Chap 5: Yo quiero ser mas que un amigo

Nota: Continuó con la parte del capitulo cuando Ginny llega a los brazos de Harry, él capitulo anterior de Ginny es un referente para que ustedes sepan por que Ginny dice que Snape la ha destrozado. Disfruten.

La chimenea de la sala común de los leones comenzaba a crear un muy cálido ambiente, la habitación estaba casi vacía, solo habían dos ocupantes, que estaban en un sillón, enroscados entre sí:

- Pero Ginny- dijo Harry tratando de entender, mirando a la pelirroja, que estaba abrazada a él sin levantar la cabeza, oculta en su cuerpo, podía sentir cerca de su cuello como caían las lagrimas de la chica, tan cálidas, mientras los sollozos acompañaban el perfecto baile de desolación que la niña estaba experimentando.

Con una mano acaricio su rojo cabello, no dijo nada por un instante, no sabia que decir, era una situación demasiado complicada y comprometedora para su corazón, así que solo se dedicó a escuchar los sollozos de la joven, pensando en esa extraña situación, de él consolando a la mujer que quería a su lado. Lleno de rabia por ver el estado en que esta se encontraba la pequeña, no aguanto mas, sentía como la cólera se movía en su interior, acto seguido le levanto el rostro delicadamente, tratando de ser suave, lo fijo con el suyo, y se obligo a preguntar algo que en el fondo no quería saber:

-Que te hizo ese...ese...- Harry sin darse cuenta comenzó a presionar el rostro de la muchacha, mirando sus azules ojos, aun interrogándola, con el entrecejo sumamente fruncido- Ese bastardo- exclamó, apretando los dientes. pero se tuvo que contener, ya que Ginny lo miró con los ojos llenos de lagrimas, sonriendo desconsolada, con su mano le acaricio el rebelde cabello, bajando por su rostro, y le coloco un dedo en sus labios, mientras otra lagrima rozaba sus sonrosadas mejillas, perdiéndose por su cuello, lo miro, con esa sonrisa de dolor, sin mas, volvió a agachar la cara, moviendo su mano del rostro de Harry, entrelazando sus manos con las del muchacho, volviéndolo a mirar, y trato de hablar:

- Harry, tú eres mi mejor amigo, y sabes lo que siento, sabes todo lo que a ocurrido conmigo este último tiempo, sabes de mi relación con Severus, pero aun no sabes... - su voz se quebró nuevamente, sintiendo como el dolor dominaba sus sentidos, reviviendo algo que la hacia estremecer, miro los verdes ojos de Harry, que preocupados no la dejaban sola, mientras que los suyos seguían fabricando lagrimas sin cesar. Al recordar lo que quería contar la expresión de su cara cambio rotundamente, apretó el entrecejo, reflejando asco en su mirada y facciones exclamo- Pero él...él...él... es un maldito- diciendo esto, se desplomo en las rodillas de Harry, mientras sus puños golpeaban el sillón con locura.

- Ginny, Ginny dime que te hizo- dijo Harry tomándole los hombros obligándola a mostrarle su rostro, haciéndola reaccionar, desesperado por escuchar.

- Él me engañó- contesto, acurrucándose mas en las rodillas de su amigo, aprisionándolo con sus brazos, llorando mas fuerte - Me mintió, con sus promesas falsas y con su...su...su...fidelidad- cuando dijo esto, el cuerpo de Ginny no aguanto mas el esfuerzo y callo al suelo, sus piernas quedaron todas flácidas por el suelo, mientras que su cara la tenia cubierta con sus manos, y sus codos hacían presión en su estomago, hundiéndose en si misma.

- Ese tarado se atrevió a engañarte, asqueroso animal- exclamo el muchacho levantándose rápidamente del sillón, lleno de furia, sin dar crédito a o que acababa de oír. Miro a la pelirroja, devastada, trato de controlarse, agachándose, sostuvo a Ginny con sus brazos, se acerco mas a ella y la cubrió con la manta que él antes tenia puesta, abrazándola, acariciándola para relajar sus músculos contraídos. Solo se escuchaba su lamento por lo sucedido, nada mas de lo que salio de la boca de la muchacha fue coherente o nuevo, así se quedaron bastante tiempo, Harry solo le susurraba palabras de aliento, además prometiendo golpes, maldiciones, denuncias y otras cosas hacia el profesor de Pociones, mientras ella, al escucharlo, calmaba un poco su tristeza, pero sin decir nada, solo se apoyaba cada vez mas en su amigo, tratando de olvidar.

Harry comenzó a escuchar un bullicio desde el exterior, eso significaba que ya la gente comenzaba a acercarse a la casa de los leones, por ende, todos se reunirían en la sala común, y si seguían ahí todo el mundo los vería y preguntarían, y el no quería que vieran a Ginny en ese estado, ya se imaginaba si Ron la viera así, comenzaría a preguntar el motivo, que obviamente nadie lo sabe aparte de él y los involucrados, sin preguntar, la tomo los brazos y comenzó a levantarla:

- Ginny, no es conveniente que hablemos aquí, tú sabes todos comenzarán a preguntar, y eso no seria muy adecuado para ti y bueno para ese infeliz - dijo Harry tomándola como a una enferma, la volvió a abrigar con la manta y comenzaron a moverse, ella no dijo nada, pero accedió a todo lo que el moreno decía, se apoyaba en el hombro de su amigo, mientras él la miraba, con pena, y la abrazaba cada vez mas fuerte, en un intento de protección.

Ambos comenzaron a subir por las escaleras hacia las habitaciones, llegando al lugar donde se separaban, los dormitorios de niñas y niños. Harry tras hacer unos cuantos encantamiento, pudo ingresar al sector de las mujer, y encamino a la pelirroja a su cuarto. La joven no se dio cuenta de donde estaba o como había llegado hasta que llegó al frente de su habitación, aterrada se dio la vuelta y miro a Harry suplicante:

- Harry yo no me puedo quedar hoy aquí, todas me verán así, y no puedo disimular, y comenzaran a hacer preguntas, yo no tengo ánimos de eso, ayúdame, no puedo dormir hoy aquí-

- Entonces, ¿Donde Ginny?, no puedes quedarte en los corredores del colegio o algo por el estilo- decía Harry mirando hacia la escalera, viendo si alguien estaba subiendo.

¿Podría quedarme en tu habitación?-

¿En mi habitación?- Harry se quedo helado frente a la petición de la leona, dudando- ¿Pero si te ve tu hermano?, imagínate como reaccionaria- razonaba el moreno, pero vio como a Ginny le volvían las lagrimas, así que no siguió protestando- Esta bien, vamos

Dieron la media vuelta, siempre mirando si alguien los podía ver, caminaron un pequeño tramo y llegaron, Harry saco su varita y exclamo a la cerradura:

- Ranas de Chocolate- al instante se sintió un pequeño clic del pestillo, Harry abrió la puerta, sabia que no había nadie, pero metió su cabeza antes en la habitación para cerciorarse, luego le hizo una seña a Ginny, para que se acercará, dándole la pasada a Ginny, rápidamente corrió las cortinas de su cama y sentó a Ginny, ella no daba signos de vida apenas se le escuchaba la respiración, se podría decir que estaba en shock, Harry comenzaba a pensar que hacer con Ginny, como la iba a esconder, donde la iba a dejar, se imaginaba la cara de Ron si lo veía acostado ahí con su hermana, simplemente lo mataba, lo mataba, pensó.

¿Que haría?, además el bullicio se iba apaciguando en la sala común, eso significaba que ya todos empezaban a subir a sus dormitorios, se asusto, hasta que una brillante idea sé le vino a la cabeza, como no se le había ocurrido antes, camino hacia su baúl, y de ahí comenzó a escarbar hasta que encontró la hermosa tela platinada, la saco, con una sonrisa en la cara, se acerco a Ginny:

- Recuéstate Ginny, tendré que taparte con la capa, sino, tú sabes como reaccionara tu hermano- le dio una sonrisa, mientras la pelirroja se la correspondía, lentamente ella se recostó, y él tiernamente la tapo con la capa, ahora solo le veía el rostro, iba a girar para ver donde podía acomodarse, ya que no pensaba acostarse allí, pero la pelirroja por fin dijo una palabra:

-Harry quédate conmigo, por favor no me dejes sola- dijo ella, haciendo un gesto para que se recostara a su lado, Harry sonrío y se acomodo cerca de ella, para sorpresa de él, esta apoyo su cabeza en su pecho, provocando en Harry un gran color en sus mejillas, que a la vez aumentaban de temperatura.

¿Cuanto la quería?, no lo sabia, pero la quería demasiado, vacilo un poco en sus propios pensamientos, cuando sintió que ella buscaba su atención:

- Harry, como tú sabes Severus y yo estamos hace unos 4 meses siendo amantes, en todo sentido, yo le entregué todo de mí, mi cuerpo, mi amor y mi vida- dijo sollozando- Todo, según Severus, el también- suspiró- Siempre me trataba bien y me decía cosas hermosas, nunca lo había visto así con nadie, nuestra relación iba marchando muy bien, obviamente a escondidas, yo iba casi todas las noches a su dormitorio a hurtadillas, por un pasadizo que el mismo me enseño, que daba directamente a su alcoba- el timbre de su voz cambio rotundamente- En una de esas noches, como habíamos acordado, fui a su habitación un poco mas temprano de lo habitual, y ahí lo encontré parado, mirando por la ventana, y entré:

Ginny entro, con una gran sonrisa al ver la silueta de Severus, avanzando a pasos sonoros, aunque le parecía extraño que el no se diera vuelta para saludarla, como siempre lo hacia, quizás no la había notado llegar, tratando de no sacar mayores conclusiones, se acercó hacia él, acercando su mano y le tomo la suya:

- Hola amor- dijo Ginny acariciándole la mano, esperando ver su rostro. Severus, se dio la vuelta, pero sin la sonrisa habitual que ponía cuando la veía, eso era raro, no tenia expresión en su rostro, con la voz sumamente distante se dirigió a la pelirroja:

- Siéntate- indico Severus quedándose el de pie.

- ¿Que sucede?- dijo Ginny sentándose sin entender absolutamente nada, sintiendo como su corazón comenzaba a latir muy fuerte, asustándose.

- Mira Ginny- dijo el totalmente serio, luego se hincó y le tomo las manos, acariciándolas, para luego mirarla a los ojos- Lo nuestro a sido lo más puro que he tenido en toda la vida, lo más bello.

- Hay que hermoso lo que dijiste amor- dijo Ginny acercándose para besarlo, pero este la detuvo.

- Pero... esto no puede seguir-

- ¡QUE!- grito Ginny sorprendida, comenzando a exaltarse, sin entender, mirándolo sorprendida.

- Ginny amor, yo solo te haría daño- dijo Snape con cara muy triste, tomando su rostro por un momento.

- No entiendes que lo único que me hace daño es estar alejada de ti- dijo esta con los ojos llenos de lágrimas, lo abrazo, este la alejó de él lentamente.

- No Ginny, mejor es que hagas tu vida con gente de tu edad, yo no soy para ti, tienes toda una vida por delante, llena de oportunidades, debes vivirlas, yo no puedo acompañarte en eso.

- No me digas eso, no ves que me haces daño- dijo esta fuera de sí, mirándolo, llorando.

- Ginny entiende, yo tampoco lo deseo pero debe ser así- Severus la abrazó fuertemente, para luego tomarla y dejarla fuera de su habitación y la encamino al túnel- Es mejor así- diciendo lo último se alejó a su habitación.

La pelirroja lo llamo sin obtener respuestas, el no regreso, independiente de sus gritos y sollozos de desesperación, el profesor desapareció en la oscuridad.

- Pero Ginny- dijo Harry con un poco de esperanza, dando vuelta su cara para mirar la de ella - Encuentro que fue un gesto muy noble, en realidad tu sabes que esa relación no iba a durar, o quizás ibas a tener que enfrentar demasiadas complicaciones, quizás él lo vio así-

- Yo también pensé eso- dijo esta mirándolo mientras sus ojos salpicaban lágrimas sin cesar- Pero luego de esto estuve mucho rato en choc, me quede en el túnel que te nombre meditando lo sucedido, decidí decirle que esto no podía terminar así- dijo la joven, volviendo ahora ella su cabeza hacia Harry- Camine hacia su habitación, decidida a convencerlo de que estaba en un error, que podía seguir juntos y luchar por lo nuestro, que yo estaba dispuesta a todo por él, y al acercarme note que la puerta estaba entre abierta, en silencio me cole y miré hacia dentro, me llamaron la atención los ruidos que salían de adentro de su recamara, y vi lo mas horrible y espantoso de este mundo, en un rincón estaba Severus...Severus...estaba...estaba- Ginny se puso tiritona, recordando la escena - Haciendo el amor con ...Fleur Delacuor- la muchacha apretó los puños, mientras que de sus ojos volvían a salir gruesas lagrimas.

Harry la veía angustiado por dentro, mudo de la pena, ahí estaba su amor destrozado por ese asqueroso Snape, tanto que le había costado acercarse a ella, y luego de hacerse su amigo, conseguir su confianza, y soportar ese calvario de saber que ella estaba con esa serpiente bífida de Snape, enterarse de cada detalle, imaginarse lo que hacían, envidarlo en silencio, pero que mas daba, por lo menos para él, podía estar tranquilo viéndola a ella feliz. Pero ahora ese asqueroso reptil la había usado como instrumento de diversión, y eso le dolió mas que cualquier cosa, ya que él podía soportar el dolor de no estar con ella, pero no podía soportar verla a ella sufrir;

- Ginny…- lo único que quería era acurrucarla y protegerla de todo y todos, que daría por quitarle ese dolor y vivirlo él, pero no podía hacer mas que contenerla, y estar con ella. Buscando un espacio, él también se tapo con la capa, y la abrazó, con su mano le acariciaba la espalda, mientras que con su otra mano le corría los cabellos del rostro, transmitiéndole paz:

- Gracias- susurro Ginny, apoyándose mas aun en el pecho de Harry y calló en un sueño tranquilo, sintiendo que había alguien que la estaba protegiendo, mientras Harry feliz, pero con las ganas de matar a Snape, s