La Pasión secreta de la profesora de Defensa contra las Artes Oscuras.

- Mil perdones a todos por al demora pero sufrí lagunas mentales con esta historia y no sabía que escribir! Pero ahora será seguido. Ah tengo nueva historia "El Colgante de Avalón" así que léanlo que esta muy buen.

Snape caminaba por los oscuros pasillos, evitando cualquier contacto con algún alumno, eran vergonzoso el estado en el cual se encontraba, jamas se lo perdonaría si alguno de esos muchachos se burlara en su cara. Acelero el ritmo hacia su dormitorio, sujetándose su nariz, que cada vez le dolía mas, sentía aun el golpe de Potter sobre su nariz, mientras que la cara de la pelirroja la tenía grabada como un tatuaje en su cerebro:

Maldito Potter, juro que te arrancaría los sesos- pensó Severus, aprentándose con rabia su ganchuda y ahora rota nariz- pero como ella me pudo hacer eso, jamas me lo hubiera esperado- los ojos azules de la pequeña Grynffindor los recordaba a la perfección, era una mirada fría y temerosa, al contrario de la que él tan bien conocía- ella no tiene la culpa, es una niña, solamente yo la tengo por no haberla valorado, por no haberla tratado por lo que ella realmente es -.

Con la cabeza gacha, sintiendo un enorme vacío en su ser, mientras que su conciencia hacia demasiado bien su trabajo, llegó a la puerta de su dormitorio, con desánimo posó su mano en la vieja manilla, y la giró lentamente, mientras su cuerpo, un poco débil y cansado avanzó el trecho, para cerrar la puerta a sus espaldas:

Ginny...Ginny- murmuraba en voz baja, avanzando a oscuras por su enorme habitación, con el pelo sobre sus ojos sin observar absolutamente nada.

Con lentitud se sentó en la orilla de su cama, mientras que por su boca salía un doloroso suspiro, sin poder aguantar mas agacho su cabeza, y apoyando su frente en las palmas de sus manos, comenzó a quejarse en silencio.

En otro punto de la habitación, un inaudible sonido salía por debajo de las cortinas, a espaldas de Severus, alguien salía de entre de ellas. La figura era delgada y alta, sus pasos cada vez eran más cercanos y felinos, se movía con gracia y de una forma muy insinuadora, cada paso era más cercano, hasta que se subió a la cama muy despacio, pasando sus largas piernas por la colcha, mientras con sus brazos tomaba los hombros fuertes del profesor de Pociones, mientras apoyaba sus labios sobre la oreja de Severus, susurrando:

No me vas a saludar amor-

No es el momento, por que no te largas- dijo Snape sin moverse de su sitio, reconociendo la voz sin ni siquiera voltear-

Estas seguro- dijo la joven, mientras movía su grácil cuerpo, poniéndose al frente de él.

Snape la miró, levantando su rostro entre la penumbra y quedó sorprendido, como siempre cuando la veía. Ella estaba en un pequeñisimo short, que dejaba mucho para la imaginación, mientras que su cabello largo y brillante le tapaba sus jóvenes pechos, dejando ver su desnudo estómago, llamando al deseo:

Tú estas cada día más loca, Fleur- dijo Snape mirándola a los ojos, él estaba tan sumido en sus problemas que le hubiera dado lo mismo que hubiera venido desnuda o tapada hasta el cuello. Reconocía su belleza, pero ahora no estaba para juegos:

Loca de pasión- dijo Fleur tomando sus largos cabellos, y tirándolos hacia atrás, dejando descubierto su joven y buen formado cuerpo.

Snape la miró pero no sintió nada, no como la primera vez que la vio, que sentía que enloquecía, ahora en su cabeza solo estaba la dulzura de Ginny, no alcanzaba el deseo de placer en su cabeza, pero esto a Fleur no le importaba, ni en lo mas mínimo, ella solo quería diversión.

Para la Francesa era la primera vez que se sentía satisfecha luego de un acto íntimo, ninguna persona con la que ella hubiera estado (que no eran pocos), le podía dar ese gusto tan grato, solo Snape se lo había proporcionado, no lo pensó dos veces, avanzó como la gata que era, hasta llegar donde Snape, le corrió los cabellos de la cara y lo beso de forma fogosa, mientras con sus brazos lo empujaba hacia atrás quedando sobre el cuerpo del profesor.

Este no reaccionó, parecía muñeco, Fleur hacía todo, Snape solo hacia algo monótono, solo una reacción natural que podía hacer cualquiera, de pronto miró a quien estaba arriba suyo con una cara de satisfacción, la miró y vio a Ginny, luego dio vuelta su cara, mientras su compañera satisfecha de placer cayó a su lado, voto unas lágrimas que ni el mismo pensó que caerían

Severus- decía Fleur tapando su armonioso cuerpo- eres el único que me hace sentir así, esto era justo lo que deseaba, una despedida a todo dar.

Snape giro su cabeza, limpiándose antes las lagrimas:

Despedida?- dijo Snape sin tentarse con esa hermosura de mujer que tenía a su lado, mirando su rostro, pero no mirando nada a la vez:

Si- dijo ella abrazándolo por debajo de las sabanas- me voy a perfeccionar a Suiza

Ah- dijo Snape no sintiendo ni pena ni alegría, y ahí se quedó en su cama mirando al techo pensando en Ginny. Veía en las sombras que proyectaba al luna el rostro de la muchacha, pensaba en los momentos tan felices que había pasado junto a ella, sentía su pequeño cuerpo abrazándolo, recordaba como sus finos e inexpertos labios lo besaban. La noche fue espantosa para Severus, jamás pensó que esta pequeña calara tan hondo, se sentía sucio por lo que había hecho con Fleur, se sentía enormemente culpable, deseaba que Ginny estuviera ahí, ahora.... a su lado.

Mientras su amiga (que era una verdadera come hombres), que con una sonrisa cerraba sus grandes ojos, planeaba su último acto en el colegio con ese joven de 7° grado que le provocaba mucha ternura, así ambos se durmieron.

Al día siguiente Fleur se levantó muy temprano, recogiendo sus cosas que estaban tiradas por todos lados, salió de la habitación de Snape con cautela, a paso lento, para su suerte, sin ser vista. Fue a su habitación, comenzó a arreglar sus maletas, luego de esto comenzó a cambiarse de ropa, ya que era su último día de clases, y como era su última clase, y con los 7°, quería lucir lo suficientemente deseable para su última jugada con ese chico que anhelaba y que tantas veces la había rechazado.

Luego de mirarse al espejo y bajar bastante su escote y con unos movimientos de varitas acortar suficiente esas túnicas modernas que usaba, salió de su habitación para dirigirse al Gran comedor, caminaba de una manera seductora, y le encantaba ver como los alumnos la miraban al pasar, deseándola, eso le fascinaba, mientras caminaba, él chico que tanto deseaba venía hacia ella, se arreglo, saco pecho, pero como siempre, el ni la miró, esto no la desanimo, sabía que lo iba a lograr fuera como fuera, entró al comedor, comió y se levantó para dirigirse a hacer su última clase, subió rápidamente y se sentó coquetamente en su escritorio, cruzando las pierna, en ese momento entraron lo alumnos que la miraban como perritos esperando que le lanzaran la carne, y así pasó él, pero iba conversando con esa chiquilla que tanto le estorbaba en su objetivo, no lo tomo en cuenta y empezó la clase, fue mas bien de despedida, luego tocaron el timbre:

Ahora es el momento- pensó, diviso al muchacho y lo llamó- Ron necesito hablar contigo- dijo viendo que su noviecita se iba con Harry con muy mala cara.