Holaaaaaaaaa!He vuelto!
Antes que nada debo dar las gracias a : Ginnywp, Ladys-Fantasy,Aleja M, Karen y Lady Lathenia. Después de agradeceros tendría que poner el Disclaimer, pero si no lo pusiera...¿A que no os creerías si yo os dijera que le di la idea a la Rowling y que realimente todo me pertenece a mí¿ooooo que yo soy la Rowling? No ¿verdad? Entonces es tontería.
Bueno , entonces vamos con el capitulín!
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Capítulo 3: Juntos en la torre
-La cena estuvo deliciosa- exclamó Ron después de relamerse los labios con gusto a pastel de melaza.
-¿Cuando no está algo que signifique engullir delicioso para tí?-Contestó Hermione mordazmente haciendo juego con su "buen humor".-Bueno chicos, me marcho- Dijo apesumbrada mientras observaba como McGonagall, Snape y Draco la esperaban en la puerta del Gran Comedor.
-Pobre, compartir la torre con Malfoy, no me siento nada seguro-Dijo Harry perdiendo el brillo de sus ojos esmeraldas momentaneamente.
-Malfoy no se atreverá a hacerla nada, descuida. Además Dumbledore no es tonto.- Dijo Ginny sorprendiendo a los dos amigos por detras. Mientras tanto la castaña caminaba tristemente detrás de la jefa Gryffindor y el jefe Slytherin.
Llevaban un buen rato caminando por el castillo. Hermione no se atrevía a levantar la vista del suelo, estaba verdaderamente preocupada. No porque tuviera miedo de que Malfoy le pudiera hacer algo. Para nada. Si no de lo desagradable que podría resultar para ella su último año en su adorado colegio. Después de todo quería llevarse un buen recuerdo de Hogwarts. El príncipe de los Slytherins caminada orgulloso como siempre, con la cabeza bien alta, su fría mirada gris enfrente y su pecho hinchado de orgullo. De vez en cuando dirgía alguna que otra mirada gris a su acompañante, era raro ver a la leona tan abatida. ¿Tanto le turbaba la convivencia con él?.
Se detuvieron delante de un retrato ocupado por un anciano de porte ditinguido que los observaba seriamente. Los profesores lo saludaron con un movimiento de cabeza a lo que el anciano contesto de la misma manera sin cambiar un ápice su postura en el cuadro.
-La contraseña es... unidad...-Snape torció el rostro con desagrado mientras pronunciaba la contraseña- Ocurrencia de su director por supuesto.- El retrato se abrió dejando paso a la entrada de la sala común.
-Bien, aquí les dejamos, sabiendo perfectamente lo que se espera de ustedes. No por nada son los premios anuales, y les aseguro que fueron elegidos con mucho cuidado.-Añadió McGonagall. Ambos jefes se fueron dejando a los muchachos delante de la entrada.
-Despues de ti, Granger.-Dijo Malfoy ofreciéndole el paso a Hermione, con lo cual ella enarcó una ceja con expresión de incredulidad.
-¿Tanta amabilidad, Malfoy?No me lo puedo creer.-Dijo la castaña mientras pasaba a la sala común. Malfoy torció la cara en una mueca.
-Simplemente que no me fio de ti- Contestó el rubio.
-No te voy a tender una trampa si es lo que crees. Eso sería más propio de ti.- Añadió la muchacha. No se podía quedar callada.
-Tengamos la fiesta en paz Granger. Solo quiero ir a dormir.- Exclamó el rubio bostezando.
-Espera Malfoy, antes que nada tenemos que poner unas reglas.- Dijo Hermione.
-¿Reglas? Malfoy la miró intrigado. Escupe Granger.- Siseó.
-Es muy simple, nada de traer a nadie a la torre- Explicó Hermione.
-Me parece justo Granger, no me gustaría tener las narices de Potter y Wesley aquí metidos todo el día.- Comentó el rubio.
-Nada de insultos ni bromas pesadas.- Siguió enumerando la chica haciendo oídos sordos.
-¿Me has visto insultarte? Un poco más de confianza. -Contestó burlonamente Draco.
- Nada más, creo que con esto es suficiente. Una pequeña tregua por ser el último año y tener que convivir juntos.- Dijo la castaña dirigiéndose a las escaleras.
-Me parece justo Granger. Sobre todo quiero tranquilidad, nada de peleas absurdas.- También se dirigió a las escaleras.
Hermione entró a su habitación, ya tenía en ella sus pertenencias. Estaba pensativa en lo que había hablado con Malfoy, le costaba pensar que se lo hubiera tomado tan bien. Seguramente tendría montones de problemas con lo de su padre, pero no se imaginaba que se fuera a poner tan fácil. Algo raro había en todo aquello... Prefirió no darle vueltas. No debía confiar en Malfoy, seguramente comenzarían los problemas pronto, pero no sería tonta, no dudaría ni un solo momento en que si tenía problemas con el rubio acudiría a McGonagall, aunque quedara de chivata. Se trataba de Malfoy, y un hijo de mortífagos no era para tomárselo a broma.
Por su parte Malfoy ya se estaba acomodando en su cama, también perdido en sus cavilaciones con su compañera de torre. Tenía decidido acercarse a ella. Ya solo fuera porque las cosas en el mundo mágico andaban mal para los que tachaban de animales a los sangre sucia. Tenía que empezar a pensar en su futuro y el de su madre, protegerse de las jugadas de su padre. Empezar a labrarse un futuro, y comenzar a labrarse una nueva posición y fortuna antes de que su padre terminara con ellos y si eso significaba llevarse bien con los sangre sucias¿por que no? La vida le había enseñado que los padres no eran perfectos, que no lo sabían todo. Que erraban, se equivocaban y no eran infinitamente el mejor modelo a seguir siempre. A lo mejor su padre estaba también errado en lo que le había enseñado sobre los sangre sucia. Por que si lo pensaba bien... ¿Quien fue el primer mago y de donde había salido¿No fueron los primeros habitantes de la tierra homínidos medio monos que eran enteramente muggles?Si...tendría que seguir estudiando antropología, era algo sumamente interesante...
LaDYaRGoS
