Capítulo 11

ADN

Debido a la enorme cantidad de trabajo que se les presentó en la empresa, los planes se vieron aplazados por un tiempo. Rin había ido a ver a Kagome después de dejar a Hiroshi en sus clases de fotografía.

-Está preciosa… pero sus ojos aún no se definen…

-Sólo tiene 6 meses. Inuyasha le preguntó al doctor y dijo que más o menos hasta los 10 años le seguirán cambiando.

-Ya veo…

Rin la hacía reír con poco esfuerzo. Pero volvió a enfocarse en su hermana.

-Qué pasa?

-Tengo un ligero problemita…

-Qué cosa?

-No-no puedo responderle a Inuyasha…

Rin arqueó las cejas y abrió los ojos como luna llena.

-No me mires así! Ya hablé con el doctor y me dijo que el dolor es perfectamente normal… pero te juro que prefiero dar a luz sin anestesia… estoy segura que dolería menos…

-Pero han pasado 6 meses…

-No me lo recuerdes.

Ambas hermanas cruzaron miradas con un tono rosa en sus mejillas.

-Kagome… hay otros métodos…

-Qué?

-Pues hay otras formas de que puedas complacerlo sin tener que pasar por ese dolor. Claro que eventualmente deberás resolver ese problema…

Ahora sus rostros mostraban un profundo carmín. El tono de esa conversación era cada vez más subido. Rin le hablaba como si fuera una terapeuta sexual.

-Permíteme preguntarle a mi querida hermanita… de dónde rayos sacaste todo eso?

-Pues cómo crees que me voy a casar con Sesshoumaru? Con ese hombre hay que tener un poco de cada cosa, es bastante exigente, por si no lo sabías.

-Por Kami, Rin…

-Oye! No me mires así. Además, porqué no puedo hacerle lo que el iría a pagar a un burdel? Créeme, sino lo haces tú, alguien lo hará… no digo que te vaya a ser infiel, pero a ellos les gustan ese tipo de cosas…

Eran las ocho de la noche cuando Rin se despidió de su hermana y fue por Hiroshi. Sabía que Sesshoumaru no llegaría temprano así que cenaron en un restaurante de comida rápida. Al llegar a la casa, se despidieron y cada uno se fue a su habitación.

Rin trataba de bajarse la temperatura de aquella conversación con su hermana, donde sentía escalofríos cada vez que recordaba haber hecho algo así con Sesshoumaru. Metida en la tina, con el agua un poco más fría de lo que acostumbraba, cerró los ojos y se dejó llevar por lo que fuera estaba en su mente. Salió de ese estado cuando sintió un beso en sus labios. Abrió los ojos para encontrarse con Sesshoumaru.

-Hola, mi amor…

-Hola, preciosa… te importa si me doy una ducha?

-Para nada… te importa si veo?

Sesshoumaru sonrió y volvió a besarla. Vestía una camisa blanca, que estaba con las mangas recogidas y el cuello abierto. Se veía bastante cansado. Se terminó de desvestir y se metió bajo el agua permitiendo que golpeara su espalda y dejando escapar un suspiro de alivio. Rin había vuelto a cerrar los ojos, pero al escucharlo, los abrió. Drenó el agua de la tina y entró a la ducha con él, abrazándolo por la espalda. Él giró y la abrazó. En sus ojos se reflejaba el cansancio de las 14 horas que había estado trabajando.

-Ven, te daré un masaje…

-Gracias, pero estoy bien…

-Seguro?

-Sí…

-Bien, te espero en la cama.

-De hecho… te agradecería si me traes algo para comer…

Rin sonrió y lo besó en el pecho.

-Está bien…

Sesshoumaru terminaba de secar su pelo cuando Rin entró con una bandeja y la puso sobre sus piernas.

-Qué es?

-Sándwich especial y jugo de pera…

Sesshoumaru la besó en la mejilla y se comió el sándwich de tres bocados, Rin rió.

-Quieres más?

-No, estoy bien. Gracias, mi amor, estuvo delicioso.

-No te tomarás el jugo?

-No me gusta el jugo de pera…

Rin se quedó pensativa un rato.

-No recuerdo que me lo dijeras.

-No importa.

Sesshoumaru se puso de pie y dejó la bandeja sobre el escritorio y se sirvió agua de la pequeña nevera ejecutiva que tenía al lado del mismo. Volvió a la cama y abrazó a Rin.

-Estoy molido… me duele la espalda…

-Déjame darte el masaje…

-No… no podré terminar…

Rin rió.

-Te prometo que no te provocaré. Ni siquiera usaré cremas.

-Rin…

-Si te duermes así, despertarás peor.

Sesshoumaru aceptó y se quitó la camisa del pijama. Rin sonrió al verlo sólo con el pantalón de seda negro. Luego de que se acostara bocabajo, comenzó con el masaje.

-Más arriba… ahí… ah! Rin!

Rin volvió a reír.

-No grites tan duro. Creerán que hacemos el amor…

-Oh, SI, AMOR SÍ!

Ambos rieron, Rin continuó con el masaje hasta que deshizo el último nudo de tensión en su espalda. Lo besó en la misma.

-Ahora te toca en el pecho, date vuelta.

Se quedó esperando su respuesta y se inclinó sobre él para descubrir que estaba dormido.

-Que descanses, mi amor…

Lo besó en la mejilla y se acomodó a su lado. Aun no conciliaba el sueño cuando él la abrazó dormido.

Sesshoumaru vio su reloj, las 5 de la mañana. La luz que Rin dejaba encendida en el baño, le daba la claridad suficiente para poder contemplarla dormida. Hacían dos semanas desde que comenzara este horario forzoso que lo esclavizaba sin poder zafarse.

Rin despertó y sonrió al verlo.

-Hola…

-Hola, preciosa…

Sesshoumaru la besó apasionadamente mientras deslizaba sus manos bajo las sábanas sin previo aviso.

-Sessh!

-No te diré que te amo ahora…

Rin rió a carcajadas.

-Tonto…

-Pero tuyo…

………………

Bajaron al comedor sonrojados y tomados de la mano. Como aún estaban solos, Sesshoumaru la haló y la llevó al estudio donde aprisionándola entre él y la pared, la besó apasionadamente.

Durante todo el día Rin no logró deshacerse del rubor en sus mejillas. Lo que la volvió a meter en problemas en el salón de profesores y más aún el que notaran el ostentoso anillo de compromiso.

-Cómo es posible que te vayas a casar y no nos lo dijeras!

-Ya tú te encargas de hacer el trabajo por mí. Chizuka-san, por favor, baja la voz.

-Acaso es un secreto!

Rin se estaba enervando. No era posible que no pudiera hablar sin gritar.

-Sí! Habla bajito.

-Pero dinos quién es!

-No puedo! Preferimos el anonimato.

Rin dio gracias al cielo porque su celular sonó. Se extrañó al ver la pantalla y que decía "Privado", dio gracias a eso ya que Chizuka lo había leído.

-Bueno?

Su expresión se relajó al escuchar a Sesshoumaru.

-Cariño… no, espera… pero es que… claro que sí, tú eres su padre… pero amor, aún no sabemos nada… está bien, lo haré… nada en realidad… pero no… si lo planeas todo, para qué me preguntas?

Rin sonrió.

-Yo también.

Cerró la llamada con las mejillas más sonrojadas aún que antes. Chizuka se quedó viéndola en silencio. Rin esperaba que estallara, pero no pasó.

-Estoy feliz por ti, Rin… se nota que están enamorados…

Rin sonrió.

-Sabes? A veces trato de llamar la atención de todos… pero es para que me noten, tú no necesitas hacer nada. Donde vas, viran para verte. Aunque no quieras, te ves siempre elegante y atractiva. Nunca conocí a alguien como tú… no sé para qué te digo, si no soy tu amiga…

-Te equivocas…

Chizuka vio a Rin.

-Sí te considero mi amiga. Fuiste la primera que me habló cuando llegué aquí. Te encargaste de que no hiciera algo estúpido que me restara puntos en mi período de pruebas. Pero más que eso, notaste que aunque sonreía, no era feliz.

Rin vio a su alrededor.

-Qué tal si vamos por un refresco?

Ya en los jardines, Rin notó a Chizuka en un tono menos infantil.

-Chizuka…

-Helena…

-Cómo?

-Mi nombre es Helena, pero aquí nadie lo sabe…

-Helena. Mucho gusto, Rin You… Higurashi…

Helena apretó la mano que Rin le extendió.

-Perdona por insistir tanto… pero es que… tal vez no deba decirte esto… pero me gusta el profesor Itzuka…

-No es cierto!

Helena asintió sonrojada.

-Pero él ni sabe que existo. Sólo tiene ojos para ti… no estoy celosa de ti, ni nada por el estilo… pero quería hacerle ver que su amor por ti es tan imposible como el mío por él…

-Pero él nunca ha demostrado nada…

Se sentaron en un banco.

-Nosotros… hemos pasado por muchas cosas… juntos, separados y juntos nuevamente… y apenas puedo esperar a ver el día en que me case con él… pero hay una persona de por medio que sale perjudicada si se hace pública nuestra relación en ciertos ámbitos… no es casado, si es lo que piensas…

-Por lo que escuché tiene un hijo… es tuyo también?

-No hay nada que quisiera más en el mundo, pero no… lo amo como si lo fuera… pero es por él, precisamente, que no digo quién es… pero… te aseguro que irás a mi boda…

Rin le guiñó un ojo. Helena sonrió.

-Y cómo es tu príncipe?

-Es… realmente es un príncipe… es cariñoso aunque a veces parezca seco y distante… es increíblemente dulce…

Helena rió a carcajadas.

-Estás enamorada.

-Eso, sí puedes gritarlo.

-Oye, en qué ha quedado lo de Youkai?

-Ah?

-Quién lo golpea?

-Pues él no quiere hablar, así que no hay mucho que se pueda hacer. Aunque no lo han vuelto a golpear…

-Sabes? Siento un poco de pena por él.

-Porqué?

-Conoces a su papá. Es un hombre insufrible. Nunca conocí a alguien tan insensible en toda mi vida. Y la mamá es peor. Me dijo de sus labios que le importaba un comino lo que le pasara.

-Es cierto que él ha sufrido mucho. Pero todo eso va a cambiar… y no sólo él, sino Sesshoumaru también…

-Sesshoumaru?

-Sí, sabes, es el hermano de mi cuñado…

-Te has encariñado con el niño…

-Más que eso… lo amo…

-A veces uno no sabe si es cariño o lástima…

-No… nunca ha sido lástima…

……………………

Rin estaba en el estudio corrigiendo unos trabajos. Hiroshi entró y la besó en la mejilla.

-Hola, mamá…

-Conozco ese tono… qué quieres?

-No puedo saludar a mi mamá? Te ves muy linda hoy…

-Qué quieres?

-Ya que no necesitas asistentes… yo me quedé sin entradas…

Rin rió y señaló su cartera para que se la pasara. Le dio dinero y él la besó en la mejilla.

-Igual te ves linda hoy…

Hiroshi salió corriendo al momento en que Sesshoumaru entraba.

-Hola, adiós papá!

-Qué le dio?

-Tal vez quiere comprar algo…

Rin dejó su trabajo a un lado y se puso de pie para abrazar a su apuesto prometido.

-Hola, mi amor…

Sesshoumaru la besó como queriendo fundirse con ella. Se sentó en el sillón en que ella estaba y la hizo sentarse en sus piernas.

-Tengo mucho trabajo, mi amor…

-Lo haces después.

-No puedo… tengo que entregar las notas…

-No te dejaré…

Rin rió y lo besó.

-Sabes que no hay nada más rico que tú me abraces… pero es mi trabajo…

-Salí temprano para estar contigo…

Rin lo volvió a besar y resolvió que se acostara en su regazo mientras ella terminaba. Una vez que lo hizo, se inclinó sobre él y lo besó en la mejilla.

-Sessh…

-Hm?

-Ya terminé…

-5 minutos más!

Rin rió y acarició su rubia cabellera, volvió a besarlo y esperó paciente.

-Rin…

-Si?

-Me perdonas?

-Yo no tengo nada que perdonarte…

-He sido un verdadero estúpido… todos estos años… debí seguirte, impedir que te alejaras… tú debiste ser la madre de Hiroshi.

-Y lo soy, Sessh. Lo soy… pero sí me hubiera gustado ser tu novia 2 meses antes y así serlo realmente…

Sesshoumaru la abrazó con fuerza aún hundiendo su rostro en su vientre.

Esa noche Sesshoumaru le hizo el amor como queriendo compensar por cada lágrima que la había hecho derramar, la amó con cada fibra de su ser y halo de su aliento. La observó dormida, pegada su pecho, destilando amor y felicidad por cada poro de su piel.

-Te amo…

La abrazó y dejó que Morfeo lo arrastrara al mundo de los sueños.

………………………

Inuyasha está sentado en su oficina, mira su reloj desesperado. Ya tenía 3 días en los que no veía a su hija despierta. Recogió sus cosas y salió de la oficina.

-Señor…

-Si es que les da la gana de llamar, diles que se me presentó un problema y que llamen mañana, si les das el número de mi celular, te despido.

-Señor!

-Vete a casa, descansa, si yo lo necesito, tú también.

La secretaria le sonrió, Inuyasha le devolvió la sonrisa mientras marcaba el número de Kagome.

-Amor… aún estoy en la oficina, pero voy saliendo… está despierta? No dejes que se duerma, ya voy…

Se despidió de su secretaria con un ademán de su mano mientras entraba al ascensor. Llegó a la casa tan rápido que Kagome se asustó al pensar a la velocidad a la que debió conducir.

-Inuy…

La cargó y la besó apasionadamente.

-Te amo… dónde está mi princesa?

Kagome sonrió y le dijo que estaba jugando en su cuna. Inuyasha fue a la habitación de Sakura y se acercó a su cuna, la niña, al verlo, sonrió.

-Hola, mi amor… extrañaste a tu papi? Verdad que sí?

Inuyasha la sostenía por encima de su cabeza mientras la hacía reír y luego la llenó de besos.

-La iba a bañar cuando llegaste… qué tal si la bañas tú?

-El baño está listo?

-La iba a bañar conmigo, pero te lo preparo…

-No es mala idea… te quieres bañar con papi y mami? Sí? Mi amor?

Kagome sonreía mientras veía a Inuyasha como un niño grande con su hija. La niña desde que lo viera no paraba de sonreír. Finalmente el agua se comenzó a enfriar, Inuyasha salió de la tina y luego de ponerse su yukata, cargó a la niña. Kagome salió mientras Inuyasha la secaba y le hacía cosquillas. Era indescriptible lo que sentía al verlos. Después de vestirla, vio su reloj y supo que era la hora de su cena.

-No tienes leche?

-Hay una botella de fórmula lista…

-No te sacaste?

-Hace una semana que no me sale… el doctor dijo que es normal…

-Y no le hará daño a Sakura?

-No…

Kagome le pasó la botella. Inuyasha se acomodó con ella en brazos y la veía tomársela.

-Qué te dijo el doctor?

-Que está fuerte y sana… y me recomendó que comenzara a darle papillas y cosas suaves…

Inuyasha sonrió y vio a su hija dormirse entre sus brazos. La besó y la llevó a su cuna.

-Que sueñes con los angelitos…

Al volver a la habitación, Kagome se recogía el pelo y se preparaba para dormir.

-Déjalo suelto…

-Ah? Pero es que…

-Me gusta suelto…

Inuyasha la abrazó por la espalda y la besó en la mejilla.

-Vamos a dormir.

Inuyasha se acostó y Kagome hizo lo mismo. Se deslizó por debajo de las sábanas y comenzó a besarlo y acariciarlo, en especial bajo su pantalón.

-K-Kagome…

-Inuyasha… v-vamos a intentarlo…

-No.

-Porqué no?

-Porque no quieres. Y por Kami que si sigues con esas babosadas…

-Sí quiero, Inuyasha! Quiero que me hagas el amor como la última vez…

Inuyasha la besó con ternura.

-Kagome…

-Sólo ten cuidado…

Inuyasha asintió y se dejó besar y acariciar por un buen rato. Kagome parecía no saciarse de él. Fue bajando por su cuello y su pecho, definiendo su abdomen con su lengua y hasta llegar a su hombría.

-Kago…

La mente de Inuyasha quedó en blanco. Se daba cuenta de que lejos de lo que sintiera por ella, ella ya no era la misma. Era una mujer. Sintió que se excitaba aún más como si aquello fuera posible. Aunque trataba de resistirse, finalmente cedió al placer que lo embargaba. En aquel estado de sensibilidad, Kagome acarició la punta con su lengua y aquello hizo que todo su cuerpo se estremeciera.

-N-no hagas eso…

Kagome sonrió y volvió a su altura. Le besaba el pecho mientras esperaba que él se recuperara.

-Kami! Mujer!

Kagome sólo rió. Una vez que Inuyasha controló su respiración, y sin avisarle, la aprisionó contra él y el colchón. Kagome rió porque sus caricias le resultaron en cosquillas.

-Inu…

-Tranquila, preciosa… la noche es joven…

La besó apasionadamente mientras recorría su cuerpo con sus manos, la sentía estremecerse con cada caricia. Contempló sus senos aún hinchados y los besó. Aquella caricia que le proporcionaba con su lengua recorría todo su cuerpo antes de llegar a su cerebro y desatar la locura en su interior.

Lentamente fue bajando una mano hasta su feminidad y la acarició. De inmediato notó lo húmeda y caliente que estaba. Dibujó un camino de besos hasta allí y sentado frente a ella, la haló por las caderas y la hizo quedar con su cuerpo apoyado en el suyo y sus caderas a la altura de su rostro.

La besó olvidándose del resto del mundo. Sus suspiros y gemidos de placer sólo eran un aliciente para continuar.

Kagome sintió que se volvía loca al sentir sus dedos dentro suyo.

-I-tai!

Inuyasha se detuvo de su juego con sus dedos, pero no de besarla. La volvió a dejar en la cama y se colocó sobre ella.

-Estás lista?

-Sí…

Inuyasha la besó apasionadamente mientras entraba en ella. Sentía que se quemaba en su interior, pero no quería abandonarlo nunca. Víctima de la molestia, lo abrazó con fuerza.

-Estás bien?

-Sí…

Antes de moverse, Inuyasha volvió a besarla.

-Te amo…

Kagome tuvo que taparse la boca con ambas manos para evitar despertar a su hija, ya que el intentar callarse no funcionaba. Inuyasha le dijo que quitara las manos y la besó apasionadamente mientras continuaba moviéndose como una bestia en celo. Justo antes del clímax Kagome pensó que se iba a romper y a eso le siguió su mente en blanco.

Aún dentro de ella, Inuyasha controló su respiración y la vio a los ojos sonriendo.

-Lo hicimos?

-Sí…

-Te amo…

La besó y salió de su interior. Hablaban de alcanzar el clímax a la vez. Ese placer más allá del propio de llegar al orgasmo juntos.

-Te amo, Inu…

Sin necesidad de más palabras, se entregaron a un sueño que repondría sus energías.

……………………

Kagome e Inuyasha paseaban con su pequeña en un parque cercano a la casa. Inuyasha cargaba a Sakura con una canguro.

-Es bueno estirar las piernas de vez en cuando…

-Te ves precioso con ese canguro puesto. Pondré la foto en… lo olvidaba, ya no trabajo…

-Quieres volver a trabajar?

-Sí! Pero Sakura…

-Podemos ponerle una nana… es tú decisión.

-Me gustaría mucho. Pero mi hija está primero…

Kagome se inclinó sobre él y besó a la niña en la cabeza.

-Kagome?

Kagome levantó la cabeza para encontrarse con quien la llamaba sintiendo cómo le temblaban las piernas al reconocer la voz y ver su rostro. Kouga estaba frente a ellos con una pelirroja de ojos verdes. Inuyasha sintió una gota de sudor resbalar por su nuca.

-Inuyasha!

-Ustedes se conocen?

-Sí, claro! Fuimos novios hace unos meses…

Kagome vio a Inuyasha, fingió que no se había enterado de nada y se volvió hacia Kouga.

-Inuyasha! Tienes una hija?

-Sí… se llama Sakura…

-Es hermosa! Mira, mi amor, tiene los ojos azules!

Aquél comentario hizo que a Inuyasha se le revolviera el estómago.

-A quién crees que se parece?

-La verdad es que no le encuentro en ninguno de los dos… sólo que parece rubia… pero en mi familia no hay pelirrojos y mírame…

Sakura bostezó e Inuyasha vio su escapatoria justo en ese momento.

-Sabes? Es la hora de la siesta de Sakura. Debemos volver a la casa. Hasta luego…

Kagome se despidió torpemente y pronto alcanzó a Inuyasha.

-Inu…

-No quiero hablar…

Al llegar al apartamento, Inuyasha se mantuvo pegado a Sakura. Kagome aprovechó que no podía estar con ella y completó algunas tareas como lavar su ropa y las botellas. Al terminar, se dio un baño, luego fue a la habitación de la niña, la escena fue desgarradora. Inuyasha lloraba mientras la veía dormir.

-Eres mía… eres mía… nadie me puede decir lo contrario… Eres mía…

-I... Inuyasha…

-Es mía!

Kagome se acercó a él.

-Inu…

-No se parece a mí…

-Inuyasha…

Inuyasha la abrazó con fuerza. Kagome no sabía que hacer, más que responderle el abrazo.

-Inuyasha, por Kami que nadie te la va a quitar. Sólo cálmate…

-Él puede quitármela.

-Él no la quiere, así que no lo hará.

Kagome no sabía lo equivocada que estaba. El lunes, un abogado se presentó en la oficina de Inuyasha con una orden para realizar una prueba de ADN. Al abrir el sobre y saber de qué trataba, Inuyasha echó al abogado de su oficina y salió del lugar como alma que se llevaba el diablo. Al llegar a la casa, Kagome estaba preparando a Sakura para darle de comer.

-Inu! Qué sorpresa! Kami! Qué pasó?

Inuyasha cargó a Sakura con los ojos rojos y la llenó de besos. Sin decir palabra se fue a la habitación. Kagome sólo lo siguió y lo vio acostarse abrazando a la niña.

-Kami, no me la puedes quitar… no después de amarla tanto… no después de todo… es mía, es mí hija…

Kagome se sentía con el alma destrozada, se acercó a Inuyasha.

-Amor, qué te pasa?

-Me la quieren quitar…

-Eso es imposible…

-Un juez ordenó una prueba de ADN…

-Inu, aún así…

-Y si de verdad no es mi hija? No…

-Inuyasha, tú mismo dijiste que la sangre no importa… el que una prueba te lo demuestre dejarás de amarla?

-Nunca!

-Esa prueba no hará nada… además, de que diga lo que diga la prueba, no hay un juez en la tierra que me pueda quitar a mí hija. Independientemente de quién sea el padre.

…………………………

Sesshoumaru llegó a la casa cerca de las 10 de la noche, Hiroshi ya dormía, pero Rin lo esperó sentada en la cama.

-Qué pasa?

-Ah?

-Te ves muy preocupada. Qué pasa?

-Kouga pidió una prueba de ADN…

Aquello le cayó como piedra a Sesshoumaru.

-C-Cómo?

-Kagome dice que es sólo por molestar, pero yo creo que quiere hacerles daño…

Sesshoumaru se sentó al lado de Rin.

-Lejos de lo que pienses de tu hermano, es un excelente padre… si de verdad Sakura no…

-Rin, creo que sí lo es…

-Ah?

-Creo que Sakura sí es hija de Inuyasha…

Rin se recostó de su pecho.

-Es lo que todos queremos creer…

……………………………

El día de la prueba, Kagome tuvo que controlar a Inuyasha para evitar que le partiera la vida a Kouga en los laboratorios.

-Porqué lo haces, Kouga? Sabes bien que no es tu hija… ni siquiera te importa lo que le pase a ella…

Kouga sonrió maliciosamente.

-Simplemente me da la gana…

-Disfrutas el verlo así, verdad? Destrozado…

-Y haré añicos los pedazos que queden…

La bofetada que Kagome le propinó hizo eco en todo el lugar. Con el rostro claramente marcado, Kouga le apretó la mano.

-Maldita perra!

Inuyasha se interpuso entre ellos.

-Como vuelvas a tocar a mí mujer, te mato, me oyes? Te mato!

………………………………

Gracias a Ceci, Lou, Eli, Esme, Angie, Elen, Claudia, Jorleen (FELIZ CUMPLEAÑOS!), Saya, FENIXGIRL, HawkAngel, Fabisa, Kagi35 y Nadeshiko-luna…

Muchas gracias a todas y nos vemos en el próximo cap.

No se pierdan el próximo Capítulo de Kokoro No Tsuyoi… Los resultados

-… se determina que su compatibilidad genética es de 0 por ciento...

Inuyasha la abrazó con lágrimas en los ojos...

No se lo pierdan! Adios!