Holas! Siento haber tardado un poco en actualizar, pero ando de exámenes y casi no tengo tiempo libre para traducir. La semana que viene ya termino, así que podré dedicar más tiempo a estar "ociosa" XD En compensación este capítulo es mucho más largo que el anterior... y a mi parecer bien bonito :)

Como siempre... esta historia no es mía original, yo tan sólo me dedico a la traducción-adaptación Lo de adaptación lo digo porque muchas ocasiones cambio el diálogo ya que me parece que así queda mejor y hago la historia más a mi estilo, espero me perdonen por esto.

Muchísimas gracias a todas las personas que me dejan reviews, espero que lo sigan haciendo y animo a las personas que la leen y no lo hacen a que me den su opinión.

Muchas Gracias y a disfrutar este capi:


THIS MARRIED LIFE

CAPÍTULO TRES:

PRIMERAS CITAS

"...Y desde luego que podemos asegurar que el mundo se ha vuelto loco; cuando ahora resulta que el mejor rapero es un tipo blanco, el mejor golfista es un tipo negro, el jugador más alto de la NBA un chino, los suizos sostienen la copa americana, Francia está acusando a Estados Unidos de arrogantes, Alemania no quiere entrar en guerra..."

Matsumoto, Rukia y Hinamori se encontraban postradas ante el televisor intentando comprender de qué hablaba el actor Chris Rock. En una de estas, Matsumoto dejó escapar un bostezo.

"Rukia-san, por qué demonios insistes tanto en ver esta cosa de hace ya unos cuarenta años, si ninguna de nosotras va a llegar a comprenderlo nunca¡Es nuestra noche de chicas!" -preguntó desesperada.

"Pero... Debe de tener algo de divertido. Ichigo siempre se reía cuando veía a ese hombre." -contestó Rukia, mientras sacaba el DVD y lo analizaba. Matsumoto dejó escapar un bufido y dejó de prestarle atención para volverse a Hinamori.

"Veamos" -comenzó, ansiosa por satisfacer su curiosidad. - "¿Qué tal las cosas con el capitán, eh?"

Hinamori enrojeció de golpe.

Rukia levantó su mirada del DVD.

"¿De qué habláis?"-preguntó intrigada.

"Verás, mientras tú e Ichigo estabais fuera, la pequeña Hinamori ha estado un poquito ocupada con mi capitán¿Verdad que sí, Hinamori-chan?" -le informó a Rukia.

"¿Qué¿Estáis saliendo o algo?"

Hinamori asintió con timidez.

"¡Joder¡Ya era hora!"-exclamó feliz. - "¿Y cómo fue?"

Momo se lo explicó.

"¡Aaaah¡Qué bonito!" -suspiró. - "Cuando Ichigo se declaró fue algo así como un: 'Me gustas. Qué te parece?'" -dijo imitando la voz del chico.

"Pienso que fue una declaración bastante buena." -las sorprendió una voz por detrás. Las chicas se giraron.

"¡Ichigo!" -se sorprendió Rukia.

"Hitsugaya-kun, Ichigo-san¿Qué estáis haciendo aquí?"-les preguntó Hinamori. Ichigo resopló.

"No hay necesidad de que seas tan formal conmigo Momo, y menos todavía con tu propio novio! Así que repite conmigo 'Toushiro, Ichigo'".

Hinamori le lanzó uno de los cojines. Por otro lado, Rukia lo fulminó con la mirada.

"¡Ichigo¿Qué estás haciendo aquí? Es viernes por la noche... Noche de chicas¿Recuerdas?"

Ichigo señaló con el dedo a Hitsugaya.

"Toushiro quería ver lo que estabais haciendo."-lo acusó, casi de forma involuntaria. El chico se quedó helado y más todavía cuando notó los ojos de Hinamori puestos en él.

"¿Qué?" -le saltó a Ichigo. - "Si fuiste tú el que dijo 'Vamos a espiarlas'"

"Ichigo, lárgate a casa." -le ordenó Rukia.

Él se hizo el remolón ignorándola.

"Haz caso a tu mujer, Ichigo." -se burló Hitsugaya. Pero su sonrisa se esfumó en cuanto Hinamori le echó bronca por su comentario:

"Hitsugaya, no seas así."

Esta vez fue Ichigo el que se la devolvió:

"Ey Toushiro, haz caso a tu novia."

"¿Y por qué no os quedáis con nosotras?" -sugirió Matsumoto.

Hinamori y Rukia se giraron hacia ella sorprendidas. La única razón por la que nunca invitaban a los chicos era porque Rangiku no quería sentirse atada a nadie. De hecho, 'La noche de chicas' había empezado a realizarse cuando Gin fue ejecutado, ya que Matsumoto estaba hecha polvo. Y tanto Ichigo como Hitsugaya lo sabían...

Una idea sobrevino entonces a Ichigo:

"Voy a ver si a Kira le apetece venir."

Minutos después, el chico regresaba con Kira, Shunsui, Ikkaku y Yumichika. Hinamori y Rukia contemplaron indignadas en qué acababa de convertirse su noche de chicas. Sin embargo, Matsumoto estaba encantada.

"Wow, nos tocan dos hombres a cada una, parece que estamos de suerte chicas!" -comentó guiñándoles un ojo.

Hitsugaya e Ichigo la fulminaron con la mirada y ambos corrieron a sentarse junto a sus parejas para asegurarse que nadie se les acercara indebidamente.

"Bien, como Ichigo está aquí¿Qué tal si jugamos a algo típico del mundo mortal? Mmmm... ¿Qué os parecería a... Girar la botella?"- sugirió Rangiku, más pervertida que nunca.

"¡Y una mierda¡Ni hablar!" -se negó Ichigo, sentándose con brazos y piernas cruzadas en un claro signo de desaprobación.

Hitsugaya que se encontraba junto a él le preguntó que qué tipo de juego era. Y el otro dándose cuenta de que era el único de los que estaba allí que parecía no sabía de que iba la cosa, optó por contárselo al oído.

"Verás, todo el mundo se sienta en círculo entorno a una botella. Uno la hace girar y cuando se detiene debe besar a la persona a la que esté apuntando."

A Hitsugaya se le revolvió el estómago con el hecho de pensar en cualquiera de los allí presentes besando a Hinamori. Así que se sentó cruzándose de piernas y de brazos y negó con la cabeza.

"De ninguna manera."

Hinamori y Rukia intercambiaron miradas al ver a sus chicos sentados en la misma posición de indiferencia. Segundos después los dos se levantaron al mismo tiempo.

"Bien, después de pensarlo detenidamente... ¡Como capitán de la quinta división te ordeno que me acompañes a casa Kuchiki Rukia!" -le ordenó Ichigo. Y antes de que ella pudiera abrir la boca para protestar, la cogió en brazos cual saco de patatas, y la sacó de la habitación.

"Hinamori, tú ven conmigo."-le dijo Toushiro, en un tono demasiado autoritario.

"S... Sí." -contestó ella, poniéndose en pie. El chico le pasó su brazo por los hombros y juntos abandonaron el cuarto.

Matsumoto cerró la puerta una vez las parejas se hubieron ido y sonrió satisfecha.

"Misión cumplida." -se dijo a si misma.

"¡Perfecto! Ahora que las parejitas se han largado podremos empezar a jugar." -comentó risueña.

Ikkaku levantó la mano como si se encontrara en clase:

"¿Podemos decirle a Nemu que se venga?"

"¿Lo dices en serio?" -Exclamó Hinamori.

Hitsugaya asintió. Después de sacarla de la habitación, habían decidido pasar el resto de la noche paseando por sus rincones favoritos.

"Te agradezco que me hallas hecho salir entonces. ¿Qué tipo de juego es ese?" -se escandalizó. - "Si hubiéramos jugado, eso significa que tendríamos que... ¡ugh!"

Hitsugaya observó su reacción y rió divertido. Sabía en qué estaba pensando.

Hinamori sacudió la cabeza intentando librarse de esas imágenes que le venían a la mente.

"Ummm... Shiro-chan... ¿Qué pasaría si tu giras la botella y resulta que señala a Yumichika o Ikkaku o Ichigo..."

Hitsugaya se detuvo asqueado.

"¿Te importaría no continuar por favor?" -suplicó. Hinamori rió al mirar la cara que ponía.

"Y... Si no estuviéramos juntos y Matsumoto hubiera sugerido jugar, y yo me hubiera quedado... ¿Te habrías quedado tú también para tener una oportunidad?"

Hitsugaya arqueó una ceja.

"¿Oportunidad para qué?"

"No te hagas el tonto!" -le espetó divertida, dándole un cariñoso empujón.

Hitsugaya le sonrió:

"Vale, me habría quedado. Y habría usado a Hyourinmaru para congelar el momento."

"Mira que eres tonto Shiro-chan."

"No lo soy, y no me llames Shiro-chan."-le contestó.

"¿No¿Y cómo prefieres que te llame¿Shiro-sama?"

Hitsugaya asintió feliz y conforme. Esto hizo que Hinamori riera a carcajadas y le diera una pequeña colleja.

"Sigue soñando. El día en que te llame capitán o algún otro título y lo haga de forma seria puedes empezar a preocuparte."

Siguieron paseando en silencio contemplando la luna, hasta que Hinamori volvió a hablar:

"¿Crees que Rangiku estará jugando mientras hablamos?" -preguntó curiosa.

"Desde luego. Ese tipo de cosas le encantan... Un juego muy en su línea... Esa estúpida teniente mía." -negó desesperado.

Y mientras decía esto algo se le ocurrió a Hinamori. Hitsugaya se lo notó enseguida, pero antes de que pudiera preguntarle ella se le adelantó con una tímida sonrisa:

"¿Quieres jugar?" -lo invitó, acorralándolo hasta que sus labios se chocaron. Podía notar su respiración contra su mejilla.

"Por supuesto." -le contestó, besándola de nuevo.

Llegó por fin el sábado, y la pareja se preparó para su cita...

Hinamori bostezó somnolienta y se dio la vuelta en la cama. Al hacerlo, se dio cuenta de que había una pequeña cajita envuelta en papel de regalo sobre su almohada. Se sentó y comenzó a abrirla sonriente. Su rostro se iluminó feliz al comprobar que contenía una preciosa horquilla dorada con algunas piedras malvas engarzadas. La tomó en sus manos con delicadeza y se la colocó recogiéndose uno de los mechones que caían sobre sus hombros. Permaneció un buen rato admirando su regalo hasta que decidió levantase y comenzarse a arreglar.

Instantes después de que estuviera lista, se escuchó llamar a la puerta.

Corrió a abrir ansiosa y se encontró a Hitsugaya apoyado contra la pared.

Ambos se observaron por unos segundos tratando de familiarizarse con ropas que no fueran el uniforme de shinigami. Hitsugaya llevaba un kimono azul marino sin su Jimbaori de capitán ni su zampakutou. Tenía que admitir que estaba bastante bien.

Un ligero rubor apareció en las mejillas de ambos cuando se dieron cuenta de cómo se estaban mirando. Hitsugaya apartó la vista.

"Estas muy guapa." -le dijo, poniéndose aún más rojo.

Hinamori sonrió el cumplido y cogió al chico de la mano.

"¿Nos vamos ya?" -preguntó.

Hitsugaya asintió.

Llegaron al primer distrito del rukongai, y casualmente a la zona del mercado y tiendas de comida. El estómago del chico comenzó a rugir con fuerza. Hinamori se echó a reír.

"¿No me digas que vuelves a tener hambre?" -preguntó divertida. - "¡Pero si acabamos de almorzar!"

Sin embargo Hitsugaya no la escuchó. Se encontraba absorto con su mirada fija en algún lugar de la distancia.

"¿Shiro-chan?" -lo llamó Hinamori, no muy segura de que su mente siguiera en su cuerpo.

"Has pensado alguna vez... ¿Qué aspecto tendrá ahora nuestra antigua casa?" -preguntó distraído.

"¿Nuestra antigua casa?" -repitió.

La casa todavía se encontraba en el mismo lugar que donde la habían dejado hacía cientos de años. El tiempo se había apoderado de ella: los campos y malas hierbas se la habían comido y parecía solitaria y abandonada. Sin embargo, aquella casa los inundaba de recuerdos: Aquel era el lugar que había albergado sus corazones mucho tiempo atrás.

Hinamori recogió una de las flores y jugueteó con ella al tiempo que avanzaba al porche.

"Ha pasado mucho tiempo pero nada ha cambiado." -comentó totalmente sumergida en el recuerdo, dirigiendo su mirada a Hitsugaya. Y al localizarle sus ojos se abrieron sorprendidos, Hitsugaya le devolvió la mirada bastante confuso sin saber qué es lo que habría pensado. - "Bueno, la única cosa que ha cambiado es que eres más alto que el poste del jardín." -rió divertida, ya que irónicamente el chico se encontraba sentado apoyado en él y seguía pasándole en altura. Al darse cuenta de esto se puso en pie y miró al poste desafiante, lo que hizo que Momo riera aún con más fuerza.

La verdad que la diferencia de altura comparada con aquellos años era increíble, Hitsugaya ahora alcanzaba la talla de Ichigo mientras que hacía unos cuarenta era incluso más bajito que Hanatarou.

Es extraño verse de nuevo aquí, en el mismo lugar en que nos conocimos, pero también muy diferentes de las personas que éramos antes.

La chica permaneció en el porche contemplando a Hitsugaya perdido en sus pensamientos. Era muy relajante verlo de aquella manera. De pronto el rostro del joven se iluminó y saliendo corriendo bajo la atónita mirada de Momo.

"Hitsugaya-kun¿Se puede saber a dónde vas?" -le preguntó.

"¡A ver si hay sandías en el campo de atrás!" -contestó emocionado. Hinamori puso los ojos en blanco pero le siguió de todas maneras. Definitivamente, no había cambiado nada...

"¡Hay muchas¿Has visto Hinamori?"

La chica observó su reacción recogiendo las sandías. Un chico de su inteligencia no debería sorprenderse con estas cosas, pero él estaba tan mono de esa manera.

Se sentaron en el porche a comer sandías tal y cómo solían hacer en su infancia, y también de la misma manera...

"Shiro-chan ¿Sabes que estás muy mono cuando comes sandías así?" -le provocó Hinamori, con una vocecilla que parecía decirle¡Eres adorable!

"No me trates como si fuera un crío, y es capitán Hitsugaya." -le corrigió con la boca llena, para después escupirle unas cuantas pepitas.

Hinamori rió cubriéndose con los restos de la fruta como si fuera un escudo.

"¿Qué pasa¿Quieres guerra?"

"¡Ey, Hitsugaya¡Ven aquí!" -lo llamó Hinamori, volviendo su rostro al océano infinito al tiempo que las olas acariciaban sus pies desnudos.

Hitsugaya miraba el agua sin mucho convencimiento, hasta que ella fue a por él y lo arrastró a la orilla del mar. Hitsugaya era un chico bastante fuerte, sin embargo aquella chica le podía en muchos aspectos. De todas formas, optó por quedarse justo en el lugar donde las olas se deshacían en la arena, sin ninguna intención de avanzar más adentro.

"Anda ven..." -le dijo la chica, que lo esperaba en la zona en la que el agua cubría hasta las rodillas. Se había recogido la parte de abajo del kimono para no mojarse la ropa.

Algo se le ocurrió entonces, y arremangándose también las mangas, cogió un buen puñado de agua y salpicó al chico.

Hitsugaya que seguía en el mismo sitio, notó cómo el agua le caía encima. La chica comenzó a reírse, si no se quería mojar ya era demasiado tarde. Sin embargo, la risa no le duró mucho tiempo, ya que él queriendo "venganza" se acercó a ella y entre empujón y remojón la hizo caer de culo y terminó siendo ella la que resultó estar empapada. Pero Toushiro que ya se encontraba en la parte que cubría hasta las rodillas, no se percató de que Momo le ponía la zancadilla bajo el agua y cayó hacia atrás al perder el equilibrio, terminando por acabar totalmente sumergido.

SPLASH!

El chico sacó la cabeza del agua listo para contraatacar.

"¿Sabes que llevas todo el día acosándome?" -rió Hinamori divertida, mientras el chico la empujaba para hacerla caer de nuevo. Y tras forcejear un rato, los dos cayeron al mismo tiempo y el agua los cubrió una vez más.

El sol ya había comenzado a ocultarse tiñendo de naranja el horizonte. Ambos se encontraban tumbados en la arena dejándose secar. Hinamori señaló uno de los edificios que tenían en frente.

"Hitsugaya..." -el chico siguió la dirección a la que apuntaba y dio con un restaurante levantado justo sobre la superficie del mar. Era un lugar relativamente nuevo, construido por una familia bastante rica de la sociedad de almas hacía unos diez años... Era un lugar exclusivo para la alta sociedad y por lo tanto se exigía ir de etiqueta.

Hinamori suspiró. - "... ojalá tuviera algo que ponerme para poder entrar ahí." -murmuró, sin apartar la mirada del lujoso restaurante.

"Sí..." -le contestó él.

La pareja decidió ir a casa a cambiarse y ducharse antes de salir a cenar. Hinamori miró el reloj: las seis y media. Hitsugaya le había dicho que pasaría a recogerla sobre las siete y media cuando la había acompañado a casa hacía media hora. Tenía una hora y media para arreglarse.

Cuando salió de la ducha una sorpresa la estaba esperando. Un precioso houmongi estaba extendido sobre la cama. Hinamori se quedó por unos momentos sin respiración y corrió hacia allí, luego pasó sus dedos con cuidado sobre la delicada seda de la que estaba fabricado. Lo cogió para seguir admirándolo y descubrió una nota. La desplegó y comprobó que estaba totalmente vacía excepto en una de las esquinas en la que había firmado Hitsugaya. Hinamori negó con la cabeza...

"Este chico tiene graves problemas de expresión..."

"¿No vas a decirme a donde vamos?" -insistió.

"Lo sabrás en cuanto lleguemos." -contestó Hitsugaya. Hinamori arqueó una ceja y le sonrió con dulzura cuando él giró la cara ruborizado.

"Es por aquí." -la guió tomando el camino de la derecha. La oscuridad quedó atrás y el camino quedó iluminado por la luz que desprendía el lugar. Hinamori se detuvo en seco y contuvo la respiración.

"W.. Wow."-exclamó. Se había quedado sin palabras. Nunca había visto el restaurante que había sobre el mar por la noche, y estaba más que feliz de que la hubiera vuelto a llevar a aquel sitio para contemplar esa maravilla una vez más.

El chico la tomó del brazo y comenzaron a caminar hacia el restaurante. Ella se giró hacia el chico sorprendida.

"Hitsugaya-kun..."

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios y asintió, adivinando lo que pensaba.

La boca de Hinamori se fue ensanchando en una gran sonrisa cuando pasaron al interior del restaurante. Nunca había visto nada parecido en toda su vida. Tan sólo en unos anuncios que aparecían en uno de los DVDs de Ichigo que aún guardaba Rukia. Pero aquello no estaba en la televisión, era real.

Las mesas estaban cubiertas con manteles y en cada una: velas, flores, copas de cristal y tantos cubiertos que parecía no iban a caber en la superficie.

La pareja se sentó al lado de una de las ventanas. Eran tales las proporciones de cada una que asemejaban más una pared de cristal, y desde allí podía ver perfectamente la luna reflejada en la superficie del agua.

Aquella era desde luego una experiencia inolvidable, casi parecía estar en un cuento de hadas. Allí todo era diferente, las sillas, la comida, el servicio... El resto de la noche se la pegaron conversando, hablando de todo y de nada. Y después de la cena, dieron un pequeño paseo por la playa nocturna y regresaron al Seireitai.

Hitsugaya se detuvo justo ante la puerta del cuarto de Hinamori. Los dos permanecieron un rato en silencio.

"Supongo que esto es un buenas noches." -suspiró Hinamori.

"Sí." -contestó él. Ninguno de los dos se movió.

Después de permanecer un buen rato en silencio, Hinamori rompió el contacto visual y sonrió antes de entrar en su habitación. Segundos después se escuchó llamar a la puerta. Sonrió y la abrió.

"¿Si?" -preguntó entre risas.

"Se me olvidaba lo más importante." -contestó él, inclinándose hacia ella y besándole en los labios. Se separaron de nuevo y sonrió antes de darse media vuelta y desaparecer en la oscuridad, algo que sólo los capitanes conseguían hacer.

Hinamori permaneció unos instantes más en la puerta, hasta que se convenció de que era seguro que se había ido. Inconscientemente se llevó la mano a los labios como queriendo retener aquel beso consigo. Sonrió una vez más y entrando en el cuarto cerró la puerta.

Llegó el lunes por la mañana y Hinamori se dirigió a su oficina. Al abrir se la encontró llena de rosas e inmersa en felicidad cogió una de ellas y corrió al despacho de Hitsugaya.

"¡Toushiro!" -lo llamó, irrumpiendo de golpe en la habitación. Hitsugaya arqueó una ceja al verla.

"¡Muchísimas gracias por todas esas flores!" -le dijo expresando su gratitud, besándolo en la mejilla. Hitsugaya miró con curiosidad la que ella sostenía en la mano.

"¿Qué flores! -preguntó muy serio. Hinamori retrocedió.

"¿No... No has sido tú quién me las ha dejado?" -preguntó confundida. Hitsugaya negó con la cabeza. - "Vaya¿Y quién habrá sido entonces?"

"Alguien que quiere hacerme perder la paciencia." -dijo él, al tiempo que se levantaba y salía por la puerta.

"¿A dónde vas?"

"A tu oficina." -contestó malhumorado.

Hitsugaya se cruzó de brazos nada más ver aquel lugar que comenzaba a asemejarse a una floristería.

"¿Quién me dejaría todas estas flores sin poner ninguna nota?" -preguntó ella tras suyo.

"¡Eyyy¡Buenos días, Hinamori-kun!" -los sobresaltó una voz desde la puerta. Un hombre más o menos de la misma estatura que Renji y vestido con el uniforme de shinigami acababa de aparecer en la habitación tras ellos. Los ojos de Hinamori se abrieron como platos, sin embargo la reacción de disgusto de Hitsugaya fue totalmente distinta.

"¡Kaemon-kun!"- exclamó Hinamori, estaba completamente sorprendida. - "Kaemon-kun¿Qué estás haciendo aquí?" -le preguntó feliz.

"Acabo de graduarme en la escuela de Shinigamis y," -se adentró en la oficina para coger una hoja del escritorio de la chica. - "Si revisas esta lista en la lista de nuevos Shinigamis podrás comprobar que me han asignado a tu división, teniente Hinamori."

La joven cogió la lista y la repasó hasta dar con su nombre.

"¡Estás en mi división!" -dijo abrazándolo. - "¡Bienvenido a la división cinco!"

Kaemon le devolvió el abrazo y luego se dieron un apretón de manos.

"¿Te han gustado las flores?" -preguntó.

"¿Me las has dejado tú?" -preguntó sonrojándose.

"Sí."

"Son muy bonitas." -le sonrió con dulzura.

Mientras tanto, Hitsugaya que no se había movido de la habitación seguía con los brazos cruzados sobre el pecho, pasando su mirada de uno a otro e intentando contener su instinto asesino, al ver que era totalmente excluido de la conversación. Carraspeó haciéndose notar.

"¡Ah!" -exclamó Hinamori de pronto, al darse cuenta que aún no se conocían e ingenuamente ajena a la situación en la que acababa de poner a su novio.

"¡Aún no os he presentado! Hitsugaya-kun, este es Kaemon Takahashi, Kaemon-kun este es Hitsugaya Toushiro, el capitán de la división diez." -los presentó.

"Un placer conocerte, capitán Hitsugaya." -le dijo Takahashi con brusquedad.

Hitsugaya no se movió.

"¿Cómo os conocisteis?" -preguntó aún de brazos cruzados.

El recién llegado rió.

"Deberías saber que algunos tenientes acompañados de otros miembros de la división vigilan el entrenamiento contra hollows de algunos estudiantes."

Hitsugaya lo fulminó con la mirada.

"Por supuesto que sé todo eso, soy capitán imbécil."

Takahashi ignorando la mirada que le dirigía el capitán siguió con su historia.

"Sí, y Hinamori-kun, fue asignada como teniente para nuestro grupo. ¡Es muy buena!"

Hinamori sonrió tímidamente el cumplido.

"Tampoco necesitas decirme que Hinamori es buena. Lo sé." -se dijo a si mismo. -"No necesito a ningún tipo que venga aquí en función de Doraemon a contarme cosas sobre Hinamori."

"Bueno y como sabes que soy nuevo y no estoy familiarizado con el sitio... Si tienes algo de tiempo podrías enseñarme todo esto, Hinamori-kun?" -le preguntó Takahasi, intentando ocultar el rubor de sus mejillas. Esta vez Hitsugaya sí estuvo apunto de lanzársele a la yugular.

"Es Teniente Hinamori para ti desde que eres su subordinado." -le informó fríamente.

"Que más da, tu también eres capitán no es así? Y la teniente Hinamori te ha llamado Hitsugaya-kun, no es cierto, Capitán Hitsugaya?"

La temperatura de la sala debió disminuir en al menos unos cinco grados. Y Hinamori estaba completamente segura de a ver visto una fina capa de hielo derretirse en los puños de Hitsugaya. Rió nerviosa.

Hitsugaya también forzó una sonrisa hasta tal punto que podría haber competido con la de Ichimaru Gin. Y Hinamori temiéndose lo peor, tomó a Hitsugaya del brazo y lo sacó de la oficina.

"Espera un momentito Kaemon-kun, ahora estoy de vuelta." -le dijo al tiempo que salía.

"¿Pero qué demonios te pasa?" -le preguntó una vez fuera.

"No me gusta. No trata con espeto a sus superiores." -contestó mirando a otro lado.

"Sí, lo sé, pero no tendrías porque ser tan frío y mal educado con él. Aún no sabe cómo funcionan las cosas, como tú tampoco las sabías cuando llegaste aquí ¿O es que no recuerdas lo mal que se pasa cuando uno es novato?"

"¿Qué¿Me estás comparando con él?"

Hinamori suspiró algo harta.

"No, no te estoy comparando con nadie. Solo era un decir." -se excusó. - "Además, nadie puede compararse contigo."

Hitsugaya quería seguir discutiendo, pero ella lo cortó.

"Ahora tengo trabajo y tú también, así que... Nos vemos luego¿vale?"

Hitsugaya se quedó en el pasillo viendo cómo volvía a entrar a la oficina.

"Pfff, y ahora encima me despacha." -pensó en voz alta, dándose media vuelta.

Hinamori lo vio marchar por el pequeño espacio que había dejado la puerta sin cerrar, y le sonrió antes de volver al trabajo.

FIN DEL CAPÍTULO TRES


¿Os ha gustado? Parece ser que el ambiente comienza a estar algo tenso... Si queréis saber más cosas sobre este tal Kaemon y que intenciones tiene en realidad, hacedmelo saber dando vuestra opinión con un review! Traducir es un trabajo algo duro y me animo mucho... Así podré continuarla XD

Un saludo muy especial a todos los miembros de Hitsugaya X Hinamori FC! Que gracias a ellos cada día me vicio un poco más al HitsuHina :P