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"No… lo siento, pero no, ya no. Kazuki y Shidou… muchas gracias por sus palabras y su compañía, nunca se me ocurrió pensar en ustedes como amigos, pues eran 'sus' amigos, no los míos… y cuánto me arrepiento de eso…

"Me agradan, los respeto, es todo. Pero nunca me di cuenta que realmente estaban ahí… tal vez por eso tenían un fuerte lazo con Ginji. Pero qué ingenuos son…

"¿Protegerme¿De mí mismo?… pueden vigilar que no lastime mi cuerpo, pero no pueden ver dentro de mí… sentir el tormento que me impide respirar, su recuerdo vagando en mi cabeza, la culpa de no poder estar con él en este momento… por que fui yo quien no lo cuidó, quien no lo protegió, quien no lo acompañó…

"Ya no quiero… estoy tan cansado que me gustaría simplemente dormir… hay algo que me invita a hacerlo… como si este mundo ya no me quisiera aquí, confirmándome que es la mejor solución… fundirme en un sueño eterno para ya no sentir… para ya no sentirlo a él, ni recordarlo, extrañarlo o amarlo…

"Pero en ese momento que me dejo vencer… aparece de nuevo… llorando, triste por que sabe que me rendí… pidiéndome que vaya con él, que esté a su lado… ¿entonces?… ¿qué no es eso lo que desea?… ¿POR QUÉ NO SÉ LO QUE QUIERE DE MÍ!…

"De todos modos, ya no hay nada que me retenga aquí…"

Con gran dolor se levantó de la cama y, a pesar de su vista nublosa y la noche que cubría la habitación, se las ingenió entre tropiezos para llegar al cuarto de baño y encerrarse. No sabía por qué, pero esa simple acción le dejó agotado, como si algo le impidiera lo que planeaba hacer. Se apoyó en el lavabo y esperó que su respiración se normalizara.

- ¿Ban?… ¿Ban¿Estás ahí?

- "Genial… Natsumi… ¿acaso Paul no la pudo haber dejado salir más tarde?"

- TOC TOC TOC… ¿Te encuentras bien?… ¡Ban!

- "Lástima que ya no pude verte, Natsumi… pero soy tan débil que me van a convencer otra vez…" – aseguró la puerta y el sonido alertó a Natsumi.

- ¡Ban¿Estás bien¡Responde! – desesperada, golpeaba la puerta e intentaba girar la perilla, pero sabía que no podía hacer nada.

- "Bien, ya se fue… ya no tengo que decir nada… sólo concentrar mi poder del Jagan…" – observó su reflejo y lo que vio fue al viejo Ban, sólo, triste e incomprendido, antes de conocer a Ginji.

- ¡Ban¡Abre la puerta ahora mismo! – siguieron los forcejeos.

- "Grandioso… fue por el fenómeno de los hilos…"

- ¡Escucha Serpiente¡Más te vale que no hagas nada estúpide¿Me oyes?

- "Ya ni tengo ánimos de reclamarle al chico mono…"

- ¡Ban¡Por favor, necesitamos hablar!

- "¿Hevn?… ¿es que decidieron juntarse precisamente hoy, o qué?"

- ¡Idiota¡Ya verás cuando entre! – los golpes de Shidou aumentaron y la puerta tambaleó peligrosamente para Ban.

- "Ya no importa qué suceda, si muero o me reúno con Ginji… cualquier camino será mejor… demonios, sí soy egoísta…" Lo siento, chicos, pero necesito verlo…

Si un segundo durará una eternidad, sería este. Ban dio una última y cansada mirada al espejo, concentró todo lo que tenía y lo último que escuchó fue la puerta caer y los gritos de sus amigos, pero en un tono ininteligible y apenas audible. Ban pudo ver el cuarto moverse mientras caía y la gente que se juntaba alrededor de su cuerpo tendido en el piso, pero ya no les oía ni distinguía claramente. La presión de su pecho desapareció con un último y gran suspiro.

Logro lo que quería, no sentir nada…