Nota Autora: GOMEEEEEEEEEEEEEEEN! G-O-M-E-N-A-S-A-I! Sí se que he tardado cómo un mes (exactamente un mes con once días x( ), pero es que no podía! De veras.. Siento mucho el retraso .. Pero espero (para las/los que siguen interesados en leer) que les agrade el cap, es el más larguito de todos u, yaps me voy y..
Advertencia: esta historia contiene menciones de Yaoi (relaciones entre chicos, que van más allá de un casto beso..), por lo cual está de más decir que también va a ver Lemon (seño explícito), epro de todas maneras lo pongo por si al moscas, y si todo lo anterior no es de tu agrado et sugiero que abandones mi historia, pues no me hago responsable por tu salud mental u
Disclaimer: no creo que sea necesario, pero igual lo pongo, "Los personajes de Prince of Tennis no me pertenecen, y esto no es hecho con ningún fin de lucro" ..
Reviews:
Shady10: Hai!hai! Luego de leer los reviews me di cuenta de que me había equivocado T-T..
Aquí (al fin) el siguiente capítulo, ojalá sea de tu agrado, me costó un cielo, infierno y todo lo que se te ocurra terminarlo x( Y bueno Fuji.. su sonrisita siemrpe me ha parecido que tiene "algo" de maniaca jejejejeee ..
Suna y Bardus: Muchas gracias por leer, eso ya es suficiente para mí xDDD Y bueno aquí tienes el siguiente capítulo u con su Lemon y todo, epsero te guste xPPP
hae uchiha: Thanks! Fuiste la primera que me notó mi "pequeña" falta jejee, pero no se en realidad poqué se me escapó eso de la "g", pero bueno aquí por lo menos lo arregle, u Y sobre lo del moretón, es que Eiji es demasiado inocente, ya vas a ver en este cap jejeeee..
Like Every Day
"Algo que Interrumpir"
Takeshi se encontraba apoyado contra el marco de la puerta admirando la aula vacía, bueno, casi vacía si no fuera por el chico de cabellos negros que se encontraba dormido en una de los tantos pupitres, los últimos rayos de sol que se colaban por entre los grandes ventanales le daban a su hermoso cabello leves destellos esmeralda. Su rostro se encontraba oculto entre sus pequeños brazos, mientras su suave respiración rompía el cálido silencio del lugar.
Takeshi no pudo reprimir su sonrisa. Llevaba un buen tiempo rezagado en la entrada de la sala observando al chico, a su chico.
"De seguro y se ha quedado otra vez practicando hasta tarde, es un necio" pensó el alto jugador decidiéndose a entrar por fin.
Sus pies se deslizaron suaves por al lustrosa cerámica hasta llegar frente al chico que aún dormía, sin caer en cuenta de la silenciosa compañía que tenía.
"Príncipe necio" dijo bajito, cosa innecesaria, pues sabía que el chico de cabellos verdosos tenía un sueño pesado, y cuando decía pesado, ERA pesado literalmente.
Dobló un poco sus piernas para poder quedar a la altura del chico durmiente, situó su rostro a unos centímetros de la oreja del peliverde, y acto seguido..
"¡Echizen¡20 vueltas a la cancha!" gritó el más alto intentando imitar la estoica voz de su Bochou.
El, antes durmiente, chico despertó de su tan preciado sueño de un solo brinco. Abrió sus bellos ojos miel creyendo que encontraría la figura estoica y respetable de Tezuka Bochou, mas lo que se alzaba frente a él no podía ser algo más distinto.
Momoshiro se encontraba hincado frente a él riéndose, al parecer de él; sus ojos violáceos brillaban con su usual brillo y su cabello despedía un delicioso aroma, a nadie más podría habérsele ocurrido despertar al engreído príncipe de aquella manera.
"Baka" soltó menor entrecerrando sus ojos; ante lo cual el mayor sólo sonrió con mayor fuerza, acarició la sonrojada mejilla del otro disfrutando del toque de su mano sobre ésa tibia piel.
Ryoma hastiado de la sonora burla de su "amigo" llevó ambas manos a los hombros del mayor que aún emitía suaves carcajadas y lo aventó con fuerza lejos de él. Resultado: Un Momoshiro desparramado en medio del pasillo noqueado por una de las patas de la mesa que estaba tras suyo.
El engreído príncipe se permitió sonreír un momento ante la graciosa visión que tenía, mas ciertos sonidos provenientes de las canchas de Tenis le recordaron que ya hace un buen tiempo que debía de estar allí.
Se levantó perezoso de su asiento olvidando por completo la existencia de su amigo (que aún seguía tirado en el suelo), y se encaminó hacia la salida, pero no pudo llegar muy lejos, pues cierto chico estorbaba el paso..
"Momo estorbas" dijo con su usual tono despreocupado"Quítate" ordenó el menor.
La somnolienta voz de Ryoma resonó en los oídos del mayor, fue como si de pronto un sentimiento hubiese despertado en él, algo que incitaba a sus instintos más primitivos a actuar, y como se trataba de Takeshi ¿Qué más daba?
Como si de un robot se tratase Momoshiro saltó del suelo hasta quedar frente a un Ryoma para nada asombrado por la recién acrobacia realizada.
Echizen tenía la mirad perdida en algún lugar, mientras Takeshi lo taladraba con sus violáceos ojos.
"Quítate" volvieron a sonar las mismas palabras, mas ésta vez retadoras e insinuadoras. Momoshiro sonrió emocionado¿Cómo era que aún Ryoma no podía simplemente que deseba que él le hiciera éso?
El más alto meneó de un lado a otra su desordenada cabellera, con una radiante sonrisa impresa en su rostro.
"¿De qué te demonios te ríes?" preguntó con molestia en la voz el más pequeño.
"De ti" respondió con simpleza el otro, al momento de rozar sus labios con los de Echizen.
Una provocación. Otro roce. Manos buscando contacto, mas sin ceder ante la debilidad de tocar más a fondo aquellos delicioso labios.
Un botón, otra provocación, manos ansiosas tocando, reconociendo lo ya conocido.
Mejillas sonrojadas, y susurros ahogados.
Momoshiro acerca un poco más el cuerpo del pequeño al suyo, su manos viajan hasta el pecho descubierto del otro, acaricia con cuidado donde debe, un poco más cerca, y puede sentir como sus erecciones chocan entre si. Ryoma no pude evitar gemir bajito ante esto, cierra los ojos y disfruta del toque de su superior, sus manos suaves queman su piel, quiere un poco más, quiere saborear la boca de Takeshi, quiere..
Y lo hace. Une sus labios con los del otro al fin, puede sentir como Momo sonríe en medio del beso, "Que importa" piensa el chico de cabellos verdes profundizando el beso ansioso.
Ryoma al fin se deja manejar por el mayor, el cual entre suaves sonrisas toma posesión de eso finos labios, las firmes manos de Takeshi viajan hasta la pequeña cintura de su amigo, estrechándolo con mayor fuerza contra si. Ambas erecciones chocas entre si, y Ryoma no puede evitar romper el beso para inclinar su rostro hacia atrás y gemir lo más silencioso que podía..
Delicioso. Sólo eso cabía en la cabeza de Momoshiro en ésos instantes al ver como su pequeño niño se descontrolaba con cada roce, con cada pequeño beso.
Su cuello ofrecido tal ofrenda se encontraba para él, la cual no despreció; sus dientes profanaron aquella sedosa piel que sumisa se dejó marcar por sus hambrientos y expertos labios.
Mas gemidos que fallidamente Ryoma trataba de aplacar, mientras su a comprante bajaba en una lenta y tortuosa senda por su pecho, que poco a poco iba desnudando con su ágil mano.
Todos los sentidos del pequeño príncipe estaban concentrados en el cuerpo que lo tenía aprisionado, no es que se quejara claro.
Un beso que bajaba con fuerza por su cuello, y su pecho se estremecía de puro placer, un botón libre y más caricias que lo enloquecían, ya no quedaba ni un botón más, sólo su pecho desnudo y la boca de Momoshiro devorándolo sin piedad alguna.
El rostro de Ryoma estaba teñido por la excitación del momento, jadeaba sin poder controlar ya sus instintos. Sus manos viajaron rápidas, pero temblorosas al pecho de Takeshi. Colocó con movimientos algo brutos y ansiosos sus dedos por sobre la suave tela, acariciando el pecho que subía y bajaba. Los escurridizos botones resbalaron con algo de dificultad por entre los ansiosos dedos que intentaban liberar el torso de takeshi de la prisión de aquella molesta prenda que le evitaba a Ryoma un mayor contacto con Takeshi.
"Estamos ansiosos ¿Nee Ryoma?" dijo con cierta burla el mayor, al ver como el pequeño casi destrozaba su pobre camisa en el intento por despojarlo de ella. Ryoma por respuesta sólo lanzó un leve gruñido que dejó satisfecho al mayor.
Momoshiro deslizo sus manos por el contorno del cuerpo del pequeño chico que se estremecía entre sus brazos hasta posarlas en las firmes cinturas de éste. Unió un poco más sus cuerpos, si es que esto era posible, y se dispuso a realizar su noble tarea. Despertar en Echizen el deseo, provocarle todas las sensaciones que le fueran posibles experimentar, porque aquí, fuera de las canchas, él era el maestro, y no el peliverde¡Cómo le encantaba ver aquel sonrojo en sus hermosas mejillas!
"Momo.." un susurró ahogado sonó contra la piel de su cuello, mientras en una suave presión que ejercían las piernas de Ryoma alrededor de su cintura lo despertaron de su ensoñación. Ryoma había abrazado su cintura mientras él se encontraba divagando, y ahora el más pequeño no podía evitar mecerse contra el firme cuerpo de su novio, ahogando sus sonoros gemidos contra el cuello del Momoshiro.
Takeshi no se hizo esperar, y cargó a Ryoma hasta la mesa que se encontraba tras de ellos a unos cuantos pasos. Dirigió su mano ávida hasta la cremallera del pantalón del otro bajándola sin preámbulo alguno, había demasiado deseo de por medio como para hacerlo. La prenda cayó dócil por entre las piernas del más joven quedando olvidadas sobre los talones del chico, pronto le siguió la ropa interior.
Ryoma se encontraba sentado sobre la fría mesa con las piernas lo más abierta que le permitían los pantalones, su miembro aclamaba por una atención que Momoshiro no tardó en realizar.
Ahora Ryoma ya no se contenía en lo más mínimo, sus labios entre abiertos dejaban escapar jadeos constantes y ruidoso que encendían con más ahínco al joven tenista que tenía entre sus dedos la punzante erección del príncipe.
La mano de Takeshi era lenta y perezosa sobre el miembro de Ryoma, suave, casi un roce, algo que estaba enloqueciendo al pobre chico, que lo único que deseaba era que Momo terminara de una vez.
"Ba.. a.. ka .." logró articular, mientras Momoshiro no se daba ni por enterado de la horrible tortura de la cual era creador.
Los brazos del más pequeño asieron con fuerza los hombros desnudos del otro para atraerlo, y así poder abrazar con posesión aquel divino cuello.
Un leve sollozo escapó de los labios de Ryoma, quién intentó amortiguarlo en hueco del hombro de Momo, lo cual quedó en un vano intento, pues Momo logro escucharlo a la perfección.
Momoshiro ya conforme, decidió que ya era suficiente de juegos aquella vez, deslizó rápido sus manos por las piernas del joven arrastrando con ellas las molestas prendas, las cuales quedaron rezagadas en el suelo, junto con los zapatos.
Ryoma gruñó por la pérdida del toque de Momoshiro en su miembro, mas cuando sintió que sus piernas ya se encontraban libres de presión alguna, abrazó instintivamente el cuerpo del otro con sus piernas.
Ambos jadeaban con descontrol, sus cuerpos se encontraban húmedos por el sudor, y un intoxicante aroma se fundía entre ellos, un aroma candente y excitante que los empujaba a seguir adelante.
Momoshiro sentía temblar el cuerpo de Ryoma entre sus brazos, temblar de puro deseo.
Él buscó la boca de su senpai, devorándola hambriento de ella, de su sabor, del contacto entre sus lenguas, de aquel maravilloso roce, del aliento que siempre perdía, y que le encantaba perder cada vez que besaba a Momoshiro.
Caminabas con "algo" de prisa por los desiertos pasillos, y es que estabas "algo" molesto contigo mismo¿Cómo era posible que hubieses caída en semejante trampa? Deberías habértelo esperado, por supuesto, aquel tono, aquella mirada¡Era lógico que Fuji te estuviera tomando el pelo! Cómo si no, decirte que Marieta te estaba buscando por un asunto "importantísimo" sobre una equivocación en las inscripciones¿Cómo es que habías caído? Si Marieta no tenía absolutamente nada que ver con las inscripciones.. Bueno tal vez el que Fuji te estuviera..
"Algo" te distrajo de tus cavilaciones, estabas en el segundo piso frente a las escaleras, unos "extraños" ruidos provenientes de una de las salas del pasillo de tu derecha te causaron suspicacia, arreglaste el marco de tus lentes con tu mano, nadie debería de estar en la escuela, todos los talleres extra programáticos ya habían concluido, sólo había uno que seguía, pero era imposible, todos los integrantes de dicho grupo debían de estar ya hace mucho en las canchas practicando, como era debido, y no estar jugueteando por ahí.
Tus ojos se entrecerraron y tus cejas se juntaron tanto que habían formado una sola línea recta, decidido a atrapar infragante al que fuera que estaba desobedeciendo tus órdenes caminaste por aquel pasillo.
A cada paso que dabas la intensidad de dichos sonidos aumentaba, pero ninguna palabra te llegaba, no, sólo voces, voces que se te hacían extrañamente familiares, tragaste duro, y seguiste caminando viendo con cautela por entre las ventanas que daban al pasillo sin perder por un instante tu calculadora mirada.
Ya estabas a la mitad del pasillo,"La siguiente es" te dijiste con seguridad.
Diste unos cuantos pasos, y lo que viste te paralizó, unos cuantos segundos necesitaste para recuperar la calma, aquello era MUCHO más de lo que esperabas ver en aquel salón.
Aceleraste el paso y cuando estuviste justo frente a ellos..
"¡Momoshiro, Echizen.. 50 vueltas a la cancha! AHORA" fue un bramido espeluznante, que se escuchó hasta las canchas, paste frente a ellos sin siquiera mirarles acomodándote los anteojos.
Una pequeña y malvada sonrisa bailó en tus labios, mientras descendías los escalones procurando hacer notar tu descenso." Tal vez la treta de Syusuke no haya estado del todo mal" pensaste en las posibles ganancias que tendrías con ésta nueva información¿Qué te daría Inu por aquella suculenta información?
Todos miraban extrañados a los tres chicos que ahora trotaban alrededor de las canchas, absolutamente nadie entendía el por qué, si bien dos de ellos habían llegado tarde no era como para dar 50 vueltas o ¿sí? Y además estaba Syusuke¿Por qué él tenía que estar corriendo junto con Ryoma y Momo? Absolutamente nadie entendía del porqué, peor ninguno era tan estúpido como para cuestionar las órdenes de su Bochou, si él creía necesario que el lindo (etto.. u) de Syusuke corriera 100 vueltas a la cancha, así tendría que ser..
Momoshiro reía por lo bajo mientras un sulfurado y a más no poder sonrojado Ryoma corría a varios metros delante de él intentando, si es que le era posible, hundir aún más su rostro en aquella bonita gorra que siempre traía puesta.
Momoshiro aceleró un poco su paso para alcanzar a su compañero que iba detrás de Ryoma. El Tensai de Seigaku iba corriendo animadamente sin percatarse, al parecer, de la extraña, por decir lo menos, situación que se estaba llevando a cabo a unos cuantos metros suyos.
"Y tú por qué estás corriendo Fuji senpai?" preguntó curioso el alto chico sin perder de vista a su "amigo" que iba delante de ellos.
"Ohh.. Bueno, nada en especial Momo" dijo el otro con su usual sonrisa esquivando de manera monumental la pregunta.
Takeshi iba a insistir nuevamente cuando vio como el rostro del pequeño niño se volteaba bruscamente olvidando su notorio sonrojo.
Ahí estaban platicando amenamente Tezuka boshou e Inu, tragó duro, "Eso no podía ser nada bueno ¿Cierto?" pensó con algo de trauma el menor de los Echizen, "Nada bueno" rectificó cuando una sonrisa "algo" maniaca apareció en el rostro del chico Data, mientras su mano volaba, literalmente, por la pequeña y secreta libreta que contenía toda la información posible que pudiese ser necesaria sobre algún jugador. Pero al cuestión era la siguiente ¿Qué podría estarle diciendo Tezuka Bochou a Sadaharu, para que éste estuviera tan malditamente emocionado¡Si hasta le estaban brillando sus condenados anteojos! Eso no estaba bien, para nada.. Se dijo para si el necio príncipe con algo más que pánico.
Un grito ensordecedor le despertó de sus terribles cavilaciones, Tezuka bochou lo estaba casi taladrando con su penetrante mirada, agachó un poco el rostro y se hundió un poquito más la gorra, tal vez si seguía ocultando su rostro en aquella gorrita un tiempo más su cabeza explotaría por le presión y no tendría la necesidad de volver a sonrojarse de ésa horrible manera en que lo estaba haciendo en ése precisa momento.
"50 vueltas más para ambos" casi susurró el capitán con malicia mirando tanto a Takeshi como a Echizen. Ryoma comenzó su trote nuevamente, maldiciendo por lo bajo a toda la humanidad por haber puesto a su bochou en aquel maldito pasillo, en aquel maldito momento, en aquella maldita situación acompañado por Momo..
Momoshiro suspiró resignado, si no hubiese parado para ver que era lo que atraía la atención del pequeño no tendría que estar dando de nuevo ésas condenadas vueltas, y es que Fuji no había parado como él y Ryoma, no el muy había seguido corriendo como si nada.
Ya había terminado la práctica para todos, bueno para todos excepto Ryoma y Momoshiro, los cuales aún estaba corriendo sus vueltas.
"¡O'chibiii!" gritó el neko pelirrojo de la Seigaku intentando llamar la atención del pequeño que iba muy ensimismado en sepa diablos qué cosa.
Ryoma por toda respuesta miró al mayor esperando ha que éste le hablara, pues no creía poder hablar coherentemente por un buen tiempo, o al menos hasta despertar de esta pesadilla, pues tendría que serlo ¿No?
"Supongo que tendremos que dejar para mañana eso que tú ya sabes ¿Nyaa O'chibi?" dijo el pelirrojo haciendo énfasis en la última parte. "¿Eso que yo ya se?" no entendía a qué se refería Eiji, al menos no hasta que vio la extraña mímica que le hacía detrás de todos para que nadie le viera. ¡Ya entendía¡Como es que se le había olvidaba semejante cosa! Se llevó una mano distraído a su cabeza para acomodar de nuevo (quizás por vigésima tercera vez en aquel entrenamiento) su querida gorra. Sólo asintió algo aturdido por el recordatorio de dicha cita que tenía con Eiji senpai.
"¡Bueno pues nos vemos entonces O'chibi!" semi gritó alegre el bonito neko alejándose junto con Oishi.
Suspiró cansado el pequeño príncipe, estaba suficientemente agotado con las infinitas vueltas que su bochou le había obligado a hacer, como para además aguantar la inquisidora mirada que le estaba dedicando Momoshiro.
Siguió corriendo sin más, sin prestarle ni un poquito de atención al mayor que lo seguía taladrando con la mirada, como si eso fuera a provocar que de pronto él se volteara y le digiera porqué él tenía una cita con Eiji senpai, cosa que por lógica no ocurrió.
Iba caminando alegremente junto con Oishi, iban tomados de la mano mientras la cálida brisa los azotaba suavemente, en realidad él no estaba tomando mucha atención a la platica, desde hace un rato que toda su atención se habían ido a posar en la jovial sonrisa de su superior, como solía ocurrirle desde que él le había dado su primer beso. Los tentadores labios se movían lentos y sinuosos, como retándolo a que lo hiciera, a que se atreviera. El joven neko se mordió su labio y apartó con rapidez la mirada del rostro de su superior, sólo para que no viera sus mejillas teñirse de carmesí, y es que no podía evitar aquello.
Oishi ensanchó su sonrisa con algo de diversión, se había percatado de la fijación de Eiji a por su boca, de todas maneras era algo un poquito notorio, por no decir MUY notorio.
Ésta no era su primera relación, así que estaba acostumbrado a lo que esto significaba, pero al parecer esta era la primera vez de Eiji, y sin querer aquel pensamiento le agradó bastante.
Se detuvieron frente al semáforo que se encontraba a unas pocas cuadras de la escuela, el rojo de éste competía con el infantil sonrojo que bañaba las dulces mejillas de Eiji.
Aún estaban tomados de las manos, Eiji podía sentir el calor en su rostro y los suaves dedos de Oishi acariciar su mano, no estaba acostumbrado a esto, y no es que fuera con un chico, para nada, eso era lo de menos, él jamás había tenido ningún tipo de relación con nadie, y todavía le costaba algo asimilar lo que significaba estar con alguien; el que quisiera estar siempre rodeado por sus brazos, el sentir cierto cosquilleo molesto cuando ésas fanáticas desquiciadas se le acercaran a su Oishi, el tener eso locos deseos de besarlo cada vez que estaban cerca, el..
No pudo seguir sus cavilaciones el pelirrojo, pues unos suaves labios llamaron su atención. Oishi tenía sus esmeraldas fijas en él, contemplándolo, admirándolo. Su sonrisa tenía "algo" diferente que no pudo descifrar el pelirrojo, mas eso era lo de menos, ahora estaban de frente, una mano en su cintura y la otra en su cuello, que con tentadores movimientos regalaban deliciosos escalofríos por todo su cuerpo.
"Oishi.. Yo" no estaba siendo muy locuaz que digamos, pero al parecer Syuichiroh entendía a la perfección lo que deseaba decir su pelirrojo acompañante.
"Yo también te quiero.." susurró Oishi acariciando los labios del neko con los suyos.
Eiji tenía sus gatunos zafiros fijos en Oishi, mordió su labio nuevamente, y se dio un poquito de impulso con sus pies para alcanzar los muy ansiados labios de Oishi, los cuales lo recibieron gustosos.
Primero un toque, casi algo virginal, se podría decir, algo casto y, privado de deseo, sólo un te quiero dedicado en un beso, sus labios juntos y nada más. Sus cuerpos rozándose, reconociéndose, y las finas manos de Eiji acariciando con desmesurado cariño el pecho de quien lo abrazaba con protección.
Eiji balbuceó un te quiero "algo" ahogado, un te quiero que sonó bastante infantil, un te quiero que maravilló todo la existencia de Oishi, un te quiero demasiado Eiji.
Se recostó con algo de brusquedad sobre el banco de madera que lo recibió blando y frío, algo que agradeció, "Un momento" pensó el agotado chico, se suponía que los bancos de sus vestuarios eran de madera, y no de algo suave, brincó en su lugar, mas no recibió el contacto que esperaba, tanteó con su mano "algo" perezoso por la banca hasta que sus dedos se encontraron con un bonito bolso; tenía un cascabel colgando de un lado, y no pudo evitar sentir que aquella cosa le traería problemas, frunció el seño un poco molesto consigo mismo por aquel tonto pensamiento, dejó a un lado el bonito bolso, de seguro y se le había olvidado ha alguien, mejor lo dejaba ahí.
Suspiró, su cuerpo hervía, el calor lo estaba sofocando, mas al parecer sus pies no estaban dispuestos a dar un paso más aquel día. Se deshizo como pudo de la molesta polera y la arrojó sin cuidado a algún lugar del vestidor, volvió a recostar y esta vez el frío de la pared lo refrescó, "Sí, esto se siente bien" pensó para si el muchacho disfrutando del toque con la pared, tan absorto estaba en su propio cansancio que no sintió ni el abrir ni cerrar de la puerta, ni mucho menos el cuerpo que se acercaba hacia él.
Momoshiro sintió unas manos cálidas y algo húmedas tomar su rostro, para que luego unos ansiosos labios se posaran con brusquedad sobre los suyos, sonrió en medio del beso.
El cuerpo que yacía frente suyo cortó la poca distancia que los separaba, el beso se profundizó cuando ambas lenguas se encontraron, húmedas, cálidas, ansiosas, deseosas de un mayor contacto. Momoshiro sintió como todo su cansancio era reemplazado por algo mayor, en fuerza y potencia, por un deseo, un deseo que tenía nombre y que se encontraba justo frente suyo, o mejor dicho, justo en sus brazos.
Los brazos del mayor volaron con avidez hacia la polera del otro sumergiéndose debajo de ésta, sus dedos recorrieron todo el torso del menor en un mero reconocimiento; fue alzando con lentitud la prenda, sin romper aún el beso, sus lenguas seguían sin tregua alguna, succionando, acariciando, disfrutando; en un descuido de Ryoma Momoshiro alejó su boca de él y obligó al menor a levantar sus brazos para poder despojarlo de una (maldita) vez por todas de la (ya) molesta prenda. Ryoma gimió bajo al sentir las manos del otro pasar por sobre su plano pecho, el contacto de su piel con la del otro lo estremecía.
La polera de Echizen yacía lejos y olvidada, algo cerca de la puerta, no que eso fuera muy importante.
Momoshiro se levantó imponente frente a Ryoma, quién lo miraba desafiante y deseoso.
El mayor encerró el cuerpo del otro entre sus brazos, capturando así también su cuello, que dócil se dejó acariciar por la boca del otro, que con mordiscos y succiones conseguía sonoros gemidos, que poco a poco fueron llenando el lugar.
Mientras su cuello era "torturado" por la impasible boca de su Koi, Ryoma no perdía el tiempo, sus manos bajaron por el amplio pecho del otro, disfrutando del húmedo contacto con las tetillas del mayor, estuvo tentado en detenerlas un momento allí, mas siguió de largo hasta llegar a las caderas del mayor.
Momoshiro sonrió deteniendo por un momento las atenciones que prodigaba al cuello de Ryoma, éste había detenido ambas manos en sus caderas, no atreviéndose a avanzar más allá. Eso le encantaba, la timidez del pequeño aún no desaparecía por completo, a pesar de que ya eran pareja y que ésta no era su primera vez, él, momoshiro, era quién siempre iniciaba todo, no que le molestara si, Ryoma a veces le miraba y le insinuaba todo con simples miradas y acciones, no era de muchas palabras el chico; y ahí estaba él con las manos del otro clavadas en sus caderas, mirando sus ojos miel, "algo" dilatadas por el deseo y por la frustración de hace un rato, el ceño de su príncipe estaba fruncido, y si no fuera por la situación en que estaban se habría echado a reír allí mismo.
Había abandonado sus labios, un escalofrío me recorrió al escuchar un pequeño maullido de su bonita boca, un maullido con "algo" de semejanza a un reproche; sonreí.
Tomé su mano, y comenzamos a caminar por la acera, le pregunté si le apetecía ir a mi casa, que luego yo le iría a dejar, el me dijo que claro que quería, brincando y alzando su otra mano al aire, yo sólo sonreí.
Cuando ya estábamos a la mitad de la calle, me fije que Eiji no estaba quejándose de que le dolía la espalda por el "gran" peso de su mochila, una clara indirecta para que yo la llevara (sonrisa afectada marca registrada de Oishi senpai), y eso era "algo" bastante extraño, voltee un poco el rostro para poder ver su espalda, y vi que no llevaba nada, "algo" desconcertado le dije "Eiji.. ¿No trajiste tu mochila hoy?", Él me miró confuso con sus ojitos clavados en los míos.
"¿De qué hablas Oishi kun?" llevó la mano que tenía libre hasta su espalda, y tanteo con ella el espacio que debía de ocupar la susodicha mochila. Me miró con sus ojitos llorosos y con un adorable puchero en su rostro.
"¡Oishi kuuun¡ Me han robadoo! Nyaaaa" me pareció que fue un maullido, mas que un lloriqueo, se me tiró encima, y me abrazó con sus brazos alrededor de mi cuello sin dejar de "maullar" lastimeramente pro la pérdida de su mochila.
"Syuichiroh ¿Qué voy a hacer sin mi mochila? Nyaaaa" tenía su rostro tan hundido en mi pecho que ha penas y podía entender que decía mi neko.
"No creo que te la hayan robado Eiji, tranquilo" susurré despacio, mientras acariciaba su cabello.
" ¿De veras?" me preguntó con sus ojitos aún húmedos por las lágrimas.
"Sí, es más, yo creo que las has olvidado en la escuela, o tal vez en los vestidores" dije comenzando a caminar, aún permanecíamos en medio de la acera, y las bocinas habían comenzado a sonar.
Eiji pareció meditar un poco la idea, para luego decidir "algo" sin pensar en consultármelo, porque dio una vuelta (junto conmigo claro, me jaló fuerte de la mano) y comenzó a correr en dirección opuesta a la que íbamos, sí, en dirección a la escuela.
"E..E.. Eiji.. ¿Para dónde vamos?" le pregunté con "algo" de dificultad, porque tratar de alcanzar a este chico cuando está en éste estado, mejor lo intentan..
Él sólo me sonrió y sus ojos gatunos brillaron, suspiré, ya sabía a dónde íbamos, y no es que la idea me gustara, para nada, era ya tarde, y de seguro los padres de Eiji se preocuparían si no llegaba temprano a su casa.
Una mano ágil haciéndose del pomo de la puerta, para luego girarla con rapidez, un cuerpo entrando con imprudencia en la oscura habitación, mientras el otro cuerpo se quedaba rezagado en el marco de la puerta petrificado por la desconcertante imagen..
"¡Eiji!" dijo en voz "algo" alta, quizás para que el pequeño neko le escuchara, o tal vez para opacar ciertos ruidos que encontraba nada sanos para los oídos de su pequeño Koi.
Eiji frenó su desesperada carrera motivada por la imagen de su querido bolso olvidado en la fría banca; la voz de Oishi había sonada "algo" nerviosa, y tal vez por que estaba tan ensimismado en recuperar a su bello bolso, y también en la dulce, pero nerviosa, voz de su sub capitán, no se percató de la prenda que yacía a unos cuantos centímetros suyos. ¿Resultado?
Kikumaru cayó violentamente al suelo cuando resbaló con la prenda.
Hasta ése momento ni Ryoma, ni Momoshiro se habían movido ni un ápice de sus lugares. Estaban tan ensimismado en uno con el otro que no habían sentido el sonido de la puerta al abrirse, es más ni siquiera habían notado los fuertes pasos de Eiji, no se habían percatado de nada hasta el sonoro grito de Oishi.
Momoshiro tenía posadas ambas manos sobre las de Ryoma y las había estado guiando dentro de su propio pantalón, Ryoma sólo se dejaba hacer disfrutando de la boca del mayor.
El "suave" llamado de Syuichiroh hacia Eiji los despertó de su ensoñación, mas ninguno de los dos podía mover siquiera un dedo, ni mucho menos pensar en la pregunta que ambos se hacían "¿Cómo diantres podían tener ésa suerte?"
Escucharon como el cuerpo de el neko de Seigaku resbala hasta quedar totalmente recostado en el suelo, gracias a la polera de Ryoma.
Eiji se había olvidado por un segundo de qué hacía en los vestidores de la escuela a aquella hora acompañado de Oishi, se olvidó de todo, lo único que estaba presente en su cabecita era que aquella "malvada" prenda tenía "algo" contra él (y quizás sí tenía razón el bonito neko).
"¡Te digo Oishi kun que ésa cosa tiene algo contra miii!" decía, o mas bien maullaba, el neko señalando a la "diabólica" prenda que yacía a unos metros de él.
"Tranquilo Eiji.." Oishi no estaba muy preocupado de Eiji en ésos momentos que digamos, no, toda su atención se encontraba fija en ésos "depravados" (según él claro) que por poco y habían traumatizado a su pequeño neko (ante semejante pensamiento abrazó con "algo" de demencia al niño que se encontraba protegiéndose de la psicópata polera de Ryoma).
Eiji estaba ya casi púrpura debido a la falta de aire, cosa que ni cuenta se daba Oishi de tan ensimismado que estaba pensando el lo que les haría pagar a ésos dos cachondos traumadotes de nekos..
Cuando Eiji comenzó a toser desenfrenadamente, y ya era algo obvia su problemita de asfixia, los chicos reaccionaron, salieron de su estado de shock, y se desprendieron del embrollo de manos, brazos y piernas en que estaban metidos.
"O.. O.. Oi.. Oi-shi" tartamudeo el pobrecillo de Eiji con sus mejillas teñidas de un pálido rubor.
Oishi reaccionó al sentir la suave, demasiado suave, voz de su Koi, desvió la mirada asesina de ésos dos "enfermos" (según nuestro sub capitán claro), para asistir a su ya casi fallecido neko.
Ya iban de camino a casa de Ryoma, ambos estaban ensimismados en sus propios pensamientos sin prestarle atención al otro, mas ambos recordaban con "algo" de terror lo sucedido momentos antes de que Eiji y Oishi senpai abandonaran los vestidores..
" ¿Y ustedes chicos¿Acaban de terminar las vueltas que os dio Tezuka bochou?" preguntó con inocencia el pelirrojo abrazando como un poseso a su amada mochila.
"Ehh.. Ehh.. Sí Eiji senpai.. Sí estábamos por bañarnos cuando ustedes llegaron.." dijo con algo de rubor Momoshiro llevándose una mano detrás de su cabeza, la penetrante mirada de Oishi le estaba molestando bastante.
"En ése caso nos vemos, adiós Momo, adiós o'chibi" despidió Eiji, mas al último se le aventó (literalmente) llevándolo consigo al suelo, responsabilidad nuevamente de la (sádica) polera de Echizen que se encontraba tras éste.
"¡La polera tiene algo contra mi bella persona, debe de ser exorcizada, Fuji me dijo que éstas cosas pasan, a él lo había estado persiguiendo una cáscara de banana todo un mes, yo creo que debemos llevársela a Syusuke para que él se encargue.."" dijo con rotundidad el neko tomando con sumo cuidado la prenda con unas pinzas (sacadas de quién sabe dónde), para luego introducirlas en una bolsa hermética de plástico (sacadas también de sabe quién dónde).
Todos se le quedaron mirando, Momoshiro pensó que tal vez los jugos de Inu no le estaban haciendo muy bien al neko, Oishi creyó que su koi era "algo" inocente, y que Fuji era un aprovechador, y Ryoma sólo dijo un suave..
"Mada Mada Dane" mirando de soslayo a Oishi, quién no dejaba de mirar a Momo como si fuera un violador que de un momento a otro se le tiraría encima al pelirrojo.
"Seguro Kiku, pero vámonos que ya se nos está haciendo tarde, y tus padres deben de estar preocupados" dijo ayudando a levantarse a Eiji, quién se despedía con su manito libre.
Ambos caminaron hasta la puerta, y cuándo estaban por irse al fin, Oishi paró sus pasos suaves y despreocupados para voltear un poco su rostro lo suficiente para que Momoshiro y Ryoma pudieran apreciar su "agradable" (léase sádico..) rostro que les sonreía con "algo" (léase con demasiada) de anormalidad, mientras sus ojos brillaban con el saberse poseedor de un tremendo castigo para ellos, mas de una tremenda y gratificante venganza; y dijo solemne..
"Y también porque los chicos querrán estar con energías para mañana, Tezuka me dijo que les tenía unas cuantas vueltas más, pero no se alarmen, no creo que sean muchas.." y ésa última frase fue la que les aseguró que su día de mala racha aún no había terminado.
Caminaban despacio por la amplia estancia, el padre de Ryoma se encontraba dormitando en la sala del televisor, mientras la dulce prima de Ryoma se encontraba en la cocina preparando la merienda para los recién llegado.
"Nosotros bajaremos luego de hacer los deberes Nanako" dijo como si nada Ryoma a su prima, la cual le sonrió y saludó con su usual alegría a Momoshiro, quién siendo quién era, le saludó de un "pequeño" abrazo que era usual en ellos, pues las visitas de Momoshiro a la casa de el pequeño, eran muy frecuentes, cosa que al principio desconcertó a Nanako, debido a que Momoshiro no era del mismo grado que su primo, y no creía que se pasaran todo el día (literalmente) encerrados en la alcoba de Ryoma, mas con algunos días se percató de las reacciones de Ryoma cuando el joven más alto la abraza, su bonito rostro se teñía de un tierno rubor, mientras que su ceño se fruncía, si hasta una vez se le había escapado un improperio en inglés, uno que según su conocimiento (casi nulo, lo que sabía era gracias a las películas) era todo, menos inocente.
La chica salió de sus salivaciones cuando Momoshiro le preguntó que es lo que haría hoy para comer, pues se iba a quedar a dormir. Ella sólo sonrió con su amena sonrisa, muy parecida a la de Oishi (no cuando estaba enfadado, claro..), y le dijo que era un sorpresa, el chico sólo hizo un bonito puchero y siguió los pasos de ryoma hacia arriba.
"Quizás debería subirles algo de tomar" pensaba Nanako, mas luego recapacitó, no, de seguro que si lo hacía luego Ryoma la envenenaba, o algo por el estilo, su primo era "algo" posesivo con el tiempo que estaba con Momo.
Un molesto sonido llenó la estancia Echizen, y Nanako sabiendo muy bien que a nadie más que a ella le interesaba siquiera una pisca quién estaba tras ésa puerta, se dirigió hacía el citófono que se hallaba junto al frigorífico.
Levantó el auricular, y dio el correspondiente saludo esperando que le respondieran, y su sorpresa fue grande al escuchar una voz dulce, y tal vez "algo" chillona detrás del auricular. La pequeña chica le respondió y le dijo a quién buscaba, Nanako dudó un poco, tal vez eso no le agradaría a él¿Pero cómo saber? Así que no tuvo más remedio que hacerla pasar.
"Es un aprovechador" pensaba con "algo" de disgusto (mas bien celos) Ryoma mientras subía airado ls escaleras que daban a su cuarto, siendo seguido de u despreocupado Momoshiro que tarareaba una molesta canción.
Y no es que Ryoma sintiera celos de su prima Nanako, no, para nada, pero es que a Momoshiro le encantaba ser "algo" expresivo con las chicas, si se detuviera a contar con cuánta chica Momoshiro era "cariñoso" tendría que inventar una nueva forma de conteo, porque se le acabarían los números, peor Momoshiro insistía en que eso era parte de él, que no lo hacía con una mala intención, y él no podía hacer nada más que fruncir el ceño, y cuidar su lengua para que no se le saliera un improperio, como ésa vez frente a su prima Nanako.
Ryoma ni cuenta se daba de sus pasos, que cuando llegó frente a su puerta casi y choca si no fuera por Momoshiro, quién lo frenó tomándolo por los hombros, Ryoma reaccionó ante el contacto, y se ruborizó un poco por el descuido, mas aún estaba molesto con Momoshiro, y no cedería ante Momoshiro ( . rostro de Ryoma kun xDDD).
Entraron a la habitación, Ryoma fue hasta su cama y tomó en su regazo a Karupin quién estaba por salir, el pequeño neko angora había ya sufrido uno que otro trauma con ésos dos estando en la misma habitación, y no deseaba repetirlos una vez más, pero su amo andaba de malas, y no lo dejaba huir, al parecer el que el gatito se retorciera entre sus brazos no le importaba mucho que digamos.
"¿Por qué estás enfadado Ryoma?" preguntó Momoshiro arrebatándole el (ya) histérico gato a Ryoma, quién ni cuenta se dio de la acción.
"No es asunto tuyo" le dijo brusco el más pequeño al otro alejando su vista de éste, pus luego de liberar al minino, el cual huyó por la ventana, tomó asiento junto a él.
"Oh bueno, pues si no es asunto mío.." dijo como quien no quiere la cosa, para posesionar sus labios de pronto sobre los sorprendidos de Ryoma.
Ryoma gruñó algo incomprensible sobre los labios de Momoshiro, quien le respondió con los mismos gruñidos, para luego avanzar más en el beso, el cual cobró una mayor intensidad cuando ambas lenguas se encontraron, y ésta vez quien perdió estrepitosamente la batalla, no fue precisamente Ryoma. Momoshiro fue recostando a Ryoma poco a poco sobre la cama, aprovechando que éste estaba tan ensimismado en el beso, y para cuando Ryoma se dio cuenta de que ya no estaba precisamente sentado, tampoco traía nada en la parte superior de su cuerpo, se pudo percatar de eso pues Momoshiro había abandonado su boca para ir bajando en un tortuoso camino de dulces y feroces besos que llegaron hasta su pecho, el cual casi brincó al sentir la ardiente boca del mayor sobre una de sus tetillas.
El menudo cuerpo de Ryoma se retorcía con cada aliento que escapaba de los suaves labios de Momoshiro, quién disfrutaba con cada suspiro que se príncipe dejaba escapar.
Un ronco gemido se dejó escuchar de la garganta de Momoshiro cuando Ryoma elevó sus caderas para tener un mayor contacto y capturó la cintura del otro con sus ágiles piernas.
"Mal..dit..o demo..nio" dijo como pudo Takeshi cuándo Ryoma comenzó a moverse de una manera "algo" provocadora, sus cuerpos se rozaban desenfrenadamente, y Momoshiro estaba perdiendo el control de la situación..
Ryoma siguió con sus nada puritanos movimientos, consiguiendo voltear las posiciones, ahora él estaba sobre un Momoshiro demasiado extasiado como para negarse. El necio príncipe fue hasta el cuello del mayor y ahí se quedó un buen rato disfrutando de la suave piel y de los sonoros gemidos que arrancaba de su compañero cada vez que sus afilados dientes se hundían en la inmaculada piel, para luego dejar sonrosadas marcas, le encantaba ver ésas marcas en la piel de su Koi..
La boca de Echizen aún seguía prendida en el cuello de Momoshiro, cuando las manos del primero bajaron con ansias hasta la camisa, primero la chaqueta, con la mayor calma posible que era capaz de tener fue retinando los pocos botones que aún permanecían en su lugar, pasó la prenda por los brazos del chico que se dejaba mimar, lo obligó a levantar su espalda para así poder desprenderlo de la chaqueta, la cual quedó debajo de la amplia espalda de Momoshiro, no quiso tirarla, quien sabe quién podía llegar y entrar (no quería más traumas el pobre T-T). Ahora ya sólo quedaba la camisa, Ryoma la miró retadoramente, y es que nunca podía con los benditos botones¡Era una cosa que lo superaba!
Ryoma se había detenido por un instante el cual Momoshiro aprovechó para apresar al pequeño contra su cuerpo y la cama. Ryoma tenía sus mejillas teñidos por un furioso sonrojo y su rostro era un mohín de disgusto y enfado.
"Mada Mada Dane.." susurró con burla el mayor sentado sobre las caderas de Ryoma, mientas sus propios dedos desabotonaban su camisa, la cual luego se deslizó con libertad por sus hombros, para luego caer sin vida por los fornidos hombros.
"Ryoma.." gimió Momoshiro cuando el pequeño llevó sus manos a su pecho, las manos de Ryoma estaban ansiosas tocando cada milímetro de la bronceada piel que le era posible alcanzar estando en esa incómoda posición, Sus manos vagaron por todo el torso del mayor hasta llegar donde el pantalón no era nada más que una molesta prenda, de la cual se deshizo con rapidez, bajó el cierre con avidez, y tuvo algunos problemas con el dichoso botón, pero al menos era sólo uno; Momoshiro al sentir las suaves manos del joven tensita tan cerca de su entrepierna perdió lo poco y nada que le quedaba de cordura (como si alguna vez hubiese tenido cordura ¬¬), levantó su cuerpo y tomó la cintura del pequeño en sus manos alzándola lo suficiente como para obligarlo a abrirse piernas, lo cual le dio el espacio suficiente para colarse entre ellas.
Bajó de un tirón los pantalones del otro, y un molesto sonido escapó del pantalón, de seguro luego Ryoma lo reñiría por ser tan impulsivo, dobló las piernas que estaban a sus costados para así poder liberarlas de la fastidiosa prenda; y mientras Ryoma pateaba sus pantalones, Momoshiro hacía lo suyo con su prenda a medio liberar.
Tanto Ryoma como Momoshiro ya estaban completamente desnudos, sus cuerpos perlados por el sudor, sus respiraciones entrecortadas y el gemir de sus bocas llenaban el cuarto del más pequeño. Momoshiro llevó sus manos hasta las piernas que se encontraban aún a sus costados, deslizó con delicadeza sus dedos por ellas, agradeciendo el temblor que ocasionaba en el otro cuerpo, llegó hasta los muslos del otro, la piel blanca casi brillaba por el sudor y Ryoma temblaba cada vez que las manos de Momoshiro de acercaban más a su sexo; Momoshiro estaba con sus rodillas flexionadas entre las piernas del menor cuando sus manos rozaron juguetonamente al sexo de Ryoma.
"Ba..Ka" Ryoma intentó que su voz no sonara tan apremiante y necesitada, mas falló estrepitosamente cuando Momoshiro a mitad de su insulto rozó nuevamente su cuerpo, un toque casi nulo, pero que le estaban rompiendo los nervios al menor.
"¿Qué sucede Ryoma kun¿No te sientes bien?" dijo Momoshiro disfrutando de los retorcijones que este sufría cada vez que su mano tocaba su miembro; para seguir atormentando al pobre chico Momo introdujo un dedo en el interior de Ryoma, lento y suave, y no demasiado adentro, lo justo para crispar los nervios del otro
"¡Hazlo de una vez!" aulló con furia Ryoma ya demasiado excitado como para pensar en algo que no fuera tener a su Momo senpai dentro suyo.
Momoshiro sonrió, Ryoma era demasiado ansioso en eso del sexo, retiró con pereza el dedo del interior del pequeño, quién no pudo reprimir un gemido de frustración por la perdida; Momoshiro bajó su rostro hasta los labios del más pequeño y allí reclamó por la boca que era suya en un hambriento beso que dejó sin aliento a Ryoma siquiera par gemir en protesta cuando el miembro de Momoshiro entré en él en medio del beso, mas Takeshi no entró por completo, sólo había entrado casi la mitad, entraba y salía, sin avanzar, sólo preparaba al pequeño para después, cosa que a Ryoma no le importaba en lo más mínimo.
Echizen sentía cómo de a poco Momoshiro se hacía paso en él, cómo lo estaba torturando de a poquito..
"Momoshiro.." sonó como toda una amenaza la voz de Ryoma, ante la cual el nombrado sólo sonrió y besó con cariño la frente del "algo" colapsado Ryoma, para luego decirle al oído "Cómo desee mi principito gruñón.." con un tono más que infantil.
Ryoma mordió su labio inferior esperando a Momoshiro, cuando de pronto Momoshiro se detuvo a medio camino, de nuevo.
Abrí los ojos más que frustrado ya, si Momoshiro no quería, yo mismo iba a poner "eso" en dónde debía de estar. Momoshiro estaba frente a mi mirando con ¿Diversión? Esto era el colmo, tal vez debería ehcrárlo luego de que termináramos esto, no estaría mal.
"¿Qué es ahora?" pregunté intentando calmar mi respiración, su mano había vuelto a mi sexo, y ahora no sólo lo rozaba¡ Ohh no, claro que no! El muy me estaba masturbando lentamente, subía y bajaba su mano, y yo apenas y pudiendo pensar, me quería matar.
"Alguien te está buscando" dijo por mera respuesta, y yo recién caí en cuenta de unos suaves y quedos golpeteos que provenían de mi puerta, fruncí el ceño, Nanako no podía ser, ella sabía.. (nótese sonrojo de Ryoma ante tal pensamiento xDD), el caso es que ella no era, entonces ¿Quién era para ir matarlo de una vez?
"¿Quién es?" pregunté con una voz "algo" ahogada¡Mataría a Momoshiro! El muy baka seguía entrando y saliendo de mí como si nada, y para mayor trauma su mano estaba dando ahora rápidos embistes a mi sexo, no podría aguantar por mucho más tiempo..
"Ry..Ryoma..Ryoma Kun" aquella voz le hizo perder sus últimas reservas de sanidad mental, no necesitó escuchar la frase que siguió para saber quién estaba tras ésa puerta impidiendo que Momoshiro lo cogiera de una maldita vez pr todas, declarado necesitaría ir a un psicólogo tras esto.
"Soy Sakuno, etto hoy te vi muy extraño en clases, pensé que quizás.."no soporté más su voz entrecortada, si hasta ya me la imaginaba toda sonrojada y con la vista baja¿A caso le daba yo miedo que no podía hablar como dios manda?
"Tal vez deberíamos dejar esto para después.." dijo Momoshiro en un tono que quería ser conciliador, peor eso si que no, yo no me iba a quedar por tercera vez con las ganas en ése condenado día.
"Sa.. Sakuno.." me costó "algo" de trabajo pronunciar su nombre, no porque se me hubiese olvidado (que más daría yo, pero es algo imposible cuando una niña "algo" tonta te está mirando todo el santo día con cara de borrego degollado ¬¬ ), si no porque Momoshiro estaba haciendo movimientos circulares dentro mío ¡Me estaba matando el muy!
"¿Ocurre algo malo Ryoma kun?"
"¡L.A.R.G.O!" quizás grité muy fuerte, no sé, pero la cosa es que ni un segundo después de haber "dicho" eso sentí como Momoshiro me embestía, y yo al fin feliz.
"Eres tan estrecho" soltó el mayor cuando sintió que el orgasmo de Ryoma se hacía presente apretando su miembro, y como unos deliciosos espasmos recorrían al menos. Momoshiro tenía su frente apoyada en el hombro de Ryoma cuando éste llegó en su mano, a Momoshiro le llevó unos segundos más, la exquisita sensación de prisión que le daba estar dentro de la estrechez de Ryoma nunca paraba de sorprenderlo, era como si cada vez fuese más estrecho el menor.
Momoshiro calló pesadamente sobre el otro cuerpo, que no hizo ni el menor intento por escapar del peso que se posaba sobre él.
"Creo que hoy ha sido un día como todos" susurró Momoshiro sobre la mejilla de Ryoma, el cual sólo se dijo mentalmente, que tal vez era cierto, los traumas mentales desde que estaba con Momo senpai ya eran cosa de cada día.
"Mada Mada Da.." la última parte de su frase marca registrada se perdió en medio de un gran bostezo, al cual le siguió uno de Momoshiro.
Momo se acomodó en la cama dejando que Ryoma se acomodara sobre su pecho, el chico tomó la cintura de Momo como asegurándose de que no se escapara.
"Sueña conmigo..Ryoma kun" dijo imitando la "dulce" voz de Sakuno, Ryoma sólo abrazó con más fuerza a Momo y dijo medio dormido "No quiero pesadillas.."
Nanako cerró la puerta, la pequeña chica de trenzas recién había salido corriendo hecha un mar de lágrimas, pero ella le había advertido que a Ryoma no le gustaba recibir visitas sorpresivas, pero la pequeña no la escuchó, y subió así sin más.
Nanako sonrió, tal vez debería hacer un segundo plato, si estaba en lo correcto tanto su primito como Momo chan (como le gustaba que le digiera) despertarían con hambre..
Nota Autora: el fin del capítulo, se supone que ya no iban a ser más capítulos, pero se me ha ocurrido una idea, así que xDD se viene más de LED.. Habrán más parejas, más traumas, más apariciones de nuestro inocente neko en situaciones comprometedoras, la venganza de Oishi, y .. Psicólogo para Ryoma.. y tal vez para todo Seigaku.. ¿qQién sabe?
Etto, de nuevo .. "G.O.M.E.N.A.S.A.I." POR EL ABOMINABLE RETRASOOO!(si es que aún hay gente interesada en leer)
