Capítulo 21

Y Pensar

Hiroshi ya estaba en la casa, sin embargo aún no podía caminar bien y se ayudaba con un bastón, Sesshoumaru les facilitó una nueva habitación, más grande y con una cama más grande. Unos amigos de Hiroshi se acababan de marchar, Angie se sentó a su lado, él la besó en la mejilla.

-Cómo estás, mi amor?

-Estoy bien, Hiroshi, deja de preguntarme…

-No. Quiero estar completamente seguro…

-Qué lindo! Llevé tu licencia médica a tus profesores, todos desean que te recuperes y dicen que podrás examinarte, aquí me anotaron lo que debes estudiar…

-Gracias… sólo hay 5…

-El profesor de análisis de mercado dijo que tendrás que repetir la materia…

-Me lo imaginé… ese tipo me odia… bueno, entonces a estudiar.

Durante los días de la convalecencia, Hiroshi estudiaba mientras Angie iba a la universidad. Los exámenes estaban encima de ellos.

Luego del período de exámenes, Angie se sentó con Hiroshi, en la sala.

-Mi amor… lo he pensado mucho… y me voy cambiar de carrera…

-Qué? Porqué?

-No puedo hacerlo. Tengo que trabajar también y no tengo tiempo, no si estudio medicina…

-Angie, tú vas a estudiar medicina. Me cueste lo que me cueste.

-Pero no puedo dejarte sólo con todo lo que vamos a comprar… es decir, tenemos que levantar una casa!

-No te preocupes, por eso… te molesta vivir aquí?

-No…

-Entonces nos quedaremos un poco más y haremos las cosas a su tiempo… Angie, te prometo que nuestro bebé nacerá con padres casados y una casa.

-Mi amor…

Angie se refugió en su pecho. Sesshoumaru lo había escuchado todo. Continuó su camino hasta su habitación, donde Rin lo esperaba. Rin lo besó y tomó el vaso que tenía en las manos.

-Gracias, mi amor…

-Preciosa…

-Hm?

-Estaría mal si les regalo un apartamento?

-Qué!

Sesshoumaru cerró la puerta.

-Sé que Hiroshi quiere ser independiente. Pero seamos realistas, nadie le dará un préstamo a un niño para comprar un apartamento… tampoco se lo alquilarán…

-Mi amor, vamos a ver cómo lo hace primero…

-Angie quiere dejar su carrera… la escuché hablando con él ahora… ella tiene razón, con lo que gana Hiroshi como auxiliar de contabilidad, no les da para mantener una casa, mucho menos un bebé.

Rin se sentó en la cama.

-Se lo puedes regalar, pero como regalo de bodas…

Sesshoumaru sonrió y la besó en la mejilla.

-Siempre encuentras una solución!

-Kagome y yo les regalaremos las cosas del bebé… tenemos muchas cosas que ya no usan o que de ahora a que nazca, ya Maya y Ryu no usarán.

………………………………

Sanosuke entró en la habitación y volvió a salir al verlos dormidos. Envueltos en las sábanas pero desnudos, Rin y Sesshoumaru dormían profundamente. Fue a la habitación de Hiroshi, donde él besaba el vientre de Angie, que aún estaba medio desnuda. Ella acariciaba su cabellera con una sonrisa en sus labios.

-Me tengo que terminar de vestir, mi amor… Oh! Kami! Sanosuke!

Angie se puso la blusa de inmediato. Sanosuke se asustó.

-Gomen!

-Sanosuke, ven acá.

-Gomen, Hiroshi, yo no quería ver a tu esposa…

Hiroshi sonrió ante la noción de que en poco tiempo sería verdad. Angie sería su esposa.

-Tienes que tocar la puerta, Sanosuke. Qué querías?

-Quiero agua… pero no alcanzo los vasos… y papi y mami están durmiendo.

-Ya voy…

-Hiroshi…

-Sí?

-Tu esposa es bonita… como mami…

Hiroshi sonrió.

-Lo sé… Es hermosa…

Se levantó apoyándose del bastón y la besó en la mejilla. Bajó las escaleras con Sanosuke y le sirvió el agua.

-Gracias…

-De nada…

Hiroshi tomó un tazón y cortó varias frutas, les agregó miel y en otro tazón, sirvió cereal, dejó la leche aparte y al cereal le agregó fresas en trozos, cuando Angie bajó las escaleras, Hiroshi la esperaba con el manjar.

-Mi amor… qué es todo esto?

-Tu desayuno, mi vida…

Angie sonrió mientras tomó un trozo de fruta.

-Con miel! Mi amor!

Hiroshi sonrió mientras Angie lo llenaba de besos.

-Te amo, mi amor.

…………………………………………

Hiroshi bailaba con su ahora esposa mientras le decía al oído lo hermosa que lucía en aquel vestido de novia. Ella sonreía entre sus brazos y traba de ocultar su rostro sonrojado. Al terminar la música, la besó con ternura.

-Descansa un poco, mi amor… yo voy a bailar con mamá.

-Está bien.

Angie se sentó y Hiroshi invitó a bailar a Rin que apenas se había podido librar de los brazos de Sesshoumaru. Mientras bailaban, Rin dejó escapar unas lágrimas traviesas. Hiroshi la abrazó.

-Porqué lloras, mamá?

-Estoy feliz por ti, mi amor…

-Pero no es para que llores…

-Todo lo contrario. Es para que llore.

Hiroshi, que ahora la sobrepasaba en altura, siendo ya del mismo tamaño que Sesshoumaru, la besó en la frente.

-Te quiero mucho, mamá…

-Y yo a ti, hijo…

Hiroshi la abrazó con fuerza.

-Mami?…

Rin sonrió.

-Crees que si rezo mucho, Kami me regale una bebita que se parezca a ti?

Rin rió a carcajadas.

-Pero como serás! Por más hijo mío que seas, tu bebé será hermoso como tú y su mamá…

-Si se parece a Angie, me conformo. Pero si se parece a mí…

-Y porqué no? Si eres precioso, como tu papá.

-Parezco que me lavaron con cloro…

Rin volvió a reír.

Antes de la cena, Hiroshi tomó a su esposa de la mano y se la llevó al jardín. La besó con ternura y la abrazó.

-Olvidé algo muy importante…

-Qué es?

Hiroshi la volvió a besar y la rodeó con sus brazos, luego dio la vuelta a su alrededor y cuando sus manos quedaron de frente, Angie las acarició.

-Qué haces?

-Olvidé darte esto…

Abrió su puño derecho y allí descansaba un diamante montado en platino.

-Hir…

-Papá quiso comprarla, pero yo no quise… al menos esto tenía que darte de mi propio esfuerzo…

-Mi amor!

Angie se dejó colocar la joya donde pertenecía y luego giró para comérselo a besos.

-No tenías que hacerlo!

-Claro que sí. No te gusta?

-Me encanta! Es perfecto!

Después de la cena, Hiroshi y Angie se escaparon de la vista de todos y se marcharon al hotel donde pasarían su primera noche de bodas. Cuando Sesshoumaru notó que se habían ido, rió a carcajadas, no les pudo entregar el regalo.

Al llegar a la casa y acostar a los niños, Sesshoumaru abrazó a Rin y la besó en el cuello.

-Te amo, preciosa…

-Y yo a ti, mi amor…

………………………………………

Hiroshi esperó con calma, complaciendo las peticiones de su esposa. Cuando Angie volvió con él, sonrió mientras recibía una copa que le ofrecía su esposo. Tomó un sorbo del líquido burbujeante y rió a carcajadas al notar que era sólo refresco de manzana.

-Ni una gota más de alcohol hasta que mi bebé nazca.

-Rin me dijo que podía hacerlo moderadamente… Pero estoy de acuerdo contigo. Por nuestro bebé…

Brindaron y tomaron. Rieron, Hiroshi hizo las copas a un lado y admiró a su esposa con el negligé.

-Eres hermosa, mi amor…

La besó apasionadamente, con gentileza la acostó en la cama y entonces se detuvo.

-Pasa algo?

-No le haremos daño al bebé?

-Pues no sé… no le pregunté al doctor.

Hiroshi se sentó a su lado.

-Y cuando mamá te habló del embarazo?

-Y cómo crees que le voy a preguntar eso!

Hiroshi sonrió.

-No quiero que nada le pase, mi amor… ni al bebé ni a ti…

-No creo que le vaya a pasar nada… tampoco sabemos si puedes…

-Yo sí puedo. Ya hasta levanté pesas. Pero tú…

……………………………

Rin se soltó del posesivo abrazo de su marido para contestar el teléfono. Rió antes de levantarlo por las cosquillas que Sesshoumaru le hacía en el trasero.

-Quédate tranquilo!

-Tengo alguien que necesita tu atención!

Rin rió y contestó.

-Bueno? Hiroshi, están bien?

Sesshoumaru se sentó en la cama. Rin le hizo señas de que estaban bien, eso lo tranquilizó.

-Pues sí, no hay ningún problema… sí, todo… Yo también, mi amor…

Rin cerró la llamada y rió a carcajadas. Volvió a la cama y mientras Sesshoumaru devoraba su pecho le preguntó qué pasaba.

-Ah! Sessh! Nada… sólo que tenían miedo hacerle daño al bebé…

Sesshoumaru rió hundiendo su rostro en su pecho. Antes de Rin notarlo, se volvió a concentrar en su pecho.

-Ah! Mi amor!

………………………………

Hiroshi la besaba y la acariciaba con extremo cuidado.

-Estás bien?

-Hiroshi! Por enésima vez, estoy bien. Mi amor, estoy embarazada, no soy de porcelana…

Hiroshi sonrió.

-Es que no lo sé… papá siempre cuida mucho a mamá y eso es lo que sé…

Angie lo besó en la mejilla.

-Mi amor, si algo anda mal, yo lo sabré…

Hiroshi sonrió, se dejó quitar la camisa con lentitud y entre apasionados besos. Angie saboreó cada rincón del pecho de su esposo y contempló su cicatriz. La del abdomen era una línea recta de algunos 4 cm. Y en la espalda, a la misma altura, en forma de media luna. Pasó sus dedos sobre la misma y Hiroshi se sobresaltó.

-Te duele?

-No… pero sí está un poco sensible… el doctor dijo que es normal…

-Puedo?

Hiroshi asintió. Angie la volvió a acariciar y luego la besó.

-Mi amor, nunca tendré como agradecerte que te arriesgaras por mí y por el bebé de esa manera…

-De qué vale la vida si no tengo las dos cosas que más amo en ella?

Angie sonrió y volvió a sus labios. Hiroshi la abrazó y se colocó sobre ella. Con cuidado fue deslizando la seda blanca del negligé fuera de su cuerpo y acariciando su piel con una tersura similar. Angie gimió al sentirlo besar sus pezones.

-Mi amor…

-Estoy bien…

Hiroshi sonrió adivinando que estaba mucho más sensible que su primera y única vez. Disminuyó la intensidad de sus caricias y la fue desvistiendo poco a poco. Finalmente la contempló completamente desnuda y acarició su vientre.

-Nunca he visto una mujer tan hermosa como tú…

-Hiro…

Hiroshi la besó apasionadamente. Le hizo el amor con el corazón rebosante de alegría y el conocimiento pleno de que llevaba a su hijo en sus entrañas.

-A-Angie!

Hiroshi la contemplaba sobre su pecho, a punto de dormirse. Angie le besó el pecho nuevamente, Hiroshi rió.

-Qué pasa, mi amor?

-No me vas a creer.

-Qué cosa?

-Cuando te vi por primera vez… cuando llegaste al colegio, pensaba que eras fea y que nunca me gustarías. Sin embargo, sólo me bastó conocerte para saber que serías la madre de mis hijos.

-Hiroshi!

-Es la verdad! No es que te vieras fea, sino que no me gustabas. Ni un poquito.

Angie se soltó de su abrazo y le dio la espalda. Hiroshi la abrazó desde atrás.

-Mi amor…

-Por qué te casaste conmigo? Por qué un año de novios?

-No uno, hasta mil… Angie, yo te amo. Cuando dije que no me gustabas, no hablaba contigo. Al momento en que me saludaste cuando nos tocó hacer el primer trabajo juntos, me enamoré de ti.

-Eres el mejor mentiroso en todo el mundo. No puedes arreglar una verdad con mentiras.

-Mi amor… Ah!

Hiroshi se retorció.

-Hiroshi?

-L-las pastillas!

Angie se levantó tan rápido como pudo y corrió a la maleta, sacó un frasco anaranjado.

-Esas no! Las rojas!

Angie le dio las pastillas ya temblando de los nervios. Con lágrimas en los ojos.

-Perdóname, mi amor! Yo no quería que te enfermaras!

Hiroshi cerró los ojos con fuerza. Estuvo encorvado por un largo rato. Angie iba a llamar a Rin cuando Hiroshi la detuvo.

-No estás bien…

-Sí… perdóname… olvidé tomármelas hoy…

Angie cedió sobre su pecho desnudo llorando a rienda suelta.

-No me hagas eso otra vez! Tonto!

Hiroshi la abrazó y acarició su cabeza.

-Perdóname, mi amor, no es como pensé que sería nuestra luna de miel…

-Tonto, tonto, tonto y tonto mil veces!

-Te amo, Angie…

-Te amo, tonto!

Hiroshi sonrió. Una vez que Angie se calmara, Hiroshi la abrazó con más fuerzas.

-Mi amor… de verdad lo siento… me desperté tan emocionado con que hoy serías mi esposa que olvidé mis medicinas…

-Hiroshi…

-Descansa, mi amor…

…………………………………

Angie sólo supo a dónde irían de luna de miel al ver el boleto de avión al día siguiente. Una vez en el avión se lo comió a besos mientras Hiroshi sonreía.

…………………………………

Sesshoumaru llega a la casa desde la oficina, mira el garaje y ve que Rin no ha llegado. Saca su celular para llamarla, ya era bastante tarde para que estuviera trabajando. Pero al entrar en la casa, se encuentra con un muy triste Sanosuke. Se sienta a su lado.

-Qué pasa?

-Hiroshi…

-Qué con él?

-Me hace falta!

El pequeño se abrazó al pecho de su padre.

-Papi, ya Hiroshi no me quiere por que se casó?

-No, no es así… lo que pasa es que ahora él tiene que cuidar a su esposa y su bebé.

-Yo quiero que vuelva!

Sesshoumaru lo abrazó.

-Si él estuviera aquí, qué estarían haciendo?

-Me explica la tarea y después jugamos a aparar en el jardín.

-Todos los días?

-Sí…

-Veamos tu tarea primero. Ya es muy tarde para jugar, eso lo haremos mañana.

Cuando Rin llegó con Hoshi y los gemelos, encontró a Sesshoumaru y Sanosuke dormidos y abrazados. Llevó a los niños a sus camas. Y Entonces fue por Sanosuke.

-Mi amor…

-Mama…

-Mi amor, cenaste?

-Sí…

-Vamos a tu cama…

Rin lo llevó a su cama y lo besó en la frente.

-Te quiero, mi amor…

-Te quiero, mami…

Rin sonrió y cuando salió por Sesshoumaru, chocó con él de frente.

-Sessh!

Sesshoumaru la abrazó y la llevó a la habitación.

-Dónde era que estabas? Sanosuke no supo decirme…

-Hoshi y los mellizos tenían una irritación en la piel y no se las pude controlar, así que los llevé al médico.

-Qué dijo?

-Que es alergia, tengo que hacerles la prueba de las alergias otra vez, porque no sabemos qué es. Hoshi supuestamente no es alérgica a nada… ah, mi amor…

Sesshoumaru le comía el cuello a besos, Rin lo abrazó con fuerza. Sesshoumaru la esperó sentado en la cama, pero ella se acostó de inmediato.

-Rin…

-Mi amor, me duele hasta la médula… la espalda me está matando…

Sesshoumaru le levantó el pijama.

-Mi amor… ah! Sessh!

Sesshoumaru le estaba dando el mejor masaje de toda su vida. Al terminar de deshacer cada nudo de tensión en su espalda. La besó con ternura.

-Te toca en el pecho, date la vue…

Sesshoumaru sonrió. Rin estaba profundamente dormida. Se acomodó a su lado y ella entre sueños lo abrazó.

-Te amo, preciosa…

…………………………………

Hiroshi y Angie llegaron de su luna de miel. En el aeropuerto, cuando Sanosuke lo vio prácticamente le voló encima.

-Sanosuke!

El pequeño comenzó a llorar. Un mes lejos de su hermano era demasiado. Hiroshi lo abrazó sonriendo.

-Yo también te extrañé…

Hiroshi lo abrazó con fuerza.

-Te olvidaste de mí!

-Imposible! Cómo me voy a olvidar de mi superhéroe?

Sesshoumaru se detuvo frente a una casa de un nivel.

-Qué hacemos aquí?

-Tú vives aquí.

-Papá…

Angie y Hiroshi entraron a la casa. Ya estaba amueblada y decorada, incluso con las fotografías de Hiroshi enmarcadas y colgadas en la pared. Hiroshi abrazó a su padre.

-Pero…

-Es mi regalo de bodas… sólo que se escaparon antes de que se los diera.

Angie abrazó a Sesshoumaru.

-Muchas gracias por todo lo que ha hecho por nosotros.

-Papá… no tengo manera de pagarte esto…

-Educando a tu hijo para que sea un hombre de bien, que sobresalga por sus virtudes. Y cuidando a tu esposa cada día y respetándola, como me has visto respetar a Rin…

Hiroshi sonrió y asintió, tomó la mano de Angie.

-Yo sé que ya deben estar hartos de consejos. Pero uno más nunca sobra… El matrimonio no se trata de hacer el amor cuando quieran…

Los jóvenes se sonrojaron.

-El matrimonio no se trata de llegar a tu casa y esperar cada vez un plato caliente sobre la mesa. O procurar siempre tenerlo allí. No se trata de un beso casa vez que se despidan… Se trata de seguir adelante juntos contra todas las desavenencias. Se trata de ayudarse mutuamente en lo que necesiten. En respetarse sin importar las frustraciones de la discusión.

Sesshoumaru tocó a Hiroshi en el hombro.

-Ser padre… No se trata de ver a tu hijo dormido cuando llegas de trabajar. De ignorarlo cuando estás cansado. Y buscarlo cuando tú quieres estar con él… No se trata de decirle que lo quieres cuando está dormido… escúchame… aprende de mis errores…

-Papá…

-Ser padre se trata de estar ahí cuando te necesite, escuchar sus quejas aunque sean ínfimas. Para ti no es la gran cosa, para él es todo. Se trata de decirle que lo quieres cuando te puede escuchar, cuando sabe lo que le dices. De demostrárselo a cada segundo si es posible. Ayudarlo a levantarse si se cae y curar sus heridas si se lastima. Ser padre es una bendición.

Hiroshi lo abrazó con fuerza.

-Papá, no cometiste tantos errores…

-Hijo…

-Sirvo para algo, no es así? Algo bueno hiciste…

-Te quiero, hijo…

Momentos más tarde, Rin llegó con Hoshi y los gemelos. Hiroshi la abrazó con fuerza y la besó en la mejilla. Estaban sentados en la sala. Hiroshi y Angie cargaban a Maya y Ryu respectivamente. Hiroshi la hacía reír a carcajadas. Angie le daba su botella a Ryu.

Cuando se marcharon, Hiroshi abrazó a su esposa y acarició su vientre.

-Te amo, mi amor…

……………………………………………

NO SE PIERDA EN EL PROXIMO CAPITULO

EL GRAN FINAL DE:

KOKORO NO TSUYOI

Gracias a Ceci, Esme, Lou, Saya, Clau, Fabisa, FENIXGIRL, Dosu,HawkAngel, AmyGora y todas las demás que leen y no dejan reviews /

Besitos

Mizuho