Capitulo 5: Baile de Gala y el Adiós
Se observaba en el espejo, asegurándose de estar lista para esa llamada "gran noche", vestida en un hermoso vestido largo, levemente maquillada y con el cabello libremente cayendo por su espalda. No podía concentrar su vista en el espejo, estaba sumida en sus pensamientos, pensando en como debía de actuar en esa noche, triste o feliz.
Leves toques a la puerta interrumpieron sus pensamientos, entonces camino a la puerta aun con los pies desnudos, abriéndola suavemente para toparse con la figura de su abuela que sonreía, de forma forzada, pues aun recordaba la razón por la que su nieta se sentía últimamente triste. Sumire vestía un traje de gala, se quedo callada, preguntándose que decir, intentando ver los ojos de Sakuno, pero ella parecía no querer ser vista.
- ¿Lista?- pregunto, acabando con el incomodo silencio sin borrar la sonrisa.
- Si…- contesto a lo bajito, desviando la mirada de su abuela, temiendo que notara el dolor en sus ojos. Volteo para tomar los tacos que usaría en esa noche, localizados sobre su cama, pero su abuela tomo su brazo suavemente, deteniéndola de inmediato.
- Sakuno, por favor…- le suplico, tomando un breve tiempo, pensando en una forma de convencerla para que disfrutara de esa noche. -…disfruta de este día, no se da todo el tiempo… asegúrate de no arrepentirte de no haberlo disfrutado.- le pidió una vez soltado el agarre, irguiéndose y mirándola con total seriedad.
- …de acuerdo…- respondió luego de pensarlo un poco y sonrió, mirándola, ahora un poco mas feliz, no totalmente, pero un pequeño brillo de felicidad se noto en sus hermosos ojos.
El gato acariciaba la pierna de su dueño, que miraba fijamente el espejo, analizando cada parte de su cuerpo, ya vestido con la etiqueta negra, el cabello como siempre, pero a pesar de no haberse esforzado por verse bien, realmente parecía todo un galán ((opinión personal xD)), aunque no se encontraba así.
- Algo falta…- susurro frunciendo el ceño, intentando encontrar lo que le faltaba, continuando su análisis, pero se vio interrumpido por varios toques a la puerta, la que observo molesto por la interrupción. – Pasa…- dijo y se alejo del espejo, sentándose sobre la cama, pues no quería que lo vieran tan preocupado por verse bien…
- Ryoma.- dijo la voz masculina, adentrándose el hombre, con una etiqueta similar a la de su hijo, aunque claro, más grande. Se sentó junto a el, sobre la cama, posando ambos brazos sobre los muslos de sus piernas y mirándolo fijamente.
- ¿Qué?- contesto sin voltear a verlo, desviando su mirada hacia las cortinas que cubrían la ventana, logrando sentir la mirada de su padre sobre el.
- Quiero pedirte un favor.- menciono de forma seria, algo que impresiono a Ryoma, abriendo sus ojos un poco, sin creer que estuviera hablándole en serio.
- ¿Qué es?- pregunto haciendo el desinteresado, manteniéndose a la defensiva, cuando sintió una mano sobre su hombro, que lo hizo girar de inmediato hacia a la mano, la observo sorprendido y luego miro a su padre, que sonreía levemente.
- Disfruta de este día y por favor… no dejes escapar ninguna oportunidad…- le pidió dando unas ultimas dos palmadas, para luego levantarse frente a el, sin mirarlo. Sabia que sus palabras lo habían sorprendido y en parte le daba un poco de risa, pero bueno… no lo culpaba. Hastiado de tanta seriedad, decidió molestar un poco a Ryoma.
Aquellas palabras lo sorprendieron, escucharlo hablar de tal forma, no era nada común en el. Lo miro con detenimiento, esperando algo que lo hiciera salir de lo que consideraba un sueño, pero esto no llego. Luego de pensarlo por breve momento, con el ceño arrugado, decidió decirle algo a su papa, una respuesta, pero apenas logro abrir sus labios.
- Y recuerda los consejos que te di ayer, muchachito.- agrego con el tono que siempre usaba, acto seguido guiñó el ojo, sonriendo ampliamente, esperando la reacción de su hijo.
- ¡Papa!- regaño desde su asiento sin moverse, pues esos "consejos" no eran exactamente los mejores que les había dado. Se levanto caminando hacia la puerta, dando fuertes pasos contra el suelo, descargando su irritación contra este, llego a la puerta y la abrió, aunque no salio. – Quise decirte algo… pero veo que es imposible…- musito molesto y luego salio dando un portazo, olvidándose de su análisis.
- Mmm… lastima…- dejo escapar un suspiro agotado, ignorando la molestia de su hijo.
Coloco un pie sobre la brea, ya con los tacos puestos, sin evitar sonreír, este había su sueño, desde hace mucho su abuela le había contado sobre lo especial que era esa noche y ahora lo viviría por ella misma. Con ambos pies afuera, salio del carro y se irguió, observando a su alrededor, sintiendo la fría brisa del viento chocando con su piel, parte de su cabello moviéndose y sus ojos fijos en la luna llena.
- …que hermoso…- susurro sonriendo.
- Sakuno… por aquí.- señaló su abuela, apuntando hacia el edificio, donde las personas entraban en conjunto hablando y comentando, entre ellas pudo identificar a su amiga que buscaba entre la multitud a alguien.
- ¡Tomoka!- llamo cuando ya estaban mas cerca, a una distancia de ellos y su amiga a punto de entrar al edificio, haciendo fila tras otras personas.
- ¡Sakuno!- contesto, acercándose y comenzado a hablar. Sumire se unió a los familiares de Tomoka, con quienes comenzó a hablar, dejando a las chicas solas para que disfrutaran juntas.
Detuvieron el auto, deteniéndose a hacer comentarios sobre el lugar, impacientando a Ryoma, que interrumpió la conversación, abriendo la puerta y saliendo del carro. Se quedo parado afuera, por un momento mirando hacia al frente y luego observo a su padre, seriamente, esperando a que se bajara, pero este solo lo observo sonriendo. Frunció el ceño sin comprender porque sonreía¿Qué era lo gracioso?
- ¿Te quedaras ahí?- consulto impacientado, sintiendo una brisa mas fuerte chocar contra su cara y moviendo mechones pequeños de su cabello.
- No.- contesto y se alisto para salir, sin poder borrar su sonrisa, satisfecho por estar molestando a su hijo. Cerro la puerta y levanto la vista hacia al frente, viendo a su esposa que lo miraba molesta, sobre el techo del auto.
- Deja de molestar a Ryoma.- le ordeno con una mirada amenazante y Nanjiroh reconocía esa mirada, así que decidió colocarle un alto, muy decepcionado, a su burlas.
- Bien hijo… vayamos…- dijo, colocando dentro de sus bolsillos ambas manos, caminando tras su hijo que agradecía a su madre por ponerle un alto a su papa.
Luego de firmar en el libro de visitas, se adentro en el edificio, buscando con la mirada casi sin darse cuenta, a Sakuno y dejando atrás a su familia, entro por la gran puerta que conducía a otra sala, aun más inmensa donde entreabrió sus labios de la impresión. Era un lugar muy fino, una barra a unos pasos de el, situada a su mano derecha, una pista inmensa pegada a la pared, a la mano izquierda y muchas mesas, varias ya tomadas por otras personas, decoradas y con platos sobre la mesa, junto con cubiertos entre otras cosas. Eso no era lo que importaba…
- ¡Echizen!- grito esa voz conocida acompañada de varios pasos apresurados, que le daban a conocer que estaban corriendo.
- ¿Mm?- se limito a contestar sin dejar de buscar a los alrededores a la muchacha, pero sin éxito alguno.
- Pensamos que no vendrías.- menciono Horio, intentando de captar la atención del muchacho que solo lo observo levantando una ceja. – Y… ¿Quién es tu pareja?- pregunto observándolo pícaramente, cruzando sus brazos, porque sabia que todo el que estaba allí, había sido invitado por otra persona o había sido invitada.
- No molestes.- regaño Ryoma, lanzando una mirada casi aniquiladora que le helo los sentidos a su compañero, que dejo de observarlo de esa forma para desviar su mirada y tragar saliva nervioso.
- Lo mereces Horio…- susurro el otro que estaba a un lado del que recibía la mirada, el mas bajito de todos.
En ese instante, una mano puesta sobre la parte superior de su espalda, lo empujo hacia la puerta por donde entro, dejándolo dentro de la otra sala junto a sus demás amigos que al igual estaban confundidos.
- Quédense aquí, comenzara el desfile.- les pidió la mujer adentrándose nuevamente hacia la sala.
Ryoma alcanzo a verla cuando volteo para ver de quien se trataba, esta se alejo y con ayuda de otras personas adultas, llevo hacia fuera de la sala, los graduados para comenzar ese desfile. Ella era la presidenta del consejo…
- Vaya un desfile…- susurro Horio con una mano sobre su cabeza.
- Si…-
Abrió los ojos de golpe cuando tomo conciencia de aquella palabra, "desfile" y ahora era que se daba cuenta de participaría en un desfile, jamás había estado en uno, comenzó a ponerse nervioso sin saber que hacer, mirando hacia los lados, buscando a alguien que lo informara y lo orientara. Poco a poco se fue formando una fila, cada quien con una pareja, las chicas de un lado y los chicos de otro, entre la multitud estaba la pareja de Tomoka con Akira, quien decidió invitarla, por motivos que el alcanzaba imaginar. Ignoro aquello por un momento, preguntándose que hacer, cual era su lugar.
- Ryoma…- susurro una voz que no reconoció de inmediato, pero lo hizo girar al instante, con una mirada frustrada que se ablando al verla frente a el.
- Sakuno…- musito sorprendido, relajando su cuerpo y olvidando el porque de su nerviosismo, observando con detalle como ella se encogía de hombros sonrojándose, estaba hermosa con ese vestido y mas con el cabello cayendo tras su espalda, ahora que recordaba nunca la había visto con este suelto.
- Em… las parejas desfilan juntos y…- titubeo, intentando explicarle que ellos eran pareja, pero esa simple palabra era difícil de pronunciar.
- De acuerdo…- dijo el, comprendiendo el mensaje, acercándose un poco inseguro hacia su lado, pero recordó las palabras de su padre y se decidió a tomarle la mano, sintiendo como una clase de choque eléctrico recorrer desde su mano hasta su cabeza.
Sakuno le sonrió antes del pequeño incidente, agradeciendo que Ryoma pusiera fin a ese momento algo vergonzoso para ella, pero en el momento que sintió aquel toque en sus manos, irónicamente sintió ese choque eléctrico, su corazón se movió con rapidez dentro de su pecho, la sangre se acumulo en su cerebro y su respiración se hizo agitada.
- Vamos.- murmuro fingiendo que no sentía nada, pero a pesar de sus esfuerzos, las sensaciones en su cuerpo lo dejaban al descubierto, como el frío sudor que se aparecían en sus manos de lo nervioso que estaba, al igual que ella, que tan metida en intentar controlar esas sensaciones no se percataba de que el se encontraba en las mismas.
Se colocaron en fila, Sakuno mirando el suelo sonrojada, abrazando tímidamente el brazo de Ryoma quien miraba hacia al frente, pareciendo estar serio, aunque un leve rubor en sus mejillas no faltaba, por tal razón no quería verla, temiendo que ella se percatara.
Dos horas habían pasado desde que el desfile finalizo, el grupo se sentaba en una mesa, algunos acompañados de sus parejas, otros ya bailando al ritmo de la música, en medio de la pista llena de otras personas. La sala estaba en penumbras, solo alumbrada por la luz de diversos colores que se daba en la pista. Ryoma observaba aburrido a los presentes sin dejar de pensar como invitarla, lanzando miradas fugaces a la chica que miraba fascinada a Tomoka bailar en la pista como una verdadera loca junto a otras chicas.
- Ey.- le susurro la voz irritante de Akira, de quien se alejo sin dejar de verlo extrañado.
- ¿Qué?- pregunto, retomando su posición anterior cuando el otro se acomodo en su asiento, sin dejar de mirarlo.
- ¿Te quedaras toda la noche ahí sentado?- consulto intentando molestarlo, con razones ocultas tras sus palabras, miro a Sakuno y luego a Ryoma, arrugo el ceño esperando la respuesta que esperaba.
- Y si es así¿Qué?- contesto retándolo, ignorando su comentario, indispuesto a comenzar una discusión, volvió a mirar a la pista al no recibir respuesta, sin darse cuenta de la pequeña sonrisa que se dibujo en el rostro de Akira.
- Pues… yo invitare a Sakuno…- menciono, levantándose lentamente de su silla, esperando que el chico lo detuviera.
- No.- detuvo Ryoma, acomodándose en su asiento sin retirar sus ojos de los del joven, molesto por su actitud. – Yo la invitare.- agrego intentando hacerlo enojar, pero en lugar de aquello, una sonrisa satisfecha se dibujo en los labios del chico.
- Entonces…- señaló de forma discreta, usando su dedo, la figura que ignoraba la escena, observando a su amiga aun bailar de esa forma, riendo a lo bajo de vez en cuando. -… invítala, estoy seguro de que ella espera… no hagas que se arrepienta de haber aceptado tu invitación.- agrego seguro de lo que hablaba, sin dejar de señalarla y ahora fijando sus ojos abiertos de Ryoma, retomando su asiento.
Ryoma abrió los ojos un poco sorprendido, por aquel consejo que de alguna forma lo hizo reaccionar, aunque una pregunta se formo en su mente¿Acaso eran rivales o amigos? Echando a un lado esa pregunta, asintió levemente sin dejar de mirarlo, reconociendo que Akira tenía razón y mucha, ya no podría esquivar lo inevitable y la verdad, ansiaba poner en práctica aquellas pocas clases que le dio su padre, a quien tuvo que soportar durante esos momentos. Se levanto sigilosamente de su silla, sin retirar los ojos de la chica que no se percato de la escena estando tan metida en observar divertida a Tomoka. Y camino lentamente hacia a ella, colocándose aun mas nervioso con cada paso, hasta llegar a ella, a un lado.
Ella lo miro sin expresión, preguntándose como había llegado allí y luego su vista se clavo en el brazo extendido del chico, con la mano abierta, la que observo confundida sin comprender muy bien.
- Sakuno.- dijo subiendo el tono de su voz considerablemente, debido al alto volumen de la música que ya comenzaba a terminarse, intentaba verse calmado, pero estaba siéndole mas difícil cada vez, aun mas difícil que enfrentarse a su padre en el tenis, trago saliva con dificultad y hablo. - ¿Quieres… bailar?- pregunto nervioso intentando no mirarla con mucha profundidad a los ojos, temiendo revelar lo que tanto ocultaba.
Por un momento pensó que su mente le fallaba y lo observo confundida, esperando que lo que había escuchado fuera realidad, pestañeó varias veces para deshacerse de esa imagen que creyó que era producto de su imaginación, pero permaneció el parado allí, esperando una respuesta, sin percatarse de cómo lo estaba matando por dentro haciéndolo esperar de tal forma. Sonrió levemente, sonrojándose, pero sintiendo la confianza de mirarlo a los ojos y contemplarlos, ahora dándose cuenta de que era aun más bellos de lo que había imaginado. Poso con suavidad su mano sobre la de el, abrazándola ansiosa, sintiendo, al igual que el, ese "choque eléctrico". Miro ambas manos, la de ella abrazando la de el, no quiso mirarlo, porque sabia que estaba sorprendido, ella se estaba dejando llevar por el corazón, dejando atrás su timidez.
- Vamos…- susurro, terminando el silencio, sin poder ser oído por la música tan alta. La halo hacia la pista, suavemente, siendo seguido por ella.
La música alocada y ruidosa termino cuando ambos iban a posar pies sobre la pista, cambiando a una canción mas suave y con un toque romántico, que coloco nervioso al muchacho¿Por qué tenia que ser justamente aquello? Se quedo allí parado sin soltar la mano de la muchacha, observando a los presentes que se abrazaban a su pareja, bailando con suavidad, preguntándose si debería de hacer lo mismo.
Sakuno estaba sonrojada, con la vista clavada en el suelo, sabia el porque se quedaba allí sin hacer nada, tal vez no esperaba bailar de ella de esa forma. Una mano en su hombro la saco de sus pensamientos y giro hacia atrás, para ver a una Tomoka abrazando a Akira, bailando con suavidad con el, ambos la miraban, brindándole ánimos a través de la mirada y sonrisas. Sonrió feliz, sintiendo el apoyo y como un poco de optimismo regresaba a ella. De pronto se vio halada hacia al pecho de quien ya sabia, manteniendo los ojos abiertos de la impresión, sus mejillas muy encendidas, la cabeza de lado sobre el lado izquierdo del pecho, oyendo el corazón de Ryoma latir locamente, igual que el suyo. Se dejo llevar por el, siguiendo sus pasos, no quería mirarlo, temía interrumpir aquel momento, la primera vez que el la abrazaba, definitivamente esta era una gran noche para ella.
- …Ryoma…- susurro, cerrando los ojos para oír el corazón de su príncipe.
Ya un tiempo había pasado desde que entraron a la pista, el continuo observando a los presentes, preguntándose si debía de bailar de esa forma o no. Frunció el ceño, retirando los pensamientos de inseguridad, dejando su mente en blanco y la atrajo hacia a el, a su pecho, sintiendo dos corazones latir con fuerza, el suyo y el de ella. Abrazando la mano de Sakuno con la suya, la extendió hacia un lado y con la otra mantuvo el abrazo, dando pequeños pasos hacia diversos lugares, intentando bailar al son de la música. Y como si fuera poco, la sintió susurrar su nombre, tan audible para su oído y su corazón latió con aun más fuerza, faltándole el aire por breves momentos, en lo recuperaba el control.
Sakuno levanto la cabeza finalmente, decidiendo mirarlo, enfrentar sus ojos, queriendo saber que el pensaba de ella, cual era su respuesta a su confesión y el la miro con los ojos algo abiertos, mirándola curioso, intentando comprender lo que quería decir aquellos ojos que lo miraban suplicando algo.
- ¿Qué sientes por mi?- pregunto en un susurro, muy bajito, sin dejar de bailar, pero sintiendo que su corazón volvía a latir con fuerza.
El abrió sus ojos, comprendiendo lo que sus labios decían, aunque no pudo escucharlo, trago saliva nervioso, si tan seguro estaba de lo que ella sentía¿Por qué se ponía nervioso? Se acerco a su rostro lentamente, dudando en hacer lo que pensaba, pero sabía que para nada se le haría fácil decirle que la amaba. Sakuno abrió los ojos sorprendida por la distancia que poco a poco se hacia mas cerca, sintiendo el aliento de su príncipe por primera vez, mezclándose con el de ella, entonces comprendió que si… que el la quería y cuando ya sus labios estaban a unos centímetros del otro, cerro los ojos y en ese instante, sintió el beso, inocente pero lleno de amor, el primero de ambos… Se aferro con fuerza a el, deteniendo el baile, al igual que el, dedicándose solo a ese beso.
Tomoka bailaba sin acercarse demasiado a Akira, mirando hacia los lados y de vez en cuando a la parejita a unos pasos de ellos, de quienes tenía un presentimiento, algo muy bueno pasaría. Y en efecto sucedió, cuando miro como ya varias veces lo había hecho, los vio detenidos en medio de la pista¡pero besándose! De inmediato se emociono, no grito, aunque ganas no le faltaron, sacudió a Akira quien la miro con los ojos abiertos y señaló hacia la pareja.
- ¡Mira, mira!- exclamo a lo bajito, pero de igual forma emocionada. El joven hizo caso y sonrió cuando vio la escena.
Muchas personas observaron la escena, tan tierna que se presencio en casi el medio de la pista, solo aquellos que bailaron en ese momento lo pudieron presenciar. Los demás presentes, sentados en las mesas, no pudieron ver nada…
La medianoche se acercaba y Ryoma y Sakuno bailaron durante la noche, ambos sabían que a pesar de que las palabras no se habían dicho, con ese beso habían comenzado el inicio de un noviazgo. A pesar de tanta felicidad, Sakuno no pudo evitar sentirse triste… la noche había sido genial, pero… al otro día sabia que a primera hora se iría definitivamente de allí. Se miro en el espejo del baño, concentrada en sus pensamientos, acompañada de una Tomoka que no dejaba de repetir lo emocionada que estaba por ella.
- En serio se vieron tan lin…- comentaba mientras secaba sus manos con la secadora del baño, sin dejar de sonreír.
- Pero…- interrumpió con el tono de tristeza reflejado en su voz, mirándose en el espejo. -…me iré y no lo volveré a ver.- musito ahondando su tristeza, la voz quebrándose aun mas con cada palabra y sin darse cuenta, en sus ojos se reunieron las lagrimas, que borraron su vista.
- Sakuno…- se acerco lentamente hacia ella, posando una mano en su espalda y otra a un lado de la mano de ella, sobre el lavabo, sin saber que decirle para consolarla.
- No quiero irme…- gimió con la cabeza inclinada, usando su flequillo para ocultar sus ojos entristecidos y las lagrimas que rodaron por sus mejillas, algunas cayeron sobre el lavabo del cual apoyo ambas manos con fuerza, para evitar caer al suelo, pues de solo recordarlo, sus piernas se debilitaban.
La gente salía haciendo comentarios de lo bien que habían pasado. Apenas salio, Sakuno sintió la fuerte y fría brisa quemar su piel, la parte al descubierto, frotando sus brazos, ambos desnudos, para brindarse algo de calor. Entonces sintió sobre ella, una chaqueta que le brindo aquel calor anhelado y de inmediato miro hacia atrás. Ryoma alejo sus manos, dejando caer uno de sus brazos a un lado e introduciendo la otra mano en su bolsillo, sin dejar de mirarla, serio, pero con profundidad… Ella sonrió levemente, mirando hacia al frente, con ello desviando su vista y sintiendo el calor en sus mejillas.
- Ryoma…- susurro, terminando con el silencio y aun sintiendo la mirada de el sobre ella, se saco la chaqueta que el le brindo, devolviéndosela y sonriendo en agradecimiento.
- ¿Qué sucede?- pregunto recibiendo la chaqueta que coloco bajo su brazo, sintiendo un nudo formarse en su garganta apenas ella pronuncio su nombre de esa forma tan triste, pensó de inmediato en ese presentimiento y temió que se volviera realidad.
- Lo siento, pero…- no quiso mirarlo, sentía las lagrimas nuevamente en sus ojos y temía que el las viera. -…a mi abuela le ofrecieron un trabajo… fuera de la ciudad, ella acepto… y me iré con ella…- dijo, siéndole difícil decir aquello y cerro los ojos con fuerza, dejando rodar las lagrimas en sus mejillas.
Abrió los ojos de golpe, recordando de inmediato su presentimiento y su corazón se detuvo en un segundo, para luego latir lenta pero fuertemente, llegando a dolerle y casi perdiendo el balance de su cuerpo. Aquello significaba que no la volvería a ver, entonces¿Por qué no le dijo antes? La miro dolida, su mirada endurecida, volviendo a ser el Ryoma de antes… y sin medir sus palabras dijo…
- Ya veo… lastima, pero no puedo hacer nada…- menciono con dejo de indiferencia, colocando su chaqueta sobre sus hombros, dejándola caer tras su espalda y camino con los ojos cerrados hacia el estacionamiento, para buscar el auto e irse rápidamente de ese lugar.
Las lagrimas cayeron con mas abundancia por sus mejillas, observándolo irse de esa forma, sintiendo que a el no le importaba, profundizando su dolor, pero esto seria lo mejor, así no se sentiría tan culpable. Apenas vio a su abuela, la siguió hacia el auto cabizbaja, intentando ocultar su tristeza, ya se había despedido de Tomoka, solo esperaba volver a verla en un futuro no muy lejano.
El principio de un noviazgo y el fin de este en pocas horas… eran los pensamientos de ambos jóvenes, cada uno sumergido en su tristeza. Ryoma sentado en la parte trasera, mirando por la ventana la luna llena con indiferencia, la chaqueta sobre sus piernas y sintiendo la brisa chocar con su rostro, moviendo partes de su cabello. Observo a su prima entrar sonriendo al auto, luego su madre al volante y su padre en el asiento de pasajero, pues este ultimo ya estaba demasiado de cansado como para guiar.
- ¿Cómo te fue hijo?- pregunto su padre sonriendo, observándolo a través del espejo, esperando buenas noticias.
- No molestes…- regaño Ryoma irritado, controlando las ganas de gritarle para que se callara y con el ceño fruncido volvió a mirar por la ventana, justo a la luna llena que se reflejaba en sus ojos entristecidos.
Las maletas a un lado de la puerta de salida, la casa completamente recogida, ya vestida esperando frente a la puerta abierta a su abuela, ojeras bajo sus ojos, ya que no pudo dormir en la noche, llorando por su primer desamor. Observaba el camión, donde varios hombres ayudándose mutuamente, colocaban dentro de este, las cosas que estuvieron dentro de la casa.
- Bien Sakuno… es hora de irnos…- menciono su abuela, tomando la maleta más grande y la mediana, incapaz de verla y vestida con la ropa que comúnmente usaba.
- Si…- susurro con tristeza, tomando la maleta más pequeña, la que contenía parte de sus cosas y siguió a su abuela hasta el auto, donde colocaron dentro las cosas restantes.
- Nos iremos en tren a Kyoto y el camión llevara las demás cosas a la nueva casa.- le explico, intentando mantener una conversación que le interesara, pero al parecer a su nieta no le interesaba. Dejo escapar un suspiro derrotado y triste, sintiéndose culpable, pero seguramente si desistía, Sakuno no se lo permitiría.
Dando un gran bostezo junto con un estiramiento, se acerco hacia la cancha de tenis, desde donde se escuchaba a alguien jugando tenis. Nanjiroh se asomo curioso, preguntándose quien estaría en un sábado despierto tan temprano y su respuesta fue contestada, cuando vio a su hijo, lleno de energía golpeando la pelota hacia la pared, dando en el mismo lugar, golpeando con fuerza y sus ojos concentrados en la pelota, mostrándose irritado.
- Ryoma¿Qué haces a esta hora por aquí?- pregunto su padre, acercándose al chico que no se detuvo.
- No pude dormir.- respondió con total sinceridad, no pudo dormir, pensando en algo que le dolía, pero no sufriría para siempre, así que se levanto de su cama, apenas vio los rayos del sol y comenzó a jugar un rato, para despejar la mente.
- Y¿Por qué?-
El chico se irguió al momento que golpeo la pelota, esperando que esta volviera una vez chocara contra la pared. Levanto su brazo y en el momento indicado, golpeo la pelota contra el suelo y luego la tomo en su mano de pronto, apretando el agarre. Nanjiroh lo observo con una ceja levantada, sin saber a que lado su hijo miraba, este se ocultaba bajo la gorra y aun esperaba una respuesta.
- No importa…- dijo finalmente, volteándose y observándolo seriamente, con el ceño arrugado, sin poder evitar sentirse irritado, las cosas aun estaban recientes y su corazón aun latía por la chica, aun pensaba en ella, a pesar de su intento por despejar la mente.
Nanjiroh lo observo tristemente, sin saber el porque de su comportamiento, lo que sabia es que algo malo le había pasado y se estaba dedicando solo al tenis para alejarse de su dolor, para no enfrentarlo y esto solo hacia las cosas peor.
Unos pasos lentos se oyeron a lo lejos, ambos voltearon a ver a la madre de Ryoma, que aun vestía su ropa de dormir y en sus ojos se mostraba que aun tenía sueño, pero sonrió levemente.
- Hijo… tienes una visita…- le dijo para la sorpresa de Ryoma¿alguien a esta hora? La siguió cuando esta se volteo, caminando hasta la casa.
Entro cabizbajo a la sala, sin imaginarse quien pudiera ser, sin soltar su raqueta.
- ¡Ryoma!- grito la voz escandalosa de Tomoka, acercándose a el, mirándolo con reproche, enojada contra el. Sakuno la llamo en la mañana y le contó su reacción para el desagrado de ella, por lo que decidió visitarlo para convencerlo de, al menos, aclarar las cosas.
- ¿Qué haces aquí?- pregunto con los ojos abiertos, sorprendido, pero luego de un breve tiempo, se incorporo y la miro molesto, sospechando de lo que ella quería hablar.
- ¡Tienes que despedirte al menos de Sakuno! Por favor…- le pidió, sacudiéndolo suavemente, intentando hacerlo reaccionar, las lagrimas reuniéndose en sus ojos, ella no quería que todo terminara así.
El clavo su mirada en el suelo, ocultando sus ojos entristecidos bajo su gorra, pensando en lo que podría hacer, ignorando la sacudida que cada vez se volvía mas fuerte y veloz, al punto de que su gorra termino por caer al suelo, logrando reaccionar de sus pensamientos, fijando sus ojos algo abiertos en los cristalizados de Tomoka. Poso sus manos, cada uno sobre los brazos de ella, haciéndola detener la sacudida, mirándola sin expresión, sin saber que decir. Una mano se poso sobre su hombro, haciéndolo voltear la cabeza, mirando la figura de su padre de reojo.
- Vamos hijo…- le dijo, como si comprendiera todo y convenciéndolo a venir con el, adivinando que el muchacho si quería despedirse, aunque solo necesitaba un empujón para aceptarlo. – Te llevare…- agrego sonriendo levemente, retirando la mano de su hombro y camino hacia la mesa puesta en el centro de la sala, tomando las llaves del auto. - ¿A dónde irán?- pregunto fijando sus ojos en la muchacha, que lo miraba curiosa, hasta que reacciono a su pregunta.
- Irán a la estación de tren.- respondió dibujando una sonrisa en sus labios, empuñando su mano, retirando con ellas, las lagrimas que quedaban en sus ojos. – Vamos.- dijo y camino a la salida de la sala, observado por Ryoma que lo siguió, abandonando su gorra en el suelo y su raqueta sobre un sillón no muy alejado desde donde estaba.
Miraba impaciente el camino que recorría el auto frente a ellos, suplicándole a través de sus pensamientos a Sakuno que esperara por el, sabia que si no aclaraba las cosas, su conciencia no lo dejaría vivir en paz, reconocía que se había dejado llevar por la tristeza y el dolor de perderla tan pronto, quería pedirle perdón…
Ambas sentadas en una banca metálica, esperando al tren que las llevaría a Kyoto, sin mencionar palabras, cada una sumergida en sus propios pensamientos. Acompañando el asiento, la maleta mas pequeña y las demás frente a ellas, en el suelo. Miraba el reloj de vez en cuando, suplicando que el tiempo se atrasara para no irse, esperando en el fondo de su corazón que apareciera Ryoma, para, al menos, irse mas tranquila, no con la tristeza de aquel duro rompimiento y recordando las palabras que aun agolpaban en su mente, tan frescas como aquel momento.
El tren llego rápidamente, haciendo un chirrido al frenar, parándose y abriendo sus puertas, justo frente a ellas. Ambas se levantaron, tomando las maletas correspondientes, la mirada muy entristecida, mirando por ultima vez, la entrada a la estación, buscando entre las personas que llegaban a el muchacho. Una lágrima rodó por su mejilla, secándola de inmediato, deteniendo el resto con un pensamiento… duro, pero muy real para ella…
- Seguramente… no me amaba… como pensé…- pensó, entrando al tren, lleno de gente provenientes de otras estaciones, todos los asientos ocupados, obligándola a sostenerse del tubo, quedándose frente a la puerta, mirando hacia al frente, justo en la entrada.
Y para su sorpresa observo tres siluetas adentrándose por la entrada a la estación, deteniéndose a buscar la mirada a alguien. Abrió sus ojos, recuperando en ellos algo de brillo, por la felicidad que invadía su corazón cuando vio entre ellos, a quien pensó que no la quería y de inmediato no pudo evitar gritar su nombre…
- ¡Ryoma!- exclamo con emoción, sonriendo alegrada de verlo, olvidando donde estaba.
El observo hacia su dirección y feliz de verla, corrió hacia a ella, sin ser seguido por los otros dos que sonrieron levemente. A unos pasos de ella, la puerta cerro de golpe ante ella, antes que pudieran decir palabras y entre jadeos, se acerco a la puerta, manteniendo su distancia, mirándola entristecido. Ella se pego a la ventana, las manos sobre el cristal dejando caer las lágrimas que contuvo anteriormente.
- Te amo…- le susurro Ryoma, que aunque no pudo ser escuchado por ella, se aseguro de pronunciar en sus labios para que ella lo leyera a través de estos y con una ultima lagrima rodando por su mejilla, miro la mano del muchacho, posarse sobre el cristal, justo donde estaba la suya.
- Te amo…- pronuncio y el logro leer sus labios, dejando escapar una sonrisa triste.
El tren aumento la velocidad, alarmándolo, retiro su mano del cristal, por cuestiones de seguridad y observo entristecido a este, alejarse, llevando consigo la persona que mas quería. Por otro parte, Sakuno se dejo caer lentamente al suelo, deslizando sus manos sobre la pared de la puerta, comenzando a sollozar con más fuerza, observada por los presentes… repitiendo el nombre del muchacho entre sollozos…
Continuara…
xDU¡No me maten! Seh, seh xD ya se, soe mala ((xD me considero algo experta haciendo sufrir a los personajes)), pero alégrense, al menos será un final feliz ¬¬U este fic se hizo con la intención de un final trágico o0ó ((xD ansío el día de escribir uno así)), pero me enamore de esta parejita ;o; y los quiero juntos, además si me vieran xD cuando escribí ese beso… tan lendos X0x me emocione, xD este capitulo fue largo¿Por qué? Porque solo quería dedicar el otro capitulo a algo que tengo en mente, realmente fue largo .o. quede¡OMG! O oUu Espero que les agrada, al menos quede satisfecha xD bueno, gracias x sus comentarios o los agradecimientos en el próximo capitulo que será el final xD lo pondré mañana, se los aseguro xD ((a menos que la pagina me salga con problemas ¬¬UU)) ya quiero terminar mi primer fic ((seria el primer fic que termino)) y es un honor que sea con este, que me encanto xDU adiós oxo
Lucid K. Nightmare
