Capítulo 11
bueno después de todo el quilombo...acá les dejo lo que sigueXDDgrachias por todo muaksss!arioshhh!
Acababa de acordarse...pero qué podía hallar en ese ambiente tan acogedor algo de la fría habitación en la que vivía?...cuyas paredes casi lo obligaban a acurrucarse en un rincón con su soledad...la ventana que daba al exterior...y esa presencia inusitadamente melancólica de la luna que traspasaba el cristal hasta dar en su rostro...y la imagen de su esposa...quizás ahora convertida en alguno de esos rayos luminosos que sólo reflejan un brillo que no les pertenecía...y es que él la había amado pero se había enamorado de aquel fulgor que ya no tenía... Cómo estaría?...sin darse cuenta recordó que la había dejado sola...
Algo se movió a un costado balbuceando palabras ininteligibles. Mu se enderezó descubriendo su desnudez con un poco de vergüenza...pero su discreta sonrisa enseñaba otra cosa. Probablemente fueran los brazos que afectuosamente lo envolvían y a los que había tenido que obligar a replegarse suavemente por la fuerza con que estaban agazapados a su cintura...El hombre a su lado de rubios cabellos adornando el forro de negro terciopelo del asiento con graciosas formas doradas, abrió los ojos tras una imperceptible fricción de sus párpados...arrugó la nariz y saludó al pelimorado dibujando con sus labios algo que parecía ser un ´´hola´´. Mu acercó sus labios a esos que tantas veces había probado durante la noche y de los que aún no había conseguido saciarse por completo, y los rozó suavemente dándole la bienvenida a la mañana que a decir por la poca luz del día, no estaba dispuesto a mostrarse en todo su esplendor. Se acercó a la puerta opuesta en la que descansaban los pies de ambos, y levantó algunas ropas del suelo que, al igual que sus cuerpos, mostraban manchas de humedad que oscurecían aquellas zonas. Tiró al rostro de Shaka la bata azul y se llevó consigo la camisa lavanda sin olvidarse por supuesto de sus respectivos boxers(U).
Mientras luchaban por cambiarse en un espacio reducido, Mu apagó el calefactor del auto...pero Shaka no parecía muy de acuerdo en que bajara las ventanas aunque el calor no daba espacio a respirar otra cosa que no fuera el mismo aire caliente del que ya había abusado demasiado.
No habras la ventana...
Tú mismo lo dijiste anoche...mi esposa...
Es verdad...
No sé qué voy a decirle ahora...cómo le voy a explicar que no estuve durante toda la noche?...estoy seguro que en algún momento se dio cuenta de que no estaba...
Su expresión había cambiado como lo hacía últimamente en una ráfaga de segundo...Al menos casi había podido anticiparla y sus reacciones de a poco se iban transformando en algo menos confuso y sutilmente más predecibles...o eso era lo que él quería pensar...como un plus de seguridad que le permitiera no estar todo el tiempo preguntándose cuál sería el próximo desenlace. Las manos del rubio tantearon con ansiedad los bolsillos pequeños de la bata aún sabiendo que allí nada parecido a una cajetilla de cigarrillos podía entrar. Luego tomaron con urgencia un mechón de su cabello tirando fuertemente de él, pero sin lograr hacer un daño suficiente como para dejar escapar un gemido. Mu observaba en silencio cómo los labios que había besado se fundían haciéndose más pequeños y finos...perdiendo ese color rosado y maravilloso que tanto se asemejaban al sabor a fresa que despedían...sin poder pensar en otra cosa que evitar que siguiera desfigurando su bello rostro bajo la máscara de la desesperación, acercó una mano premeditando una solución a su problema.
Está bien...no te preocupes...tengo una idea...
Así, Shaka contempló con interés la extraña calma de su amante...acomodando su corbata ceremoniosamente...arreglándose el largo y hermoso cabello con sus manos mientras el pequeño espejo del retrovisor le indicaba en dónde debía apoyar sus dedos...poniéndose el pantalón y estirando la ropa para evitar que las arrugas fueran descubiertas...y finalmente acomodando sus pies en las medias y zapatos...
Iré a visitarla...le diré que ayer tuviste...algún problema y tuviste que quedarte en mi casa...
Pero a esa hora de la noche!
Ya se me ocurrirá algo...
Ella sospecha Mu...ella sospecha de nosotros...
Y qué si lo hace?...no es tiempo de que dejes de vivir dos vidas sabiendo que no puedes hacerlo?...eres inestable...no puedes siquiera mantener una...
Hago lo que puedo...tú no entiendes...
Me gustaría hacerlo..te traeré cigarrillos si quieres...
Gracias...
Salió del auto...por qué se acerca?...viene para acá?...no es posible...cómo puede hacerlo después de...?...
Tras la cortina beige(era beigeXD?)que ocultaba el espantoso color gris de la mañana, una mujer de cabellos negros escrutaba con atención el semblante encantador de un oficinista pelimorado. Su próxima parada era más que obvia y ese destino era el timbre de su departamento. Con una rapidez más que sospechosa para cualquier vecino del que fuera un blanco habitual de miradas chismosas, corrió la cortina tapando completamente la ventana, corrió hacia el portero, y a penas se escuchó el sonido del timbre recorriendo los cables y llegando a sus oídos, tomó el auricular en sus manos y utilizando una de sus tan hábiles voces lo invitó a subir.
Inmediatamente preparó la mesa del living decorándola con las únicas flores que podían albergar algo de vida en aquel lugar...colocó en un pequeño plato un par de galletitas y puso a calentar un poco de café en la hornalla. No había comportamiento en aquel hombre que la sorprendiera...no después de lo que había visto en el coche...una visión que no tenía dotes de diafanidad pero sí le servía para confirmar todo... Incluso le daba gracia en su amargura que siendo Shaka un alma solitaria, hubiera conseguido que alguien tuviera la memoria suficiente a pesar de pocas visitas, de recordar el piso de su departamento...entonces...era evidente que había algo más que una simple atracción o una ambigüedad entre amistad y amor...
Señora Natsuki?
Una voz dulce llamó a la mujer tras haber dado tres golpes en la puerta. Natsuki fue a su encuentro procurando que todo estuviera en orden y sobre todo, que sus facciones endurecidas por la furia, le permitieran por lo menos forzar una falsa sonrisa. Abrió la puerta tras practicar mentalmente sus línea pero aún experimentada en las artes del engaño, las palabras tardaron unos minutos en aparecer.
Hola señora Natsuki...
...-
Ho...Hola!...
Le pasa algo?
No!...no es nada...adelante por favor...
El recibimiento...e incluso aquel aroma a roble le parecían un deja vu quizás porque pocas veces había sido invitado. La mujer se hizo a un lado señalándole con una mano al pelimorado los sillones del living y la mesita ratona en la que esperaban apetitosas galletas y dos tasas pequeñas que todavía no habían sido llenadas con café.
Estoy preparando café...quiere otra cosa o está bien?
Ah...gracias...pero no era necesario...estaba de pasada porque quería comentarle que su esposo me llamó anoche por un problema que tuvo con la empresa...ud sabe...cosas de negocios...y nos quedamos hasta tarde en mi casa tratando de solucionarlo...es por eso que tuvo que quedarse a dormir...
Ahh...entonces está en su casa?...gracias a Dios que vino señor...?
Mu...(y el apellido ni ideaXD)
Estaba preocupada...me desperté a media noche a servirme un vaso de agua y no lo encontré...no sabe lo que fue!...casi llamo a la policía...jamás me había pasado algo como esto...
Un poco agitada y sus ojos envueltos de una película brillante que pregonaban lágrimas, se acercó a Mu y lo dejó estrecharla entre sus brazos. No estaba previsto en sus planes...y aunque supiera que en un comienzo hubiera sido resultado de otra de sus farsas, necesitaba ser abrazada de esa manera. La paradoja del amor...había alguien inventado alguna tésis que se encargara de explicar una extravagancia como aquella en la que dos rivales podían abrazarse por necesidad?...y aún así ambos dañándose al unísono...ella por saber que a su lado estaba el hombre que le había quitado finalmente a su esposo...él por tener un corazón frágil en el cual la culpa era fácil de infiltrarse...
Gracias...yo...por favor dígale que estoy preocupada...por favor que me llame...
Sí no se preocupe...ahora si me disculpa, tengo que irme...
Sí...gracias Mu...vuelva cuando guste...
...sí...gracias...adiós...
Adiós...
Por qué la odiaba de esa manera(shaka a natsuki)?...Sería una de las tantas aporías que su relación debía enfrentar?...Parecía una mujer tan encantadora pero aún así comprendía que era ingenuo fiarse de las apariencias...acaso el mismo Shaka no era el que le había enseñado que la decadencia no es algo digno de manifestar?...y en esa pareja detectaba demasiados indicios que lo hacían sospechar de las razones que los llevaban a sobreponer la opinión de los demás por sobre la felicidad propia...quizás el rubio no fuera el único infectado o incluso hubiera sido él o su familia la responsable de la infección...quizás Shaka ni siquiera estuviera al tanto de que su esposa también sufría porque él no era capaz ni de ayudarse a sí mismo...Ahora sentía pena por esa mujer y no había descripción o premonición que pudiera superarla...pero qué podía hacer él?...alguien que había conseguido a duras penas escabullirse de sus propios demonios...no podía salvar a uno sin entregar al otro...y su esposa...Asako...a ella también tenía que salvarla?...no podía...su única salida era aferrarse al presente y a Shaka...
Un Malboro box por favor.
Tomó la cajetilla deseando que su poca cultura fumadora no impidiera que Shaka se tranquilizara y se dirigió al auto observando que afortunadamente el rubio había abierto finalmente una de las ventanas cubriendo el hueco con su bata azul. No tendría frío?probablemente...se golpeó mentalmente pensando lo descuidado que había sido al no haberle traído algo de su ropa.
Shaka estás bien?...
Levantó un poco la bata y lo vio agazapado como la noche anterior, contra la ventana. Dio la vuelta hacia el asiento del conductor y entró al auto ofreciéndole inmediatamente el paquete de Malboro al rubio.
Toma...iremos a mi casa, conseguiremos algo de ropa allí y te traeré de regreso...
...no quiero volver...
Ella está preocupada Shaka...no puedes ser así...tienes que llamarla aunque sea...
Cómo puedes creerle Mu!Ni siquiera la conoces!
De todas maneras no puedo dejar que te quedes en mi casa...
Asako verdad?...está bien...gracias por todo...
-No estás verdad Mu?...pero no lo oí irse esta mañana...no puedo gritar aunque quiera...quería disculparme cuando llegara el final pero...-suspiro- creo que no voy a poder...si tan sólo pudiera escribirlo...pero no tengo fuerzas...-gemido-voy a morir así?...sola?...no me da miedo la muerte...pero estas paredes...no me dicen nada...estas paredes no van a perdonarme...-sollozo- por qué no estás acá Mu?...pero tal vez así sea mejor...prefiero imaginarme un adiós que probablemente no hubiera sido el mismo si hubieras estado a mi lado...
