Hola, bella gente! Bueh, después de unas buenas siestecitas ;D aquí tá el siguiente capítulo de este mi fic Espero les guste!
Capítulo 2:
-¡Sesshoumaru-sama!- exclamó un sirviente que parecía sapo, llamando al bello youkai que se encontraba más delante de él- ¿Por qué tanta prisa?- "¡No lo había visto tan agitado desde hace años! Y lo peor del caso es ¡que jamás me dice nada! TT" pensaba el susodicho, mejor conocido como Jaken.
-¡Vamos, Jaken-sama, no se quede atrás!- exclamó con desenfado una chiquilla, llamándole.
-Para ti es muy fácil decirlo, Rin, tu vas montada en Ah-Un ¬¬
La niña solo se rió, aunque para ser francos ella también estaba preocupada por su amo. Jamás, en el tiempo que había pasado junto a él, habían caminado tan rápido. A pesar de mantener su expresión fría, se veía que el Inutaiyoukai tenía prisa, mucha prisa. Pero decidió no interrogarlo. Ella confiaba plenamente en Sesshoumaru.
El medio día se acercaba, y el valle por el que iban caminando seguía hasta perderse en la distancia, como un interminable mar verde; sin embargo, Rin alcanzó a distinguir un punto blanco en el horizonte. ¿Acaso sería…?
-¿Nos dirigimos al mar, Señor Sesshoumaru?- preguntó ella con curiosidad.
-¡No seas tonta, niña!- le reprochó Jaken, como si el poco conocimiento de Rin acerca de geografía fuera a ofender hasta al mismísimo valle- Estamos demasiado al centro del territorio como para un mar… quizá sea un lago.
-No, ninguno de los dos- habló al fin el lord- Es una villa.
Tanto Rin como Jaken se quedaron muy sorprendidos.
-¿Una villa, Sesshoumaru-sama?- cuestionó Rin de nuevo.- Pero entonces, ¿por qué destella tanto?
Jaken ya estaba a punto de callar a la humana, pues de haberse atrevido él mismo a hacer la pregunta, no hubiera recibido más que una mirada asesina; pero Rin es, después de todo, Rin.
-Porque es toda blanca, Rin-contestó Sesshoumaru, sin inmutarse ni disminuir el paso- y el sol se refleja.
La niña hizo una gran exclamación de "Oooooohhhh!" mientras Jaken miraba atónito a su amo. Pero Rin aún tenía otra pregunta:
-¿Y porqué vamos hacia allá, señor Sesshoumaru?
Solo entonces Sesshoumaru se detuvo para ver a la niña de reojo.
-Lo veras cuando lleguemos -concluyó. Después continuó con su rápido andar.
-¡Si! ¡Vaya! ¿No es emocionante, Jaken-sama?
Este no le respondió, solo continuó caminando tras de su amo con la boca aún bastante abierta.
-Kagome, ¿en verdad estás segura?
-Te lo juro, Shippo, esa aura es algo muy poderoso… pero solamente comencé a sentirlo cuando estábamos aquí cerca…
-Además, Colmillo de Acero no comienza a latir solo porque si…-comentó Inu Yasha, sujetando con fuerza la funda de su poderosa espada- por aquí hay algo raro.
Comenzaron a subir una ladera de mullido pasto verde, que se alzaba alta e imponente, sobre un valle. Aunque la inclinación del monte no dificultaba que subieran, la esponjosa hierba sí que lo hacía, pues amortiguaba cada uno de sus pasos, por lo que todos estuvieron cansados y jadeando cuando llegaron a la cima. Allí, los sorprendió el mismo resplandor blanco que a la pequeña Rin:
-¡Miren eso!- exclamó Sango, que fue la primera en llegar a la cumbre del cerro, pues su condición física era mucho mejor que la de los otros xD.
-Hum… me pregunto qué será… brilla mucho…-comentó el monje, llegando junto a Sango, y tratando de recuperar la compostura.
-UHF… no sé… argh… pero…… hmpf…- jadeaba Inu Yasha, pues Kagome y Shippo se habían… ajem… instalado en su espalda para mejor subir el cerro- ustedes dos, ¿harían el favor de quitarse, gorrones?- ambos se bajaron, con una sonrisa conciliadora (claro, ellos no tuvieron que cargar a nadie durante la subida ¬¬) Pero Inu Yasha no pudo protestar más (quizá fue una suerte: los adjetivos como "zánganos" y "aprovechados" le hubieran valido más de un par de Osuwari's) pues Colmillo de Acero comenzó de nuevo a palpitar.- Este comportamiento es raro en Colmillo- comentó, mirando también fijamente el brillante punto blanco a la distancia- y tiene que ver con esa luz.
-Si- le confirmó Kagome- la presencia viene de allí. Pero… es tan sutil…
-Vamos- dijo Sango, viendo a su pequeña Kirara, que de inmediato adquirió su gigantesca transformación. La Taiji-ja la montó, y atrás de ella Miroku. Los "zánganos" volvieron a subir a Inu Yasha, que no se quejó esta vez, partiendo a toda velocidad hacia aquel punto brillante. Y si no hubiera sido por el suave pasto que les retrasó la subida, quizá hubieran visto (y olido, por parte de Inu Yasha) a los youkais y a la niña que se dirigían al mismo destino.
Las siluetas blancas de las pagodas se veían ya muy cerca, altas e imponentes. Rin no cesaba de asombrarse, ya fuera por las bellas construcciones, el color blanco de la ciudad, o porque no parecía que hubiera nadie allí. Sesshoumaru se detuvo un momento, como para orientarse, delante de la estatua, blanca también, de una ninfa. Ahí notó el río, que corría tranquilo sin hacer siquiera un sonido, como para no perturbar la calma que seguía imperando en el lugar (Como si la atmósfera se lo hubiera ordenado, Rin había permanecido callada-aunque aun asombrada- entre más se adentraban en la villa). Había un puente algo hacia su izquierda… y vio que, bajo la sombra de este, pasaba algo… o más bien alguien. El Inutaiyoukai se movió rápidamente en su dirección. Al acercarse, notó a la chica de cabellos rubios, como dormida sobre el agua. El apuesto youkai se inclinó y la sacó del agua con toda la celeridad de la que fue capaz, sin que se alterara la fría expresión de su rostro. (A/N: ¡que envidia! xD) La niña no reaccionó, pero entreabrió ligeramente sus labios y suspiró: señal inequívoca de que seguía viva, al menos. Sesshoumaru solo la observó por un momento, como reconociéndola; después la depositó al lado del camino, donde habían una especie de arbustos de ornato. Enseguida, se dirigió hacia su izquierda, en dirección al puente que el inerte cuerpo de la chica acababa de cruzar. Cuando Jaken y Rin llegaron a la altura del río, él se limitó a ordenar:
-Jaken, Rin, vayan al valle que acabamos de cruzar en Ah-Un. Esperen ahí.
Ambos vieron a su amo con perplejidad. Pero no tardaron en obedecer.
-"Lástima"-pensó Rin, ya a bordo de Ah-Un, con Jaken a su espalda y camino al valle-"me hubiera gustado quedarme explorando la ciudad. Se veía muy bonita… aunque bastante callada"- dirigió una mirada distraída al piso. Ahí vio como algo comenzaba a moverse entre la impecable blancura de la ciudad.
-¿Huh?- parpadeó y miró de nuevo. No vio nada.
-¿Te pasa algo, Rin?- preguntó de mal talante Jaken, aun enfadado porque su amo los había "abierto" de esa manera.
-¿Eh?... ¡ah! No, nada, Jaken-sama- "Debió ser mi imaginación…"
El trayecto sobre el dragón de dos cabezas fue mucho más agradable, pues además del aire fresco, el sol del mediodía se iba inclinando poco a poco sobre el oeste, y ya no daba tan directo sobre el verde esmeralda del valle que estaban sobrevolando.
Al estar frente a la aldea, que brillaba como una luciérnaga entre follaje verde, todos se quedaron asombrados. El primero en salir del transe fue Inu Yasha, que dijo un callado "Vamos", dando un paso al frente. Los otros asintieron. Se adentraron con lentitud en la villa. Les pasó lo mismo que a Rin, guardaron silencio como para no romper la frágil calma del lugar. El río ya estaba a la vista, pues ellos iban por la calle "principal". Kagome, con Shippo en su hombro, iba algo más atrás que los demás, con la mirada distraída contemplando las pagodas. Pero creyó ver, pasando junto una puerta a su derecha, algo negro que se movía con rapidez. Pero al voltear a verlo mejor, no había nada. Se detuvo un momento, como para cerciorarse.
-¿Qué tienes, Kagome?- le preguntó Shippo en un susurro involuntario ( )
-No, nada- le contestó con el mismo volumen de voz- creí ver algo- y apresuró el paso, para alcanzar a los demás. El hilo cristalino de agua se acercaba cada vez más. Al fin todos se detuvieron en la orilla.
-Pareciera que no hay nadie- dijo Sango, igual de bajito que Shippo antes.
-Es verdad-la apoyó Miroku- y sin embargo, no sé ve descuidada… todo parece nuevo.
Inu Yasha suspiró, aun aferrado a Colmillo.
Pero Shippo vigilaba. El pequeño kitsune comenzó a observar su alrededor. Encontraba ese lugar algo escalofriante. Su mirada divagó por las techumbres de las casas, las piedras blancas que hacían un como caminito a las orillas del río, los arbustos tan bien cuidados y a la chica que dormía debajo de ellos… ¿¡Una chica!
-¡Kagome! ¡Mira! ¡Una muchacha!- exclamó, olvidando hablar en voz baja y saltando del hombro de la joven miko, para acercarse a la durmiente. Todos corrieron tras él.
Efectivamente, era una niña, que parecía profundamente dormida, como si no hubiera hecho otra cosa en siglos que dormir. Sin embargo, era la primera persona que encontraban en ese lugar tan raro, y claro, Inu no es la encarnación de la paciencia y la cortesía, precisamente.
-¡Oye, tú, despierta!-dijo con voz recia, acercándose un poco al rostro de la rubia- ¡queremos hablar contigo!
-¡Inu Yasha!- se indignó Kagome, tomándolo por el cuello de su haori y alzándolo- ¿¡qué no tienes respeto por el sueño de los demás, maleducado!- le regañó en un apresurado murmullo.
-¡No es tiempo de pensar en gentileza, Kagome!- le devolvió el furioso murmullo- ¡Es la primera persona que vemos aquí, ha de saber algo!
-¿¡Y porqué no te esperas a que despierte! De veras que a veces…
Bueno, si Inu Yasha no la despertó al principio, sus "discretos" susurros terminaron de hacerlo. Sus párpados temblaron ligeramente antes de abrirlos, señal para que todos se callaran y solo se dedicaran a observarla. Cuando estuvieron abiertos, no los miró enseguida, si no que se quedaron un par de segundos clavados aun en el cielo. Después comenzó a examinar con lentitud a los extraños que se encontraban frente a ella. Se incorporó a medias, como para verlos mejor. Ahora que la veía, despierta y callada, no se le hacía tan fácil hablarle. Inu Yasha se quedó como trabado. Pero no hizo falta que se preocupara, pues ella les habló primero, con una voz que, a diferencia de las suyas, no parecía perturbar para nada el silencio de la aldea.
-Que bueno que han llegado. Justo a tiempo.
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Bueno, pues fin del chap 2! En este si me extendí un poquitín, gomen U yo sé que la hago mucho de emoción, pero es que (a mi punto de vista de narradora omnisciente) la vibra de este fic es más bien relajada, no como mis otros fics, así que la verdad yo no tengo prisa por contarlo (eso no sé porque me sonó a juglar ¬¬ xD) y prefiero centrarme en las descripciones y eso para poder transportarlos a esa aldea, que sientan el silencio y que terminen hablando bajito también xD. Claro que si no les gusta espero su review para que ya me deje de tanta jalada y vaya al grano xD Ya saben, cualquier comentario, queja, duda, sugerencia, felicitación o jitomatazo me alegra mucho recibirlos
Ah! Y 10000000 gracias Willnira-chan, por ser mi primera lectora en este fic! si fumamos de la misma tu y yo… ¿¿¡¡¡pues a poco no se siente chido! XDDD Espero que te haya gustado este chap, y que le cuentes a todos tus "amiguis" para que me lean, ¿si? xD jajajaja, gracias y continúa leyéndome, onegai! Cuídese!
Matta ne, gente bonita!
( ) ¿A poco nunca les ha pasado que empiezan a hablar bajito sin darse cuenta, aunque la ocasión no lo amerite? ;D
