Konnichiwa! Aquí esta el sexto capítulo del fic. Ahora la historia tomara otro rumbo, Alterna.
Eso es todo lo que tengo que decir ¡dejen R.R! ((Ah! Saqué el nombre de los capítulos... no me gustaban)
Cree en mí
Por Heleni-Chan
Sexto Capítulo.
-: Inuyasha :-
Es precisamente cuando uno pierde las cosas o a las personas cuando más las valora. Fue eso lo que me ocurrió, con el simple hecho de sentir que jamás volvería a tener cerca a Kagome mis piernas corrieron hacia el pozo para emprender el camino que nunca tendría regreso. Sin pensarlo mucho tome la decisión que lograría mi felicidad y espero que también la de ella. Sabía lo que perdería y lo que ganaría, las cosas eran muy claras para mi. Nada era más importante que ella.
Es verdad, llore por Kikyo, fue mi primer amor y el penúltimo. En el fondo agradezco lo que ocurrió con ella. Me enseño a valorar a una mujer, a cuidarla, extrañarla y necesitarla. Fue una profesora que me entregó lo necesario para que luego Kagome y yo lográramos lo que tenemos ahora. Las cosas pasan por algo. Ahora, mi vida no es ni cercana a lo que antes tenía y los recuerdos son solo imágenes de mis amigos que en el pasado se quedaron, de una forma bastante literal. Tenía a Kagome junto a mí y pronto también a nuestro primer hijo.
-¿Me podría repetir su nombre por favor?- OHHH! Esto es lo único malo… ¡lo que más odio de aquí!
-INU-YASHA - repetí por décima vez. ¿Qué es lo que tiene de impresionante mi nombre? Son unos malditos…
-Cálmate…- esto siempre ocurre, Kagome tiene la capacidad de no perder la paciencia. Siempre que queremos algo y piden mi nombre me desespero.
Pero son cosas que con el tiempo uno se acostumbra, pero ya llegara el día en que le pegue a un maldito empleado.
Había estudiado Historia, Kagome me lo recomendó, la idea no me gustaba pero debo admitir que es interesante y se me hace muy fácil. Kagome estudio lo mismo, así que somos una pareja de historiadores que viven en un pequeño departamento en las afueras de Tokio. Trabajamos en un museo, tenemos un buen empleo y juntos ganamos mucho. Bueno, esto lo digo para que sepan, algo anecdótico… me obligaron a decirlo. ¬¬U
Como siempre, un día que Kagome fue a visitar a su madre, se encerró con el pozo para recordar y seguramente llorar por aquella cosa que no tiene remedio. No le veo el caso pero a ella le gusta mortificarse, supongo que de lo contrario se sentiría traicionera y poco apegada con aquellas personas que dejo atrás. Una verdadera estupidez.
-No te hace bien esto…- le dije entrando al lugar y abrazándola
-Me gusta recordar a mis amigos- dijo en un susurro.
-Pero eso lo puedes hacer desde cualquier parte ¿no, además te puedes caer al pozo y te romperías la cabeza… y por cierto- subí la voz, para no ser interrumpido- dañarías a mi hijo.- acaricie su vientre con cuidado.
-Si, pero es aquí donde me gusta hacerlo.- terca como siempre.
-¡Feh! Que testaruda- apoya su cabeza en mi hombro.
-Inuyasha¿algún día dejaras de reclamarme?-
-¿Reclamarte¡No lo hago! Es solo… es solo… siempre que haces esto, recordar, te vuelves muy melancólica y menos cariñosa.
-¡IEE¿Tu crees que este bebe se concibió por lo poco cariñosa que soy? – Dio por terminada la conversación con un dulce beso.
La abracé y mire el pozo… ¿el pozo?
-Kagome… ¿que es eso?-
-¿Que cosa, amor?- pregunto asustada.
-¿No ves eso brillante dentro del pozo?- se acerco peligrosamente para poder vislumbrar algo.
-¡EII¿QUÉ HACES?- Grite, tomándola bruscamente.
-¿Qué pasa¡no puedo ver!- dijo molesta.- me has dicho que hay algo brillante¡quiero ver!
-¡Pero no de esa forma, tonta!
-¿Cómo me llamaste?
-¡TONTA!- esta era una de nuestras típicas peleas.
-¡Cállate, Intento de humano! – Me dijo amenazadoramente.
-¡Ahh¡Kagome!- siempre me dice lo mismo¡esa tonta!
Nos miramos molestos para luego ella estallar en risas, siempre ocurre lo mismo. No puedo estar enojado por más de un minuto con ella.
-de acuerdo, no me acerco más… pero ve lo que hay. –Era mejor que estar peleando con ella.
Salté dentro del pozo con gran agilidad, como siempre. Hacer aquello me trajo el recuerdo de los momentos vividos con los chicos, nunca los llame de esa forma, pero estar tanto tiempo con Kagome, logra hacer que uno se apropie de ciertas características. Olfatee el lugar.
-¿qué es?- la voz de Kagome me llegó de arriba.
-Espera un segundo… - tomé el objeto y era un lindo rosario antiguo, blanco como muy pocas cosas en este mundo. Eran perlas suaves…. Verlo me trajo a la cabeza a Miroku, Ese Monje mujeriego… ¿acaso puede ser qué…? sí… no cabía ninguna duda… miré nuevamente el lugar donde había encontrado la reliquia y encontré un pergamino, lo abrí…
-¿Inuyasha¿Qué es?-
-Ya voy…- salté nuevamente y salí del pozo junto a las cosas encontradas.
-¿Qué es eso?- me preguntó mientras le mostraba mi hallazgo.
Kagome lo tomó con sus manos y observó atentamente el rosario. Por la expresión de su rostro pude notar que estaba pensando lo mismo que yo.
-¿es de Miroku?- preguntó levantándolo.
-Eso creo. Junto a eso estaba esta carta.
-¡Pásamela!- Grito histérica.
Me la quitó de las manos con un solo manotazo. La abrió. Temblaba y se notaba excitada. La miró durante unos segundos y luego sonrió claramente.
-¡Inuyasha! La… esta… ¡mira!- me la devolvió mientras daba pequeños saltitos. Solo alcance a ver el papel por unos segundos, porque sin previo aviso fue arrebatada de mis manos.- ¡espera! Mejor la leo yo… ¿de acuerdo?- ¿qué puedo hacer en contra de eso?. Comenzó con la lectura
Queridos Kagome e Inuyasha:
Espero que se encuentren en perfectas condiciones. Yo por mi parte estoy de lo mejor. Acostumbrada a mi vida de casada y ya con un pequeño junto a mí. ¿Saben como se llama? Obvio que no… pues su nombre es Inuyasha, en honor a mi muy querido amigo. Es un niño fuerte, con una piel blanca que sorprende, su pelo de un color castaño, es igual al de su padre y sus ojos son de un bello color café. Ya tiene 5 años de edad y lo único que hace es salir tras las mujeres del pueblo. Supongo que lo heredo… pero eso no es todo, nuevamente fui bendecida y en mi vientre espera nacer otro bebe. La anciana Kaede asegura que será una niña, si es así, tengan por seguro de que su nombre será Kagome. Como espero hayan notado estoy agradecida de la vida que me a tocado vivir, aunque siento que algo me falta, y es por causa de mi hermano. Luego de que la piedra fuera destruida el murió, es mejor así… su alma descansa junto a sus seres queridos y de seguro en un tiempo más nos encontraremos. Miroku en estos momentos esta recorriendo el pueblo con el pequeño Inuyasha, todas las tardes lo hacen para que el niño conozca a las chicas bellas. Intente detenerlo, pero siempre logra callarme con un beso.
Supongo que no se explican que hago con Miroku…. Pues bien, luego de que Inuyasha se marcho detrás de Kagome, el vino por mí… tal ves no sea bueno que diga como fue eso… lo único que les contare del momento en que apareció furioso en casa de mi novio anterior, es que Yomashi termino con un gran moretón en un ojo y probablemente nunca más querrá estar con una chica.
Debo estar aburriéndolos, bueno… les escribí, principalmente para comunicarles un hecho que a mi esposo y a mi nos a parecido extraño. La perla de Shikon fuedestruida (especificamente, quemada). Las cenizas fueronmetidas en una bolsita de telay ésta fue guardadajunto a la tumba de Kikyou. Pues bien, ya no están, y me temo que tampoco en este mundo… Tenemos la leve sospecha que de alguna forma Naraku a reencarnado y tememos que sea en tu época. Tengan cuidado, puede que este equivocada, pero mejor prevenir que lamentar.
La carta que ustedes están leyendo fue escrita hace 500 años atrás, seguramente nuestros cuerpos no son más que polvo.
Atte. Sango, la esposa de Miroku. :)
-¿Naraku?- dijo Kagome mirándome asustada.
Fin sexto capítulo. Solo vimos los pensamientos de Inuyasha y nos internamos en el comienzo de la última aventura.
Saludos a todos! Dejen R.R n.n
