DISCLAIMER: Nada es mío, todo es de J.K. Rowling
Notas de la Autora: Muchísimas gracias a todos los reviews, siempre los leo múltiples veces y son lo que me inspiran a seguir con la historia :D Gracias Arashi, Jubilo, Maika, Jeru, silvia, Maggie, PiRRa, Tam, Naria, Faldren, Moryn, Mariana, veronica, GaBrIeLa, Agatha-NecroPrincess, susan, eva, por dejar review una o varias veces, y en especial a tomoe panquecita, por escribirme un review larguísimo y dedicarle tanto tiempo a su fanarte de esta historia. ¡Son lo máximo, y esta historia se las dedico a ustedes!
Glosario:
Saco: chaqueta.
Gaseosa: soda, bebida gaseosa.
Una vez más, esto es Harry/Draco slash (o relación de chico/chico). Estás avisad@...
Sin Ti Ya No
que húmeda es mortal
Tú blanqueas mi razón
calando hasta el colchón.
-- Mecano
-Hermione, no hay forma de que vaya vestido así a un pub lleno de gente que me conoce- dijo Harry incrédulo, mirándose de arriba a abajo en el espejo. Hermione sólo rió. Había sido muy convincente y de alguna manera había logrado que Harry se pruebe las prendas escogidas por ella.
Sus únicos pantalones negros de vestir habían sido víctimas de un Hechizo Reductor por parte de Hermione. Se le veían muy bien, no podía negarlo, pero estaban de lo más incómodos. Arriba llevaba un polo negro simple de una tela muy suave, y encima tenía puesto lo que más le preocupaba: el saco de cuero más rojo que Harry había visto en sus 17 años. Aún así, se veía muy bien. A pesar de que no habían podido domesticar su cabello, Harry no estaba lejos de pensar que su apariencia en general era más que agradable.
-Vamos, Harry, llegaremos tarde- dijo Hermione con una gran sonrisa. Ella y Ron jalaron a Harry casi a rastras hacia la salida.
El Pub "Anima Aquosa" despedía olor a cigarrillo y música a todo volumen que desorientaron a Harry cuando entró. Era subterráneo y el diseño había sido basado en la Cueva de las Caídas. La pista de baile era en realidad un pequeño lago con algún tipo de hechizo y en vez de mesas había cubículos cavernosos, en donde más de una pareja ya estaba aprovechando la privacidad disponible.
Harry se dirigió al bar y se pidió una gaseosa sin hielo, ya que no vendían licor. Apoyó su espalda en el bar y observó a las personas bailar. Blaise Sabini y Parvati estaban meciendo la pista con sus movimientos, y ya un grupo de personas los comenzaba a rodear y vitorear. Harry se rió al ver el intento de baile fallido que Ron le dedicó a Hermione antes de sacarla a la pista. Harry se divirtió al ver que Hermione le siguió el juego y los dos crearon unos pasos bastante originales. Harry se les unió cuando sus amigos le hicieron señas. Hermione entonces se sorprendió de ver que Harry se defendía en el baile, e hizo sonrojar a Harry diciéndoselo cada diez minutos.
Fue entonces que lo vio. Las luces se avivaron, el volumen de la música disminuyó considerablemente, y el lugar se inundó de su perfume. Malfoy cruzó su mirada con la de Harry mientras se dirigía al bar, y medio segundo después, como si recién se hubiera dado cuenta, volteó de nuevo a mirar a Harry de lleno. Sus ojos parpadearon, y luego registraron brevemente a Harry de arriba abajo. Sus labios se entreabrieron, y Harry hubiera podido jurar que veía incredulidad en sus ojos. Cho hizo su aparición en el momento menos apropiado, tirando de la muñeca de Malfoy para no perderlo entre el gentío. La mirada de Malfoy de endureció y éste se marchó tras Cho.
Harry avisó a sus amigos que estaba yendo al baño, pero en vez subió unas cuantas escaleras hacia uno de los cubículos. Ya sentado hundió su cabeza en sus manos apoyando los codos sobre las piernas y trató de tranquilizarse. El breve encuentro con Malfoy lo había dejado en un estado preocupante. Se sentía corto de aire y su corazón latía a toda velocidad. ¿Cuándo había cambiado todo? Harry abrazó su estómago en un intento de calmar el dolor agudo que allí incrementaba rápidamente. Todos esas sensaciones eran nuevas, y no estaba seguro si le gustaban. Respiró hondo y decidió atribuirlas a la música que casi lo ensordecía, a las luces cegadoras y al olor a humo, sudor y Malfoy. Se paró y se empinó para asomarse por encima del muro rocoso, desde donde podía ver toda la pista de baile.
Malfoy se acercó a Cho y la jaló con una mano a la pista de baile. A pesar de que la música era rápida, la tomó de la cintura y comenzó a bailar lento. Cho miraba en los ojos de Malfoy como si fuera lo más preciado en su mundo. Malfoy, en cambio, tenía cierta determinación oscura en sus ojos. Harry se alarmó y bajando las escaleras, se acercó a ellos para ver mejor. Malfoy llevaba su sonrisa falsa, la que usaba cuando un profesor le dirigía la palabra. Sus manos en la cintura de Cho se cerraron lentamente, hasta formar puños fuertemente cerrados. Harry vio cómo Malfoy se acercó a Cho, cada vez más, y ella cerró los ojos. Entonces Harry vio que una mano firme tomó a Draco por el cuello de la camisa y lo separó de Cho con fuerza. Le tomó más de un rato a Harry darse cuenta que aquella mano era la suya propia, y que ahora tiraba con fuerza de Malfoy hasta llegar al cubículo de antes.
Lanzó a Malfoy contra la pared y empujó su mano contra el pecho del chico. -¿Qué crees que estás haciendo con Cho?- gritó a la cara de Malfoy, pero su voz apenas se escuchó sobre la música.
Malfoy había perdido los papeles y se le veía furioso. -Lo que yo haga o no haga con ella no es de tu incumbencia, Potter- respondió con rabia pintada en labios y mejillas rosadas.
-No voy a permitir que le hagas daño a Cho después de todo lo que le ha pasado, Malfoy, y no me trago por un momento que ella te importa- dijo a Malfoy en el oído para que sólo él lo escuchara.
Malfoy le dio una sonrisa amarga. -No te hagas el idiota, Potter, tú y yo sabemos de qué es lo que se trata esto en realidad.
Harry quitó su mano del pecho de Malfoy confundido. -Eso fue un error, Malfoy, un estúpido error que no voy a cometer de nuevo aunque mi vida dependa de ello -le dijo Harry con intención de sonar convincente, aunque él mismo no lo creía.
Malfoy abrió los ojos más de lo normal y se acercó con la mirada ardiendo de ira. -Es triste que yo sepa mejor lo que quieres que tú mismo.
Harry respondió sin dudar. -Y supongo que tú sabes exactamente lo que quieres, Malfoy.
La mirada de Malfoy se abrió por un segundo, y en ella Harry leyó mil sentimientos distintos que mostraban su confusión. Malfoy se vio vulnerable al bajar la mirada hacia una de sus manos. Subió su mirada hacia la de Harry, y la sostuvo mientras elevaba su mano hasta el rostro de su enemigo. Harry sintió un dedo recorrer su mandíbula por el mismo camino por el que había sido teñido de pintura ese día inolvidable.
Harry cerró los ojos para embriagarse de esa sensación eléctrica que sentía de la punta del pelo hasta los pies. Cuando abrió los ojos Malfoy deslizó su mano por entre sus cabellos hasta posarse sobre la nuca de Harry y lo acercó suavemente hacia él hasta que sus labios rozaron la oreja de Harry.
-Sé exactamente lo que quiero.- le susurró con fuerza sobre la música. Harry sintió su aliento recorrer su espalda y posarse en el pecho; una increíble sensación de calor que lo enloquecía. Malfoy se separó de pronto y miró a Harry con una furia que se veía extraña bajo la luz de lo que acababa de suceder. Malfoy cerró el puño, tomó impulso y golpeó a Harry en la mandíbula con tanta fuerza que Harry vio estrellas. Cayó al suelo en completa oscuridad.
* * *
Harry despertó para encontrarse echado en una cama, su cabeza apoyada en una almohada muy blanda. Se tocó la mandíbula pero no sintió dolor, debido seguramente a alguna medicina mágica. Sus ojos se acostumbraron a la penumbra. Se sentó al costado de la cama y parpadeando trató de reconocer el lugar donde se encontraba. Era un cuarto del hotel donde se hospedaban, sólo que más pequeño que el suyo. Una ventana en medio de su cama y la del costado dejaba entrar la luz azulina de un cielo con luna llena. Harry volteó a mirar cuando vio un movimiento al otro lado del cuarto. Una persona se paró de un sillón en una esquina oscura, y se acercó donde él. Cuando llegó a la ventana Harry pudo distinguir, con miedo, furia, y anticipación que era Malfoy.
-¿Te sientes mejor?- vino la voz arrastrada de Malfoy.
Harry frunció el ceño por la pregunta extraña que venía de la persona que le había hecho sentir dolor en el principio. La ignoró -¿Qué pasó?- preguntó en vez.
Malfoy se sentó en la ventana. La luz de la luna teñía su tez de azulino, y su cabello pasó de ser casi rubio a platinado. -Discutimos, te pegué un puñete, la Graham nos encontró y nos mandó a dormir - Malfoy sonrió divertido -. Estamos en el cuarto de los alumnos castigados.
Harry abrió la boca en indignación. -Malfoy, yo no hice nada, tú fuiste el desgraciado que decidió pegarme sin razón alguna, y mientras yo estaba inconsciente seguramente aprovechaste para inventarte la mejor mentir...- Malfoy se acercó de pronto y se sentó sobre sus rodillas, frente a Harry. Posó sus dedos sobre los labios de Harry, indicándole que se callara. Harry no podía siquiera imaginar qué era lo que planeaba Malfoy esta vez.
-Fue un plan ingenioso, ¿no lo crees? -le dijo Malfoy con una sonrisa malévola.
Harry abrió los ojos con completa indignación. Malfoy había perdido el juicio y pensaba que tumbarlo inconsciente había sido un favor. Sacó la mano de Malfoy de su boca y tomó aire para decirle su vida, cuando de pronto Malfoy se le acercó del todo y le cerró los labios con un beso. Harry se desconectó del mundo por un instante, sin entender qué estaba sucediendo. Cuando Malfoy se separó Harry había perdido el aire y su corazón se le estaba por salir del pecho.
-Harry, si no te callas nunca te vas a enterar de qué es exactamente lo que quiero- susurró Malfoy con una sonrisa limpia, de esas que Harry siempre había atesorado en su memoria.
Harry observó el rostro de Malfoy, normalmente lleno de secretos, pero que ahora lo miraba con curiosidad, y algo de anticipación. Harry tocó su mejilla por primera vez, y se sintió flotar. Malfoy inclinó su cabeza sobre su mano y cerró los ojos. Harry tomó aire y lo soltó con un suspiro. Malfoy lo miró y le dio una pequeña sonrisa.
Entonces algo ajeno se apoderó de Harry. Tomó la otra mejilla de Malfoy con su segunda mano y acercó ese rostro al suyo celoso, sintiendo que si no lo tomaba ahora no podría hacerlo nunca. Vio a Malfoy mirarlo con sorpresa, y deseo, y lo besó, con toda la rabia y la angustia y la dulzura que se había juntado en su corazón desde el día que Malfoy cambió el mundo que Harry conocía. Besó sus mejillas rosadas, su nariz pecosa, sus ojos de pestañas claras y nuevamente sus labios tibios. Malfoy respondía a cada uno se sus besos con un suspiro, una mirada entregada o un beso igual. Harry besó su oreja y le susurró con una voz que no sonaba suya, agitada y lasciva. -Tú eres lo que quiero, Draco.
El efecto que tuvieron estas palabras fue sorprendente, y emocionante. La mirada de Malfoy se cegó con lujuria, empujó a Harry en la cama y se echó encima de él, besando su cuello y pasando su lengua por su mandíbula. Harry suspiró audiblemente y eso sólo avivó la determinación con la que Malfoy estaba besando cada lugar que volvía a Harry completamente loco. Las manos de Harry se deslizaron sobre la espalda de Malfoy, y podía sentir la piel acalorada aún a través del polo pegado que preservaba sus curvas. Bajaron por su propia cuenta hasta escalar el montículo firme y maravilloso que era el trasero de Malfoy, y sobre él apretaron con fuerza para descargar algo de la energía que dominaba su cuerpo. Malfoy gimió su nombre, y Harry se excitó tanto que se desconoció. Se asustó. Trató de ordenar sus pensamientos nuevamente y tómo el rostro de Malfoy con firmeza.
-Malfoy- susurró.
-Dime Draco- pidió Malfoy con una voz y una sonrisa difíciles de rechazar, y besó a Harry en la boca.
-Draco, espera- dijo Harry mientras trataba de controlarse y no caer de nuevo por esos besos increíbles.
-¿Qué pasa?- preguntó Draco por fin.
-Por mucho que me encanta besarte- dijo Harry dándole un beso como prueba -, tenemos que hablar.
Malfoy le dedicó la sonrisa más encantadora que Harry le había visto hasta ese día. -Pero, claro, Harry. Hablaremos todo lo que quieras -dijo con un brillo travieso en sus ojos- cuando me canse de besarte.
Y entonces, cumpliendo con su palabra, le dio a Harry el beso más intenso y apasionado de todos. Harry no pudo hacer más que rendirse por completo en los brazos de Draco Malfoy.
*arca se abanica vigorosamente* Fiu... ¿Qué les pareció? Por fin algo de slash, ¿eh? ^_^
En el próximo capítulo: Harry y Draco por fin se besaron, muy bien, pero los cambios en sus vidas recién comienzan...
Nota adicional: La ropa de Harry en el pub la basé en una foto de Daniel Radcliffe cuando viajó a la premiere de HP en Japón. Aunque no lo crean, la chaqueta roja se ve recontra bien con el polo negro, y no creo que haya foto que favorezca más al chico. ¡Hay que difundir el buen gusto!
Si quieres hacer un fanarte de esta historia, ya sea del retrato de Draco, de Harry y su saco rojo, de su primer beso, etc., mándamelo por e-mail (no archivos más grandes que 400 KB, por favor). Las mejores pinturas serán publicadas en una web de fanficciones de HP en español que pronto abriré. Para recibir un e-mail cuando haya un update, escríbeme a arclaud@hotmail.com
