Datos del fic.

Titulo: La Despedida

Historia: Después de varios años de haber desaparecido Edward regresa, pero a un costo que preferiría jamás haber pagado...

Declaimer: Solo aclaro que Full Metal Alchemist no me pertenece y este fic lo hago por diversión nada más.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Capitulo IX

La Despedida

La oscuridad se hacia menos densa según retrocedía, no sabia que hacer, estaba totalmente abatido al ver la cantidad de manos que se posaban sobre su cuerpo haciéndolo regresar.

Luchaba desesperadamente contra ellas para que lo devolvieran nuevamente adentro, mas fue inútil, no lo logro, quedando otra vez fuera de esa puerta, teniendo a la verdad de nuevo frente a sus ojos, sin duda una gran ironía, porque como la ultima vez no pudo hacer nada para evadirla y mucho menos contradecirla...

- ¡Maldición! – exclamo fuertemente el muchacho con suma impotencia al ver como aquella enorme puerta se cerraba frente a él y dentro de ella quedaba lo mas valioso que alguna vez imagino poseer.

En un último intento corrió hacia ella con desesperación, estrellando sus puños fuertemente contra ella y sin dejar de implorar lo que desde el momento de entrar en ese lugar pidió a gritos.

- ¡Devuélvelos! – golpeo varias veces sin obtener respuesta - ¡Devuélvemelos!... maldita sea ¡tienes que regresarlos! – aquellos rostros sin forma dibujados en la oscuridad parecían burlarse de él y de sus intentos.

- ¡Te he dicho que lo devuelvas! yo jamás pedí esto… - su voz pareció apagarse a medida que su desesperación aumenta, mientras algunas lagrimas espesaban a rodar por sus mejillas – jamás pedí que fuera de esta manera, jamás…. – sin mas cayo de rodillas al piso totalmente derrotado mientras sus puños seguían fuertemente presionados al sentir una enorme ira por no poder haber hecho nada para salvarlos.

Todas las heridas y golpes que había recibido su cuerpo no eran nada comparadas con el dolor y sufrimiento que estaba experimentando en esos momentos.

- ¡Devuélvelos……! – un último grito se escucho en aquel espacio vació, continuo lamentándose por unos segundos mas antes de que algo lo sacara de si mismo.

- Nos vemos del otro lado – le dijo con una enorme sonrisa llena de malicia el sujeto que había ocasionado toda esa tragedia, al ver su rostro nuevamente juro que no descansaría hasta que lo hiciera pagar por todo su sufrimiento.

En ese momento la puerta se serró completamente y fue cuando se dio cuenta de que los había perdido para siempre….

♦♦♦

- Hermano… hermano… despierta – sintió la mano de alguien mecerlo suavemente regresándolo nuevamente a la realidad.

Poco a poco fue reincorporarse sintiendo una gran agitación dentro de su pecho, al mismo tiempo que una opresión en el corazón le entrecortaba el aliento, entonces recordó lo que momentos antes había sucedido, su semblante palideció mientras su mirada se oscurecía al caer varios mechones dorados de su cabello sobre su rostro, fue un duro despertar para el chico rubio.

- Hermano ¿te encuentras bien? – unos vivaces ojos de color café claro se clavaron sobre su persona haciéndolo reaccionar completamente.

- ¿Que paso? – dijo bajamente mientras llevaba una de sus manos algo temblorosa a su frente, esta se encontraba llena de sudor frió al parecer causado por los momentos revividos en su mente.

- Creo que tuviste una pesadilla… - el muchacho castaño lo miraba sumamente preocupado – no dejabas de gritar que te los devolvieran.

- Hermano ¿te encuentras bien?

- Si... descuida Al, como bien dijiste fue solamente una pesadilla... – trato de sonar tranquilo y calmar un poco sus emociones.

- Esta bien... – dijo el castaño, aunque no muy conforme con la respuesta, decidió no hacer otra pregunta al ver el semblante preocupado en el rostro del muchacho.

Se llevo un gran susto cuando escucho los gritos de su hermano resonar por toda la habitación, se levanto apresuradamente de su cama para ver lo que pasaba, dirigiéndose a toda velocidad a la cama del rubio.

Al ver su rostro se encontró con una enorme desesperación que profesaba el joven rubio entre sueños, no le quedo otro remedio que despertarlo para saber que era lo que ocurría, mas por la reacción que tuvo después este supuso que lo mas conveniente era no hacer preguntas en ese momento.

- ¿Que te parece si bajamos a desayunar? – sonrió para no preocupar mas a su hermano menor – después de todo ya amaneció y dudo mucho que pueda conciliar el sueño nuevamente

- Me parece bien… aunque deberías descansar, yo aun estoy agotado por la sesión de compras que tuvimos ayer con Winry – el castaño trato de aligerar un poco el ambiente tenso de hacia unos momentos.

- Ni me lo recuerdes, ahí se me fue la mitad del adelanto que me dio Mustang – su voz se escucho algo contrariada, a Alphonse le parecían graciosas las reacciones que a veces tenia su hermano, sobre todo cuando mencionaban algo sobre su estatura – que remedio, y seguramente hoy también tendremos una jornada difícil porque aprovechara cada minuto antes de regresar a casa.

- Si... creo que no tomo muy bien el hecho de que tengamos que partir en el tren de la tarde hacia la región del norte – dijo tranquilamente el muchacho – jamás imagine que el general te asignara una misión tan pronto.

- Lo se… pero Al tu no tienes que venir conmigo¿por que no regresas con Winry a Rizenbull? – empezó a vestirse para bajar al comedor del cuartel, después de su nuevo nombramiento decidieron pasar ahí la noche, aunque la teniente Riza había insistido en que se quedaran en su casa, solamente Winry acepto la oferta, así que acordaron en pasar por ella al día siguiente.

- Ya no insistas, al fin te encontré y necesito que aclares muchas cosas sobre mi pasado... cosas que nadie mas podrá decirme ya que tu eres quien mejor me conoce... – dijo el castaño tranquilo – además hermano solo nos tenemos uno al otro ¿no es así?

- Cierto – sonrió el rubio cuando escucho esas palabras, señal mas clara de que Al no había perdido completamente la memoria – en ese caso no insistiré mas, aunque lo que menos quiero es arrastrarte a esta vida nuevamente... – el joven tuvo que acceder al no poder convencer a su hermano menor de lo contrario, llevaba insistiendo desde que se entero de su próximo destino.

- Descuida, ya olvidaste que eh estado el servicio de los militares por dos años, así que un año mas no me hará daño – le sonrió tranquilamente al joven de ojos dorados el cual correspondió el gesto de igual forma.

Los dos chicos bajaron al comedor tal como lo tenían planeado, después del desayuno decidieron ir a casa del general para recoger a Winry quien regresaría a su pueblo natal al mediodía, tal como lo predijo Ed, el único objetivo que tenia en la cabeza la chica era el de comprar todo lo que se le pusiera enfrente, dejando al muchacho casi en banca rota.

Alphonse observaba el comportamiento de ambos jóvenes con atención, nunca antes vio a Winry tan feliz, era verdad que siempre tenia una sonrisa amable para él, pero su comportamiento cuando estaba cerca de su hermano era otro totalmente diferente, parecía disfrutar cada momento que pasaba a su lado y su hermano aunque lo negara y se quejara todo el tiempo, parecía sentir lo mismo por ella al consentir cada capricho de la joven rubia.

Estaba feliz por ambos, ya que aparte de la tía Pinako y su maestra, ellos eran las personas más importantes para él en este mundo, su única familia.

Después de cuatro horas de pasar de una tienda a otra los hermanos Elric estaban totalmente agotados, pero por fin habían terminado con su labor y estaban felices de que esa fuese la última tienda de auto mail en la que la chica ojiazul compraría cerrando con broche de oro su agitado día.

Edward estaba satisfecho de que la rubia estuviera tan emocionada y sobre todo que durante todo el día esa maldita llave no hubiese echo su aparición, mas todos sus ánimos desaparecían apenas ponía su vista sobre la enorme pila de paquetes que tenían que cargar hasta la estación del tren.

- Gracias por su compra – fueron las palabras que se escucharon después de que la chica saliera de la tienda con una nueva columna de paquetes.

- Listo, con esto termine – dijo satisfactoriamente la muchacha.

- Winry no te parece que es una exageración, tú sola vas a llenar el tren con tantos bultos que según tu "son recuerdos"– dijo el rubio entre asombrado y molesto, ya no tenia ánimos de cargar un paquete mas.

- Ya no te quejes, esto no es nada comparado con lo que tenía planeada comprar – dijo la chica frunciendo un poco el entrecejo y cruzándose de brazos.

- ¡Tenias mas cosas que comprar! pero si con esto ya me dejaste en la ruina – la voz del rubio se escucho mortificada.

- Lo que pasa es que eres un tacaño ¿no es así Al? – volteo a ver al chico que cargaba otra pila de bolsas y paquetes casi tan alta como la de su hermano.

- Este... je, je, je... – sonrió un poco nervioso, no podía apoyar a ninguno de los dos porque ambos eran sus hermanos mayores.

- Vamos Al, dile a esta mecánica que es ya ha sido demasiado – dijo el alquimista nacional mientras una mirada fulminante de la rubia lo atravesaba, indicio seguro de una inminente confrontación entre él y la ojiazul..

- No me digas que es demasiado para ti... – lo miro maliciosamente la chica – claro con lo pequeño que eres seguramente el volumen que tienen los paquetes apenas si lo puedes abarcar... – esa fue la gota que derramo el vaso.

- Enano... – una pequeña venita algo hinchada por el flujo de sangre que se agolpaba ahí se empezaba a notar en la frente del joven - a quien le dices que es tan enano que a penas si lo puedes ver con una lupa.

- A ti enano alquimista de pacotilla – contesto la chica rápidamente.

Al, no pudo decir nada para calmarlos, los dos habían empezado a discutir y según su corta experiencia en esos asuntos, le quedo claro que mientras los dos mantuvieran esa postura no habría poder humano que los detuviera hasta que uno de los dos se diera por vencido, siguieron sin que uno u otro se rindiera y sin notarlo llegaron a la estación de ferrocarriles de Central, el tren de la chica partiría en media hora pero era mejor estar ahí temprano para tomar un buen lugar.

Alphonse se encargo de llevar los paquetes al vagón de equipaje ya que su hermano se negó rotundamente a hacerlo, según él ya había tenido suficiente de los comentarios de esa mecánica desquiciada.

Muy a su pesar tuvo que dejarlos solos durante un buen rato a causa del papeleo que tendría que hacer para etiquetar todos los paquetes de la rubia, lo hizo con la espereza de que cuando regresara aun los encontrara enteros y sin serias lesiones, mas que por ella, temía por la seguridad de su hermano después de presenciar en acción esa pequeña arma mortal que hasta ayer supo tenia la joven.

- Ya deja de comportarte como un niño Ed¿hasta cuando vas a seguir enojado? – las palabras de la rubia se escucharon un tanto molestas.

- ¿Yo?... pero si eres tu la que siempre empiezas las discusiones – seguían con aquella postura infantil, cualquier persona que los viera pelear pensaría que eran una pareja de tórtolos enamorados con una pequeña crisis en su relación.

- Esta bien, admito que tuve algo de culpa, pero tu no te quedas atrás – dijo la chica serenándose un poco – me disculpare siempre y cuando tu lo hagas también – volteo a ver de reojo a su acompañante.

- De acuerdo... – dijo el chico con resignación – Winry lo lamento.

- Yo también lo lamento Ed... ¿amigos? – le extendió la mano para hacer finalmente las paces.

- Amigos – tomo su mano en señal de mutuo acuerdo.

- Entonces... ¿cuando los volveré a ver? – dijo con un dejo de tristeza en sus palabras.

- El trato con Mustang fue que solamente estaría bajo sus ordenes durante un año, después de eso, no lo se, tal vez regresemos a casa – le sonrió el rubio con indiferencia.

- ¿De verdad!... – la reacción de la chica fue de inmensa alegría, ahora por lo menos tenia la esperanza de que esta vez si regresaría a su lado, y todo seria como antes de que tomaran caminos distintos – estaré esperando ansiosa a que llegue ese día, sabes que la abuela y yo siempre los recibiremos gustosas en nuestra casa.

- Lo sé – sonrió nuevamente pero esta vez su expresión fue mas sincera, dándole un brillo especial a su semblante, este pequeño detalle no paso desapercibido por la chica rubia, al verlo sintió como sus mejillas empezaban a arder un poco, sonrojándose levemente.

Sus sentimientos por ese joven invariablemente eran los de amor fraternal o al menos eso siempre quiso creer, mas sin embargo ya no estaba tan segura de que eso fuese lo que realmente sentía, no desde que volvió a ver nuevamente al chico rubio, porque a partir de ese momento una emoción mas cálida empezó a nacer en ella, haciéndose mas fuerte con cada día que pasaba a su lado.

Eran realmente hermosas las sensaciones que empezaba experimentar, sensaciones que por dentro se negaba a descifrar, puesto que no estaba tan segura de aceptar lo que estas conllevarían y los cambios que causarían entre ella y su amigo, por lo que prefirió callar y seguir como si todo fuese igual que antes, aunque obviamente no lo era.

- Todo esta listo – el joven castaño hizo su aparición.

- Entonces es tiempo de que aborde ese tren ¿no es así? – la chica entristeció al ver que pasaría mucho tiempo antes de que los tres volvieran a estar juntos.

- Si… - dijo el rubio mientras desviaba su vista a un punto no especifico del andén.

- Al… por favor cuida de Ed, trata de que no se meta en problemas y mucho menos que haga una tontería como las que suele hacer - la chica se acerco a Al para darle un fuerte abrazo el cual indicaba que se despedía por el momento mas no era un adiós definitivo.

- Seguro Winry – correspondió el abrazo de la joven, ante la mirada furiosa del joven rubio por el comentario echo.

- Y tu no vallas a meter en problemas a Al, porque si me entero de que algo malo llega a pasarle te las veras conmigo – le miro con el seño fruncido, para después dedicarle una hermosa sonrisa mientras lo abrazaba tan fuerte que pareciera era la ultima vez que lo veía.

- No pienso hacerlo – el también la abrazo, la rubia se acerco un poco mas a él y entonces le susurro algo al oído.

- Cuando regreses a Rizembull te diré algo importante, así que no vallas a demorarte – después de eso le dio un pequeño beso en la mejilla separándose finalmente de él, esa acción lo hizo sonrojarse un poco, era la primera vez que esa chica le daba una muestra de su afecto.

- Espera… - dijo el chico sosteniéndola del brazo - ¿de que se trata?

- Es un secreto – sonrió felizmente la joven – solo te lo diré si regresas a casa.

- Pero… - la chica se soltó de él dejándolo un poco confundió, entonces decidió abordar el tren que la llevaría a su hogar y a su nueva espera, la única diferencia era que esta vez estaba completamente segura de que esos dos regresarían a su lado.

Ed se quedo un tanto confundido por la actitud que había tenido su amiga para con él, algo dentro de él se removió dejando al descubierto un sentimiento del cual no estaba muy seguro de su significado, aunque le resulto sumamente familiar la calidez que sintió al contacto de la joven…

Continuara……

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Gracias por sus comentarios, eso fue todo por ahora nos veremos el próximo capitulo.