El Ilusionista

Capricornio.

Nació con el don de una sonrisa sincera, con el mundo entre las manos, el amor a flor de piel, y la lealtad en el alma...

Suspiros... suspiros, un nocturno lleno de nostalgias lleva el viento entre las alas... ecos de la memoria errante, del alma en pena, doliente en Capricornio se presenta la luna, frío se respira en su casa, entre las cumbres se yergue su figura, con la elegancia que le da la soledad...

Siempre solo, con el corazón cargado de esperanzas, con la lagrima que acaricia en las horas vacías, llenas de aislamiento...

Solo, siempre solo...

Inaccesible como la cima de la montaña que la cabra escala con presteza para tocar robar un destello a las estrellas...

Orgulloso con los puños de tierra entre las manos, y la tierra impregnada con la sangre del amigo, del hombre inocente que le ayudo a crecer... el más fiel a la diosa es tan solo una ilusión, aprendió del modo difícil que quien anda a ciegas una brecha de pasión, cumple el destino del desbarrancado...

El ilusionista... un simple escaparate... el más fiel domado por la amargura, por el remordimiento, no puede perdonarse el no haber confiado, su pecado es creer sin ser testigo...

Rebanándose el corazón con las manos, llega el viento junto a la vieja estatua de mármol donde la diosa y el santo se miran a los ojos, donde la espada es símbolo de confianza, cual Lancelot redimido...

¿Hallará algún día el fiel Shura su consuelo¿En el reino de la muerte podrá ver de frente al amigo que fue muerto?

El frío envuelve a Shura con la frente recargada el la superficie de un pilar, la mirada yerta, la locura ronda en las noche su lecho, la culpa se escabulle entre sus sabanas, aferrándose a su carne...

Lamentos, lamentos, el viento ruge ahuyentando al fantasma de las furias que aun carcomen su sueños, que roban sus dones y martirizan el alma, ruge y azota la casa, barriendo de ahí al maldito destino... el mas fiel... el ilusionista...

"Nunca defendió a la diosa, nunca en verdad le sirvió... ilusionista, charlatán..." eso reza la culpa... le susurra al oído... mientras las manos de Shura se entierran en la piedra del pilar y el llanto lo traiciona...

El viento arrecia, a su paso despedaza toda sombra torturante, nadie volverá a tocar a Shura de ese modo, nadie volverá a lastimar el corazón del caballero mas fiel a su estrella... limpiara esa casa del dolor contenido, para recompensar al mas fiel a la diosa, aquel que se dice ahora ilusionista...

Suspiros... suspiros, el aire se vuelve más gélido mientras colma el camino al Aguador, el Gaminides Celeste, mira sin mirar ese horizonte...

Que pena que Shura no lo vea... que de la espalda a este paisaje... perdiendo sus pasos en la soledad del templo ahora limpio... con una ultima mirada hacia la estatua antes de intentar dormir... la diosa y el caballero, la espada y la confianza, el amor del buen amigo... todo lo que él quiso ser...

Que pena que no se permita ver como la luna brilla intensa para él, como una blanca pluma flota en el aire hasta caer junto a él sobre su lecho...

Los amigos siempre estarán ahí para consolar tus sueños, para perdonar y entender... la cabra no quedara sola para morir en la cumbre...

El que camina ciego una brecha de pasión sufre el destino del desbarrancado, Shura lo sabe cierto, sin embargo...

Aquel que camina una sola milla sin amor, camina amortajado en vida hacia su tumba...