8
De Corazones Rotos
El sol se colaba con mucha mayor intensidad a través de la espesa cortina. Rin despertó con los besos de Sesshoumaru en su pecho.
-Mi amor! Déjame dormir!
Sesshoumaru rió y la abrazó. Aún sin abrir los ojos, Rin se pegó a su pecho como lapa, dándole un cálido beso justo en el centro.
-Preciosa… es hora de levantarse…
-Estoy cansada!
-Es casi medio día. Qué tanto puedes dormir?
-Qué malo eres! Cómo esperas que esté como nueva después de hacer el amor 3 veces?
Sesshoumaru rió. Rin le hablaba y le refutaba, pero aún no abría los ojos. La besó en los labios con ternura.
-Está bien… te lo perdonaré sólo porque estuviste fantástica… y sólo esta vez…
Rin abrió los ojos y lo abrazó.
-De verdad te gustó? Mi amor?
-Qué tan seguido puedes hacerlo?
Ambos rieron.
-Y por cierto… me encanta que me llames así…
-Cómo? Mi amor?
Sesshoumaru la besó como respuesta.
Mientras bajaban las escaleras, Sesshoumaru comenzó a comportarse como un niño y a pellizcarla, Rin corrió en los últimos escalones, huyéndole mientras reía. Trató de llegar al comedor sin éxito pues Sesshoumaru la alcanzó y la cargó por detrás. Ambos reían. Hiroshi les tomó una fotografía sin avisarles. Sesshoumaru la besó en la mejilla y la soltó de su posesivo abrazo.
-Hiroshi… alguna vez sueltas esa cámara?
-Sólo para dormir.
Sesshoumaru rió y lo saludó pasando su mano por la rubia cabellera.
-No tienes remedio.
………………
Kagome despertó al escuchar a Sakura, rodó entre las sábanas y notó que estaba sola.
-Inuyasha?
Comprendió que lo que escuchaba no era el llanto de su hija, sino su risa. Se quedó en silencio recostaba del umbral de la puerta mientras veía a Inuyasha tirado sobre una manta en el piso, usando uno de sus más finos trajes y jugando con la pequeña. Inuyasha se detuvo cuando la notó allí parada.
-No te detengas… me gusta verte así…
-Ven aquí…
Kagome se acercó y arrodillándose a su lado los saludó a ambos con un beso.
-Hola, preciosa… te gusta jugar con tu papi? Mi amor…
Besó a Inuyasha quien deseó que el beso no terminara.
-Cómo dormiste? Cómo te sientes?
-Bien… gracias, amor…
Inuyasha sonrió.
-Quieres salir a comer?
-Está bien… bañaré a Sakura…
-Yo ya lo hice.
-Sí? Ya eres todo un súper papá?
Kagome lo besó en la mejilla y tomó a la niña que estiraba sus bracitos hacia ella.
-Kagome…
-Sí?
-Qué es lo que tanto esperas? Quiero casarme ya… no quiero que te me vuelvas a escapar…
Kagome sonrió.
-No me iré a ninguna parte, mi amor… pero me gustaría poder ejercer mis funciones como esposa…
Besó a Sakura.
-Qué tal si te vas a cambiar? Vas a dañar tu traje…
-No importa…
-Le daré de comer a Sakura y nos podremos ir.
-Está bien.
Kagome se la llevó a la habitación, dónde la acomodó entre sus brazos y comenzó a amamantarla. Poco después Inuyasha se sentó a su lado y la besó en la mejilla.
-Es hermosa, mi amor…
-Tal y como su papi.
-Me gusta verte así… te ves preciosa…
-Inu…
-Sí?
-Realmente esperarás hasta que esté bien?
-Claro que sí, preciosa… si eres todo para mi…
Inuyasha volvió a besarla y se quedó allí contemplando a su pequeña. Fueron a un pequeño restaurante y Kagome sonrió al verlo. Era su restaurante favorito e Inuyasha lo recordaba. La besó en la mejilla cuando la ayudó a bajar del auto y luego cargó a Sakura. Al entrar en el restaurante, Kagome se sorprendió al ver a la pareja de tórtolos que se daban besos furtivos entre caricias en la mejilla.
-Sango!
Al escuchar su nombre, Sango interrumpió el beso que Miroku depositaba en sus labios para ver a quien la llamaba.
-Kagome!
-Sango… Miroku…
-No sabía que habías vuelto…
-Hace unos meses. Te llamé pero cambiaste el número.
-Rin lo tiene… ahora estoy viviendo con Miroku…
-Ya veo… me alegro mucho por ustedes…
Miroku se puso de pie y la saludó.
-Te ves… radiante…
-Gracias…
-Kami! Kagome, es Inuyasha… y tiene un bebé en brazos!
Kagome sonrió y tomó a la bebita que Inuyasha cargaba.
-Sango, ella es Sakura, mi tesorito…
-T-tú…
-Es nuestra hija…
-Qué! Ustedes?
Kagome rió. Miroku los invitó a acompañarlos y así enterarse de lo sucedido.
-Inuyasha, nos vimos hace una semana… por qué no me dijiste nada?
-No lo sé… Tampoco me dijiste que salías con Sango…
-Etto… pues… es que…
-Hace una semana estábamos separados.
-Kami! O sea que están de reconciliación y nosotros en el medio…
-No nos molesta…
……………………
Rin imprimía las fotos que Hiroshi había tomado.
-Mamá…
-Dime, mi amor…
-De verdad no te vas a casar con mi papá?
-Hiroshi!
-Es que yo quiero que seas mi mamá…
-No lo sé… no sé qué pasará entre tu papá y yo. Ya te lo dije… ya que tu papá tiene que trabajar hoy, vamos a salir.
-P-pero no tengo dinero…
-Yo sí, vamos.
Aunque Rin sabía dónde estaban las llaves de los autos, decidió por irse en taxi, ya que Sesshoumaru no le había dicho que podía usarlos. Estaban en un centro comercial. Pasaron por varias tiendas y fueron a la parte de los restaurantes a comprar helado. Estaban en una mesa cercana a la heladería.
-Mamá… cómo te puedes comer todo eso?
-Tengo hambre. El tuyo también es grande… Ah! Vamos a pasar por una tienda de computadoras…
-Lo que la tuya necesita es que la tiren a la basura. Es muy vieja.
-Pero lo de adentro es nuevo.
-No lo creo.
-Está bien… tiene algunos… 5 ó 6 años…
-Obsoleto.
-Una palabra muy grande para una boca tan chiquita.
Ambos rieron. Una mujer se les acercó. Rin no la reconoció, pero Hiroshi sí y se sorprendió tanto que dejó caer la cuchara.
-Hiroshi… qué pasa?
-Higurashi? Higurashi Rin?
-Sí…
-Hiroshi? Hijo, eres tú?
-Yo no soy su hijo!
Rin nunca creyó que podría ver una mirada así en un niño. Llena de odio, de rencor y de mucho dolor.
-Qué cosas dices? Hijo…
-Le dije, Señora, que yo no soy su hijo!
Sus ojos trataban de contener las lágrimas que rodaron por su mejilla. Rin se puso de pie y lo tomó de la mano.
-Será mejor que nos vayamos… Hiroshi…
-No te lo puedes llevar! Es mí hijo!
-Sí? Ahora soy su hijo? Dónde estuvo los último 13 años? Usted no es nada mío.
-Hiroshi, amor, vamos… no te tortures de esta manera…
Rin supo que estaba mal llamarlo así frente a Sara, pero temía que Hiroshi se saliera control.
-Amor? No me digas que estás con Sesshoumaru otra vez!
-Y qué si es así?
-Por eso es que nunca avanzas. Estancada en el pasado y con las sobras de alguien más.
Rin le soltó sonora cachetada.
-Si tienes un problema conmigo, resuélvelo conmigo. Hiroshi no tiene nada que ver.
Rin lo hizo adelantar el paso y se fueron del centro comercial.
……………………
Sesshoumaru cerraba la puerta del garaje cuando vio el taxi detenerse frente a la casa. Al notar que Rin abrazaba a Hiroshi de manera protectora corrió a ellos.
-Qué paso?
Hiroshi simplemente continuó llorando abrazado a Rin, ella le hizo señas de que no dijera nada. Entraron a la casa y Rin lo llevó a su habitación.
-Hiroshi, ya todo pasó… cálmate…
-La odio! La odio! No sé porqué tiene que aparecerse en mi vida!
-No digas eso… eres muy joven para odiar…
-No me digas que tengo que quererla!
-Claro que no… pero cálmate. Yo te amo un millón de veces más.
-Mamá!
Hiroshi se aferró a su regazo aún llorando. Rin lo abrazó y lo trató como si fuera un bebé recién nacido. Logrando que finalmente, se durmiera, cansado de tanto llorar. Lo besó en la frente.
-Te amo…
Salió de la habitación y fue a la suya, allí estaba Sesshoumaru, sentado en la cama y preocupado. Aún no sabía porqué Hiroshi estaba así, pero tampoco quería verlo a él.
-Qué pasó? Por qué Hiroshi no me quiere ni ver?
-Cálmate… fue algo del momento… aunque no es tu culpa ahora mismo, también le has hecho mucho daño…
-Qué pasó?
-Fuimos al centro comercial nuevo… y en la heladería nos encontramos con Sara…
-QUÉ!
-No me grites! Cálmate!
-Q-Qué le dijo esa mujer? Por Kami, Rin, habla!
-Lo escuchó llamarme mamá y se acercó como reconociéndome. Luego a Hiroshi y lo llamó hijo suyo. Hiroshi…
Rin le contó lo sucedido, incluyendo lo de la cachetada. Sesshoumaru parecía perro rabioso enjaulado.
-Nunca pensé que era capaz de hacer tanto daño intencionalmente…
-Es capaz de eso y más… maldita perra!
-Sesshoumaru!
Sesshoumaru se sentó en la cama. Sintiendo que perdía ante la frustración.
-Ella no tiene ningún derecho a acercársele, mucho menos a llamarlo hijo suyo.
-Estás en un error. Aunque no quieras, sí es su madre.
-Sólo porque yo lo evité. Rin no comprendes! No puede tenerlo cerca sin querer hacerle daño!
-Lo comprendo. Sesshoumaru estuve ahí. La vi derramar todo su veneno…
-Ella renunció a él.
-Qué?
-Es como si lo diera en adopción. Ella ya no esa nada de él. Hiroshi es únicamente hijo mío.
Rin se sentó al lado de Sesshoumaru y lo besó en la mejilla.
-Mi amor… Ya no… Hiroshi es mi hijo también… sin importar lo que pase, yo lo amo como si así fuera…
-Perdóname, Rin!
Sesshoumaru la abrazó hundiendo su rostro en su cuello. Rin lo abrazó sin comprender nada.
-Yo no tengo nada que perdonarte…
-Mamá…
Hiroshi estaba parado en la puerta con el rostro y los ojos rojos.
-Qué pasa, mi amor? Ven…
Rin soltó el abrazo con Sesshoumaru. Hiroshi se sentó a su lado y se recostó de su hombro.
-No encuentro pastillas para el dolor de cabeza…
-Dolor de cabeza? Hiroshi, si tienes fiebre!
-Me siento mal…
Rin se puso de pie y fue al baño, volvió poco después con unas pastillas.
-Ve a tu cama, te llevaré agua…
Rin salió de la habitación, Sesshoumaru se quedó viendo como Rin se comportaba como una verdadera madre. Hiroshi lo vio un minuto antes de armarse de valor y hablar.
-Te vas a casar con ella?
Sesshoumaru sintió que se ahogaba sólo con aire. Vio a Hiroshi con un ligero carmín que se adueñaba de sus mejillas.
-De qué hablas?
-De Rin!
-N-no lo sé…
-La amas? Aunque sea un poquito?
-No lo sé…
Rin escuchó esta última parte y no pudo evitar sorprenderse dejando caer el vaso con agua que llevaba.
-Rin!
-Mamá!
-K-Kami! Qué desastre! Voy a buscar con qué limpiarlo.
Rin recogió los pedazos grandes y se fue.
-Qué esperas?
-Hiroshi…
-Baka! Te oyó decir que no la quieres!
-Yo no dije que no la quiero!
-Mucho peor… no sabes si la quieres…
Sesshoumaru salió de la habitación para buscarla.
-Rin!
Se estaba desesperando, no la encontraba en ninguna parte de la casa. Salió al amplio jardín y pudo verla escondida tras uno de los enormes árboles. Llegó hasta ella y se dejó caer de rodillas sin importarle su finísimo traje italiano. Sintió que el corazón se le encogía al verla con el rostro mojado por las lágrimas.
-Rin…
-A qué vienes? Ahora me lo quieres decir a la cara? Kami! Sesshoumaru! Cuando me dijiste que me querías fue sólo para cumplir requisitos? Dime! Qué querías? Me pediste que viviera aquí! Me seguiste a mi casa y me cuidaste cuando temía que el corazón se me volviera a romper! POR QUÉ LO HICISTE SI NI SIQUIERA SABES SI ME QUIERES O NO!
Rin le soltó una cachetada que le acomodó todas las ideas.
-BAKA!
Rin se detuvo al verlo contener las lágrimas, sus dorados ojos cristalinos por ellas lucían apagados y reflejaban un dolor que sólo vio una vez en ellos. Cuando se separaron la primera vez. Pero ella no había terminado. Y no quería detenerse ahí. Había demasiadas cosas por las que estaba pasando por culpa de Sesshoumaru.
-Eres un imbécil… me dejaste volver a enamorarme de ti…
-Nunca dejaste de amarme…
-Es diferente! Era un amor limpio… puro… estúpido!
-Mou yamete! YAMETE KUDASAI! Onegai… (Ya para! DETENTE, TE LO RUEGO! Por favor…)
Sesshoumaru colapsó. No era el hombre frío y calculador que pretendía ser. Esa imagen que vendía en el mundo de los negocios, era sólo eso. Una imagen. No sabía dónde esconder el rostro lleno de lágrimas que corrían ahora libres por sus mejillas.
-Watashi wa… watashi wa kimi ni Daisuki! Demo… kowai… (Yo… yo te quiero! Pero tengo miedo…)
-Sesshoumaru…
-Shinjiteruna! (Créeme!)
Rin se quedó paralizada. Le iba a creer nuevamente?
-Por favor… Rin… créeme… eres una de las personas más importantes en mi vida… te quiero…
-Sesshoumaru!
Sesshoumaru la abrazó y la llenó de besos en toda la cabeza y rostro. Se acercó a sus labios.
-No me dejarás?
Rin negó moviendo la cabeza de lado a lado.
-Puedo besarte?
-Eres un tonto si aún no lo has hecho…
Sesshoumaru sonrió y la besó apasionadamente.
-No me importa ser un tonto… siempre y cuando sea el tuyo…
-No debería perdonarte… romperme el corazón por segunda vez es para matarte…
-Perdóname, preciosa… aún soy muy estúpido para estas cosas…
Rin sonrió, sabía que era cierto. Para los sentimientos Sesshoumaru solía ser bastante brusco y hasta incapaz de demostrarlos, pero cuando lo hacía era completamente sincero. Sesshoumaru notó que Rin tenía una mano lastimada.
-Qué te pasó?
-Cuando bajé con los pedazos de vidrio…
Sesshoumaru besó la herida con increíble ternura.
-Perdóname…
-Kami! Qué hago aquí! Hiroshi está enfermo!
-Él está bien…
-Cómo va a estar bien si tiene fiebre?
-Le da cada vez que la ve.
Rin comprendió que hablaba de Sara. A Sesshoumaru le era imposible nombrarla. Lo besó en la mejilla y se puso de pie para dirigirse a la casa. Estaba en la habitación de Hiroshi, lo acomodó en su cama y lo besó en la frente.
-Mama… s-sakki ni… (Mama… a-antes…)
-Todo está bien, mi amor…
-Perdóname por hacerte llorar…
-Las cosas entre tu papá y yo, no debes presionarlas. Lo conozco bien y lo que deba ser, será. Descansa. Si necesitas algo…
-Estoy bien.
-Me alegro…
Rin volvió a besarlo y se dirigía a la puerta.
-Mamá… te quiero mucho…
-Yo también te quiero, mi amor…
Apagó la luz y al salir se encontró con Sesshoumaru. Llegaron a su habitación en silencio. Sesshoumaru se quitó la yukata y se sentó en la cama vistiendo su pijama de seda negra. Rin se acercó y lo besó con ternura.
-Me daré un baño…
Rin salió del baño y notó que Sesshoumaru estaba sentado en la misma posición. Se notaba distante y distraído, tanto, que no notó cuando a Rin se le cayó la toalla. Se terminó de poner el pijama y se sentó a su lado, lo besó en la mejilla.
-Sessh…
-Hermosa…
Sesshoumaru se quedó contemplándola unos segundos antes de cerrar los ojos y tratar de hablar.
-Rin… y-yo…
-Creo que hemos hablado demasiado hoy. El día ha sido muy largo…
-Rin…
-No quiero hablar más… no quiero decir nada más que te hiera…
-Pero yo tengo algo que decirte…
Rin notó que tenía el rostro rojo. En especial donde le había dado la cachetada.
-Mira lo que te hice… Kami, no sabía que tenía tanta fuerza…
-Rin, déjame hablar…
-No quiero escucharte. Por que estoy segura que o me harás llorar aunque no quiera o querré dejarte. Y no quiero ninguna de las dos.
Sesshoumaru se acomodó en la cama, con ambas manos bajo su cabeza. Rin se inclinó sobre él y lo besó, pero él no le respondió el beso.
-Que descanses.
Rin apagó la luz y se acomodó de lado, dándole la espalda a Sesshoumaru. Sintió que los ojos le picaban, pero no se permitió llorar. De pronto sintió una caricia en su cuello y luego cálidos besos en el mismo. Una mano que acarició su espalda y luego desde su hombro hasta su cintura, se deslizó hasta su vientre y la apretó en un abrazo.
-Te quiero, Rin… más de lo que te imaginas, más de lo que te puedo demostrar, más de lo que se debe sentir… yo te quiero.
Rin se dio vuelta entre sus brazos y acarició su mejilla y sus labios, recibiendo un beso en su mano.
-Era tan difícil decirme eso?
Hablaba con dificultad, con las lágrimas corriendo de lado. Sesshoumaru la abrazó protectoramente, poniendo una mano en su cabeza y besándola con dulzura y ternura.
-Tal vez… pensé que admitirlo era una debilidad… pero mi verdadera debilidad es cuando dices que te vas…
-Yo no me quiero ir…
-Yo no pienso dejarte ir…
Rin lo besó y ese beso se transformó en uno apasionado. Sesshoumaru deslizó sus manos sobre ella y se detuvo al llegar a sus senos, apartó las manos y poco a poco rompió el beso.
-Perdóname… me creo que después de un beso soy libre para hacerte el amor…
-Yo quiero que me hagas el amor…
Se besaron apasionadamente a la vez que Sesshoumaru soltaba los botones del pijama y se abría paso hacia su pecho. Apenas besó sus pezones y la sintió temblar debajo suyo.
-Sessh…
-Sólo yo esta noche…
Sesshoumaru se dedicó a darle placer con sus labios en todo su cuerpo. Rin sentía que el orgasmo se apoderaba de su cuerpo sólo con los dedos de Sesshoumaru dentro de ella. Recurrió a taparse la boca con una almohada temerosa que Hiroshi despertara por sus gritos. Se entregó al clímax gritando el nombre de su amante y derramando su esencia sobre él. Sesshoumaru la besó una última vez saboreando su esencia y creó un camino de besos hasta su boca donde la besó apasionadamente.
-Eres hermosa… y deliciosa…
Sesshoumaru trató de esperar a que su cuerpo recuperara su calma pero no quiso quería sentir nuevamente aquellas contracciones sobre su carne. La besaba en un seno mientras acariciaba el otro con una mano. La sentía temblar, sensible a cada roce.
-Sessh! Espera!
-No quiero…
-P-pero es que… AH!
Sesshoumaru estaba dentro de ella. La besó apasionadamente y llenó todo su rostro de dulces besitos mientras esperaba por ella.
-Tenía frío…
-Baka! Eres demasiado grande. Cuando te digo que esperes, espera!
-Preciosa… estamos haciendo el amor y quieres discutir ahora?
-Es que pareces un adolescente!
Sesshoumaru movió sus caderas y Rin se aferró a su espalda. La besó.
-Está bien?
-Mmjjmm…
-No olvides que te quiero, preciosa…
Sus cuerpos sudorosos aún eran uno, un último beso antes de salir de ella, provocando que se estremeciera. Ella buscó el calor de su pecho y se refugió allí mientras se permitía quedarse dormida.
-Rin…
-Sí?
-Olvídalo, preciosa, dulces sueños…
…………………
GRACIAS A Ceci, Lou, Esme, Lady Sesshoumaru, grupo fans de Sesshoumaru, FENIXGIRL, saya, kagi35, miara makisan, elen, hawkangel…
Si me faltó alguien, acepto tomatazos.
Espero que les guste.
Besos
Mizuho
