Lágrimas de hielo II
Por Khira
VII.
Era más de media noche cuando Sakuragi despertó. Yohei fue a verle enseguida, y lo primero que le preguntó el pelirrojo fue que hacía allí, a lo que Yohei contestó con un 'Baka, a ti que te parece!', y lo segundo como estaba Rukawa.
- Está bien, no te preocupes. Sólo tiene algunos golpes y un esguince cervical.
- Un esguince cervical...! Pero está bien! – Sakuragi se tensó y le dolió todo el cuerpo – Ayyy!
- No se mueva, señor Sakuragi – intervino la doctora que estaba con ellos comprobando el estado de Sakuragi.
- Pero...
- Te he dicho que no es nada, de verdad – insistió Yohei.
- No me mientes? No lo dices solo para tranquilizarme? Porque de lo contrario te voy a dar un cabezazo que...
- Que no, Hanamichi. De verdad que Rukawa está bien – "Al menos físicamente...", pensó el moreno.
Sakuragi respiró un poco más aliviado. Aunque ahora de lo que tenía miedo era de lo que le diría Kaede sobre el accidente. Primero sus padres y su hermano, y ahora ellos por poco... seguro que ya no se querría subir nunca más con él en el coche.
- Entonces puedo verle?
- Usted no se va a mover de aquí... – dijo la doctora.
- Y venir él a verme...?
Primero miró a la doctora, quien simplemente se encogió de hombros, dando así su permiso. Luego miró a Yohei y se sorprendió al ver que este desviaba la vista, incómodo.
- Que sucede? No puede venir a verme...? – preguntó preocupado.
- Ehmm... poder sí que puede... de hecho vino hace unas horas que aún estabas inconsciente...
- Entonces?
- Es que yo estaba con Rukawa en su habitación cuando han venido a decirnos que habías despertado... y...
- Y...? – repitió Sakuragi impaciente.
- Ha dicho que... que no quiere verte...
xXx
Rukawa miraba hacia la ventana de su habitación con los ojos entrecerrados y sin pestañear, como si estuviera durmiendo con los ojos abiertos. La enfermera se preocupó al verle así y más cuando se enteró de que no quería ir a ver a su marido.
- Pero acaba de despertar, es muy importante que sepa que usted está bien, si no va a verle se preocupará y en su estado no es bueno... – insistió la mujer.
- ... – Rukawa seguía en silencio.
- Bueno, si cambia de idea avíseme y le llevaremos de nuevo... – murmuró.
La enfermera salió de la habitación y le dejó solo. Rukawa continuó mirando por la ventana. El cielo estaba completamente negro, no se veía ni la luna. Aquello le parecía también un mal presagio... como cuando había visto a Sakuragi en la UCI y le recordó tanto a su abuelo...
Nunca olvidaría esa noche... ni las últimas palabras que habló con él...
- - - Flashback - - -
Rukawa cogió una silla y se sentó al lado de su abuelo. Durante los largos minutos que siguieron no fue capaz de pensar en nada, sólo observó el rostro del anciano. Se veía más mayor que nunca. De pronto empezó a abrir los ojos lentamente
- Jii-chan… – murmuró Rukawa acercándose un poco más y cogiéndole de la mano.
- Hola Kae-chan…
- Hacía tiempo que no me llamabas así…
- Tú no me dejabas…
- Me hacías sentir como un niño pequeño…
- Es que eres mi niño pequeño…
- Jii-chan…
Los ojos de Rukawa se humedecieron y el anciano soltó su mano de la de su nieto para acariciarle el rostro. Hacía seis años que no le veía llorar.
- Escúchame bien, Kaede… me hice un seguro de vida hace ya muchos años, tendrás que hablar con mi abogado, el señor Eiri, encontrarás su número de teléfono en mi agenda…
- No me hables de eso ahora, por favor…
- Tengo que hacerlo… le llamas por teléfono y hablas con él, tú eres el único beneficiario… También llama a tu tío Hisanobu, él cuidará de ti hasta que seas mayor de edad…
Rukawa no lo soportó más y gruesas lágrimas recorrieron su cara.
- Jii-chan por favor, no me hagas esto, no puedes dejarme solo… - suplicó con la voz rota.
- No estarás solo, cariño… - las fuerzas del anciano empezaban a fallar y Rukawa lo notó.
- Sabes que no tengo a nadie, Jii-chan, por favor…
- Ojalá algún día seas capaz de mostrar tu sonrisa a alguien más…
Rukawa observó con estupor como los ojos de su abuelo se volvían vidriosos, del susto le soltó la mano y esta cayó pesadamente sobre la sábana.
- Jii… chan…
- - - Fin del flashback - - -
Después de eso ya no recordaba nada más, por lo que le contaron tuvo su primera crisis y tuvieron que sedarle a la fuerza. Pero la segunda crisis sí que la recordaba perfectamente. Recordaba el dolor en el pecho, el nudo en la garganta, los temblores de su cuerpo, las ganas de llorar y llorar hasta que el mismo mundo se acabara y así dejar de sufrir...
Primero su familia, y ahora Hanamichi...
Por qué?
Que había hecho él para merecer tantas desgracias?
- Hana... – susurró para si.
- Como...?
Rukawa dio un respingo y volteó la cabeza un poco –lo máximo que le permitió el collarín- hacia la puerta, donde Yohei le miraba con expresión preocupada. Se acercó hasta su cama y apoyó las palmas de la mano en ella.
- Van a operar a Hanamichi – le anunció – En apenas diez minutos.
El kitsune simplemente asintió y miró de nuevo hacia la ventana.
- Y ya está? – se exasperó Yohei.
- ... – Kaede se encogió de hombros.
- Rukawa, él quiere verte antes!
- Pero yo no.
- Eso ya lo dijiste – se exasperó – Y yo se lo he tenido que decir tal cual a Hanamichi! Qué crees que habrá pensado!
- ...
- Yo te diré lo que habrá pensado! Habrá pensado que te importa una mierda! Que no le quieres!
"Que no le quiero...?", repitió mentalmente. "Le quiero tanto que me cambiaría por él ahora mismo".
- Joder, Rukawa! Por qué no quieres verle!
- ...
- Mira... – Yohei no quería decir lo que iba a decir a continuación pero Rukawa no le estaba dejando otra opción – La operación es bastante complicada. Dios no lo quiera, pero algo podría ir mal y... Rukawa, esta podría ser la última vez que le vieras... – terminó en un suspiro.
Rukawa cerró los ojos y un gemido ahogado se escapó de su garganta.
- Precisamente por eso... – sollozó.
Yohei abrió grandes los ojos. Lo comprendió todo al momento.
- Así que de eso se trata... – murmuró – Tienes miedo de que sea una despedida...
Kaede asintió, aún sin abrir los ojos. Yohei observó que las largas pestañas negras se veían humedecidas.
- Rukawa... puedo entender ese miedo pero... piensa lo que pasará si no te sobrepones...
- ...
- Hanamichi entrará en quirófano pensando que no le quieres... Y si... – Yohei cogió aire – Y si pasa lo peor... morirá sin que le hayas sacado de su error...
- Él sabe que le quiero... – replicó sin fuerzas.
- Pero en este momento seguro que lo está dudando...
- ...
- Rukawa, si no vas a verle, puede que te arrepientas toda la vida...
- ...
- Haz lo que quieras... – dijo derrotado, antes de dar media vuelta y salir de nuevo en busca de Hanamichi.
xXx
Un par de médicos le estaban terminando de explicar a Sakuragi como iba a ser su operación, pero el pelirrojo no les escuchaba.
"No quiere verte..."
Tan enfadado estaba? No, no podía ser ese el único motivo por el que su zorro no fuera a verle. Quizás Yohei le había mentido sobre su estado, y en realidad Rukawa estaba peor que él... Sólo de pensarlo se consumía de la angustia...
- Bueno, señor Sakuragi, es la hora. Ahora vendrá a buscarle un celador para llevarle a quirófano.
- ...
- Señor Sakuragi?
- Eh? Ah, vale...
Los doctores salieron de la habitación y apenas un minuto después entraba el celador. Mientras era llevado en la camilla por aquel largo pasillo, Sakuragi iba mirando fijamente el blanco techo y contando las luces de emergencia. De pronto empezó a tener miedo de la operación y se arrepintió de no haber escuchado a los médicos cuando se la explicaban.
Un chico moreno se acercó y se quedó caminando junto a su camilla a la vez que le cogía la mano.
- Todo va a salir bien... – dijo con una sonrisa tranquilizadora.
- Gracias Yohei... – Sakuragi se alegró de verdad que su amigo estuviera allí con él; pero le faltaba alguien demasiado importante – Y Kaede...? – preguntó sin esperanza.
Yohei negó con la cabeza, triste.
- Lo siento, no pude convencerle...
- Yohei, dime la verdad, Kaede está bien?
- Te lo juro, Hanamichi...
- Lo siento, solo puede acompañarle hasta aquí – intervino el celador, deteniendo la camilla ante una gran puerta acristalada.
- Está bien... Hanamichi, nos vemos dentro de un par de horas, de acuerdo? – sonrió el moreno.
- De acuerdo... – Sakuragi le devolvió la sonrisa sin ganas.
- Cuidado! – se escuchó unos metros pasillo atrás.
Sakuragi y Yohei miraron que había pasado. Ambos se sorprendieron al ver a Rukawa acercarse corriendo en camisola y sin el collarín, esquivando cuanta enfermera se interpusiera en su camino. Por su respiración jadeante al detenerse junto a ellos era evidente que había venido corriendo desde la habitación.
- Kaede... – susurró Hanamichi con una gran sonrisa.
Rukawa dio un paso más hasta quedar pegado a la camilla, se inclinó y le planto un largo beso en los labios. Yohei y el celador no sabían a donde mirar.
- Mmm... que bien besas, zorrito. Me das otro...? – bromeó el pelirrojo cuando se separó.
- T-te daré otro cuando salgas, de acuerdo? – dijo Rukawa con la voz quebrada e intentando sonreír, pero sin éxito.
- Escúchame Kaede... – Sakuragi se puso serio – Sí algo sale mal y...
- No, no lo digas... – interrumpió en un sollozo.
- Pero quiero que...
- Que no lo digas! – casi gritó.
- Está bien, está bien... – aceptó Sakuragi – Hasta luego, mi amor...
- Hasta luego...
El celador abrió la puerta acristalada y desapareció junto con la camilla de Hanamichi. Yohei y Rukawa se quedaron de pie inmóviles un momento, hasta que el más bajo habló cuando reparó en algo.
- Te has quitado le collarín! – exclamó.
- M-me molestaba al correr... – susurró el kitsune.
- Joder... bueno, volvamos enseguida a tu habitación...
Instintivamente Yohei agarró suavemente a Rukawa del brazo para acompañarle, pero se sobresaltó al sentir el temblor de su cuerpo.
- Rukawa...? Vamos, Rukawa, cálmate... – pidió preocupado.
Pero Rukawa en lugar de calmarse, dobló sus rodillas, pues sintió que no podía sostenerse, y Yohei tuvo que atraparlo en el aire para evitar que cayera de boca.
- Rukawa! – exclamó atrayendo la atención de la única enfermera que pasaba por allí en ese momento. Se tranquilizó al notar como el chico de ojos azules se abrazaba a él, lo que significaba que al menos no había desmayado del todo – Tranquilo... todo saldrá bien... todo saldrá bien...
N/A: hola! perdón por la demora. Aquí les dejo el que es el penúltimo capítulo de esta historia, así que... saldrá bien la operación de Hanamichi...? y si no... lo soportará Kaede...? por qué soy tan mala XD? Mejor paso a contestar sus reviews:
Elena: este no es mucho más alegre, pero bueno... espero que te guste.
LadyKaoru: tienes razón, si me cargo a hana será como cargarse al zorrito... o quizás no y aprende a sobrevivir solo...
Kaehana9: y ahora por reyes le operan jejeje bueno, total ya les fastidié las vacaciones XD
Miguel: se que serie es pero no la he llegado a mirar nunca. Ahora me ha entrado curiosidad por saber si ese Eugene es más gafe aún que el pobre zorrito XD
Astrea: exacto, es hora de que Rukawa camine solo. No significa que me vaya a cargar al pelirrojo... o sí... Muchos besos a ti también y gracias por el review!
Besos y hasta el próximo y último capítulo!
Khira
