Las partes entrecomillas y en itálicas son la conciencia de Sesshoumaru.
Capítulo 10
Las Sendas del Amor
Sesshoumaru estaba en su oficina, leía un largo contrato con numerosas páginas. Al terminar, lo tiró en la trituradora. El hombre sentado al otro lado del escritorio sacó unos papeles exactamente iguales a los que Sesshoumaru acababa de destruir.
-Sabía que harías eso?
-Te haré el trabajo sencillo.
Sacó un encendedor de cigarros y lo tiró encendido al zafacón metálico al lado de su escritorio, que en cierta forma, no encajaba en aquella estilizada oficina.
-Puedes arrojar todas tus malditas copias.
-Ya me preguntaba la razón de ese zafacón tan… feo…
-Puedes quemar tu sentido del gusto y del humor junto con ese contrato.
Sesshoumaru se puso de pie y se concentró en la amplia vista que le concedía su oficina en el piso 50 de aquel majestuoso edificio.
-Acaso no comprendes, Sesshoumaru…
-Señor Youkai, para ti. No olvides tu lugar.
-Muy bien, Señor Youkai… si no hace esta unión, su empresa perderá…
-No me interesa… No quiero nada que tenga que ver con un matrimonio arreglado.
-Pero…
Sesshoumaru giró sobre sus talones, su mirada encendida en llamas.
-Dije que no!
-Cometes un grave error… o, espera… no será que la profesora te ha llegado donde ninguna otra lo ha hecho? Me sorprende, "Señor Youkai"… creí que no era capaz de enmorarse…
-RECUERDA TU LUGAR! Mis asuntos personales, son MIOS!
-Aún recuerdo mi lugar, SEÑOR… pero cito de sus propias palabras que el amor es una cursilería inventada por los vendedores para promover sus productos...
La ira de Sesshoumaru sobrepasaba su poder para controlarla, tomó lo primero que tuvo a mano y lo lanzó contra la pared.
-SI RECUERDAS TU LUGAR! CONSÉRVALO! Y te prohíbo referirte a Rin como una mujer más en mi vida! RIN ES LA MUJER DE MI VIDA!
Sesshoumaru recuperó el aliento y la compostura.
-Lárgate de mi vista…
-Tal vez debas pensarlo un poco más…
-LARGATE!
El hombre decidió salir de la oficina, en ese momento, Inuyasha guiaba a Rin hasta ella. Al entrar, se sorprendieron al ver el desastre que era la oficina de Sesshoumaru. Al verla, Sesshoumaru se calmó y se dejó caer en su sillón.
-Intentas redecorar? Qué le pasó a tu zafacón?
-Desaparece, Inuyasha.
-No me pensaba quedar… sólo traje a mi querida cuñada a visitarte, saco de papa…
Inuyasha se despidió de Rin con un beso en la mejilla y los dejó solos. Rin se acercó a Sesshoumaru un poco temerosa.
-No te voy a morder, lo sabías?
-Entonces no me gruñas, ni me ladres…
Sesshoumaru se alejó de su escritorio y abrió los brazos. Rin se sentó en sus piernas.
-Te quiero, lo sabías? Preciosa?
Rin sonrió y lo besó. Rodeando su cuello con sus brazos, y fijando su mirada esmeralda en la ambarina. Removió un mechón de pelo rubio que caía sobre su mejilla y la acarició.
-Yo te amo, Sessh…
Rin suspiró llevándose una mano a la boca. Casi sintiendo miedo. Sesshoumaru sonrió y la besó apasionadamente. Acarició sus mejillas.
-Cásate conmigo…
Rin se quedó sin palabras. Sesshoumaru, aún sorprendido por aquella proposición, sólo esperó la respuesta. Al Rin no contestar, Sesshoumaru le volvió a preguntar.
-Rin… no me vas a responder?
-Es una broma? Porque si lo es… Kami, Sesshoumaru, no juegues conmigo…
Sesshoumaru selló sus labios, sujetándolos juntos con sus dedos índice y pulgar.
-Mi amor, quiero que seas mi esposa…
Rin gritó tan duro que varias personas irrumpieron en la oficina, sólo para ver a la pareja de enamorados, besándose apasionadamente. Se separaron sonriendo al notar el público que se amontonaba a la puerta de la oficina. Sesshoumaru besó a Rin en la mejilla y sujetándola por la cintura, dijo que todo estaba bien.
-Pero la señorita…
Sesshoumaru vio al guardia de seguridad con su acostumbrada mirada asesina.
-Estoy bien, gracias… nos podrían dejar solos unos minutos? Les aseguro que el mismo Sesshoumaru se encargará de darles el chisme completo.
Sesshoumaru estalló en risas mientras los empleados salían de la oficina, una vez solos, se volvieron a comer a besos.
-Cómo que me encargaré de darles el chisme?
-Acaso no le dirás a nadie que serás mi lindo… encantador… y amoroso esposo?
Volvió a reír divertido y acarició su rostro.
-Te estás escuchando? Te pareces a cuando eras una niña chillona, molestosa…
La expresión de Rin era de disgusto, Sesshoumaru siguió hablando sin hacerle caso.
-…Hermosa, encantadora, dulce y apasionada… desde niña tienes todo lo que quiero en una mujer…
Rin sonrió y se recostó de su hombro, dándole pequeños besitos en cuello.
-No me importa qué tipo de mujer sea, siempre y cuando sea la tuya…
Varios apasionados besos más tarde, Rin y Sesshoumaru estaban de pie, abrazados, frente al ventanal y observando la ciudad desde aquella altura.
-"Bien, la harás tu mujer… ya era hora…"
-(De qué hablas? Rin siempre ha sido mi mujer…)
-"De la boca para afuera. Ahora será mejor que nunca descubra tu pequeño secretito, o la perderemos para siempre…"
-(Cómo es que el secreto es mío, pero Rin es de los dos?)
-"Es tú secreto, porque yo me harté de gritarte que no lo hicieras, pero noo, el gran Sesshoumaru, bebió más de la cuenta, se olvidó de su bella novia que lo esperaba para salir y bebiste tanto, que no supimos de nosotros hasta el día siguiente, y del gran error que habías cometido".
-Cállate…
Rin desvió la mirada del paisaje a su novio.
-Dijiste algo, mi amor?
-No… no importa… preciosa… qué tal si vamos a comer?
-Está bien… Kami! Olvidé para lo que vine…
-Y para qué viniste?
-No lo recuerdo… pero me gustó el resultado de venir...
-Eso quiere decir que sí te querías casar conmigo?
-Y tú alguna vez lo dudaste? Qué poco me conoces, mi amor!
Sesshoumaru la abrazo con fuerza, pegándola a su pecho y dándole incontables besos.
-Si te conozco, preciosa... por eso te amo...
-Sessh!
-No te sorprendas, preciosa... es la verdad... te he amado desde que te bese por primera vez... en el festival de Sakura...
Sesshoumaru la beso mientras la aprisionaba entre la pared y su cuerpo, sus manos emigraron de su rostro a sus senos, Rin rompió el beso riendo.
-Recuerdo ese beso... te costo una cachetada que te dejo viendo estrellas... y todo por tener las manos tan ligeras...
Sesshoumaru rió y la volvió a besar. Salieron de la oficina con el paso apresurado, riendo y tomados de la mano, empleando el chofer y la limosina de las empresas, Rin y Sesshoumaru disfrutaron del largo camino a la casa entre besos y caricias. Rin sentía que no necesitaba nada más y Sesshoumaru pensaba que no seria feliz con nadie más.
Al darle la noticia a Hiroshi, se lanzo sobre ellos y los abrazó, llenando a Rin de besos en las mejillas. Sesshoumaru tuvo que volver a salir. Ya era tarde en la noche y Hiroshi continuaba sin apartarse de Rin. Sesshoumaru se acerco a ellos.
-Hiroshi, seguirá siendo tu mamá en la mañana, pero yo la necesito como mi novia ahora...
Hiroshi sonrió y le pidió que lo llevara a la cama. Una vez acostado, Rin lo arropo y lo beso en la frente.
-Cierra los ojos, mi amor!
-No puedo... es como cuando tienes 5 y es día de navidad! Tengo mamá!
Rin rió divertida.
-Siempre has tenido mamá, una mamá que te ama, y que siempre velará por ti, no importa lo que pase.
-Esa eres tú, verdad?
-Claro que sí, mi amor… Ahora, duérmete. Ya tendremos mucho tiempo para estar juntos… Descansa, mi amor…
Rin lo besó en la frente y salió de la habitación. Al entrar en la suya, se quedó maravillada. Todo estaba apagado y solo iluminaban unas velas, un suave aroma rodeaba el ambiente. Sesshoumaru la abrazó por la espalda y haciendo la sedosa melena a un lado la besó en el cuello.
-Mi amor…
-Cierra los ojos, preciosa…
-Para qué?
-Cierra los ojos…
Rin cerró los ojos y Sesshoumaru la besó.
-Abre los ojos, mi amor…
Rin abrió los ojos y no vio nada frente a ella. Pero más abajo, estaba Sesshoumaru arrodillado, sosteniendo una cajita de terciopelo con un ostentoso diamante verde.
-Sesshoumaru!
-Te amo… y quiero que seas la madre de mis hijos…
-Tus hijos?
-Claro que sí, preciosa… todos los que quieras…
Rin sonrió y acarició su rostro, casi sin poder hablar susurró un "Si" que sólo él pudo oír. Tomó su mano y deslizó la joya por su dedo, luego se puso de pie y la cargó riendo.
…………………
Sesshoumaru besaba el pecho de Rin que reía por las caricias a sus costillas.
-Mi amor! Me haces cosquillas!
Sesshoumaru apoyó su barbilla en su pecho. Rin levantó la mano y vio su anillo.
-Te gusta?
-Es hermoso… mi amor, me encanta…
-A mí no… pero quería dártelo hoy.
-Cómo así?
-Pues verás, me pasé toda la tarde de joyería en joyería, buscando un diamante que le hiciera justicia a tus hermosos ojos…
-Por eso desapareciste todo el día? Mi amor… pero si es bellísimo! De verdad te gustan mis ojos?
Sesshoumaru sonrió y la besó.
-Me gusta todo lo tuyo…
-Pues pienso que es simplemente perfecto, gracias, mi amor.
…………………
Rin despertó con Sesshoumaru aún dormido sobre su pecho, sonrió y lo vio despertar.
-Preciosa…
-Hola, dormiste bien?
-Hm! De las mil maravillas… y la futura señora Youkai?
-Feliz… qué haces?
Sesshoumaru besaba y acariciaba su vientre.
-Sessh…
-Qué anticonceptivos usas?
Rin se sonrojó y desvió la mirada.
-Píldora, por qué?
Sesshoumaru se acomodó a su lado y la besó en la mejilla. Rin se acomodó entre sus brazos.
-Te diré un secreto, pero tienes que prometerme que no le dirás a nadie… ni siquiera a Kagome…
-No confías en mi?
-Claro que confío en ti, preciosa… bien, te diré… Cuando… cuando supe que tendría un hijo, lo que más me dolió es que tú no eras la madre. Y por Kami, que desde que te volví a ver me la paso soñando con que tú eres mi esposa… y que tenemos muchos…
Sesshoumaru de detuvo al sentir a Rin llorando, levantó su rostro y la besó en la punta de la nariz.
-Mi amor…
-Kami, Sesshoumaru!
-Preciosa… qué pasa? Perdóname, sabes que no soporto verte llorar…
-Sessh!
Rin se refugió en su pecho. Sesshoumaru se sentía confundido y un poco desesperado.
-Rin… por Kami, Rin, no sé qué hacer! Dime qué hice? Cómo lo arreglo? Sabes que soy un bruto para estas cosas…
-No, mi amor… no eres ningún bruto… eres…
Rin lo abrazó con fuerza y lo besó.
-Eres perfecto… es sólo que soy una llorona…
Sesshoumaru sonrió y la abrazó.
…………………
Rin y Hiroshi volvían del colegio.
-Mamá, podemos parar por helado?
-Pero ya es muy tarde, y vamos a cenar en un restaurante.
-Está bien…
Llegaron a la casa y Hiroshi seguía en la misma posición, con los brazos cruzados y callado. Rin lo besó en la mejilla.
-Vamos, mi amor. En el restaurante puedes pedirlo de postre.
-No, ya no quiero nada…
Entraron a la casa, Sesshoumaru esperaba por ellos. Hiroshi le pasó por el lado y se fue a su habitación. Sesshoumaru recibió a Rin con los brazos abiertos.
-Hola, mi amor.
-Hola, cariño… qué le pasó a Hiroshi?
-Creo que se molestó conmigo.
-Por qué?
-Le dije que no cuando me pidió helado. Pero por qué me siento mal?
Sesshoumaru sonrió.
-Bienvenida a la parte mala de ser padre. Cada vez que le digas que no, que no le compres el juguete que quiere, que no hagas lo que el quiera, te hará lo mismo. Y no sólo Hiroshi, sino, todos.
-No me gusta.
-Olvídalo, ya se le pasará.
Camino al restaurante, Sesshoumaru vio a Hiroshi por el retrovisor y luego cruzó miradas con Rin. Ella había tratado de hablar con él, pero él no la quiso escuchar.
-Hiroshi, qué pasa?
-Nada.
-Nada? Nada es dejar de hablarle a tu mamá?
-No es mi mamá… si ella se lo cree, allá ella…
Sesshoumaru detuvo el auto, sacó a Hiroshi y le dijo a Rin que se quedara dentro. Rin no podía escuchar lo que decían, pero sabía que Sesshoumaru estaba enojado. Bajó del auto.
-…sólo mírala! Acaso no te das cuenta de que la hieres cuando hablas así?
-Sesshoumaru…
-Rin…
-Está bien, Sesshoumaru, no puedes forzarlo a nada. Él tiene razón, yo no soy nada suyo… sabes qué? Vamos a la casa, ya no quiero cenar…
-Rin, nos están esperando.
-Llámalos.
Rin volvió al auto. Sesshoumaru vio a Hiroshi y apretó la mandíbula con tanta fuerza que sus músculos se marcaron.
-Sólo te daré el mejor consejo de tu vida… no te conviertas en el imbécil que puedo ser…
Volvieron al auto y en el camino, Sesshoumaru llamó a Inuyasha y le dijo que no irían porque Rin se sentía mal. Al llegar a la casa, Hiroshi los escuchó discutir.
-Por favor, Sesshoumaru…
-Eso te digo a ti! No es posible que lo consientas tanto!
-Es un niño!
-Un niño que sabe aprovecharse. Por Kami, Rin! Lloraste!
-Lloré porque soy estúpida, porque soy una llorona y me tomé demasiado en serio lo de ser su madre. Pero él tiene la razón! Yo no soy su madre! Y por más que intente nunca lo seré! Su madre es…
-No la menciones!
-Tarde o temprano tendrá que aceptarlo. Los dos.
Rin lo besó en la mejilla y se encaminó a la habitación. Se detuvo mientras le daba vueltas a su anillo de compromiso, Sesshoumaru vio la acción.
-Sabes algo, Sesshoumaru? Si Hiroshi no lo acepta, por más que tratemos, lo nuestro no funcionará… Y se le debe tomar en cuenta, como hasta ahora. Debemos aceptar su opinión.
Las palabras de Rin le abrieron los ojos a Sesshoumaru a una realidad muy diferente a lo que él se creyó. Se quedó un rato parado, pensando. Luego se sentó en la sala, se había preparado un trago. Se negaba a sí mismo que su hijo podría ser lo que se interpusiera entre él y Rin. Sintió una mano en su hombro y la tomó por la muñeca, apretándola. Soltó el agarre al ver a Hiroshi.
-Papá…
-Qué?
-Perdón…
-A mí? Primero que todo, no es conmigo, es con Rin, y segundo, como sigas comportándote como un mocoso necio y malcriado me vas a conocer… y no te va a gustar.
-Yo no…
-Tú no qué! Por el amor de Dios, Hiroshi! Tienes 13 años! Actúa como tal! Ésta rabieta por un helado… por un helado! Hiroshi piensa en lo que has hecho, heriste a Rin, a quien llegaste a querer más que a mí! Eso no es lo que me importa, pero lo que le dijiste en el carro… Hiroshi cómo puedes ser tan cruel! Sólo tienes 13 años!
-Detente! Sesshoumaru, basta!
Hiroshi tenía el rostro empapado en lágrimas, Rin corrió a él y lo abrazó.
-Por Kami, Sesshoumaru te has vuelto loco?
-Esto es lo que lo tiene así! Ya no me importa un carajo.
Sesshoumaru se puso de pie.
-Escúchame bien, Hiroshi. Y ódiame si te da la gana. Pero no te aguantaré otra rabieta. A la próxima, te enviaré a un internado en Inglaterra. Para que aprendas a comportarte como un hombre.
Sesshoumaru se dirigió su habitación mientras escuchaba a Hiroshi rogarle a Rin que no lo dejara enviarlo al internado.
-Con calma, Hiroshi, mi amor, cálmate, no te enviará a ningún internado…
-Perdóname, mamá, perdón…
-Mi amor, nunca dejes que las cosas lleguen tan lejos antes de disculparte. Puede ser que ya sea muy tarde.
-Yo no quería…
Rin lo besó en la frente.
-Claro que te perdono, mi amor, mucho antes de que lo pidieras. Ven, será mejor que te acuestes a dormir. Yo hablaré con tu papá después.
Después de que Hiroshi estaba dormido, Rin fue a la habitación con Sesshoumaru. Estaba acostado de lado dándole la espalda a todo. Rin se preparó para dormir y al acostarse se inclinó sobre Sesshoumaru.
-Dulces sueños, mi amor…
Lo besó en la mejilla y se acomodó. A los pocos minutos, Sesshoumaru la abrazó por la espalda y la besó en el hombro.
-Rin…
-Creí que estabas dormido…
-No puedo dormir sin ti…
Sesshoumaru se acomodó en el pecho de Rin y la abrazó con fuerza.
-Sesshoumaru…
-No, no esta noche…
Rin lo abrazó y de la nada se escuchó un gruñido.
-Qué fue eso?
-Lo siento… es que tengo mucha hambre…
Sesshoumaru sonrió y la besó en el vientre.
-Quieres que te prepare algo?
-No… estoy bien…
-Rin…
-Estoy bien, mi amor…
……………………
Inuyasha y Kagome dormían abrazados cuando el llanto de Sakura hizo eco en el pasillo. Kagome trató de soltarse del abrazo, pero no lo logró. Inuyasha la besó en la mejilla.
-Yo voy…
Inuyasha se pasó un buen tiempo en la habitación de Sakura, así que Kagome decidió ir con él. Los encontró dormidos. Inuyasha estaba sentado en la mecedora mientras abrazaba a la pequeña, pegándola de su pecho. Kagome sonrió y se acercó a ellos, besó a Inuyasha con ternura. Quién sonrió al verla.
-Hola, mi amor…
-Cuánto tiempo me dormí…
-Como una hora…
Kagome tomó a la niña y la acomodó en su cuna.
-Vamos a dormir, amor… llegaste muy cansado…
-Pero no pude verla en todo el día…
Se acomodaron en su cama. Kagome en el pecho de Inuyasha.
-No la vi…
-No te preocupes mi amor… ella sabe que la amas…
-Más que a mi vida…
El sol se colaba entre las cortinas del amplio ventanal, aún así, Kagome sentía frío, aún con los ojos cerrados, se movió entre las sábanas buscando a su prometido sin éxito alguno.
-Mi amor…
Abrió los ojos para confirmar que estaba sola en la habitación. Salió de la misma atándose la yukata a la cintura. Fue a la habitación de Sakura y vio a Inuyasha recostado de la cuna, su mirada tierna y fija en su pequeña, pero el resto de su rostro reflejaba preocupación. Estaba tan perdido que no notó la presencia de Kagome hasta que ella lo abrazó recostándose de su espalda desnuda y dándole besitos allí.
-Qué te pasa, mi amor?
-Tengo miedo…
-Miedo a qué?
-A que todo esto sea un sueño… que sus ojos sean azules…
-Inuyasha, mírala. Es rubia como el sol. Rin podrá tener los ojos verdes, pero no hay más de ahí, en mi familia no hay nadie rubio, así que de ahí no lo sacó. Y conozco la familia de él, tampoco hay rubios…
-No quiero perderla… y se le está oscureciendo el pelo…
-Y no lo harás. Inuyasha, es tu hija…
-Estás conmigo por eso?
-De verdad estás loco…
Kagome lo soltó y se fue de la habitación. Inuyasha la siguió.
-Kagome…
-Porqué haces esto, Inuyasha? Eres perfecto hasta que piensas cosas tan estúpidas como esa.
-Si Sakura no fuera Sakura…
-Cómo que si Sakura no fuera ella?
-Si Sakura no fuese mi hija… te hubieras quedado con Kouga?
-Si no hubiese sido así, tú estarías a mi lado?
-No me contestes con otra pregunta.
-Dime, es obvio que después de lo que hizo y me dijo no volvería con el aunque fuera suya. Además Inuyasha, esa fue una relación dañina. Yo no lo amaba. Aunque traté, no lo amé…
-Entonces, si Sakura fuese hija de Kouga… y yo aún así la aceptara… estarías aquí?
Kagome sonrió y se acercó a él, tomó su rostro entre sus manos y lo besó con ternura.
-Estaría aquí… por que tú… tú la quisiste sin importarte nada… tu la amaste desde que supiste de su existencia, no la abandonaste…
Inuyasha la abrazó, cerrando los ojos.
-Perdóname, Inuyasha… debí decirte que estaba embarazada… pero es que no sospeché que pudiera ser tuya…
Inuyasha la besó en la mejilla.
-La amo, Kagome… la amo… y no quiero perderla… a ninguna de las dos…
-Inuyasha… quieres asegurarte de que es tu hija?
-Es mi hija. La sangre no me importa… pero no quiero que…
-Inuyasha, no pasará… tú viste lo que hizo cuando le dije que no es suya… Ven, no has dormido nada…
Volvieron a acostarse. Inuyasha se inclinó sobre su vientre y la besó.
-No quiero dormir… sigo teniendo ésta pesadilla donde dices que Sakura no es mi hija y se la entregas a Kouga… me dices que no me amas…
Kagome se incorporó y lo besó en la cabeza.
-Inu… es sólo un sueño…
Inuyasha la abrazó con fuerza y besó la pequeña marca de la cesárea.
-Te amo, Kagome…
…………………………
Estaban almorzando en un lujoso restaurante. Hiroshi le hacía muecas a Sakura para que riera.
-Creo que deberías decirles, preciosa…
-Hm! Tienes razón… Kagome… recuerdas cuando éramos niñas que decíamos que nos casaríamos el mismo día?
-Kami! Hace tanto de eso…
-Aún te gusta esa idea?
-Una boda doble? Pero… No es posible! Y no me dijiste nada!
-Te lo estoy diciendo ahora…
-No entiendo…
-Inu, se van a casar!
Inuyasha vio a Sesshoumaru sorprendido.
-Felicidades!
Rin les hizo la historia emocionada. Hiroshi escuchó atento y sus ojos vagaron un poco hasta encontrarse con los de Sesshoumaru. No supo bien qué fue lo que vio en su mirada, pero pudo catalogarlo como una duda.
………………………
Gracias a Ceci, Lou, Eli, Mary, Esme, Angie, Elen, Kagi35, Syren 888, Claudia, Fabisa, FENIXGIRL, Saya, Jorleen, HawkAngel XD……………..
Sí, sé que me detestan XD, nos vemos en el próximo cap. (La velocidad de publicación será directamente proporcional con la cantidad de reviews. XP)
