Quiero agradecerles que lean mi historia, sobre todo por que esta es una de mis favoritas. Gracias sobre todo a: Karo que linda eres, te mando un besote, espero que te siga gustando la historia, a Shadir, vaya que es confianzudo ese Vegeta, pero más bien es que cree que lo merece todo sólo por el hecho de ser príncipe, ser fuerte y taaaan guapo, varonil, papacito, yo si le doy tooodo lo que quiera... cuerazo. Runliney: gracias por tu review, pero deja correo para que te pueda contestar!¿te digo algo? ni yo misma sé qué es lo que va a pasar jeje.Y a SuperBrave: espérame un poco más y saldrá el primer capítulo de lo que tú sabes...
Espero que les guste este capítulo. Por cierto, los posteriores tienen temas no aptos para menores de edad, este todavía está light. Reciban un abrazo de oso.
Recuerdos del pasado.
3
Vegeta despertó sobresaltado, desorientado, confundido, al principio no supo dónde estaba, respiró agitadamente, luego recordó lo que había pasado y se preguntó si había estado soñando, pero de pronto un suspiro lo sacó de sus pensamientos, volteó la cara y se dio cuenta de que no había soñado, ahí estaba la muchacha del día anterior y se dio cuenta con cierta vergüenza de que lo estaba abrazando con una mano y una pierna. Suspiró ¿que sentía? era muy confuso todo aquello... tal vez estaba... ¿relajado? no sabía, simplemente nunca había estado así, y ya no recordaba la última vez que había dormido en una cama tan cómoda, no pasó hambre, ni frío, ni tuvo que despertar repentinamente a causa de algún enemigo, es más, nunca había dormido tanto tiempo.
Se dio cuenta de que no había ningún ruido, nada de gritos, nada de ataques traicioneros, nada de nada. No sabía si soportaría seguir así más tiempo. Se quitó el brazo de la chica del pecho y olfateó, todavía estaba aquel olor extraño que lo perturbaba, y seguía intacto, como el día anterior. La chica, con la boca un poco abierta y todavía profundamente dormida (sin mencionar que lo seguía abrazando con la pierna), gimió entre sueños,
Vegeta no dejaba de verla, se acercó más a ella y tocó su cabello, sedoso y brillante, que durante la noche se había liberado de la liga que lo aprisionaba, también recorrió con las puntas de sus dedos la piel tersa y seductora de Bulma, se detuvo al sentir que la pierna de la chica se movía lentamente, acariciándolo sin conciencia, contuvo el aire hasta que el movimiento terminó. Nunca había tenido tantos sentimientos encontrados en tan poco tiempo. Miró hacia otro lado, regañándose por ser débil y para colmo ante una mujer de una raza inferior, se levantó de la cama y miró por la ventana, ya estaba oscureciendo otra vez, pero aún así apreció las ciudades que contrastaban con las montañas en la lejanía.
Todo aquello le hizo pensar
-"si conquisto este planeta para Freezer me dará una buena recompensa... tardaré más o menos un mes" -calculó tomando en cuenta su poder actual -"no creo que hayan guerreros poderosos aquí"- sin mirar a Bulma, se puso las botas, los guantes y la armadura, dispuesto a ir a explorar
-¿Vegeta?- preguntó adormilada -¿que pasa?- al verlo vestido, no sospechó que había dormido con ella
-nada- respondió secamente
-ah... ¿que hora es?- se sentó en la cama y se talló los ojos para ver mejor el reloj -¡¿las 6:00?! ¡ay, no! Ya no fui a la escuela... bueno, no importa, de todas formas no había hecho la tarea, ja... "ay"- se quedaron en un silencio incómodo -eh... ¿tienes hambre?- Vegeta no dijo nada, pero el sonido de sus tripas lo relataron -jajaja ya vi que sí- sonrió y se levantó de un salto, con el sueño totalmente espantado -ven- le dijo y se dirigió hacia él, pero Vegeta no se movió, así que la chica lo tomó de la mano y lo llevó a la cocina- yo también tengo hambre- pero al llegar recordó que por la cocina había pasado el huracán Vegeta. Así que llamó a un restaurante -Hola, habla Bulma Brief... tráigame... todo la comida que tenga... claro que no estoy bromeando- dijo enojada -...ash, ya le dije, Bulma Brief, ajá, bueno, tráigala a la Corporación Cápsula, y por favor dese prisa... bueno, gracias- colgó y se volteó hacia Vegeta -Asunto arreglado, voy a bañarme, no tardo- salió de la cocina, pero enseguida regresó -¿por qué no vienes? ¿no te quieres bañar?-
-no lo necesito-
-¡¿como que no?! anda...- fue por él, se colocó a sus espaldas, lo empujó con mucho esfuerzo hasta el baño más próximo y lo metió
-no... yo...-
-aquí tienes una toalla. Date prisa por que la comida no tarda- sin saber por qué, Vegeta obedeció. Un rato después, Bulma entró como si nada y le dejó ropa limpia... de su papá, por cierto... mientras metía en la lavadora la ropa sucia. Cuando terminó el baño y entró en la cocina, Bulma estaba pagando la comida y despidiendo a los numerosos meseros. Le sonrió al verlo
-te ves muy guapo- dijo. Vegeta se sonrojó un poco. Tenía puesto un pantalón negro de vestir y una playera de manga corta, con la que se le marcaban muy bien sus definidos músculos, Vegeta se sentía un poco ridículo sin su ropa -bueno, ahora me toca a mi, buen provecho- le señaló la comida y dueña de la situación, se dirigió al baño. Regresó una hora después, Vegeta acababa de comer y a ella apenas y le sobró un plato de tallarines, se encogió de hombros y se sentó a comer
-me recuerdas mucho a Gokú... sólo que él si es terrícola- terminó de comer y puso a unos robots a limpiar la cocina -¿y ahora qué hacemos?- preguntó pero como en todo ese día, no obtuvo respuesta alguna -Mmm... será mejor que empiece a hacer los planos para tu nave- hasta entonces Vegeta se interesó, Bulma se levantó y fue al laboratorio, con el saiyajin detrás de ella -A ver...- dijo cuando tuvo ante ella la mesa de trabajo -primero lo más importante ¿donde va a ir el estéreo?-
-¿el qué?-
-el estéreo, para que vayas escuchando música-
-¿eso que es? -preguntó esperando algo tétrico-
-¡¿no me digas que no conoces la música?! ¡con razón tienes tan mal humor!- enseguida prendió el radio, bajó el volumen por que estaba demasiado alto y regresó a la mesa -eso es música- El saiyajin rodó los ojos
-quítala, no me gusta-
-¿no?- preguntó extrañada -a mi sí ¿sabes bailar? ¿no, verdad? Si no conoces la música como vas a saber bailar -reflexionó consternada- mira, es muy fácil- cambió la música a una más alegre y se colocó frente a Vegeta -solo tienes que poner la mano aquí y la otra aquí y luego saltas así y das una vuelta y muevas la cadera...- mientras le explicaba, iba bailando al ritmo de la música. Vegeta retrocedió, por si eso se contagiaba -... y entonces pones el pie aquí y... y... ¿que pasa? ¿no te gusta el baile del conejito?- Vegeta negó con la cabeza, tragando saliva y con tres gotas en la frente -Uy, entonces no te va a gustar la demás música- apagó el radio, se sentó desilusionada y volvió al pliego de papel en blanco -a ver...- tomó un lápiz y miró muy concentrada el papel -ups... jaja no tengo idea por dónde empezar- Vegeta tomó aire antes de caer de espaldas-
-este planeta tiene una tecnología muy atrasada- se quejó enojado
-¡no es cierto!- saltó de la silla, indignada
-¿entonces por qué no tienen ni una nave espacial?-
-ya te dije que por que nadie en la Tierra ha tenido necesidad de salir al espacio, pero eso no quiere decir que estemos atrasados. Mi papá inventó las cápsulas Hoi Poi y eso nadie lo ha podido superar-
-¿las qué?-
-las cápsulas Hoi Poi ¿no las conoces? Si yo quisiera, podría meter toda mi casa en una capsulita pequeña, pero hace mucho ruido... mejor te enseño con otra cosa. Se acercó a la ventana y de su estuche, sacó una cápsula. Apretó el botón, la arrojó y apareció una especie de aeromoto para una persona
-¿a eso llamas una nave?- preguntó burlonamente. Bulma se enojó y brincó por la ventana, montó en el aparato y despegó
-nadie le puede ganar a su velocidad- acarició la aeromoto y comenzó a volar -ahí tienes príncipe- muy pronto, la C.C, se perdió de vista y Bulma consideró que ya era suficiente, dio vuelta para regresar y casi se cae de la nave por la impresión que le dio ver a Vegeta flotando frente a ella -¿coc-como haces eso?-
-¿que? ¿volar? es muy fácil- contestó restándole importancia. Bulma lo tomó como reto, así que aceleró y se alejó de él, pero muy pronto, Vegeta volaba su lado
-te advierto que no me vas a ganar- se colocó los lentes especiales y encendió las turbinas con lo que voló más rápido aún. Vegeta se puso serio y comenzó a volar más rápido. Bulma metió el acelerador a fondo y cerró los ojos, estaba bastante asustada pues nunca había usado tal potencia pero no se quería dejar ganar. Vegeta aceptó el reto y expulsó su ki para volar aún más rápido, tuvo que cerrar los ojos por que el viento le cortaba la cara -admítelo Vegeta- le gritaba -soy más rápida que tu-
-¡eso ni en tus sueños!- haciendo su máximo esfuerzo, voló tan rápido que dejó atrás a Bulma. Ella quiso meterle más velocidad, pero eso ya no era posible, al contrario, las turbinas empezaron a fallar con lo que redujo la velocidad y encima de eso, la gasolina se estaba agotando
-oh, oh...- en ese momento, la moto se apagó y Bulma comenzó a caer en picada, gritó, pero el viento se llevó su voz, intentó desesperadamente sacar otra cápsula, pero todas se salieron volando. Vegeta por su parte, se detuvo y comprobó triunfante que le había ganado a aquella muchacha tan necia, pero se extrañó al no verla llegar, ya estaba un poco agotado por el esfuerzo que hizo pero regresó volando para saber qué había pasado. Bulma continuaba cayendo, no podía ver nada por que la falda le tapaba la cara, pero gritaba como nunca en su vida. Ya se comenzaban a verlas copas de los árboles, Bulma comprendió que era su fin, estaba a escasos dos metros del suelo cuando llegó Vegeta y la rescató agarrándola por una mano y subiéndola, Bulma se dio cuenta y se sujetó con fuerza del brazo del muchacho con las dos manos, así llegaron a la C.C., aunque no fue un buen aterrizaje por que Bulma calló hincada
-a ver si aprendes a no ser tan tonta y creer que le puedes ganar al Príncipe de los Saiyajin- regañó de mal humor, había tenido que molestarse en ayudarla -¿y ahora por qué tiemblas si te rescaté?- Bulma intentó levantarse pero las piernas le temblaban
-¿tu por qué crees? -le preguntó enojada y notó que incluso la voz le temblaba -¿qué tu nunca has sentido miedo?-
-Por supuesto que no, un saiyajin nunca siente miedo-
-¿acaso los saiyajin no tienen sentimientos? ¿o son inmunes al dolor?- estaba irritada por que le dolían mucho las rodillas, por que había perdido y por que se le habían visto los calzones. Tras lograr ponerse en pié, se metió nuevamente al laboratorio y se frotó con alcohol todas las raspaduras
-lo que pasa es que eres muy débil- le dijo despectivamente
-¡yo no soy débil! ¡soy una chica delicada! ¡¿que nadie te enseñó como tratar a una dama?!- gritó
-una dama no anda enseñando los calzones- Bulma se sonrojó rabiosamente, tomó impulso para darle una cachetada al saiyajin, y tomándolo desprevenido pudo dársela -¡¿que te pasa?!- gritó molesto -¡no te atrevas a tocarme por que...!-
-¿por que qué? ¿me vas a pegar?-
-podría matarte aquí mismo si yo quisiera- amenazó
-¡pues hazlo! no te tengo miedo, por que en cuanto mis amigos se enteren...-
-otra vez amenazando con esas estupideces. ¡Llámalos, también a ellos los voy a matar!-
-eres un... un... ¡salvaje!- le aventó la botella de alcohol, aunque Vegeta la pescó en el aire. De lo que no se dio cuenta es de que la botella todavía estaba abierta y un chorro de alcohol le cayó en los ojos, su primera reacción fue cerrar los ojos, pero no se quejó, se volteó dándole la espalda a la niña- ¡ay, Dios mío! ¡Vegeta! ¡Vegeta! ¡perdóname, por favor! ¡no fue mi intención! ¡fue un accidente! -gritó preocupada, notando que Vegeta temblaba un poco
-agh... aléjate de mi- los ojos le ardían como si se los estuvieran quemando. Bulma lo jaló de la playera y lo llevó a otro lugar, asustadísima y sintiéndose muy culpable, lo condujo hasta el lavabo del baño del laboratorio
-a ver, abre los ojos- bajó su tono de voz a uno muy dulce
-¿para qué? ¿traes más alcohol?- involuntariamente, y por mucho que esto lo humillara, estaba llorando a mares, no es que llorara de dolor, por que ese se lo aguantaba, sino como defensa natural. Él trataba de taparse la cara y Bulma de destapársela jalándolo del brazo
-no tonto, es para que te caiga agua- era inútil, el lavabo era demasiado pequeño, así que lo metió en la regadera y abrió la llave del agua -¡pero abre los ojos!-
-¡eso intento! déjame sólo-
-no así no, ponte aquí- Bulma tratando de empujarlo, se tropezó y acabó también en la regadera -ash, ya me mojé- se quejó molesta, pero recobró la calma inmediatamente -siéntate- lo empujó un poco hacia un lado, obligándolo a sentarse en la orilla de la tina. Bulma tomó una regadera móvil y la jaló hasta los ojos del saiyajin, mientras le levantaba la cara, él no tuvo más remedio que dejarse llevar, pues el fuego continuaba quemándole y las lágrimas estúpidas seguían saliendo sin remedio. No pasó mucho tiempo cuando todo se tranquilizó -¿ya?- preguntó preocupada aún
-si ya déjame- Bulma cerró la regadera y suspiró aliviada. Vegeta se talló los ojos
-no te los talles... se te van a caer las pestañas- dejó la regadera en su lugar. El saiyajin se iba a levantar, pero Bulma lo detuvo, aún no podía abrir los ojos completamente. La chica se colocó casi encima de él para alcanzar el botiquín y sacar unas gotas -abre los ojos-
-¿que vas a hacer? -preguntó ya espantado
-tranquilo, son para que no se te irriten los ojos- Vegeta hizo el esfuerzo y los abrió un poco, se le habían puesto tan rojos que Shen-long le tendría envidia. Bulma le puso las gotas con delicadeza y aunque le ardieron tanto como el alcohol, Vegeta no se quejó. Minutos después todo volvió a la total calma. Bulma empapada como estaba, salió de la tina, cerró las puertas corredizas de la regadera y le pasó una bata por arriba -ten, la ropa de mi papá está en su cuarto y creo que se va a molestar si te presto más, será mejor esperar a que tu ropa se seque- Vegeta, aún viendo todo borroso, se puso la bata de baño y salió. Bulma estaba también en bata, exprimiendo su ropa. Vegeta se talló otra vez los ojos y comenzó a enfocar , la chica se veía muy apenada y algo triste -Vaya desastre- se quejó
-¿cuando va a llegar tu padre?- cambió de tema
-pues se supone que ya debería haber llegado...- A cientos de miles de kilómetros de ahí, en una playita, alrededor de una fogata...
-oye papá ¿cuando le dijimos a Bulma que íbamos a regresar?- pregunto la mamá mientras comía bombones
-no me acuerdo... creo que el mes que entra- respondió sin preocupaciones el doctor y se quitó de encima un insecto
-ah, bueno...-
Mientras tanto, en la Corporación, Bulma se estaba cepillando el cabello, con lágrimas en los ojos. Mientras Vegeta le sacaba el agua a sus botas
-¿y ahora por qué lloras? no te hice nada- preguntó molesto
-no estoy llorando... me entró algo en los ojos- se dio la vuelta y se secó las lágrimas
-tengo que encontrar la forma de irme-
-pero no sé cómo construir una nave- confesó. Hubieron unos segundos de silencio
-si Freezer no me encuentra... bah, no le va a importar, pero no puedo quedarme más tiempo -Bulma asintió sin verlo, mientras se ponía crema en las piernas -¿no hay otro científico en este planeta?-
-si, hay muchos, pero te aseguro que ninguno ha construido naves espaciales-
-demonios- Bulma, aún triste, se dio la vuelta y se acercó a Vegeta
-perdóname- le pidió sinceramente, yo te metí en este lío, si no le hubiera pedido ese deseo a Shen-long, no estarías aquí-
-bah... no importa- se cruzó de brazos cerrando los ojos aún un poco irritados, Bulma sonrió levemente y lo besó tiernamente en los labios. Él los abrió enseguida, pero no dijo nada -hay que ver si ya se secó tu ropa- fueron hacia la lavandería a comprobarlo, todavía no estaba completamente seca pero la puso unos segundos en la plancha de vapor, menos la armadura que pesaba demasiado para ella, y quedó lista -ten, ahora falto yo- subió sola a su cuarto y se cambió, y al terminar se sentó en su cama, pensando en cómo solucionar el problema que ella había creado, en ese momento entró Vegeta. Bulma brincó -¡oye! ¡primero toca la puerta! ¿que tal si estuviera desnuda?-
-¿que tiene de malo?-
-¿como que qué tiene de malo? pues... pues... ¡que no se debe hacer y punto!-
-¿y por qué no?-
-¿nadie te explicó que eso no es correcto?-
-pues no, y no le veo nada de malo- Bulma se quedó sin palabras, recordó que Vegeta le había contado que a los 5 años se había ido con Freezer, y pensó que probablemente nadie le había enseñado el tipo de cosas que atañen a los chicos y alas chicas
-bueno... pues ahora ya lo sabes- aseguró y salió al balcón. Hacía un poco de frío, pero el cielo estaba totalmente despejado, las estrellas se veín claramente -Vegeta ¿de donde vienes?- el saiyajin salió al balcón y miró al cielo, afortunadamente no había luna aquella noche de lo contrario se hubiese transformado en ozharu
-de ahí- señaló una estrella en particular, brillaba muy poco, pero se alcanzaba a distinguir
-se ve que está muy lejos- comentó tratando de recordar si sabía el nombre de esa constelación, pero otra duda la distrajo -¿por qué te habrá traído Shen-long?- preguntó
-lo último que recuerdo fue que estaba peleando con alguien y luego aparecí aquí, nadie me pidió autorización para trasladarme-
-No entiendo-
-¿ese Shen... como se llame... cumple deseos?-
-si, si reúnes las 7 esferas-
-¿y cumple cualquier deseo?-
-si, pero ahora hay que esperar un año para que vuelva a aparecer-
-rayos- contestó disgustado, pero una idea le cruzó por la cabeza -"tal vez pueda venir en un año y pedirle que me vuelva inmortal, como siempre lo he deseado"- los ojos le brillaron ante esta posibilidad, pero no quería que la chica se diera cuenta o podría arruinar sus planes -¿qué le pediste?-
-ejem...- tosió nerviosamente y para disimular se recargó en la barda -¿tienes novia?- cambió el tema rápidamente
-¿novia?-
-ya sabes... novia, esposa o pareja... una chica-
-no- contestó como si la sola idea fuera ridícula
-¿por qué?-
-¿siempre haces preguntas tontas?-
-no es una pregunta tonta, todos los muchachos de tu edad tienen novia-
-¿tu tienes novia?-
-¡¡yo soy mujer!!- gritó exasperada -no tengo novia, tengo novio-
-¿y para qué sirve?- ante esta pregunta tan tonta, Bulma se encontró que no sabía muy bien la respuesta-
-tienes razón... no sirve para nada, por eso lo corté-
-¿lo qué?- Vegeta comenzó a imaginarse a la mujer con tijeras enormes, destazando a alguien, tal vez era más fuerte de lo que aparentaba ser
-terminé con él-
-pensé que no eras guerrera-
-me refiero a que ya no somos novios-
-ah...- dijo desilusionado, que fuera guerrera hubiera sido interesante. La intensa luz de las estrellas iluminaba levemente el balcón. A Bulma le llamó la atención algo que apenas había tenido tiempo de mirar bien, la cola de Vegeta, que se movía orgullosa y atenta, se parecía mucho a la de Gokú. Vegeta la enrolló alrededor de su cintura
-se ve bien como cinturón -comentó. Vegeta la miró desconfiado y se alejó de ella un poco -Era broma, no me mires así-
-no le veo lo chistoso- Recordó que una vez Freezer lo amenazó así, y él realmente no había bromeado... Repentinamente, Bulma sin ninguna mala intención, acarició la cola de Vegeta, el saiyajin dio un salto y se estremeció de pies a cabeza -¿Q-que h-haces?- preguntó agitado y un poco, solo un poco, asustado
-¿que hice?- preguntó confundida
-¡no vuelvas a hacer eso!- gritó
-¿pues que te pasa?- no entendía nada
-"diablos en estas ocasiones desearía no tener puesto este traje tan ajustado"- pensó abochornado -La cola es la parte más sensible de un saiyajin-
-yo solo la toqué-
-pero no lo vuelvas a hacer- regañó fuertemente
-mmm... pues no lo entiendo- insistió mirándola detenidamnte, Vegeta se dio la media vuelta para que la terrícola no notara los efectos de ese tipo de caricias
-no necesitas entenderlo, simplemente no me vuelvas a tocar la... ¡deja ahí!- gritó cuando Bulma se escabulló y la volvió a agarrar -¡suéltame!-
-¡ya entendí! jajaja si te agarro la cola... te quedas sin fuerzas-dijo triunfante y sin soltarla
-eso no es cierto- le tembló la voz. Bulma con una sonrisa maliciosa, la apretó y Vegeta se puso rojo
-entonces ¿por qué estás tan nervioso?- preguntó disfrutando su maldad
-no es tu asunto, sólo suéltala sino... te vas a arrepentir- amenazó tratando inútilmente de controlarse, los ojos se le estaban poniendo en blanco y es que el entrenamiento que llevaba desde que era niño, no abarcaba perder la sensibilidad total de su extremidad
-uy, si ¿y qué me vas a hacer?- se burló. Vegeta se controló y logró empujar a Bulma levemente para que lo soltara. La chica calló de espaldas al piso con mucho fuerza pero no lo soltó, al contrario, lo jaló al perder el equilibrio y provocó que Vegeta cayera con ella, más bien, sobre ella. Todo pasó en cámara lenta, Vegeta lo que distinguió muy bien, fue el sonido de un golpe fuerte y seco, Bulma vio los ojos sorprendidos del saiyajin y luego todo se puso negro y perdió el conocimiento.
