La sombra del pasado

Capitulo 7.

Un sentimiento.

El aire aun estaba húmedo por la lluvia repentina de la noche anterior, en la habitación que aun se encontraba en penumbras un par de chicas preparaban sus armas para su próxima pelea, sería la primera para ellas en ese torneo, sentado en un rincón, de lo más cómodo, un joven las observaba en su ritual.

- Estaba muy emocionada por participar contra el equipo de Yoh Asakura, pero por lo visto no nos encontraremos con ellos tan pronto- dijo la chica de cabellos violetas, su espada ya estaba sobre su cama esperando a ser usada, mas eso tenia que esperar pues su propietaria parecía muy preocupada por peinar su cabello- ¿es muy fuerte cuando utiliza su posesión?- preguntó mirando al joven de reojo, el cual solo esbozo una sonrisa evocando para si unos recuerdos.

- Yukime, tu no eres la mas indicaba para tenerlo de oponente- la regañó su compañera de larga cabellera rizada que revisaba meticulosamente cada parte de la vara que utilizaba para las peleas- recuerda que con solo un simple tubo pudo controlarte, no fue necesario que llamara a su samurai- la otra reprimió su queja cuando recordó el incidente pasado.

- No tienen por que pelearse- las calmó el joven entretenido con la escena- eso nos fue de ayuda para conocer sus capacidades.

- ¿Cuándo piensa encontrarse con él?- preguntó la mayor con respeto, una actitud muy extraña siendo que él era menor que las dos.

- Ya llegara el momento, puedo esperar- respondió el joven perdiendo su mirada azul en el techo de la habitación, pronto volvería a encontrarse con esa persona, aquella a la que nunca pensó necesitar tanto como ahora.

Mediodía. El pesado cuerpo del tercer participante cayó estrepitosamente en la arena del estadio, gritaba aun que se quemaba, mas su piel estaba intacta, había sido victima de una ilusión demasiado real. La batalla finalizaba con sus gritos de terror y solo activa la posesión de objetos del equipo contrario, más la humillación no solo era el hecho de terminar aterrorizados, sino que además dejaba en ridículo a los tres hombres que fueron derrotados por tan solo unas niñas.

- El ganador es el equipo Blade Hunters- anunciaba el juez que observó la batalla. Abajo dos de las integrantes del equipo vencedor saltaban de alegría, mientras una tercera solo tan solo mostraba su buena cara por la hazaña que en ese momento habían realizado, tanto tiempo entrenando rendía sus frutos, no podía estar mas que orgullosa, y no era para menos, pues su participación había sido magnifica, su dominio con la posesión era excelente, utilizando cada una de ellas el espíritu de un dragón, tres enormes bestias que cedían ante sus deseos.

- Tienen la misma edad que nosotros cuando participaste- mencionó Manta a su amigo Yoh cuando iban caminando por la acera, apenas habían salido del estadio quedando sorprendidos por la habilidad de aquellas niñas- ¿tu crees que yo podría vencer alguna de ellas?- preguntó sin recibir respuesta, al parecer su amigo estaba muy ocupado con sus pensamientos- ¿Yoh?

- Ah, ¿Qué decías?- preguntó saliendo de su trance.

- Parece que aun estas preocupado por lo que ocurrió contigo y Anna- Manta movió la cabeza negando, no creía capaz al moreno se preocuparse de esa manera por un problema tan pequeño.

- No entiendo a esa mujer- se quejó el Asakura menor- ¿por qué esos celos?

- ¿No crees que comienza a tener efecto en ella todo lo que te ha hecho?- el cerebro de Manta comenzaba a crear toda una explicación lógica al problema, tal vez no era experto en mujeres, pero si conocía a esa rubia que aunque se escondía tras una mascara resultaba muy transparente para él después de un tiempo- tiene miedo de perderte, comienza a pensar que la puedes odiar por toda la carga que te ha puesto- Yoh suspiró cansado, molesto por no saber como controlar toda esa situación.

- Todo lo hago por ella- dijo desde muy adentro y tan bajo que apenas pudo escucharlo su compañero- todo lo que he soportado, todos los entrenamientos, castigos, regaños, es por ella que lo aguanto.

- Deberías de decirle eso, a las mujeres les gusta escuchar de forma directa todo ese tipo de cosas- se mantuvieron en silencio todo lo que restaba, los dos estaban aun pesando ese tema cuando llegaron a uno de los restaurantes donde se encontraron con Tamao, la chica estaba con su tabla revisando cuan tan largo resultaría el disgusto de Anna esta vez.

- Ya encontrare como decírselo- dijo el castaño con su risa característica, los asuntos como ese no eran tan pesados cuando se tiene a personas que se preopucan por ti. Tomaron asiente junto a la chica ordenando luego algo de comer para los tres.

El entrenamiento llevaba ya más de tres horas sin ninguna interrupción, no importaba el sol que quemaba más que en cualquier otra hora del día y que ya ni siquiera contaban con el frío de la mañana. Cada minuto que desperdiciaran podría indicar un punto de desventaja, y ocasionarles una derrota en su primera batalla.

El plan era seguir el mismo ritmo que cuando empezaron, pero uno a uno fueron cayendo hasta quedar solo la mitad de los que en ese desierto practicaban. Los demás que ha estaban muertos de cansancio y deshidratados huyeron hasta la falda del bosque que quedaba cerca de donde aun seguían los demás ejercitándose, bajo la sombra comenzaron a saquear una hielera llena de botellas de agua y a devorar lo bocadillos que una noche anterior habían dejado listos para casos como ese.

- Si seguía un minuto mas bajo esos rayos seguro me muero- Horo Horo se dejó caer sobre el pasto mientras devoraba un emparedado que amablemente le ofreció Izumi, al mirar de reojo a los que aun se mantenían realizando ejercicios no pudo evitar que le recorriera un escalofrío- están locos, morirán de insolación.

- Liserg debe de estar muy estresado por el combate que tendrán mas tarde- dijo Misato sin dejar de beber agua, incluso se echó una botella entera del frío líquido en el cuerpo para refrescarse.

- Y se ve que Ren no va a dejar que alguien le gane en cuanto a resistencia- Izumi rió al verlos retarse como niños pequeños.

- Izumi, te ves muy tranquila, ¿que no estas preocupada, tu también pelearas hoy- preguntó Horo Horo, a la castaña se le fue el color de la piel y su cuerpo se volvió rígido como una estatua, incluso se le cayó su espíritu Shi de los brazos- ¿qué te ocurre?

- Ya se le había olvidado- soltó la carcajada Misato, la chica afligida solo se sentó resignada en el pasto, dejó escapar un suspiro, aun no podía creer que había pedido formar parte del equipo de Liserg y de la hermana de Misato, esa situación la tenia muy nerviosa, pues no quería fallarle a aquellas dos personas.

- Lo harás bien- la alentó Horo Horo en un tono suave y alentador, un comportamiento nada común en el joven, ella le agradeció con una sonrisa, era bueno tener a alguien que le diera ánimos de esa forma, le hacia sentir que en verdad era capaz de lograr todo lo que se propusiera, sin mencionar que le hacia sentir serena.

No cedería hasta saber que era el vencedor en esa competencia imaginaria, no importaba que fuera el único enterado de tal encuentro, ya hasta estaba imaginándose a aquellas dos personas que restaban exhaustas por el calor y a él aun de pie demostrando su excelente resistencia.

Lastima que los demás no se tomaran las cosas tan enserio como él.

La chica pelirroja en eso momentos ayudaba a Liserg con la puntería de su péndulo al intentar esquivarlo sin su over soul mientras el chico la atacaba, pero decidió no seguir mas.

- Creo que es suficiente, ¿no, dentro de unas horas es la pelea y no quiero estar toda sudada cuando ocurra- se quitó una chaqueta que traía puesta aun cuando el calor hacia imposible vivir vestido, el chico ingles se detuvo ante la petición de su compañera.

- Es cierto, si no descansamos un poco no rendiremos al cien por ciento- Liserg miró a Ren que aun seguía con su frenético entrenamiento, intentado simular que no estaba enterado de lo que hacían- Ren, ¿vas a seguir?

- Que ustedes ya estén cansados no significa que yo lo esté- se burló interiormente- son muy débiles- quería una pequeña confrontación, su comentario había sido un reto que esperaba alguno de los dos aceptara.

- Oye, no intentes hacerte el fuerte, no veo por que la arrogancia, este es un simple entrenamiento que nada tiene que ver con nuestras verdaderas habilidades- lo regañó Linz, no le gustaba el comportamiento de aquel hombre.

- Eso tan solo es una excusa- al parecer el chino ya tenia con quien jugar esa tarde.

- No quiero que comiencen una pelea- les dijo Liserg irritado de la sola idea de tener que escucharlos discutir eternamente- yo me iré a descansar con los demás, no se lo que hagan ustedes, pero no quiero una pelea, mucho menos tu Linz, recuerda que tenemos un encuentro en puerta- se dio media vuelta camino al árbol que tenían como sombra los demás, no tuvo que mirar hacia atrás para saber que la pelirroja ya lo estaba siguiéndolo arrepentida de hacerlo enojar, no sabia que lo que hizo el chico era una actuación que ya tenia ensayada para casos como esos, suponía desde antes, que en cuanto ella y Ren se encontraran sus personalidades chocarían de inmediato.

- Debilucha- se mofó Ren mirando como Linz se retiraba, eso desató la ira de la chica que se dio media vuelta para encararlo por ultima vez, Ren pensó que tal vez lo atacaría, pero solo recibió la mirada mas encendida por la ira que podía encontrar, incluso creyó ver que una llama brillaba en los ojos pardos de la joven. Después de eso ella se volvió hacia Liserg que ya estaba bebiendo agua junto con los demás- que decepción- murmuró Ren- en vista de que nadie quiere enfrentarse a mi, tendré que tomarme un descanso breve- parecía que quería anunciarle sus palabras a todos los ahí presentes que por andar mas preocupados por alimentarse ni se dieron cuenta de sus comentarios, cosa que no le agradó nada al taoista.

Misato se espantó cuando lo vio sentarse a un lado de ella y sin ningún aviso al chico, arrojó toda el agua de su botella hacia su cabeza.

- ¿Qué rayos haces?- gritó enfadado retrocediendo lejos de la chica, quien aun lo veía con terror, los demás voltearon a ver lo que sucedía, dibujando luego la misma cara que Misato- ¿Qué tanto me ven?- la vena de su frente estaba a punto de reventar, además de comenzar a tener miedo por la respuesta que podría recibir, incluso presintió que algo en su cuerpo no andaba muy bien que digamos, algo relacionado con un olor extraño que comenzaba a respirar muy cerca de él.

- Ren, ¡se está quemando tu cabello!- Liserg fue el único con el valor de decirle lo que ocurría, y menos mal por que unos minutos mas y no lograba salvar a su cabello, de inmediato se arrojó todo el liquido que pudo sobre la cabeza, por suerte lo único afectado fue parte de su característico pico ascendente dejándolo solo hasta la mitad de su anterior tamaño.

- ¿Cómo fue que ocurrió eso?- preguntó Horo Horo escéptico de que fuera combustión espontánea o causa del sol.

- Yo se la causa- anunció el afectado encolerizado, una risilla le indico el lugar donde estaba el causante de tal atrocidad (para él lo es), todas las miradas siguieron a la de Ren, encontrándose con la pelirroja que soltó a reír a carcajadas- te voy a matar- se lanzó contra ella intentando tomarla del cuello para asfixiarla, los demás solo veían sin comprender como era que estaba tan seguro de que ella era la culpable, mientras que Liserg intentaba acercarse para separarlos.

Apenas iba a alejarlos uno de otro cuando Ren salio volando no muy lejos de ahí, Linz sin dejar de sonreír por su travesura lo había aventado con una patada lejos de ella, el ingles se pasó la mano por la cara avergonzado por lo ocurrido.

- Tu me retaste, Ren Tao, solo has recibido lo que querías- el aludido se levantó como si nada hubiera sucedido, no se le veía tan enojado como antes, la chica tenia razón, él había comenzado.

- Veo que no eres cualquier persona, admito que no esperaba que te defendieras de esa forma ni tampoco que te dieras cuenta de mis intenciones- de alguna manera aquella mujer presintió su juego.

- Esto no se ve todos los días, Ren Tao aceptando su derrota- mencionó Horo Horo en vista de que nada serio había sucedido (solo que Ren casi se incinera).

- No me molestes ainu inútil- Ren le lanzó la envoltura del emparedado que acaba de tomar en sus manos.

- Oye

No tenia idea del rumbo que tomaba, solo se estaba guiando por su instinto, ni tenia idea de cual era la ubicación de su prometida, Amidamaru también la buscaba por vía aérea, aunque parecía que él tampoco lograba encontrarla. Si no lograba dar con ella en los la ultima media hora tendría que irse al estadio donde lo esperaría Manta, no quería ir sin antes encontrar a la rubia y arreglar las cosas con ella.

- ¿Eres Yoh Asakura? La persona que ganó el pasado torneo, ¿no?- un chico rubio apenas un año menor que él se le había aparecido enfrente, no le contestó solo se le quedó mirando sin saber que responder, algo en ese chico le resultaba familiar.

- Si, soy yo- respondió sin más con su risilla tan peculiar- pero la vez pasada no contó como una verdadera pelea final.

- Eso no importa, entonces tu eres el candidato número uno para ser el shaman king- no creía tener tanta fama, ya antes otros shamanes se fueron a presentar ante el suplicándole su ayuda para fortalecerse o solo para satisfacer su curiosidad- perdón, fui muy brusco, debe de molestarte que la gente te acose de esta forma.

- No, no, no me estas molestando- dijo Yoh de inmediato moviendo en señal de negativa su cabeza.

- En serio, entonces déjame presentarme, yo me llamó Misaki- el rubio extendió su brazo para saludar al castaño.

- Mucho gusto, creo que yo no necesito presentarme, tal parece que me conocer muy bien- el rubio asintió ante ese ultimo comentario mientras el castaño le correspondía el saludo- ¿tu participas también en el torneo?- preguntó Yoh curioso pro saber a cual equipo pertenecía.

- No, yo solo acompaño a mi hermano, ni siquiera cuento con un espíritu propio- eso si que era una sorpresa, tal parecía que ahora no solo los shamanes podían caminar por esos sitios.

- Me gustaría saber cuando será tu primer encuentro, debe ser uno de los mas esperados.

- Aun no lo se, todavía no dice nada el oráculo virtual- le dijo sinceramente, el rubio no era el único ansioso por que esa pelea llegara, igual Yoh quería sentir la misma emoción que tiempo atrás experimentaba en cada batalla.

- Me encantaría ver ese encuentro- Misaki quiera continuar la platica pero tal parecía que Yoh tenia su mente ocupada en otro sitio, sus ojos miraban fijamente a una chica de cabellos dorados que lo esperaba no muy lejos de ahí.

- Anna- murmuró el castaño, sus piernas cobraron vida propia siguiendo su deseo de estar al lado de aquella mujer, no tardó mucho en llegar frente a ella, incluso le pareció extraño aparecer de una forma repentina frente a ella, se encontró jadeando, significado de que incluso corrió para estar ahí- ¿me disculpas?- pidió antes de que su presencia repeliera a la joven de piel blanca, estaba realmente avergonzado por tardar tanto en hablarle y repitiéndose lo estupido que era por solo decir un par de palabras- nunca volveré a hablar de otra mujer que no seas tu- agregó inmediatamente- no tienes idea de lo mucho que significas para mi, no quiero hacerte enojar.

- …- la chica alzó una ceja, no tenia idea de que fuera a reaccionar esa manera al verla.

- Es cierto que casi nunca lo demuestro abiertamente, pero nunca pongas en duda que te amo- sin pedir permiso la beso en la mejilla lentamente, como si se tratara de una muñeca de porcelana a la que besaba- por favor no me hagas recordártelo otra vez- pidió acariciando la suave mejilla de la chica con su mano.

- Te estaba buscando- dijo la rubio con un leve color rosado en su rostro, incluso parecía que en su boca se había revisado una leve sonrisa- quiero que me perdones, aquel día andaba algo sensible, no es usual verte rodeado de tantas mujeres, yo fui la del error- el joven parpadeó un par de veces, Anna de inmediato desvió su rostro, no quería que la viera tan vulnerable, costaba mucho el doblegarse de tal manera- los demás te están buscando, vamonos- lo jaló de la mano para dirigirlo por la calle, el castaño tan solo contestó con una sonrisa, el mejor gesto para contestarles a su disculpa, aun así algo de asombro todavía se asomaba en sus ojos.

Tanto acaparó Anna su atención que ni siquiera recordó que unos momentos antes se encontraba conversando con alguien mas, tanto que incluso se retiró sin despedirse del rubio Misaki (que triste u.u).

- Ya no me importa- Misaki miraba fijamente a Anna- ahora lo único que quiero es arreglar las relaciones familiares.

Fin del Capitulo.

Si, le he quitado su pico a Ren, por fin ya no me molestara, espero que no haya protestas, sino, después vemos como lo arreglamos, ah, a las admiradoras de Hao les diré que en unos dos capítulos aparecerá, tratare de ser lo mas rápida que se pueda para llegar a ese momento.

Hasta luego.