CAPÍTULO XIII

TE ENCONTRE...

Se había quedado dormida en su llanto... No pudo evitar comparar la situación con la muerte de su padre.

El llanto... la soledad... ¿Eran en verdad esos sus compañeros?... "Inuyasha" ni siquiera en sueños podía dejar de pensar en él. Puede ser cruel, claro, ver a la persona que amas compartiendo el lecho con otra... esa entrega sagrada que el decía era lo mejor que le había pasado... que era su vida gracias a ella. El sentimiento de la primera noche juntos llegó, y pudo sentir un poco de paz... que después fue removida por la visión de Tsubaki sobre él gimiendo... esos gemidos la atormentaban tanto... y despertó.

Sesshomaru estaba sentado al borde de la cama y fumaba un cigarrillo la estaba observando, parecía que llevaba varios minutos ahí pues su rostro le hablaba de un poco de impaciencia. Se irguió sobre la cama sentándose y mirando hacia otro lado, sabía que si él estaba allí era por que tenía que decirle algo... o abusaría de ella finalmente... sentía pavor... peor ya nada le importaba, quería que la matara... pensó en provocarlo para ello.

-Bueno- dijo el hombre tomando su rostro y acercándolo a él para poder observar las visibles marcas de golpes sobre él.-Esto es lo que te pasa por desobedecer... primero que nada, serás mía cuantas veces lo quiera y segundo la herencia de tu padre esta congelada tu desapareciste y necesito que firmes los documentos- Y entonces ella vio la oportunidad perfecta para provocarlo.

-No te daré nada... viólame cuantas veces te plazca, mí cuerpo es de un solo hombre y golpéame cuanto quieras también... no firmare nada.-

Sesshomaru enrojeció de ira y se tumbo sobre ella comenzó a golpearla y ella comenzó a llorar pero lo tenía bien claro... si Inuyasha nunca la amo y no volvería a verlo, no quería seguir en este mundo para saberlo con otra.

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Inuyasha recibió la llamada de Sango finalmente Miroku había despertado, el golpe en la cabeza había sido muy peligroso pero, afortunadamente, él estaba bien...

Salió del departamento eran casi las 3 .a.m. pero igual no podía dormir, además necesitaba hablar con Miroku sobre lo sucedido, Sango sabía que Kagome había desaparecido, pero Inuyasha nunca le dijo cual era la realidad, estaba muerto en vida conociendo con quien estaba Kagome y lo que había sucedido con Tsubaki... simplemente no podía hablar de ello.

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Estaba totalmente desgarrada de cuerpo y alma... maldición el no la había matado y los golpes en su cuerpo no se comparaban con el de su entrepierna, la violó de una manera tan brutal que la sangre corría en abundancia por sus piernas, intentó girarse pues la posición que tenía le lastimaba todavía mas, sentía como un calor que quemaba de manera salvaje corría por todo su vientre... ese hombre... la tocó tan brutalmente, y ella pudo sentir la desesperación que sentía por poseerla, pero no era una desesperación como la que mostraba Inuyasha cuando iban a hacer el amor... no... esta desesperación lastimaba, finalmente se giró con ese pensamiento... y pudo observar la puerta... estaba sin llave...

Le dolió mucho pero como pudo se paró e intentó caminar...el dolor la hacía llorar y quejarse pero era ahora o nunca, pudo salir de la casa y la vista comenzó a nublarse... solo unas voces... "Llama a una ambulancia" "Esta herida"... silencio... oscuridad...

Por si acaso me estuvieras escuchando,
tú que un día fuiste parte de mi vida,
y de pronto los recuerdos te provocan una sonrisa...

Sólo espero que consigas darte cuenta
que es a tí a quien mi canción va dirigida.


Ya sé que suena un poco extraño,
pero hace tanto que no sé qué es de tu vida.

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Llegó al hospital... vio a Sango con una cara mas aliviada y supo que Miroku estaba bien, respiro aliviado y se acerco a ella dándole un gran abrazo de amistad, esa amistad que los unía entonces Inuyasha al sentir ese abrazo comenzó a llorar... Sango nunca lo había visto así, sabía que ese llanto no era por su amigo... "¿Qué pasa Inuyasha?"...

Y tan profundo como el mar, así de frío,
a diario la distancia pasa lista,
cuántas veces he pensado que jamás te habré llamado,
no hemos vuelto a encontrarnos,
bueno, en fin, te extraño

Y el le contó... Sango estaba pasmada ¿Todo eso había pasado en tan pocos días? Comenzó a desesperarse por saber de su amiga, pero sabía que no podía perder la compostura, pues de otro modo Inuyasha se derrumbaría.

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Entraron con la chica por la puerta de urgencias, primero iba inconciente pero de repente abrió sus ojos y comenzó a quejarse... La trataron un poco pero debían dejarla un poco reposar su cuerpo estaba muy maltratado.

-Pobre chica...- Dijo uno de los enfermeros- ¿Quién pudo haber hecho algo así?-

-Hay muchos locos en las calles- Contesto su compañera mientras finalmente cerraba la puerta de el cuarto de hospital, sin notar, que Kagome se había despertado.

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-Tranquilo Inuyasha... la encontraremos, ya verás todo estará bien... tu no tuviste la culpa.-

-No puedo encontrarla y ese maldito la golpeo... quiero verla Sango- Su voz casi no se oía sus cuerdas bucales estaban destruidas de tanto llorar

No quiero olvidar la cosas buenas que nos han pasado,
donde quiera que estés, donde quiera que estés,
que sepas solamente que me sigues importando, niño.
Revélate por todo aquello en que creímos,
si me estás oyendo, si me estás oyendo,
que sepas que es total el haberte conocido niño.
Yo no quiero olvidar las cosas buenas que nos han pasado,
donde quiera que estés.

-Iré por un café-

-No Sango, yo voy...-

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Se levantó de la cama estaba demasiado aturdida como para saber en donde estaba... lo único que pensaba era huir... no estaba conciente de que estaba en un hospital...

Salió del cuarto y pasó por la cafetería sin notar que un hombre de cabello largo y negro, ojos dorados la miraban sin creerlo.

Yo que nunca tuve miedo a las alturas,
me daba vértigo subirme a tu cintura,
estoy haciéndome cobarde,
estoy empezandome a encoger y fue la locura.

Y tan profundo como el mar, así de frío,
me costaba confesar que te quería,
pero trataba de colar entre mi palabrería,
un sinónimo de amar.
En fin, quería que supieras que no olvidaré
las cosas buenas que nos han pasado.

Tiró el café al piso y ella escucho el estruendo asustada, volteó y ahí estaba él viéndola con lágrimas en los ojos, sin acercarse a ella y por un momento recordó que él no la amaba...

La vio ahí encorvada su cara golpeada... el dolor le invadía el pecho, su mujer, su amada mujer...

Donde quiera que estés, donde quiera que estés...
Que sepas solamente que me sigues importando, niño.
Revelate por todo aquello en que creímos,
si me estás oyendo, si me estás oyendo,
que sepas que es total el haberte conocido, niño.
Yo no quiero olvidar las cosas buenas que nos han pasado,
donde quiera que estés, quiera... donde quiera que estés.

Lo vio acercarse a ella y por un momento quiso escapar, pero el dolor ya no la dejaba avanzar más, creyó que se burlaría de ella pero en su contrario la aferro a su pecho y lo escuchó llorar y decir su nombre... intentaba decir algo más, pero ella no comprendía sus palabras pues estaban ahogadas en llanto.

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Una mujer los veía de lejos "No se quedará así" y dio la vuelta, no lo dejaría escapar y la mataría, sin importar nada

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Y finalmente lo abrazó... Lo necesitaba en ese momento, tanto dolor y por un momento olvido todo... lo único que no olvido fue que lo amaba con todo su ser...

Fin Capítulo XIIII

Artista: Malú

CD: "Aprendiz"

Canción: "Donde quiera que estes"