Konnichiwa! Aquí esta presente el tercer capítulo de mi fanfic. Estoy emocionada pues la historia me produce lindos recuerdos (mejores… mucho mejores). Les pido que si la historia les produce algo (Ya sea agrado, risas, nauseas, ganas de matar a alguien, etc) me manden un lindo (o no tanto, pero siempre respetuoso) mensaje (R.R) Si alguien desea hablar conmigo directamente (Teóricamente) me pide el mail (0 problema)
Espero no haber puesto el mismo titulo que otro fanfic. x.X
Cree en mí
Por Heleni-chan
Tercer Capítulo
- : Miroku : -
Me encuentro dolido… muerto por dentro… sin importar el dónde, cómo y por qué…
Nunca gaste ni un segundo de mi
En encontrar como hacerte feliz
Siempre en silencio tú estabas aquí
Para escucharme y yo nunca te vi
¿Por qué ahora que ella no esta siento este dolor?
Tarde me di cuenta de lo que sentía, ahora ella debe seguir adelante... Le cause mucho daño. No soy digno de tenerla a mi lado.
Pero no estaba en mis planes, perderte alguna vez
Tal vez no me quieras ver más, te entiendo
Mí querida sango... Si tan solo pudiera explicarte... Creo que esto es un mal entendido. Por favor... Aparece nuevamente en mi vida... Te necesito...
¿Cómo quieres que crea en el amor?
Si no estas aquí
¿Cómo quieres que crea en el amor?
¿Cómo quieres que crea en el amor?
Si no estas aquí
¿Cómo quieres que crea en el amor?
Si no puedo verte
Lucharé por ti si es necesario, con quien sea... Ahora que comprendo lo que siento... Ahora que se que eres la única capaz de destrozarme… mi gran debilidad.
Si no quieres saber de mi, lo respetare...
Pero solo dame una oportunidad para hacerte entender.
Me sentía tan bien estando a tu lado, tan pleno...
Ya no hay manera de volver atrás
Arrepentirme no me va a curar
La vida es justa no quita ni da
El que lastima la debe pagar
Pagare todos los males que te cause... ¡TODOS! Desesperado te busco, este pueblo ahora se me hace gigante... Sin darme cuenta siento como las lágrimas recorren mi piel. ¿Sufres tanto como yo? Lo dudo... Ahora que se que estas con otro... Otro que te apreciara.
No creo poder encontrar a alguien como tu...
A alguien que pueda desear tanto como a ti.
Y nunca estuvo en mis planes quererte, alguna vez
Tal vez no me quieras ver mas¡te entiendo!
Si no quieres volver... De acuerdo... Pero deja que mis ojos te puedan ver por ultima vez. Necesitotus ojos que siempre tenias reservados para mi, tu dulce sonrisa, quiero poder observarte antes de que seas completamente de él.
Te amo mi querida Sango... Debí decírtelo cada mañana, cada tarde, cada noche..
¿Cómo quieres que crea en el amor?
Si no estas aquí
¿Cómo quieres que crea en el amor?
¿Cómo quieres que crea en el amor?
Si no estas aquí
¿Cómo quieres que crea en el amor?
Si lo tuve y lo perdí
Si aquí estuvo siempre y lo deje ir
Si puedo... Te recuperare... Mas si eres feliz, no te molestare más... ¿por qué te busco? Debo dejarte ir... ¿por qué te necesito? Es que acaso sin ti, prefiero morir... Te extraño...
Me dejo caer al suelo, aun no veo tu sombra... Y recuerdos es todo lo que me queda de ti. Lo que fue y lo que pudo ser. Me arrepiento tanto de no haber sido lo que tú querías y por mi maldita culpa ambos estamos en el abismo.
Fui egoísta... todo termino antes de empezar.
- : Sango : -
Sentada frente al lago, jugando con la cristalina agua, el viento ondeando delicadamente por la colina, Suspiro. Hace dos días que había dejado al grupo, hacía dos días que no sabía nada de Kagome, de Inuyasha, de Shippo... O de Miroku. Ojala todos estén bien... Les deseo lo mejor.
Espero con ansias la llegada de la primavera, de esa forma el tiempo ya habrá sido mucho... Y la herida que mi corazón lleva habrá sido sanada o al menos será poseedora de la más efectiva de las recetas: el tiempo
Yomashi me había pedido matrimonio luego de terminar mi baño esa noche.
-Flash Back-
- Sango, no necesito más tiempo para darme cuenta de que eres tu la mujer que necesito a mi lado- se notaba seguro de sus palabras.
Yo no sabía que diablos responder. Pero lo si... Ya tenia tomada la decisión, no volvería. Era momento de sacar mi orgullo. No dejare que ese... Ese... Hombre... Arruine mi vida. No me puedo pasar mi existencia soñando... No puedo, aun que me sienta mal... Mi vida sigue.
- ¿te quieres casar conmigo¿Ser mi esposa?- Me tomó la mano con fuerza. Quedé con la boca abierta. Me comencé a sentir nerviosa, mi corazón volvía a latir rápido.
- Yo... Emmm...- sólo logre balbucear. En un segundo pensé en todo lo que me había pasado ese día. ¿No había tomada una decisión¿No era esa la mejor forma de llevarla a cabo? - yo... Tú sabes que estoy en busca de mi hermano.
Aun así tenía que encontrar una excusa, algo lo suficientemente fuerte para justificar lo que mi corazón pedía a gritos que hiciera: negarme.
- Mandaré un ejercito de guerreros en busca de él- ¿que¿Ahora parecía un poco baboso?
- Sango, eres lo que he tratando de hallar durante mucho tiempo-
Tal ves... De esta forma... Pueda olvidar, sanar y seguir adelante. ¡Pero no lo amo¿Puedo estar con una persona que apenas conozco?... "el amor también nace de la convivencia". Solo da una oportunidad. Es lo mejor... Miroku... ¿Cuanto puedo llegar a odiarte?
- acepto... - era momento de levantar la cabeza, dejar las lágrimas de lado y comenzar una vida que diera frutos.
-Fin flash back-
Las aguas mojaban las flores que había estado recogiendo. No tenía mucho que hacer en casa de mi futuro esposo...
Sentía que un escalofrío me recorría con tal solo pensar en esas palabras: "futuro esposo".
Estaba tratando de comprar mi cariño. Me traía obsequios costosos (Joyas, piedras, un sin fin de cosas que jamás ocupare), finas ropas (Kimonos hechos con la telas mas elegantes de todo el país), comidas exquisitas (que no lograba saborear por causa del nudo en el estomago), etc.
Mis antiguas pertenencias estaban guardadas en un baúl en mi habitación... Miradas con melancolía.
- : Miroku : -
Tan pacifica que se ve, tan tranquila...
Luego de recorrer ese condenado pueblo, había decidido buscar en el bosque. Encontré un gran casa... y por lo tanto a ella.
Un poco mas allá, sentada junto al lago, su figura reposaba. Estaba un poco cambiada... Ya no llevaba su habitual ropa sino un Kimono blanco con flores de un claro color rosado, su pelo estaba suelto adornado con dos pequeñas perlitasa ambos lados de sus orejas. Jugaba con unas flores y el agua. Me apoyé en un árbol con la leve esperanza de que sola se diera cuenta de mi presencia, no quería interrumpirla... Suspiraba muy seguido. Yo deseaba correr, tomarla entre mis brazos, llevarla de vuelta... Y no dejarla marchar. Pero no podía, ella se había desprendido de mi vida.
Comienza a cantar... Tararear... Es lo más bello y lo mas triste que he escuchado y visto... ¿Llora? No, supongo que no...
Sé que tengo que decirle a los chicos sobre Sango, para que estuvieran tranquilos mas tenía la mirada perdida en la joven exterminadora.
"La señorita Kagome esta desesperada por su ausencia al igual que Inuyasha... Te buscan, piensan que alguien podría causarte daño... ¿quién más que yo, sería tan entupido para hacerte mal? Nadie... Soy el único que idiota que podría hacer eso"
Arrepentido de todo lo que no hice... Y con ganas de hacer todo lo que debí.
Tranquila Sango... Saldré de tu vida... Te dejare ser feliz tal y como lo mereces
Pensando en esto me marcho...
¡Tenia que salir corriendo... Si no lo hacía me vería!
¿No me fije por donde caminaba? Simplemente avanzaba, cuando pise esas malditas hojas secas. Mi plan no daba resultados. Obviamente al sentir el ruido se dio vuelta buscando el causante de tal escándalo.
- ¿quién anda ahí?- pregunta Sango mientras se levanta.
Ya con anterioridad casi me descubré espiándola, cuando se había visto con ese tipo pero me pude ocultar, esta vez... No... Demasiado tarde.
- ¿Miroku?- Sango me mira horrorizada- ¿qué... Qué... Qué ha... Hace aquí?-
No podía hacer nada, así que decidí actuar lo más normal que me fue posible.
- estaba dando un paseo- le dije como si tal cosa.
- Ah...- parecía decepcionada- bueno...
Agacha la mirada.
- La señorita Kagome e Inuyasha llevan un tiempo buscándola.- le dije conteniendo mis ganas de abrazarla.
- ¿sí?- hablaba en susurro- luego iré para que se queden tranquilos.
-¿Sango?- era el momento de arreglar las cosas ¿verdad?- ¿por qué te marchaste?
Desconcierto... Y enojo... Eso era lo que sus ojos me mostraban... De hecho si las miradas matar... Yo estaría en el infierno.
- ¿cómo que por que me marche?- podía ver la llama que salía de su cabeza. Al menos las cosas no eran trágicas, sino un tanto... Mm... Cómicas.
¡Pero se ve tan linda!
- ¿Qué por que me marché?- es necesario que grite tanto? n.nU.- Pues... Porque me marche..- sí, esa parte de la historia ya la se - usted sabe excelencia...- estaba tranquila ahora.
- pues de repente ya no estabas más. ¿Amas a ese hombre?- la pregunta que más deseaba hacerle.
- ¿qué si amo a ese hombre?- ¿repetirá todo el rato mis preguntas?- Yo... No... Yo amo a...
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
- ¿Kagome?
El grito de la chica rompió la situación en el mejor momento.
Corrimos hacia el lugar en que se había escuchado el grito para encontrarnos con...
- ¡Naraku!
Enfrente nuestro se encontraba el monstruoso, moviendo todas sus asquerosas extremidades, Inuyasha se encontraba ya comenzando la pelea, mientras que Kagome se preparaba para lanzar la primera flecha.
Yo inmediatamente quería ayudar... Pero comencé a sentir un gran dolor en mi mano... En mi Kazaan. Me miré la mano para darme cuenta de que había llegado el momento de mi partida...
El agujero negro me absorbería.
- : Sango :-
Horrorizada comprendí lo que pasaba, el tiempo se acabo. Ahora el monje me mira con cara de pena, mientras sostiene su propia mano.
- ¡Inuyasha!- Grité. Debíamos derrotar a Naraku ahora, no podíamos perder... No precisamente ahora.- Miroku...
Él se aleja de mi, corre lejos, comprendo por quelo hace y espero que el comprenda lo que yo haré.
Sin que él se de cuenta lo sigo y lo abrazo por la espalda, mantenía su mano distante de mi.
- Excelencia- me aferré con mayor fuerza a su cuerpo.
- ¡No! Sango, vete- tenía miedo.
- ¡No! No lo dejaré- nunca antes me había sentido tan segura de algo- no lo dejaré...
- morirás- se trataba de librar de mi.
- No me importa, Miroku-sama... Yo ... Lo amo- no era el mejor momento para decirlo, pero no habría otra oportunidad.
- Sango... - levante mi cabeza para poder verlo. Sonreía- yo también te amo... Es por eso que no quiero que hagas esto.
- ¿y qué será de mi sin usted?- decía las cosas que mi corazón guardaba.
- tener una maravillosa vida junto a aquel hombre que harás tu esposo- Dijo besando mi frente delicadamente.
- no... Prefiero morir con el hombre que siempre quise a ser infeliz el resto de mi vida- necesito que entienda, quiero estar con él, aun que sea en otra vida... En otro mundo.
- ¿estas segura?- preguntó en voz baja...
- si- me abrazó.
- te amo Sango...
-: Inuyasha :-
- AHH! MALDITO!- Ese estupido no moría nunca, temía por la vida de mis amigos pero sobre todo por...- ¡KAGOME¡MUEVETE!
Colmillo de acero se movía con agilidad, obviamente gracias a mí, pero por más que golpeara a ese idiota no parecía recibir mis ataques.
- Inuyasha... Esta será la última batalla- hablaba arrogantemente.
- ¡Y TU MORIRAS!- dije saltando sobre él.
Con un solo grito de Sango, que por fin luego de días veíamos, entendí lo extremo de la situación.
- Dame la perla de Shikon... Yo tengo el último fragmento-
- OLVIDALO, VIENTO CORTANTE- pero no dio resultado
-jajaja... Inuyasha, no pierdas el tiempo... Solo hay una forma de vencerme y para tu desgracia me deshice de ella hace un rato- Miro con ojos brillantes- Kikyo ya no molestara más...
- ¿QUÉ!- me quede paralizado. Sentí la mirada de Kagome- Maldito... ¿Cómo pudiste¿Qué le hiciste?
Odio, eso era lo que sentía... El más profundo odio. Quería correr y ver si Kikyo se encontraba... Viva, pero no podía, estaba en juego la vida de un amigo.
- ¡NO HAY TIEMPO!...
-: Kagome :-
No hay tiempo para deprimirse, debo ser fuerte. ¡Es ahora o nunca!
La debilidad no me inquietara, esto será parte del pasado.
Sin pensarlo más comencé a correr hacia la dirección en que Naraku había llegado.
Si Kikyo no estaba bien, Inuyasha no podría seguir peleando.
Debo encontrarla, sea como sea.
Corrí lo más rápido que podía, tratando, al mismo tiempo, de tener todos los sentidos pendientes a la sacerdotisa.
- Vamos... Kikyo... ¿Dónde estás?- me estaba impacientando
Cuando entremedio de unos trocos quemados, logre ver a una mujer tirada en el suelo... Era ella.
- ¡Kikyo!- estaba débil, sus serpientes no estaba con ella- ¿qué paso?
- no hay tiempo- apenas podía hablar- es necesario que Naraku muera ahora.
- pero solo tu puedes hacer eso...- dije apenada.
- no... Tu... También...- se aferraba a mí.
- ¿Cómo?- dije casi descontrolada.
- tienes que tener mi poder...- ¿estaba loca¿Cómo se supone que hago eso?
- ¿de que hablas?... - me interrumpió.
- a mi no me quedan fuerzas... Pero a ti sí...
- Kikyo... Esto... ¿QUÉ¿QUE PASA¡KIKYO!
Su cuerpo se volvía como la niebla, era... Era... Como un fantasma, blanca y no podía tocarla.
Se levanto, Ella flotaba.
- Kagome... Solo hay una forma de matar a Naraku- su voz era potente, estaba envuelta en una luz blanca. Yo no podía hablar. ¿Qué pasa?- Ven... - con una mano me indico que me acercara a ella. No tenía que perder... Así que lo hice.
-: Miroku :-
El tiempo transcurría lentamente.
Me asombraba la decisión que había tomado la exterminadora pero en el fondo me alegraba, se notaba segura y feliz... "te amo"
Por fin... Luego de mucho tiempo, ambos habíamos sido sinceros. Solo queda la amarga sensación del tiempo perdido...
- ¿por qué no lo dijiste antes?- pregunté manteniendo el abrazo.
- miedo...
a pesar de que cada vez mi mano dolía mas, nada al lado de Sango me afectaba.
- ¿Miedo a que?
- a que usted me rechazara.
El agujero era más grande a medida que los segundos pasaban.
Ahora, por fin... Estaremos juntos.
- nunca lo dejare, excelencia.
Su voz era dulce, pero sentía que se perdía en mi mente, cada vez era mas lejana… me desmayaba...
- ¿excelencia?- caí al piso... Para no despertar
-: Sango :-
Me sentía nula, desesperada, agobiada, agotada, temerosa!
Antes de que cayera me solté de el.
- ¡Miroku!
No respondía, estaba inconciente. Comencé a golpear su rostro esperando que eso lograra despertarlo.
¿Para que?... No vale la pena. Yo también debería intentar dormirme...
Me acosté a su lado, abrazándolo, nuevamente comenzaba a llorar,
- Excelencia... las cosas no debieron terminar así.
Fin Tercer capítulo. Ay! este es el capítulo que más pena me da.
En fin... la vida es así! Dejen Reviews.
Saludos a todos.
