Capítulo 9


hi...acá vengo con otra conti...gracias por su apoyo! los quiero muakssss arioshhhh...espero que les guste y que no sea tan corto esta vez...porfas no me den con un caño por el finalXD...será tan deprimente la vida de los homosexuales?XD no lo sé...yo creo que en general lo que se plantea en la historia es en realidad algo que no sólo le podría haber pasado a una pareja gay...(si es que a alguien le puede pasar todo eso...bueno no es que no le pueda pasar...pero en este relato es pura tragedia)


Una pausa tras otra entre frases entrecortadas mientras el susurro inagotable de su respiración agitada golpeaba contra mi oído del otro lado del parlante. Su comienzo fue lento, inesperado, lleno de oportunidades que incitaban al freno haciendo aún más oscuro y triste el relato. Pero su vida ameritaba aquel tono de voz tan opaco y áspero, rencoroso y casi incapaz de pronunciar más que por una necesidad de relatarla. Había en ella matices tan extremos de felicidad y tristeza que fácilmente ocasionaban trastornos...abruptos cambios de escena que un joven de su edad no alcanzaba a comprender...había sido ingenuo y lo reconocía aunque de nada sirviera sino para darse una razón más para incrementar su culpa.

...Era extraño ese sentimiento...y pensar en él le quitaba todo el encanto...por eso es que desde que me había dado cuenta de que me gustaba...dejé que ese sentimiento me arrastrara...cuando él me confesó que me quería incluso lo rechacé inmediatamente aunque en el fondo sabía que no era cierto...al final mi deseo terminó desbordándome...tuve la suerte de encontrar a una persona que me esperara...Keisuke se llamaba...era un chico encantador de mi escuela...mi misma edad...cabellos negros y ojos dorados...bueno...al menos así es como lo recuerdo...

...nos escondíamos en el patio trasero de la escuela durante el recreo sólo para besarnos...sus frecuentes incursiones a mi casa podían incluir las razones más absurdas pero mis padres no las objetaban...mi habitación era nuestro refugio...tras puertas cerradas nadie sospechaba...o eso era lo que creía...era un chico demasiado ingenuo y absorto en mi fantasía rara vez ponía atención a otra cosa que no fuera Keisuke...

-...quién hubiera pensado que esa relación hubiera podido durar tanto tiempo?...casi un año desde que ´´formalizáramos´´...hacíamos el amor en mi cuarto mientras mis padres no estaban...o en las duchas de la escuela cuando sabíamos que nadie nos vería...salíamos de noche con la excusa de un trabajo en la casa de un amigo...protegiendo entre las sombras lo único que creíamos importante en ese momento...mis padres no preguntaban y eso era indicio de que lo sabían todo...en el fondo era consciente de que me habían descubierto pero qué podía hacer sino seguir fingiendo?qué pensarían mis padres de aquello?...no estaba preparado para oír reproche alguno...no estaba listo para abandonar a Keisuke...

-...Pronto supimos que los padres de Keisuke no estaban de acuerdo con lo nuestro...era de esperarse de esos viejos, incluso él mismo me lo había advertido...si algún día encontraban alguna razón para separarnos lo harían, aunque todavía no se atrevieran a reconocer que eso era verdad...era por eso que no nos decían nada y nosotros, atrevidos y desafiantes...llevábamos toda norma por delante...andábamos juntos por todos lados...sus padres no podían hacer otra cosa que tratarme con cortesía...sonreír...esa mueca falsa e hipócrita...me daba risa de tan sólo verla crecer entre dientes podridos de amargura...

-...Un día...un día...dejé de reírme...todo fue tan rápido...que a penas lo recuerdo...y es que en ese instante no me di cuenta de lo que había sucedido hasta que la cara de Keisuke me lo dijo todo...esa no era un sonrisa...Fue una de esas noches...no podría precisar la hora pero las calles estaban casi vacías...Keisuke estaba medio borracho y yo...que hasta hacía un tiempo me había declarado poco afecto a la bebida...habría tomado uno o dos vasos menos...fue una estupidez...un descuido de los que tantas veces nos habíamos salvado...y ese fue mi castigo...cruzábamos la calle mientras reíamos...hablábamos...nos besábamos...Keisuke se adelantó unos metros...corriendo hacia la otra punta...yo lo observaba abstraído en su figura...completamente tomado por la bebida...cerré los ojos por un momento y luego los abrí porque sentí que él ya no reía...una moto...una moto...sangre...

-...no había muerto esa noche...y sin embargo sabía que lo había hecho para mí...jamás lo volvería a ver...sus padres no lo permitirían...aún así insistí...hice todo lo posible...llamadas extrañas empezaron a sonar en el teléfono de mi casa...amenazas sin nombre...uno que no era necesario precisar...mis padres se alarmaron e intentaron hablarme...advertirme...me pidieron que les dijera qué había pasado...no les hice caso...la rebeldía me hacía sentir especial...diferente...incapaz de ser comprendido por otros que no tenían el amor que yo sentía por aquel chico...

-...Un día no lo encontré más en el hospital...se lo habían llevado...no sé qué pasó con él...pero los padres de Keisuke...ellos...ellos querían venganza...y...y yo...me di cuenta demasiado tarde...

La voz que se había quebrado calló de repente, no había señales si quiera de su respiración apagada. Mu tomó el tubo con fuerza y repitió el nombre de su amigo varias veces hasta que el sonido de un teléfono abandonado le llegó fuerte y claro...no estaba ahí...se había escapado sin poder terminar la historia...sería que él?...no!... Tomó la ropa que había dejado desparramada sobre una silla cerca de su cama y se cambió lo más rápido que pudo.


Había bajado descalzo...la bata aún cubriendo su cuerpo del frío. La lluvia azotaba al suelo sin piedad, impeliéndolo con sus gotas frías y pulposas que por el choque salpicaban pequeñas porciones a los pies blanquecinos de Shaka. Estaba recostado sobre la pared de la entrada, había salido a tomar el aire que le faltaba...mientras se tomaba un mechón de cabello con fuerza, se maldecía por haber huido...siempre lo hacía cada vez que involucraran su pasado...Apoyó su cabeza deslizando su palma por la tersa piel de su rostro...explorando cada arruga formada por su incorregible expresión de desespero...

No pude...finalmente no pude decírselo...soy tan débil...tan egoísta...

No lo eres...deja de decir esas cosas...

Mu!...qué...?

El pelimorado cerró la puerta de su auto negro y se sentó junto a Shaka, sin importar lo mojado que había terminado después de estar esperando unos minutos bajo la lluvia alguna respuesta por parte de su amigo. El rubio se acurrucó contra la pared escondiendo su cabizbaja tristeza...se avergonzaba aún más por el hecho de haberle causado tantas molestias...

Perdona Mu...no era necesario que vinieras...después de todo fue mi culpa que te despertaras a esa hora...

Por un momento pensé que tú...ibas a cometer alguna locura...qué pasa contigo Shaka?si sigues así vas a perder la cabeza...

...Tenés razón...qué puedo hacer?...qué puedo hacer para que esto termine?...ya no aguanto...

Shaka se tomaba el cabello sin permitir que Mu pudiera acercase demasiado...quería abrazarlo...pero qué si eso significaba confundirlo más de lo que ya estaba?había quedado claro que nada podía haber entre ellos...una promesa pactada antaño lo impedía...sin embargo fue el mismo rubio el que lo miró antes de calmar definitivamente su espasmo...con ojos intensos y pasionales que brillaban bajo la luna oculta entre las nubes oscuras de lluvia, cubierta por edificios interminables. Vacilante al comienzo, decidido al instante, sumergió sus labios carnosos en los de Mu. Se separó un momento jadeante para cobrar aire, ante la atenta mirada de un pelimorado sin habla.

Shaka...qué?...por qué lo hiciste?...no estes jugando...

Cállate Mu...no digas nada...

El rubio se puso de pie y se encaminó hacia el auto, dejando a su paso que el agua oscureciera sus finas hebras doradas. Las ropas se pegaron a su cuerpo, haciendo de cada línea una deliciosa curvatura. Echó un vistazo al pelimorado que lo observaba embelesado y se adentró al auto...qué hacía?...lo incitaba a seguirlo...era irresistible cubierto por esa fina capa de cristal que bañaba sus mejillas...Mu se acercó a la puerta, tragó saliva y la abrió.

Shaka lo esperaba en la otra punta, mirando las gotas estrellarse contra el vidrio...deformando la calle que se extendía del otro lado. Cambiaba tan rápido de ánimo que nunca le daba tiempo de acoplarse. Se sentó suspirando ligeramente cansado de batallar inconscientemente contra ese hombre...

Estás bien?

Sí...perdona...a veces soy demasiado impulsivo...

Está bien...me gustan tus labios...

Ah sí...eso me dijo Keisuke una vez...me dijo que tenían´´sabor a...fresa´´

...tenía razón...

Quieres...volver a probarlos?...