. El precio de tu amor .

De: Priss.

Capitulo III: "Una simple conversación entre mujeres".


Salió del cuarto de baño envuelta en una toalla que cubría su desnudo y húmedo cuerpo.

Estaba dispuesta a vestirse cuando se percató de que no estaba sola en la habitación que compartía con Hao...

-¿Quién eres?...

Cuestionó la rubia, siempre con ese tono indiferente y frío en su voz.

Sus negros ojos se habían fijado sobre una jovencita de rosados cabellos que... sabrá dios que hacía en la alcoba; nunca la había visto¿sería pariente de su esposo?.

Anna permaneció inmóvil y con expresión poco más que seria, esperaba escuchar no solo el nombre de aquella mujer sino también la razón de que estuviese en SU habitación.

-É-él joven Hao me pidió que le hiciera compañía, señora.

Señora. Bueno, de cierta forma lo era, pero siendo tan joven le molestaba que se dirigieran a ella de ese modo. De cualquier forma no necesitaba de la compañía de nadie, prefería estar sola, pero no dijo nada, solo caminó hasta sentarse frente al tocador, dispuesta a arreglarse y bajar a cenar; más los tímidos ojos de la pelirrosa no se despegaban de ella, logrando incomodarla.

-Y... no me has dicho tu nombre.

-Ta-Tamao... Tamao Tamamura.

Queriendo romper el hielo, Anna inició una conversación de lo más trivial con la joven a quien no dejaba de mirar a través de su reflejo en el espejo. La notó nerviosa, quizá por sus fríos e inexpresivos ojos.

Kyouyama suspiró mientras trataba de suavizar su temible expresión, se giró aun sentada en el taburete y siguió interrogando a la chica, lo que fuera con tal de que dejara de mirarla de esa forma, además... no había hablado con nadie, a excepción de Hao, desde que se casaron y de eso hace poco más de dos semanas.

-Dime... eres pariente de Hao... ¿su amiga?.

Tamao solo se sonrojó con esa pregunta. Sus tiernos ojitos parecieron ensombrecerse al hablar del muchacho de largos cabellos, más se sintió obligada a responder...

Se podría decir que era parte de la servidumbre, pero el joven Asakura siempre tuvo un trato especial para ella. Vivía en esa mansión desde que recordaba y creció junto con Hao, quien la consideraba su amiga y casi hermana...

-Ya veo...

Cualquiera pensaría que a la rubia le era completamente indiferente ese tema, pero le sorprendió la forma en que Tamao hablaba de Hao y su relación con él. Y es que le era difícil creer que ese hombre tratara bien a sus empleados; si a ella la forzó para estar a su lado¿como trataría a las personas del servicio?.

Por otro lado, aunque un poco más tranquila, la chica de rosados cabellos no podía despegar los ojos de aquella mujer.

Era ella... la mujer que él había escogido como esposa, de la que le hablaba durante horas sin cansarse siquiera un poco; ella... la que de la noche a la mañana obsesionó al muchacho; por ella, un buen día Hao le dijo más que entusiasmado "voy a casarme con la mujer más hermosa y maravillosa del mundo"... era ella... de quien Hao se había enamorado y por ella... que la pelirrosa estaba sufriendo.

Y no pudiendo soportar todo el dolor que le provocaba, se atrevió a preguntar:

-¿Lo ama?.

-Ehh?.

Esa pregunta la había tomado por sorpresa; Anna cruzó la mirada con la de Tamao, había tantos sentimientos y emociones tan fáciles de percibir en aquellos chispeantes ojos rosas: dolor, desilusión, envidia, resignación y... amor

Entonces, la rubia lo comprendió todo sin necesidad de intercambiar más palabras...

-Entiendo... estas enamorada de Hao, no es así?.

Una irónica y sutil sonrisa cruzó el rostro de Anna.

Tamamura se sonrojó todavía más, no creyó haber sido tan obvia; apenada se disculpó por sus atrevidas palabras mientras intentaba abandonar la habitación, no deseaba volver a enfrentarse de ese modo con la esposa del joven de largos cabellos, le dolía, le dolía mucho. Pensaba que Kyouyama podría burlarse de ella y hacerle ver que Hao siempre la preferiría a ella, pero...

-Pues no... ¡no lo amo, bueno... no sé.

La voz de la joven rubia fue apenas un débil susurro que milagrosamente llegó a oídos de Tamamura, quien se detuvo en secó para luego girar completamente y mirar de frente a la otra mujer.

-En-entonces... ¿como pudo casarse con él?.

-No te lo dijo... ¿verdad?...

Tamao solo negó con la cabeza, haciendo que Anna suspirara profundamente y le pidiera a la pelirrosa que se sentara al borde de la cama... esa conversación iba a ser muy larga.

- . - . - . - . - . - . - . - . - . - . - . -

-No puedo creer que el joven Hao la haya obligado...

Tamao bajó la cabeza hasta que sus ojos se posaron sobre el alfombrado piso de la habitación.

Ahora comprendía porque el muchacho había decidido casarse tan repentinamente, lo cual solo demostraba lo mucho que él quería a la rubia; si hubiese sido cualquier otra mujer, una que no le interesara lo suficiente, seguro se hubiese aburrido y habría buscando otra chica con la cual divertirse.

Pero no fue así...

Anna había terminado de vestirse y se disponía a cepillar su cabello. Le había contado todo a la pelirrosa mientras se arreglaba. La verdad no estaba muy segura de porque le habló de la forma en que surgió su "relación" con Asakura, pudo haberla dejado ir y que pensara lo que quisiera o que se lamentase por el hecho de que el moreno se había casado con otra mujer, pero no tenía nada en contra de esa chica e incluso... le simpatizaba.

No le vendría mal conversar con alguien durante todo el tiempo que fuese a vivir en esa mansión, podrían ser meses o años... Anna estaba conciente de que debía acostumbrarse... además tenía una extraña curiosidad por saber más acerca de la vida de su esposo.

-Lo siento mucho, Tamao...

Anna se miraba en el espejo, dispuesta a peinar su largo y rubio cabello.

La pelirrosa se acercó a ella y le quitó suavemente el cepillo, comenzando a deslizar éste por el hermoso cabello de Kyouyama.

-N-no tienes porque hacer eso.

-Esta bien... me gusta hacer esto... en especial con el joven Ha...

Tamamura calló repentinamente, le era difícil no hablar de ese hombre, aunque estuviese conversando con la esposa de éste. Pensando que la rubia se molestaría de alguna forma, se disculpó por su atrevimiento, no obstante la suave, y casi imperceptible, sonrisa de Anna la tranquilizó por completo, haciéndole ver que no le molestaba en lo más mínimo que hablara de Hao como toda chica enamorada.

-Si, su cabello es muy bonito, me sorprende ya que no es común que un hombre sea tan cuidadoso con su cabello.

-Es verdad.

Ambas chicas rieron ligeramente; tal vez era extraño que hablasen del mismo hombre considerando que de alguna forma ellas eran "rivales".

Quizá era el tema de conversación lo que facilitaba las cosas, después de todo, Tamao siempre estuvo resignada a que el moreno nunca dejaría de verla como a una hermana, mientras que Anna, al no tener un verdadero romance con ese hombre, no se sentía celosa y mucho menos amenazada... no había razón.

Permanecieron en silencio durante algunos minutos, hasta que la curiosidad de la pelirrosa volvió a florecer; era la misma duda, la misma inquietud, lo que Kyouyama sentía por el chico de morena piel... quería saberlo.

Le dolería mucho una respuesta negativa, Hao la adoraba...

-Ya te lo dije... no lo sé.

-Algo debe sentir cuando está con él... ¿me equivoco?.

El silencio de Anna no hizo sino darle la razón a su compañera.

Era verdad, ese hombre había dejado de serle indiferente, no estaba segura de cuando aunque más o menos se sentía así desde el día de la boda. Tampoco tenía muy claro lo que sentía por él, Hao le gustaba y mucho, no podía negar que es muy apuesto, nunca lo negó, pero todavía estaba dolida por lo que le hizo... ¿qué podría sentir por alguien que la forzó a vivir con él en matrimonio?.

Por otro lado, cuando estaba cerca del joven de largos cabellos, el nerviosismo se apoderaba por completo de su ser, la voz le fallaba y poco podía resistirse a los besos y las caricias del muchacho.

Esos besos que la ahogaban dulcemente y le quitaban el deseo de respirar, las caricias que la estremecían y la hacían temblar entre los fuertes brazos del moreno.

Con todas esas emociones, no sabía lo que sentía o debía sentir por Hao, y es que no quería estar con él... pero le gustaba su compañía y lo que hacían cuando estaban a solas.

-Entonces, debo suponer que se está enamorando de él.

-¿Como puedes creer eso?... ¡por dios1... Tamao, me obligó a vivir atada a él.

-Yo no lo creo. Usted pudo haberse negado de alguna forma, escapar, que sé yo... ¿por qué no lo hizo?.

Las palabras de la chica rosa la hicieron callar. Si, se negó, pero no hizo nada por remediar el problema.

Anna permaneció en silenció, evitando encontrar los ojos curiosos de Tamao reflejados en el espejo, pero necesitaba decírselo a alguien, a quien fuera... y lo hizo.

-Por mi madre...

La voz de la rubia se volvió suave y tranquila.

Tamamura por su parte, la observaba confundida, creía que su madre había muerto hace ya varios años, Hao se lo había dicho, entonces...

-Yo era muy niña, tenía seis años, creo...

La memoria de Anna estaba de regreso a su pacifica y despreocupada infancia, a aquellos días en que su familia estaba completa, cuando su madre vivía y su padre la cuidaba de todo y de todos.

Recordaba una conversación como cualquier otra, hasta que la pareja comenzó a hablar del futuro, en especial de cuando su linda niña se convirtiese en una hermosa mujer.

Eliza, su madre, suponía que al pasar de los años, su hija sería el motivo de insomnio de muchos jovencitos. Anna creía que exageraba pero el que su mamá se sintiera orgullosa de ella, la hacia feliz.

Más con Fausto las cosas eran distintas, él como todo padre sobreprotector y celoso, se oponía a que Anna terminase relacionada con alguien que no fuese merecedor de ella. Aunque claro, para él ningún hombre era digno de su pequeña hija.

Y entonces, Eliza se lo pidió, a Anna... que hiciera la promesa de que se casaría solo con el hombre que sus padres le escogiesen... y ella, tan inocente y sin comprender la magnitud de sus actos, aceptó, así nada más.

-Jamás pensé que mi padre lo utilizaría para forzarme. Pensarás que es estúpido de mi parte, pero las promesas que hago... ¡las cumplo!.

Después de hablar de su vida, Anna soltó un profundo suspiro de resignación y nostalgia.

Hablar le había hecho bastante bien, se sentía ligeramente más tranquila; el desahogarse, aunque fuera con alguien a quien apenas acababa de conocer, le sirvió de algo.

-Me doy cuneta de que... usted se parece mucho al joven Hao.

-¿Qué quieres decir?.

Las palabras de Tamao no podían estar muy alejadas de la realidad, después de todo, Hao tenía la misma fijación por cumplir las promesas; cuando el daba su palabra para respaldar algo, significaba que el hombre hablaba muy en serio.

La rubia sonrió, no podía creer que tuviera algo en común con ese cínico, descarado.

-Entonces, debo suponer que si él prometió no forzarme a tener relaciones con él... ¿así sera?.

-No me diga que ustedes aun no... no han...

Las mejillas de la chica de rosados cabellos de pronto combinaron con el color de su pelo. Creía que esos dos ya habían consumado su matrimonio desde el día en que se casaron, más no fue así y eso la sorprendió.

Entonces, quizás, ese matrimonio no tenía futuro, y ella... ¿en que estaba pensando, si el joven de morena piel había decidido no presionar a Kyouyama para acostarse con él, eso solo era una prueba más de que estaba irremediablemente enamorado de esa mujer. No importaba desde que perspectiva viera el asunto, él la amaba y quizás... ese sentimiento ya comenzaba a nacer en el corazón de Anna, solo que ella aun no se daba cuenta.

Aun así, el saber que la relación entre la rubia y el moreno no era estable, y que por el momento era simple apariencia, le daba esperanzas de que en un futuro se separasen.

Sonrió ligeramente, incapaz de ocultar bien sus emociones.

-Si te da gusto no tienes por qué ocultarlo, Tamao... te lo dije, yo no... no sé que sentir por él.

Una pequeña sonrisa cruzó el rostro de Tamao, estaba apenada, pero no podía evitarlo. Amaba a ese hombre desde que recordaba.

Y quizás era ese sentimiento lo que la obligaba a saber más acerca de que tan intima era la relación entre Hao y Anna. ¿Dormían juntos?... ¿se besaban o acariciaban cuando estaban a solas?. Había tantas interrogantes en su mente curiosa, preguntas que la consumían por dentro y cuya respuesta podía traer consigo el dolor, pero necesitaba saberlo...

-Pues... si dormimos juntos y nos besamos, pero no es la gran cosa.

-Habla en serio?.

-Bueno, yo...

Anna no pudo seguir, no sabía que responder.

¿Cómo podía negar que el contacto de las manos de Hao sobre su piel era una sensación hermosa y deliciosa: no podía. Trataba de pensar lo contrario, pero era inútil. Las caricias de ese hombre la hacían vibrar, y sus besos... dios, sus besos... la danza entre los labios del muchacho y los suyos era, era... algo que le encanta, aunque intentase negarlo y aparentara que no era así.

-¡Besa muy bien!... si a eso te refieres...

-Aaahhh, no sabe cuantas veces he soñado con que él me bese. La envidio, señora Anna.

-Solo llámame Anna...

-Está bien... Anna.

La pelirrosa terminó de cepillar el suave cabello de la rubia y estaba dispuesta a conversar un poco más con esa mujer, pero un par de golpes sobre la puerta de la habitación, la hicieron desistir.

Un joven de largos cabellos entró a la recamara; la sonrisa que adornaba su rostro se enmarcó todavía más al ver a la bella mujer que tenía por esposa.

-¿Qué pasa aquí?. Llevó más de treinta minutos esperándote, Anna...- Hao giró el rostro, encontrándose con la tímida mirada que ya conocía. -... ¿no estarán conspirando en contra mía, o si?.

Asakura fijó toda su atención en su pareja, a quien atrapó entre sus brazos para robarle un beso tan fugaz que sus labios apenas y se tocaron. Aun así, el contacto provocó un escalofrío en el cuerpo de la rubia.

Anna no hizo, ni dijo nada, no correspondió a los detalles de su esposo, en parte porque seguía con esa lucha interna de no sentir absolutamente nada por él, lucha en la que parecía estar perdiendo terreno. Además, no podía evitar sentirse culpable antes esos ojitos rosas que la miraban con tristeza; no era culpa suya el estar casada con Hao, pero tampoco lo era de Tamao por quererlo.

-¿Nos vamos ya?.

Kyouyama se liberó de los brazos de Hao; parecía ansiosa por salir de ahí.

Cenarían fuera, así que ya estaban retrasados.

Hao la tomó suavemente de la mano para caminar juntos, más la rubia se soltó de forma seca y fría, saliendo de la habitación sin decir una sola palabra; sabía que Tamamura los observaba con atención y eso la incomodaba.

Mientras que al joven Asakura le extrañó que su esposa reaccionara de ese modo, desde que vivían juntos las cosas parecían ir mejorando, hasta lo trataba con más confianza. Suspiró resignado, despidiéndose de la pelirrosa y saliendo tras de Anna.

Y ahí estaba ella, sola de pronto en la habitación que Hao y Anna compartían, la habitación donde todas las noches dormían juntos, entre esas cuatro paredes que presenciaban las caricias y los besos que se daban el uno al otro, donde conversaban de sus intimidades, brindándose confianza.

-El lugar donde yo quisiera estar...

Una sonrisa triste cruzó el rostro de Tamao, que se sentó al borde de la cama y elevó su mirada hasta el techo.

Suspiró resignada, esperaba que valiese la pena el sentirse así.

Un pequeño y sencillo besó bastó para que volviese a la realidad, el beso que Hao le robó a Anna...

No importaba que su relación no funcionara, lo que él sentía por ella no iba a cambiar.

Continuará...


Igual y ni tiene caso mencionar esto... (de todas formas tardaré en actualizar, jeje). Pero en unos cuantos días seré sometida a una operación ocular, así que esta vez, seguro me atraso más de lo normal en la actualización... (y yo que queria subir el sig. capitulo más rápido esta vez, ni modo...). Pero aquí me tendran más o menos a mediados de mayo, total.

Originalmente este capitulo no existía, es decir, se me ocurrió escribirlo y acomodarlo entre el capitulo anterior y el siguiente. Además, es la primera vez que escribo algo directamente en la PC y no a mano.

¿Tamao enamorada de Hao?... ¿Anna y la pelirrosa llevándose bien?…. Bueno, siempre he sido de la idea de que esas dos mujeres se llevan bien, que Tamao no sería capaz de interveniren la relación de la rubia y el castaño, y que la itako no es de las que se encela con facilidad, menos con una "amiga".

Sin más, me dispongo a contestar sus reviews...

Darla Asakura - Darllaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... gracias por tus comentarios, yo feliz de que esta historia te este gustando. Solo que... las tuyas me gustan demasiado que hasta me desesperan, porque ya no sé quien quiero que se quede con Anna (enterrando el pasado), y por otro lado, no soporto que Hao haga sufrir a Anna (El amor se refleja en los ojos). Bueno, esto lo he dicho ya muchas veces, creo, pero bueno...

Maeda Ai - Tienes razón, los case muy rápido, pero es que yo me desespero si las cosas no van rápido en un fanfic, ya sabes como soy. Y como dices, Anna ya cayó ante los encantos de Hao, es que es Hao, si hubiese sido otro, pues...

Leticia Margoth - Gracias por tus review, espero que este capitulo te haya gustado, para el próximo, pues habrá más romance, muy tierno, según yo...

Naomi Kobayashi - Gracias... aquí esta un capitulo más que espero te haya gustado, a pesar de que no hay mucho romance, este cap muestra la confusión (o negación) de Anna, en cuanto a los sentimientos que tiene por Hao.

Haru - Amiga mía, muchas gracias por tus comentarios, y sabes, creo que tienes razón, ahora que recuerdo esta es la primera vez que describo a Hao tan tierno, no sé porque lo hice así, pero me alegra que te guste.

Aishiterumasu Hao - Me da mucho gusto que te intereses en mis fanfics (y considerando que te gustan los HAOxANNA y que casi todas mis historias son sobre esta pareja, pues eso lo explica todo). Te agradezco tus comentarios y tu apoyo.

Pan-nany11 - Bueno, el cambio en la actitud de Anna, pues... quien no se rinde ante los encantos de Hao?... y más si este es más tierno y considerado con ella (aunque creo que de hecho lo es en el anime, mira que permitirle a la itako ponerle una mano encima y no hacerle nada, le tiene bastante consideración). En cuanto a este capitulo, ojalá te haya gustado, no hay mucho avance, pero a mi me agradó la idea de que Anna y Tamao tuviesen... esa conversación.

May sk - Muchas gracias, de nuevo, amiga por tus comentarios. Espero que este capitulo también te haya gustado, sé que no hay mucho romance, pero hay mucho a la imaginación a partir de esta conversación entre mujeres. Yo que más quisiera estar en un lugar de Anna TT, ni hablar. En verdad me halaga que pienses que los fics que escribo sobre HAOxANNA, son los mejores, trato de hacerlo en verdad, aunque muchas veces mi mente simplemente se bloquea, por ejemplo... estoy escribiendo otro fic UA sobre esta pareja y hay ocasiones en que prefiero dejar de escribir, porque lo que escribo no me gusta nada, nada. Pero con comentarios como los tuyos, dan ganas de esforzarse un poquito más, en serio. ARIGATOU.

Raven Solitude - Ojalá que tu PC ya este trabajando mejor, porque en verdad que es desesperante tener ganas de accesar a internet o simplemente usar el computador y no poder hacerlo. Jeje, que bueno que te guste la forma en que he descrito a Hao, porque a algunos parece no agradarles tanto la idea, y es que es medio difícil creer que ese hombre tan sexy y de poca paciencia, ahora sea más dulce, bueno, es un universo alterno al fin y al cabo.

Anacari - Muchas gracias por tu apoyo, créeme que tan sencillas palabras que me dedicas, me hacen sentir muy satisfecha con este fanfic.