Capítulo 16
Shiawase
Rin convenció a Sesshoumaru que la dejara trabajar en las empresas. Cediendo a los encantos de su esposa, Sesshoumaru aceptó.
Rin llegó a la casa, era cerca de las 8 de la noche y vio a su esposo dormido en el piso de la sala y a su hijo jugando con marcadores. Se acercó a ellos sonriendo y le hizo señas a Sanosuke de que guardara silencio. Casi explota de la risa al verlo con todo el rostro pintarrajeado, se inclinó sobre él y lo despertó con un beso.
-Mi amor…
Sesshoumaru sonrió y la abrazó por la cintura.
-Hola…
-Me perdonas por haberte gritado en la oficina hoy?
-Mi amor, las cosas de la oficina, se quedan en la oficina.
-Me gusta esa política…
-Sí? Por qué?
-Porque estoy seguro que la gerente de mercadeo me quiere cortar la cabeza… pero mi bella esposa de seguro me permitirá hacerle el amor esta noche…
-Verás, mi amor… yo apenas llegué… y aparte de que estoy muy cansada, tengo mucho trabajo por hacer.
-Trabajo?
-Claro. No te imaginas, pero tuve un día pésimo, como sé no quieres oír nada, así que no te contaré. Voy a llevar a Sanosuke a dormir.
Rin cargó al pequeño que ya estaba en pijamas y lo llevó a su habitación.
-Perdóname por llegar tan tarde, mi amor… tenía mucho trabajo…
-Mama…
-Sí?
-E queddo…
-Yo también te quiero mucho, mi cielo…
Rin lo besó y lo acomodó en su cunita. En cuestión de segundos el pequeño se quedó dormido. Rin se apoyó de la barandilla y se quedó contemplándolo un largo rato. Sesshoumaru entró y la abrazó, la besó en la mejilla.
-Te acabo de preparar el baño.
-Gracias, mi amor.
Salieron de la habitación abrazados. Una vez en la de ellos, Rin lo besó con ternura.
-Me acompañas?
-Prefiero no hacerlo.
-Por qué?
-Porque podría terminar haciéndote el amor…
Rin rió y lo besó.
-Ven, mi amor… no me gusta estar todo el día lejos de ti…
Sesshoumaru sonrió y se desnudó. Una vez en el agua, luego de haberla restregado. Tomó unos aceites calientes y le dio un masaje.
-Ah! Sessh! Tienes manos de seda!
-Rin… no hables así…
El tono de voz de Rin hacía que Sesshoumaru se excitara. Al terminar el masaje, la abrazó y ella quedó recostada de su pecho. Pasaba sus manos sobre las de Sesshoumaru que descansaban sobre su vientre.
-Cómo fue tu día?
-Hm! No quiero hablar de eso…
-Vamos, preciosa, no te quedes con eso adentro.
-Está bien… fue un día malo.
-Por qué?
-Porque descubrí que uno de mis empleados era un espía de otra empresa… o independientemente de que sea un espía o no, tenía dos empleos. De repente sucede que todas las ideas aún sin desarrollar, ya estaban en el mercado. Él confesó que le sacó unas copias a mis llaves. Pero el presidente no me creyó. Parece que confía mucho en el muchacho y me gritó cientos de cosas. Yo le dije que iba a despedir al muchacho, pero él me dijo que no me atreviera y me echó de su oficina…
-Estabas furiosa?
-Mucho… no sé qué mosca le picó, pero no es para que me grite. Yo no tengo la culpa… En fin. Decidí crear un archivo aquí, con las ideas sin desarrollar. Y así estarán más seguros que en las oficinas.
Sesshoumaru la abrazó.
-Quieres escuchar mi día?
-Sí…
-Recibí unas fotos de mi gerente de mercadeo y publicidad almorzando con el presidente de otra empresa. Y quien me llevó las fotos, me aseguró que estaban negociando un sueldo a cambio de trabajar como espía en mi empresa. En el momento no lo creí… pero de buenas a primeras surgen los rumores de que las ideas de mercadeo de mi empresa, estaban en la calle…
-Sessh, yo no te traicioné.
-No he dicho que lo hayas hecho… la verdad era que estaba celoso.
-Celoso?
-No debí gritarte. Pero te juro que en ese momento se me olvidó hasta que eres mi esposa. Estaba furioso…
-Está bien, no quiero que me consideres porque sea tu esposa… pero sí déjame hacer mi trabajo y no me pases por encima en mí departamento.
-Te lo prometo… ahora, dejando eso a un lado… te amo…
Rin rió. Sesshoumaru era un esposo cariñoso y amoroso al que nunca le podía negar nada.
-Yo también te amo, mi amor…
Se dio vuelta y rodeándolo con sus brazos y piernas lo besó apasionadamente.
-Rin… hay algo que quiero pedirte…
-Qué cosa?
-Es algo que quiero y no tengo…
-Tienes todo lo que un hombre pueda desear en el mundo. Qué te puede faltar?
-Una bebita…
Rin abandonó el beso que le daba en el cuello y fijó sus ojos en los suyos.
-Sessh… tú…
-Qué te parece si comenzamos a tratar? Te diré un secreto, mi amor… yo ya comencé…
-P-pero…
Los ojos de Rin se opacaron por las lágrimas. Sesshoumaru no comprendió, se acercó a su rostro y besó sus mejillas interrumpiendo el paso de sus lágrimas.
-Qué pasa mi amor?
-Yo no puedo…
-Cómo que no puedes?
-Yo me ligué las trompas cuando Sanosuke nació… no puedo embarazarme…
-Y no es reversible?
-No… perdóname, Sesshoumaru… lo último que imaginé era que volvería contigo o que me pedirías…
Sesshoumaru la abrazó.
-No te pongas así… no importa…
-Cómo que no importa?
-No, mi amor… sólo fue algo para hacerte feliz… no tenía idea de que te entristecerías así… Rin…
Rin se refugió en su cuello. Sesshoumaru la abrazó y la sacó del agua. Una vez en la cama, la cubrió con una yukata y se acostó a su lado. Ella se cubrió con las sábanas, pero aún así, Sesshoumaru podía escuchar su sollozo. Se inclinó sobre ella y le quitó la sábana, la besó en el hombro.
-Mi amor…
-Déjame…
-Preciosa, mi amor… no te pongas así…
-Pero es que lo único que tú quieres, no te lo puedo dar! Lo único que me pides… cómo esperas que no me ponga así?
-Rin!
-Es que tú quieres un hijo que no puedo dar! Kami, Sesshoumaru!
Sanosuke despertó llorando. Rin se levantó y fue a la habitación de su hijo. Minutos después Sesshoumaru la siguió. Rin estaba en la mecedora con Sanosuke en brazos.
-Papa…
-Hola, hijo…
-E queddo mucho…
-Yo también te quiero mucho… pero ahora es hora de dormir…
Sesshoumaru se inclinó sobre él y lo besó en la frente.
-A dormir…
Dentro de poco, el pequeño dormía en brazos de su madre. Rin lo llevó a su cuna y lo acomodó con cuidado. Al salir, se aferró al pecho de Sesshoumaru.
-Mi amor…
-Quieres el divorcio?
-Te estás volviendo loca? Rin escúchate. Apenas mencioné eso y te volviste loca!
Sesshoumaru la llevó a la habitación. Ya se notaba molesto.
-Olvida que hablé.
Se acostó de lado y dándole la espalda.
………………………………
La secretaria de Rin entra en su oficina.
-Señora… el señor Youkai dice que quiere verla en su oficina…
-Está bien, dile que ya voy…
-Dice que es ahora…
-Bien.
Rin dejó lo que estaba haciendo y tomó el ascensor a la oficina de Sesshoumaru. Al entrar, Sesshoumaru cerró la puerta con seguro y la abrazó.
-Sesshoumaru…
-Preciosa, quiero que me perdones por lo de anoche. Fui un perfecto idiota…
-Sessh…
-Acabo de hablar con un médico… un especialista en fertilización… y me dijo que sí es posible…
-Cómo?
-Primero, lo que te hiciste fue corte o liga?
-Liga…
-Entonces es reversible…
-Qué!
-En caso que no funcione, te puedes hacer un in Vitro…
-Sessh!
Rin lo abrazó con fuerza mientras daba pequeños brinquitos.
-Mi amor! De verdad?
-Quieres ir? Hice una cita para esta tarde…
Rin estaba confiada de que su esposo era el mejor marido del mundo. Lo besó apasionadamente y no pudo evitar suspirar sonrojada al sentir los dedos de su marido acariciarla bajo la falda.
-Sessh!
-Te extraño preciosa… y me pareces irresistible cuando estás feliz…
Rin rió y bajó sus manos hasta debajo de su cintura comprobando que estaba excitado.
-Pero aquí? Mi amor… yo también quiero hacer el amor…
-No… aquí…
Sesshoumaru la besó en el cuello mientras su esposa suspiraba y le facilitaba el acceso a su intimidad, separando sus piernas.
-Mi amor…
Sesshoumaru sonrió y reconoció la calidez de los dedos de su mujer sobre su miembro. Se dejó quitar la camisa con lentitud mientras sentía que se endurecía cada vez más. Ya desnudos, la cargó dejándola contra la pared y allí la penetró. Rin sintió que se volvía loca al sentirlo completamente dentro de ella, ocupando cada centímetro de su interior.
-Rin!
Sus palabras eran suspiros, pero aún así se sentía el grito que nacía bajo su garganta. Rin se aferró a su marido sintiendo que la iba a romper en mil pedazos. Se vio obligada a morderse los labios para evitar gritar como loca y finalmente, desesperada lo mordió en el hombro.
-RIN!
Tratando de salvar la situación, sabiendo que su grito se había escuchado fuera de la oficina. Forzándose a salir de su estado de éxtasis Sesshoumaru gritó un par de incoherencias, pretendiendo que estaban discutiendo.
-No tengo ganas de discutir…
Fue todo lo que Rin pudo decir sin que la voz le falseara por la falta de aliento. Sesshoumaru sonrió y la besó antes de salir de ella. Tirados en el sillón de cuero negro, sudados y felices, sonreían mientras se abrazaban y se daban besos apasionados. Rin se comenzó a vestir con dificultad, pues Sesshoumaru le quitaba la ropa.
-Sessh!
Sesshoumaru se echó una risa ronca y sexy que volvió a Rin loca. Se lanzó a sus brazos y lo besó apasionadamente. Luego de vestirse, continuaba entregada a los besos de su marido. Y entonces un pensamiento cruzó su mente.
-Kami, Sessh!
-Qué pasa, mi amor?
-El doctor!
-Qué con él?
-Sabrá que hicimos el amor…
Sesshoumaru frunció el ceño.
-Y eso a él qué le importa?
-A mí me importa! Kami, tengo que ir a la casa…
-Qué vas a hacer en la casa?
-Bañarme, grandísimo tonto! No puedo dejar que un doctor me vea así!
Sesshoumaru seguía con el ceño fruncido.
-Que exactamente es lo que hacen éstos doctores?
-Pues me tiene que examinar y evaluar y luego decide mi tratamiento… como cualquier otro doctor…
-Cualquier otro doctor, te quita la camisa y te pide toser. Qué carajos le importa a él si hacemos el amor o no?
Rin rió a carcajadas.
-No sabes lo que hace un ginecólogo?
-Pues… no con exactitud…
Rin le contó paso a paso cómo era un examen ginecológico. Al terminar, Sesshoumaru tenía una venita en la sien tan levantada, que parecía a punto de explotar.
-No irás.
-Pero Sessh!
-Pero nada! De ninguna manera voy a permitir que otro hombre toque a mi mujer!
Rin rió nuevamente.
-Mi amor… sabes que sólo tú me vuelves loca de amor… qué es lo que tanto te preocupa?
-Realmente estás loca!
-El loco eres tú, estás celoso de un doctor. Acaso crees que di a luz con la ropa puesta?
-No… pero…
Rin lo besó.
-Mi amor… Sólo me gusta cuando me tocas tú… tú eres el único con esas manos de seda…
Volvió a besarlo y sonrió al ver que la venita volvía a su lugar.
-Eres adorable cuando te pones tontito...
………………………………
En la sala de espera, Sesshoumaru se sorprendió ver que era el único hombre. Vio a su mujer que irradiaba felicidad, ella tomó su mano y entrelazó sus dedos con los de él.
-Sessh…
Sesshoumaru fijó su mirada ambarina en ella.
-Gracias por venir conmigo… significa mucho para mí…
Sesshoumaru sonrió al verla sonreírle.
-Pero si quieres, puedes esperar afuera… sé que de seguro estás incómodo aquí… y que no quieres estar aquí…
Sesshoumaru se inclinó sobre su esposa y le dio un beso fugaz en los labios.
-Estoy donde quiero estar…
Sintió el apretón en su mano, como respuesta de Rin.
-Me duele la espalda…
Rin se recostó del hombro de su esposo mientras continuaban esperando.
-Youkai…
Llamó la secretaria, Rin y Sesshoumaru cruzaron miradas y sin soltar el agarre de sus manos, se pusieron de pie y se dirigieron al interior del consultorio.
El doctor se sorprendió al ver a Sesshoumaru y se quedó contemplando a Rin.
-Por casualidad usted no será Higurashi Rin?
-Es mi apellido de soltera…
El doctor rió.
-Parece que sin los piercings sí soy otra persona…
-Qué? Youé?
-El que viste y calza…
Youé era un hombre alto, apuesto, de pelo negro y ojos castaños. Se saludaron con un abrazo.
-Tenía siglos sin saber de ti…
-Hace poco que volví. Estaba en Israel haciendo mi especialidad.
-Qué bien…
-Y qué hay de ti? Con cuál te quedaste finalmente?
-Hm! A ver… después de eso hice psicología y me especialicé en educación temprana…
-Vaya!
-Pero ahora trabajo con mi esposo. En mercadeo y publicidad.
Youé rió.
-Te dije que eso era lo tuyo… bien… etto… tu esposo me explicó que tienes poblemas para embarazarte.
-Es que después de mi primer hijo, me hice la liga…
Youé levantó las cejas.
-Las ligas pueden desacerse y los ganchos plásticos pueden quitarse, hasta se zafan… lo único que no tiene marcha atrás es el corte.
-Yo me hice las ligas.
-En ese caso, puedo deshacerlas por medio de una laparotomía. Si todo sale bien, en 3 o 4 meses estarás embarazada.
-Y si no?
-Podemos intentar un in-vitro…
-Ya veo…
-Pero antes que todo, tengo que evaluarte, así que… allí te puedes cambiar…
Youé le mostró el vestidor. Vio a Sesshoumaru que tenía cara de pocos amigos.
-Lo felicito…
Sesshoumaru levantó una ceja.
-Muchas de mis pacientes se entristecen y hasta se deprimen porque sus esposos nunca quieren venir. Creen que ser vistos en el consultorio de un ginecólogo manchará su reputación... pero algo lo trajo… qué es?
-Si por alguna razón, Rin no puede volver a quedar embarazada, yo se lo diré. Mire… Rin puede parecer fuerte como el acero, pero es más delicada que una rosa. Y éste tema en particular, la altera mucho…
-Me alegra que pudiera encontrar alguien que realmente la valore.
-Estoy lista.
Rin estaba sentada en la camilla, al entrar, Youé le hizo señas para que se acomodara. Sesshoumaru se paró a su lado.
-Todo bien, preciosa?
-Sí… estoy bien…
Sesshoumaru se inclinó y la besó con dulzura. Youé estaba de espaldas, preparándose. Sesshoumaru acarició su rostro y le susurró al oído.
-Te quiero…
Youé acercó un carrito con utensilios y se puso los guantes.
-Vamos a empezar… Rin, diste a luz por cesárea?
-No, vaginal…
-Vaya!
Youé buscó entre los espéculos uno entre el más pequeño y el mediano.
-Qué pasa con eso?
-Nada, es sólo que se nota entonces que es muy estrecha. Tuviste complicaciones?
-No realmente. Fue rápido y casi no recuerdo que me doliera.
-Bueno, aquí vamos.
Youé comenzó con el examen, pocos minutos después se puso de pie y se quitó los guantes.
-Qué pasa?
-Al parecer no hay mucho que pueda hacer… vamos a hacerte un ultrasonido…
-Qué!
Sesshoumaru sentía que le ardía la sangre. Era exactamente lo que le había dicho que no hiciera. Pero su esposa lo necesitaba más de lo que él deseaba partirle la cara. Youé acercó la máquina de ultrasonidos.
-Rin, baja los pies y acomódate bien…
Le facilitó una manta para cubrir su intimidad y le descubrió el vientre.
-Ya déjalo Youé… sólo me quiero ir de aquí…
-Rin, mis sospechas no son para mal. No pienses que no tendrás tu hijo. Sólo pensé en voz alta.
-Pero piensas que no puedes ayudarme…
-Pienso que no tengo que ayudarte.
Youé encendió la máquina, se escuchó un golpeteo con un ritmo acelerado.
-Rin… etto…
-No es posible!
-Pues sí lo es.
-Sessh!
Youé sonrió. Sesshoumaru parecía que iba a volarle encima.
-Rin… dile a tu esposo lo que pasa… y así evitamos que me corte la cabeza…
-Sessh, estoy embarazada!
Sesshoumaru sonrió, la abrazó con fuerza y la besó apasionadamente. Youé sonrió.
-Quieren verlo?
-Se puede?
-Es un corazón fuerte… será un bebé sano…
-Pero cómo? No que te ligaste las trompas?
-Eso es lo que estoy averiguando… veamos… Aquí está! Tienes suerte, lo sabías?
-Yo?
-Hay unos conductos alterno… eso fue lo que te ligaron. Ves esto? Es la liga…
-Pero entonces…
-Te sacaste la lotería… me sorprende que no quedaras embarazada antes.
…………………………
Hiroshi llegó de sus clases de fotografía y los buscó por toda la casa sin éxito alguno. Salió al jardín y bajo uno de los árboles estaban sus padres besándose apasionadamente y envueltos en un abrazo eterno. Sin hacer el menor ruido, Hiroshi les tomó una fotografía. El destello del flash los obligó a separarse, Rin se acomodó de espaldas al pecho de su esposo.
-Hola, mi amor…
-Hola, papá, mamá…
Rin sonrió.
-Adivina qué…
-Qué?
-No te gustaría tener una hermanita?
-Qué!
-Estoy embarazada, mi amor…
Hiroshi se arrodilló a su lado y la abrazó con fuerza.
-Felicidades, mamá!
-Gracias, mi amor…
Hiroshi la besó en la mejilla y se fue al interior de la casa. Rin acarició las manos de su marido sobre su vientre y entrelazó sus dedos con los de él.
-Es niña, Rin, lo sé…
Rin sonrió.
-Será lo que Kami quiera, mi amor.
Sesshoumaru la besó en la mejilla.
-Kami Rin! Me asustaste anoche! Nunca me hagas eso!
-Me gustaría que fuera una niña. Verte tratándola con todo tu amor, sin medirte…
-Yo no me mido con mis hijos… bueno ahora no…
-Eres el mejor papá que pueda pedir para mis hijos, mi amor. Estoy muy orgullosa de ti… Sabes? Yo creía que Sanosuke era niña. Siempre estaba con las piernitas cruzadas…
-Cuando vi tu fotografía… con Sanosuke en brazos… Kami, Rin… te odié… pensaba que nunca me amaste… que me habías olvidado al momento en que pisaste fuera de ésta casa…
-Nunca, Sessh… nunca…
-Perdóname por pensar así…
Sesshoumaru la besó en la mejilla. Rin giró sobre sus rodillas y lo vio de frente.
-Sessh… dilo…
-Te amo, Rin…
Rin sonrió y lo besó apasionadamente.
-Te amo, Sesshoumaru…
Sanosuke salió al jardín, pero antes de llegar a ellos, se cayó.
-MAMA!
Sanosuke lloraba sentado en el pasto. Rin se puso de pie y lo llevó a la terraza.
-Qué te pasa, mi amor? Te diste duro?
-Itai!
-Dónde?
Sanosuke le mostró su rodilla raspada. Rin lo cargó y lo llevó al baño.
-Tranquilo… Sanosuke, tengo que limpiarla…
-ITAI!
-Lo sé, mi amor, sé que te duele… pero es sólo un ratito.
-IIE!
Sanosuke movió sus manos y le dio en la cara a Rin. Ella terminó de limpiarlo, Sanosuke tiró una patada, entonces Rin la esquivó tirándose hacia atrás y perdiendo el equilibrio, afortunadamente, Sesshoumaru entraba en ese momento y la sostuvo.
-Estás bien?
-Sí…
Rin lo cargó y lo besó en la frente.
-Ya pasó, mi amor… cálmate…
Poco a poco, Sanosuke se fue quedando dormido, Sesshoumaru examinó la rodilla.
-Es muy grande para haber caído en el pasto.
-Creo que fue en el paseo y no en el pasto. Desde donde estábamos no se vio bien.
Rin lo besó en la sien y lo llevó a su cama.
-Dulces sueños, mi amor…
Rin salía de la habitación cuando Hiroshi le entregó la foto que les había tomado. Estaba en sepia.
-Gracias, mi amor, está preciosa.
-Quiero mostrarte algo…
Rin lo siguió a la habitación.
-Hoy, me llevé a Sanosuke a mi clase de fotografía.
-Qué? Y no me dijiste nada…
-Se portó bien y no lo dejé entrar al cuarto de revelado… pero mira esto.
Hiroshi le mostró unas fotos en la computadora de una canasta de gatitos.
-Son preciosos!
-Aún no ves lo mejor… Sanosuke estaba jugando con ellos…
La fotografía mostraba a Sanosuke con un gatito sobre su cabeza, otro en sus manos y uno entre sus piernas.
-Cómo lograste eso?
-Yo no, se le subieron mientras él jugaba. Te gusta?
-Bromeas? Me encanta! Me la puedes imprimir.
-La tengo en varias versiones, ésta, que es a todo color, sepia, blanco y negro y varios mixtos.
-Me gustan tus mixtos, déjame verlos.
Rin veía una foto sepia, pero los ojos de Sanosuke estaban a color real y los gatitos por igual.
-Esa… espera… puedes agrandarla?
-Claro…
-Pero céntrate en sus ojos.
Hiroshi así lo hizo.
-Qué pasa?
-Estás viendo lo que veo yo?
-No sé qué ves…
-Pon una a todo color.
Hiroshi así lo hizo, Rin sonrió.
-Qué pasa?
-Le está cambiando el color de ojos.
-Estás segura?
-Hiroshi, mi esposo tiene esos ojos, los reconocería hasta en el fin del mundo. Le están cambiando.
-Ya no serán grises?
-Casi nunca se quedan grises, mi amor.
Hiroshi le imprimió las fotos.
-Gracias, mi amor… ahora, vete a dormir, tienes clases mañana…
-Si, mami…
Rin sonrió y lo besó en la mejilla.
-Descansa, mi amor.
Sesshoumaru estaba poniéndose el pantalón de su pijama cuando Rin entró.
-Mira, mi amor…
-Qué cosa?
Rin le mostró las fotografías. Sesshoumaru sonrió.
-Qué te parecen?
-Muy buenas… Hm! Me gustaría poner ésta en mi oficina…
Sesshoumaru separó la de ellos dos besándose.
-Pero ni loca te dejaré. Y que cada socio me vea con tu lengua en mi garganta?
Sesshoumaru rió.
-No llego tan lejos, preciosa…
Rin se puso roja hasta las orejas.
-Sesshoumaru! Ah! Mira ésta de mi principito…
Sesshoumaru sonrió al ver la foto.
-Ésta sí la quiero en mi oficina…
-Claro que sí, mi amor, también pondré una… pero mira sus ojitos…
Sesshoumaru se sentó en la cama y contempló la fotografía.
-Tiene mis ojos…
Rin sonrió.
-Mi bebé será tan lindo y apuesto como su papi…
Sesshoumaru rió.
-No me vas a quitar lo lindo?
-Nunca…
Rin lo besó en la mejilla, dejó las fotos a un lado.
-De hecho… quiero algo lindo…
-Sí? Algo lindo como qué?
-Hm! Últimamente me encuentro a mi jefe increíblemente irresistible… hasta planeo pedirle un aumento…
Sesshoumaru rió mientras sentía sus dedos deslizarse por su espalda.
-Rin, sabes que no puedes acercarle gasolina al fuego…
-Entonces quémame…
Sesshoumaru rió y se lanzó sobre ella mientras le hacía cosquillas y la desnudaba en un abrir y cerrar de ojos.
-No! Sessh! Espera!
-No querías fuego?
-Ja Ja Ja!
Rin se movía enérgicamente sobre su marido dejándolo con nada más que la mente en blanco y un suspiro en la boca. Disminuyó la intensidad y se inclinó sobre él, él vio su oportunidad y la hizo girar quedando ahora ella abajo. Detuvo sus penetraciones.
-Sessh…
-Te amo, Rin…
…………………………
Rin descansaba entre los brazos de su esposo. Sesshoumaru la besó con ternura y la apretó un poco más. Al día siguiente, decidieron ir en el mismo auto a la oficina.
-Se siente extraño, no es así? Creo que nunca hemos venido juntos.
-Sí… pero también se siente bien… tenerte siempre cerca…
Parados en una luz roja, Sesshoumaru se inclinó y la besó en la mejilla.
-…
-Sessh…
-No sé qué decir…
-No me tienes que decir nada.
Sesshoumaru sonrió. Al llegar al edificio, siguieron tomados de la mano y en lugar de parar en el piso de la oficina de Rin, continuaron directo a la de Sesshoumaru. Varios besos apasionados después, Sesshoumaru abrió la caja fuerte y le mostró a Rin una pequeña cajita aterciopelada. En su interior una esmeralda montada en un ostentoso anillo de oro. Tomó su mano y le sacó el anillo que fuera de compromiso, a su lado era prácticamente insignificante y le colocó el nuevo.
-Finalmente encontré una piedra que justifique tus ojos, preciosa.
-Es hermoso, mi amor…
Rin lo besó y sonrió.
-Pero no lo quiero…
-R-Rin!
Rin tomó su viejo anillo.
-Aparte de su aparente diferencia en cuanto a valor… sólo le gana en el precio… pero al valor sentimental… no, mi amor… me quedo con éste…
Rin le mostró el viejo.
-Por qué no te gusta ese?
-Porque cada vez que veo éste en mi mano, recuerdo cuando me lo diste… fue cuando me propusiste matrimonio… después de dejarte… cuando traté de quitármelo… sentí la primera patada de Sanosuke… tiene un poco de todo. Como te dije, su valor es sentimental…
Sesshoumaru sonrió.
-Son tuyos… haz lo que quieras…
-Me pondrías mi anillo, por favor?
Sesshoumaru se lo puso y casi de inmediato Rin lo abrazó y lo besó.
-Te amo, Sessh…
-Y yo a ti, mi amor…
Aún abrazada a su esposo, Rin vio el anillo sobre el escritorio.
-Tengo una idea, mi amor…
-Cuál?
-Mándalo a montar en un dije… y así lo puedo usar en una cadena.
Sesshoumaru asintió.
-Tus deseos son mis órdenes…
Rin sonrió.
………………………
-Meses después…
Sesshoumaru esperaba ya desesperado a que comenzara la reunión. Sonó su celular.
-Rin! Dónde estás? Te estamos esperando…
-Es Kagome, Rin está en la sala de partos.
-Qué! V-voy para allá!
Sesshoumaru canceló la reunión y se fue casi volando. Cuando llegó, no lo dejaron entrar hasta que todo había pasado. Entró y la abrazó.
-Mi amor, porqué no me llamaste antes? Estás bien?
Rin le sonrió.
-Estoy bien…
Una enfermera se acerco y le entregó a Rin un bollito en una manta verde. Sesshoumaru sonrió al ver su rostro. Y besó a Rin en la mejilla.
-Se parece tanto a ti…
-No… es la copia fiel de su papá…
-Es hermoso…
Rin rió.
-Es niña…
Fue todo lo que se necesitó para que Sesshoumaru se volviera loco de alegría. La llenó de besos y acarició el rostro de su pequeña.
-Es hermosa… te amo, Rin…
Rin sonrió y se dejó besar.
-Mi amor… qué nombre le pondremos?
-Hoshi… porque ha traído la luz a la familia…
-Te gusta ese nombre, mi amor? Hoshi?
La bebita abrió los ojos y Sesshoumaru estaba que daba pequeños brinquitos. Sus ojos grises con un verde predominante y su pelo rubio platinado.
-Sessh… no quieres cargarla?
Sesshoumaru la tomó en sus brazos, no sin antes besar a su esposa.
-Te amo, Rin…
-Te amo, mi amor…
……………………………………
Gracias a todas! Espero que les guste el capítulo. Para las que se preguntan Shiawase significa Felicidad y el nombre de la bebé, Hoshi, significa Estrella.
FELIZ AÑO 2006!
