Nota Autora: aquí de nuevo con el segundo capítulo de la historia, creo está más corto, pero es que así ha salido, ojalá les guste u
Disclaimer: Tennis no Ohjisama no me pertenece, y esto no es con fines de lucro
Advertencia:
A todos los que no les guste el Yaoi les pido que salgan de esta
historia, porque se encontraran con algo más una simple
insinuación, y también habrá Lemon, así
que ya quedan advertidos, no acepto luego reclamos..
Respuesta Reviews:
Kyo-chan Muchísimas
gracias / me alegro harto de que te haya gustado el fic, y bueno
en este cap se responde lo de Eiji Y suerte con ele Studio ¬¬
es un asco
lucy
kusnetzov
ejejje gracais por el comentario y sobre Fugi san etto .. un poquito
más abajo y verás..
shaman
karoHi! Bueno sobre tu pregunta, son varias parejas, aun me faltan
por elegir las demás
Angie aquí
tienes el otro cap!
Shingryu
Inazuma
jejejee peseros ea de tu agrado este cap yo creo que sí
Like Every Day
"Azul
Desqusiante"
Hace frío, es víspera de navidad. Te encuentras en al fría aula de clases rodeado de tus compañeros de clases, son un verdadero fastidio, piensas con la usual sonrisa en tu rostro.
Todos hablando de cosas sin importancia y aparentando sentir una felicidad que no tenía lugar en ellos, te asqueaban. Siempre era lo mismo todos los días, no es que te molestara, sólo te incomodaba la ausencia de cierto pelirrojo a tu lado, seguro se había quedado dormido como de costumbre, o bien se encontraba entretenido con Oishi.
Sí, Oishi, habías descubierto hace un tiempo lo que éste sentía por tu amigo con expresión gatuna, era demasiado evidente, mas el único que faltaba por darse por enterado era Eiji, y dudaba que algún día se diera cuenta de los sentimientos que su superior le profesaba, y es que Kikumaru era la personificación misma de la despistes, con su siempre buen humor y ganas de abrazar a la gente era todo un niño, si hasta Echizen se había percatado, pero el pelirrojo ni luces daba de darse cuenta de las miradas que Oishi le dedicaba no eran de una simple amistad, no claro que no, y cómo disfrutabas tú cuando abrazabas a Eiji, y veías cómo Syuichiroh te dedicaba aquellas miradas tan inusuales en él, como disfrutabas de ello, y el pobre Eiji jamás se percataba de ello, era demasiado inocente el chico ése.
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Estabas completamente aburrido, aun no llegaba Eiji, y al parecer la maestra también lo había notado, porque de vez en cuando dirigía su mirada hacia el asiento vacía que se encontraba a tu lado y veáis como su ceño se fruncía y murmuraba algo.. "Pobre Eiji Kun, creo que tendrá un gran castigo" pensaste con algo de gracia, estabas ansioso por verlo llegar..
Y al parecer fuiste escuchado, porque unos leves golpes se sintieron tras la blanca puerta, ensanchaste tu sonrisa, era mera cuestión de tiempo.
La profesora no estuvo mucho tiempo fuera de la sala, y cuando entró a ésta se quedó parada junto a la puerta que había dejado intencionalmente abierta esperando que tu amigo entrara de una vez por ella, pero tú sabías bien que si se encontraba con Oishi tardaría una eternidad en hacerlo, así que como buen alumno que eras te ofreciste para ir por tu compañero, la maestra te miró con sus ojos avellanas sonriendo complacida por el buen alumno que eras, te habría encantado decirle que no lo hacías por ella, sino que para arruinarle el momento a Oishi, sólo por eso, no te importaba en lo más mínimo que ella estuviera perdiendo tiempo de su "valiosa" clase, pero creíste más prudente guardar silencioso, y sólo te dirigiste hacia la puerta.
Te quedaste detenido en el marco de la puerta. Frente a ti se encontraban Eiji y Oishi.
Sonreíste malicioso, al parecer habías interrumpido "algo", pues Oishi se había percatado de tu intromisión en el lugar y depositó un beso en la mejilla del pelirrojo y te dedicó una mirada de enfado y desagrado, y no es que el chico de ojos verdes te odiara o algo por el estilo, era simplemente que lo habías interrumpido, cosa que habías estado haciendo con mucha frecuencia desde hace un tiempo y que te encantaba hacer, casi se comparaba con la satisfacción ver a tus compañeros tomar ese delicioso jugo que Inu preparaba para cada entrenamiento.
Oíste la juguetona voz de Eiji despedirse de Oishi, para luego ver cómo el pelirrojo se volteaba con la clara intención de entrar al fin a la clase, mas al verte allí parado en el marco de la puerta corrió a ti hasta aprisionar tu cuello con sus cálidos brazos, te encantaba que hiciera eso, era bastante efusivo el chico, era como un niño pequeño, siempre hacía eso todas las mañanas, era tan cándido que te sorprendía a veces.
Oishi tenía la mirada fija en ti, tenías la leve impresión que a el mayor le desagradaba la cercanía tuya con el pelirrojo, quizás era que el sub capitán era demasiado celoso, o quizás era que tú te empeñabas en hacerlo enfurecer.
Llevaste tus manos a la estrecha cintura de Kikumaru sin desprender tus ojos de la cortante mirada esmeralda que estaba clavada en ti. Susurraste con tu usual tono travieso de voz, como si fuera casual al pelirrojo "La señorita te está esperando Eiji" Éste siguió tu mirada y se encontró con Oishi, de seguro no podía descifrar lo que se encontraba en la mirada del ojiverde, pero era comprensible, Eiji no sabía lo que eran los celos, era aun muy pequeño como para entenderlos.
Te hubieras quedado encantado ahí a fuera viendo como Syuichiroh se moría de ganas de quitarte a Eiji de tus brazos, mas no creíste que fuera muy buena idea provocar tanto la paciencia de la molesta maestra, así que jalaste del brazo a Eiji y lo adentraste en la aula.
Ambos se sentaron en los pupitres, le preguntaste a Eiji por qué había tardado tanto en llegar, quizás podrías conseguir mortificar al pelirrojo antes de que comenzaran las prácticas, era mucho más divertido hacerlo con Oishi, o bien con Echizen, ¡Éste era tan fácil de provocar! Te encantaba, sólo una frase y..
Eiji colocó ese rostro que tanto te encantaba, que ninguno de los otros chicos que conocías podía expresar, sus mejillas se tiñeron de carmesí, lo que contrastó con su porcelana palidez, sus ojos estaban avergonzados y te parecía tener frente a ti a un pequeño niño, te encantaba provocar a Eiji de esa manera. Colocaste tu mano en su cabeza y no pudiste reprimir las palabras que escaparon de tus labios.
"Pequeño Eiji" le dijiste con ternura, camuflada con un tinte de burla, no te gustaba demasiado demostrar tus sentimientos, ni siquiera a él, oíste cómo replicó tu comentario, "No soy pequeño" lo dijo sacudiendo sus cabellos en una negativa de tal manera que no pudiste evitar esbozar una sonrisa complacida, su tono te sonaba a el reclamo de un niño pequeñito que debe irse a dormir, mas aun no desea hacerlo..
Fue por mero instinto que lo hiciste, volteaste tu rostro hacia la ventana y lo viste ahí. Imponente como siempre, estaba en las canchas, "No debería estar ahí" pensaste receloso, "¿Qué está haciendo en horas de clases ahí?" te preguntaste, mas te era imposible saber aquello. La curiosa voz de Eiji te sacó por un momento de tus cavilaciones y escuchaste algo lejana quizás su pregunta, "¿Es Tezuka sempai?", tú sólo conseguiste asentir, te habías quedado prendido de la singular figura de tu capitán.
Ya no oías la voz de tu maestra enseñada con los jugadores de Seigaku (si hasta una vez se encerró contigo en la sala de clases, si no fuera por Eiji quién llegó milagrosamente para salvarte quien sabe que no te hubiera hecho ésa desquiciada maestra), ni los susurros constantes de tus compañeros, sólo podías verlo a él, con su cabello claro y figura esbelta.
Te quedas embelezado viéndole, mas de pronto alguien te saca de tus deliciosas cavilaciones con respecto a tu querido Boshou, miras a tu costado con notoria molestia, Eiji te había zarandeado con "algo" de brusquedad para conseguir llamar tu atención.
"¿Quién te ha golpeado?" lo escuchaste preguntarte con notoria preocupación. ¿Qué quién me había golpeado, no entendías, nadie te había golpeado, lo miraste desconcertado.
"¿De qué hablas Eiji kun?" le preguntaste, de seguro aun estaba algo somnoliento y no veía bien.
"De eso" dijo algo molesto por tu tono anterior empleado, su fino dedo indicaba alguna parte de tu cuello, no estabas entendiendo absolutamente nada, hasta que tus dedos rozaron con la piel marcada, en tus ojos se marcaba la sorpresa e incredibilidad, volteaste sin pensarlo tu rostro hacia las canchas y viste a Tezuka ahí.
"¿Te duele mucho Syusuke san?"Su voz tierna y preocupada casi te conmueve, Eiji era aún demasiado inocente, regresaste tu rostro hacia la mirada del pelirrojo y le dedicaste una sonrisita algo burlona. "No mucho".
Te quedaste admirando como los rayos del sol bañaban las canchas cuando comenzaste a recordar cómo había que habías terminado con ese "moretón" (una leve risita escapó de tus finos labios al recordar las palabras de Eiji)..
Te encontrabas de camino a los vestidores, te habías retrasado por culpa de la molesta maestra, pero eso no creías le importara mucho a tu Bochou, estabas tarde, y punto, pero ya verías como arreglar la situación, una sonrisa pícara apareció en tus labios mientras tomabas el pomo de la puerta.
Estaba semi oscura la habitación, y no estabas solo, cerraste suave la puerta y diste unos pasos, la figura se coló tras tuyo y sentiste como los escalofríos torturaban tu espalda.
Una voz fría y molesta te traspasó los oídos, estaba molesto, y tú sólo podías ensanchar tú sonrisa.
"Llegas tarde" Una muy obvia afirmación de su parte te parecieron sus palabras.
"Lo se" dijiste sin siquiera voltearte, buscabas provocarlo, más si era posible. Ya era la tercera vez que llegabas tarde a los entrenamientos ésa semana, y al parecer el que las otras dos hubiesen sido por culpa de Eiji no le agradaba mucho que digamos, cosa que a ti te encantaba. "Es que Eiji me pidió que le hiciera un favor" Dijiste con cínica inocencia, como si no supieras el efecto que tenían estas palabras en el otro chico.
"No me importa la razón de tu retraso" dijo con notoria molestia el chico más alto para tú satisfacción. Sentiste cómo estaba más cerca que antes, su aliento rozó la desnudez de tu cuello, y sus manos viajaron a la estreches de tu cintura, su cuerpo se pegó al tuyo y volvió a hablar, pero esta vez su voz había cambiado en definitiva.
"Te dije que no volvieras a llegar tarde" pronunció con voz áspera, de qué no sabías, pero te causó deliciosos escalofríos, qué sólo él podía ocasionar en ti.
"Lo se" Volviste a pronunciar la misma respuesta, pero podías aún provocarlo un poco más. "Pero Eiji me necesitaba"
Su toque en tu cintura se volvió más fuerte, te volteó con cierta brusquedad y te miró con creciente desagrado.
No pudiste evitar sonreír ante tal cuadro, tu Bochou estaba completamente celoso del gatito de la Seigaku, el cual sólo tenía ojos para el sub capitán, "Cómo me encanta cuando te pone así Tezuka" penaste para tus adentros.
Ibas a seguir provocando a tu Tezuka sempai, mas unos fríos labios exigieron toda tu atención, Kunimitsu tenía tu boca prisionera bajo la suya, su lengua se habría paso hacia tu boca sin aguardar por tu consentimiento, sus labios ahora provocaban a los tuyos a seguir aquel violento juego, que siempre él ganaba, que siempre disfrutabas, que tanto amabas.
Sus manos aún seguían atadas alrededor de tu cintura, y parecían no querer abandonar aquel lugar. Te guió con su cuerpo hasta el otro extremo de los vestidores, su cuerpo caliente te oprimía contra la fría pared de mármol, y su boca te devoraba sin piedad alguna.
Abandonó tus labios y tus jadeos llenaron el lugar, su entrepierna sobre la tuya, tan caliente y palpitante las dos por igual, su boca en tu cuello, y más gemidos en el lugar.
Una de sus manos abandonó tu cintura y por un instante temiste caer, mas el agarre era demasiado fuerte como para hacerlo, la otra mano viajó hasta tu pantalón y sin demora alguna sacó la camisa de su lugar habitual, ahora su toque estaba en toda tu espalda, y tú no podías hacer nada más que gemir y disfrutar de sus caricias que te reclamaban como suyo.
Arqueaste la espalda cuando sentiste como comenzaba a mover su pelvis en movimientos demasiado candentes, te estaba enloqueciendo.
"Te..Tezu..Tezuka" Lograste articular entre jadeos que te quitaban el aliento. Él subió su mirada, deseo y triunfo viste en ellos, su viste fija en ti, sus ojos chocolates devorándote y tú bajo su merced.
Tenía que parar, alguien podría venir, y tú no podrías controlarte por mucho tiempo que digamos, si hasta ya estabas respondiendo sus movimientos, tu cadera contra la suya, choques y vibraciones, una opresión en tu entre pierna y tu excitación iba en aumento.
Su rodilla hizo presión entre tus piernas y la reacción fue inmediata, tus piernas en su cintura, él embistiéndote como si se encontraran desnudos, y tú deseando que lo estuvieran.
Tu voz ahora se encontraba perdida entre los gemidos más grave de tu Bochou, tus brazos en su cuello y sus labios en el tuyo. Su boca hacía presión en tu piel cremosa y cada contacto te hacía estremecer, sus dientes se clavaban en ti deseando devorar cada parte de ti, marcando cada centímetro con su olor, posesionando tu ser.
"Mío" Fue lo único que alcanzaste a distinguir antes de sentir cómo su boca se unía a tu piel, un beso jamás sentido antes, sus labios succionaban tu piel de una manera casi dolorosa, y las embestidas no frenaban, sus manos en tu piel desnuda, su boca marcándote como suyo, su cuerpo contra el tuyo..
Fue por mero instinto que una de tus manos bajo por su pecho hasta su pantalón, te separaste un poco para poder tener acceso, tu mano se deslizo con apremio por su pantalón, el botón se deshizo rápido por entre tus dedos, el cierre bajó fácil y tu mano sacó con extremo cuidado su miembro ya erecto para comenzarlo a masturbar, la presión de sus labios expertos en tu boca se hizo mayor y un sonoro gemido escapó de tus rojos labios, tu pecho subía y bajaba con desorbitarte rapidez, el deseo manaba de ti, y no podías esperar.
"Te
necesito.." No podías siquiera hablar, tu aliento se
escapaba en cada jadeo que de tus labios resbalaba, mas él
había entendido a la perfección, tu tono suplicante y
de urgencia era claro.
Dejó tu cuello abandonado del cálido toque de sus labios, para invadir con urgencia tu boca ansiosa por sentir sus labios contra los tuyos.
Te separó un poco de si, tu liberaste su cintura y el se dispuso a despojarte de tu uniforme inferior, mientras su boca seguía muy ocupada luchando contra la tuya, su lengua contra la tuya, bocas suaves y besos tersos, palabras ahogadas en gemidos reprimidos.
Tus pantalones se encontraban lejos de ti, al igual que ésos apretados boxers.
Tomó con sus manos tus piernas y las colocó alrededor suyo, separó su rostro del tuyo y clavó su penetrante mirada en tus claros ojos, siempre era igual, una muda pregunta que no se cansaba de realizar, y que te encantaba que la hiciera.
Tú sólo sonreíste, al instante sentiste como algo en ti se hacía camino, mordiste tu labio inferior, nunca te acostumbrarías al parecer.
Movimientos circulares y ya estaba el segundo dentro tuyo. LA incomodidad había ya desaparecido, y sólo podías sentir ése exquisito placer que atormentaba todo tu ser, una mano en tu cintura y sentiste como eran reemplazados los dedos de Tezuka por su miembro.
Lo sentías palpitar dentro tuyo, cómo se habría paso por tu carne, cómo cada parte de ti se llenaba con su intromisión en tu cuerpo.
Quieto.
Cuando estuvo dentro por completo detuvo sus empujes, y descansó su rostro en tu húmedo hombro para que tú consiguieras acostumbrarte a la intromisión.
Su respiración entre cortada chocaba contra tu suave piel, y sus cabellos olían bien.
Comenzaste a moverte lento, él despertó de su sopor y te acompañó en tus movimientos.
Su cuerpo chocando contra el tuyo, cada vez más profundo, cada vez más completo.
Tu voz sonaba en toda la habitación y sus labios te devoraban la piel..
Tu miembro rozándose entre sus cuerpos, tus piernas abrazando su cintura, tus manos en cabello, su boca sobre la tuya, y la última embestida.
Te aferraste con mayor fuerza hacia él cuando sentiste que se había derramado en ti, ésa cálida sensación de gozo te nubló los ojos y de tus labios escapó el sonido más erótico que jamás había él oído, tus manos buscaron con desesperación su rostro y no pudiste nada más que sonreír y exclamar.
"No volveré a llegar tarde" Dijiste a modo de disculpa con ése tono que deseaba ser inocente.
Él no respondió a tu provocación, y sólo tomó tus labios con ternura.
Cálida lengua buscó la tuya, y la abrazó con ternura, demasiado cansado te dejaste. Tezuka te abrazó por la cintura y te separó de él para poder cargarte hasta las duchas que estaban a un costado de ustedes.
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Había sido ahí, era por ello que tenías aquel "moretón" en tu cuello, lo cual no era nada más ni nada menos que un chupón..
Levantaste el rostro para ver en que iba la clase cuando notaste que ya no había nadie en el salón, de seguro estaban en receso de colación.
Viste a Eiji a un costado tuyo parado de costado en la ventana, y no pudiste evitar la enorme tentación de provocar nuevamente a Oishi, y es que sabías que éste estaba en la puerta esperando a que tú te fuera de una vez por todas de allí. Sonreíste con malicia y te levantaste.
Hoy sería un día como todos..
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Nota Autora: he aquí el segundo cap..
Mi primer lemon de PoT ojala halla quedado bien, les pido que me den sus críticas por favor, sean buenas o malas, porque o si no cómo lo haré mejor la próxima vez?
Este ha sido un TezukaxFugi , me gustó mucho como ha quedado, espero que a ustedes también, y bueno aun no se de que pareja será el próximo cap se aceptan sugerencias pero creo que lo subiré antes de navidad, habrá que ver..
Cuídense..
GRACIAS POR LEER
