El Escape Rápido de Ron.

- La mañana seguía un curso muy lento... casi era una tortura, los minutos se hacían eternos como queriendo no alejarse y permanecer detenidos en una cápsula de tiempo donde nunca pudieran avanzar.

Esa era la impresión que tenían dos jóvenes de 17 años, tristes, apoyándose mutuamente, con las cabezas gachas llorando cada uno en hombro del otro, aferrándose entre sus cuerpos, desgarrándose la piel con sus manos, entre un mezcla de compasión y rabia.

Los sollozos cada vez eran mas fuertes, mas largos y profundos, ninguno de los dos se miraban, solo lloraban mientras los recuerdos de una larga relación pasaba por sus cabezas, una relación que un principio fue verdadera, pero que tras engaños y mentiras de ambos se deterioro a tal punto de escaparse de su control.

Arrepentimiento…. Si quizás esa era la palabra en la que ambos pensaban, aunque la palabra engaño estaba marcado profundamente dentro de ambos.

Hermione con su última gota de fuerza apretó la capa del muchacho tirndola hacia abajo esforzándose para levantar su rostro y mirarlo:

Ron… no podemos seguir así- la ternura embargo su cuerpo al ver a la muchacha con los ojos tan hinchados y más azules que nunca, con las lágrimas brotando como si lloviera dentro de sus pupilas, su mirada tan desolada y suplicante.

Que… que… quieres decir Hermione- sus finos labios, ahora secos y pálidos susurraron aquellas palabras mientras su corazón le decía que nada bueno saldría de todo esto.

La castaña en un intento de no mirarlo se levanto con lentitud de su lado y se alejo de él, mirando hacia la puerta mientras que con la manga de su camisa limpiaba su rostro tratando de quitar los restos de lagrimas que aun surcaban por sus preciosos ojos almendrados, aunque el pecho ya no le daba mas de la excitación, subía a y bajaba, mientras apretaba los labios evitando que salieran suspiros que delataban su estado de animo:

Ya no podemos seguir cegándonos… no podemos seguir mintiéndonos a nosotros mismo Ron…esta situación ya no da para mas…- en una actitud de culpa y reproche por ser la mala del asunto, Hermione miro el suelo mientras las rebeldes lágrimas volvían a surgir por sus ojos.

Pero… pero Herms… quizás podríamos…-

Bruscamente la castaña se dio la uelta y con un paso rápido alcanzo al pelirrojo, se ago y tomo sus manos firmemente y le hablo mirándolo directamente a los ojos:

No Ron… no podemos seguir alargando una relación que ya no tiene frutos buenos…no podemos hacernos esto-

Ron miro su rostro detenidamente sin decir nada, los minutos pasaban y el seguía aun estático, mientras las lágrimas se juntaban dentro de sus ojos, con un esfuerzo sobre humano por retenerlas Ron pasó rápido su palma sobre sus ojos:

Por que nos tuvo que pasar esto Herms?... por que a nosotros que éramos tan felices... por que… por que…- el muchacho tomo el rostro de Hermione entre sus manos y en un acto espontáneo acerco su cara a la de ella, y con sus labios quito las lagrimas de la castaña, mientras cerraba los ojos y aspiraba su aromo por sus mejillas, pasando al punta para sentir de nuevo aquella calidez de la cual estaba completamente enamorado.

Ron no lo hagas más difícil… por favor-

Ron sonrió tristemente mientras hacia como que no escuchaba ninguna palabra, siguió así con Hermioe entre sus manos hasta que rozo su boca con la de ella, suave y lento, solo rozar… nada mas.

Hermione cerró los ojos mientras sus manos las apoyaba en las rodillas del Grynffindor, aprestándolas suavemente, cerrando sus parpados y solo dejándose estar… para Ron.

Ambos sintieron ese ultimo roce eterno, nada los interrumpió, ni el ruido de los alumnos de primer año abajo en la sal común, ni las chicas riéndose en el patio de Hogwarts, nada era importante en ese momento, solo estaban ellos…. Diciéndose adiós.

La cabeza de Ron Weasley solo pensaba en mantener el contacto con los labios de la castaña, pero el tiempo seguía corriendo al igual que sus vidas, y aquel momento tan especial llego a su fin, el joven abrió los ojos para mirarla a ella, con los ojos cerrados, las mejillas sonrosadas y su rostro tranquilo… como tantas veces la había contemplado, pero no valorado.

La joven abrió los ojos y fijo sus pupilas en las pupilas celestes del joven mientras sus dedos jugueteaban nerviosos en las rodillas del joven, acto seguido sintió como la frente amplia de Ron chocaba con la suya y un suspiro fuerte y triste salía por los labios del guardián de Grynffindor:

Perdóname… Hermione-

Los ojos de Hermione se abrieron más de lo normal, mientras su boca se preparaba para articular palabra… pero el tiempo no se lo permito ya que Ron tras decir lo último soltó sus manos y salio de la habitación rápidamente, sin rumbo fijo.

La castaña sintió como el mundo se le derrumba abruptamente, la fuerza de su cuerpo la abandonaba despacio se dejo caer al final de la cama mientras su garganta se apretaba como nunca antes había sentido.

La escalera parecía que nunca tuviera fin, pero al final su pie encontró el ultimo escalón, y con paso frenético y rápido paso por entre unas chicas que reían nerviosas al ver al muchacho que las hacia suspirar, aunque él ni siquiera se fijo en ellas solo miraba hacia donde deseaba ir, un lugar donde perdería conciencia, razón y cordura…. Que era exactamente lo que buscaba.

Sus piernas apresuradas, su rostro sin vida caminaba por los cuartos de los chicos, buscando y buscando aquella persona que lo llevaría al mundo de los sueños donde no existían los problemas, donde no existía el amor, donde no existía la castaña, donde no existía Hermione Granger.

Sus ojos nublados de penas y angustian lograron divisar a un grupo de chiquillos al rincón e una de las habitaciones de los grynffindors de quinto año, dentro de este destacaba uno bastante barbon y de coleta cobriza y grasosa.

Ron sin meditarlo un segundo traspaso el umbral de la habitación, y agotando su último recurso y con la esperanza de pasar las penas llamo al muchacho:

Luther… Luther…-

La desdeñosa imagen del joven se dio la vuelta al verlo y con lentitud dejo a sus amigos mientras de forma amistosa se acerco a Ron dándole unas palmadas en el antebrazo:

Como estas compadre?- sonrió el tipo mientras se giraba un poco llevando a Ron un poco alejado del grupo de curiosos que miraban.

Realmente poco importa como este…- suspiro Ronald mientras con esfuerzo intento hacer una sonrisa.

Como digas viejo- dijo el aludido mientras se rascaba la cabeza sin comprender nada.

Bueno no vine a hacer vida social Luther… - Ron ya desesperado y con ganas de irse saco con rapidez unas monedas y las deposito en su mano:

Ya sabes lo que busco…-

Pero Ron… tú nunca habías-

Cállate- sentencio el pelirrojo mientras lo tomaba y apretaba del cuello por la camisa- O ahora interrogas a tus clientes?

Tranquilo hermano… tranquilo- el pequeño muchacho le quito las manos mientras se arreglaba la camisa, lo miro y se dio la vuelta rápido mientras sacaba de uno de los bolsillos de su chaqueta una especie de cigarrillo artesanal:

Toma... – Luther se la puso en la mano mientras se alejaba y volvía al grupo de amigos que lo esperaban.

Ron lo tomo con firmeza y sin mirar atrás siguió su camino escaleras arriba hacia sus dormitorios.

Con brusquedad pateo la puerta de su habitación compartida que ahora estaba en completa soledad, ya que sus compañeros de cuarto debían estar en clases donde él se supondría que debería estar.

Avanzó sin mirar que cosas botaba o que cosas rompía por su camino, solo camino directo a su cama, corrió los doseles y se sentó cerca de la mesa de noche para luego tirarse de espaldas y mirar el techo, mientras el salada sabor del llanto llegaba a sus labios.

Su mano temblorosa tomo el pito de marihuana y abriendo un poco la boca lo deposito entre sus labios para encenderlo y comenzar a aspirar, para dejarse llevar por los efectos que esta hierba producía.

Mientras el pito se consumía y el aroma comenzaba a expandirse por toda la habitación, las pupilas de Ron comenzaron a abrirse más y mas, sus ojos ya rojizos por el llanto resaltaron mas aun, mientras un momento de tranquilidad llego a su corazón, la sensación de estar flotando rodeaba su ser cada vez que probaba la hierba, hasta terminarla.

Los minutos de felicidad pasaron tan rápido, mientras una mezcla de emociones se peleaban dentro de la cabeza del joven de 17 años, la tristeza comenzaba a mortificarlo, la pena, la rabia lo hicieron encogerse en si mismo y comenzar a llorar desenfrenadamente.

Mareos, asco y profunda tristeza se hicieron presentes en un momento exacto, mientras los vómitos comenzaban a salir de la boca del muchacho.

Ron no escuchaba pero unos suaves pasos comenzaban a acercarse a la puerta de su cuarto, mientras un joven con una gran cantidad de libros en la mano hacia un gran esfuerzo por girar la manilla de la puerta y con un pie empujar la puerta par apode entrar.

El moreno sintió como una fuerte golpiza de viento llego a todo su rostro, acompañado por un aroma tan penetrante que lo atonto un poco, mientras con poca estabilidad de si mismo lograba ver algunas pertenencias de sus amigos tiradas por todas partes, con agilidad cerró la puerta con su pie y para sorpresa suya un ruido llego del fondo, levanto mas la cabeza para mirar sobre sus libros, y vio una figura acurruca en una de las camas llorando y vomitando sin parar, y el corazón le dio un brinco fuerte al notar los cabellos rojizos del dueño.

Sin esperar ningún segundo soltó los libros, sin importarle que la señora Pince lo matara en unas horas mas y corrió hacia su amigo.

Con cuidado lo levanto y sin tratar de mirar mucho o dedicarse a analizar la situación puso el brazo del pelirrojo sobre sus hombros y lo cargo hasta al baño.

Tratando de ser delicado lo dejo en la ducha mientras echaba a andar el agua fría.

Mierda!-

Harry vio como Ron por fin reaccionaba y corto el agua, mientras tomaba una toalla agachándose cerca del muchacho para cercarle su cabeza:

Que hiciste Ronald?

Terminamos…

Que?... de que me…- Harry se cayo al darse cuenta de lo que Ron se refería, en silencio siguió secando el pelo del muchacho, dando paso a levantarlo y sentarlo en la taza del baño, con cuidado le quito la ropa, y le puso una bata que había colgada.

Todo fue por mi culpa… ella… ella… yo no la merecía.

Ron no hables… luego veremos esto… - Harry no quería saber mas solo quería que Ron durmiera, volvió a levantarlo sacándolo del baño.

No… yo tuve la culpa… la engañe…no la valore-

Que dices?- exclamo Harry sorprendido sin evitar sorprenderse por la declaración de Ron.

Lamentablemente Ron no estaba en sus sentidos para responderle, Harry tampoco insistió, así que lo acostó en su cama, ya que la de ron estaba sucia y con cuidado lo arropo, mientras el aroma seguía casi tan penetrante como lo había sentido 30 minutos antes.

Yo jamás debí engañarte con Lavander, Hermione-

Que cosa…- Harry no término la frase ya que Ron hablaba en sueños.

Aunque el moreno no necesitaba ya muchas explicaciones, miro a Ron, y sintió pena, aunque el remordimiento ahora era enorme… había pisoteado a Hermione y ella no se lo merecía.

En silencio abrió las ventanas de la habitación y trato de limpiar lo mas que pudo el lugar, miro por ultima vez a Ron y despacio sin que se percatara le dio un trago de una poción para dormir sin soñar:

Ya pasara este día amigo.

Sin mas salio de la habitación.