Recuerden leer el oneshot, Segunda Oprtunidad y dejar sus reviews!
Capítulo 14

Comenzar Desde Cero

Rin y Hiroshi reían divertidos mientras Sanosuke reía a más no poder con las muecas de Sesshoumaru.

-Más o menos qué juguetes puede usar?

-Pues cosas grandes… le gusta llevarse todo a la boca…

-Y qué harás?

-Realmente no sé… algo entre nosotros…

-Y su padre? Vendrá?

-Tal vez…

-Hiochi!

-Lo llevaré a mi habitación…

Una vez que se vieron solos, Sesshoumaru se quedó acostado en el pasto.

-Sesshoumaru…

-Es un niño maravilloso… lástima que no lo supo apreciar… pero no me puedo quejar, su pérdida es mi ganancia…

-De que hablas?

-De Sanosuke… ésta es su mejor edad… es cuando uno disfruta a plenitud…

-Hay algo que tengo que decirte sobre Sanosuke…

-No, Rin… no me digas nada…

-Es que eres…

-No quiero saberlo… por favor, Rin, no sabes el esfuerzo que tengo que hacer para no creerlo mi hijo…

-Pero…

Sesshoumaru selló sus labios con un beso.

-No quiero saberlo.

Rin se llevó sus dedos a sus labios.

-Perdóname, me dejé llevar…

-Bésame…

-Rin…

Rin se abalanzó sobre él y lo besó apasionadamente. Ambos sentían esa fuerza que apresaba sus cuerpos uno contra el otro y no les permitía romper el beso. Pero la necesidad de sobrevivir, los forzó a separarse. Rin se refugió en el abrazo que Sesshoumaru le brindaba.

-Preciosa…

-Kami! Sesshoumaru! Te he extrañado tanto!

Sesshoumaru supo que las cosas habían cambiado. Rin lloraba y sus lágrimas mojaban su camisa. La apretó entre sus brazos.

-No llores… sabes que no soporto verte llorar…

-Perdóname, Sesshoumaru, perdóname… mira a dónde nos ha llevado mi estúpido orgullo…

-Rin…

-Perdóname…

-Yo no tengo nada que perdonarte…

-Sólo…

Rin continuó besándolo. Se quedaron abrazados un largo rato. Ya en la noche, Sesshoumaru vio su reloj. Subieron a la habitación de Sanosuke y ambos dormían. Volvieron a salir.

-Creo que mejor lo dejo aquí…

Sesshoumaru iba a salir.

-No me dejes sola…

Aquellas palabras fueron más que suficiente para que Sesshoumaru se diera media vuelta y la abrazara.

Se pasaron toda la noche hablando de todo lo que se habían extrañado uno del otro.

-Háblame de Sanosuke…

-Kami… qué quieres saber?

-Todo… cómo supiste que estabas embarazada? Pero no me hables de su papá…

-Sólo me sentí mal… muy mal, y me hice unos análisis… quise llamarte, pero tú no estabas en Tokio… y después pensé que era una mala idea… mientras estuve embarazada, soñaba contigo cada noche… Kami, Sesshoumaru…

-Oye… no llores, Rin… preciosa…

-Te juzgué tan mal! Te juzgué para luego cometer tus mismo errores!

Sesshoumaru la abrazó.

-Nunca pienses que tu hijo es un error. Jamás… todo pasa por alguna razón…

-Sesshoumaru!

-Tal vez era necesario… una cucharada de mi propia medicina… Rin… te prometo que todo será diferente esta vez…

La besó en la sien.

……………………………

Sesshoumaru cargaba a Sanosuke por encima del pastel para que soplara la vela. Luego de hacerlo, Rin lo abrazó y lo llenó de besos.

-Cuántos años tienes, mi amor?

Sanosuke levantó su dedito índice, señalando que ya tenía un año.

-Sí!

Rin lo volvió a besar, estaba hablando con Kagome mientras veía a Sanosuke jugar con Sakura.

-Qué es esto entre Sesshoumaru y tú?

-Lo volveremos a intentar… claro… sólo tengo que decirle que Sanosuke es hijo…

Sesshoumaru la abrazó por la espalda y la besó en la mejilla.

-Quieres algo de tomar?

-No, gracias…

Sesshoumaru se alejó cuando Inuyasha lo llamó. Veía a todos lados buscando el padre de Sanosuke, pero no daba asociarlo con nadie.

-Rin…

-Dime, Kagome…

-Cómo es que no le has dicho?

-Le dije que tenía que hablar con él… pero no me dio la oportunidad. Traté de decírselo cientos de veces, pero simplemente no quiere escucharme cuando se trata del padre de Sanosuke…

-Tal vez debas tratar otra manera…

-Cuál? Acepto sugerencias, porque te juro que ya no tengo ideas…

Mientras, Sesshoumaru e Inuyasha estaban del otro lado del jardín.

-Oye… como vuelvas a lastimarla, te voy a romper lo irrompible…

Sesshoumaru sonrió y le dio una palmada en la espalda a su hermano.

-Conoces al padre de Sanosuke?

-Sí…

-Cómo es?

-Un perfecto idiota… un imbécil que no supo apreciarla y le fue infiel…

-Qué!

Inuyasha disfrutaba de verlo en ese estado.

-No lo sabías? El muy animal le mintió tanto en tan poco tiempo, que ella comenzó a dudar qué era verdad de todo aquello. Así que decidió dejarlo. Como a la semana, estaba en casa y se sintió muy mal. Se mareó tanto que no podía ponerse de pie…

-Crees que ella aún quiera volver con él? O conmigo?

-Yo no sé…

Sesshoumaru se quedó viendo al pequeño jugar con su sobrina. Inuyasha le ofreció un trago de whisky.

-Sé bien lo que estás pensando.

-Qué cosa?

-Y si? Y si Sanosuke fuera tu hijo? Rin te habría dejado? O habría corrido a decirte que estaba embarazada…

-Claro que sí…

-Claro que no. Estúpido hermanito. Realmente crees que de ser tuyo te lo diría?

-No me importa… igual será mi hijo…

-Cómo exactamente piensas lograr eso?

-En la cena de los socios… le pediré que se case conmigo…

Inuyasha sonrió.

…………………………

Hiroshi se había ido con el chofer a la mansión Youkai. Sesshoumaru se quedó con Rin para ayudarla a recoger. El pequeño estaba dormido en el sillón de la sala, al terminar, Sesshoumaru lo cargó y lo llevó a su cuna. Lo contempló dormir mientras no pudo evitar acariciar su pelo negro. Una lágrima rodó por su mejilla. En ese momento, Rin entró y él no logró ocultarlo a tiempo. Salió de la habitación y la sacó para no despertar al niño.

-Qué te pasa, Sesshoumaru?

-Kami, Rin… fui un verdadero estúpido… ahora es cuando lo comprendo todo… a ti, a Inuyasha… dime cómo hago para que se vaya…

-Qué cosa?

-Este dolor… de saber que pudo ser mío…

-Hay algo que tengo que decirte…

-No quiero saber nada más! No quiero… sólo dime eso…

Rin acarició sus mejillas y el pelo que caía sobre ellas haciéndolo a un lado y abrazándolo por el cuello.

-No se va…

-Nunca?

-Nunca… pero es que tú no tienes que cargar con eso… el padre de Sano…

-Te dije que no quiero saberlo, Rin… no quiero enterarme nunca…

-Debo decírtelo!

-No quiero saberlo! Y como vuelvas a mencionarlo, me voy y no vuelvo… es que no entiendes que me duele?

-Pero es que debes saberlo…

-No quiero… no lo sé y no me interesa… quiero… quiero… sólo por una noche déjame creer que es mío…

Sesshoumaru la abrazó con fuerza escondiendo su rostro en la curva entre su hombro y cuello. Rin lo abrazó.

-Es tu hijo, mi amor…

Sesshoumaru tenía esa necesidad imperativa de sentirlo todo suyo, la besó como si no hubiera mañana mientras movía sus caderas como si ya estuviera dentro de ella. Rin lo sentía erecto, rozándola, deseando tenerlo en su interior, volverlo a sentir, gritar su nombre y escucharlo susurrarle que la ama. Sesshoumaru rompió el beso ante la falta de aire y la cargó hasta la habitación.

-Eres mía…

Fue todo lo que dijo antes de dejarla sobre la cama y empezar a desvestirla. Ella suspiraba extasiada de placer ante sus caricias y no fue si no hasta que sintió sus dedos dentro de ella que se aferró a él ahogando un grito.

Para él era increíble ver lo húmeda que estaba, eso sólo indicaba todo lo que lo deseaba. Aunque el ardor en la boca de su estómago y los punzantes recordatorios en la parte baja de su vientre le avisaban que él la deseaba tal vez más que ella a él. Aún así quería alargar el placer todo lo que fuera posible.

-Se-Sesshoumaru, hazme tuya…

Sentirla nuevamente mientras entraba en ella era todo lo que había deseado por casi dos años que estuvieron separados. De repente a su mente vinieron la decena de relaciones vacías que tuvo en ese lapso y se dio cuenta que ninguna le brindó el simple placer que sentía al besarla. Hizo aquellos recuerdos a un lado y empezó a moverse sobre ella. Sus movimientos eran profundos, pausados y fuertes. En vez de estar con una mano a cada lado, manteniéndolo separado, la abrazó. Sus cuerpos completamente pegados, sus labios unidos en un beso interminable.

-Seh-sessh…

Sesshoumaru disminuyó sus penetraciones y la besó en los párpados.

-Rin…

Rin abrió los ojos y se mordió los labios procurando no gritar.

-Te amo, preciosa…

-Te amo, Sessh…

Sesshoumaru sonrió y volvió a retomar su ritmo mientras la besaba apasionadamente. La sintió apretarlo tanto en su interior como en el exterior y sin poder ni queriendo evitarlo llegaron al clímax a la vez.

Sesshoumaru se quedó recostado de su pecho y sin saberlo, se quedó dormido, Rin sonrió y lo besó en la frente.

-Tenías muchas noches sin dormir? Así como yo sin ti? Que descanses mi amor…

……………………

Rin despertó al sentir el resto de la cama vacía. Cerrándose el nudo de la yukata entró a la habitación de Sanosuke, donde Sesshoumaru lo cargaba vistiendo sólo sus pantalones.

-Sessh… son las 4 de la mañana…

-Ya se está volviendo a dormir…

-No lo creo…

Sanosuke sonrió al ver a Rin, recostado del pecho de Sesshoumaru.

-Está más despierto que nosotros dos…

Rin besó a su hijo en la cabeza y después a Sesshoumaru. Sin notarlo, llevaba el ritmo lento en que Sesshoumaru se balanceaba para dormir al niño.

-Estás aprendiendo a bailar, mi amor? Sabes? Tu papi es un gran bailarín… así que tienes que aprender a bailar como él y como tu hermanito…

Sesshoumaru sonrió. Luego de un buen rato, Sanosuke se mostraba renuente a dormirse.

-Vamos a llevarlo con nosotros. Tengo mucho sueño…

Por alguna razón, Sanosuke no quiso soltar a Sesshoumaru. Rin sonrió y se acomodó a su lado. Antes de notarlo, los tres estaban profundamente dormidos.

Los rayos del sol se colaban por las ventanas y sus espesas cortinas. Rin despertó al sentir un peso sobre su pecho. Sonrió al ver a Sanosuke.

-Hola, mi amor… y Sesshoumaru?

En ese momento, Sesshoumaru salió del baño con una toalla a la cintura y una en la cabeza.

-Espero que no te moleste… pero no puedo faltar a la oficina hoy…

-Está bien…

Sesshoumaru se sentó a su lado y la besó apasionadamente.

-Gracias…

Besó a Sanosuke en la cabeza.

-Puedes almorzar conmigo?

-Sí… dónde nos vemos?

-Puedes pasar por mi oficina?

-Sí…

Sesshoumaru la volvió a besar.

-Hay varias cosas que tenemos que aclarar… pero será a su debido tiempo…

Sesshoumaru sacó de su cartera una tarjeta platino.

-Tiene mi nombre…

-Porque es tuya…

-Pero…

-Es un regalo. Y quiero que la estrenes comprándote el mejor vestido que encuentres…

-Para qué?

-Es una sorpresa. Será el viernes…

Sesshoumaru volvió a besarla y terminó de vestirse con una camisa que había dejado una vez que Sanosuke lo ensuciara.

-Gracias por lavar mi ropa…

-No fue nada…

Sesshoumaru sonrió y se despidió de ambos con un gran beso a cada uno. Se sentía feliz, completo y determinado a hacer de Rin su mujer.

-"Me gustó mucho ser su papá por una noche".

Sesshoumaru estaba concentrado en su trabajo y no notó la alharaca que se armó fuera de su oficina cuando Rin llegó con Sanosuke.

-Es una preciosura!

-Gracias!

-Kami! Es idéntico al señor Youkai…

Rin rió. Todo el mundo era capaz de notar el parecido excepto el mismo padre. Una de las secretarias fue a avisarle que Rin había llegado.

-Señor, su esposa está aquí…

Sesshoumaru frunció el ceño confundido.

-Mi esposa?

-Rin-sama…

-Ah! Gracias, le puedes decir que entre?

-Como guste…

Sesshoumaru cerraba la carpeta al momento en que Rin entró en la oficina. Al verlo, Sanosuke rió y extendió sus bracitos hacia él. Sesshoumaru sonrió y lo cargó, el niño tomó su rostro entre sus manitas.

-Apapaapa…

Sesshoumaru rió.

-Se ha pasado la mañana llamándote…

-Sí? Me dice papa?

Rin rió.

-Tengo hambre, nos vamos?

-Cuando quieras.

Salieron de la oficina, Sesshoumaru cargaba a Sanosuke que iba jugando con un mechón de su pelo. Le avisó a su secretaria que no volvería esa tarde. Pasaron por Hiroshi y se fueron a un restaurante.

Se pasaron la tarde paseando por diferentes sitios de la ciudad. Al anochecer, Hiroshi esperaba en el auto mientras Rin y Sesshoumaru aún en la puerta se despedían con un apasionado beso.

-No quiero que te vallas…

-No quiero irme…

Volvieron a besarse. Rin rompió el beso contra la voluntad de cada célula de su cuerpo.

-Hiroshi te espera en el auto…

………………………………………

Sango entró en la habitación y besó a Miroku para despertarlo.

-Miroku… Mir…

Sintió una mano en su trasero y tomó un cojín para golpearlo en la cabeza.

-Eres pervertido hasta dormido!

Miroku sonrió y se dio la vuelta quedando boca arriba y mostrando su abultada entrepierna bajo las sábanas.

-No soy un pervertido… tú me haces así…

Sango se inclinó sobre él y mientras lo besaba acarició su erección.

-Eres un pervertido… pero así me gustas…

Sango sintió su pelo mojado.

-Ya te bañaste…

-Cuando hacías el desayuno… pero realmente… tengo algo para ti…

-Sí? Qué cosa?

-Quita las sábanas…

Sango lo hizo y vio que se había echado chocolate por todo el pecho y abdomen. Rió.

-Qué dices?

-De qué? Ah! Escribiste algo… a ver… tienes una letra muy fea… no entiendo nada…

-En ese caso, cierra los ojos…

Sango los cerró y Miroku le colocó un anillo. La besó con dulzura en los labios y luego todo su cuello y pecho, desnudándola al paso de sus labios sobre su piel.

-Te amo, Sango… y quiero que seas mi esposa…

-Mi… Mi… Miroku!

Sango sonrió y lo abrazó olvidando el chocolate sobre él.

-Sí!

La sesión de besos se fue haciendo cada vez más intensa, sus labios ardían al igual que sus cuerpos, el deseo de Miroku se exteriorizaba mientras su temperatura aumentaba cada vez más derritiendo el chocolate duro que contorneaba los músculos de su pecho y abdomen. Las manos de Sango lo recorrieron y luego fueron a su rostro.

La necesidad por oxígeno los hizo separarse. Sonreían felices y embarrados de chocolate.

-Tienes un poco de chocolate aquí…

Miroku la besó en la punta de la nariz, eliminando la mancha. Tomando su rostro entre sus manos continuó besándola, poco a poco y buscando comodidad, Sango estaba sentada frente a él sobre sus piernas, rodeando sus caderas con las suyas. Miroku trató de penetrarla, pero Sango lo detuvo.

-No, mi amor… aún no…

Aquellas palabras en ese tono tan complaciente lo volvieron loco de pasión y aún más al verla limpiar el chocolate en su pecho con nada más que su lengua. Al acariciar sus pezones, éstos se endurecieron al contacto.

-S-Sango! Ah!

Sango sonrió y continuó devorando a su apuesto novio. Mientras, Miroku sentía que explotaría antes de lo previsto. Pero justo cuando pensó que su tortura llegaba a su fin, Sango se detuvo.

-Miroku…

Sango se acostó de espaldas, invitándolo a saborearla. Miroku se deslizó sobre ella como un lince tras su presa. Recorrió sus piernas con besos hasta llegar a su intimidad y la besó mientras ella arqueaba su espalda al contacto con sus labios. Miroku sonrió y continuó determinado a llevarla al mismo clímax, pero su cuerpo le recordó su situación.

-Sango…

-Miroku…

-Sango… voy a estallar…

Sango asintió y Miroku la penetró, la sintió caliente y húmeda y sin poderse controlar comenzó a moverse. Se sentía en las nubes y mucho más al llegar al clímax juntos. Sus cuerpos sudorosos, aún como uno y embarrados de chocolate. Miroku sonrió mientras su respiración y temperatura volvían a la normalidad. Acarició el rostro de Sango y la besó con ternura.

-Te amo…

-Te amo…

Sango sonrió y se acomodó entre sus brazos llenándole el pecho de besitos.

………………………………………………………………

N/A: No les prometo nada, pero creo que se acerca el final!

Gracias a toodas! No tengo mucho tiempo, pero las quiero a todas!

-Qué haces escribiendo?

-Perdón, mi amor… sólo me estaba relajando!

-Cómo pretendes aprender embriología sin hacer al bebé?

-Pero…

-Pero nada, ya ves como te fue en anatomía después de estudiar conmigo…

-Sessh! Déjame descansar 5 minutos! Ve preparando la tina y el aceite caliente…

Sesshoumaru se sonrojó de inmediato y sonrió de manera arrogante.

-Quién le dará el masaje a quién?

-Claro que tú a mí, mi amorcito. Sino, no practicamos para el bebé.

Sesshoumaru besó a Mizuho apasionadamente y tomando el aceite, se dirigió a la habitación.

-MIZUHO!

Me voy!

Tengo examenes hasta el viernes, trataré de publicar algo, pero no prometo nada.

Besitos…. Sólo para Sessh!

Mentira, para ustedes también y un abrazote!