Chap 4: Pienso con la cabeza y no con el corazón
Hermione sintió como su piel se erizaba por completo al oír esa voz tantas veces escuchada, tantas veces odiada y tantas veces amada, agacho un poco su cabeza, tratando de ocultarse, sabia que no podía desaparecer, pero cuanto deseaba que el piso se abriera debajo de ella y se la tragará, respiro profundo, llenando sus pulmones del escaso aire que sentía que la rodeaba, tomo fuerzas desde el fondo de su ser, y lentamente se dio la vuelta, con la cabeza baja, sin levantarla, aun no podía, no quería mirar y ver la cruda realidad reflejada en unos ojos que la miraban duramente.
De a poco comenzó a levantar su rostro, viendo aquel cuerpo que había visto muchas veces antes, no quería avanzar, pero sabia que debía hacerlo, agudizo la mirada, y choco con esos ojos tan penetrantes que le devolvían una mirada fría, un sudor helado cayo por su espalda, cerró por un segundo los ojos, y los volvió a abrir, él seguía ahí, mirándola de la misma manera, sin inmutarse. La castaña sintió que todas las fuerzas recién tomadas, se desvanecían frente a esos ojos. Abrió la boca, pero no salio ni una palabra, apretó los puños enfurecida consigo misma, y se obligó a hablar:
- ¡Malfoy! ¿Quieres soltarme y dejar de molestarme? - dijo Hermione, empujando sin resultados al rubio, cerrando los ojos para no mirarlo mas, sabia que no iba poder salir de sus brazos fácilmente, él siempre había tenido mucha fuerza, y no se daba por vencido con facilidad, volvió a intentarlo, con la poco fuerza que tenia dio una nueva embestida y se soltó, trató de alejarse de él sin mirarlo, manteniendo la cabeza gacha, evitando encontrarse con esos ojos grises, sabia que si lo veía una vez mas no iba poder controlarse, siempre la hacían dudar y perder los estribos, era mejor evitar esa situación – ¿Que tú eres tonto o que?- dijo fuerte la castaña, dándole la espalda, con los músculos muy tensos, perdiendo cada vez mas el control- Tú quedaste fuera de mi vida hace bastante tiempo o no te quedo claro la última vez que nos vimos, ¿Por que no me dejas en paz Malfoy?, yo no quiero verte mas, lo que paso ya paso, así que olvídalo y sigue tu vida, que yo eso hago con la mía, yo no pienso en ti, yo no siento nada por ti, mi vida es feliz, muy feliz, no te necesito en ella, entiende no eres parte de ella- declaró la muchacha, sabiendo que todo lo que estaba diciendo era falso, pero tenia que hacerlo, no había remedio, la vida no era justa, ella sabia perfectamente lo que sentía, pero tenia que hacerlo, era lo mejor para ambos, mejor para él, mejor para todo el mundo.
Evitando encontrarse con él, se dispuso a caminar, avanzaba con un paso tan inseguro, como suplicando que la detuviera, y lo hizo cuando Draco hablo, no pudo evitarlo, quería escucharlo, necesitaba escucharlo, aunque no lo admitiera, necesitaba oírlo aunque fuera:
- No entiendo como puedes tomarlo así, tú sabes que no fue algo tan simple Hermione, tú sabes que fue algo importante, para mí, para ti, para ambos, lo más importante- dijo este tan despacio que apenas pudo oírlo, su tono era triste de su voz por lo que había dicho ella hace un momento, pero tenia la intuición de que lo ella decía solo era de la boca para afuera, que solo con esas palabras vacías que ella decía, trataba de convencerlo a él, y mas aun a ella de que esas palabras en ciertas. Sin aguantar mas Malfoy se acerco a ella, con un paso lento, mirándola, tan débil frente a él, mientras mas cerca, mas débil y dócil se veía, la rodeo con sus brazos, suavemente, atrayéndola de a poco hacia su cuerpo, busco sus manos y las entrelazo con las de él con mucha delicadeza, sin perder su rostro de sus ojos, acercó su mejilla a la de ella, y cerró los ojos comenzando a hablarle muy despacio, casi en susurró, abriendo su corazón al de ella, dejando salir todos sus sentimientos, con suma sinceridad- Hermione, yo se que lo que me estas diciendo no es cierto, lo se, acaso no puedes mirarte a ti misma cuando estamos cerca, como ambos cambiamos, como ambos necesitamos del otro – Tomo su rostro con una de sus manos, buscándola - Tú sabes que lo nuestro fue mas que una noche de copas, sabes que fue algo importante, algo que nos marcó para siempre, sabes que yo te quiero aun, que te amo, a pesar de que tú nunca me dieras una explicación de por que nosotros terminamos, pero... –
Hermione, sentía esas frías manos encima de sus mejillas acaloradas por la cercanía del rubio, escuchaba atenta la suave voz de Draco. Él decía esas cosas tan ciertas, tan innegables, las ganas de llorar se acrecentaban, también las de simplemente tomar su hermoso rostro y besarlo, abrazarlo, sentirlo ahí, como antes, como siempre debió ser, pero no, no podía, sabia que no podía, ahora era algo imposible, o quizás siempre lo iba a ser:
-Draco eso fue en 6° grado- respondió Hermione tan bajo que pareciera que no quisiera que él la escuchara, no podía mirarlo mas, bajo el rostro, y luego soltándose lentamente de las manos de Draco, saliendo de sus brazos, se dio la vuelta, dando unos pasos hacia delante, alejándose de él - Además para mí tú solo eras, algo como...como..- Hermione empezó a titubear, tratando de encontrar esa voz que pudiera transmitirle al rubio los sentimientos falsos que ella quería expresar, los sentimientos que quería que él creyera y que hasta ella quería creer. Tenia que mentir, si no esto se iba a repetir una y mil veces, esta escena que solo provocaba dudas en su corazón, que solo abría una vieja herida que, al parecer, no sabana nunca. Tenia que extraer a Draco de su mente, y más importante aun, de su corazón, tenia que mentirle, decirle algo que no fuera real, pero que lo obligará a creerle, pero no sin dañarlo, y no podía decirle que no lo quería, sabiendo que era mentira:
-Como…- respondió Draco con una sonrisa, entre satisfecho, pero triste - Una loca pasión oculta.
- Algo como eso…- respondió Hermione, un poco aliviada ya que no tuvo que mentir, ya que él lo había dicho, no ella, no tuvo que volver a mentir otra vez frente a él. Se sentía nerviosa, hace cuanto tiempo que no lo tenia tan cerca de ella, hace cuanto que no había sentido sus frías manos, ¿Hace cuanto?, demasiado tiempo, ya estaba todo perdido, pensó para si, ¿Para que revivir algo que sabían que debían matar?:
- Hermione …- dijo Draco avanzando hacia ella, buscando sus ojos con los suyos, poniéndose al frente de ella, buscando su mirada entre su cabellera castaña, alzo su mano en la oscuridad y le levantó el rostro suavemente, posando su mano en su piel, acaricio su mejilla tiernamente, sonriendo- Yo lo único que te pido es que dejes de mentirte a ti misma, que dejes de negar lo que nos pasa – Tomo su rostro y la obligo a mirarla- No me dejes solo- susurró acercando mas su rostro al de ella - No te mentiré, me da mucha rabia que estés con ese Weasley, que tiene derecho a estar contigo todo el día, que puede mirarte sin que nadie le diga nada, que puede tocarte, que puede escucharte, que esta en el lugar donde yo debería estar, pero- apoyó su frente sobre la de la muchacha, poniendo sus dos manos en su rostro, haciendo un poco de presión- Pero si ese es el precio que tengo que pagar para estar cerca de ti- Tomo aire, esto iba contra su orgullo, pero no le importo y lo dijo con decisión- Lo tomo sin titubear.
- Draco- dijo Hermione choqueada, impresionada por lo que el rubio estaba haciendo, jamás pensó que él estaría así de dispuesto, menos por ella. Sonriendo, lo miro a los ojos, vio dentro de ellos, logro descifrar que no mentían, un oleada de emociones vino de súbito en su cuerpo, bajo el rostro y lloro, sin importarle nada, desahogándose, dejando arrancar esas lagrimas de angustia de hace meses. Sacando un poco de voz le dijo- Yo...yo...- levanto el rostro, lo volvió a mirar, saco ese mechón molestoso entre los ojos del muchacho, con cuidado, lo coloco detrás de su oreja y lo acaricio con tal dulzura, que no pudo evitar sonreír mientras los hacia, pensó y pensó, sabia que no podía estar con él, no podía, así que le respondió - Yo amo a Ron, solo a él...lo siento, debes entender- dijo en voz muy baja, con un tono agónico en su voz. Sin mirarlo se alejo de él, dando pasos hacia atrás, con el rostro lleno de lágrimas, paso por su lado, sin rozarlo, para luego tomar fuerzas y salir corriendo del baño, con todas sus fuerzas, sin mirar atrás.
Bastante confundida avanzaba sin destino claro:
-Pero por que sigo dudando- se pregunto- Pero si yo amo a Ron, pero, esa noche, y Draco, Draco, Draco- camino sin mirar al frente hasta llegar a la sala común, iba entrando y tan distraída que choco con alguien- Yo amo a Ron-
- Ya lo sé- dijo sonriendo el aludido, atrapando a Hermione, abrazándola, mientras una nerviosa Hermione que se apoyaba en su regazo, ocultando sus marcas de lagrimas, tratando de dejar atrás aquella conversación en el baño.
Draco vio como se marchaba, y pudo contemplar en su rostro unas lagrimas que caían sin parar, pensaba seguirla, pero ya era demasiado tarde.
Se quedo ahí un rato, aun pensando, recordando el rostro de la castaña, no le gustaba ver a Hermione llorando, pero esto a la vez le hacia sentirse bien ya que eso significaba, brotando una pequeña luz de esperanza, interpretando que para ella, él no le era del todo indiferente, que algo provocaba en su interior, algo mas fuerte que una simple atracción.
Tirándose su cabello hacia atrás con sus manos sudorosas de nervios, avanzó por las cerámicas del baño, salió del lugar, caminando por los pasillos del colegio, pensando en la conversación, tratando de darse esperanzas. En minutos llego a su sala común, bajo por la escalera, llegando al salón oscuro y rodeado de colores verdes, cansado se quito la capa y la dejo en uno de los sillones, quedando solo en su camisa, suspiro, agachando la cabeza, c cuando por atrás alguien lo abrazo, apretándolo:
- Draco, cariño- dijo una sensual morena, Pansy- ¿Por que te demoraste tanto?
- Quítate de encima, además creo que ese no es tu asunto- la empujó bruscamente, tomo su capa de un solo movimiento y se fue por las escaleras, directo a su dormitorio, sin mirar a la morena que abajo quedaba boquiabierta. Se recostó en su gran cama, revolviéndose entre sus suaves sábanas, pensando en Hermione, no podía seguir así, sabia que la necesitaba cerca de él, era una necesidad básica para seguir, no podía negárselo mas:
- Yo fue el primero en tu vida, y me aseguraré de ser el último- sentenció el rubio, mirando el techo, acostado en su amplia cama, haciendo una promesa para sí mismo, el sueño comenzó a atacarlo, quedándose dormido, con una sonrisa de triunfo en su cara.
