. El precio de tu amor .

De: Priss.

Capitulo VIII: "El paraíso de los enamorados".

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La recostó con cuidado sobre la cama, rompiendo con el beso que habían mantenido desde hace un rato, más la rubia no tardó en atrapar nuevamente la boca de su esposo. Se sentía adicta a los deliciosos labios del joven de largos cabellos, esos labios que tanta falta le hicieron y que ahora se negaba a dejar de saborear.

Mientras tanto, Hao experimentaba algo similar; sus manos recorrían con tremendas ansias el delicado cuerpo de la rubia, sus grandes manos palpaban la cálida piel de tan bella criatura.

El contacto lo quemaba dulcemente y más aun cuando se aferró a las marcadas curvas de la mujer. ¡ Dios , podría morir felizmente envuelto en la calidez de tan maravillosa figura humana...

La figura de una mujer.

Tu mujer.

Hao creyó que solo pensaba las palabras que en realidad escaparon de sus labios, y la respuesta de Anna no hizo más que demostrarle que ella parecía saber con exactitud en que divagaba la mente del castaño en ese momento.

Y bebió el néctar de los labios femeninos en un nuevo beso, ahora profundo y cargado de lujuria.

Hao introducía su traviesa lengua en la boca de Kyouyama, quien, con gran sorpresa, abría desmesuradamente los ojos, se hallaba tensa, aferrada a las sábanas. Era la primera vez que aquel muchacho la besaba de es amanera tan posesiva y desesperada; más luego entrecerró los ojos lentamente, relajándose a tan delicioso arrebato a sus labios.

Esto era agradable, sin duda, y por fin podía entregarse a aquel sentimiento sin temor alguno; todo lo contrario, el recuerdo del dolor de no estar cerca de él, seguramente fue lo que hizo que la rubia por fin se entregase por voluntad propia a su amante.

Tranquilo, si, ansioso, mucho más; Hao fue despojando a la chica prenda por prenda, rozando la suave y pálida piel durante el proceso, mientras ella solo se limitaba a besarlo y aferrarse a su larga cabellera, enredando sus dedos en los largos y sedosos cabellos castaños.

Ha-Hao, te quiero, te amo.

Aquella frase fue suficiente para que el Asakura se volviese loco de pasión, más aun con la voz entrecortada de su esposa y el que las palabras viniesen envueltas con un poco de lujuria.

No pudo contenerse; la recostó con cierta rudeza sobre el lecho, y comenzó a despojarla de sus ropas, con tan solo un leve tirón lo suficientemente fuerte como para romper la prenda que cubría su pecho.

Ante él, un par de hermosos y perfectos senos se mostraban coronados por rosados pezones que lo invitaban a probarlos y no soltarlos nunca más.

Hao!...

Anna respiraba agitada, ligeramente sorprendida por la inusual violencia del muchacho.

Lo siento, Anna, pero te deseo tanto.

Le dijo el moreno, tratando de justificar la rudeza de hacia unos momentos y su falta de delicadeza.

Kyouyama sonrió.

Esa sonrisa y el intenso carmesí adornando sus mejillas le hacia lucir aun más linda.

Tranquilo... Le dijo, acariciando una de sus mejillas. Estoy aquí y no voy a irme.

Hao respiró profundo.

La deseaba con locura y el amarla con igual locura, lo hacia desesperarse.

Comenzó de nuevo, con caricias suaves, casi rozando la suave piel de su compañera, besándola pausadamente, disfrutando del momento y el sabor.

Más sus manos aun inquietas viajaron de las mejillas de Anna hasta posarse sobre ambos senos, haciendo que la rubia gimiera entre el beso que poco a poco se tornaba más profundo, como si quisieran comerse a besos.

Que agradable e incomparable sensación aquella de sus manos sobre cada uno de los perfectos senos de la rubia mujer, y que delicioso el sabor de sus labios.

La amaba, loco por ella estaba y no dejaría que ella se volviese a negar a estar con él, se moriría si así fuera.

Cuidadoso, la recostó nuevamente sobre la cama, formando un camino de besos por todo el hermoso cuerpo de Anna; primero sus senos... los degustó con lujuria, con insaciable deseo, succionando sus pezones cada vez que la pasión lo inspiraba, mordiéndolos para que Kyouyama gimiera con más fuerza; ella lo incitaba al hacer eso.

Tatuaba con sus labios la pálida piel de la rubia para sentir que era de él y de nadie más... nadie.

Abandonó sus pechos, viajando por las curvas de la frágil silueta, besando su vientre y... un poco más allá.

Ha-Hao, es, espera... ¡ no !...

Intentó detenerlo, más la traviesa sonrisa en el rostro de su esposo, la hizo callar.

Era tan profunda su mirada y tan tierna su sonrisa, ternura que estaba ahí para disfrazar la lujuria.

"Después de todo, es Hao."

Pensaba la joven, cuyo rostro se vio envuelto por matices rojos cuando el muchacho, con lentitud y sin dejar de mirarla, le separaba las piernas.

Anna gritó de placer inesperado, completamente sorprendida por lo que ese hombre le hacia, pues solo se dejaba hacer mientras lo miraba, con la cabeza entre sus piernas, degustando el sabor a mujer que le ofrecía su húmeda intimidad.

Y no podía más que retorcerse, intranquila, con cada roce por parte de su esposo, al sentir como este introducía la lengua lo más que podía en su sexo.

¡ Dios !... era el paraíso en la tierra.

Y no le importó la intensidad de sus gritos; que Hao supiera que esto le encantaba, eso quería. Incluso, lagrimas producto del placer, emergieron de sus ojos.

Satisfecho con las sensaciones que había provocado en su mujer, Asakura abandonó su intimidad, mirándola a los ojos, y lo que vio no fue algo que esperase...

La había hecho llorar, otra vez, y no entendía muy bien porque, solo que él había sido el causante de ello, el culpable.

Lo, lo siento, no quise ofenderte, es que yo...

Él la abrazó con suavidad, tratando de calmar su llanto.

No es tristeza, ni humillación... Le dijo con voz agitada. Fue hermoso, intenso, nunca había sentido tanto placer.

Anna.

El muchacho acarició la mejilla derecha de la rubia mientras entrelazaban sus miradas y el cálido aliento de la joven chocaba contra su rostro.

La adoraba.

La acarició entera mientras la sostenía, ya listo para entrar en ella. Así, selló los labios de su esposa, al tiempo que introducía una parte de su espina.

Anna sollozó sutilmente, aferrándose al Asakura, quien la había lastimado levemente, teniendo que romper el beso y jalar aire tratando de soportar el dolor.

Lo siento.

E-esta bien, no es na, nada, ay...

Y se besaron otra vez. La mujer sangraba levemente, prueba inequívoca de que Hao era su primer hombre. Este pensamiento abrazaba cálidamente el corazón del muchacho.

Hao tuvo a incontables mujeres, todas las que quiso, pero ninguna como ella... Anna es todo para él.

Comenzó con un ritmo lento y suave, entrando en la silueta femenina con el cuidado que nunca procuró para otra mujer, con la delicadeza que jamás creyó tener y con el amor que antes no acompañó.

Al deslizarse con maestría, el dolor que la rubia sintió, pronto quedó en el olvido, siendo reemplazado por sensaciones placenteras que recorrieron la totalidad de su cuerpo. Anna se sentía agotada, pero quería continuar, tenia ansias, más las intentó controlar.

Hacer el amor era una experiencia nueva y que nunca imaginó, al menos no de esta manera; era hermoso¿cómo pudo esperar tanto para esto, ahora entendía el porque de la impaciencia del castaño.

Unir sus cuerpos era una sensación simplemente maravillosa.

Ohh, Anna.

Lo escuchó gemir, llamando su atención.

El joven de largos cabellos castaños la abrazaba con fuerza, sin dejar de susurrarle al oído lo bella y perfecta que era, y, por supuesto, lo mucho que la quería.

Excitada, la rubia comenzó a mover las caderas, casi desesperada. Sentir como Hao entraba y salía de ella, la hacia creerse en el paraíso.

Su forma de acariciarla era tan sublime y no era para menos, el Asakura tenía entre sus brazos a la criatura más hermosa que haya pisado la tierra...

"La mujer perfecta". Eso era Anna para él.

La mujer gemía entrecortada, Hao, insistente, besaba sus senos, y ella lo abrazaba, reteniéndolo ahí, dispuesta a complacer a su esposo y... a ella misma.

¿Te gusta?.

Preguntó el moreno, mirándola dulce y traviesamente; podía admirar una interesante combinación de emociones en los profundos ojos del muchacho.

¿Gustarle, la volvía loca.

Asakura la embestía con fuerza, haciéndola gozar y gritar, hasta casi hacerla pedir más... ¿quién lo diría?. Anna jadeaba, cansada, si, pero ansiosa y dispuesta a sentir el placer al máximo.

Así, la chica cerró los ojos mientras lanzaba un grito de placer y sus uñas se enterraban en la espalda de su amante, quien la besaba desesperado, agradecido, satisfecho... enamorado. Todo, sin dejar de penetrarla.

Anna lloraba por placer; su intimidad se contraía, aprisionando dentro suyo a la hombría de Hao. Era un orgasmo que la recorría, haciéndola vibrar en una mezcla de gozo y amor, mientras seguía ahí, aferrada a la silueta del moreno, sintiendo su calor y la humedad de su cuerpo varonil.

Y él, de pronto, se detuvo en su afán de adentrarse en la frágil figura femenina; sus pupilas se dilataban, perdiendo color, como si mirase a la nada; el placer también lo recorría, haciéndolo derramar un liquido caliente dentro de la vagina de la rubia; era un orgasmo que lo estremeció por completo.

Después de roncos jadeos, la respiración del muchacho se tornó agitada; Hao estaba exhausto, pero satisfecho y feliz. Nunca, jamás se sintió así al tener sexo con una mujer. Y es que él bien sabía que esto había sido más que simple sexo, le había hecho el amor a Anna.

Aun agitado, se colapsó sobre la delgada figura de su esposa, con las sabanas pegadas a sus cuerpos, aferrándose el uno al otro, mientras sentía el latir de ambos corazones.

Con ambas manos, el moreno tomó el rostro de la chica, besándola con insistencia, comiéndose sus labios al tiempo que le dedicaba entrecortadas palabras de amor; aspirando el aroma a sexo que inundaba la habitación.

Pocos instantes pasaron antes de que Hao abandonara el cuerpo de su amante, rodeándola en un abrazo cálido y suave, mientras ella se acomodaba sobre el torso desnudo de su esposo.

Anna, por su parte, también respiraba agitada, apenas pudiendo creer todo lo que había experimentado. ¡Fue tan intenso¿por qué no lo había hecho antes?. Había sido hermoso y solo podía pensar en la próxima vez que ella y su apuesto amante se abandonaran por completo al amor.

"Muy pronto; sé que Hao lo espera con ansias.".

Pensó la rubia, sonriendo ante la ironía de sus palabras.

En realidad, era ella la que no podía esperar a hacer el amor... con su amor. No obstante, estaba segura de que él se sentía igual.

Y ahí estaban esos dos, ella sobre él, la mujer sobre el hombre, desnudos... mirándose con tal atención como si quisieran memorizarse el uno al otro.

Hao dibujando la silueta femenina con sus manos, marcando sus huellas por todo ese hermoso cuerpo... la amaba.

Anna, yo...

El castaño acarició con suavidad la mejilla de la chica.

¿Cómo decirle que lo había hecho el hombre más feliz sobre la tierra, que ella era todo para él...

"Quizás no pueda creerme".

Pensó con tristeza, más ella le sonrió sutilmente.

Bueno, Hao ni siquiera estaba seguro de que aquella débil curva en sus labios fuese una sonrisa, pero así lo sentían él y su corazón, que latía emocionado con tan pequeña muestra de amor.

Así, Anna se acurrucó sobre el musculoso, pero cálido, torso de su amante, mientras un par de palabras se le escapaban en murmullos, palabras que acabaron con cualquier duda que el muchacho pudiese albergar sobre los sentimientos de la mujer, ahora dormida, entre sus brazos; palabras... que lo hicieron vibrar con intensa emoción.

Luego, la abrazó con fuerza, acompañándola en sus sueños, disfrutando de este paraíso que ambos crearon.

Continuará...


Por fin, LEMON!.

Últimamente he tenido ganas de escribir situaciones de este tipo, y lo he hecho, bueno, no tan seguido como Maeda Ai, pero lo hago a fin de cuentas, aunque con el romanticismo que tanto me gusta plasmar.

Tanto así, que el siguiente capitulo igual es lemon y no es el último.

La razón…. yo amo a esta pareja. generales.

Por fin, LEMON, espero les haya gustado, pues no acostumbro escribir sobre estas situaciones, la experta en esos asuntos es Maeda Ai.

Y aun así, el siguiente capitulo igual es lemon, quien me viera tan interesada en estos temas, jaja.

Pero, bueno, pasemos a los reviews...

Haru - Amiga TT, gracias por tus comentarios, para mi es un placer que leas esta historia, más porque me has hecho muy feliz con las tantas imágenes que he encontrado en tu web. Espero que este capitulo te haya gustado, la verdad el lemon no es mi fuerte, pero me atrae mucho este tipo de situaciones, jaja.

Kami Hao - Yo también quiero mi Hao personal, lastima que de esos no hay en la vida real, ni siquiera conozco a un hombre otaku TT. Pero bueno... Muchísimas gracias por los comentarios que haces sobre esta historia, y en verdad espero que este capitulo te guste.

Darla Asakura - ((Más abajo hay otro comentario para ti, no sé porque, me dejaste dos reviews?)). TT, mala... no has actualizado tus historias, estoy triste porque en mi mente se forman muchas ideas de que va a pasar con los personajes y eso me frustra. Pero bueno, espero que te encuentres bien de tu operación y bueno, gracias por seguir diciendo que soy la mejor, me hinchas el ego y eso es malo para mi, peor te lo agradezco. PD: sigo esperando leer tus MEGA-interesantes historias.

Leticia Margoth - Tu descuida, que lo importante es que aquí andas de nuevo y que estas leyendo la historia, eso me da gusto y es suficiente. Ojala que lo que se viene te guste, eso espero.

Pan-nany11 - Pues, según yo esto si va a ser muy romántico, aunque el lemon, pues es lemon y es algo así como más intenso... que por cierto, espero no te parezca demasiado vulgar o pesado.

Darla Asakura - QUE, otra vez, que pasó, ojalá no me haya confundido, pero allá va... si, si, quiero todos los premios, pero, sabes, lo único que en verdad quiero es poder leer lo que sigue en tus historias, en especial "Enterrando el pasado", porque últimamente me he formado muchas ideas acerca de lo que va a pasar con Yoh y Anna y eso me frustra, así que, yo espero, impaciente, pero espero. Cuídate.

Aishiterumasuhao - Tu descuida, que igual cuando salgo de vacaciones estoy prácticamente aislada de los fics, lo cual no me gusta nada, nada. Lamento la espera y espero que el lemon sea de tu agrado. Bye.

Raven Solitude - Yo feliz porque pude leer un capitulo más de tu fic, lo cual me hace recordar... que no recuerdo si te deje un review, últimamente se me olvidan mucho las cosas. Jeje, si, no pude evitar plasmar a un Hao que peca de enamorado, ese no es Hao, pero bueno, lo que se viene, igual, mucho amor, pero con los toques medio fuertecillos de un lemon, ojala te guste.

Kaoruk8 - Muchas gracias por tus comentarios, me haces sonrojar, ojalá te siga gustando la historia después de esto.

Maeda Ai – Ok, ok, ya, aquí el lemon que tanto esperabas, ojalá te guste, lo digo en serio, porque es medio difícil complacerte a ti, claro, tu escribes de estos todo el tiempo, y son los mejores, definitivamente.


Siguiente Capitulo….

Capitulo IX: "Mágicas burbujas de amor".

Despertaban ya tarde y seguían recostados por un buen rato, a veces por horas, conversando, disfrutando de la compañía mutua. Por las tardes paseaban un rato, para terminar, ya entrada la noche, haciendo el amor como si no lo hubiesen hecho antes…. Si, esto era, sin duda, una luna de miel perfecta.