La sombra del pasado.
Capitulo uno. La búsqueda.
La luz de la luna iluminaba el pasillo entre el interior y el exterior de la casa, casi todos en la casa ya estaban dormidos, Anna caminaba por el pasillo inspeccionando con la mirada el patio, algo no la había dejado dormir y ahora necesitaba caminar un momento, se detuvo después de un rato ante la presencia de Yoh.
- ¿Qué haces despierto?- le preguntó, él estaba ahí sentado viendo la esplendorosa luna.
- Tan solo pensaba Annita- le contestó con su típica sonrisa.
- Algo te preocupa, ¿es sobre Hao?- intentó adivinar la chica, Yoh asintió, volvía nuevamente su mirada al cielo.
- No creo posible el hecho de que en éste torneo Hao no participe- dice Yoh- siempre lo había echo, y hasta tuve la idea de que la única razón del torneo de shamanes era para derrotar al terrible shaman que era.
- No permitiré que tengas ese tipo de pensamientos- Anna se cruzó de brazos- esta es la oportunidad de reclamar el titulo de rey de los shamanes que te negaron la ocasión anterior- la rubio se dio la vuelta para dirigirse a la escalera de la casa, el castaño iba a hablar, quería recordarle que la única razón por la cual derrotó a su hermano fue por la unión de todos los poderes espirituales de sus amigos en él, pero era en vano decirle eso a su prometida, se negaría a la verdad.
- Y una cosa mas- Anna volteó a mirarlo por ultima ocasión antes de doblar la esquina de la casa- vas a ganar- una leve sonrisa se dibujó en el rostro de la chica.
El despertador comenzaba a sonar, sus manecillas indicaban las seis de la mañana, a un lado estaba el futon y sobre él un chico de corta cabellera azul dormía placidamente, el ruido no le causaba ni la mínima molestia, del otro lado otro futon yacía vacía, su anterior ocupante ya comenzaba a cambiarse de ropa, terminado esto apagó la alarma y observó enfadado al chico durmiente.
- Despierta Horo Horo- le dijo el ojiverde con su habitual tono de voz a su compañero, aun así el chico no despertaba, Ren tomó su lanza y con tan solo la punta le hizo un piquete a Horo Horo, éste al sentir el dolor saltó de inmediato del futon, saltaba y gritaba de dolor, con una de sus manos se sobaba el hombro lastimado- hasta que despiertas.
- ò.ó¡¿POR QUE HICISTE ESO?!- le gritó Horo Horo- ¿Qué no ves que tengo la piel delicada?
- ¬.¬Si no lo hacia eras capaz de dormir toda la mañana, recuerda que hay que comenzar a entrenar y además, nos estamos enfrentando ante un gran problema.
- ¿Problema?...¿cual problema?- preguntó Horo Horo rascándose la cabeza.
- Eres un tonto, nuestro equipo esta incompleto sin Chocolove.
- ¿estas seguro?, tal vez Chocolove nos esta esperando en América- pero luego de pensarlo un poco Horo Horo cambio de opinión- pero ahora que me acuerdo, la ultima vez que hablamos con él dijo que estaría muy ocupado- se acordó, ahora Chocolove era un excelente y codiciado comediante (aunque usted no lo crea) y ya daba funciones en teatros y bares (quien sabe como hacia esto ultimo por que aun es menor de edad).
- Por eso te digo que hay que buscar a un compañero.
- Tal vez Yoh me acepte en su equipo, Ryu hace apenas salió de viaje por Japón y no volverá en mucho tiempo, y como es seguro se le olvido su oráculo virtual en casa.
- Ha, ¿crees que te aceptara a ti?, yo soy mejor shaman que tu- le contestó Ren.
- Pues me aceptara a mi, tu eres un cascarrabias- dijo Horo Horo- ahora mismo lo veras, le preguntare en este momento.
- Yo seré su compañero- ambos corrieron en dirección al comedor, seguro Yoh ya estaría desayunando para ir a entrenar.
Bajaron las escaleras y se dirigieron de inmediato al comedor, se llevaron una gran decepción al entrar y no ver a Yoh ahí, los dos se quedaron viendo la mesa decepcionados de no lograr su objetivo, de seguro Yoh ya estaría lejos realizando su entrenamiento.
- Esto no es posible, ya se fue- dijo Horo Horo.
- Si tan solo te hubieras despertado mas rápido, tal vez lo hubiéramos alcanzado.
- ¿Que hacen despiertos tan temprano?- se escuchó la voz de Yoh, estaba dentro de la cocina desayunando, Horo Horo y Ren solo miraron hacia la puerta abierta de la cocina, Yoh estaba parado con un plato de arroz en una de sus manos y en la otra los palillos, ya tenia las pesas puestas en las muñecas y tobillos, eran considerablemente grandes, el grosor era de unos cinco centímetros, los audífonos los tenia en el cuello y su cabello estaba agarrado en una coleta, su apariencia era la misma desde que lo conocieron, esa mirada despreocupada, esa sonrisa, ese cabello, la única diferencia radicaba en su altura ya casi llegaba a medir 1.70, una altura muy similar a la de Ren, Horo Horo los rebasaba a todos con al menos 1.80 de altura.
- No los creí tan madrugadores, en especial a ti Horo Horo- les volvió a decir el castaño.
- Venimos a preguntarte algo- le contestó Ren, él y Horo Horo entraron a la cocina y ahora miraban con decisión a Yoh, una gran incógnita se formuló en la cabeza del chico, ¿Qué querían?, Tamao tan solo miraba la platica de reojo, aun no terminaba de lavar los platos de la cena de anoche y aun no preparaba el almuerzo de Anna.
- Si, es algo muy importante- dijo el chico del norte, ambos casi acosaban al pobre Yoh al estarse aproximando cada vez más a él.
- Tan solo hagan la pregunta- pidió Yoh.
- ¿Quién será el tercer miembro de tu equipo?- preguntó el chino, Yoh se quedó callado, en los ojos de sus amigos se mostraba un brillo de desesperación, no quería que se enojaran con él.
- Buenos días- se escuchó la voz de Manta que entraba también a la cocina, el tiempo había sido bueno con él y ahora gozaba de una estatura de un metro con cuarenta y cinco centímetros, si bien parecía un estudiante de secundaria, siendo que ya estaba por terminar el bachillerato, cautivaba a las chicas de la escuela con su adorable apariencia, en ese momento estaba vestido con unos jeans y un rompevientos negro.
- Oh Manta, que bueno que llegas- Yoh dejó el plato de arroz semivacío en la mesa y se dirigió hacia Manta, se para a su lado derecho y pasó uno de sus brazos por atrás de Manta para tomar su hombro izquierdo, miraba al par que estaba enfrente- él será nuestro tercer miembro- la mandíbula de los otros dos bien pudo haber caído hasta el suelo de lo abierta que la tenían por la sorpresa.
- E...el- atino a decir Horo Horo impresionado.
- ¿desde cuando es shaman?- preguntó Ren incrédulo, pensaba que tal vez era una broma para no admitirlos en su equipo.
- Desde hace unos años- contestó Manta apenado- Mosque acepto ser mi espíritu acompañante.
- En verdad que fue una difícil decisión- dijo Mosque apareciendo de pronto- pero dije: este chico tiene talento, y pues también es una magnifica manera de estar cerca de mi amigo Amidamaru y del joven Yoh.
- Te lo agradezco mucho- dijo Amidamaru apareciendo también- es bueno estar con tu mejor amigo después de mucho tiempo.
- Ahora también recibe el duro entrenamiento de Anna- dijo Yoh- al menos no tienes estas pesadas muñequera, aun- le dijo a Manta, los dos rieron.
- Pues no parecen tan pesadas- le dijo Horo Horo- te mueves como si fueran de plástico hueco.
- Al principio no me podio ni mover, no es nada sencillo acostumbrarse a cargar 40 kilos extras por todas partes y mucho menos haciendo ejercicio.
- Sorprendente, que bueno que Anna no me entrena, seguro ya estaría muerto, y eso que me quejaba de Pilika y su duro entrenamiento.
- Horo Horo, no tenemos tiempo para platicas absurdas- lo regañó Ren- hay que buscar a un shaman y rápido.
Con tan solo era idea en la cabeza la pareja salió en busca de un nuevo miembro para el "equipo de Ren", dicha tarea no era nada fácil, el poder espiritual no era algo sencillo de identificar, Horo Horo intentaba preguntando a cuanta persona encontraba si no conocían a algún shaman, he de decir que un 99% lo tachaba de loco, el 1% tan solo se burlaba de él (que casi es lo mismo), Ren tan solo miraba el comportamiento de su compañero, nunca encontrarían a un shaman de esa manera.
- Ninguno- cuantificó Horo Horo al atardecer, los dos caminaban de regreso a la pensión.
- Es obvio que de esa forma no lo encontraremos.
- ¿Entonces que haremos- preguntó Horo Horo- es la única forma que se me viene a la mente.
- Es en lo que he estado pensando todo el día.
- ¿Y a que conclusión llegaste?
- ùú No tengo ni idea de que poder hacer- contestó Ren.
- ¬.¬U... No era la respuesta que esperaba- frente a ellos apareció de la nada un hombre sumamente golpeado e inconsciente en el pavimento.
- ¿Qué le sucedió?- Horo Horo se agachó para ver el estado del pobre hombre, Ren miro hacia una de las calles, todo un camino de destrucción se mostraba en medio de la calle, ese camino terminaba en donde estaba el hombre, algo le causó tanto daño y lo aventó con mucha fuerza por el asfalto, seguro era un shaman, la espera había terminado...
Fin del capitulo uno, continuara...
Bueno creo que me ha quedado un poquitin cortito, pero es que ahí acababa la idea, esperen la próxima semana el siguiente capitulo...y por favor mándenme reviews se los agradecería.
Glosario:
Futon: La típica cama japonesa, es como una bolsa de dormir pero con colcha, colchón y almohada por separado.
. By Linz Hidaka.
Capitulo uno. La búsqueda.
La luz de la luna iluminaba el pasillo entre el interior y el exterior de la casa, casi todos en la casa ya estaban dormidos, Anna caminaba por el pasillo inspeccionando con la mirada el patio, algo no la había dejado dormir y ahora necesitaba caminar un momento, se detuvo después de un rato ante la presencia de Yoh.
- ¿Qué haces despierto?- le preguntó, él estaba ahí sentado viendo la esplendorosa luna.
- Tan solo pensaba Annita- le contestó con su típica sonrisa.
- Algo te preocupa, ¿es sobre Hao?- intentó adivinar la chica, Yoh asintió, volvía nuevamente su mirada al cielo.
- No creo posible el hecho de que en éste torneo Hao no participe- dice Yoh- siempre lo había echo, y hasta tuve la idea de que la única razón del torneo de shamanes era para derrotar al terrible shaman que era.
- No permitiré que tengas ese tipo de pensamientos- Anna se cruzó de brazos- esta es la oportunidad de reclamar el titulo de rey de los shamanes que te negaron la ocasión anterior- la rubio se dio la vuelta para dirigirse a la escalera de la casa, el castaño iba a hablar, quería recordarle que la única razón por la cual derrotó a su hermano fue por la unión de todos los poderes espirituales de sus amigos en él, pero era en vano decirle eso a su prometida, se negaría a la verdad.
- Y una cosa mas- Anna volteó a mirarlo por ultima ocasión antes de doblar la esquina de la casa- vas a ganar- una leve sonrisa se dibujó en el rostro de la chica.
El despertador comenzaba a sonar, sus manecillas indicaban las seis de la mañana, a un lado estaba el futon y sobre él un chico de corta cabellera azul dormía placidamente, el ruido no le causaba ni la mínima molestia, del otro lado otro futon yacía vacía, su anterior ocupante ya comenzaba a cambiarse de ropa, terminado esto apagó la alarma y observó enfadado al chico durmiente.
- Despierta Horo Horo- le dijo el ojiverde con su habitual tono de voz a su compañero, aun así el chico no despertaba, Ren tomó su lanza y con tan solo la punta le hizo un piquete a Horo Horo, éste al sentir el dolor saltó de inmediato del futon, saltaba y gritaba de dolor, con una de sus manos se sobaba el hombro lastimado- hasta que despiertas.
- ò.ó¡¿POR QUE HICISTE ESO?!- le gritó Horo Horo- ¿Qué no ves que tengo la piel delicada?
- ¬.¬Si no lo hacia eras capaz de dormir toda la mañana, recuerda que hay que comenzar a entrenar y además, nos estamos enfrentando ante un gran problema.
- ¿Problema?...¿cual problema?- preguntó Horo Horo rascándose la cabeza.
- Eres un tonto, nuestro equipo esta incompleto sin Chocolove.
- ¿estas seguro?, tal vez Chocolove nos esta esperando en América- pero luego de pensarlo un poco Horo Horo cambio de opinión- pero ahora que me acuerdo, la ultima vez que hablamos con él dijo que estaría muy ocupado- se acordó, ahora Chocolove era un excelente y codiciado comediante (aunque usted no lo crea) y ya daba funciones en teatros y bares (quien sabe como hacia esto ultimo por que aun es menor de edad).
- Por eso te digo que hay que buscar a un compañero.
- Tal vez Yoh me acepte en su equipo, Ryu hace apenas salió de viaje por Japón y no volverá en mucho tiempo, y como es seguro se le olvido su oráculo virtual en casa.
- Ha, ¿crees que te aceptara a ti?, yo soy mejor shaman que tu- le contestó Ren.
- Pues me aceptara a mi, tu eres un cascarrabias- dijo Horo Horo- ahora mismo lo veras, le preguntare en este momento.
- Yo seré su compañero- ambos corrieron en dirección al comedor, seguro Yoh ya estaría desayunando para ir a entrenar.
Bajaron las escaleras y se dirigieron de inmediato al comedor, se llevaron una gran decepción al entrar y no ver a Yoh ahí, los dos se quedaron viendo la mesa decepcionados de no lograr su objetivo, de seguro Yoh ya estaría lejos realizando su entrenamiento.
- Esto no es posible, ya se fue- dijo Horo Horo.
- Si tan solo te hubieras despertado mas rápido, tal vez lo hubiéramos alcanzado.
- ¿Que hacen despiertos tan temprano?- se escuchó la voz de Yoh, estaba dentro de la cocina desayunando, Horo Horo y Ren solo miraron hacia la puerta abierta de la cocina, Yoh estaba parado con un plato de arroz en una de sus manos y en la otra los palillos, ya tenia las pesas puestas en las muñecas y tobillos, eran considerablemente grandes, el grosor era de unos cinco centímetros, los audífonos los tenia en el cuello y su cabello estaba agarrado en una coleta, su apariencia era la misma desde que lo conocieron, esa mirada despreocupada, esa sonrisa, ese cabello, la única diferencia radicaba en su altura ya casi llegaba a medir 1.70, una altura muy similar a la de Ren, Horo Horo los rebasaba a todos con al menos 1.80 de altura.
- No los creí tan madrugadores, en especial a ti Horo Horo- les volvió a decir el castaño.
- Venimos a preguntarte algo- le contestó Ren, él y Horo Horo entraron a la cocina y ahora miraban con decisión a Yoh, una gran incógnita se formuló en la cabeza del chico, ¿Qué querían?, Tamao tan solo miraba la platica de reojo, aun no terminaba de lavar los platos de la cena de anoche y aun no preparaba el almuerzo de Anna.
- Si, es algo muy importante- dijo el chico del norte, ambos casi acosaban al pobre Yoh al estarse aproximando cada vez más a él.
- Tan solo hagan la pregunta- pidió Yoh.
- ¿Quién será el tercer miembro de tu equipo?- preguntó el chino, Yoh se quedó callado, en los ojos de sus amigos se mostraba un brillo de desesperación, no quería que se enojaran con él.
- Buenos días- se escuchó la voz de Manta que entraba también a la cocina, el tiempo había sido bueno con él y ahora gozaba de una estatura de un metro con cuarenta y cinco centímetros, si bien parecía un estudiante de secundaria, siendo que ya estaba por terminar el bachillerato, cautivaba a las chicas de la escuela con su adorable apariencia, en ese momento estaba vestido con unos jeans y un rompevientos negro.
- Oh Manta, que bueno que llegas- Yoh dejó el plato de arroz semivacío en la mesa y se dirigió hacia Manta, se para a su lado derecho y pasó uno de sus brazos por atrás de Manta para tomar su hombro izquierdo, miraba al par que estaba enfrente- él será nuestro tercer miembro- la mandíbula de los otros dos bien pudo haber caído hasta el suelo de lo abierta que la tenían por la sorpresa.
- E...el- atino a decir Horo Horo impresionado.
- ¿desde cuando es shaman?- preguntó Ren incrédulo, pensaba que tal vez era una broma para no admitirlos en su equipo.
- Desde hace unos años- contestó Manta apenado- Mosque acepto ser mi espíritu acompañante.
- En verdad que fue una difícil decisión- dijo Mosque apareciendo de pronto- pero dije: este chico tiene talento, y pues también es una magnifica manera de estar cerca de mi amigo Amidamaru y del joven Yoh.
- Te lo agradezco mucho- dijo Amidamaru apareciendo también- es bueno estar con tu mejor amigo después de mucho tiempo.
- Ahora también recibe el duro entrenamiento de Anna- dijo Yoh- al menos no tienes estas pesadas muñequera, aun- le dijo a Manta, los dos rieron.
- Pues no parecen tan pesadas- le dijo Horo Horo- te mueves como si fueran de plástico hueco.
- Al principio no me podio ni mover, no es nada sencillo acostumbrarse a cargar 40 kilos extras por todas partes y mucho menos haciendo ejercicio.
- Sorprendente, que bueno que Anna no me entrena, seguro ya estaría muerto, y eso que me quejaba de Pilika y su duro entrenamiento.
- Horo Horo, no tenemos tiempo para platicas absurdas- lo regañó Ren- hay que buscar a un shaman y rápido.
Con tan solo era idea en la cabeza la pareja salió en busca de un nuevo miembro para el "equipo de Ren", dicha tarea no era nada fácil, el poder espiritual no era algo sencillo de identificar, Horo Horo intentaba preguntando a cuanta persona encontraba si no conocían a algún shaman, he de decir que un 99% lo tachaba de loco, el 1% tan solo se burlaba de él (que casi es lo mismo), Ren tan solo miraba el comportamiento de su compañero, nunca encontrarían a un shaman de esa manera.
- Ninguno- cuantificó Horo Horo al atardecer, los dos caminaban de regreso a la pensión.
- Es obvio que de esa forma no lo encontraremos.
- ¿Entonces que haremos- preguntó Horo Horo- es la única forma que se me viene a la mente.
- Es en lo que he estado pensando todo el día.
- ¿Y a que conclusión llegaste?
- ùú No tengo ni idea de que poder hacer- contestó Ren.
- ¬.¬U... No era la respuesta que esperaba- frente a ellos apareció de la nada un hombre sumamente golpeado e inconsciente en el pavimento.
- ¿Qué le sucedió?- Horo Horo se agachó para ver el estado del pobre hombre, Ren miro hacia una de las calles, todo un camino de destrucción se mostraba en medio de la calle, ese camino terminaba en donde estaba el hombre, algo le causó tanto daño y lo aventó con mucha fuerza por el asfalto, seguro era un shaman, la espera había terminado...
Fin del capitulo uno, continuara...
Bueno creo que me ha quedado un poquitin cortito, pero es que ahí acababa la idea, esperen la próxima semana el siguiente capitulo...y por favor mándenme reviews se los agradecería.
Glosario:
Futon: La típica cama japonesa, es como una bolsa de dormir pero con colcha, colchón y almohada por separado.
. By Linz Hidaka.
