Dark Kotetsu Angel: Muchas gracias por el reviewa haylin(i love you sonic!)y por el correo electrónico de Caro! (Amiga, me alegra que hayas leído la historia), sin más, los dejo con el capítulo 3 n.n... bueno, creo que con este fic (con el que estoy bastante inspirada) publicaré un nuevo capítulo cada viernes... bueno, casi sábado porque ahorita son más de las diez treinta xDDD, en fin, cada viernes subiré uno nuevo... si la pc no se pudre o algo xD

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Stars

III: Híbridos

Habían pasado ya dos semanas desde que Keira Hyde había arribado a la Casper High, y su adaptación había sido buena, aunque no la mejor, considerando que a veces le preguntaban el motivo de su estancia en casa de Michael Lockhart, un reconocido deportista de la escuela. A parte de Danny, Tucker y Samantha, la chica de ojos esmeralda no acostumbraba a hablar mucho con los demás, salvo lo necesario, en especial a causa de que quería disipar la fama de falsa rebeldía.

Pasados unos días desde que llegó, empezó a destacarse en los deportes sobre las otras áreas, a excepción de la de historia.

Sin embargo, tenían un pequeño problema: era imposible decirle a Keira el secreto de Danny. Sam se lo había advertido a Tucker desde el comienzo, y él aceptó; no podían juzgar a Keira con tan sólo unas semanas de conocerla, por lo que se le iba a dar un "tiempo de prueba", aunque le susodicha no estuviera ni enterada. Si Danny disponía que se pudiera confiar enteramente en ella, se lo dirían, al fin y al cabo, a los tres les caía bien.

- ¿Por qué tanta prisa, Keira? –

- ¡Hola! Lo siento, no te vi, Danny... debo llegar a mi casa pronto, mi tío vino a visitarme, es algo estricto pero lo quiero mucho, es mejor que no me tarde, no quiero que se lleve una mala impresión ahora que acabo de mudarme – empacada rápidamente los libros en su mochila, pero se le cae el de Inglés, haciendo un ruido sordo contra las baldosas.

- Entonces no te apuro más – Fenton levanta el último libro del suelo y se lo entrega – Suerte con tu tío –

- Adiós... y gracias, seguro que al tío Vlad le gustaría conocerlos a los tres – y se fue corriendo

Danny se quedó muy quieto, casi paralizado. - ¿Vlad, dijo? – se sacudió la cabeza varias veces, incrédulo. – No, no... hay muchos Vlad en todo el mundo, el hecho de que el nombre poco me guste, no significa que el tío de Keira sea un fantasma loco con ultra poderes que me puede hacer papilla cuando lo desee... -

- Otra vez pensativo¿eh? –

- Ap¡S...Sam!... si, es que... Keira dijo un nombre que no me trae muy gratos recuerdos... el nombre de su tío... – Danny tuvo la decencia de sonrojarse al sentirse avergonzado, pues sabía que Sam había oído todo su monólogo.

- ? –

- Vlad. Me recordó al millonario Vlad Plasmius -

- Vamos, no seas tan negativo... – le sonríe la gótica animosamente – Por cierto, no...¿no deseas ir a comer algo por aquí? –

- ... claro... – Danny sonrió como torpe, otra vez estaba esa magia, y Tuck se había ido ya.

- ¡Qué lindos se ven! – dijo Jazz oculta tras una pared, sosteniendo dos libros enormes – Es una pena que ninguno diga nada¿no lo crees, Michael? –

- Si tú lo dices, Jazmine. Eh! Mira nada más la hora que es! – le señaló el reloj a la pelirroja Fenton – Tenemos un proyecto que terminar¡además de que tengo que ir a la práctica! -

- Ok, ok, oye, te vi llegar con la chica nueva, compañera de clase de mi hermano ¿Keira...? Creo... –

- Sí, vino de Michigan, es hija de una gran amiga de mamá, y la recibimos mientras sus padres se ubican aquí –

- ¡Oh, vaya!... yo que creía que se había fugado de su casa para vivir con sus padrinos – el rubio arqueó una ceja

- ¿Padrinos?... ¿Fugada? Parece que estuvieran hablando de una prófuga -

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- ¡Ah, mi querida sobrina! – dijo Masters, dejando la taza de café sobre la mesita, estaba en la sala, cómodo en un sofá terracota. La madre de Michael estaba en otra silla, justo al frente del multimillonario. Vlad daba la impresión de lluvia de dólares en vivo y en directo.

- ¡Tío Vlad! Muy buenas tardes señora Lockhart – reverencia, luego abraza a su tío – ¡Hace mucho no te veo! Mi madre me contó que gracias a ti es que se pudo financiar lo de mi mudanza aquí -

- Hola, Keira – sonríe - Con su permiso – dijo la señora Lockhart, subiendo a la segunda planta de la casa

– Muy amable... – le dice a la madre de Michael - Vaya, nunca abandonas eso ¿no? – señala el balón de soccer que traía entre brazos – Por eso te he traído uno nuevo, tómalo – le entrega un radiante balón, uno carísimo, de seguro.

Los ojos de Keira brillaron - Eres el mejor... muchas gracias tío... pero ¿por qué has venido a verme? Tú me mandas regalos por correspondencia... –

- Chica perceptiva – adjudica Masters, tomando asiento con calma – vine a hablarte de algo importante... por aquí, hay un parque ¿o estoy equivocado? -

- No, para nada – le da la razón – Salgamos entonces... -

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- ¡Cielos santo! Danny! – gritó Sam mientras que la forma espectral de Fenton era atacada por al menos cinco fantasmas, todos con forma de coyotes sobrealimentados y de ojos escarlata. – ¡Me gustaría poder ayudarle! – se sintió impotente, y mucho. No notó que un par de muchachos vestidos de negro parecían estar observando lo ocurrido... sin embargo estaban muy lejos como para que Sam se percatara de más detalles: su entera atención reposaba sobre el joven fantasma.

Danny volaba con las energías mermadas, debía capturar a esos fantasmas antes de que hicieran un desastre mayor, pues ya habían destrozado una buena parte de la heladería donde él y Sam fueron a pasar un rato juntos... supuestamente como amigos en plan amable.

Phantom estaba en el parque cercano, respirando entrecortadamente. – ¡Muy raro que quieran atacarme cinco fantasmas! Por lo general, nunca son tantos al menos no tan fuertes, porque me están dando una tunda... un momento... se me hacen tremendamente familiares... ¿ya peleé con ellos antes? – la mente de Danny estaba bastante ajetreada por el momento – ¡creo que lo hice! Pero fue con uno solo! No con cinco!... arg... ¡AUCH! – un golpe, Danny cae violentamente al suelo y el termo Fenton sale disparado a varios metros, siendo visto por dos transeúntes, un hombre de apariencia madura, y una muchachita de ojos esmeraldas.

- ¿Pero qué...? –

Vladimir arqueó una ceja, reconociendo a la perfección la tecnología hecha por su archienemigo de poca materia gris Jack y la dulce y encantadora Maddie. El termo Fenton... para capturar espíritus. Pensó un rato, y observó la escena que se estaba llevando a cabo en el aire. Los civiles habían huido aterrorizados por lo que no había nadie más cerca de ahí que...

- ¿Sam? – dijo Keira en voz baja, pero lo suficientemente audible como para que Masters la oyese. No había tenido el tiempo suficiente para hablarle de lo que había venido a hablarle en concreto, sólo dialogaron tópicos rutinarios, entonces, él se dio cuenta de algo... su sobrina no estaba asustada y miraba la escena muy atenta, con las manos empuñadas.

- Keira – empieza Vlad, en tono serio – Tu madre dijo... que tenías amigos raros... –

- ¿Eh? Tío... pero... eso... eso qué tiene que ver con lo que está pasando allá? Mira! son fantasmas! –

Vlad ignoró eso último – He de suponer, que esos 'amigos' son... fantasmas... –

Ella quedó congelada en el acto. ¿Acaso su tío tendría poderes de adivinación? Era imposible... pero y entonces ¿Cómo? – ¿Quéééé? Tío creo que... –

- Crees que no deberíamos hablar de eso... – Vlad la miró a los ojos, y sonrió... de inmediato, la iris se tornó verde fluorescente – Pero, da la casualidad de que nos ocurrió algo parecido ¡Todo por estupideces de nuestros enemigos y parientes respectivamente! Supongo que el proyecto de esos chicos fue la causa de que tu estructura molecular se fusionara con ectoplasma, y tu ADN cambiara por un híbrido entre humano y espectro -

- Esa es la verdad... pero... yo no sabía que tú... – ella también le mostró sus ojos, ahora con un extraño brillo verde neón – Por eso viniste a verme –

- Sí, y tuve que estarme aquí quince días, en peligro de que ese animal de Jack Fenton me viera. Pero tu madre y tu padre, tus tías y primos no saben nada... mantenlo así – le guiña un ojo – Anda, ve a ayudarle, aunque creo que como a ese chico, te falta mucho por aprender... que ni me vea aquí el chiquillo Fenton, o de seguro armará Troya...–

- Ay no... – Danny cerró los ojos, pero un rayo de plasma rosa lanzó a uno de los coyotes lejos de su persona. Al abrir los ojos, vio a una chica, como de su misma edad... flotando, con la mirada verde, el cabello plateado claro y un leve resplandor blanco rodeándola. Su traje era muy parecido al suyo, exceptuando los guantes y las botas que eran holgados y la parte negra del traje tenía detalles rosas.

- Creo que necesitas ayuda, chico fantasma – guiño amigable

- Lo veo y no lo creo – se dijo Sam, con los ojos como platos – ¡Una chica espectro, como Danny! -

- No sé quien seas, pero gracias –

- No es nada... – mira a los coyotes – ¡ustedes van a recibir su merecido, peludos! – frunce el ceño

- Jefe... déjeme hacerme cargo del mocoso... sabe que tengo una deuda pendiente con él – le susurró un coyote a su semejante, pero aquel se negó

- Para otra ocasión... ahora estamos... en período de prueba – le dice en voz muy baja

En un instante, y al parecer en una buena sincronización, los dos espectros arremeten contra los cinco gigantes. Lanzan esferas ectoplásmicas que se fusionan e impactan a los fantasmas malvados, uno a uno y los van debilitando periódicamente.

Seguido a eso, y sin darles tiempo de descansar, los adolescentes no sólo propinan energía, sino golpes, puños, patadas y efectúan otras geniales acrobacias. (Danny le hace cosquillas a uno). Terminan atando las colas de los cinco coyotes, y cuando intentan perseguirles, se frenan mutuamente y se estrellan, quedando con los ojos de caracoles y viendo cachorros orbitando por sus cabezas.

Los cánidos espectro-luminosos intentan soltarse, pero para ese momento, Sam entrega el termo a Danny y aquel los captura exitosamente, acto que la fantasma recién llegaba no ve debido a que vigila a los villanos de turno.

- Muchas gracias... eh... – Danny Phantom espera a que ella se presente, en verdad que estaba agradecido, si no fuera por su ayuda, de seguro las cosas habrían pasado a mayores.

La desconocida mira hacia una terraza, le había parecido ver a dos tipos parados justo allá, pero no había nadie – vaya cosas... Allison Specter... y tú... emm... –

- Danny Phantom –

- Danny... – dijo despacio – Un amigo mío se llama así... hasta luego –

- ¡Oye!. ¡Espera! – la perdió de vista, tras ello, Danny volvió a ser un humano y se paró frente a Sam, sosteniendo el termo capturador triunfante.

- ¿Y eso?. ¿Una aliada? –

- Ni idea... nunca la había visto en mi vida -

Manson se llevó una mano al mentón, desconcertada - Muy raro -

Mientras eso, Allison Specter aterrizaba frente a Masters, retornando a su forma normal. Vladimir aplaude con lentitud – Supongo que aquí no hay nada de qué hablar, el comportamiento extraño se debe a tus poderes... las ausencias, a enfrentamientos con fantasmas ariscos, y tus amigos, otros espectros... le diré a tu madre que has cambiado para bien, tan sólo, no me hagas quedar mal, parece que te estás adaptando a este ambiente... por cierto... ese chico...-

- ¿Umm?

El científico cambió de parecer – Ese chico... puede ser un gran aliado. Me regreso hoy mismo a Wisconsin... –

- ¿Tan pronto?...– le dijo, un poco apesadumbrada

-Ni tan pronto, he estado aquí más de dos semanas... – Keira levantó una ceja. La verdad, Vlad tenía pensado en verla el día siguiente que llegó, pero decidió esperar varios días, para que su sobrina se acoplara mejor en su escuela y terminó aplazando el encuentro por dos semanas, era hora de volver a su casa - No hay nada más que hacer aquí. Puedes cuidarte sola y por lo que me contaste antes de hacer tu debut en este estado, estás muy bien, así que de una vez me despido... estoy seguro de que entrenarás conmigo y te harás muy poderosa! Jajajajaajajajajajaja! – Keira lo miró con rareza al ver las muecas extrañas (y algo... ¿diabólicas?...) que hacía su tío.

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- Arg, rayos! Por más que intento repasar ese 'libreto', las cosas no salen siempre como quiero! Sigue siendo raro que ahora Sam me guste, pero no hallo la forma de decirle las cosas! – el hermano pequeño de Jazz se lanzó contra la almohada y dio un increíble bostezo. – últimamente, los fantasmas parecen abundar y ser más fuertes... ¿estará pasando algo en la zona fantasmal? -

- ¡Sí! Si que me está pasando algo! – refunfuñó Sam... hacia su propia imagen reflejada en el enorme espejo de su cuarto. - ¿Por qué me quedo callada? Actúo como una torpe... al menos me alegra que Paulina ya no sea importante para él como lo fue antes...

- ¡Ahhh! Y es que Paulina ya está muy lejos de un segundo plano para mí! Creo que ni es el tercero... tal vez un cuarto... – dijo Danny, mirando el cielo raso – Veamos... de nuevo: Sam... ehhh... quería decirte que tú... que tú... –

- ¡Tu siempre tan cobarde! – Sam acarició a su gato, suspirando derrotada - ¿Cómo puedo decirle que... -

- ... Me gusta...? – pensaron casi al mismo tiempo

- Tal vez en la escuela, sí allí le diré, vamos Danny... tú enfrentas fantasmas y otras cosas así... cómo diablos no vas a ser capaz – ese método de autoinfundirse confianza le estaba resultando exitoso, aunque no podía ponerse muy de acuerdo consigo mismo acerca de la fecha, no esperaría que reencarnaran unas tres veces para poder confesarlo, pero tenía que poner un orden a sus ideas, empezando porque se veía actuando como un estúpido al decir puras cosas rosas. No, ése no era su estilo...

- No es mi estilo andar de chica cursi – Sam terminó de ponerse la pijama – No me entra en la cabeza una imagen mía y de Danny tomados de la mano caminando por una pradera con... margaritas... -

- Aquí tienes Danny – entró Jazz sosteniendo un ramo de margaritas.

- ¿Sándwich? – lo recibe

- Sí, últimamente te veo muy cansado no te culpo... así que es mejor que te traiga algo o te mueres de inanición, papá y mamá creen que comes, ya sabes, andan ocupados con otra de sus locuras fantasmagóricas –

- Gracias, Jazz – le agradece sinceramente, mirando de reojo el termo Phantom, hace unos minutos que había 'tirado' al quinteto perruno en el portal - ¿quién te dio esas flores? –

- Michael Lockhart, arruinó la blusa que tengo puesta – se apuntó a una enorme mancha anaranjada – se le regó por accidente la gaseosa de naranja que traía sobre mí –

- Quien sabe – el menor de los hijos Fenton arqueó una ceja, hace ya algún tiempo que tenía noción sobre Michael y le parecía un buen tipo al fin y al cabo, a parte de que se "moldeaba" a los perfiles psicoanalíticos que se apoderaban de la genial mente de la pelirroja.

Jazz cerró la puerta dejando a Danny con su dilema y con un riquísimo emparedado en manos. Los bocadillos le quedaban muy bien a ella.

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- Mhmpf... – bufa Sam, apretando sus libros y mirando no muy contenta cómo unas cuantas chicas hablaban con Danny. Tenía que admitir que SU Danny era un muchacho en verdad atractivo, se había compuesto en los últimos meses (creía que un sponsor de eso podría ser el ejercicio constante al enfrentar fantasmas) – Mi Danny? Ah cielos, ahora sí que estoy perdiendo severas cantidades de neuronas -

Pero la verdad, es que las tres chicas que hablaban con el adolescente fantasma eran nuevas alumnas en la Casper, y estaban pidiéndole a Danny que les indicara algunos salones para guiarse mejor, pues venían de Canadá. Por cosas de la vida, Danny les había resultado simpático y era de los primeros chicos que vieron, por eso decidieron pedirle colaboración.

- ¿Qué tal Manson? – aparece una de las chicas más queridas por Samantha

- También es un gusto oírte Paulina – deslizó sus ojos violáceos hacia otro lado, el hecho de que Paulina viniera a hablarle no significaba nada bueno - ¿Hay algo en lo que pueda... 'ayudarte'? –

- No por fortuna – Paulina mira su manicure y sopla levemente – Si no te apuras, estoy segura de que cualquier niña te lo va a quitar... ¿crees que él va a esperar por ti toda la vida? –

- ¿Por qué me estás diciendo todo esto? –

- Por nada... tal vez estoy volviéndome loca -

Sam miró a la super fashion con entera desconfianza - Tal vez está volviéndose loca -

Paulina se fue, deslizando su viva mirada aguamarina a través de Danny, luego a Sam, de nuevo a Danny, y así, hasta que tuvo que cruzar a otro corredor. Transcurridos unos segundos, llega Danny sonriente, pero se le quita la buena cara al ver a Samantha un poco... ... ¿Molesta?...

- ¿Pasa algo Sam? –

- ¿A mí? – dice tratando de hacerse la "no me afecta que hables con chicas guapas" – todo está bien –

- Ah... – el ojiazul ladea la cabeza, no sabiendo decir más nada.

- ¿Cómo te fue con esas chicas? –

- ¿Eh? – se extrañó al oír esa pregunta de parte de ella, llegó a la idea de que estaba... celosa. Pero el tono de voz de Sam no daba a entender nada, sólo curiosidad sin mucho fondo – Puesss... bien, supongo jeje... eran chicas agradables –

- Y bonitas – se sentía cada vez más molesta, pero no podía decirle a Danny nada, porque no tenía ese derecho.

- ¿Hice algo malo acaso? – dijo Danny, en voz alta, sin comprender la actitud de su amiga

- ¡Claro que hiciste algo malo! Existir! Me saqué una F! –

Danny y Sam voltearon, se trataba del rugido de Dash, que le había respondido a Danny y venía corriendo a una gran velocidad, con un Tucker aterrorizado que abrazaba su PDA y gritaba como un loco al ser perseguido por semejante grandote.

- ¡Aaahhh! Qué desventura no ser un fantasma como Danny! Hola Keira! – saludó en medio de su maratón, con una sonrisa muy amplia

- Ho...Hola Tuck... – lo saludó Hyde moviendo sus ojos a la par del avance de esos dos – Nadie parece muy sorprendido... O.OU parece cosa rutinaria -

Sam se hizo a un lado preocupada por su amigo y Danny empezó a correr para unirse a su mejor amigo. Sin embargo, Kwan también se unió a Baxter, rematando la situación, pues él también había sacado una mala nota.

- ¿Qué habremos hecho para merecer esto? ;..; –

- No sé, tal vez existir... – los tres cruzan hacia otro corredor – oye, Sam se molestó conmigo y no sé por qué -

- Habrás hecho algo que no le gustó – sugiere Foley, entre jadeos, las maratones no eran su fuerte – o le provocaste celos Intenta regalarle algo, esas cosas funcionan a menudo -

- ouo Buena idea... gracias T...TUUUUCK! – Danny cae al suelo – bien, hora de ser un fantasma – toma a su amigo del brazo y se hacen translúcidos, pasando a través del suelo. Por suerte, ni Kwan ni Dash llegaron a verlos, ni nadie que estaba en el interior de la escuela, a excepción de un fantasma con forma de ameba super gigante

- Otro chico espectro... ella vino aquí para tener un aliado... – desaparece

Por otro lado, Keira llega junto a Sam, y ésta última le explica la manía de Dash de perseguir a sus mejores amigos a causa de una mala nota o algo que le salga mal.

- Sam, no me gustaría parecer entrometida... pero hace un rato te vi molesta – Sam la mira largamente – lo... siento... apenas los conozco y todo... – decidió quedarse callada

- No, no... no me malinterpretes... – agita sus manos unas dos o tres veces – Danny y yo discutimos – se sonrojó, había sonado como si fueran novios – y él y yo no somos nada –

- Si... eh... me doy cuenta de eso especial que existe entre ustedes 'T-'... mejor no involucro a Tucker en esto... 'tu' pareces quererlo mucho, y él a ti –

- ¿Tú lo crees? – inquiere dudosa.

- Segurísima – las dos sonrieron

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Fin del capítulo 3.

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