CAPÍTULO XXII

ASÍ TE IMAGINÉ

Dulce... dulce... dulce, la palabra en si no encierra mucho, pero lo que sea que tenga esta característica simplemente es maravilloso, por que cuando te sientes mal, su dulzura te hace sentirte bien, cuando sientes que todo ha terminado, su dulzura te enseña que hay otro camino, y por que cuando necesitamos que nos aguanten... su dulzura es infinita... eso es dulzura.

La vio dormir nuevamente... se sentía tan feliz de haber dado ese paso pues no sólo por que pudo sentirla suya otra vez, si no por que sabía que si ella había dado el primer paso, ya estaba comenzando a superarlo, la abrazó mas hacía su cuerpo sintiendo el pecho de ella contra el de él, tomo con su mano su cabeza y la vio de más cerca.

Tenía un semblante cansado, se sonrió con diversión, sabía que la causa no era que ella no pudiera dormir por la angustia, si no por que habían tenido una maratónica sesión de amor que la había dejado exhausta, así como a él, pero quería observarla un poco más, esas mejillas que tomaban un hermoso color después de hacer el amor...

Finalmente se durmió con el aroma a su cabello, en verdad él si había podido dormir mejor desde que sucedió lo de Tsubaki y Sesshomaru, pero de alguna manera necesitaba sentirla suya, hacerle entender mediante ese acto que no la dejaría ir nunca más, y así lo hizo, ella pudo dormir tranquilamente por que, después de eso se sintió tan protegida que pensaba que nunca nadie podría lastimarla jamás.

Ya eran cerca de las once y seguían acostados en esos almohadones, ya llevaban un rato despiertos pero ninguno de los dos había pronunciado palabra... estaban tan cómodamente enredados que ninguno quería dejar de sentir el calor de sus cuerpos.

-Ya es tarde- Dijo ella sin moverse ni siquiera poco.

-Si lo es- Le contesto él moviéndose únicamente para acercarla más a su cuerpo.

-Llegaremos tarde a desayunar con Miroku y Sango-

-No creo que vayamos a desayunar, más bien creo que comeremos- Sentenció divertido pues sabía que era ya tarde para desayunar, y aún así terminado el comentario no se movieron por largos minutos.

Finalmente pasados mas o menos treinta minutos Kagome tomo la camisa de la pijama de Inuyasha, la que horas antes había quitado ella misma, se sonrojó ante el simple recuerdo, estaba tan feliz... tal vez le tomaría un tiempo más superarlo todo por completo, pero al lado de ese hombre... bueno simplemente lo lograría...

Se metió a la ducha y comenzó a enjabonar su cuerpo con rapidez, habían casi llegado a su nuevo hogar, así que el calentador de agua no estaba funcionando adecuadamente, había insistido tanto a Inuyasha para que le hablaran a un experto y no fuera el mismo quien lo conectara, sonrió ante el recuerdo de un Inuyasha moviendo todo los cables que se le ponían enfrente insistiendo "Puedo hacerlo", "es pan comido", "Si prendió ¿no?", y bueno ella simplemente se limitaba a reír con sus acciones, he allí la consecuencia: El agua helada.

Estaba en esos graciosos momentos cuando escuchó la puerta del baño.

-Ya voy a salir, espera solo un momento-

-No quiero esperar más, te acabaras el agua caliente- Dijo desvistiéndose para entrar con ella.

-¿Agua caliente?... creo que te has equivocado de baño- Dijo ella riendo haciendo hincapié, con su tono de voz, al intento de Inuyasha por hacer funcionar el calentador...

-¿De qué hablas?-Le dijo el con el mismo tono de Kagome- Este es el producto del calentador mas perfecto del mundo- Y acercó su mano para tocar el agua y por ende su rostro alegre cambio a uno de sorpresa al notar que el agua estaba prácticamente helada.-Debe ser algún error de fabricación- Le dijo dirigiéndose a ella con una sonrisa, a lo que ella contesto con una carcajada.

-Seguro amor, un defecto de fábrica- Le dijo mientras sentía como se internaba con ella a la ducha.

-Bueno, tu hombre es psicólogo y además se poner calentadores ¿podrías pedir más?- Le dijo con ese aire arrogante que a veces solía mostrar cuando quería seducirla-

-Bueno... si no fueras MÍ hombre- Dijo recalcando la manera en que expresaba su pertenencia- Definitivamente no te contrataría, pero...- Se acercó a él y puso sus manos en sus hombros- Definitivamente me compensas cuando me besas y me tocas y...- Fue interrumpida por los labios de Inuyasha que se posaron sobre los de ella, mientras sus manos encerraban su pequeña y bien definida cintura, sintiendo como caía sobre sus cuerpos desnudos, el agua, que a estas alturas estaba totalmente helada, sin embargo eso no les preocupaba demasiado...

Sus manos recorrían frenéticas el pecho de Inuyasha en esas situaciones es difícil escuchar un ruido, pues el agua al caer parece un real escándalo, pero en esa ocasión podía escuchar a Inuyasha suplicar por más y más...

Sus manos recorrían lentamente su estómago...mientras sentía las manos de Inuyasha rodearle los glúteos y tomarlos con fuerza para pegarla a él, para escucharla gemir excitada. Pero la mente de Kagome se vio mas rápida y de un solo movimiento muy suave pudo soltarse de esas manos que la aprisionaban, Para seguir su recorrido por el vientre bajo de Inuyasha.

El agua caía con insistencia en sus cuerpos desnudos, era un contraste de temperaturas... el agua estaba fría pero sus cuerpos ardían cual llamas encendidas en hogueras de pasión.

Pudo sentir las manos de Inuyasha tomar un nuevo lugar en su entre pierna... y perdió total razón... quería sentirlo de nuevo saber que era solo de ella y que ella le pertenecía igualmente a él... Comenzó a acariciar con suavidad su clítoris mientras que con la otra mano acariciaba uno de sus senos, rozándolo con el pulgar. Sus gemidos comenzaron a brotar de nuevo de su boca con la misma desesperación que la noche anterior...

La escuchaba gemir ansiosa y un poco desesperada, sabía lo que ella quería y estaba dispuesto a dárselo... lo supo desde la primera vez que hicieron el amor... cuando el amor es real tarde que temprano dos amantes se hacen uno.

Sus dedos hacían maravillas en su intimidad, sentía su aliento en su cuello, caliente... y después sentía el agua fría caer sobre ellos.

No supo muy bien como... pero de repente se encontró bajando con sus labios por el pecho de Inuyasha que intentaba un poco desesperado tomarla de la cabeza, llegó a su ombligo y deseo que sintiera un poco lo que él le hacía sentir cuando introducía su lengua en su ombligo, Inuyasha gimió de deseo... no sabía muy bien por que pero... sentía lo que estaba por venir...

Soltó un desgarrador gemido que opaco el ruido de la regadera al sentir la lengua de Kagome deslizarse por su miembro hinchado y, por lo que podía sentir Kagome, muy caliente.

No podía abrir los ojos, las sensaciones que la mujer arrodillada frente a el le ocasionaban eran simplemente agobiadoras... tenía esa mezcla de sensación, helada... pero caliente a la vez...

Y de pronto una leve succión en su miembro, y nuevos gemidos...

-Ahhh... ahhh...ahhhhh- No podía ni siquiera articular palabra... esas sensaciones...

No quería detenerla, aunque sentía que de no hacerlo rápido, acabaría por derramarse en su boca, pero antes de que su pensamiento terminara sintió toda su semilla correr frenética por su miembro, saliend disparada hacia la boca de la chica que dejaba escurrirla en su barbilla y cello, observándola con una sonrisa encantadora.

Jadeo y su respiración se empezaba a controlar...

-Así que... esto fue por el agua fría...- Dijo el con una sonrisa... sabiendo que ella lo estaba "torturando" por aquello.

-Si cielo... así que tu sabes si llamas al encargado del gas en esta área.-Sonrió ella devuelta

-Presiento que no lo haré...-Sentenció el saliendo junto con ella para vestirse.

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-Sango... y ¿si paso algo?- Dijo Miroku preocupado, los recientes acontecimiento le habían hecho pasar mucha angustia, si habían quedado con ellos temprano para desayunar... ¿por qué no llegaban? Tal vez Sesshomaru...

-Ya deja de hacer conjeturas, tal vez lleguen para comer- Dijo Sango, quien sabía perfectamente bien por que la pareja no llegaba, hacía mas o menos dos días que Kagome le había confesado su deseo por hacerle el amor a Inuyasha nuevamente.- Los esperaremos sentenció.

-Pero ¿no crees que sería mejor llamarles?- Siguió interrogante Miroku.

-Escucha mí vida, ellos tienen que recuperar el tiempo perdido...- Le dirigió una mirada pícara a Miroku, haciéndole entender que probablemente se habían retrasado por alguna situación "estrictamente atendida por ellos dos solamente"

-¡Claro! Seguramente aún no terminan de ver como funciona el calentador- le dirigió una sonrisa a su esposa y se metió al baño, "pero que tonto" pensó ella, nunca entendió como siendo tan libidinosos y pervertido, al momento de un juego de palabras simples, el simplemente no comprendía, se sonrió al pensarlo, esas mañas las había hecho desaparecer de él, le causo aún mas gracias al pensar en la infinidad de cachetadas que le dio por sus "inquietas" manos, si ese era él... Miroku el que había renunciado a su vida de mujeriego para compartir su cuerpo y su alma sólo con ella.

Sonó el timbre de la puerta, se acercó a abrirlo y ahí estaba la pareja reluciente con un brillo especial, ni siquiera tuvo que imaginarlo, sabía de antemano lo que había provocado el retraso así que sólo atino a decir "adelante, que bueno que están aquí". Y la pareja entró a la casa, ambos miraron todas las fotos que tenían en la pared, y de pronto fueron recibidos por Miroku que bajaba las escaleras.

Reían al contarle a Kagome cada una de las historias que pertenecían a las fotografías de un album que ahora los cuatro revisaban, cuando de pronto una fotografía que, sin saber muy bien como todavía conservaban, salió a sus vistas: eran Inuyasha y Kikyou, Kagome la miro con curiosidad descubriendo que eran muy parecidas pero... sus ojos eran oscuros y los de ella eran verdes, no le dio mas importancia a comparación de Inuyasha quien, aunque ya le había contado todo, no le agradaba que se viera su pasado expuesto de esa manera. La tarde paso rápido y cenaron de manera amena, Inuyasha le daba pequeñas miradas a Kagome, no sabía si esa fotografía había despertado algo en ella, finalmente Kagome le dio una sonrisa cómplice y le guiño el ojo dejándolo tranquilo.

Llegaron a su hogar, no había podido preguntarle a Kagome si esa fotografía despertaba algo en ella, pues ella simplemente no dejaba de hablar de lo maravilloso que debió haber sido estar con su pareja de amigos en la Universidad.

-Oye Kagome- Dijo sentado en un mueble que les había llegado apenas un día antes.- Sobre lo de la foto-

-Te amo- le interrumpió- Lo que fue, fue-

Se acomodó en su pecho sintiendo su corazón y se quedo dormida, el la vio y su corazón le indicó que era así como el había imaginado su vida, así había imaginado su camino a recorrer, de hecho así la había imaginado a ella.

Fin Cap XXII

Serena tsukino chiva: Si la verdad a mí el lemon también me hacia falta... y espero que este te guste también es muy lindo... un poco diferente a lo que eh puesto, espero que sea de tu agrado. Muchas gracias por estar aquí.

Fabisa: Es un honor tener a una escritora de tu talla aki ... gracias por ller y me encanta que te haya gustado, por cierto ia pon l continuación de tu fic!

Mariesmac: peque! Me encanta tenerte y me alegro que te siga gustando a pesar de ser la segunda vez que lo lees!

Gracias a todas

Beoxs y abraxos

Jimena-chan