Dulce soledad

Por: Kýa Wri.

Capítulo 2: "Por palabras empezó la tristeza."

---

Ese día, la mente fresca traía más recuerdos que la nostalgia misma.

La infancia de Lily fue, más que nada, una "normal" infancia. Hubiera sido completamente así, si es que no hubiera ocurrido un acontecimiento que la marcaría de por vida.

Frank antes de morir, junto a Margot habían acordado entregar varitas e inscribir en Hogwarts a los 11 años. Pero a Lily esa idea fue descartada ya a los 6 años de edad, luego de "El incidente del ventanal"

La casa donde vivían tenía un gran ventanal en la sala central, el cual estaba bien adornado con flores y adornos, que Mamá Margot adoraba y regaba todos y cada uno de los días. Lily pasaba jugando con Jaimie ahí, riendo y gozando. El juego que ellas tenían no tenía nada de extraño, era, simplemente, correr, tocar el ventanal sin que tocaran ninguna flor, (algo prácticamente imposible) y volver a donde mismo. Un día, Amanda y Petunia entre curiosidades al notar que Lily y Jaimie reían a carcajadas vieron el juego en el que participaban. Lily invitó a sus hermanas a unirse. Amanda interesada fue y lo intentó una vez. Pero a Petunia le daba terror, así que se quedó en un rincón. Lily, tratando de animar a Petunia, empezó a empujarla y a pelearse para que tratara de jugar, mientras que, en la furia, empujó levemente hacia delante a su hermana y algo pasó: Una energía descomunal salió de Lily, no sólo empujando a Petunia y haciéndola chocar contra el ventanal y las preciadas flores, sino que también rompiendo este mismo ventanal.

Desde ése día, Lily estaba condenada a resignarse de entrar a Hogwarts y estudiaría como lo habían echo otras tantas las mismas clases que ya tenía: Lengua, Lógica, Piano, Historia y Francés.

Todas las tardes, como siempre había sido, a las 18.00 horas exactas tenía que estar lista la hora del té. Todas las mujeres del rancho debían estar ahí: Mamá Margot, Amanda, Petunia, Lily, Jaimie y Lenna, la sirvienta. Ésta última era, por supuesto, la última en sentarse. Entre bromas y todo, el tiempo se pasaba volando y no se daban cuenta cuando sus buenas 2 horas ya habían pasado. Así era como, cuando ya todas habían acabado de comer, Mamá Margot decía:

-"Pueden levantarse de la mesa"

Así era como sabían, tenían por costumbre cada una de las mujeres repartir las labores: Mientras una llevaba las tazas y platos, la otra guardaba los animales en sus respectivos lugares, la otra guardaba lo que sobraba, la otra lavaba y secaba y otra veía que habría para el día siguiente, luego de estas acciones iban a dormir, leer o estudiar, y así acababan su día.

Lily tenía 15 años y, lógicamente, se sabía toda esta rutina de memoria, también así las visitas constantes de la institutriz (que desde los 11 años sólo le enseñaba a ella). Lily había desarrollado no sólo un talento increíble con el piano, haciéndolo de éste casi la única manera de entretenerse mientras estaba sola, sino que también en la cocina. El que Jaimie la haya cuidado desde pequeña formó una relación muy especial entre ellas. Para Lily era una segunda madre. Y para Jaime, era como la pequeña hija que jamás pudo tener.

Ése día ya eran las seis de la tarde, sus hermanas ya habían llegado de Hogwarts comentando los sucesos que pasaban allí. Lily sentía que Petunia le gustaba hacerlo especialmente para que ella se pusiera "triste". Pero Lily nunca caía en su juego, ella ya sabiendo cual eran sus verdaderas intenciones. Aún así, le hubiera gustado estudiar en Hogwarts.

Todas las mujeres del rancho estaban en aquella mesa, con mantel blanco y comida deseable, cuando par Lily comenzó su tortura. Ya todas habían terminado de comer y conversar y serían ya las 20.00 hrs. Mamá Margot se levantó y como comúnmente lo hacía, dijo:

-"Pueden levantarse de la mesa"

Pero Lily no lo hizo así. Todas se levantaron menos ella.

-"Mamá..."- Dijo balbuceando. –"Yo... Éste... Quería conversar contigo."

Mamá Margot se sentó nuevamente asombrada.

-"Pues, es que el Jueves, James Potter y su padre quieren venir a conversar contigo."

Mamá Margot se sorprendió.

-"¿Y para qué sería?..."- dijo ésta, creyendo saber el por qué.

Sin embargo, Lily, cínicamente dijo:

-"No tengo idea"- con esto se echó su rojiza y crespa cabellera hacia atrás.

-"Bueno"- respondió finalmente Mamá Margot. –"Si es para pedir tu mano eso sí, diles que no se molesten en venir, por que ya sabes que tu eres la menor, y la que me cuidará hasta mis últimos días"...

Eso fue lo que a Lily le desató la más increíble furia que jamás le había dado.

Fue cuando le dieron los malditos recuerdos que le hacían lagrimear sus ojos...

Sí, por que era hace un año en una hermosa primavera en la que lo había visto por primera vez. Ése Domingo caluroso, en el que ella fue aburrida a ver como sus hermanas, llenas de amigos de su misma escuela, sociabilizaban, y su madre conversaba con las señoras del pueblo. Por mientras, Lily estaba con Jaimie sentada en una banquita.

-"Bueno, y eso fue lo que pasó el Martes"- le decía Jaimie cansada.

-"Ahh... Ahora lo entiendo."

Lily veía a sus hermanas y a su madre y añadió:

-"No puedo estar más aburrida".

-"Pues deja de aburrirte"- dijo Jaime, con una sonrisa pícara.-"Hay un chico bien buen mozo que te está mirando."

-"¿QUÉ!"- gritó impactada y emocionada Lily. –"DONDE!"

-"No grites, ni mires Lilianne!".- le dijo Jaimie empujándola un poco. –"Está justo al lado de los arbustos... Mira disimuladamente".

Fue cuando Lily esperó unos instantes y miró hacia los arbustos. Efectivamente, había un chico mirándola. Cuando ella dirigió su fulminante mirada, el chico justamente la derivó hacia otro lugar. Pero el chico no estaba sólo. Estaba, además, conversando con otros 3 chicos que estaban a su alrededor, con los que reía y hablaba animadamente.

-"¿Cómo se llamará esa chica?"- preguntaba James Potter a sus amigos. –"No debe tener más de 16 años... ¿Por qué no estará en Hogwarts?

-"¿Cuál?"- preguntó Peter. –"¿Cuál chica?"

-"Una que ha estado mirando detenidamente hace como 10 minutos"- respondió con una sonrisita Sirius Black. –"Aquella que está sentada en la banca con ésa otra mujer... muy... bella... también..."

El último chico que no había hablado, contestó las dudas.

-"Yo la conozco..."

Era evidente. Remus Lupin, un famoso y joven (medico mágico), era el mejor en el pequeño pueblo, y el encargado de curar cada una de las extrañas enfermedades. A Lily la había conocido una vez, el año pasado, cuando la curó de una depresión endógena. Remus, quién había salido sólo hace dos años de Hogwarts, se impresionó de la belleza de Lily, en especial, el "ángel" que tenía.

-"Es Lily Evans..."- dijo finalmente Remus. –"La curé el año pasado"

-"¿De qué?"- le dijo riendo Peter. –"¿De qué la curaste? De... ¿romantisitis aguditis?"

Los chicos rieron alrededor, menos James, que estaba impresionado en la belleza de aquélla chica.

-"Idiota."- le dijo sonriendo Remus. –"Lo único que sé es que fue castigada y por eso no va a Hogwarts. Y que su madre, es de temer."

-"Oh, es una lástima."- añadió Sirius, pensando. –"De verdad es bonita, podría habernos tocado en Gryffindor, quién sabe que habría pasado."

Sirius, en ese momento, recibió una patada de James, y dio un pequeño grito de dolor.

-"¿Qué te pasa?"- Le preguntó Sirius tocándose su pierna. –"Tus entrenamientos de Quidditch te obligan a desquitarte conmigo?"

-"Yo... Yo... Conoceré a esa chica."- dijo decidido James.

Así fue como los cuatro chicos fueron donde se encontraban Jaimie y Lily. Tenían la cuartada perfecta: Iría Remus a saludarlas, y por cortesía, los tres restantes chicos.

-"Buenos días, Srtas."- fue a saludar Remus educadamente, llegando hacia las bancas con los 3 chicos.

-"Hola, muy buenos días."- respondió Jaimie, sonriendo.

-"Hola"- dijo con una sonrisa Lily. El rostro de Remus se le hacía muy, muy familiar. –"¿Le conozco... acaso? Discúlpeme la pregunta"

Remus rió.

-"Si si, por supuesto que sí. El año pasado le curé de una desagradable enfermedad."

Lily reflexionó, tomando uno de sus pequeños mechones y enroscándolo.

-"Ahh, claro que si!."

Remus y Lily rieron un poco. Jaime, en ese momento, entró en la conversación.

-"¿Y ellos, quienes son?"- le preguntó a Remus por los chicos que habían detrás de él, callados.

-"Ah, ellos son unos amigos que me hice en mis años de Hogwarts..."- Remus los llamó con una sonrisa. –"Vengan chicos."

Los tres chicos se acercaron a la banca. Lily y Jaimie se pararon.

-"Bueno, ellas son Lily Evans y Jaimie."- dijo, haciendo una pausa. –"Ellos son James Potter, Sirius Black y Peter Pettegrew, amigos del colegio..."

-"Encantados."- dijeron éstos.

-"Si, muy encantado..." – dijo James, viendo los hermosos ojos esmeralda de Lily Potter.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Segundo capítulo.

Me demoré en actualizar por un simple motivo: Me fui a Inglaterra de intercambio un mes, y por esa razón no subí este capitulo xD.

Les tengo una mala y grave noticia (al menos para mi). PROHIBIÓ contestar los reviews en los Fanfics, lo que a mi me parece muy injusto por que es la única forma que tengo de contactarme con ustedes, y me doy cuenta que me la están privando. Pero no nos vamos a quedar sentados esperando... ¡Se viene lo grande!... Así que por favor si les llega un mail con el tema de (de mi, por ejemplo, mi email es ) No lo borren! Y traten de cooperar por favor! Para mi es muy triste no poder responder ahora sus reviews, por eso mismo estoy mandando este mensaje. Si me pueden dejar su email en los reviews... Se los agradecería infinitamente. Si les llega un mail mío ya saben con qué fin es.

No tengo mucho comentario sobre el capítulo, disculpen pero estoy re-apurada poniéndome al día con el colegio después del intercambio (En Chile es invierno! Jejeje TT)

Los quiero muchísimo, a pesar de que no puedo contestar sus reviews ya saben que para mi son una gran alegría y los leo todos y los tomo en cuenta.

Saluditosh y nos vemos al 3r. Cap.

Kýa Wri.