CAPITULO VII

"La pradera sagrada"

- ¿Por qué arriesgaste tu vida de esa manera? ¿Por qué te molestaste en salvarme? ¿Por qué la molestia en recuperar mi Hiraikotsu? -

Kai no respondió en ese momento, en su rostro apareció la sonrisa más dulce que pudo adoptar en esos momentos, pero Sango insistió.

- ¡Responde! Kai -

- Por ahora no puedo responderte, pues creo que seria demasiado pronto -

- ¿Demasiado pronto? ¿A que te refieres? -

- Lo sabrás en su momento -

- Quiero saberlo ahora, de seguro cuando te recuperes se te habrá olvidado -

- ¡No! Eso nunca, eso es algo que no olvidare, créeme, te lo diré cuando se de el momento, pronto se dará -

Y Lanzando un suspiro, Kai se quedo dormido profundamente.

En ese momento llega Aome con las yerbas medicinales, y comienza a preparar una especie de brebaje, y una crema para untarla en la herida.

Luego de todo eso, le pusieron los vendajes y lo dejaron descansar.

- Su rostro luce diferente - dijo Aome

- A los pocos minutos que saliste, recobro el conocimiento - repuso Sango

- ¿Y pudiste hablar con el?

- Si...

- ¿Y Que te dijo?

- Me dijo que era demasiado pronto para responderme esas preguntas

Aome sospecho saber de que se trataba pero fingió no saberlo.

- ¿Demasiado pronto? ¿Cómo que demasiado pronto?

- No lo se - dijo Sango - Pues me dijo que se daría en su momento

- Bueno, quizás en lo que se recupere, te lo dirá con más calma

- Si, supongo

- Será mejor que descanses Sango, aun no te has recuperado del todo

- ¡Si! ¡Esta bien! Oye Aome... -

- ¿Dime Sango, que sucede? -

- Muchas gracias por todo, eres una gran Amiga

Aome le sonrió a Sango, esa sonrisa lo decía todo, pues se sabia la fuerte amistad que había entre Aome y Sango, y el afecto que le tenia Aome a su amiga.

Esa misma noche, ya cuando todos estaban durmiendo, todos excepto Kai, estaba acostado mirando hacia el techo, y hundido en sus pensamientos.

¿En que pensaría Kai, para estar despierto en plena noche, ora suspirando, ora sonriente?

Pensaba en la hermosa exterminadora. Luego, se sentó y apoyo su espalda en una de las paredes de la casita, seguía aun pensando, luego volteo, y miraba a Sango, la veía dormir, admiraba y contemplaba a ese hermoso Ángel, caído del cielo.

Pero no solo pensaba, pues velaba por ella.

En eso Sango despierta y se da cuenta de que Kai también lo esta.

- ¿Qué sucede Kai? - le pregunto Sango

- No, no, no sucede nada - le respondió el joven titubeando - Es solo que no podía dormir bien

- ¿Aun te duelen tus heridas?

- Solo un poco

- ¿Pero, porque no intentas descansar? Así te recuperas más pronto.

- ¡Eh! Si en un momento, es solo que...

- ¿Qué, que sucede? - pregunto Sango interesada.

- Pensé que querías saber lo... - En ese momento Kai callo, su corazón latía rápidamente sentía como que si se le fuese a salir, Sango lo miraba atentamente, luego de un momento Kai continuo - Pensé que querías saber lo que me preguntaste en la tarde.

Ella se aproximo hacia Kai, y en el momento en que Kai iba a soltar unas palabras Sango llevo su dedo a la boca de Kai, en señal de que hiciera silencio.

- No hables - le dijo Sango con una voz suave y dulce - Me dijiste que todo se dará en su momento, pues yo creo que ahora no es el momento, debes descansar para que te recuperes

Kai obedeció como un niño, pero justo en el instante en que Sango retiro su dedo, Kai agarro la hermosa mano de Sango, la junto entre sus dos manos, sonrió y luego puso respetuosamente los labios sobre ella, Sango se sonrojo.

- ¡Bien! Así será, pero descansa tu también, ya que tienes que recuperarte - dijo Kai.

- ¡Eh! Si - respondió Sango aun tímida - Bien, que descanses.

Sango fue nuevamente a dormirse, Kai fingió hacerlo, pero en realidad seguía despierto, pensando y velando por la hermosa Sango.

Habiéndose recuperado por completo, Kai se levanto muy temprano en la mañana, los demás aun dormían, el salió de la casa, y la curiosidad lo motivo a explorar los alrededores.

Kai comenzó a caminar por toda la aldea, saludaba con respeto a la gente que ya había comenzado sus labores, luego comenzó a caminar sin rumbo, explorando todo lo que había en su alrededor, se adentro en un bosque, al principio creyó perderse, pero continuo caminado dejando para después y sin darle importancia el camino de regreso.

Mientras Kai explora los alrededores de ese bosque, vayamos a la aldea, donde se encuentran nuestras dos jóvenes.

Aome, había visto salir a Kai de la casa, pero no tenia idea hacia donde se dirigía, fue la segunda después de el, que despertó. Luego, comenzó a recolectar algunas yerbas medicinales, para recuperación de Sango y del mismo Kai, también apartó algunas por cualquier emergencia.

Mientras Aome desempeñaba esa tarea, Sango había despertado, se encontró sola en la casa, salió y encontró a Aome, en el campo de yerbas.

- ¡Buen día Sango! Por fin despertaste

- ¡Buen día Aome! Si me quede dormida, oye ¿No has visto a Kai?

- Lo vi salir esta mañana muy temprano, pero ni idea hacia donde

- ¡Que extraño! ¿Crees que haya decidido regresar a su casa? - pregunto Sango con cierto aire de preocupación.

- No creo - dijo Aome notando la preocupación de su amiga - a lo mejor salió a explorar los alrededores.

- ¡Espero que si!

Luego de un momento, de silencio entre las dos amigas Aome se decidió a preguntarle a Sango.

- Oye Sango

- Dime Aome

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Si, seguro

- No se, tal vez sean ideas mías, pero noto que te preocupas mucho por Kai - en ese momento Sango se estremeció, y se sonrojo

- ¡Eh!... - Sango no sabia donde meterse - Son ideas tuyas.

- No, no es cierto - le dijo Aome con cierto tono de picardía a Sango - Te sonrojaste, con eso acabas de decirlo todo.

- Bueno, es que...

Ese instante Sango guardo silencio, como pensando para escoger cada palabra, pero Aome la miraba fijamente esperando a que continuara.

- ¿Si?

- Jamás alguien se había interesado tanto por mi, jamás alguien me ha tratado así de la manera en que me trata el, y también que nadie me ha cuidado y preocupado por mi de la manera en como lo hace el.

- ¡Si! Me he dado cuenta de esos detalles, pero ¿Y Miroku que?

- ¡Si! Aome lo se, lo mejor que nadie, pero es distinto sabes, Miroku me trata de una forma muy distinta a como me trata Kai.

- Si tienes razón, también me he dado cuenta de eso, para serte sincera se ve que

Kai es todo un caballero con las mujeres.

- Eso, y también es la forma en como se expresa, si supieras que ayer en la noche... - Ahí Sango cayo, se dio cuenta de que se le había escapado, y que ahora debía continuar.

- ¿Qué sucedió ayer en la noche? - pregunto Aome con interés.

- Ayer en la noche lo encontré despierto, tenia la mirada perdida, supuse que estaba pensando, volteaba y me miraba, como para asegurarse de que yo estuviese bien.

- Velaba por ti - le dijo Aome.

- ¡Si! Eso parece, pero yo me levante y le pregunte que, que hacia despierto y me dijo que era que no podía dormir bien, luego de un instante me dijo que si no quería saber lo que yo le había preguntado.

- ¡Ah! - dijo Aome con asombro e intereres - ¿Y que te dijo?

- Bueno, yo no le deje hablar, pues le dije que se acostara, para que se recuperara y también le dije que todo se daría en su momento como el me había dicho.

- ¿Y luego?

- Luego, agarro delicadamente mi mano, y la beso.

- ¡Ay! Que lindo.

- Y este es el tipo de cosas de las que te digo Aome.

- Si Sango, te entiendo perfectamente, ojala Inuyasha fuera así.

- ¿Y que piensas hacer? - le preguntó Aome a Sango, luego de un corto silencio. -

Sabes que tienes que pensarlo muy bien ¿No? Pues seria mal, haber tomado la decisión incorrecta, y además tienes que saber bien que es lo que sientes.

- ¿Qué es lo que siento? - ruborizándose, se pregunto a medias para si a medias para Aome. - Pues...

- Bueno, ya vengo iré a buscar más de estas yerbas.

- ¡Si! - le respondió Sango como por inercia, pues estaba un metida en sus pensamientos.

Volvamos mientras tanto con Kai, quien se quedo explorando los alrededores de ese bosque, que ya parecía tan misterioso, pero de belleza singular para el.

Caminado y mirando de aquí para allá, Kai se topo con una enredadera que tapaba la entrada a un lugar, se dirigió pues a donde estaba la enredadera, la curiosidad por saber que era lo que escondía la enredadera, luego quito las ramas y se encontró una pradera, rodeada por el bosque.

Kai se quedo sorprendido por la belleza de ese lugar, pues nunca había visto algo así, los rayos solares apenas penetraban en las hojas de los majestuosos árboles, los pequeños rayos de sol, le daban una iluminación única al lugar, el pasto era de un verde entre claro y oscuro, parecía como un lugar mágico, tan silencioso, armonioso por el canto de las aves que se escuchan a lo lejos.

Kai caminaba por ese lugar y aun veía maravillado la belleza de este, respiraba un aire tan puro, que es difícil respirar en su época.

- Que hermoso es este lugar - se decía Kai, que se hablaba a si mismo.

Luego escucho unos pasos y una voz que le dijo:

- ¡Se llama "La Pradera Sagrada del Bosque"!