Un beso...

La sensación es intensa, emotiva, descontrola y de pronto, como si fuera poco el corazón explota en su pecho y se siente totalmente feliz. Pero como la felicidad es un estado tan difícil de explicar no se detiene a prestarle especial atención a una definición de ella, sólo sabe que esta ahí, que la tiene envuelta en sus brazos, que su cintura jamás se sintió tan estrecha y suave, que puede sentir la piel bajo el fino y delicado vestido que ella lleva. Sólo puede saber que ella tiene los ojos cerrados, de modo que le imita, y se deja llevar. En eso consiste todo lo que sabe que tiene que hacer.

La ignorancia tampoco es prioridad. Lo son sus manos en su cuello, atrayéndole y las suyas propias aferrándose a la cintura del cuerpo que se le está pegando. Él no tiene mucha experiencia en eso, no ha besado tanto ni mucho menos es experto haciéndolo; pero parece que ella sí, y se siente confuso. Sus labios bajo los suyos son deliciosos, carnosos y suaves, saben a cereza y el tacto es maravilloso.

Es capaz de escucharla gemir mientras ambos entreabren los labios y se lanzan salvajemente en captura de los ajenos. Aún así, él no sabe bien lo que hace. Pero como ya entiende, se deja llevar, y la abraza más, inclusive la desea más. Mientras siente como las manos de ella se depositan en su pecho y le acarician muy tiernamente, aún suspirando entre el beso.

Un beso es muchas cosas, ese especialmente es muchísimas, y para él, que no sabe, que es inexperto y siente como las piernas le tiemblan como gelatina, es todo en ese momento y para siempre. Pero sólo porque ella esta ahí, cerrando los ojos, masajeándole el pecho, sintiendo de pronto una música ajena penetrar en él y hacerle estallar de alegría. La caricia deja de ser violenta y pasional, las lenguas jugando un juego complicado, deseándose, murmurándose palabras que ninguno de los dos escuchan pero que va más allá de la voz, viene de un corazón, se introduce en otro y regresa con una respuesta. Se introducen en un vals delicioso que se disfruta, se goza pero lo más importante es que se vive. Y es un momento en el que desean con toda el alma que el tiempo se detenga y queden allí eternamente, acariciando los labios del ser que más aman, oliendo su aroma y jugando con esa sensación de que todo a su alrededor comienza a girar. Entonces, la caricia comienza a ser suave, y ellos sienten que el aire les falta, quizás no sea por el beso, quizás es porque comienzan a descubrir a quien se están aferrando.

Harry Potter abre los ojos y enfoca sus verdes orbes en la persona a la que sujeta por la espalda, que masajeó intensamente y de la que ahora no puede separarse, mira sus ojos aún cerrados, su boca sobre la suya, apenas, muy suave el contacto que comienza a terminar, se detiene en sus mejillas sonrosadas y en la sensación de temblor que ambos comparten. La ve abrir los ojos y se pierde en las gemas que son de un color miel que muchos tacharían de común, pero a él le parece más que precioso, un brillo las cubre a la par que comienza a echar de menos la piel suave y deliciosa de su boca.

Sonríen.

- ¿Volvemos al gran salón?

- te amo.

Y ella sonríe más mientras Harry toca suavemente el muérdago sobre sus cabezas, ríe, pero agradece mentalmente la navidad. Toma su mano y siente escalofríos, de reojo mira los labios de su acompañante, tal vez con más práctica podría acabar por completo con su ignorancia.

- ¿qué tal un paseo por el lago, Hermione?

Fin...

¿Que les ha parecido? Esto lo subi en el foro de la Pareja del Fenix, y no se que comentarios tuvo porque todavia no me han dejado ninguno, ops. pero espero que les guste y me dejen sus reviews para saber que tal y si les ha gustado un poquito por lo menos. Es chiquito, son sentimientos y sensaciones... que solo causa un beso!.

me voy chausis! los adoro!