ATENCIÓN: el siguiente capítulo contiene escenas eróticas que no deben ser leídas por menores de edad, por favor, si eres menor de edad, no lo leas, o podrías quedar traumado para toda tu vida (jaja que bárbara qué exagerada), pero si deseas leer el capítulo, será bajo tu responsabilidad ¿ok? ok. Total a mi no se me hizo tan fuerte.
Muchas gracias por leer mi historia y muchísimas más por sus comentarios a Runliney, Shadir, SuperBrave y Karo... por cierto Karo: Yo también soy de México paisana, que bonito país el que tenemos ¿no?
Por favor! dejen sus reviews ¡el autoestima de un escritor depende de ellos! (por lo menos el de esta escritora sí)
Bulma despertó con un tremendo dolor de cabeza, todo le daba vueltas y se sentía fatal
Bulma: ay ¿que me pasó? -susurró sobándose la cabeza, la luz del día le lastimó los ojos, se sentó en la cama y se tapó los ojos, recordó todo- (creo que no le quité la fuerza después de todo) ¿Vegeta? -se dio cuenta de que estaba sola en el cuarto, buscó en el baño unas pastillas y se las tomó- (Estos días han sido un desastre...) -fue a buscarlo a los demás cuartos- (por lo menos no se aprovechó de mi, con lo bonita que soy... debió costarle un gran esfuerzo) -se extrañó por que no lo encontraba en ninguno de los cuartos- (pobrecito, primero lo traigo a un lugar que no conoce, lo baño en alcohol y lo incomodo... bueno, él no ha sido muy inocente conmigo, lo que me hizo cuando llegó... -recordó cuando la acorraló y comenzó a besarle el cuello, se detuvo en el pasillo, recordando, y cuando, sin siquiera tocarla, le hizo sentir algo que jamás había experimentado, se sintió apenada. Pero... quería volver a sentirlo-
-De pronto, escuchó un gran alboroto en la habitación de los animales. Su corazón latió con muchísima fuerza y corrió hacia allá. Al llegar, lo que vio la hizo sentir como si le cayera un balde de agua helada: Vegeta le estaba rompiendo el cuello a un tigre-
Bulma: Vegeta ¡NO! -Vegeta se detuvo a tiempo, el pobre tigre ya veía cerca su final- ¡déjalo!
Vegeta: ¿por qué? ¿no se come?
Bulma: ¡claro que no! -Vegeta lo volteó a ver, el tigre estaba rezando sus últimas oraciones, a él le parecía que si era comestible- T-tengo mucha comida para ti -Vegeta se interesó- v-ven -le tendió la mano, Vegeta se le quedó viendo y lo pensó un rato, todavía tenía sujeto al tigre- además, la comida que te voy a dar es mucho más rica que ese animal -por fin, pudo convencerlo, el saiyajin soltó al tigre que salió chillando y se ocultó en la mini-selva de la Corporación. Bulma suspiró aliviada-
Vegeta: espero que si esté más rica
Bulma: claro -Vegeta pasó de largo, con los brazos cruzados. Bulma aprovechó y le puso contraseña a la puerta, luego lo alcanzó, entró en la cocina y volvió a llamar al restaurante- Si me trae la comida en 5 minutos le pagaré el doble- así que cinco minutos después, Vegeta ya estaba comiendo y Bulma también (aprovechó antes de que se terminara todo), luego esperó a que él acabara de comer- creo que voy a hablarle a mi papá para que venga -Vegeta no dijo nada- la verdad todavía no estoy preparada para hacer una nave espacial yo sola -Vegeta tragó la comida antes de hablar-
Vegeta: no es tan difícil, he visto hacer muchas -Bulma no lo escuchó por que le llamó la atención que si se parecía tanto a Gokú, por lo menos no tenía sus mismos modales-
Bulma: si nos da tiempo te voy a presentar a Gokú, van a ser muy buenos amigos
Vegeta: ¿es fuerte?
Bulma: si, muy fuerte
Vegeta: entonces si quiero conocerlo -unos minutos después, todos los platos estaban vacíos, nuevamente Bulma puso los robots para limpiar, se levantó y puso a funcionar las regaderas para el jardín.
Bulma: ...tengo que darte las gracias
Vegeta: ¿por qué?
Bulma: por dejarme en la cama anoche ¿sabes qué? Creo que es peligroso que estemos juntos
Vegeta: si, ya me había dado cuenta -Vegeta se levantó y se asomó al jardín, los dos contemplaron el roció que bañaba a las flores-
Bulma: pero te irás pronto -volteó a verlo y él también, Bulma sonrió, lo tomó de la mano- espero que cuando tengas ganas de sufrir accidentes o te sientas un poco kamikaze vengas a visitarme -Vegeta sonrió imperceptiblemente, en silencio, volvieron a mirarse, hasta que Bulma se sonrojó y desvió la mirada, no se daban cuenta, pero aún tenían las manos entrelazadas-
Vegeta: nunca sé que te pasa -dijo irritado-
Bulma: es que... nadie me había provocado tantas sensaciones en tan poco tiempo -quitó su mano discretamente y decidió apartarse de él, por que recordó a Yamcha y sintió que le estaba siendo infiel. Pero Vegeta la detuvo delicadamente por un brazo y la acercó a él, Bulma se resistió un poco, pero dejó de luchar al sentir sus labios tocando los de él. En realidad fue un beso muy inocente, pero intenso-
Vegeta: ¿tu qué crees que me provocas? -preguntó, y Bulma, que ya estaba en las nubes se elevó un poco más. Aun no se separaban, y Bulma no lo quería hacer-
Bulma: Ahora sé por qué Shen-long te trajo -Vegeta no comprendió pero no preguntó nada- (perdóname Yamcha) -pensó-
-Acarició el pecho del saiyajin y lo abrazó, tenía nublada la cabeza y lo único que la ocupaba eran él y sus ojos, lo besó lenta, seductoramente, saboreando sus labios, Vegeta la tomó por la cintura, con las dos manos y la atrajo más hacia él-
Bulma: ay, cuidado -le dijo con una sonrisa, al sentir la tremenda fuerza-
-El beso continuó, fue aumentando de intensidad, Bulma nunca antes había besado así. Supo que no había nada más exquisito que aquellos labios, la lengua del saiyajin exploraba cada rincón de la boca de la chica, deseando por momentos nunca separarse de ella. Vegeta le soltó el cabello y se deleitó con su aroma, que aumentaba a cada instante, luego pasó la mano por su espalda, ella se estremeció y gimió, lo que aumentó la excitación del muchacho, con gran esfuerzo abandonó su boca, y siguió con el cuello, Bulma sintió que el piso desaparecía, suspiró su nombre. Vegeta bajó lentamente la mano, mientras volvía a besarla, la chica gimió más fuerte, los dedos del saiyajin apenas y rozaron con las yemas la piel tersa y firme de sus piernas desnudas, sin embargo los dos se crisparon al mismo tiempo.
-Sin poder aguantar más, se acostaron en el piso. Bulma lo acarició desde la nuca hasta la espalda baja, él gruñó, ella besó su cuello, y su oreja, él buscó desesperadamente el borde de la falda de la chica, simplemente no podían detenerse, no había nada que los hiciera separarse...-
-Hasta que sonó el teléfono. Se detuvieron sorprendidos y agitados-
Vegeta: ¿que es eso?
Bulma: es... es el teléfono -su voz aún temblaba, mientras, el aparato no dejaba de sonar- tengo que contestar
Vegeta: pero... -Bulma lo besó rápidamente, le sonrió y a pesar de sus protestas, se levantó-
Bulma: ¿hola? Ah, papá -cobró conciencia de lo que estaba haciendo y se ruborizó- ¿como? Si, estoy bien ¿y ustedes? mmm... ¿cuando... cuando vuelven? ¡¿hoy! ¿a qué hora? son las... 3:00... ah... si, no importa, nada, no estaba haciendo nada ¿por qué? Si, papá, adiós... hola mamá... adiós mamá... -es que tenían prisa -le informó a Vegeta, luego colgó- eh... dicen que llegaran en media hora
Vegeta: ¿cuánto es media hora terrestre? -Bulma le señaló un reloj y le marcó la media hora- Um... son bastante lentos -se encogió de hombros y se acercó a Bulma, dispuesto a reanudar el juego, pero la chica lo detuvo-
Bulma: lo siento, Vegeta, no puedo hacerlo sabiendo que mis papás vienen para acá... -se apenó. Vegeta se quedó callado y hubo un incómodo silencio-
Vegeta: está bien, voy a buscar a alguien contra quien pelear
Bulma: ¿q-quieres pelear?
Vegeta: si -salió de la cocina y fue a buscar su scooter, Bulma asustada lo siguió, Vegeta lo encontró junto a su armadura
Bulma: ¿para qué sirve?
Vegeta: para detectar el poder de los demás -buscó en varias direcciones, luego de ver en el aparato varios números, puso cara de aburrimiento- todos aquí son unos insectos, no sirven para nada -Bulma se molestó con ese comentario-
Bulma: a ver, busca en esa dirección -señaló hacia la isla del Maestro Roshi-
Vegeta: bah... el más fuerte tiene 400
Bulma: ¿eso es mucho o poco?
Vegeta: es un poder insignificante
Bulma: ¿solo ese poder?
Vegeta: hay otro de 300
Bulma: ¿y por allá? -señaló en el desierto de Yamcha-
Vegeta: aquel tiene también 300
Bulma: hacia aquellas montañas está Gokú...
Vegeta: es una sabandija, apenas y alcanza los 400. No hay nadie en la Tierra que valga la pena -volteó a ver a Bulma, que se sentía un poco ofendida, el scooter marcó 0.0001, pero no le sorprendió, aquella era la criatura más frágil que jamás hubiera conocido, pero a la vez tenía cierto poder sobre él... aunque no le gustaba admitirlo-
Bulma: ¿a si? ¿y cuanto poder tienes tú?
Vegeta: arriba de los 5,000 -dijo con orgullo-
Bulma: ¡¿5,000! (¡si pelea contra Gokú o Yamcha o hasta con el maestro Roshi los va a matar!)
Vegeta: no importa, tal vez pueda divertirme con ellos -estaba a punto de volar, pero Bulma lo detuvo, asustada-
Bulma: no, espera, Vegeta... ¿no quieres conocer a mis papás?
Vegeta: ¿son guerreros poderosos?
Bulma: (este en lo único que piensa es en pelear) No, pero...
Vegeta: entonces no me sirven -otra vez se disponía a volar, pero Bulma lo volvió a detener
Bulma: espera Vegeta... mejor... mejor dime cómo se hacen las naves ¿no dijiste que habías visto muchas veces cómo se hacían? -Vegeta lo pensó detenidamente-
Vegeta: está bien -Bulma sonrió y se dirigieron al laboratorio-
-Tal vez sólo fuera su imaginación pero lo veía un poco enojado ¿sería acaso que le disgustó que Bulma se hubiera negado a seguir? Se sintió triste al pensar que Vegeta sólo se interesaba en su cuerpo y no en ella-
Bulma: ¿por donde empezamos? -se preguntó- Mira, aquí tengo modelos a escala de todas las naves que hemos inventado en la Corporación... esta la hice yo a los 5 años -sonrió al recordar, era una pequeña motoneta con adornos de todos los colores y pompones en los manubrios-
Vegeta: esto no sirve
Bulma: ¡¿como que no sirve! Tu ni siquiera podrías dibujar bien una moto y yo construí solita todas estas
Vegeta: claro que podría dibujarla... solo que no quiero
Bulma: ¿no quieres... o no puedes? -con ojitos suspicaces-
Vegeta: ¡no quiero!
Bulma: si pudieras dibujar bien, no pondrías excusas
Vegeta: eres muy grosera ¿sabias?
Bulma: si, pero no tanto como tú
Vegeta: ¡yo no soy grosero!
Bulma: ¡eres muuuy grosero!
Vegeta: ¡no es cierto!
Bulma: ¡si es cierto!
Vegeta: ¡QUE NO!
Bulma: ¡QUE...! -zas, Vegeta la calló con un beso, Bulma no supo que hacer, se resistió un poco, y trató de empujarlo, pero como no pudo, ella se impulsó y se separó, y luego le dio una cachetada con toda su fuerza, se molestó mucho por que la había callado- ¡¿que te pasa! ¡no puedes hacer eso!
Vegeta: ¿por qué no? si eres mi mujer
Bulma: ¡¿soy tu qué! -gritó con la boca hasta el piso-
Vegeta: mi mujer -Bulma se quedó callada y confundida, no sabía bien a qué se refería y tampoco sabía si debía enojarse o sentirse halagada
Bulma: o sea... ¿crees que soy tu novia? -preguntó muy confundida
Vegeta: Si así le llaman en la Tierra... -dijo encogiéndose de hombros. Bulma se sonrojó y se le salió una risita nerviosa, pero después recordó que estaba enojada-
Bulma: ¡aún así, no tienes derecho a callarme! ¡ni a besarme sin mi consentimiento! -se cruzó de brazos y lo fulminó con la mirada, comenzó a sonar el teléfono-
Vegeta: yo puedo hacer lo que se me venga en gana
¡RING! ¡RING!
Bulma: ¡pero no conmigo!
¡RING! ¡RING!
Vegeta: ya te dije que eres mi mujer
¡RING! ¡RING!
Bulma: si quiero puedo serlo, sino, no
¡RING! ¡RING!
Vegeta: yo ya dije que si
Bulma: no soy un objeto, no puedes decidir sobre mi ¡maldita sea! ¡¿quien es! -contestó el teléfono enfadada, al escuchar la voz, enseguida se relajó- ¿que pasa papá?... oh no... ¿y no pueden llegar más rápido?... pero... Si, pero... no... bueno, está bien... si, papá, adiós -colgó y cerró los ojos- ¡demonios! -susurró-
Vegeta: cuando un saiyajin decide tomar a alguien como su mujer... -dijo acercándose a Bulma, la chica retrocedió, asustada. Esa situación ya se le hacía familiar- ...ella tendrá que luchar con él para deshacer el vínculo si no quiere nada con el otro -sonrió con malicia y la agarró por la cintura-
Bulma: no, Vegeta, espérate -suplicó, temerosa al sentir las intenciones del saiyajin- no... -chocaron contra la pared, Vegeta desabrochó el primer botón de la blusa de la chica. Bulma temió lo peor cuando Vegeta comenzó a acariciarla, se le llenaron los ojos de lágrimas, pero reaccionó, tomó fuerza y coraje y le dio un pizotón, lo tomó por sorpresa, pero no le dio tiempo de escapar. Alzó una mano en el aire, Bulma cerró los ojos, esperando un golpe, pero Vegeta no le pegó, al contrario, acarició su rostro con delicadeza, Bulma abrió los ojos-
Vegeta: tranquila, si no quieres, no es divertido -por fin la soltó, Bulma se alejó de él lo más que pudo
Bulma: ¿sabes qué Vegeta? ya me estoy hartando de este jueguito, primero te comportas como un salvaje y luego... luego... ¡me confundes! -se retiró de ahí y se fue muy molesta a su cuarto, cerró con llave y se echó en la cama- (¡y mis papás deciden de último momento irse a visitar a sus parientes!) Sin importarle lo que hiciera Vegeta, se concentró en su diario y a escribir lo que había sucedido. Minutos después, el muchacho entró en el cuarto de Bulma, llevándose la puerta consigo. Bulma gritó- ¡Aaaah! ¡¿pero que...!
Vegeta: ahí tienes... -dijo tirándole en la cama una hoja arrugada, Bulma miró primero a Vegeta, luego al papel, otra vez a Vegeta y de nuevo al papel, hasta que lo tomó con los dedos temblorosos, lo desenvolvió y vio con gran sorpresa, el dibujo de una nave espacial y de una moto, la nave estaba bastante mal hecha, pero la moto salió muy bien-
Bulma: ¿tu lo hiciste? -preguntó sorprendida-
Vegeta: por supuesto
Bulma: pues... t-te salió bastante bien
Vegeta: te lo dije
Bulma: si... eh... bueno, pues... ¡te salió muy bien!
Vegeta: creo que me debes disculpas -Bulma torció la boca-
Bulma: creo... que si... ¿esta es tu nave? -preguntó cambiando de tema rápidamente. Vegeta asintió- nunca había visto nada igual, pero no creo que sea difícil de conseguir el material-Vegeta dejó a la chica con sus meditaciones y se metió al baño, luego Bulma se dio cuenta de que se estaba bañando, se extrañó bastante- (pensé que no le gustaba)
-¿por qué tenía que ser tan confuso aquel muchacho? Le causaba tantas emociones... desde el miedo, hasta la pasión, había temblado en sus brazos, de pánico o de placer, lo rechazaba pero quería más de él ¿qué sentía realmente? Su corazón le decía que no había otro hombre al que pudiera amar, pero... ¿y Yamcha? lo cierto es que lo que sentía por Yamcha no se comparaba con lo que sentía por Vegeta, a Yamcha lo quería, si, pero a Vegeta... por Vegeta lo que sentía superaba todas sus expectativas ¿amor? No sabía... pero era tan intenso que le daba miedo, tal vez fuera pasajero, de todas formas Vegeta se iría pronto, en cuanto le construyeran una nave espacial... entonces no podía ser amor lo que sentía por él, era simple confusión. Aunque... él había dicho que era su novia... bueno, con otras palabras. Bulma era su novia. Pero eso no justificaba que la quisiera obligar a hacer algo que no quería ¿o sí quería? Bueno... no podía engañarse, Bulma lo deseaba pero... ¿se atrevería?-
-En ese momento, Vegeta salió del baño, no tenía puesto su gi, Bulma se sorprendió por el cuerpo tan bien formado que tenía a pesar de ser un muchacho, esos músculos tan bien definidos, su piel bronceada tan suave, sacudió de su cabeza los pensamientos que le provocó, por que momentos antes lo había rechazado, ahora no se le podía abalanzar así como así... Sin embargo, no era lo mismo, si Bulma quería sería maravilloso hacer el amor con él, pero no cuando Vegeta la obligara, eso no sería amor. Bulma salió de sus pensamientos cuando el saiyajin habló-
Vegeta: Aunque esos guerreros son débiles, creo que lograré divertirme si peleo contra todos ellos a la vez.
Bulma: ¿Q-que quieres decir con eso?
Vegeta: ...no importa
Bulma: dime, por favor -algo le decía que no era nada bueno-
Vegeta: no creo que te guste, pero así será tarde o temprano.
Bulma: Vegeta...
Vegeta: debes hacerte a la idea -se acercó a ella, pero guardando distancias- Los saiyajin somos guerreros mercenarios, vamos de planeta en planeta destruyendo y matando a sus habitantes para luego vendérselos a los que no tienen donde vivir -Bulma sintió claramente cómo se le iba el color, se tapó la boca con una mano mientras se hincaba en la cama, tratando de entender mejor la situación-
Bulma: ¿e-eso quieres hacer con mi-mi planeta? -Vegeta no contestó, pero su silencio lo hizo por él- ¡¿por qué!
Vegeta: Así debe ser, Freezer nos recompensa por hacerlo
Bulma: ... no... -susurró-
Vegeta: y esto ocurrirá tarde o temprano, ya que descubrí este planeta, mi deber como guerrero es destruirlo
Bulma: pero... pero ¿y yo? -suplicó-
Vegeta: tu correrás la misma suerte ...al menos que quieras venir conmigo
Bulma: ¿ir contigo? ¿adonde?
Vegeta: ahora que eres mi mujer, puedes viajar a mi lado en mis misiones de conquista, o si prefieres te puedes quedar aquí, podría arreglar con Freezer que reines este planeta cuando ya esté habitado por otros seres. Si fuera así, yo vendría de vez en cuando... para verte -todo esto lo decía como si fuera lo más natural del mundo, como si así fueran todas las parejas-
Bulma: ¿y todo eso por ser tu muj... tu novia? -preguntó perpleja-
Vegeta: son tus privilegios
Bulma: ¡mis privilegios! ¡ni siquiera me has preguntado si quiero ser tu novia! -Vegeta frunció el ceño-
Vegeta: no sé cómo funcione aquí en la Tierra, pero los saiyajin somos así, aunque... ya luchaste conmigo, muy a tu manera... -se quedó pensativo- si... creo que si -habría que meditarlo más, pero parecía que efectivamente, Bulma era buena guerrera- Luego se dirigió a ella muy serio- Tienes razón, puedes escoger -Se puso su gi y estaba a punto de salir pero Bulma saltó de la cama y se interpuso en su camino, cerrando la desvencijada puerta-
Bulma: ¿no hay nada que te impida destruir mi planeta?
Vegeta: no
Bulma: pero... pero si yo soy tu mujer... -se sonrojó- debe haber alguna forma de que...
Vegeta: no hay ninguna, Freezer ya debe estar enterado de que desaparecí y seguramente pensará que vine a este planeta para conquistarlo
Bulma: pero no hay forma de que se entere ¿o si?
Vegeta: si, para eso es el scooter
Bulma: oh... pero... ¿y si te quedaras a vivir aquí? Si le dices a Freezer que te vas a quedar aquí a vivir, tal vez deje a la Tierra en paz, tal vez hasta podrías librarte de él
Vegeta: ja, ja, ja, espero que eso que tienes sea inocencia -Bulma trató de adivinar lo que le había querido decir-
Bulma: ... bueno, pero entonces qué dices... ¿no te gustaría quedarte en la Tierra?
Vegeta: no
Bulma: ¿ni por mi?
Vegeta: ya te lo expliqué, soy un guerrero en busca de planetas para conquistar. En cuanto a ti... te dije que puedes venir conmigo, Nappa y Radditz y los demás insectos de Freezer te tendrán que respetar por que soy el Príncipe de los Saiyajin -Bulma retrocedió y se sentó en la cama, pensando-
Bulma: Vegeta... ¿y si te olvidas de todo esto? ¿podrías olvidarte de la Tierra ?
Vegeta: ¿a qué te refieres?
Bulma: es que... no quiero ese destino para mi planeta ¿como puedes pensar que aceptaré quedarme aquí sin mis amigos, sin mi familia, habitando junto a seres que no son humanos? ¿y cómo podré irme contigo sabiendo que todos aquí serán asesinados por ti?
Vegeta: ah, ya veo... te gusta este planeta
Buma: por eso te pido que te olvides de esto que ha pasado
Vegeta: no puedo
Bulma: pero Vegeta... por favor -se levantó y fue con él otra vez, lo agarró del brazo- Es como... un favor que te pido, después si quieres puedes venir, cuando la Tierra esté a salvo. Yo... te daré todo lo que quieras... lo que me pidas... -volvió a sonrojarse, sabiendo lo que estaba ofreciendo-
Vegeta: ¿lo que yo quiera? -Bulma bajó la mirada, asintió y el rubor se intensificó-
Bulma: te daré todo lo que tu quieras
Vegeta: ¿y qué me vas a dar ahorita para convencerme? -Bulma tragó saliva-
Bulma: ...lo que... me pidas...
Vegeta: yo no te voy a pedir nada -Bulma levantó rápidamente la cabeza y lo miró a los ojos- tu tendrás que ofrecérmelo-
Bulma: ah... y... ¿q-que quieres?
Vegeta: ya te lo dije... tu tienes que dármelo, yo no te voy a facilitar las cosas -Bulma se llenó de pudor, sabía lo que Vegeta quería de ella, y de alguna forma, ella también quería, pero... tal como lo estaba diciendo Vegeta, sonaba muy humillante-
Bulma: está bien... te-te lo daré -fue al buró, Vegeta no podía ver que estaba haciendo, cuando regresó a él tenía un rojo intenso en la cara- ten... -le ofreció un libro
Vegeta: que... ¿que es eso? -preguntó sumamente confundido-
Bulma: es mi diario
Vegeta: ¡¿que!
Bulma: te lo ofrezco -dijo todavía apenada. Vegeta intentó no irse de espaldas-
Vegeta: ¡¡yo no quiero eso! ¿para qué me sirve un libro!
Bulma: ¡no es cualquier libro! -dijo molesta- ¡es mi diario! ¿no querías que te lo ofreciera? -Vegeta se tapó la cara con una mano, exasperado
Vegeta: (no puede ser...) ¡yo no me refería a tu diario!
Bulma: ¿no? -preguntó sorprendida- ¿entonces a qué? No me digas que...
Vegeta: (parece que por fin comprendió)
Bulma: ...¿quieres mi primera moto?
Vegeta: ¿estás jugando conmigo?
Bulma: ¿no... y tu? -Vegeta perdió la paciencia-
Vegeta: ¿y con esas tonterías pretendes sobornarme?
Bulma: no son tonterías... mi diario es algo sagrado para mí -contestó molesta, abrasando su tesoro- pero bueno, si dices que eres un guerrero mercenario... podría darte todo el dinero que quieras...
Vegeta: a mi no me sirve de nada el dinero Terrícola -Bulma suspiró desconcertada-
Bulma: o... puedo darte toda las máquinas que ha inventado mi papá, tengo carros último modelo, naves acuáticas, aviones... -recitaba contando con los dedos-
Vegeta: eso tampoco me sirve de nada, es chatarra
Bulma: ¡ay Vegeta! ¡¿entonces que quieres! -preguntó totalmente desesperada-
Vegeta: ven conmigo
Bulma: ¿que?
Vegeta: la única forma de que me olvide de que estuve en este planeta, será que me acompañes en mis viajes -Bulma sintió un nudo en la garganta, se sintió inmensamente halagada y conmovida, por que sus palabras no fueron una exigencia, el tono que usó Vegeta fue más bien dulce-
Bulma: pero... no lo sé ¿estás seguro?
Vegeta: si -de pronto recuperó su expresión fría y calculadora, pero era demasiado tarde-
Bulma: ¿que tal si te aburres de mi o encuentras a otra que te guste más?
Vegeta: eso no va a pasar -Bulma sintió el impulso de abrazarlo, y así lo hizo, lo abrazó y le dio un tierno beso-
Bulma: déjame pensarlo ¿si?
Vegeta: como quieras, de todas formas tienes muy poco tiempo antes de que Freezer envíe a algunos de sus hombres por mi
Bulma: ay, Vegeta... a veces me produces escalofríos
Vegeta: tu también
Bulma: ¡¿yo!
Vegeta: ... (está mujer me hace hablar de más) -Bulma sonrió ante su silencio-
Bulma: pero dices cosas muy hermosas -lo besó y él le correspondió. Aquel beso se prolongó por varios minutos, no se dieron cuenta, pero afuera ya estaba anocheciendo- Aunque quisiera... -dijo cuando sus bocas se separaron- ...no podría alejarme de ti -acarició su cuello y lo rodeó con sus brazos, él buscó nuevamente esos labios que le hechizaban, mientras con sus manos le acariciaba la espalda-
