Capitulo 3

La dinastía imperial

La belleza del reino se deja ver desde su entrada, desde sus murallas y sus puertas de grueso espesor. Al entrar se ve a los comerciantes y sus clientes llenando la gran calleja. Las damas de la clase noble andando en gráciles pasos con sus damas de compañía detrás de ellas y sus criadas cargando las compras que hacen sus amas en las tiendas de los artesanos. Arriba de su caballo ve todo el alboroto por la acción diaria del pueblo, ve por encima de la cabeza de todas las personas y su atención se fija en el castillo que despunta en el horizonte. Su caballo inicia la caminata a trote por el medio de la calle, algunas personas voltean a ver al jinete y al reconocerlo las damas se inclinan ante los ojos del hombre que no deja de ver el castillo.

- Bienvenido a su hogar su majestad.

El voltea y ve a esa mujer. Le hace un gesto de simpatía con su mirada y pone de nuevo su cabeza altiva y cabalga para llegar al castillo. Al entrar las puertas se abren para el y todos se arrodillan a su paso. Un peón toma las riendas del caballo. Baja de su montura y camina con la mirada y su cabeza sobre la de los demás que se inclinan a su paso por el interior del castillo. Entra a la sala real y el hombre que esta en el trono baja a recibirlo.

- Su majestad.

Se acerca y le da un apretón, lo saluda sujetándolo del brazo con su mano y otro lo saluda igual, su otra mano se posa en la espalda del otro caballero. El que bajo del trono se reverencia ante el recién llegado.

- Levantaos rey.

- Es un placer verlo en su humilde reino majestad, hago lo mejor por cuidar este pueblo para provecho y gloria del imperio.

- Es justo lo que espero de tu coronado. ¿Como van las cosas en este reino?

- Todo es tranquilo…Aunque el otro día el cielo se oscureció de repente y miles de aves surcaron el cielo, eran aves negras, por eso el cielo se nublo de una negrura infinita…

- ¿OH Si? …

- Si…Y esas aves tenían un líder que era una ave blanca… Tomo una forma femenina y vino a dar loores de parte de su reino aviar al gran imperio…

- Entonces tenemos aliados que pueden volar, eso será provechoso.

- Claro, sobre todo la reina de esas aves llamadas cuervos, es una bella mujer blanca como las nubes… Es tan hermosa que me enamore de ella. Debió verla su majestad.

- ¿Es verdad lo que decís? Me parece increíble… Eso seria una gran ventaja sobre los reinos ajenos al imperio.

- Claro su majestad, lo seria si fuese algo que ocurrió, pero lamentablemente es algo que escribí en mis historias…-Sonríe- En ocasiones olvido que usted se deja envolver por mis relatos.

- Yamazaki –Sonrojado- Debería saber que sois así… Siempre me engañas con tus relatos.

- Hablando con la verdad, su majestad no ha habido novedad alguna…El reino es un sitio muy tranquilo en el que todos respetan a la dinastía.

- Me alegra el escucharlo… Atenderé algunas gestiones de la nobleza, si quieren verme dejadlos pasar, luego iré a cabalgar por el reino.

- Ordenare le preparen un banquete, todo lo mejor del reino y las mejores familias reunidas en honor de su grandeza, su majestad.

- Me parece bien.

El camina al trono y se sienta en la silla mas alta, llega un criado y le da su bebida. Yamazaki sale de la sala reverenciándose frente al más poderoso. Entran algunos nobles a la sala y se inclinan ante el representante del imperio. El cabalga por el reino por la tarde y en la noche esta en el banquete dado en su honor, baila con algunas de las nobles hermosas sin intimar mucho con ellas, solo baila y luego va con otra para evitar el hablar con esas mujeres que le parecen poco interesantes, y con algunas otras si cruza algunas palabras.

- Yamazaki…Cuidad bien de este reino, veo que bajo tu tutela esta creciendo y aumentando sus riquezas, eso le dará gusto a mi familia.

- Es un honor cuidar de los intereses del imperio. Que le vaya excelente en su viaje majestad.

- Así será.

Sale del reino y cabalga a todo galope para llegar a otro de sus destinos. Su caballo corre como si fuera una gacela, sus cascos golpean con fuerza y levantan polvo a sus pasos, es un caballo fuerte y joven, de crin castaña destellando su brillo dorado y reflejando la luz del sol. Es un hermoso y fuerte caballo, el mejor, para el hijo de una dinastía. El jinetea viendo el horizonte sin prestar interés a su alrededor, ambos, jinete y caballo están concentrados en su destino.

Llegan de noche al reino que visita. Abren la puerta y el representante del imperio sale a su encuentro en su ropa de dormir. Se reverencia al verlo.

- Es un honor tenerlo aquí su majestad.

El baja del caballo y le tiende la mano para ponerla de pie, su camisón se transluce entre sus piernas y deja ver un poco de su piel bajo el, a través de su delgada capa, el la mira de pies a cabeza y le da un beso en la palma de su mano.

- El honor es mío, ver a tan bella dama es todo un honor…Pasemos ya por favor, no vaya a provocarle algún malestar estar tan descubierta en la noche bajo la luna, entremos de una vez.

- Es un gusto verlo en este su reino. Majestad me alegra que este aquí…Mañana hablaremos del reino, estos momentos los dejare para su descanso y comodidad…. Lleven al caballo al establo y denle el mejor trato… Cúbranlo con una frazada, esta noche es fría…Adelante majestad, entre a su castillo.

- Después de usted…Bella reina del coronado, después de sus pasos iré yo.

Ella camina y el da su primer paso colocándose junto a la gobernante del reino. Ella lo conduce hasta la habitación que le pertenece por ser él el representante de la familia imperial. Abre la puerta y lo deja pasar, el entra y ve cada espacio de la impecable habitación.

- Si se le ofrece algo más su majestad…

- Sois más hermosa cada ves que os veo… He viajado mucho, he pasado mucho tiempo solo y me he fatigado de tanto andar por los caminos del imperio. Cada vez que os veo me quedo admirado de vuestra hermosura y de vuestra inteligencia, sois asombrosa…

- Gracias, su majestad… Usted es muy amable, me considera bella y lo creo un halago de su parte. Usted es muy apuesto y un ejemplo de inteligencia…Me honra recibirlo en este coronado y más recibir esas palabras de su parte.

- Es un gusto deciros la verdad. ¿Queréis dormir…?

- Su majestad –Sonrojada- Disculpe que le robe minutos de su descanso.

- No me robáis nada aun, puedo estar con usted toda la noche, su belleza me hace sentir descansado…Viéndola no necesito de nada mas.

- Me halaga…Su majestad…

- Si.

- A la mañana siguiente ella esta lista en sus actividades, atendiendo al general de las tropas del reino, mientras el da las noticias y el avance de las tropas. El hijo del emperador entra a la sala cuando se abren las puertas y ambos se inclinan al verlo.

- ¿Pasa aquí¿Por que el general habla con vos tan temprano?

- Mi misión es informar a la reina de lo que pasa en el reino. Hay rebeldes que quieren derrocar el poder y apartarse del imperio.

- Es lo que iba a decirle hoy su majestad, este mínimo problema.

- ¿Como esta la situación general?

- Controlada, tenemos preso ya al líder del movimiento, solo falta que no resista y diga el nombre de los separatistas...que quedan vivos, este movimiento ya esta casi controlado. Creemos que quedan treinta participantes vivos…

- ¡Encuéntrelos!- Molesto- Quiero verlos morir antes de irme de aquí…Quiero conocerlos y ser yo el que los castigue en nombre de mi familia… Torturadlo si es preciso, ese hombre debe hablar.

- Como ordene, su majestad. Con su permiso iré a cumplir su orden.

El general se va y el se acerca a la mujer que se pone de pie de la silla y lo mira con sus ojos casi cerrados. El la abraza y le da un beso en la frente.

- Anoche me habéis hecho muy grata compañía… ¡Debiste decirme lo que pasa aquí!…Soy el gobernante de los cuatro reinos y esto afecta al orden de mi imperio.

- Discúlpeme su majestad, ayer estaba fatigado y mi preocupación era que usted descansara. Además no es alarmante, logramos controlarlo desde un inicio, esto ya esta casi exterminado. El imperio se impone y su gloria no puede ser opacada por nadie.

- Sois muy lista, muy elocuente… Es verdad lo que decís…Esto ya estará erradicado. Yo terminare con esos traidores al imperio…Llevare a mi madre al líder y los demás serán castigados en todo el imperio para que nadie se atreva a hacer una estupidez como esta.

- ¿Estáis cansado aun?… Lo guiare por el reino. El desayuno lo esta esperando en el comedor.

- Vayamos y luego me llevareis a ver al preso, si no ha hablado lo haré hablar.

Ellos van a desayunar, luego lo lleva con el reo al que a golpes y fuerza quebranta para hacerlo hablar, ya que dijo la información precisa lo deja descansar. El general actúa de inmediato movilizando la guardia imperial que toma presos al resto de los guerrilleros. Pasa otra noche en ese reino. A la mañana siguiente da órdenes a la gobernante y al general.

- Lleven a tres a los otros dos reinos…Los cabecillas al centro del imperio, presentadlos ante mi madre y al resto matarlos en la plaza publica de este reino… Cortadles las cabezas y después colgadlas de una pica cerca del camino donde pasan todos para que no olviden que nadie debe enfrentar al imperio o será ese su fin.

- Claro su majestad. En este instante preparare a los que serán llevados al imperio.

- Yo misma vigilare que las picas estén en los mejores lugares.

- Confió en que así será. Me iré mañana en la mañana de este coronado… Espero ver las picas listas al irme. Quiero que se respete y venere al imperio…Sois muy lista, vos podéis implantar el temor en el pueblo sin que sea muy cruel el castigo, ni que este provoque odio contra el imperio.

- Me haré cargo de eso, su majestad, no se preocupe así será.

El ve como esta el reino, sus finanzas y su manera de vivir. Pasa la noche tranquila y por la mañana asiste a la ejecución, es parte activa del cortejo ejecutor. Tras el exterminio de los traidores y sus cabezas puestas en las picas y en el camino, el sale del reino a visitar el tercero de estos.

Llega al tercer reino, deja el caballo en el establo y le pone un cubo de agua, mientras le acaricia la crin. Sale del establo y ve el castillo piensa ir a el, baja la vista ocultando sus ojos castaños del sol. Se lanza a sus brazos y le da un gran beso en los labios. El responde ese beso, rodeando la forma femenina con sus brazos. Ella se aparta de el y lo mira llena de alegría.

- ¡Shaoran estas aquí! …Me alegra tanto verte-Sonríe- Te he extrañado mucho… Pasa al castillo, te preparare una ducha…Seguro vienes cansado. Yo te cuidare y te haré sentir bien… ¿Fue tedioso tu viaje?

- Estuve en casi todo el imperio…Me falta ir solo a casa.

- ¡Vienes a verme!… Te he extrañado tanto… ¿Me haz extrañado?

- La verdad…Si, me haz hecho falta Mei Ling. Te extrañe algunos días en que no tenia que defender al imperio, e incluso en esos días te extrañe, sobretodo en las noches que estuve solo.

Ella sonríe y se arroja de nuevo a sus brazos con un beso apasionado. Beso que el alarga lo más posible mientras sus manos se colocan en la espalda baja de la mujer. Extrañaba su olor y su calor, sobre todo el sabor de su fuego y ya esta con ella.

- Shaoran, vamos…Te preparare una ducha y ambos la disfrutaremos… ¿Estas de acuerdo?

- Muy de acuerdo…-Sonríe- Vamos de una vez.

- Claro Shaoran…Después dormirás tranquilamente, con un trato de emperador que te mereces. Ya quería verte, estaba por ir al palacio para estar contigo y tú llegas a mí.

- Lo tenía planeado. Necesitaba verte, además de ver como va todo en este coronado. ¿Llegaron ya los presos¿Lo sabes?

- No hablemos de política hasta después que te hayas bañado y atendido a tu prometida como merezco… O ¿solo vienes a hablar con mi padre sobre el coronado?

- ¿Me daré una ducha junto a mi prometida con su padre rondando el castillo?

- El no esta. –sonríe maliciosa- Llegara mañana… ¿Tienes miedo que descubran al hijo del imperio en la habitación de su prometida, la hija de un coronado del imperio, con la cual te has de desposar?

- No, yo no tengo miedo…Pero vos…-Sonríe-Tenéis razón…Estoy fatigado, no puedo pensar bien… Vuestro padre no podrá hacer nada, además no traes dama de compañía.

La presiona contra el y le da un beso al cuello. Ella sonríe y tomado de la mano lo lleva al interior del castillo, donde ella le prepara el baño para después entrar a la tina y hacerle una agradable compañía entre la espuma y el agua tibia. Tras el baño caliente ella va a su habitación y se viste de impecable manera. Shaoran se viste con sus galas imperiales impecablemente limpias.

- Señorita…el joven Shaoran esta en el castillo…Señorita…

Entra su acompañante. Mei Ling la ve sonriendo mientras acaba de hacer su peinado, colocando el último prendedor en su cabello, terminando así con su tocado.

- Lo se ya…Por eso me preparo.

- Esta muy bella…Lista para recibirlo. Sus padres viene ya, su carruaje se ve desde la atalaya. El príncipe Shaoran esta instalado ya en una habitación.

- Ve a buscarlo y avísale de la llegada de mis padres. Apresúrate para que yo pueda bajar a recibirlos y a saludar al príncipe.

Así lo hace su dama. Ellas bajan a recibir a los coronados y tras ellas llega el hijo del imperio, al verlo los cuatro se arrodillan, después de rendirle tributo se ponen de pie y el se apodera del rey y hablan de la política de estado del imperio. Van a ver a los prisioneros que llegaron y planean como será su ejecución y a que hora.

- Mei Ling puede venir conmigo al palacio…Mi madre tiene deseos de verla, vuestra esposa puede acompañarla además de sus damas de compañía…La emperatriz se sentirá feliz al verla.

- Es un honor que ella lo acompañe… ¿Pero se ira tan pronto? Ha pasado solo una noche en este coronado majestad.

- Ya estoy descansado. He atendido todos los coronados, debo ir al palacio y descansar como es debido…Tengo asuntos que atender en el palacio y no quiero incomodaros con mis deberes.

- Bien, como desee…Ella, Mei Ling, Ira con usted, confiamos plenamente en usted, su majestad, no quiero ofenderlo desintencionadamente al enviarla con custodia, iran ella y su acompañante solamente.

- Me honra su confianza, si desean ir tras ella, serán bien recibidos en el palacio imperial, nos honraría recibirlos en la cuidad prohibida. Con su permiso me retirare. Mis deberes imperiales me esperan…Princesa Mei Ling, cuando usted este lista nos iremos.

E- nseguida me preparare para que no pierda tiempo su majestad, me honra y a mi familia por igual con su petición de mi compañía…En un momento mas, con su permiso iré a prepararme.

Ella sale del salón, Shaoran por igual, el va a ver a su caballo y a prepararlo personalmente para su ultima cabalgata por un buen tiempo. Llega la princesa con su equipaje y el carruaje listo para salir rumbo a la ciudad prohibida.

- ¡Hijo mío estáis aquí! …En hora buena has llegado. Estaba preocupada por vos. ¿Quien os acompaña?

- Me acompaña Mei Ling…Visite cada coronado y le pedí viniera a pasar unos momentos con vos y su padre acepto gustoso. así que henos aquí presentes ante ti madre mía.

La princesa baja del carruaje y se reverencia ante la emperatriz que la pone de pie y le da un abrazo afectuoso, antes de guiarla personalmente a la habitación que tendrá asignada durante su estadía. Shaoran va junto a ellas hasta que llega a su habitación.

- Madre esos prisioneros que os llegaron son revoltosos del coronado de Yiang, querían una revolución y liberar al reino del imperio… La gobernante del reino es una reina muy astuta y ella pudo planear la captura…Todo ocurrió ante mis ojos y os traje al líder de la revuelta para que lo castiguéis por traición al imperio…A los lideres los envié a Chuen, Yiang, Moushy y a la ciudad prohibida, todos han tenido ejecuciones publicas y sus cabezas colocadas en picas para recordar la grandeza y poder del imperio.

- Y lo que le pasa al que se atreve a retar el poder de nuestro imperio. habéis hecho lo correcto. Trajisteis a vuestra prometida al palacio, veo que lo vuestro debe ser formalizado pronto, antes que hagáis lo prohibido…No deshonréis a las familias Li, Shaoran.

- Descuidad madre…Ella viene a veros, supuse que queríais verla. No os precipitéis desposándome con ella… Las cosas primero deben ser más sensatas.

- Hijo…Shaoran… ¿Vos la amáis verdad?

- La ejecución la planee para mañana en el ocaso…Creéis prudente esa hora o deberá ser mas temprano…Lo que creo es que deben ser un ejemplo para todo el imperio.

- Contadme que es lo que hicieron en Yiang contra el imperio…Cortarles la cabeza no es una opción…Es una tradición…Pero según su afrenta puede ser su castigo antes de la muerte.

- Se levantaron en contra del coronado, mataron a soldados y sabotearon las labores de hacienda…Apenas empezaban cuando ella y el general los descubrieron y contuvieron al instante…Yo me encargue de hacer confesar al líder y os lo he traído. Son tan insignificantes que hay que cortarles su cabeza, no lograron romper el orden del imperio.

- Confiare en tu palabra hijo. Fueron contenidos a tiempo… ¿Los castigaremos dulcemente y a tu estilo, Shaoran de que altura deseas que sean las picas?

- Madre –Sonríe- Que sean de cuatro metros… Me encargare de que esta ejecución sea ejemplar para que nadie en el imperio se atreva a pensar en enfrentar tu poder.

- Shaoran me enorgulleces hijo.

Se pone de pie y le da un beso a la mano de su madre, se retira del jardín y va al palacio. Toca la puerta de la habitación y Mei Ling lo deja pasar, aprovechando que su dama esta dormida en la habitación que se le dio entre los mozos del palacio. Entra muy silencioso y cierra la puerta con cuidado. Abraza a la mujer y la besa de inmediato. Van a parar a la cama envueltos en sus caricias y besos, aprovechando que están solos, lejos de los padres de ella y de su doncella y aprovechando que el no es cuidado por nadie.

A la mañana siguiente se hacen los preparativos para la ejecución publica y toda la familia imperial acude a la ejecución, Mei Ling esta allí y Shaoran evita que se les vea muy juntos para evitar denotar que son comprometidos y poder seguir con su imagen de soltería y poder seguir intimando con la joven que le parece adecuada para ello.

Fin del capitulo 3

Quatre dynasties ennemies et quatre amants pincipes

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