Capítulo 10. ¿Cómo que no me preocupe?

Las palabras de Amy aún resonaban en los oídos de Hermione, las manos le temblaban y la varita apenas si se sostenía en ellas, los ojos le ardían por las furiosas lágrimas que intentaban salir, la frente le punzaba como si toda la información recibida se repitiera una y otra vez; estaba llena de ira, de terror y de odio. Frente a ella estaba una persona horrible, una persona hipócrita, egoísta, terca, voluble, maniaca, una completa loca que fue capaz de pasar desapercibida ante su aguda inteligencia.

Amy no dejaba de mirar el rostro de Herm, realmente le era imposible pues el hechizo la obligaba a esto, pero aunque tuviera opción no quitaría de ella su mirada, tras la petrificación estaba toda esa locura que se había escondido tras ojos de dulzura, tras ojos de ineptitud, ojos de cursilería, ojos de amor; pero nunca más volverían a ese estado que de alguna manera la dotaba de algo de belleza, los sentimientos que ahora se veían reflejados tan perfectamente en sus pupilas jamás la abandonarían y le quitarían cualquier esperanza de adoptar una ligera ternura.

Herm no sabía que hacer, tenía a la peor persona del mundo que conocía frente a ella, completamente inhabilitada, indefensa y vulnerable; tenía frente a ella a la mujer que más daño le había hecho en toda su vida, quería destrozarla, torturarla con todos aquellos hechizos contra los que se había preparado como aurora, lanzar maldiciones imperdonables, prolongar su agonía como ella había prolongado su sufrimiento durante estos días. A pesar de ser una excelente persona quería dejar de ser ella misma por un momento para saborear un poco la venganza.

Pero las personas realmente buenas no son capaces de hacer esto, su varita perdió tensión y bajó, la persona frente a ella no merecía nada más que lástima… bueno, aceptó que a pesar de que no fuera lo correcto la odiaría por siempre, pero este odio no la orillaría a dejar de ser ella misma.

Al bajar la varita los ojos de Amy mostraron burla, esa mirada prácticamente decía "no te atreverías estúpida, jamás harías algo así", a Hermione le hirvió la sangre, captaba el mensaje perfectamente y no se encontraba nada tranquila con el reto que Amy le hacía, de nuevo subió su varita, el orgullo de Herm era muy grande y Amy lo había atropellado miles de veces como para aguantar una más.

- ¿Qué más da si lo hago? puedo argumentar que fue en defensa propia y en defensa de Harry, nadie tiene que saber la verdad Amy, nadie más que tú y yo… retar a Hermione Granger en una situación como esta no es lo más inteligente que tú puedes hacer, así que cambia esa mirada o te juro que te arrepentirás.

Las palabras no significaron nada para Amy, estaba segura de que Herm no haría nada contra ella y si lo hacía seguramente no sería nada grave así que mantuvo la mirada. Hermione la observó y en contra de ella misma sostuvo fuerte su varita, la dirigió al rostro de Amy y abrió la boca lentamente pensando que hechizo sería el más indicado para comenzar.

Una dulce voz la detuvo, de los labios de Harry, quien aún estaba medio inconsciente, salió el nombre de Hermione, este simple sonido le devolvió la razón, ignoró por completo a Amy y volteó a la cama de Harry, tocó su frente y notó un poco de fiebre, estaba dispuesta a ir por el médico cuando pudo ver de nuevo esos hermosos ojos verdes, esa adorable luz que emanaban y que sólo Herm creía ver.

- Herm… ¿que pasó, por qué estoy en mi cama?

- Calma Harry, todo está bien, acabas de despertar de una largo sueño lo mejor es que respires y trates de tranquilizarte – respondió una tierna y dulce Hermione

- Está bien… pero¿qué demonios hace Amy tirada en el suelo petrificada? – se había incorporado y sus ojos estaban como platos al ver el cuerpo de su "novia" a mitad de su habitación

- Ah… eso, no te preocupes, fui yo, fue un simple petrificus totallus, ella está bien - contestó con una gran tranquilidad como si fuera lo más normal del mundo

- ¿QUÉ¿Cómo que no me preocupe¿Sabes que despertar de repente teniendo como último recuerdo a tu mejor amigo casi abusando de la mujer de tus sueños no es algo sencillo, ahora auméntale el hecho de que la que se supone es mi novia está tirada a medio cuarto petrificada… ¡y por ti! Creo que en algún momento me golpee la cabeza y me está haciendo un gran y grave efecto… o tal vez desde el principio esto fue un sueño… si, eso ha de ser… nos vemos hermosa alucinación de Hermione, nos vemos alucinación de Amy tirada en el suelo ¡Buenas noches! – y diciendo esto se acomodó en su cama y cerró los ojos.

Hermione no pudo más que reír, en medio de todo lo sucedido Harry había estado inconsciente y no tenía ni la más mínima idea de lo que ocurría, era hermoso y gracioso ver un dejo de ingenuidad en aquel apuesto hombre. El saber toda la verdad arrebató de su mente cualquier duda o rencor que pudiera tener contra Harry y le dejó aquel amor casi tan puro como siempre había estado. Con la sonrisa maternal que siempre la había caracterizado tocó el hombro de Harry y lo movió hasta que este volteó.

- ¿Sigues aquí? Pensé que las alucinaciones no te podían tocar - preguntó contrariado

- No Harry, las alucinaciones no te pueden tocar… por eso yo puedo hacer esto - y se inclinó sobre él para unir sus labios, se sentían un poco fríos pero pronto se acostumbraron al contacto y se contagiaron del calor de Herm, la sensación le era tan dulcemente familiar que parecía que nunca terminaría, al menos eso era lo que ambos deseaban, pero si no se detenían podría pasar de un tierno beso a algo más, después de todo se encontraban en una cama y sus sentimientos desbordados ya los habían hecho caer en una situación difícil una vez. Hermione paró lentamente y se separó de Harry.

- Herm… no quiero…

- Si Harry, debemos hablar ¿no lo crees? – y dio una mirada al cuerpo de Amy que parecía un simple tronco a mitad de la habitación

- ¡Amy¿Que sucedió?... espera, todo lo que recuerdo… ¿en verdad pasó?...

- ¿Qué recuerdas Harry? Ha pasado algún tiempo y… bueno, no sé si tu mente estuvo completamente a salvo mientras tanto

- Herm, sí sucedió ¿verdad, Ron casi te lastima y yo lo detuve… pero aún así yo no soy tu salvador como alguna vez en el pasado lo dijiste, yo lo lamento, yo… - sus ojos apartaron esa ingenuidad con la que despertaron y adoptaron esa tristeza oscura que Herm había presenciado sólo en ocasiones en las que Harry se sentía devastado.

- Harry, antes que discutamos algo tengo que decirte lo que acabo de escuchar.

- ¿Qué es Hermione, qué puede ser o puede llegar a cambiar lo que pienso en este momento?

- La confesión de Amy

- ¿Amy? Me dirás la razón de que esté como un cadáver ahí

- Ella… pensó que sólo estabas tú en este cuarto y dijo todo lo que había hecho durante este tiempo, habló de cómo se enamoró de ti y como deseó que tu la tomaras en cuenta como alguien especial.

- Y como acepté ser su novio sin pensar en que tal vez la lastimaría al no amarla

- No precisamente… ¡Harry, ella te manipuló, controló tu mente y la de Ron para lograr todos sus caprichos, nos usó a todos como simples marionetas y nos hirió… y caímos Harry¡nosotros! Aceptémoslo Harry, aún sin decirlo creímos ser los mejores aurores del mundo mágico a pesar de que aún no tengamos ese título, y nos dejamos llevar por la dulzura y la inocencia que ella nos hizo creer que poseía – Herm estaba al borde de las lágrimas, todos los sentimientos de impotencia salieron al estar con una persona que le inspiraba confianza, tomó la mano de Harry y la sostuvo con fuerza.

Harry acarició el cabello de su amiga con la mano libre tratando de comprender lo que trataba de decirle pero esperó a que ella se desahogara y entonces siguieron con las explicaciones, ella le habló de todo lo que acababa de escuchar y él, estupefacto, creyó cada palabra que provenía de Herm. Su mente tardó en relacionar a la tímida y dulce Amy con la mujer de ojos dementes en el suelo pero la resaca de la poción que lo mantuvo inconsciente por varios días le ahuyentó cualquier duda.

- ¿Y como lo escuchaste Herm?

- Dejé una nota cuando disponía a irme, subí a verte y me iba a ir de inmediato pero, te veías tan indefenso… no pude irme, tenía la imperiosa necesidad de protegerte y cuidarte, estabas tranquilo y me puse a recorrer con la mirada tu habitación, tus fotos y los recuerdos que guardas, y en una esquina vi la caja de madera que te regalé una Navidad, tuve que abrirla y mirar que guardabas adentro, había un libro y la capa de invisibilidad que tu padre te regaló – en ese momento se apartó y buscó en el suelo, se levantó y pasó la suave prenda a manos de Harry

- Hacía mucho que no había la necesidad de usarla - mencionó Harry entre reminiscencias

- Lo sé, pero aún así no sabría decirte porque la usé… estaba junto a ti y escuché pasos desde la escalera, fue mi primer instinto y la fuerza de la costumbre, cuando entró Amy estaba a punto de quitármela pero… su mirada no era la misma de siempre y sus palabras tampoco.

- Gracias papá, gracias Albus – susurró Harry y abrazó la capa - Gracias Herm, gracias por salvar mi vida

- Harry, no tienes que agradecerme, yo te fallé

- ¿Qué te sucede mujer, como puedes decir eso si la loca de Amy está ahí sin su varita y sin mi vida consumida por ella?

- Yo era la única que no estaba bajo los efectos de la poción, yo estaba en mis cinco sentidos y dejé que mi corazón me dominara, pude haber evitado todo esto, pero te fallé.

- Herm… siempre he admirado tu intelecto, desde que éramos niños, pero si hay algo más brillante en tu persona que tu cerebro, ese es tu corazón… y no me importa que yo esté atascado de esa estúpida poción, lo que me importa es que estás bien, que Ron no quiso hacer lo que hizo, que nadie salió realmente herido y que…

- Harry, espera… ¡Ron!

Y recordando la existencia de su amigo, Hermione bajó la escalera a toda velocidad seguida de Harry que mantenía un paso más ligero pues aún no estaba al cien por ciento de salud. La sala estaba tan silenciosa que realmente preocupaba, cuando Harry llegó al sillón Herm trataba de reconocer los signos vitales de Ron que estaba acostado cuan largo era.

- Ron, despierta por favor - Hermione examinó las tazas de té sospechando algo, sacó su varita y tocó la bebida que quedaba en la que usó Amy, se volvió de color rojo.

- Simple poción para dormir… - murmuró Harry con un suspiro de alivio

- ¡Má, dile a Fred que me deje dormir otro rato! – entre sueños dijo el pelirrojo y dio media vuelta en el sillón, estaba perfectamente bien.

- Despierta Ron, tenemos muchas cosas que hacer – gritó Harry

- Harry ¿y si lo dejamos dormir?

- No me arriesgaré a que esa maldita poción de Amy pueda llegar a dañar a Ron, por lo que dijo a él le dio una dosis más fuerte que a mi, y de una sola vez, es mejor prevenir.

- Tienes toda la razón Harry… pero primero ve a cambiarte, no creo que quieras ir al hospital en pijama.

- ¡Oye¿quién me puso la pijama? – preguntó sumamente sonrojado y mirando sus ropajes

- Je… fue Amy, pero fue con un hechizo… creo

- ¿Cómo que crees?

Hermione evadió su mirada para no reírse y lo mandó a cambiarse de nuevo mientras ella despertaba a Ron, pasó un buen rato entre que las dos cosas sucedían ya que Harry se aseguró de proporcionar a Amy un hechizo más duradero y seguro, cuando él bajó Herm le estaba dando la explicación de todo lo que había sucedido y porque deberían de llevarlo al hospital. Los amigos se miraron y se brindaron un fuerte abrazo, se aparecieron en el hospital de inmediato.

¡HOLA MARAVILLOSAS PERSONITAS que se aparecen en esta Hermosa página! Pues no se si les agradó este chap o no porque sólo recibí dos reviews… pero dos hermosos reviews así que no hay problem porque me hicieron feliz ji

Mariana Splendor Miau McGonagall¡¡¡Miau! Pues ya has leído quien, no fui mala y lo dije rapidito jejeje gracias a tus comentarios me aseguré de detallitos que luego se me pasan jejeje mencioné mi demora no porque me haya tardado eternidades sino porque ya lo tenía desde un poco antes y me dio coraje no haberlo subido :) ahora me tardé… no se si mucho o no porque poco a poco voy perdiendo el sentido del tiempo - pero como tenía casi nada del capitulín traté de apurarme muchio, espero te haya gustado este, Sayonara y gracias.

Anita Star: Y le atinaste, aunque de hecho sus reviews me dieron la idea de cómo seguir jejeje me alegra que pudiera crear a alguien que levante tanto odio jajaja creo que el provocar emociones en los lectores es el sentido de la escritura… bueno, al menos de la mía, jejeje al bote mágico; si ya mero se termina esto y ¡te agradezco desde el corazón que te hayas dado una vuelta por mis demás fics! Y que hayas dejado review, eres adorable; de hecho ya iba a quitar una que otra historia porque se me hacían… bueno, no eran tan queridas como esta, pero gracias a ti ahí siguen y seguirán :) gracias querida Anita, nos leemos pronto.

En fin, a los que leen y no dejan reviews… sean lindos y déjenlo ¡porfis! De veras que me animan a seguir escribiendo, se los juro.

Por cierto, quiero mencionar a mi querida amiga Ady, quien me dijo que aunque no dejaba review si se fijaba en la historia, ella es la maravillosa persona que organiza HH Paraíso y una GENIAL escritora, si pueden leer sus fics amaran aún más la pareja de Harry y Hermione, por algo le dediqué este fic cuando lo publiqué, y con esto reitero la dedicatoria :)

Mmmm tenía que decir otra cosa… ah si, ya se terminó esto queriditos, bueno, de hecho sólo queda un capítulo más y digo Sayonara a la historia; espero que esta vaya siendo de su agrado y que perdonen la cursilería que puedo llegar a poner al final, no me vayan a matar si no actualizodemasiado pronto, el lunes entro a mi curso de Serigrafía y serán jornadas más largas que las de la escuela normal... pero no importa lo disfrutaré mucho:)

ATT:

ARI-ZETA

Posdata: Quieran a sus mascotas… o en su defecto a sus hermanos jejejeje lo siento es que el niño rata (osease mi hermano) me estaba molestando un poco ahora.