MISIÓN SECRETA...
CAPITULO IV.
Cuando llego a su habitación, recostó con suavidad a Riza sobre el futon, se sentó a su lado y permaneció por algún tiempo observándola, retiro un mechón de su rubio cabello el cual cubría parte de su rostro, ahora que no había obstáculo entre su rostro y el de él, esbozo una sonrisa al contemplar su pacifico rostro.
-pequeña nunca llegue a imaginar que en tu corazón pudieras albergar un sentimiento como este hacía mí y mucho menos que existiera ese tipo de temores y miedos, pero esta bien sabes porque por que así puedo protegerte y estar a tu lado para amarte por siempre.
Lo único que se apreciaba en la habitación eran los ojos del alquimista de fuego los cuales vigilaban celosamente el sueño de la joven, como tratando de alejar todo mal que pudiera perturbar su tranquilidad, solo después de que convención a si mismo de que ya nada malo podría sucederle a Riza se fue a dormir.
Riza Hawkeye abrió perezosamente los ojos a causa del alboroto que se estaba oyendo fuera de la pensión, apenas se estaba incorporando y buscando con la vista a Roy cuando escucho como alguien llamaba a su puerta; al abrirla se encontró con el amable rostro de la anciana.
-ohayoo Riza chan. Veo que aun esta durmiendo Roy san pero es mejor que se levanten de una vez. Dentro de poco dará inicio el Hanami y me gustaría que nos acompañaran. Aun no comprendes parte de lo que hablamos ayer cierto.
-Así es lo he estado pensando pero...
-No importa lo sabrás cuando veas el nacer de los Sakura ahora ven conmigo por favor.- y sin decir mas tomo del brazo a Riza y la condujo a su habitación.
Le indico que tomara una rápida ducha y para cuando Riza salió le entrego un lindo kimono, ella al verlo se sorprendió -no estará pensando que yo use eso verdad- reprocho cuando la anciana comenzaba a ponérselo, mientras acomodaba el kimono, obi y de mas accesorios le explicaba el significado de este atuendo.
-listo ya estas, mírate te ves preciosa no te parece.- hablaba alegre mientras acercaba a Riza frente al espejo.- ahora vamos Roy san ya debe de estarte esperando.
La expresión de Riza cuando se observo en el espejo hace un momento no fue nada comparada con la que hizo Roy cuando la vio bajar por las escaleras, ciertamente era ella, Riza Hawkeye la mujer que conociera desde hace mucho pero existía algo en ella que la hacía lucir aun mas atractiva de lo que ya era; era su cuerpo ceñido a la perfección a ese kimono color naranja con pequeñas flores rosas o su rostro delicado y suave teñido con un ligero rubor el cual resaltaba aun mas a causa de su rubio cabello el cual se deslizaba con gracia sobre su rostro, sus ojos ámbar que lo miraban tímidamente, sus labios rozados dibujando una sonrisa o su semblante firme y apacible pero al mismo tiempo frágil y tierno, o tal vez se debió a todo esto lo que hizo que Roy Mustang corroborara una vez mas el porque amaba a Riza Hawkeye.
-como me veo.- pregunto un tanto insegura Liza cuando estuvo al lado de Roy.
-te ves hermosa.- fue lo único que pudo articular.
-Gracias tu también te ves bien.- le regreso el cumplido aunque eso era cierto pues Roy Mustang lucia muy gallardo en el Gi color azul que le había prestado el esposo de la casera.- nos vamos
El día ya estaba bastante claro para ser pasada de las 8. El bullicio de la gente estaba presente por donde se mirara en gran parte del Japón, por todos lados se veían hombres que vestían Gi y mujeres con kimonos; aunque para Roy, Riza era la que mejor lo lucía, lo primero que hicieron según las instrucciones de la anciana fue una pequeña oración frente la estatua de buda, seguido de un deseo mientras sonaban la campaña del templo; predecibles fueron los deseos de cada uno. Ella deseo poder permanecer el mayor tiempo posible al lado de Roy y que ya nada malo le pudiera suceder y él tan solo pidió la felicidad eterna al lado de la mujer que amaba Riza.
Después de eso se dirigieron a los linderos del templo se instalaron cerca de un conjunto de árboles algo apartado del resto de gente, ya solo se encontraban Roy y Riza, pues la anciana se despidió excusándose de que tenia unos asuntos que resolver obviamente Riza comprendió que solo fue un pretexto para dejarlos solos.
Tomaron asiento de espaldas al árbol; mientras probaban los alimentos Riza le narraba a Roy la platica que había tenida con la anciana, acerca del significado de esas flores y su relación con la vida, él al igual que ella no comprendió a que se referían, pero la tranquilizo haciéndole entender que ya nada de eso debía de importarle o preocuparla.
En este momento, lo mas importe es que nos tenemos el uno al otro, y lo que yo siento por ti nada podrá cambiarlo así yo muera mañana, así que deja de pensar en lo inevitable.- hablo con voz firme pero dulce, un tono de voz que nunca antes había empleado, pero que era lo que en ese momento estaba sintiendo.
Conforme le contaba el asunto a Roy, Riza por momento agachaba el rostro en signo de debilidad o tristeza, sintió un nudo en la garganta cuando escucho como se expresa el alquimista de fuego, cuando el termino alzo la vista, sus labios le temblaban impidiéndole hablar y sus ojos comenzaron a humedecerse. Aunque todo eso era cierto, era verdad que él la amaba tanto como ella a él y era verdad que no podía modificar el flujo de la vida; aun así no pudo contener ese sentimiento de inferioridad.
Roy al verla nuevamente en ese estado la atrajo hacia él y la estrecho entre sus brazos, ella no reprocho ese acto y se aferró una vez mas al cuerpo de Roy comenzando a llorar .
Ahí, en ese lugar no se escuchaba ruido alguno que no fuera el llanto de la joven y el suave trinar de las aves, mientras permanecía en sus brazos se sentía tan segura y protegida, que podía olvidar el porque de su llanto pero en cuanto recordaba que se debía a su repentino miedo a la muerte, sus temores retornaban y su llanto se hacía mas intenso, escuchaba como el hombre trataba de confortarla y le reiteraba una y otra vez lo importante que era ella para él y cuanto amor le profesaba, aun así no podía contenerse; hasta que de lo mas recóndito de su mente aparecieron las palabras que ella misma pronunciara "No se puede modificar el flujo de la vida", lo único que nos queda es disfrutar la vida y agradecer que estamos vivos y podemos tener este tipo de sentimientos y momentos.
Si estas palabras eran ciertas del todo o solo una parte, a Riza eso no le importo, pues pareciera que aquella oración que se formulo en su mente representara para ella la única verdad y la solución a sus temores, finalmente comprendió que nada podía hacer para modificar el flujo de la vida; pero que como gratificación a esto recibía la gracia de vivir y sobre todo de ser amada. Después de que comprendió esto su llanto ceso, pero continuo abrazada a Roy; giro su rostro solo para toparse con un hecho que la dejo asombrada y ayudo a reforzar su teoría.
Se incorporo al tiempo que apretaba la pierna de Roy, este al sentir tanto la falta del cuerpo de Riza como el apretón, giro la vista hacia el rostro de ella, no fue necesario preguntarle que pasaba solo imito a la joven y siguió con su vista hacia donde ella observaba; de la misma manera quedo impresionado al ver como lentamente pero al mismo tiempo con una vitalidad solo vista en el deseo de nacer y vivir, las ramas de los árboles poco a poco iban siendo invadidas por miles de flores rosadas; se pusieron de pie, ella ayudada por él y abrazándola nuevamente; permanecieron un largo rato siendo testigo de ese nacimiento. Hasta cuando la luna empezaba a ser su aparición, ya para ese entonces todos los árboles estaban bañados pos los sakura; justo en ese momento escucharon de nuevo el murmullo de las personas que empezaban a alejarse y se concentraban nuevamente a las afueras del templo.
Roy hostigado por saber a que se debía esa conglomeración le sugirió a Riza ir hasta ahí, para ese entonces los ánimos de Riza habían mejorado considerablemente y su mente y alma de había librado de ese yugo que le oprimía el corazón, así que sin reprochar acepto. Desde una distancia considerable supieron a que debía tanto alboroto y es que con la caída de la noche y el florecer de los sakura había dado inicio el yozakura, entre intrigados y sorprendidos se acercaron hasta toparse con puestos que vendían comida, juegos y demás muestras de tradiciones niponas.
Esto para ambos fue la mejor despedida que les haya podido ofrecer aquel país, dispuestos a disfrutar sus últimas horas probaron la mayor parte de la comida, participaron el juegos de azar, donde como era de esperarse Riza gano en todos donde lo básico era la puntería. Fue derrotada por Roy en uno donde se ganaba quien pescara una figura de un pez dorado; el premio fue un muñeco sin ojos y según la explicación del señor se le dibujaba un ojo cada que un deseo era cumplido; por supuesto ese fue un presente para Riza.
La noche estaba por llegar a su fin, así que ambos se encaminaron a la salida pero se detuvieron al observar como unas pequeñas luces aparecían y desaparecían sin previo aviso cerca del pequeño estante, prestaron mayor atención y descubrieron que aquello eran luciérnagas; cientos de luciérnagas que le daban un toque de romanticismo y alegría a la noche. Riza estaba verdaderamente feliz y observar simplemente su rostro lleno de alegría y jubilo alegro aun mas a Roy. Se encontraba uno al lado del otro, ella observando fijamente el estanque y el observándola. Riza no se había percatado de que en todo ese tiempo lo único que observaba Roy era a ella, hasta que sintió como el la atraía hacia su cuerpo y besaba sus inmaculados labios; correspondió con la misma intensidad el beso, para cuando se separaron ella le hablo.
-Roy te amo.
-No tanto como yo te amo a ti.
Y con esa última declaración se dirigieron a la posada listos para regresar al siguiente día a Ciudad Central, dejando atrás aquellos temores que los habían acompañados a ese país, pero que gracias al amor que se profesaban y las cosas que vieron los supieron afrontar. Ahora solo se llevaban la certeza de lo que sentía el uno por el otro.
FIN
HANAMI: hanaflor, miviene del verbo mimas que es ver.
YOZAKURA cerezos de noche.
Mil gracias a todas las lectoras, ojala y les haya gustado, que aunque es corto me gusto hacerlo, combinando una tradición que fue la pauta para que se diera la relación de Roy y Riza.
Ale-Dono, Susume, Alis-chan, San-Neecha, Puroppu, beautifly92, Alchemist Cagalli.
CHAO.
TAO JUN SHINOMORI.
