Hola a Todas, Perdon por la Laarga ausencia pero simplemente no habia podido actualizar nada, aunque sigo escribiendo y teniendo muchas ideas para la hermosa pareja Serena-Seiya. Este fic es muy especial para mi, y por eso es el mas dificil de escribir ...Sin comentarios...
En fin...Espero que no me maten...ya saben que le soy fiel a la pareja SS...pero ahora conoceremos un poco del pasado de Usagi..
Capitulo dedicado a aquellos que aun se toman la molestia de leer este fics, y que esperan algunas actualizaciones de mis otros fics.Gracias.
Bien a leer se ha dicho...
Let me be With You
Capitulo 3
Olvidándote...y Recordándote
La luz iluminaba su habitación, y aunque el sol descendía entre las nubes y pronto el resplandor dorado seria sustituido por la luz de la luna, a ella no le importaba en lo mas mínimo y seguía en la misma posición que cuando se despertó cerca del mediodía.
Aun se negaba a moverse o siquiera levantarse. Prefirió no escuchar las suplicas de su madre, y no bajar a comer, la verdad ni siquiera tenia hambre. Se deslizo un poco entre las sabanas sintiendo el suave roce de la tela con su piel, recordando como si esa fueran las manos de su viejo amante, tratando de reprimir las rebeldes y solitarias lagrimas que se deslizaban por sus mejillas.
Cerro los ojos intentando percibir su aroma...nada...su recuerdo comenzaba a desaparecer ya, aunque le dolía olvidarlo le dolía mas el recordarlo.
Abrió los Ojos y miro su Uniforme de preparatoria, limpio e inmaculado, daba esa apariencia como si fuera perfecto, diciendo que la vida que venia seria mucho mejor que la que dejaba atrás.
Escucho los sonidos provenientes de la calle, y las risas inocentes de unas chicas que reían bajo su ventana, recordó a sus amigas.
Ellas que habían hecho todo lo posible por ayudarla...
Y que habían entendido que lo que necesitaba ahora era un poco de soledad. Una tímida sonrisa apareció débilmente en su rostro, y deseo escuchar a sus amigas y salir a pasear un hermoso día soleado.
Tal vez después de clases, podrían ir de compras...tal vez podría pasar un día sin pensar en el, sin extrañarlo y sin llorar su ausencia...
Tal vez podría volver a sonreír...
Fijo su vista en el portarretratos que yacía junto a su cama, el cristal que reflejaba su propio rostro demacrado no era el mismo que cuando sonreía en esa vieja foto, no, ella ya no era la misma…una parte de ella se había muerto cuando el se fue.
La vieja foto que le sonreía desde el pasado se había ido, ahora se encontraba guardada en un cajón en donde pudiera olvidarla.
Así que ahora el portarretratos lucia vacío, igual que el espacio en su corazón.
El sol comenzaba a descender mas y mas y la habitación era inundada por el color rojizo del atardecer, Usagi Tsukino se dio vuelta en su cama, y cerro sus ojos, suplicándole a la diosa que ese fuera el ultimo día que llorara por el. Rezando para que pudiera olvidarlo y tal vez un día volver a sonreír.
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Los suaves pétalos de cerezo danzaban con el viento, y mientras el calor se extendía por toda la ciudad y la gente buscaba refugio en las cafeterías y centros comerciales, un joven de cabello negro disfrutaba del silencio del parque mientras leía uno de sus libros favoritos. No vio como una chica rubia se acercaba lentamente hasta su lugar y lo observaba detenidamente, ese chico realmente había cambiado su mundo, sonrió mientras se acercaba lentamente hacia el, y deposito un pequeño beso en su mejilla, este no se movió pero al sentir el contacto de sus suaves labios cerro los ojos disfrutando de la calidez de su princesa.
- Llegas tarde, supongo que te castigaron de nuevo, no? – Mamoru se hizo a un lado para que Usagi se sentara, ella lo miro fijamente y se quedo de pie.
- Pues no – Contesto un poco molesta – Me quede en la escuela porque…
- Porque…
La joven se quedo callada mientras tomaba asiento en la banca y miro como los pétalos los cubrían lentamente.
- Usako...- Mamoru se acerco a la chica y busco su mirada – Anda dime, por que te quedaste mas tiempo en la escuela?
- Quieres saberlo? – Una mirada maliciosa se dibujo en el rostro de la chica
- Bue...Bueno, no, ya sabes que no soy curioso, pero, por que te quedaste mas tiempo en la escuela?
Usagi recargo su cabeza en el hombro de Mamoru y dejo escapar un suave suspiro, cerró sus ojos y disfruto del silencio que los rodeaba, su novio pareció entender su necesidad de silencio y la abrazo mientras disfrutaban de su mutuo entendimiento sin necesidades de palabras.
La rubia sentía el abrazo calido de Mamoru llenando cada fibra de su ser, infundándola con esa paz que el solo podría ofrecer, dejo que esa paz la absorbiera mientras sonreía y se abrazaba mas al cuerpo de su querido novio.
El sofocante calor comenzaba a ceder lentamente mientras el sol se ocultaba dejando paso a una fresca tarde, y aunque el viento seguía soplando y los pétalos de cerezos los cubrían el abrazo de los amantes no se rompía, seguían unidos por ese delicado lazo que era su amor.
Chiba Mamoru abrió lentamente sus ojos aferrándose más al cuerpo de su delicada princesa y dejando que su aroma y la felicidad de la tranquilidad le llenaran el alma, suspiro mientras contemplaba el tierno rostro de su compañera, y sin romper el abrazo volvió a preguntar.
- Usako…Anda dime que hiciste después de clases… - El chico enterraba su rostro entre el suave cabello de su amada.
- Sabes, no sabia que eras tan curioso Mamo – chan…
El chico la abrazo con más fuerza y la atrajo aun más hacia su cuerpo y le susurro en su oído…
- Siempre que se trate de ti Usako, soy sumamente curioso…
La rubia no pudo esconder su sonrojo cuando las palabras de mamoru se deslizaron por sus oídos y se introducían lentamente por su cuerpo llenándola completamente con esa calida sensación que le hacia sentirse tan amada, tan protegida, deseada…todo, simplemente el la completaba.
Deshizo el abrazo y le cerró los ojos a su novio que pacientemente obedeció esperando la respuesta que ansiosamente esperaba…
Entonces sintió una ligera presión en sus labios e inmediatamente supo que usagi le ofrecía algo de comer, acepto lo que la rubia y la ofrecía e inmediatamente supo que se trataba de chocolate. No era precisamente dulce e incluso su sabor era amargo además de que estaba casi derretido.
Siguió saboreando el dulce y cuando abrió los ojos contemplo a su Princesa mirándolo fijamente aunque no pudo esconder el sonrojo que se extendía por todo su rostro. Abrió la boca para decir algo pero se arrepintió y bajo la cabeza mientras mamoru se enternecía con solo imaginándola con un delantal preparando chocolates para el.
Su pequeño conejo aun podría sorprenderlo, y eso era lo que mas le gustaba de ella.
Ella aun permanecía con la mirada en el suelo y el instintivamente toco su cabeza acariciando su dorado cabello, mientras la atraía más a su lado y la envolvía en un calido abrazo y buscando sus labios se fundieron en un dulce beso.
Lentamente se alejo de su rostro y lo contemplo largo tiempo perdiéndose en el mar de sensaciones que ella le despertaba. Acaricio suavemente su mejilla ella cerro sus ojos y por un lago rato ninguno necesito las palabras.
Usagi rompió el contacto y se puso de pie mirando a Mamoru fijamente, suspiro e hizo la pregunta que había estado atormentándola toda la tarde.
- Mamo – Chan, dime te gusto el chocolate que prepare?
Mamoru la miro fijamente y pensó cuidadosamente cada una de las palabras ya que no deseaba lastimar los sentimientos de su princesa, pero también tenia que decirle la verdad.
- La verdad Usako es que podrías haberte quedado un poco mas en la escuela, no?
Mamoru sonrió al decir esto, pensó que usagi tomaría su comentario sin sentirse mal, pero cuando la miro a los ojos se sintió el hombre más despreciable del universo, los ojos de su princesa eran inundados por lágrimas que caían rápidamente por sus mejillas con su mano trataba inútilmente de apartarlas pero estas continuaban cayendo silenciosamente, usagi trato de tomar un poco de oxigeno pero la presión en su pecho le impedía hacerlo correctamente y cuando abrió la boca para decir algo un sollozo se escapo de sus labios y mamoru sintió ganas de llorar con ella y golpearse al mismo tiempo por hacerla sufrir.
La tomo suavemente del brazo y la hizo que se sentara en sus piernas mientras sus brazos se deslizaban a su cintura y la abrazaba con fuerza, recargando su rostro en su hombro. Usagi dejo caer algunas lágrimas mientras que mamoru se aferraba más a su cuerpo y se dejaba envolver por su aroma.
El se acerco y le susurro al odio.
- Aun así, tienes mucho tiempo para hacerlos cada vez mejores, y yo personalmente probare cada uno de los dulces que tú prepares. Mi Hime…Tienes, tenemos toda una vida por delante, toda una vida juntos para que los perfecciones, y yo estaré contigo siempre.
Usagi se aferro al cuello de Mamoru y de nuevo las lagrimas resbalaron por sus mejillas y su Ojisama la abrazo mas fuerte y entonces supo que nunca volvería a estar sola. El siempre estaría a su lado…
Las lágrimas corrían por sus mejillas y se perdían en el hombro de mamoru, ella aun con esas lagrimas sonrió y se aferro mas a el.
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Usagi se movió inquieta en la cama mientras pequeñas lágrimas corrían por su rostro perdiéndose entre las blancas sabanas, ella murmuro su nombre y se aferro a su recuerdo para no caer en la oscuridad.
Taiki Kou descansaba tranquilamente en los sillones de la sala, disfrutaba leyendo uno de sus libros favoritos de poesía. Deslizarse sobre las dulces palabras le hacia recordar hermosos momentos y soñar muchos mas. El día había transcurrido en una apacible calma y aunque el ruido de la ciudad que se colaba era un poco molesto con la apropiada música era opacado, sin embargo su pequeño hermano había dejado ligeramente abierta la puerta del balcón y podía escucharse claramente los sonidos del tráfico vespertino.
Miro a su alrededor y vio el elegante departamento que ahora se había vuelto su hogar, era cómodo y espacioso además de una excelente ubicación sin embargo nunca podría compararse con la Hermosa casa rodeada de cerezos en la que había crecido. Sin embargo dejaron todo atrás y viajaron hasta esta gran ciudad para que EL la olvidara. Todo por su pequeño hermano.
Dejo de lado su libro y se dirigió a la pequeña cocina, situada atrás de la sala, y de frente hacia el balcón, su hermano mayor se encontraba preparando la cena, lucia bastante entretenido y hasta podría decirse contento.
- Veo que te diviertes ehh? – Pregunto Taiki mientras husmeaba en las cacerolas de la cena.
- Un poco si – Respondió el chico mientras picaba mas ingredientes – Esta ciudad es divertida, realmente hay muchas cosas que hacer, además aquí si podremos encontrar una oportunidad, no?
- Si tienes razón, aunque no crees que es un poco ruidosa?
- Bueno viniendo de quien considera una biblioteca el lugar mas feliz de la tierra…
- Cállate enano – Taiki golpeo la cabeza de su hermano mientras tomaba un refresco del refrigerador.
- Vaya taiki, rebajarte a los insultos Tipo-Seiya…Realmente esa novia tuya te ha destruido el cerebro.
- No sabes nada, además son simplemente celos, hermanito ya que mi novia es absolutamente hermosa e inteligente, y por lo que recuerdo a ti ni siquiera la abuela te daba un beso.
El mayor de los Kou siguió preparando la cena sin responder a lo dicho por su hermano, sin embargo la imagen de esa chica volvía a su mente en cuanto taiki menciono la palabra
" Beso", sintió como sus mejillas le ardían e intento adoptar esa expresión como si prepararla cena fuera lo mas maravilloso del mundo.
Taiki al parecer se percato de la actitud de su hermano y sonrió mientras se acercaba para probar la sopa.
- El lunes es nuestro primer día de Escuela, realmente eso será muy divertido. – Sonrió al imaginarse el almorzar bajo un frondoso árbol en compañía de la dulce niña que le había robado el corazón.
- Si claro lo único que te importa es que te toque en la misma clase que tu querida noviecita
-Y a ti que su amiga también este en esa clase, no? – Los ojos violetas del chico parecieron atravesar la impenetrable mascara de Yaten que como respuesta solo se sonrojo.
Y sin embargo como una respuesta automática ambos dirigieron su mirada al balcón en donde su hermano pequeño miraba embelezado el resplandor de la luna y la oscuridad de la ciudad. Ambos habían sugerido el cambio de ambiente queriendo sacar a Seiya de esa atmósfera tan pesada que comenzaba a asfixiarlo y lentamente lo estaba consumiendo.
El cambio a esta gran ciudad no parecía a ver surtido ningún efecto en el, pero esperaban que con el tiempo superará todo y volviera a ser el chico imprudente de siempre.
Al mudarse a aquí Taiki por fin podría estar cerca de su querida novia y ellos podrían realmente empezar a desarrollar su sueño. Aun que su prioridad ahora era que Seiya saliera de esa depresión en la que había caído.
Yaten dirigió una mirada a Taiki e intento descifrar los planes que tenia para ayudar al pequeño. Realmente el esperaba que esto acabara ya.
- Ahora todo estará bien, verdad Taiki?
Taiki suspiro mientras la figura de Seiya se sumía en la oscuridad de la noche y su silueta se borraba más y más.
- No lo se Yaten, espero que el cambio le siente bien, pero ahora todo depende de el.
Yaten apago el fuego y comenzó a poner la mesa, mientras escuchaba los retazos de la canción que seiya cantaba.
La odiaba, realmente odiaba a esa mujer, como podría haberle causado tanto daño a su familia. Realmente seiya aun la amaba tanto después de lo que le hizo? Podría dejar de pensar en ella y entender que la vida continuaba aun si ella no estaba mas a su lado.
Pero...Puede un corazón que ha sido destrozado volver a latir?
Sus ojos verdes se encontraron con Taiki quien supo inmediatamente que pensaban lo mismo.
- Todo ahora será para mejorar no Taiki, Es decir ahora que esta lejos de ella nuestro hermano podrá curar sus heridas al fin.
- No lo se, yaten…Seiya esta…irreconocible, pensé que al principio podría recuperarse pronto pero...Ahora ya no se nada.
Yaten suspiro, el realmente deseaba que Seiya estuviera mejor pronto, tal vez pronto conociera a alguien que le ayudara a sanar, tal vez el cambio de ambiente realmente fuera lo que necesitaba, tal vez la música lo consolara, tal vez,solo tal vez todo regresara a ser como antes. Esos días felices en lo que lo único que le importaba era la Música, tal ves esa amante volviera y lo recogería en su seno protegiéndolo y alejando de ese horrible estado de melancolía que nunca seria compatible con su alegre hermano pequeño.
- Vamos Taiki, cuando has sabido de alguien que se muera de amor?
Taiki miro hacia el balcón en donde la figura de Seiya desaparecía casi por completo. Suspiro mientras tomaba la copa de vino que había en la mesa, tomo un poco y el sabor dulce del vino calentó su cuerpo, creyendo o al menos intentando creer en las palabras de Yaten.
- Solo espero que Seiya no sea el primero.
Notas de Amynaoko: Espero que les gustara, y que dejen comentario, me encantara leer su opinion de este fic. Y ahora gracias a :
Hechizera Leisa, Neo-gaby, Seshyiak, dianazul, TaNiTaLoVe, AnnitaChibaKou, Aisha-ladimoon, Eliz a Shary y a padfoot Kou, ya ves te dije que actualizaria.