señor Wakabayashi.- habló la agente Kamiya, sacando a Genzo de sus pensamientos.- Y necesito que usted me ayude.
Lo que a mí más me urge es encontrar a mi esposa.- replicó Genzo.- Poco me importa la muerte de un mafioso italiano…
Debería de preocuparle, ¿sabe?.- gruñó la agente Kamiya.- No es cualquier cosa. Además, ¿no ha pensado que una cosa puede estar ligada a la otra?
No me diga…
Su esposa desapareció y hay un cadáver en su habitación.- continuó la agente Kamiya.- Y por lo que sabemos, ella pudo haber matado al señor Ganoza y entonces ahora tendrá encima de ella a toda la mafia siciliana.
"Correción, agente Kamiya", pensó Genzo. "Ya tiene encima a toda la mafia siciliana…".
Yuri no mató a nadie.- negó Genzo, con voz firme.
Señor Wakabayashi, encontramos un arma cargada en el suelo de la habitación, muy cerca del cuerpo del señor Ganoza.- interrumpió la agente Kamiya.- La están revisando para determinar si es el arma homicida, lo cual es muy probable, y además buscarán huellas digitales.
Mi esposa no mató a nadie.- repitió Genzo.- Nosotros no tenemos armas en la casa. Tenemos una hija de cuatro años y no nos arriesgaríamos con algo así.
"Mentira", volvió a pensar Genzo. "Si tenemos armas, pero eso nunca lo diré a menos que esté frente a un abogado. O a un jurado… Y aun así, lo pensaré".
Es muy probable que el arma haya sido de Ganoza.- respondió la agente Kamiya.- Estos sujetos nunca andan desarmados… La cuestión es que si su esposa no mató al sujeto no entiendo por qué huyó entonces. ¿Tienen problemas maritales?
Por supuesto que no.- negó Genzo, enfáticamente.- Yo amo a mi esposa.
Eso dicen todos.- bufó la agente Kamiya.- ¿Tienen una hija? ¿En dónde está ella ahora?
Con una amiga de la familia.- respondió Genzo.- Le pedí que la cuidara mientras trataba de averiguar en dónde se encontraba mi esposa.
¿Y esa amiga no es una amante suya?.- atacó la agente Kamiya.- Quizás su esposa descubrió su amorío y…
¡Deje de decir estupideces!.- Genzo estalló.- ¿Qué no entiende? ¡Yo amo a mi esposa!
La agente Kamiya entendió que Genzo había llegado al límite. No era para menos, su esposa había desaparecido dejándolo con el cadáver de un mafioso italiano en el piso de la habitación que compartían.
La interrogante que queda en el aire es: ¿por qué huyó entonces?.- preguntó la agente Kamiya, más para sí misma que para Genzo.
"Porque está huyendo de su pasado", pensó Genzo. "Porque la está buscando gente que desea cobrar venganza o que quizás busca de ella algo más…". Genzo lo consideró otros instantes. Era claro que los Matute iban tras de Yuri, y aparentemente ella consiguió evitar que la atraparan. Esto le dio a Genzo cierto alivio. Sin embargo, ¿por qué había huido Yuri, en primer lugar? ¿No hubiese sido más fácil delatar todo a la policía en vez de salir corriendo como si ella hubiese sido la culpable?
El problema es que no sabemos por qué lo mató.- continuó la agente Kamiya.- Es decir, si hubiese sido en defensa propia no hubiera habido problema, ya que su esposa en todo caso no sería encarcelada. Pero si ella mató al sujeto y huyó, fue porque tenía otra cosa qué ocultar…
Genzo no quiso decirle a la agente Kamiya que él había llegado a la misma conclusión.
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Kenji Wakabayashi dormitaba en el sillón de su departamento ubicado en uno de los barrios más prestigiosos de Munich. Dicho departamento se ubicaba a poca distancia de la casa de su famoso hermano, pero aun así rara vez se veían. Quizás se debía al destierro psicológico que Akira Wakabayashi, el padre de Kenji y Genzo, le había impuesto a este último cuando se casó con Yuri Shiozaki… Kenji era el representante de un famoso grupo de rock alemán y constantemente viajaba por el mundo, de manera que su padre nunca se preocupó por averiguar su dirección oficial, de lo contrario se habría armado alboroto.
Kenji se había quedado dormido escuchando un disco de música de Cristina Aguilera (¡Ja!) cuando lo despertaron unos golpes insistentes dados a la puerta de su apartamento. Kenji se paró a abrir, medio dormido y un tanto enfurruñado, pero el sueño se le pasó en seguida cuando vio a su hermano y a su sobrina en la puerta de entrada.
Buenas noches, hermano.- saludó Genzo, como si nada.- Pasaba por aquí y decidí venir a visitarte.
Después de cinco años, ¿eh?.- replicó Kenji, bostezando.- Después de que te casaste con esa belleza mexicana… ¿Qué rayos te hizo venir para acá? ¿Ella te dejó por otro o qué?
No.- negó Genzo, con una mirada que era odio puro.- Es más complicado que eso…
¿Qué sucedió?.- Kenji se dio cuenta de que algo serio ocurría.
Enciende tu televisor.- respondió Genzo.- Prefiero que las noticias te lo digan todo…
Genzo, quien llevaba a Jazmín dormida en brazos, se sentó en un diván, mientras Kenji encendía el televisor y apagaba el aparato de sonido.
Y en las últimas noticias, se halló el cuerpo de un conocido y buscado integrante de la mafia siciliana, Paolo Ganoza en la recámara de la mansión del famoso portero del equipo del Bayern Munich, Genzo Wakabayashi.- anunciaba una reportera, quien parecía estar informando desde el jardín de la casa Wakabayashi.- La INTERPOL llevaba más de tres meses rastreando a este peligroso criminal. Las fuentes nos confirman que aparentemente la esposa de Genzo Wakabayashi, la doctora Yuri Shiozaki, ha desaparecido, lo que plantea la pregunta de si esto no se tratará de un secuestro…
¿Todo eso es cierto?.- Kenji estaba boquiabierto.
Más o menos.- respondió Genzo, cansado.
¿Entonces Yuri ha desaparecido?
Sí.
Curiosamente, este suceso coincide con la reciente liberación de una de las cabecillas más importantes de la mafia siciliana, Gianella Matute, hija de Giovanni Matute… .- continuó la reportera.
Espera un minuto… .- murmuró Kenji.- ¿Qué no Matute era…?
¿El que secuestró a Yuri hace años?.- cortó Genzo.- Sí, sí es él.
Ya veo.- suspiró Kenji.- Hermano, detesto decirlo pero nuestro padre tenía razón…
Quizás… .- Genzo suspiró.
Estaba cansado, preocupado y hambriento y lo que menos quería era que alguien le dijera "te lo dije" (¬¬). Su hermano pareció notarlo y decidió ya no decir nada. Kenji miró a la pequeña Jazmín, quien dormía acurrucada entre los brazos de su padre, ajena a todo.
¿Qué le dijiste a ella?.- preguntó Kenji, con voz suave.
Que su madre se había ido por un tiempo de vacaciones.- suspiró Genzo.- Por supuesto que no la he llevado a casa, no quiero que a sus cuatro años tenga que ver cómo sacan a un muerto por la puerta de la cocina.
¿Y qué harás ahora?
Sinceramente, lo único que deseo es encontrar a Yuri.- respondió Genzo.- Sé que ella está viva y sé que está con bien. He estado pensándolo mucho y llegué a la conclusión de que si ella desapareció es porque consiguió escapar… Sin embargo, ahora los Matute irán tras ella con todo y debo encontrarla antes de que ellos lo hagan.
Entiendo… .- asintió Kenji.- Y supongo que si vienes a mí es en busca de ayuda…
Solo quiero pasar aquí la noche con mi hija.- explicó Genzo.- Claro, si no te molesta… Creo que será más seguro que quedarme en un hotel, ya mañana buscaré otro lugar.
Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras.- replicó Kenji.- Después de todo, eres mi hermano.
¿Y lo que dijo nuestro padre?
Nuestro padre se puede ir a cosechar alcachofas a Ucrania.- replicó Kenji.- Puedes dormir en mi habitación, mi cama es king size así que puedes acostar ahí a la pequeña Jazmín. Yo me quedaré en el sillón, que es bastante cómodo y me gusta mucho más.
Gracias.- respondió Genzo, con una media sonrisa.- De verdad, hermano…
Nuevamente: para eso están los hermanos.
Genzo llevó a Jazmín a la habitación de Kenji. Mientras la acostaba y arropaba, vinieron a la mente de él los recuerdos de cuando su padre le dijo que si se casaba con Yuri Shiozaki no volviera a pedirle ayuda…
-FLASH BACK-
Genzo no conseguía salir de su depresión. Él no podía hacerse a la idea de que Yuri estuviese muerta… Nada conseguía sacarlo de su estado (con excepción del fútbol), ni las fiestas de su padre, ni los consejos de su madre, ni el apoyo de sus amigos y hermanos…
Yuri no puede estar muerta, Kaltz.- le decía Genzo a Hermann Kaltz.- De ser así, yo lo sabría… Además, su cuerpo nunca apareció…
¿Y en dónde crees que esté, entonces?.- inquiría Kaltz.- ¿No crees que si estuviese viva ya se habría puesto en contacto contigo?
Pero Genzo se negaba a aceptar la muerte de Yuri como un hecho consumado. Un día, no aguantó más y decidió interrogar a todos los miembros de la guardia personal que estuvo el día en que supuestamente Yuri falleció. Después de insistir, hacer miles de llamadas e interrogar a casi todos sus agentes, por fin uno de ellos se apiadó y le confesó la verdad: Yuri estaba con vida. También le informó que desconocía el paradero actual de la señorita, pero que sin lugar a dudas el padre de Genzo lo sabría, ya que después de todo él la protegía. Genzo le agradeció enormemente al guardaespaldas y juró que nunca le faltaría su apoyo en ningún sentido. Genzo viajó entonces hasta Londres para charlar con sus padres. Akira y Mei Ling Wakabayashi supieron que su hijo había descubierto la verdad cuando lo vieron entrar, firme y decidido, a la sala de su enorme mansión.
Quiero que me digan cómo localizar a Yuri.- exigió Genzo, con voz seca.- Ahora mismo.
No sé de qué hablas, hijo.- fingió el señor Wakabayashi.- Tú sabes que Yuri está muerta…
¡No está muerta, ya no sigas mintiendo!.- gritó Genzo.- ¡Me han revelado la verdad y sé que tú sabes en dónde está ella!
¡Pues te mintieron! ¡Yo no tengo una maldita idea de en dónde puede estar esa mujer!
¡Mientes! ¡Sí lo sabes!
¡Entiende que no! ¡Y aunque lo supiera, no necesitas saberlo!
¡Claro que necesito saberlo!.- gritó Genzo.- Necesito encontrar a Yuri… ¿Qué no lo entiendes?
¿Por qué? ¿Qué te ha dado esa mujer?.- inquirió el padre de Genzo.
No lo sé. Solo sé que no puedo dormir, no puedo concentrarme por estar pensando en ella… No la saco de mis pensamientos, sé que no tendré ni un instante de descanso hasta que no la vuelva a tener conmigo… Jamás debí de haberla dejado ir… .- musitó Genzo, alicaído…
Querido, debemos decirle la verdad… .- susurró Mei Ling.
No interfieras.- la detuvo Akira.
No podemos seguir fingiendo que no sabemos la verdad…
¿De qué hablas?.- Genzo miró a su madre a la expectativa.
Yuri está viva.- respondió ella, después de suspirar.
¡LO SABÍA!.- Genzo gritó.- ¿En dónde está? ¿Cómo llego a ella? ¡Dímelo, por favor! ¿Y por qué no me lo habían dicho antes?
Hijo, por favor tranquilízate.- pidió la señora Wakabayashi.- No te dijimos que Yuri estaba viva porque tu padre consideró que lo mejor era que ella no te volviese a molestar. Él no quería que te siguieras involucrando con alguien que había tenido tantos problemas con la mafia…
¿QUÉ DERECHO CREE TENER ÉL A DECIDIR MI VIDA?.- gritó Genzo, furioso, hablando como si su padre no estuviera presente.- ¡ES MI VIDA Y LO QUE YO HAGA CON ELLA ES SOLO DE MI INCUMBENCIA!
Hijo, él lo hizo por mí.- Mei Ling comenzó a llorar.- Yo le pedí a tu padre que te dejara libre de este mundo en el que vivimos, que te mandara a Japón para que fueras un niño como cualquier otro, preocupado por el próximo partido de sóccer y no por francotiradores apostados en las esquinas… Por eso él le pidió a Yuri que no se acercara a ti jamás…
No puedo creerlo… .- Genzo apretaba los puños.- Ustedes saben cuánto la amo… Madre, tienes que decirme en dónde está…
Mei Ling observó a su hijo por unos momentos y después suspiró. Akira permaneció en silencio.
Te lo diré.- aceptó ella.- Ven conmigo.
Hijo, quiero decirte una última cosa.- los detuvo el señor Wakabayashi.- Si vas en busca de esa mujer, no quiero volver a saber de ti jamás. Si te casas con esa mujer, no vengas a buscarme si tienes problemas otra vez. Los dejaré en paz, a ambos, tienes mi palabra de que no haré nada para boicotear tu matrimonio pero nunca, jamás, vengas a pedirme ayuda de nuevo. Para mí, tú ya no existes…
Genzo no dijo nada, solo miró a su padre fijamente antes de seguir a su madre hacia la biblioteca…
-FIN DEL FLASH BACK-
Aquella había sido la última vez que Genzo había hablado con su padre. Y con el resto de su familia, dicho sea de paso. Él no se arrepentía, después de que su madre le dio un número telefónico y una dirección, Genzo se había dedicado dos meses completos a localizar a Yuri. Al final, la había encontrado trabajando en un pequeño pueblo localizado en lo más profundo de la selva de Chiapas, en México, su país natal. Él le pidió que se casara con él, cosa que ella aceptó. Como último favor (y regalo de bodas), el señor Wakabayashi creó una nueva identidad para Lily Del Valle: Yuri Shiozaki, nacida en Japón, de padre japonés y madre mexicana. Con esto, Genzo se llevó a Yuri a vivir con él a Alemania. Un año después de la boda, ella dio a luz a Jazmín… Genzo pensó que había conseguido demostrarle a su padre que estaba equivocado…
Pero ahora se daba cuenta de que el equivocado era él…
Notas:
Quizás por ahí noten un errorcillo o algo que no coordina. Por favor, no hagan comentarios sobre ese error que aparentemente tuve, porque todo es parte de la trama.
La historia de cómo Genzo localizó a Yuri es tal y como yo me la imaginé al escribir el final de "To sweet beginnings and bitter endings". ¡Ja! De seguro que mucha gente quería saber esto XD.
