Recuerdos del Pasado 5

VERY IMPORTANT: el siguiente capítulo es mucho más explícito que el anterior, si eres menor de edad y quieres leer el capítulo... este... pues no puedo impedírtelo... pero te recomiendo que no lo hagas, espera a que tengas unos añitos más, mucha información y criterio amplio. Si quieres puedes pasar al otro capítulo, le entenderás igual. Besitos

De nuevo muchas gracias por leer esta historia ¡se les quiere! Thanks to: Shadir, Karo, Mimi, Danitabf, Runliney. Este capítulo está cortito pero con mucho contenido jejeje, espero que les guste. Porfas reviews, voy a actualizar pronto, ya casi termina la historia :D


-Vegeta afirmó las manos en su brevísima cintura y lentamente la fue conduciendo a la cama, que estaba a unos cuantos pasos de ellos, con delicadeza recién aprendida, la acostó y luego él encima de ella. Por inercia, Vegeta presionó su sexo oculto contra el de ella, Bulma no abrió las piernas, se dedicó a gemir, él metió la mano por el borde de la falda, la hizo subir un poco, dejó de besarla y de saborear su lengua, disfrutando cada milímetro de la piel de la chica que se paralizó un momento de placer y arañó con fuerza la espalda de Vegeta, pero solamente sintió el gi, así que en un rápido y hábil movimiento le quitó la prenda. Vegeta continuó subiendo la falda de la chica, con lentitud desesperante.

Giraron, Bulma quedó arriba y no perdió el tiempo, acarició con las dos manos el pecho desnudo del saiyajin, y con besos pequeños pero firmes, llenó el cuello de Vegeta, luego casi con timidez, fue bajando hasta sus pectorales, lamió, chupó y mordió ligeramente los pezones del saiyajin, él lanzó un gemido ronco, Bulma, a pesar de que estaba a una distancia por arriba de Vegeta, podía sentir cada vez más la erección de Vegeta, aún por encima de su ropa interior, movió un poco la cadera. Vegeta volvió a gemir, tomó con fuerza a Bulma de las caderas y la empujó hacia él. Bulma sollozó al sentirlo tan cerca.

Volvieron a girar, y se detuvieron un momento, jadeando. Los senos de Bulma le oprimían el pecho, sus caderas comenzaron a empujar a las de él levemente, pero con urgencia. Podía sentir latir el corazón de ella y el redoble del suyo. Buscó sus labios, que ahora estaba de un rojo tan intenso como la sangre, sus lenguas exploraban, hurgaban, entrando y saliendo de sus bocas. Ella pronunció su nombre en un excitado susurro.

De pronto, Vegeta sintió la mano de la chica acariciando sus glúteos, trazando suavemente su contorno. Un toque ardiente que exploró con tanta fuerza como su lengua. Nuevamente con aquella habilidad innata, lo despojó de sus pantalones, luego Vegeta comenzó a desabrocharle los botones de la blusa, de abajo hacia arriba desesperándola por momentos, Bulma se deshizo de la blusa, Vegeta le cubrió los senos con las manos, sintiendo por encima del sostén los pezones erectos de la chica.

Bulma supo entonces que no había nada que esperar, ni temer junto a Vegeta. Permitió que el saiyajin subiera por completo su falda, separó las piernas mientras él le quitaba el sostén. Se dio cuenta de que solo una prenda los separaba, pero perdió la razón al sentir que Vegeta dejaba su boca para posarse a un milímetro de sus senos, aún no la tocaba, pero ella podía sentir su respiración y eso era suficiente para causarle un placer infinito, acarició la nuca del saiyajin y con las manos lo guió para que que llegara a la zona que sentía a punto de explotar.

Él se dejó guiar, pero quiso hacerla sufrir, podía sentir la humedad de ella, a pesar de sus pantaletas, Bulma gemía ante la expectativa, quiso apresurarlo, jaló de sus cabellos con suavidad, pero Vegeta, aguantando del deseo que tenía de apropiarse del pezón que la chica le ofrecía, levantó la cabeza para observarla, bajó la mano y comenzó a acariciarle las piernas y al rededor de la pelvis. Tocó firmemente sus muslos, sus nalgas, mientras se deleitaba viéndola sufrir. Para terminar, con apenas un dedo, palpó un instante el sexo de la chica.

Bulma sintió un una oleada interminable de placer recorriéndola de pies a cabeza, quería gritar pero lo que logró al contenerse fue incrementar su éxtasis, Bulma sollozó y abrazó con fuerza a Vegeta, temblando.

Él tampoco pudo contenerse más y alcanzó junto con Bulma, un inmenso orgasmo que por lo que parecieron minutos eternos, los unió a los dos en un sólo individuo, compartiendo la misma culminación-

-Se recuperaban los dos callados y en un mismo abrazo. Vegeta lejos de quedar satisfecho, la deseó más, sintió una necesidad de ella que lo consumía, que no se saciaría jamás, al menos que la tuviera por siempre, que toda la vida le hiciera el amor, tal vez así mitigaría todo el fuego, la pasión y el deseo que le corroían las entrañas. A pesar de que ni siquiera habían consumado el acto.

Bulma por fin se relajó, no sospechaba que para Vegeta aún no era suficiente, no tenía aliento, pero correspondió con pasión el beso del saiyajin. Se dio cuenta de que ya no podría vivir sin besarlo. Se sorprendió mucho al sentir una nueva erección en Vegeta, ella sin duda estaba lista, pero no se imaginó que Vegeta lo estuviera tan pronto, sobretodo cuando pensó que había sido el final.

Vegeta se hizo a un lado para darle paso a las pantaletas de Bulma, se separó de ella para jugar un poco con su bello púbico. Bulma se volvió a erizar, gimió con fuerza, aún estaba demasiado sensible, él volvió a inclinarse sobre sus pechos, mientras ensortijaba entre sus dedos un poco de bello.

Bulma abrió lentamente las piernas, Vegeta por fin se dio la satisfacción de los senos de la chica, Bulma se arqueó, él la hizo gritar cuando con un poco de violencia, succionó el pezón, lo mordisqueó, luego pasó la lengua por la aureola. Seguía maniobrando en la zona norte de Bulma al mismo tiempo que se deleitaba todo lo que quiso con sus bien formado y firmes pechos.

Vegeta se acomodó entre sus piernas, la chica instintivamente las abrió un poco más, dejando vulnerable y a la disposición del saiyajin su zona más sensible, Vegeta sintió su calor en la entrepierna, gruñó, besó febrilmente su cuello. Comenzó a penetrarla lentamente, Bulma le suplicaba con la voz entrecortada que lo hiciera despacio, lo que le costó mucho trabajo a Vegeta por que ya no podía más, ya no podía esperar otro segundo, pero obedeció, pues además de que hacía el momento más exquisito, Bulma estaba experimentando algo nuevo, al ser su primera vez, la consumía un dolor muy grande, pero aquel dolor sólo lograba incrementar su placer.

Comenzaron a hacer el amor suavemente, unidos en un solo ritmo, los dos con los mismos movimientos, no se detuvieron en toda la noche, lo hicieron quién sabe cuántas veces, cada vez con mayor intensidad, cambiaban de posición, pero la pasión no se apagaba, al contrario, parecía incrementarse cada vez más la urgencia del uno por el otro. Pasaron toda la noche haciendo el amor, cada vez con más fuerza, con más salvajismo, sin que la pasión pareciera disminuir, ansiosos por probar el sabor de la piel de su compañero-