La pequeña caravana seguía sin detenerse, C.B. platicaba animado con Raven, que hace unos minutos se había despertado, la primera parte hacia sido muy aburrida para el, ya que la primera parte del viaje, Raven se había "dormido" para terminar de curar su herida, de la cual no quedaba ya rastro, ambos se sorprendieron al ver de que tantas cosas podrían hablar, aunque normalmente Raven solo callaba y dejaba a su pareja relatar lo que el quisiera y solo escuchaba, con el ceño fruncido, como en los viejos tiempos, y como en los viejos tiempos, disfrutaba de los relatos de su amigo y pareja.

Llegaremos en unos momentos señorita -Le dijo una hermosa joven de cabello largo y negro, con aspecto calmado y amigable y enseguida acelero el paso en su caballo-

Es raro ver a alguien asi en el ejército de Azarath -C.B.-

Es una de los 3 generales -Raven-

Otra! ¿Cuantos ahí? -C.B.-

Te acabo de decir que 3 ¬¬

Pues dime por que

No ¬¬

Dímelo TT

No ¬¬

Porfis TT

Que no

O le digo a tu mama

Raven abrió la boca para volver a decirle que no, y la cerro mal humorada, comenzando con la historia, mientras C.B. se reía a carcajadas

El maestro Hiko, es el general mas grande que ha tenido Azarath después de mi padre, pero mientras Hiko aun no aparecía, otro general había tomado el mando y solo había logrado detener de golpe el ataque y mantener las tropas invasoras lejos, su nombre era Saga, durante ese tiempo, hizo grandes hazañas que lo convirtió en leyenda, protegiendo Azarath con su vida, cuando el maestro Hiko apareció ambos lucharon con igual fiereza y poder contra las tropas invasoras, hasta que en un combate, un demonio lo ataco destrozando todo su cuerpo y su cara, Saga cayo en un abismo y jamás se volvió a saber de el... nunca hallaron su cuerpo, y el tercero es ella, su nombre es Amaya, supuestamente la pupila del maestro Hiko, pero no se que haya echo, tiene mas o menos nuestra edad.

Ósea me dejaste como al principio ¬¬ -C.B.-

Raven le dio una pequeña sonrisa, mientras veían que se acercaban a una posada que se encontraba pegada a la falda de una enorme montaña, verde por las plantas que en ella había y blanca en la parte de arriba, cuya punta no se alcanzaba a ver

Hemos llegado señorita -Dijo Amaya, desmontando y acercándose a la puerta, uno empleados del lugar se acercaron para llevar el equipaje, mientras los 3 soldados que hacían de escolta para el carruaje desmontaban y daban una pequeña reverencia, y se alejaban con sus caballos, Amaya y Raven intercambiaron una sonrisa cómplice.

Llevare a mis habitaciones -Raven (con una pequeña sonrisa)-

Como guste, señorita -Ayama (correspondiendo la sonrisa)-

Ayama guió a Raven hacia la posada, mientras C.B. se quedaba extrañado, Raven nunca le había hablado asi a alguien que estuviera bajo su servicio, normalmente hacia las cosas ella misma, cuando le llego una idea a la cabeza.

¡¡¡Esperen! ¡¡¡Me dejan con el equipaje!

Pero ya era tarde, Raven y Amaya estaban dentro de la posada...

Robin y Star Fire avanzaban rápidamente hacia la montaña que tenían que franquear, Robin era muy fuerte y Star Fire no se quedaba atrás en resistencia, por lo que solo se detenían en la noche para comer algo y dormir un poco, pero por alguna razón Star notaba algo extraño a su compañero, normalmente era muy callado en sus viajes, en los que incluso la había llevado para conocer a la verdadera maestra, pero esta vez era diferente, normalmente comían hablando un poco, se fijaban en el camino, se desviaban un poco para ver lugares que Star quería conocer, pero esta vez, nisiquiera había dormido a su lado, si no que se paseaba alrededor de la pequeña fogata que hacían para calentarse, como una fiera enjaulada, como cuando Slade atacaba, pero eso no podía ser, Star hace tiempo había visto a Slade morir... la joven Tamaraniana no logro conciliar el sueño en todas esas noches, aunque lo fingía, por que Robin de vez en cuando voltea para ver si estaba bien, uno de los pocos cambios que había tenido en esos años, cuando no la vigilaba, Star se volteaba boca arriba y meditaba sobre cuando se lo diría, mientras miraba las estrellas.

Mientras en la posada donde se habían quedado, Raven a regañadientes (o al menos disimulándolos) había salido con C.B., aunque este seguía algo molesto por la bromita y Raven no se cansaba de insinuársela, con su típico tono neutral, aunque escondiera carcajadas interiores.

No sabía que eran amigas -C.B.-

Mi madre los primeros días, la puso como mi guía en Azarath, también como guarda espaldas y no se por que, nos hicimos buenas amigas aunque casi nunca hablamos -Raven-

C.B. supo de inmediato por que, las 2 jóvenes eran muy parecidas y tenían mas o menos el mismo carácter, pero también en secreto no tenia nada que agradecer que hubiera otra chica que estaba dispuesto a tratarlo como Raven lo hacia, (traducción: Hacerle desear no haber nacido xD) sin que siquiera le importara que el fuera el esposo de la princesa, olvidando un momento esos pensamientos, C.B. se acerco a Raven y le tomo la mano, Raven se sonrojo y sonrió un poco, aunque no volteo para mirarlo y simplemente caminaron juntos, subiendo una pequeña pendiente, hasta un campo de flores, al tocarlo, parecía que una enorme nube de colores y de luces se desprendiera de la tierra, habían asustado a un millar de mariposas y luciérnagas que Vivian en ese pequeño prado, C.B. se acerco a su novia, y la abraso un poco, mientras ella se acurrucaba ligeramente en su pecho, ambos sabían que no necesitaban mas para entenderse, que los pequeños sonidos del silencio que en ese momento compartían.

Un poco mas abajo de la colina, Ayama miraba con una sonrisa a los 2 enamorados, Arella la había mandado con la misión secreta de ver si los sentimientos de esa pareja eran sinceros o simplemente se habían casado para ayudar al reino de Azarath, para lo cual solo podía confiar con la joven soldado, que sin saberlo era la confidente y además la mejor amiga de Arella, a la cual quería tanto como a su hija, Ayama no había podido negarse a esa petición de su antigua reina, aunque le desagradaba ese viaje, que le condenaba a estar soportando las pretensiones de los soldados que con ella viajaban además de los jóvenes del camino, a los cuales su belleza, al igual que la de Raven, nunca habían pasado desapercibidas, pero para ella había valido la pena ese viaje tan solo para ser testigo de esa hermosa escena a la luz de la luna, y de haber por fin obtenido un poco de paz, aunque ya estaba convencida de la sinceridad de ambos, se quedo en ese lugar para disfrutar de la noche, al igual que a Raven, ella disfrutaba de la tranquilidad y oscuridad de la noche.

Raven...

Raven volteo para ver a C.B., llevaban un rato mirando ese lugar, al voltear se encontró con los labios de su amigo, a los cuales no rechazo, se oyeron unos murmullos y unas ramas rotas, junto con un buen golpe en la oscuridad (Amaya de la sorpresa de ver a Raven besando a alguien se había caído del árbol donde estaba escondida) pero eso no pudo distraer ni a C.B. ni a Raven en ese beso, que ambos estaban deseando desde que habían llegado a ese lugar, pero que ninguno de los dos se había atrevido a iniciar, mientras se abrasaban un poco, hasta que con un poco de pesar, se separaron.

Mande -Raven-

¿He? -C.B.-

Que me ibas a decir? para algo me hablaste ¬¬ -Raven (con una pequeña sonrisa, a pesar de su tono)-

Yo... nada... este... -C.B.-

Jajaja, eres un tonto

Raven lo volvió a besar, despacio, dejando a C.B. perplejo, tanto por el beso, como por que era una de las pocas veces, si no es que la única, que había oído a su esposa reír, a pesar de su asombro, solo atino a corresponderle el beso, forma que el tenia para demostrar el gran amor que sentía por ella...

Ayama bajo por el camino en el que C.B. y Raven habían subido, hasta que llego a la vista de la posada, con el cuerpo arañado y sobandose un poco la espalda, un soldado se le acerco

Se encuentra bien, señorita -Soldado-

De maravilla ¬¬ ¿que sucede? -Ayama-

Acabamos de recibir esto del maestro Hiko

Dijo el soldado, enseñándole un pequeño cilindro de piedra, Ayama se lo arrebato de las manos

Que nadie me moleste -Ayama-

Si señorita

Ayama entro a su habitación y después hizo un pequeño conjuro para que ningún sonido ni imagen se captara desde afuera, un pequeño hechizo que era de las pocas cosas que sabia de magia, se sentó y con cuidado examino el cilindro.

Era un pequeño tubo de piedra, formado por varias piezas que giraban y se ajustaban por su cuenta, cada una de las piezas tenia una letra, Ayama con cuidado, giro las piezas hasta formar una un conjunto de letras extrañas: KiOH, y al hacer eso, una parte del tubo se desengancho y Ayama lo abrió con cuidado, en el un tubo de cristal con un liquido estaba dentro y a su alrededor estaba una hoja de papiro, Ayama la quito y solo leyó estas pequeñas frases: Sentí su presencia, solo eso basto para que ella se quedara pensativa y se asomara por la ventana, en ese momento y aunque con pensamientos diferentes, 5 personas miraban pensativos las estrellas.

Bueno aquí esta el siguiente capitulo, espero que les haya gustado y agregue un poquito del romance que he pensado para el fic xD

Por si se quieren imaginar a Amaya, la cree pensando en Motoso, de Love Hina (creo que debo de dejar de leer mangas mientras escribo el fic xD) y espero que les guste el personaje

Al igual el cilindro de piedra, que es como el que usan en el libro "El código Da Vinci" para esconder la clave, el liquido en el tubito de cristal es vinagre, el cual por ser tan abrasivo y por sus ácidos, disuelve el papiro en un instante (por eso es de ese material la hoja) así que si se trata de golpear el tubo para abrirlo se romperá el cristal adentro y si se equivocan al colocar la combinación y tratan de abrirlo, el tubo de cristal también se romperá, se me hizo ingenioso y lo quise poner aquí.

A los que están pensando en que fue el general desaparecido el que envió la nota, solo les puedo decir que es algo mucho mas difícil de adivinar que eso, pero ya lo sabrán a su tiempo, por lo pronto espero que les haya gustado el capitulo, adiós