5

Si Volvieras a Mí

Como sobrevivir?

Como calmar mi sed?

Como seguir sin ti?

Como saltar sin red?

Inuyasha no parecía ni la sombra de lo que fue. Sumido en sus recuerdos. Como una película vieja, pasaba por su mente la forma tan estúpida en la que perdió a Kagome.

-Naraku… maldito…

A esta altura de juego, no dudaba que todo haya sido una trampa. Puesto que años después, le dio cabida Naraku en los negocios y resultó ser un estafador. Realmente de no ser por las habilidades Sesshoumaru, las empresas se habrían ido a pique. Ahora Naraku cumplía condena por estafa a gran escala y fraude fiscal.

-Debe haber una manera…

Una manera para recuperarla. Al menos comprender porqué lo odiaba con tanta furia. Ya ambos sabían que habían caído en una trampa, porqué ella no podía perdonarlo de la misma manera.

Con ese adiós tan salvaje y cruel

Me deshojaste la piel

La eternidad en final se quedo

Y un desierto es... mi corazón...

Flashback

-No tienes idea del infierno que viví…

-Yo pasé exactamente lo mismo tú…

-No Inuyasha, nunca pasarás lo mismo que yo… fuiste un…

-Sí! Fui un estúpido!

-No, Inuyasha… fuiste mucho más que un estúpido… es algo que no te puedo perdonar…

Kagome tomó sus cosas y se dirigió a la puerta de su oficina.

-Renuncio…

-No te la acepto! Si abandonas tu puesto, te procesaré!

-Maldito seas, Inuyasha! Sal de mi vida de una buena vez!

Kagome se alejó corriendo, para cuando Inuyasha llegó a los ascensores, no había nadie allí.

Fin del flashback

-Maldito sea… MALDITO ESTOY! ES UNA MALDICIÓN QUE NO PUEDA OLVIDARTE!

Aquello desencadenó una furia que dormitaba en su interior, apretó el vaso de whisky hasta partirlo entre sus manos. Continuó apretando los trozos de vidrio, enterrándolos poco a poco en su carne.

-Sólo me queda morir… KAGOME!

Ay si volvieras a mí

Encendería el sol mil primaveras

Si regresaras por mí

Seria un milagro cada beso que me dieras

Pero hoy te vas

Y no hay vuelta atrás

Nunca creyó que sus plegarias serían escuchadas, ella entró en la oficina cargando unos papeles. Al ver la cantidad de sangre que manchaba el piso, los dejó caer todos y corrió hacia Inuyasha.

-Inuyasha!

Kagome no dudó en llamar a una ambulancia. La cantidad de sangre era anormal e Inuyasha estaba al borde de la inconsciencia.

-Inuyasha, no te duermas!

-Déjame dormir…

-No! Inuyasha! Inuyasha!

Inuyasha cerró los ojos.

-Ya descansaré…

-Inuyasha!

-(Esa voz…)

Kagome lo llamaba a todo pulmón, evitando que terminara de dormirse. No sabía qué hacer con sus manos. Si apretaba más le incrustaba los cristales, si no lo hacía, moriría desangrado.

-Déjame volar…

De sus dorados ojos salieron lágrimas.

-Déjame volar…

Que habrá después de ti?

Más que estas lágrimas

Si hasta la lluvia en el jardín

Toca música sin fin

Sombría y trágica

Los paramédicos llegaron y de inmediato le vendaron las manos. En la ambulancia, Kagome se negó a separarse de él.

-Inuyasha…

-Si muero hoy… dejarás de odiarme?

Hoy de rodillas le pido a Dios

Que por el bien de los dos

Algo en tu pecho se quiebre al oír

A este loco que se muere de amor

Las lágrimas de Kagome empapaban su rostro.

-Kami, Inuyasha, de dónde sacas que te odio?

En el hospital no la dejaron entrar en la sala. Mientras esperaba llamó a Rin, sospechando que aún estaría con Sesshoumaru.

……………………………

-Ah! Preciosa!

Con las manos apoyadas en su pecho, Rin se movía sin descanso, obteniendo y brindando todo el placer que era posible. Escuchó el teléfono timbrar, pero obviamente, no respondería. La llamada se cortó. Volvió a sonar insistentemente. Finalmente dejó de sonar. Rin sonrió y aumentó los movimientos de sus caderas.

-Sesshou… Sessh…

Sesshoumaru la tomó por la cintura y continuó los movimientos.

-Ah! Rin!

-Sessh!

Un grito al unísono y sus cuerpos y mentes entraron en ese estado máximo de placer. El celular de Rin timbró y ella se vio forzada a salir de su estado de éxtasis al reconocer que era Kagome. Sesshoumaru abandonó su interior y la dejó alcanzar el endemoniado aparato, pero sin soltar su cintura y llenando su espalda de dulces besitos.

-Kagome! Qué pasa?

-Estás con Sesshoumaru?

Rin se sonrojó ante la pregunta.

-Etto… pues sí… Kagome, qué pasa?

-I-Inuyasha…

-Le pasó algo?

-Vengan al Central… estamos en la sala 4…

-E-está bien, vamos para allá…

Rin cortó la llamada y se puso de pie inmediato, buscando su ropa regada por el piso.

-Preciosa, pasa algo?

-Vístete…

-Rin…

-Tenemos que ir al Hospital Central.

-Al Central?

Apenas llegaron al hospital y Rin corrió hacia Kagome que estaba llena de sangre.

-Estás bien? Rin, qué hacemos aquí?

-I-Inuyasha…

-Qué le pasó?

-El muy imbécil trató de suicidarse… Rin, no quiero que se muera…

Rin la abrazó con fuerza.

-Va a estar bien…

-Cómo trató de suicidarse?

-No sé bien… cuando entré en su oficina había un río de sangre… y sus manos… tenía vidrios incrustados… traté de sacar uno, pero salió tanta sangre… Kami…

Finalmente salió un doctor de la sala.

-Inuyasha Youkai…

-Soy su hermano… Cómo está?

-Lo llevaremos a cirugía. Logramos controlar la salida de sangre…

-Pero qué tanta sangre puede haber…

-Abra sus manos.

Sesshoumaru así lo hizo, el doctor le señaló unas venas visibles en la palma de las manos.

-Están perforadas… y los músculos muy lastimados. Debemos reconstruirlos y cauterizar las venas… Kagome…

-S-soy yo…

-Él quiere verla antes de ir a cirugía…

-Está bien…

La dejaron entrar en la sala. Se acercó y rozó sus mejillas con sus dedos para que abriera los ojos.

-Inuyasha…

-Porqué no me dejaste esta vez?

-Porque te amo, estúpido… qué crees que ganas con esto?

Ay si volvieras a mí

Encendería el sol mil primaveras

Si regresaras por mí

Seria un milagro cada beso que me dieras

Pero hoy te vas

Y no hay vuelta atrás

Una enfermera se acercó a ellos.

-Ya lo subiremos…

-Un minuto más…

Kagome se inclinó sobre él y depositó un dulce beso en sus labios.

-Después de todo… te sigo amando…

Y desataste un huracán

Fuego y furia de un volcán

Que no se apagar

Como olvido que fui

Esclavo de ti... ya no puedo más

Los días siguientes a la cirugía, Kagome iba unos minutos, en especial cuando estaba dormido. Se acercó a la cama y lo vio dormir, pasó su mano sobre su mejilla, apartando un mechó de pelo que solía caer sobre sus ojos.

-Kami, Inuyasha… no me vuelvas a hacer algo así… yo… no sabes lo difícil que es odiarte en un instante y amarte al otro… tal vez si me hubieras creído… pero no… defendiste a tu amigo… antepusiste a ese bastardo entre nosotros… éste es el adiós… Que tengas una vida llena de paz…

Kagome lo besó una última vez en los labios antes de irse. Inuyasha lo había escuchado todo.

-Kagome!

Kagome no miró hacia atrás, Inuyasha escuchó su llanto mientras salía de la habitación.

-KAGOMEE!

La soledad reinaba nuevamente en su vida. Se dejó caer nuevamente en la cama. No era mucho lo que podía hacer con ambas manos vendadas e inmovilizadas. Atado a la cama con cientos de cables y sin poder quitarlas, simplemente se dio por vencido.

Pocos días después Inuyasha estaba en la casa. Rin lo iba a visitar muy seguido, lo ayudaba con los vendajes y le lavaba las heridas.

-Ya está listo…

-Gracias… Rin, dónde está Kagome?

-No lo sé… no me ha dicho… me llama desde su celular, así que no tengo idea de dónde pueda estar…

-Le has dicho que quiero verla?

-Sí… pero dice que es mejor así…

-Fui tan estúpido… tú lo sabías?

-Lo de Naraku? Yo fui quien lo impidió… pero recuerda que Naraku era el hijo de un senador, nunca nos creerían… por eso Kagome te lo trató de decir tantas veces…

Inuyasha desvió la mirada.

-Ella tiene razón… no me la merezco…

-Inuyasha…

Inuyasha se negó a levantar la mirada. Rin se despidió y salió de la habitación.

Ay - si volvieras a mi vida, si volvieras

Si regresaras por mí

Seria feliz otra vez

Pero hoy te vas

Y no hay vuelta atrás

Inuyasha se quedó dormido evitando derramar las lágrimas que se acumulaban bajo sus ojos. Tantos años maldiciendo a la mujer que amaba.

…………………

Kagome se mantenía encerrada en su habitación, procuraba estar completamente sola cuando llamaba a Rin. Sabía bien que al momento en que se enterara, le diría a Inuyasha dónde estaba.

…………………

Hiroshi se acercó a Rin y la abrazó.

-Tengo sueño…

-Ya es tarde… vamos, te llevaré a tu cama…

Rin esperó paciente a que Hiroshi se pusiera su pijama. Luego de que estuviera acostado, lo besó en la frente.

-Dulces sueños, precioso…

-Hasta mañana, mam… Rin!

Rin se sorprendió al escucharlo, pero sólo sonrió y volvió a besarlo.

-Que descanses, mi amor…

-Rin…

-Si?

-Eres la novia de mi papá, verdad?

Rin se sonrojó al verse descubierta.

-No te gusta la idea? Qué tal si fuéramos novios? Y nos quisiéramos casar? No te gusta?

-Sí! Si se casan, serías mi mamá?

-Bueno, no tu mamá… tu madrastra…

Hiroshi bajó la cabeza desalentado. Rin pasó su mano por su pelo.

-No necesito casarme con tu papá para quererte… sabes que te quiero mucho…

-Entonces no eres novia de mi papá…

Rin sonrió.

-Sí, soy novia de tu papá…

Hiroshi sonrió y la abrazó con fuerza. Rin cerró la puerta de la habitación de Hiroshi cuando Sesshoumaru pasaba de camino a su habitación. La abrazó y siguieron el camino.

-Preciosa…

-Hiroshi nos descubrió.

-Cómo?

-Simplemente me preguntó que si yo era tu novia… ya sabes cómo es… Traté de esquivarlo, pero el quería un sí o un no.

-Cómo lo tomó?

Rin se sentó en la cama.

-Se puso feliz, me abrazó y me llenó de besos…

Sesshoumaru la abrazó y Rin quedó sobre su pecho.

-Lo quiero tanto!

-Qué tanto?

-Creo que como a un hijo…

-Quieres que sea tu hijo?

Rin se bufó.

-No sabes cuántas veces desee ser yo quién estuviera esperando a tu hijo… hubiera dado este mundo y el del lado por eso… pero…

-Muchas veces también quise que fueras tú y no esa mujer… no sabes cuanto… y Hiroshi te quiere tanto que pensé en hacerte su madre legalmente…

-Qué! T-te refieres a…

Sesshoumaru asintió y Rin simplemente se lo comió a besos.

-Te juro que si no estuviera tan cansada, te haría lo que no te han hecho…

Sesshoumaru levantó una ceja.

-Y qué sería eso?

-Es un se-cre-to… No!

Dijo esto entre risas mientras Sesshoumaru la desnudaba poco a poco y a la vez le hacía cosquillas.

-Cariño… de verdad, estoy cansada…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y se puso de pie, buscó su pijama, un pantalón y una camisa de seda azul marino.

-Me acompañas a un baño?

-Está bien.

Al salir del baño, Rin se puso la camisa del pijama de Sesshoumaru.

-Qué tal?

-Preciosa…

-No tienes más? No planeaba quedarme hoy…

-Quédate con ella.

-Y tú? Te dará frío, cariño…

-Frío? Acaso piensas dormir en otra habitación… para mantenerme caliente, te tengo a ti…

Rin sonrió y lo esperó sentada en la cama, cuando él se sentó a su lado, la besó con ternura.

-Me dejarás en el borde de la cama?

-Siempre me ha gustado este lado…

-Pero es mí lado, preciosa…

Sesshoumaru se puso de pie y rodeó la cama, se acomodó en el justo centro y haló a Rin por la cintura.

-Ya nadie pelea por su lado…

Rin rió y lo besó en la mejilla.

-Se siente extraño…

-Qué cosa?

-Tenerte de este lado… ahora te tocará apagar el despertador…

Rin sonrió.

-Con gusto…

………………

Rin despertó sintiendo una deliciosa caricia en su pecho, levantó las sábanas y vio la rubia cabellera que acarició para darle a saber que estaba despierta. Él sonrió y con una porción de piel entre sus labios musitó un saludo ininteligible.

-Sessh…

Sesshoumaru abandonó su tarea y se deslizó sobre ella para besarla apasionadamente.

-Buenos días preciosa…

-Buenos días, cariño…

-Cómo dormiste?

-De maravilla… y tú?

-Mejor imposible…

Sesshoumaru sonrió y volvió a su tarea.

Rin bajó las escaleras y se sonrojó al encontrarse con Inuyasha y Hiroshi dispuestos a sentarse a la mesa. Hiroshi la saludó con un beso y un abrazo.

-Hola, mi amor…

-Hola, Rin…

-Inuyasha, qué tal las manos?

-Mejor… qué fue lo que me pusiste ayer?

-Sábila. Antes de irme, te pondré más.

Sesshoumaru entró al comedor y abrazándola por la espalda, la besó en la mejilla.

-Preciosa…

Pasó una mano por la cabeza de Hiroshi.

-Inuyasha, cómo sigues?

-Mejor, gracias…

Luego del desayuno, Rin le curó las manos a Inuyasha, fue por su cartera a la habitación y allí Sesshoumaru la tomó por sorpresa, pegándola a su cuerpo y aprisionándola en un apasionado beso.

-Rin, tenemos que hablar…

-Esta noche… se me hace tarde…

-No te irás a tu casa?

-Tengo que hacerlo…

-Pero yo no quiero…

-Sessh… no pensaba quedarme, tengo que al menos buscar ropa…

-Está bien… te pasaré a buscar cuando salga…

Sesshoumaru la besó apasionadamente. Se vieron obligados a romper el beso cuando escucharon la puerta abrirse.

-Perdón!

Rin sonrió y se libró de los brazos de Sesshoumaru para acercarse a Hiroshi.

-Ya estás listo?

-Sí…

-Mejor nos vamos…

-Esperaré abajo mientras ustedes… se despiden…

Sesshoumaru estalló en risas mientras Rin le llamaba la atención. Hiroshi salió de la habitación nuevamente, Sesshoumaru se acercó a su molesta novia y la llenó de tiernos besitos. Al cabo de varios besos apasionados, Rin sonrió.

-Eres un apoyador… se me hace tarde…

-Te quedarás esta noche…

-No…

-Rin!

Rin sonrió y lo besó antes de salir de la habitación.

-Si te portas bien, puedo pensarlo…

Rin y Hiroshi estaban camino al colegio con el chofer de Sesshoumaru.

-Mam… Rin!

Rin sonrió y pasó una mano por su cabeza que permanecía baja.

-Hiroshi…

-Perdón…

-Quieres decirme así?

-Sé que no debo…

-Olvídate de eso… sólo dime qué quieres?

-Sí quiero… te quiero…

-Yo también te quiero… y me sentiría muy orgullosa de ser tu mamá…

-Pero papá no me…

-De Sesshoumaru me encargo yo. Ahora, entre tú y yo, si quieres llamarme mamá, no tengo ningún problema. Así que deja de disculparte que no has hecho nada malo… de acuerdo?

Hiroshi asintió con las mejillas coloradas.

-Qué me querías decir?

-Ya no lo recuerdo…

Rin sonrió.

……………………

-Inuyasha…

Kagome se puso de pie por primera vez en días. Llamó a Rin.

-Bueno…

Sintió que el corazón se le salía del cuerpo al escuchar nuevamente aquella voz roca y sensual.

-Inuyasha…

Inuyasha sabía bien que era Kagome. Rin había olvidado su celular en su habitación.

-Dónde estás?

-Perdóname… pero es lo mejor para los dos… debo desparecer de tu vida…

-NO QUIERO QUE DESAPAREZCAS! TE QUIERO AQUÍ! CONMIGO!

-Inuyasha!

-Kagome, olvidemos el pasado… cometí muchos errores… pero era un chiquillo…

No hubo respuestas. Se fijó en la pantalla del aparato sólo para confirmar que la llamada había terminado. Escuchó las voces de Rin y Sesshoumaru que se acercaban riendo. Rin abrió la puerta de la habitación y de inmediato se quedó horrorizada. Toda la cama estaba llena de sangre.

-Inuyasha!

-Estoy bien…

-Qué paso?

Se acercó a él y se apresuró a remover el vendaje para comprobar que se había abierto la herida de una de las manos.

-Estoy bien…

-Estás loco? Esto no es normal!

-Kagome te llamó…

-Kami… Hablaste con ella?

-Rin… de verdad me odia tanto?

-No será fácil que te perdone, si es lo que buscas…

-Iré por Hiroshi…

Sesshoumaru sabía que necesitaban estar a solas. Rin se concentró en curar la herida.

-Rin…

-Ella no te quiere perdonar… tú no le creíste, no estuviste para ella cuando más te necesitó… aunque ahora resulte mentira… por ocho largos años creyó que la traicionaste dos veces.

-Pero yo…

-El que una sea mentira no le quita el peso a la otra, Inuyasha… Kagome fue a decirte que tu mejor amigo trató de abusar de ella y tú ni la escuchaste. La echaste de tu casa y defendiste a tu amigo por encima de la mujer que amas… y cómo te agradeció él? Desfalcando tus empresas…

-Lo sé…

-Si tú fueras ella? Te perdonarías?

Rin terminó de vendar la mano nuevamente. Una mucama entró en la habitación con sábanas limpias. Rin lo dejó pensando en sus palabras antes de marcharse. Sesshoumaru estaba en la terraza. Rin se acercó a sus espaldas y pasó sus brazos rodeando su cuello, lo besó en la mejilla. Sesshoumaru tomó su mano y la invitó a sentarse junto a él.

-Preciosa…

-Shh! No me tienes que hablar cada 5 minutos…

Rin se recostó de su pecho y contempló las nubes en el cielo. Sesshoumaru sonrió y la rodeó con sus brazos mientras permitía que la brisa llevara su aroma hasta su nariz, embriagándose del mismo. Sabía que era la verdad, nunca encontraría una mujer que lo conociera mejor o de igual manera lo comprendiera más que Rin.

-Eres mi ángel…

Dijo en un susurro audible para luego besarla en la cabeza. Ella sonrió y puso sus manos sobre las de Sesshoumaru. Ella había llegado a esa casa a sanar corazones. Tanto el propio, como el de Hiroshi y el del mismo Sesshoumaru.

-Más bien, eres mi doctora corazón…

Rin rió a carcajadas.

-No puedo creer que lo recuerdes…

-Claro que lo recuerdo… recuerdo que fue la primera vez que te besé, cuando aceptaste ser mi novia… vestías esa blusa amarilla que me volvía loco y unos jeans ajustados y rotos a la rodilla. Tenías la guitarra…

-Kami! Lo recuerdas todo!

-Todo… me dijiste que querías ser doctora…

-Y tú me dijiste que qué bueno, porque tenías el corazón roto… te dije que tal vez lo podía arreglar…

-Serás mi doctora corazón?

-Hasta que pierda la razón…

Ambos rieron.

-Era estúpido a esa edad…

-Eras un niño más…

-Debí pelear por ti…

-Sesshoumaru… olvida eso…

-Tienes razón… ya estás aquí…

Sesshoumaru la apretó en su abrazo y se quedaron callados un buen rato. Hasta que de la nada llegó Hiroshi y les tomó una fotografía en aquella posición.

-Déjame verla…

-Cuando la revele, ésta no es digital…

Rin le hizo señas para que se acercara.

-Te gusta tomar fotos?

-Quiero ser fotógrafo y viajar por todo el mundo y tomar fotos de todas partes.

Rin sonrió. Hiroshi hablaba de ello con una pasión que distaba de ser una fantasía infantil.

-Pero ya sé que tengo que estudiar administración…

Su voz cambió a una apagada. Antes de que Sesshoumaru dijera nada, se alejó. Rin se apartó lo suficiente como para verlo a los ojos.

-Sesshoumaru…

-Es mi primogénito y es el único heredero…

-Pero…

-No es un tema abierto a discusión, no lo toques.

-Baka!

Rin se puso de pie y siguió a Hiroshi, lo encontró en su habitación.

-Hiroshi…

-Está bien… sólo es un sueño estúpido… como querer ser astronauta…

-No es un sueño estúpido… es algo magnífico…

-Es una pérdida de tiempo…

-Hiroshi… puedo ver lo que has hecho?

-Ese álbum azul…

Rin tomó el álbum y quedó maravillada con las tomas que habían allí.

-Ya has tomado clases, verdad?

-No.

-Qué! Y cómo sabes todas éstas técnicas? Blanco y negro, sepia…

-Les cambio los lentes, mira.

Le mostró una variedad de lentes de colores y le explicó lo que hacía cada uno. Rin notó que eran mucho más nuevos que el resto del equipo.

-Esto es nuevo…

-Lo he comprado con el dinero del trabajo… aún me falta para la cámara que quiero…

Le mostró una fotografía de la cámara en un anuncio de una revista.

-Pero ésta es muy sencilla. No tendrás los mismos resultados…

-Es lo que hasta el momento puedo hacer… papá dijo que no tiene nada que ver con esto…

-Sesshoumaru no baka!

Hiroshi rió.

-Las que les tomé eran las últimas… creo que mañana puedo revelar el rollo…

-Vamos ahora, te llevaré…

Hiroshi sonrió y tomó su cámara. Iba saliendo de la habitación cuando chocó de frente con Sesshoumaru y la cámara fue a parar al piso, rompiéndose en mil pedazos. Hiroshi se quedó inmóvil mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Rin se apresuró hasta él y su única reacción fue abrazarla con todas sus fuerzas.

-Hiroshi, discúlpame…

Hiroshi tenía ganas de llorar como un niño pequeño. Aquella cámara había sido su más preciada compañía desde que su padre se alejara de él a sus escasos 7 años. Había aprendido a limpiarla, arreglarla y mantenerla desde que la encontró y ahora lo único por lo que pensaba valía la pena pelear con su padre, se había ido.

Rin lo guió a la habitación y se quedó con él hasta tarde en la noche cuando luego de luchar porque no quería comer, lo hizo y se durmió. Rin lo besó en la frente y apagó la luz. Entró en la habitación de Sesshoumaru y lo vio tratando de arreglar la cámara.

-Cariño, qué haces?

-Cómo está Hiroshi?

-Muy triste… me dijo cómo la encontró… quería mucho esa cámara… me mostró su primera fotografía… Sesshoumaru! No me estas escuchando!

Sesshoumaru continuaba concentrado en la cámara.

-Claro que sí, preciosa… pero tengo que ver dónde va esto… no lo recuerdo…

-No lo recuerdas?

-Ésta cámara era mía, preciosa… la recuerdas? Cuando fuimos al pasadía en el campo? Yo tenía una cámara nueva y no la soltaba por nada del mundo…

-Kami…

-Una vez se me cayó y se rompió… pero la pude arreglar… más o menos, después de eso se trababa…

Rin lo besó en la mejilla. Ya que no sabía más que cómo tomar la foto, lo dejó trabando en la cámara. Era pasado media noche.

-Sesshoumaru, deja eso, lo sigues mañana…

-No puedo…

-Cariño… estás cansado, mañana consigues un manual por Internet…

-No! Rin, es que no viste sus ojos? Su cara? Me culpó… Es como si pensara que estoy feliz de que se haya roto…

-Sesshoumaru…

-No puedo hacerle eso… no otra vez… no ahora…

Rin se levantó y se acercó a la mesa dónde Sesshoumaru trabajaba, lo abrazó por la espalda y lo besó en la mejilla.

-De qué hablas, mi amor?

-Decepcionarlo… no puedo hacerlo otra vez…

-Fue un accidente y él lo sabe… mañana la llevas a un experto y te la dejan como nueva… lo decepcionas mucho más al no dejarlo ser lo que quiera ser… Sesshoumaru… lo que Inutaisho haya hecho contigo, no quiere decir que haya sido lo correcto entonces, ni que lo será ahora para Hiroshi…

Sesshoumaru besó las manos de Rin y se puso de pie.

-Tienes razón…

-Además de que puedes hacer un trato con él.

-Cuál?

-Desde ahora que estudie la fotografía. Así cuando se gradúe del colegio, ya tendrá una base. Tú no te retirarás por ahora. Así que déjalo que estudie fotografía y luego administración. Para el momento en que le toque tomar el control, lo hará tranquilo…

Sesshoumaru tomó el rostro de Rin entre sus manos y la besó.

-Eres brillante!

Continuó besándola y los besos se fueron transformando junto con las caricias que le añadían.

-Ah! Rin!

Sesshoumaru asía su cintura con fuerza mientras la atraía y la alejaba de él a un ritmo marcado. Se inclinaba sobre ella y la besaba en la espalda, recorriendo el surco de su columna con sus labios y lengua, llenando su cuello de besos. Se detuvo para hacerla girar. La besó mientras reiniciaba el vaivén de sus caderas. La penetraba con fuerza cada vez que ella enterraba sus uñas en su espalda, provocando que ella volviera a enterrarlas en su piel.

-Seh…

Sesshoumaru la conocía tan bien que sabía exactamente lo que significaba cada gemido, cada palabra ahogada por los suspiros llenos de placer. La besó apasionadamente y logró ahogar aquel inevitable grito que liberaba cuando el placer embargaba su cuerpo, alma y mente. Poco después se unió a ella dejando que todo su peso quedara sobre ella. La continuaba besando, negado a abandonar su interior.

-Te quiero, preciosa…

Rin sabía que el significado de aquellas palabras era mucho mayor de lo que pretendían ser. Recibió sus besos sintiendo que el corazón le estallaría.

-Te quiero, Sessh…

……………………

Sesshoumaru despertó con los besos de Rin en todo su rostro. Sonrió mientras la abrazaba con fuerza.

……………………

N/A: Gracias a todas! Mizuho tiene que correr por su vida! Adoro sus reviews!

P.D: Para las que leen Heroína Solitaria… tal parece que el 5 no será el último capítulo. (Sonrisa nerviosa)… Tengo ke correr!