Datos del fic.
Titulo: Recuerdos
Historia: Después de varios años de haber desaparecido Edward regresa, pero a un costo que preferiría jamás haber pagado...
Declaimer: Solo aclaro que Full Metal Alchemist no me pertenece y este fic lo hago por diversión nada más.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Capitulo X
Recuerdos
- Lo siento mucho señorita... ¿se encuentra bien? – dijo el chico ambarino sumamente apenado después de provocar accidentalmente que aquella joven de cabellos negros cayera en un pequeño charco de agua que estaba frente a él.
- Descuide estoy bien – decía ella mientras el joven le ayudaba a ponerse nuevamente de pie – aunque no puedo decir lo mismo de mi vestido – se expreso algo contrariada al ver que su vestido estaba en condiciones deplorables por las manchas de lodo que se habían impregnado en el después de caer.
- No sabe cuanto lo lamento... por favor perdóneme no era mi intención, en serio... – contesto él bastante acongojado, con un sentimiento de culpa poco común en é.l
Pero su semblante fue cambiando a medida que contemplaba mejor la apariencia de la joven con la cual había tropezado, dándose cuenta que su rostro le era sumamente familiar, demasiado...
Esta parecía tener su edad, unos dieciocho años aproximadamente, la chica ostentaba una hermosa cabellera de color negro un poco onduludada que le llegaba hasta poco mas abajo de la cintura, su cabello estaba apenas atado con una cinta de color azul que hacia jugo con el vestido que traía puesto, encajando a la perfección con aquellos vivaces ojos que poseía los cuales eran de un color azul profundo, su figura era delgada pero a la vez muy estilizada, la tez de la chica era casi tan blanca como la nieve, mientras que a su rostro lo adornaba una sonrisa que era entre tierna y amable.
El chico se encontraba en un trance confuso y sorprendido a la vez al notar el enorme parecido que tenia esa joven con su mejor amiga de la infancia, eran idénticas en todos los aspectos fisonómicos, podría decirse que se trataba de la misma persona si este no supiera que eso era imposible, la única diferencia que existía entre ambas era el color negro de su cabello, ya que el de su amiga era de una tonalidad rubia.
- Mi madre va a molestarse mucho cuando me vea – dijo la joven demostrando un poco de preocupación en sus ojos, al oír su voz el joven regreso nuevamente a la realidad fijando de nuevo su atención en la joven que tenía al frente.
- De verdad si hay algo que pueda hacer por usted – el chico trato de enmendar aquel desastre que había provocado.
- Que remedio – esta dio un gran suspiro de resignación, al parecer no le estaba tomando mucha importancia a lo que el chico le decía – al fin y al cabo no quería estar en esa fiesta tan aburrida, ahora tengo un pretexto para no estar ahí, creo que me libre por esta vez ¿no lo creé así? – le miro esbozando una enorme sonrisa que dirigió hacia el joven.
El chico se confundió un poco al ver ese gesto tan sorpresivo por parte de ella, esperaba que esta lo insultara por haber arruinado su vestido, sin embargo hizo todo lo contrario, sencillamente no lo entendía.
- Ay pero que despistada soy, lo siento no me he presentado – la joven interrumpió repentinamente los pensamientos del muchacho rubio – mucho gusto mi nombre es Sara Kiesinger – con la misma sonrisa extendió su mano al chico, el cual aun seguía algo aturdido por aquella situación tan extraña.
- Mi nombre es Edward Elric – le devolvió de igual manera la sonrisa, poco después extendió su mano para corresponder el saludo.
Encantada de conocerte Edward...
♦♦♦♦♦
El joven abrió lentamente aquellos profundos ojos de color dorado, se encontraba recostado sobre un asiento que no era nada cómodo, este se había quedado profundamente dormido después de un rato de mirar aquel interminable paisaje que se reflejaba por la ventana del tren...
- Fue solo un sueño – murmuro el rubio semidormido
- Despertaste hermano – dijo tranquilamente el chico castaño que se encontraba en otro asiento frente a él – ya es algo tarde deberías dormir un poco mas.
- Si... – hablo entre bostezos.
- ¿Oye hermano?...
- ¿Qué pasa Al? – le contesto aun algo adormilado el rubio.
- ¿Estas seguro de lo que estas haciendo? – se aventuro a preguntar nuevamente el castaño, desde hacia algún tiempo hacia la misma pregunta a su hermano mayor.
- Um... – el otro chico se le quedo mirando como si no comprendiera lo que le quiso decir su hermano menor con aquellas palabras.
- Si tan solo me dijeras que es lo que buscas tal vez podría ayudarte – insistió una vez más el chico.
- Tranquilo... – sonrió apaciblemente el ambarino – no te oculto nada, de verdad... Mustang solo me pidió investigar ese pueblo y nada más.
- Pero a mi no me quiso decir nada sobre la misión – replico el otro tratando de obtener una respuesta por parte del chico rubio.
- Recuerda que ya no estas al servicio de los militares Al, ahora eres solamente un civil – trato de despejar un poco las dudas de su hermano menor, aunque sabia perfectamente que este no se quedaría conforme con aquella respuesta.
- Lo sé... ya pasaron tres meses desde entonces – la voz del chico se escucho algo desanimada – si bien era cierto que no estaba muy orgulloso de ese trabajo, tampoco me agrada completamente el hecho de que hayas tomado mi lugar a cambio, después de todo fui yo quien me metí en este embrollo...
- Descuida Al todo estará bien – sonrió nuevamente tratando de aligerar un poco aquella situación incomoda que se había formado entre los dos – además recuerda que solo será por un año... aunque claro que conociendo a ese sujeto uno nunca sabe...
- Vamos hermano el general Mustang no es tan malo – quiso defender al general ya que después de todo se había portado muy bien con él en todo ese tiempo que estuvieron separados.
- Si como no – la forma en que dijo esto ultimo fue un tanto sarcástica - eso dices tu porque no recuerdas como nos trataba antes, ese sujeto continuamente estaba manipulando cada uno de nuestros movimientos y aunque siempre lo negó yo estoy completamente seguro de que premeditaba cada paso que dábamos.
- Hermano... ¿crees que algún día regresen mis recuerdos? – el joven castaño lo miro directamente con un dejo de tristeza en sus ojos, las palabras de su hermano mayor hicieron entristecer un poco a Al que se encontraba frustrado por no recordar nada de las cosas que su hermano le contaba sobre las diferentes aventuras que tuvieron años atrás.
- No lo sé, pero si yo pude volver a este mundo de seguro tus recuerdos también lo harán tarde o temprano – dijo animadamente mientras trataba de tranquilizarlo un poco al darse cuenta de la incertidumbre reflejada en el rostro de su hermano menor.
- Si, tal vez... – hablo pesadamente el muchacho castaño.
- Anda ya no te preocupes por eso vas a ver que cuando menos lo pienses tus recuerdos van a volver y todo será igual que antes – el rubio le hablo calmadamente – ahora por que no tratas de dormir un poco tu también, el tren no llegara hasta mañana al medio día y como bien dijiste ya es algo tarde...
- Si, creo que tienes razón – el castaño se dio por vencido y decidió acceder a la petición hecha, posteriormente se acurruco en el incomodo asiento de aquel desértico vagón de tren, para minutos después quedarse profundamente dormido en un hondo y placentero sueño, el rubio lo dedujo así por lo apacible que se veía el semblante de su hermano menor.
Ed perdió su mirada nuevamente en la oscuridad del paisaje, el frío de la noche se hacia mas intenso según transcurría el tiempo, el otoño estaba apunto de terminar dando paso a la ya muy próxima época invernal, ese ambiente tan helado le hizo volver sus pensamientos al sueño que tuvo momentos antes.
Una pequeña sonrisa irónica se dibujo en su rostro al ver que ya había pasado un año desde esos sucesos y también de aquella locura que después quiso atribuir a la juventud e inexperiencia de su persona.
Aunque nunca se iba arrepentir de lo que hizo ya que sin duda fue uno de los momentos mas felices de su vida... toda la noche siguió meditando profundamente aquel suceso que marco parte de su vida...
♦♦♦♦♦
- Sara muchas gracias por haber aceptado tomar este café conmigo – dijo el joven mientras sorbía lentamente el liquido oscuro de su taza.
- No tienes nada que agradecerme, si te soy sincera me gusta mucho conversar contigo – la chica de cabellos negros que se encontraba sentada frente a él le sonrío amablemente.
- Pues de hecho a mi también, es por eso que te invito tan seguido – devolvió la sonrisa a su amiga.
- ¿Pero esta bien que lo hagas? – entrecerró los ojos meditando todo lo que había pasado desde la primera vez que vio a ese chico, para después beber un poco de su café.
- ¿Por que me preguntas eso? – el joven se desconcertó un poco con la pregunta.
- Te lo digo porque creo que estas descuidando mucho a tus pacientes por salir conmigo –hablo la joven en un pequeño tono de burla
- No, como crees – se apresuro a contestar el chico que en primera instancia no capto lo que quiso decir la joven.
- Sabes que es lo que me sorprende mas de ti – dijo ella mientras dejaba suavemente su taza de lado en la mesa
- No tengo idea – contesto él mostrando algo de curiosidad a lo dicho por la chica...
- El hecho de que seas tan joven y ya tengas una carrera y una vida planificada – sonrió con algo de ironía reflejada – en cambio yo no se ni que vestido me voy a poner al día siguiente, no sabes cuanto te envidio por eso...
- Pues no se si mi vida este planificada como dices, ya que siempre me la paso viajando de un lugar a otro – sonrió ante el comentario.
- No siempre – se apresuro a corregirlo – ya llevas mucho tiempo en Munich ¿se puede saber cual es la razón? – volteo a verlo picaramente.
- Digamos que encontré algo que llamo mucho mi atención y desde entonces no he podido sacármelo de la cabeza – le contesto de igual forma fijando su vista en el rostro de la joven.
- ¿Y se puede saber que es ese "algo"? – señalo la chica esperando una aclaración por parte de él.
- ¿No te lo imaginas? –pregunto con algo de simplicidad. en sus palabras.
- No doctor Elric, pero si me explica lo entenderé muy bien – afirmo la joven bromeando...
- Pues fue desde que un pequeño ángel se atravesó en mi camino – dijo este con el mismo tono que ella estaba empleando.
- ¿Un ángel dice?... ¿y puedo saber como era ese ángel? – la joven siguió con aquel juego de palabras que muy seguido utilizaban los dos..
Aquellos jóvenes se llevaban muy bien desde que se conocieron, al parecer simpatizaron casi automáticamente y a partir de ese momento la nómada vida del chico llego a su fin, decidió quedarse por un tiempo en Munich para tratar de conocer un poco mas a esa chica que desde el primer momento que la vio no pudo apartar de sus pensamientos.
- Recuerdo que era muy distraído – empezó a decir el chico animadamente – el día que lo conocí creo que se ocultaba de su madre, por lo que puede ver no quería asistir a la fiesta que su familia ofrecía en honor al compromiso de su hermana.
- Aunque si te soy sincero yo tampoco estaba muy feliz de estar ahí ya que me sentía un poco fuera de lugar, pero no podía rechazar la invitación de mi profesor, había insistido tanto en que fuera a la fiesta que no me quedo más remedio que asistir...
- ¿De veras? – esta mostraba mucho interés a lo que decía el joven por lo que decidió acomodarse mejor para escuchar lo que el chico tenia que decir.
Descanso un brazo sobre la mesa mientras apoyando su codo también, para después recargar suavemente su mejilla en la mano que tenia libre...
- Si – continuo con su explicación - cuando me cruce con el ángel este no se fijo que estaba tras él y cuando le pregunte que hacia, se fue para atrás por la impresión cayendo en un pequeño charco de agua.
- Debido a ese pequeño accidente su vestido quedo completamente arruinado, yo pensé que reaccionaria en contra de mi persona lanzándome una llave inglesa o algo por el estilo...
- ¿Una llave inglesa? – lo miro algo desconcertada
- Bueno uno nunca sabe... jamás te ha interesado la mecánica ¿o si? – el chico le miro con algo de desconfianza.
- Ahora que lo mencionas – se quedo pensativa por unos momentos – no, creo que no.
- Menos mal – suspiro algo aliviado.
- ¿Aunque no entiendo que tiene que ver eso con lo que me estabas diciendo? – ahora si estaba completamente desacertada con las palabras del chico.
- Si, tienes razón creo que ya me desvié un poco del tema – sonrió algo apenado
- ¿Entonces? – lo miro con curiosidad.
- Entonces me regalo una hermosa sonrisa, que hasta la fecha no la he podido borrar de mi memoria y dudo mucho que algún día pueda hacerlo, sabes aun me siento intrigado por ese ser, esa es la razón por la que todavía estoy en este lugar... porque quiero averiguar todo sobre esa persona tan especial para mi...
En ese momento guardo silencio, lo que en un principio comenzó como curiosidad al ver el enorme parecido que tenia esa chica con su amiga de la infancia, había terminado en una gran atracción y deseo de tenerla siempre cerca de él.
Volvió su mirada al café, aunque no se le notase por el intenso frió que hacia ese día, sus mejillas se habían puesto un poco rojas por la situación, en su vida imagino pronunciar tales palabras o por lo menos decírselas a alguien frente a frente, pero es que ella hacia que perdiese la conciencia de sus actos por completo.
- ¿Ed? – la joven interrumpió los pensamientos del chico rubio.
- ¿Si?...
- ¿De verdad me vez así? – dijo esta mostrándose también seria.
- Por supuesto – decía el chico que aunque estaba muy apenado por lo que acababa de decir tomo sin pensarlo la mano de la joven, provocando en ella un sonrojo aun mayor – y lo pensare toda mi vida – no supo de donde había salido eso.
- Sabes nadie me había dicho algo así antes – el rojo de su rostro aumento considerablemente pero no se movió de aquel lugar..
- ¿Sara? – tomo con mas fuerza la mano de la joven – hay algo que he querido decirte desde hace algún tiempo...
- Dime – lo miro directamente a esos profundos ojos dorados que a ella tanto le gustaban.
- Es algo muy difícil para mi, la verdad no se ni por donde empezar – el joven rubio se puso un poco nervioso.
- ¿Ed, que pasa? – lo miro con algo de suspicacia, temía enormemente que le dijese que se marcharía otra vez...
- ¿Sara...? – titubeo un poco antes de hacer la pregunta – ¿te gustaría?... o mejor dicho ¿aceptarías ser mi esposa?...
La chica se quedo muda de la impresión, todo había sido tan repentino que no sabia si el joven se lo había dicho en serio o era otra de las bromas que frecuentemente le hacia, por otro lado el chico se sentía en extremo nervioso y un tanto desesperado al no recibir respuesta por parte de la joven, pero mas que nada temía el rechazo de esta...
- Edward yo...
♦♦♦♦♦
Alphonse despertó minutos después del amanecer, en ese momento noto que su hermano aun estaba profundamente dormido, era normal ya que no seria hasta dentro de unas horas que el tren arribaría a la próxima estación y por consiguiente a su siguiente destino.
En los últimos tres meses los dos habían estado viajando por buena parte del país, su hermano tomo su lugar en el ejercito asumiendo su papel como alquimista nacional...
Al, sentía cierto alivio por esta situación ya que ahora tenia muchas menos responsabilidades, además de que desde el examen para renovar su certificación no se había separado de su hermano.
En el transcurso de ese tiempo Edward le contó muchas de sus anécdotas juntos y poco a poco pequeños fragmentos de imágenes se formaban en su mente, él quiso pensar que era parte de sus recuerdos que estaban volviendo...
El joven estaba muy feliz de que su hermano por fin estuviera con él, pero presentía que no le estaba diciendo algo importante, siempre que le preguntaba como había sido su vida durante el tiempo que desapareció, este lo evadía o simplemente cambiaba la conversación
Solo le contó que en esa época de su vida estuvo en un mundo paralelo al suyo y que para poder volver tuvo que hacer un intercambio con el ser que le devolvió su cuerpo, perdiendo algo de suma importancia para él, pero jamás le quiso decir lo que dio cambio de esto, quizás por no hacerlo sentir culpable.
Aunque sinceramente él tampoco quiso seguir preguntando, cada vez que lo hacia la mirada de su hermano parecía perderse en el vació y aunque no dijese nada podía darse cuenta perfectamente de que una enorme tristeza se reflejaba en sus ojos, así que opto por no insistir mas, seguramente cuando Ed estuviese listo se lo diría.
Sin embargo algo le estaba molestando desde hacia algún tiempo, si bien el rubio siempre se lo negaba sabia que este estaba buscando algo con suma desesperación, no sabia que era exactamente, pero sin duda era algo peligroso, tal vez trataba de protegerlo por esa razón no le decía nada, pero quería estar preparado en caso de que algo ocurriese...
Deicidio dejar sus pensamientos de lado al ver que su hermano por fin estaba despertando.
- Buenos días Al – dijo el rubio con un enorme bostezo al mismo tiempo que estiraba sus brazos y piernas, estaba un poco adolorido por la posición tan incomoda en la que tuvo que dormir...
- Buenos días hermano – contesto amablemente el chico castaño – ¿dormiste bien?
- Mas o menos... ¿hace mucho que despertaste? – dijo el otro ya mas o menos conciente.
- No, también hace poco que desperté...
- Ya veo – dijo el joven de ojos dorados mientras adoptaba su postura acostumbrada.
Al mirar por la ventana pudo apreciar como pequeña escarcha blanca caía del cielo, era el indicio mas evidente de que el otoño había llegado a su fin, minutos después un manto blanco cubrió a lo largo y a lo ancho el paisaje, convirtiéndose en una bella escena digna de un cuento invernal.
- Si ella pudiera verlo seguramente seria muy feliz – el chico rubio hablo sin darse cuenta.
- ¿De quien hablas hermano? – aunque lo dijo casi como un murmullo el chico castaño pudo escuchar a la perfección lo que su hermano dijo.
- Olvídalo Al, son solo tonterías mías... no me hagas caso – mostró una sonrisa a su hermano para disimular un poco, momentos después su mirada volviera a perderse en el horizonte.
Esa sonrisa no lo convenció mucho que digamos, indudablemente su hermano guardaba un enorme secreto que evidentemente lo estaba lastimando, si tan solo se lo contase seguramente su carga seria menos pesada, quiso hacerlo y preguntarle a que se había referido cuando menciono la palabra "ella" mas sin embargo no pregunto nada mas, guardo silencio hasta que el tren finalmente arribo a su destino...
Continuara...
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Es idea mía o este capitulo quedo espantoso, (voy de mal en peor, yo lo sé (¬¬U)) de verdad estoy creyendo que no solo es idea mía (ya veo venir los jitomatazos), lo único que tengo que decir a mi favor es que la inspiración me abandono y ahora si no supe ni lo que hice, (yo lo se no es excusa pero igual tenia que aclararlo), a pesar de eso espero que me dejen sus comentarios, sugerencias, quejas, lo que sea, siempre es un gusto para mi saber que opinan sobre el fic y así saber si voy por buen camino (aunque creo que ya perdí totalmente el rumbo...(ú.ù) por el momento eso es todo, me despido y hasta el próximo capitulo.
