Capítulo 14. Sucesos inesperados.
¡Mami!.- Jazmín se lanzó corriendo a los brazos de su madre.
Mi pequeña.- susurró Yuri, llorando, al tiempo que abrazaba y besaba a su hija.
Mami, el monstruo quería tu collar pero yo lo escondí para que no lo encontraran.- musitó ella.- Le pedí a Ramona que me lo guardara...
Tranquila, pequeña.- dijo Yuri.- Ya estoy aquí, todo estará bien.
Entre Kenji y Touya habían inmovilizado a Marco. Genzo y Taro intentaban ayudar a Tsubasa.
¿Cómo te sientes?.- inquirió Misaki.
¿En dónde te hirió, amigo?.- preguntó Genzo.
En el brazo.- musitó Tsubasa.- Y podría estar mejor, pero creo que he estado peor...
Tenemos que llevarlo a un hospital.- dijo Sanae, llorando.- Ha perdido mucha sangre.
Lo haremos, en cuanto nos hagamos cargo de este sujeto.
Lo escuché hablando con alguien más.- informó Sanae.- Ellos están aquí y están a la espera...
En cuanto Gianella se de cuenta de que tardo en salir.- masculló Marco.- Entrará.
No se ensuciará las manos por un tipejo como tú.- anunció Genzo.- Nos iremos antes de que venga...
Alisse, por su parte, había subido corriendo a buscar a sus hijos, los cuales se encontraban relativamente bien. Kaoru estaba muy cerca de una crisis de histeria, pero ya Daniel había intentado tranquilizarla y estaba muy cerca de conseguirlo. Hayate y Daibu estaban sin comprender nada de lo que ocurría y ellos se quejaban porque querían dormir.
Debemos irnos cuanto antes.- les dijo Alisse a los retoños.- No hagan ruido...
Mami, no dejes que el monstruo le haga daño a Jazmín.- pidió Kaoru.
Tranquila, corazón.- respondió Alisse.- Sus papás ya están aquí y ellos no dejaran que nada malo le pase.
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Lo primero que hizo la agente especial de la INTERPOL, Victoria Kamiya, al traspasar la frontera alemana fue ponerse en contacto con su base en Munich. Obviamente, todos querían saber en dónde se había metido la agente pero ella les contestó que había ido tras una pista de los Matute.
Necesito refuerzos, de inmediato.- dijo la agente Kamiya, dando la dirección en donde se debían encontrar Tsubasa y Sanae en esos momentos.- Va a haber una confrontación ahí. Yo llegaré a dicho lugar en pocos minutos.
Más tarde, cuando por fin llegaron a Munich, la agente Kamiya encontró su automóvil estacionado exactamente en el mismo sitio en donde lo dejó cuando pilló a Genzo y los demás fugándose, y ella aun traía las llaves.
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Yuri había logrado controlar la hemorragia de Tsubasa apretando un poco más el torniquete, pero era evidente que el muchacho necesitaba asistencia médica inmediata.
No puedo hacer mucho aquí, sin el equipo médico adecuado.- comentó Yuri.- Pero el hospital queda a pocas cuadras de aquí. Sanae, será mejor que tú y Tsubasa vayan para allá...
¿Y ustedes?.- inquirió Sanae.
Nos iremos.- murmuró Yuri.- Ya encontraremos la manera de terminar con este lío. Pero por lo pronto, ustedes deben irse ya.
No los dejaremos solos.- musitó Tsubasa.
Ya se han arriesgado lo suficiente.- negó Genzo.- Les agradecemos mucho la ayuda. A todos. Pero a partir de ahora nosotros nos haremos cargo.
Si ya nos metimos en esto, lo mejor será llegar hasta el final.- replicó Taro.-No los abandonaremos a mitad del camino.
Además.- Alisse llegó en esos momentos. La chilena había metido a todos los niños en la biblioteca, la cual curiosamente tenía una escalera que llevaba hasta el sótano.- Si ya mandé llamar a mi abuelo, mínimo hay que pedirle el favor completo.
Yuri y Genzo se miraron. Ambos consideraban las posibilidades. Tsubasa ya había resultado herido y ninguno de los dos quería que otro de sus amigos saliera lastimado. Además, ya contaban con la ayuda de Kenji y Touya y quizás también con la de la agente Kamiya...
No creo que sea conveniente.- respondió Genzo, al fin.- Sálganse de esto ahora que pueden...
De ninguna manera.- negó Alisse, testarudamente.- Ustedes son nuestros amigos y...
Y de pronto, Taro lo vio. Una figura de negro estaba parada en el jardín y sostenía algo que parecía estarle apuntando a su esposa...
¡Alisse!.- alcanzó a gritar Misaki, al mismo tiempo que saltaba sobre ella.
Se escuchó un estruendo. El vidrio del ventanal que daba al jardín se hizo añicos. Jazmín gritó, asustada por el escándalo. Con el disturbio, Marco aprovechó la distracción de los hermanos Wakabayashi y se zafó. Tsubasa instintivamente interpuso su cuerpo para proteger a Sanae y Genzo saltó sobre Yuri y Jazmín. Marco consiguió recuperar el arma y amenazó con ella a Kenji y a Touya. Cuando las cosas medio se calmaron, Alisse se dio cuenta de que su esposo estaba acostado sobre ella y que un líquido espeso y caliente escurría por su brazo.
¡Taro!.- gritó ella, al tiempo que se incorporaba para tomarlo a él entre sus brazos.- ¡Estás herido!
No... No es gran cosa... .- musitó él.
¡Claro que lo es!
Sin embargo, Alisse vio que Taro tenía razón: la bala había pasado rozándole el hombro, produciéndole una herida muy leve.
Estaré... bien.- susurró él.- Lo importante es que tú... estás bien...
Genzo se incorporó. Ni Yuri ni Jazmín habían resultado lesionadas, pero la niña lloraba del espanto. Todos intentaban averiguar qué era lo que había ocurrido cuando Yuri captó la presencia de una mujer rubia, alta, hermosa, de ojos azul hielo, que había entrado a la sala a través del ventanal roto.
Se acabó el juego.- dijo Gianella Matute.- Y yo gané.
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Jean Lacoste había recibido la llamada de Vicky. Él dudaba que fuera cierta la versión que ella le dio, pero prefirió ahorrarse sus opiniones para después. Se notaba que su compañera necesitaba ayuda, a juzgar por el tono apremiante con el que ella habló. Curiosamente, momentos antes de recibir la llamada de Vicky, Jean había estado charlando con otro de sus compañeros.
Es curioso.- comentó el otro agente.- Pero la actividad en el barrio que está vigilando la agente Kamiya ha aumentado considerablemente en las últimas horas.
¿Qué quieres decir?.- inquirió Jean.
Que ha habido mucho movimiento de personas y vehículos. Por supuesto que nos hemos mantenido alertas pero aun así nadie ha hecho ningún movimiento sospechoso que indique que esté pasando algo...
Uhm.- gruñó Jean, quien en esos momentos recibió la llamada de Vicky.- Hasta que por fin se aparece esta mujer...
Mientras Lacoste charlaba con Kamiya, el otro agente recibió una señal de alarma.
¡Por Dios! ¡Se han producido una detonación!.- exclamó.- ¡Lacoste!
¿Qué ocurre?.- Jean acababa de colgar.
Han reportado el disparo de un arma en la casa que pertenece al señor Kenji Wakabayashi.- explicó el agente.
¿Qué dices?.- exclamó Jean.- ¿Cuándo fue eso?
Hace cinco minutos.- respondió el agente.
¡Demonios! Creo que era esto a lo que se refería Kamiya... Envía refuerzos cuanto antes...
Veinte minutos después de la primera detonación, se reportó un segundo disparo. Vicky llamó a Jean tan solo treinta segundos después del reporte.
Como te dije, necesito refuerzos.- dijo ella.- Los Wakabayashi están bajo ataque y son los Matute.
Querida, te enviaré un escuadrón.- respondió Jean.-A tu entera disposición. Yo mismo iré para allá.
De acuerdo.- Vicky cortó la comunicación.
La agente Kamiya decidió esperar los refuerzos. Ella sola no sería de mucha ayuda...
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Yuri miraba fijamente a la mujer que se había convertido en su pesadilla, desde el día en que uno de sus secuaces había cometido el error... O quizás el error lo había cometido ella, al conocer a Leonardo...
Era curioso que, en ese preciso momento, Yuri recordara cómo era que había conocido a Leonardo García. Cuando ella lo vio en la Facultad de Medicina, en México, le llamó mucho la atención. Leonardo era realmente apuesto... Él tenía miles de admiradoras, pero desde el principio él se fijó en Yuri... Mejor dicho, Leonardo se fijó en Lily. Ella era popular por su belleza, pero más que nada, por su inteligencia... Lily era de las alumnas más destacadas de la Facultad y ella siempre expresó su deseo de ser cardiocirujana... ¿Habrá sido por eso que Leonardo se fijó en ella? ¿Ya desde entonces buscaba a alguien que pudiera ayudarle con la enfermedad de su padre? Lily nunca pensó en eso en aquellos momentos. Leonardo rara vez hablaba de su familia.
Mi viejo es un hombre muy ocupado.- había dicho él.- Se la pasa viajando por el mundo...
Y Lily había sentido compasión por él. La madre de Leonardo había fallecido dos años atrás y la única familia que a él le quedaba era su padre ausente y viajero y una hermana, que era mayor que él...
Casémonos.- le había dicho Leo a Lily, cuando llevaban ya un año y medio de novios.- Eres la mujer con quien quiero pasar el resto de mi vida... Deseo construir contigo una familia, una familia en donde nuestros hijos siempre estén rodeados de amor...
Yuri se preguntó muchas veces si todo había sido parte de la estrategia de Leonardo. Como él no era tan excelente estudiante, había conseguido entrar en todos los proyectos de investigación de Lily gracias a las influencias de ella. Y cuando Lily envió su solicitud a España para realizar la residencia de Cardiocirugía allá, Leonardo también envió la suya. Por supuesto, la doctora Toledo los aceptó a ambos...
"Y pensar que fui yo la que le facilitó las cosas", pensó Yuri, con tristeza. "Quién diría que ese hombre encantador resultaría ser el hijo de un asesino...".
Mientras Yuri recordaba todo esto, Marco y Gianella ya habían puesto todo en orden. A su orden. Varios sujetos más entraron después de la mujer y los amenazaban a todos en ese momento con sus armas. Tsubasa estaba apoyado contra Sanae. Era evidente que cada vez se ponía peor. Alisse le había hecho una curación leve a Taro, bajo la vigilante mirada de Marco. Kenji y Touya parecían estar esperando el momento oportuno para lanzarse sobre los mafiosos. Genzo estaba sentado a un lado de Yuri y retaba a todos con la mirada. Yuri abrazaba fuertemente a Jazmín, quien miraba a Leonardo Matute con cierto temor.
Mami.- dijo ella.- Yo vi a ese niño en mi guardería la otra vez.
Sí, chiquita.- murmuró Yuri, en español, idioma que su hija entendía.- Pero ahorita no digas nada...
Y por fin.- habló Gianella.- Después de tanto tiempo, nos encontramos nuevamente, Lily Del Valle. ¿Quién diría que el mundo es tan pequeño? Cuando Leonardo me dijo que tú y tu doctora española habían descubierto el códex, no me la podía creer. Durante estos cinco años que estuve en la cárcel, planeé mi venganza. Saboreaba el momento en el que pudiera cobrarte con sangre todo lo que nos has hecho...
Yo no les he hecho nada.- Yuri confrontó a Gianella, a pesar de que se moría de miedo.- Ustedes son los que torcieron el camino...
Gianella abofeteó a Yuri. Ésta empujó a su hija hacia el sillón. Genzo intentó atacar a Gianella, pero dos mafiosos lo detuvieron.
Tranquilo.- le dijeron.
Desgraciados, malditos.- masculló Genzo.
Ten cuidado con lo que dices, querida.- dijo Gianella a Yuri, furiosa.
Yuri la miró con odio y rabia.
Bien, ya me harté de todo esto.- dijo Gianella.- Tomaremos lo que queremos y después te haré pagar lo que me debes.
Gianella agarró a Jazmín por el brazo. La niña gritó. Yuri se lanzó sobre Gianella, cual leona dispuesta a defender a su cría. Gianella soltó a Jazmín. Ésta salió corriendo y fue a esconderse a la cocina. Kenji y Touya aprovecharon y se lanzaron contra sus captores. Taro se le dejó ir a Marco. Genzo atacó a sus dos agresores. Yuri y Gianella se enfrascaron en una batalla por Jazmín. Yuri atacaba y se defendía con todo, pero Gianella era más fuerte. Ella empujó a Yuri y se sacó el arma que traía en el cinturón. Gianella se incorporó con rapidez y le apuntó a Yuri a la cara. Ésta se incorporó lentamente.
¡Suficiente!.- gritó Gianella.- ¡Ya me harté de ti!
Gianella quitó el seguro del arma... Yuri cerró los ojos... Y se escuchó un estruendo...
¡No!.- gritó Genzo.- ¡Yuri!
Pero Yuri no estaba herida. Ella abrió los ojos y vio que Gianella miraba, sorprendida y con los ojos muy abiertos, el agujero de bala que apareció en su estómago. Gianella cayó sobre la mesita de la sala, rompiéndola.
Ya me cansé de tanto juego.- dijo Lou Montessori, quien sostenía en la mano el arma que había matado a Gianella.- Quiero que me entreguen el códex. Ahora.
Genzo, Yuri, Taro, Alisse, Tsubasa y Sanae miraron sorprendidos cómo varios sujetos entraban en la sala y amenazaban con sus armas a los seguidores de Matute.
Notas:
¡Changos! Ya maté a dos personas y no me gusta hacer eso...
Por cierto, ya investigué y el autor del libro "Jaque perpetuo" ("Daddy") al que hice referencia en el capítulo pasado es Loup Durant. Y ya de paso (porque no sé en dónde más ponerlo), el libro de "El Clan del Arpa", el cual hice mención en el fic de "Enredo de Amor (Rivales por Accidente)" fue escrito por Jeanne Williams.
Ofrezco disculpas por los dedazos que han aparecido en algunos capítulos. Normalmente suelo leer dos veces los capítulos que escribo antes de publicarlos para corregir los errores, pero a últimas fechas no he tenido la oportunidad de hacerlo. No volverá a ocurrir. Si hay algo que detesto en mis escritos, son los errores ortográficos y gramaticales.